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Jueves 7 de noviembre de 2019 ELPAÍS 29

CULTURA

cido al castellano dos años des-


pués en Mexico por la editorial
Grijalbo.
A finales de esa misma déca-
da viajó con una beca a Barcelo-
na, donde se le abrieron inespe-
radas posibilidades para la inves-
tigación. “En ese momento, las
autoridades españolas querían
dar la impresión de que España
era totalmente libre, y me permi-
tieron tener acceso a bibliotecas
y archivos, pero no era verdad.
Era mera apariencia, porque
nunca pude tener acceso al Ar-
chivo Militar. Sin embargo, tuve
una ventaja por extranjero, por-
que ese acceso no lo podía tener
un investigador español”, co-
mentó en 2003.
Ese año ganó el 15º premio
Antonio Nebrija, concedido por
la Universidad de Salamanca pa-
ra reconocer a los hispanistas
que han sobresalido por su dedi-
cación al estudio de la lengua y
la cultura españolas. “El profe-
sor Jackson ha marcado para va-
rias generaciones de españoles
el acceso al conocimiento de
una etapa fundamental de nues-
tra reciente historia”, dijo el en-
tonces rector salamantino, Igna-
cio Berdugo. En 1966, había reci-
bido también por el mismo libro
el premio Herbert Baxter
Gabriel Jackson, en Valencia en 2007. / MÒNICA TORRES Adams de la American Histori-
cal Association, que distingue a

Muere Gabriel Jackson, historiador


trabajos sobre historia europea
publicados en inglés.
Pasó 26 años en Barcelona y
en 2005 obtuvo la nacionalidad

de la España que no pudo ser española. Cinco años más tarde,


regresó junto a su hija a Oregón,
en el oeste de Estados Unidos,
donde falleció el domingo.
El hispanista, cuyo ‘La República española y la guerra civil’ ha sido desde los sesenta Colaborador asiduo de EL
PAÍS, se mostró crítico con la ley
un libro clave para estudiar el conflicto, fallece en Estados Unidos a los 98 años española de memoria histórica,
pero defendía crear una ley de
justicia que hubiera anulado los
PABLO GUIMÓN, Washington Nacido en 1921 en Mont Ver- cia como La República española Costa y en esa ciudad francesa consejos de guerra del franquis-
El prestigioso hispanista de ori- non, en el Estado de Nueva y la guerra civil (Crítica). La con- volvió a mantener contacto con mo. Su último libro fue Juan Ne-
gen estadounidense Gabriel Jac- York, en el seno de una familia tienda, según dijo, fue “el pri- refugiados españoles. Regresó grín. Médico, socialista y jefe del
kson, quien junto a otros histo- judía, Jackson se graduó en His- mer gran acontecimiento” de su con su esposa a EE UU en 1952, Gobierno de la II República espa-
riadores extranjeros de su gene- toria y Humanidades en Har- conciencia política. Tenía 15 donde le esperaban años difíci- ñola (Crítica, 2008), en el que
ración, como Hugh Thomas o vard y en Stanford, en la Univer- años cuando estalló la guerra. les. Perseguido por el macartis- defiende la figura del vilipendia-
Herbert R. Southworth, contri- sidad de California, de la que era En 1942, viajó a México con una mo por sus ideas izquierdistas, do último presidente del Gobier-
buyó a una relectura rigurosa profesor emérito. Discípulo de beca y allí entró en contacto con vio cómo se le cerraban las puer- no republicano.
de los años de la Segunda Repú- Jaume Vicens i Vives y de Pierre exiliados republicanos que ali- tas académicas. Finalmente, lo- Escribió también sobre la Es-
blica y la Guerra Civil, falleció el Vilar, dedicó buena parte de su mentaron su interés por la cultu- gró una plaza de titular en la paña medieval o sobre el auge
domingo a los 98 años en As- labor investigadora a la historia ra española y el mundo hispano. Universidad de California y en del fascismo, así como una bio-
hland (Oregón), según confirma- de la España del siglo XX, a la Se doctoró en la Universidad 1965 publicó en inglés La Repú- grafía novelada de Mozart. Fue
ron anoche a EL PAÍS fuentes que llegó por diversas vías que de Toulouse con una tesis sobre blica española y la guerra civil. un gran aficionado a la música y
familiares. confluyeron en obras de referen- el regeneracionismo de Joaquín Prohibido en España, fue tradu- talentoso intérprete de flauta.

JULIÁN CASANOVA resistencia”. Esa grandeza moral de la lu-


cha por la libertad acabaría siendo recor-

Historiar la primera democracia española


dado como una gran batalla frente a la
tiranía de los fascismos que se había im-
puesto en Europa.
Donó parte de su documentación a la
biblioteca de la Universidad de California

S
u libro La República española y la gue- cas imposibles de consultar en España, y grandes potencias, excepto la Unión So- en San Diego a la que tanto había contribui-
rra civil apareció en inglés en Prince- con numerosos testimonios directos acer- viética, “colocó a la República en una si- do con la compra en 1965 de la colección
ton en 1965 y en la editorial Crítica, ca del conflicto, algunos, como los de tuación de inferioridad abrumadora”. sobre la Guerra Civil de Herbert Southwor-
en español, en 1976. El siglo XX español era George Orwell o Franz Borkenau, de no- Jackson supo captar que la guerra civil th. Era erudito, melómano, gran conoce-
entonces, con la excepción de algunos oa- table interés. Mostraba una abierta sim- española compendió para el mundo occi- dor de Joaquín Costa y de Juan Negrín. Su
sis dispersos, un desierto inexplorado. patía por la Segunda República y subraya- dental el enfrentamiento de la democracia, obra es un ejemplo de síntesis narrativa,
Gabriel Jackson, junto con Hugh Tho- ba la “pasión del pueblo español” por las el fascismo y el comunismo, una idea que belleza literaria, reflexión y rigor empírico.
mas, que había publicado su libro cuatro causas idealistas. La República era para desarrolló después en diferentes trabajos y Nacido en Nueva York, vivió 26 años en
años antes, se convirtió en el marco obliga- él la primera democracia de la historia que amplió en su mirada telescópica Civili- Barcelona, amaba a España y nosotros lo
do de referencia frente a la mezquina y de España, destruida por el fascismo en zación y barbarie en la Europa del siglo XX. queríamos. Volvió a EE UU en 2010, a vivir
exigua historiografía franquista dominan- una guerra civil. Y de lo que se trataba En su opinión, la victoria total de Fran- con su hija Kate. Con él comenzamos los
te en España. Formado en Harvard, intere- era de rastrear las peculiaridades estruc- co “no arregló nada”, porque “ni el general historiadores de mi generación a estudiar
sado en la formulación de problemas y con- turales capaces de generar un conflicto Franco ni las clases poderosas que lo apo- la Guerra Civil. Décadas después, su obra
ceptos y no solo en el mero relato de los de tamaña magnitud. yaban tenían nada que ofrecer en el terre- nos sigue cautivando. Y siempre queda su
hechos, y convencido de que era posible Investigó y escribió ese libro desde no de un programa social que pudiera re- enseñanza: solo una verdadera democra-
elaborar interpretaciones “objetivas” —es 1955 a 1964. Defendía la tesis de que la solver los problemas históricos del país”. cia parlamentaria era capaz de sacar a Es-
decir, ecuánimes y basadas en la República tuvo desde el principio muy La Guerra Civil tuvo como consecuencias paña del atraso y de la miseria. La Repúbli-
investigación—, rompió definitivamente pocas posibilidades de sobrevivir debido inmediatas la represión y la destrucción, ca era demasiado débil y no pudo sobrevi-
con las versiones parciales y maniqueas. a la “hostilidad del mundo financiero”. Y pero, con el tiempo, pensaba, se reconoce- vir, pero fue la esperanza de millones de
Contaba con el acceso a fuentes funda- después, desde la sublevación militar de ría que “en julio de 1936 el pueblo español españoles, la tragedia de un pueblo en su
mentalmente secundarias y hemerográfi- julio de 1936, la hostilidad de todas las se encaró con la alternativa de sumisión o “lucha titánica” por la libertad.

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