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V 0.1
XX Máquinas de CC 06/11/17
Los campos magnéticos son los mecanismos fundamentales por medio de los cuales la energía se
convierte de una forma en otra, en motores, generadores y transformadores. Los cuatro principios
básicos los podemos describir como:
Un conductor por el cual circula corriente, produce un campo magnético a su alrededor
Un campo magnético variable en el tiempo, induce un voltaje en una bobina si este campo
atraviesa dicha bobina. (Esta es la base del funcionamiento del transformadores)
Un conductor por el cual circula una corriente y en presencia de un campo magnético tiene
una fuerza inducida sobre él. (Esta es la base de la funcionamiento de un motor).
La ley básica que rige la producción de un campo magnético por medio de una corriente es:
𝐻. 𝑑𝐼 = 𝐼𝑛𝑒𝑡
en donde H es la intensidad del campo magnético producido por la corriente Inet. En las
unidades del SI, I se mide en amperios y H se mide en amperio-vueltas por metro. Para
entender mejor el significado de esta ecuación. es muy útil aplicarla al ejemplo de la figura
Nº1.
La intensidad H del campo magnético es, en cierto sentido, una medida del "esfuerzo"
que una corriente realiza para establecer un campo magnético. La intensidad del flujo del campo
magnético producido en el núcleo depende también del material de éste. La relación
entre la intensidad H del campo magnético y la densidad B del flujo magnético resultante,
producido dentro del material se da por:
𝐵 = 𝜇. 𝐻
Es más sencillo trabajar con permeabilidades relativas, que son la razón de las permeabilidades del
material que se está tratando a la permeabilidad del vacío por lo que:
𝜇 𝑚𝑎𝑡𝑒𝑟𝑖𝑎𝑙
Permeabilidad relativa de un material será: 𝜇𝑟 = 𝜇0
Por ejemplo la permeabilidad de la chapa hierro - silicio, grano orientado es de 15000 (esta es la
permeabilidad relativa a 50 Hz). Es importante destacar que los valores generalmente se dan en
curvas y varían según la intensidad de campo y frecuencia.
En un núcleo como el de la figura nº1, la magnitud de la densidad de flujo se determina como:
𝜇. 𝑁𝑖
𝐵 = 𝜇. 𝐻 =
𝑙𝑐
Donde N.i, es la cantidad de espiras de la bobina.
El flujo total en el área "A" es:
Φ= 𝐵. 𝑑𝐴
𝐴
En la figura nº1 podríamos realizar la analogía entre un circuito eléctrico y uno magnético de la
siguiente forma:
En el sencillo circuito eléctrico, como el de la figura nº 2a, la fuente de tensión V, produce una
corriente I, la cual circula por el circuito compuesto de una resistencia R (esta podría ser la
resistencia equivalente de todas las espiras de la bobina que vimos en la figura nº1). Según ley de
Ohm tenemos: 𝑉 = 𝐼. 𝑅
La Polaridad del circuito magnético está dado por la regla de la mano derecha según se indica en la
figura Nº3
Las reglas para esta analogía, son las mismas que las de Ley de Ohm:
La figura nº4.b muestra otro gráfico que está directamente relacionado con el 4.a.
N .i
H B
lc A
En las ecuaciones, se ve que la intensidad magnética H es directamente proporcional a la Fmm,
habida cuenta que N.i = Fmm y que la densidad de flujo B es directamente proporcional al flujo para
cualquier núcleo dado. De esta manera la relación entre B y H tiene la misma forma que la relación
entre flujo y Fmm.
La pendiente de la densidad del flujo contra la curva de intensidad magnética en cualquier valor de
H (en la figura nº4.b), es por definición la permeabilidad del núcleo de esa intensidad magnética.
La curva muestra que la permeabilidad es grande y relativamente constante en la región no saturada
y luego cae gradualmente hasta un valor muy bajo, mientras el núcleo se satura exageradamente.
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La figura nº5 es una curva de magnetización típica para una pieza de acero, ilustra con más detalle y
con la intensidad de magnetización en una escala logarítmica. La región altamente saturada de la
curva puede ajustarse al gráfico solamente con la intensidad de magnetización mostrada
logarítmicamente.
La ventaja de usar un material ferromagnético para los núcleos en las máquinas eléctricas y en los
transformadores es que muchas veces se logra más flujo para una fuerza magnetomotriz dada, con
hierro, que con aire. No obstante, si el flujo resultante debe ser proporcional, o aproximadamente
proporcional, a la fuerza magnetomotriz aplicada, entonces el núcleo debe hacerse funcionar en la
región no saturada de la curva de magnetización. La forma no lineal de esta curva explica muchas
propiedades importantes de las máquinas eléctricas y transformadores.
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En lugar de aplicar una corriente continua a la bobina del núcleo, vamos a aplicar una corriente
alterna y ver qué sucede. La corriente aplicada se indica en la figura nº6.a.
Nótese que si una fuerza magnetomotriz grande se aplica primero al núcleo y luego
se elimina, la trayectoria del flujo en el núcleo será abc. Cuando la fuerza magnetomotriz
se elimina, el flujo en el núcleo no llega a cero. En lugar de esto, un campo magnético
permanece en él. Este campo magnético se denomina flujo remanente en el núcleo.
Para llevar el flujo hasta cero, una cantidad de fuerza magnetomotriz, conocida como la fuerza
coercitiva magnetomotriz Fmm, se debe aplicar al núcleo en la dirección opuesta.
La causa para la histéresis es que cuando el campo magnético externo se suspende, los dominios no
se desordenan por completo nuevamente. ¿Por qué algunos dominios permanecen alineados?
Porque reorientar los átomos en ellos requiere energía. Originalmente, la energía la suministró el
campo magnético externo para lograr el alineamiento; cuando el campo se suspende, no hay fuente
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de energía que impulse los dominios a reorientarse. El trozo de hierro es ahora un imán
permanente.
Una vez los dominios están alineados, algunos de ellos permanecerán así hasta que una fuente de
energía externa les sea aplicada para cambiarlos. Ejemplos de fuentes de energía externa que
puedan cambiar los límites entre dominios entre los alineamientos de los dominios son la fuerza
magnetomotriz aplicada en otra dirección, un choque mecánico fuerte y el calentamiento
(temperatura de Curie). Cualquiera de estos hechos puede suministrar energía a los dominios y
posibilitar el cambio de su alineamiento. (Por esta razón un imán permanente puede perder su
magnetismo si se cae, se golpea con un martillo o se calienta).
El hecho de que reorientar los dominios en el hierro requiera energía lleva a un cierto tipo de
pérdida de ella en todas las máquinas y transformadores. La pérdida por histéresis en un núcleo de
hierro es la energía necesaria para lograr la reorientación de los dominios durante cada ciclo de la
corriente alterna aplicada a un núcleo. Se puede mostrar que el área encerrada en la curva de
histéresis, formada por la aplicación de una corriente alterna al núcleo, es directamente proporcional
a la pérdida de energía en un ciclo dado de CA. Entre más pequeño sea el recorrido de la fuerza
magnetomotriz aplicada en el núcleo, más pequeña es el área de la curva de histéresis y en la misma
forma, más pequeñas las pérdidas resultantes. La figura nº8 nos muestra éste punto.
Otra clase de pérdida que también la causan los campos magnéticos variables en un núcleo de
hierro. Esta pérdida es la llamada pérdida por corriente parásita. El mecanismo de las perdidas por
corriente parásita se explicará más adelante, después de presentar la ley de Faraday. Ambas
pérdidas, por histéresis y por corrientes parásitas, causan recalentamiento en el material del núcleo y
deberán tenerse en cuenta en el diseño de cualquier máquina o transformador. Puesto que las dos
ocurren dentro del metal del núcleo, generalmente se agrupan y se llaman pérdidas del núcleo.
Veremos los diferentes modos cómo un campo magnético puede afectar sus alrededores.
pasa por una vuelta de una bobina de alambre, se inducirá un voltaje en la vuelta de alambre,
proporcional a la tasa de cambio en el flujo con relación al tiempo. En forma de ecuación esto es:
d
eind (ec.10)
dt
en donde eind es el voltaje inducido en la espira de la bobina y ϕ es el flujo que pasa por
la misma espira. Si una bobina tiene N número de espiras y el mismo flujo pasa por todas ellas,
entonces el voltaje inducido a través de toda la bobina se expresa por:
d
eind N . (ec.11)
dt
El signo menos de la ecuación es una expresión de la ley de Lenz. Esta establece que la dirección
del voltaje inducido en la bobina es tal que si sus extremos se pusieran en corto circuito, produciría
una corriente que causaría un flujo para oponerse al cambio de flujo original. Puesto que el voltaje
inducido se opone al cambio que lo causa, se incluye un signo menos en la ecuación (ec.11). Para
entender claramente este concepto, examine la figura nº9.
Hay una dificultad mayor al utilizar la ecuación (ec.11) en problemas prácticos. Esta
ecuación supone que exactamente el mismo flujo se encuentra presente en cada vuelta de la bobina.
Infortunadamente, la fuga de flujo desde el núcleo hacia el aire exterior hace que esto no sea cierto.
Si los bobinados están firmemente acoplados, de tal manera que la mayor parte del flujo que pasa
por entre una vuelta de la bobina, pase efectivamente por entre todas ellas, entonces la ecuación
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(ec.11) dará respuestas válidas. Pero si las fugas son muy altas o si se requiere una gran precisión,
se necesitará una expresión diferente que no tenga en cuenta dicha suposición.
La magnitud del voltaje en la iava vuelta (o espira) de la bobina, estará dada por:
d ( i )
ei (ec.12)
dt
si hay N número de espiras en la bobina, el voltaje total sobre esta:
N
eind ei (ec.13)
i 1
N
d ( i )
eind (ec.14)
i 1 dt
d N
eind i (ec.15)
dt i 1
El término entre paréntesis en la ec.15 se denomina flujo enlazado de la bobina y la ledy de Faraday
puede re-enunciarse en término de pérdidas de flujo de la siguiente manera:
d
ei (ec.16)
dt
N
Flujo enlazado i (ec.17)
i 1
Las unidades de flujo enlazado son vueltas-weber.
La ley de Faraday explica también las pérdidas por corriente parásita mencionadas previamente. Un
flujo variable en el tiempo, induce voltajes dentro de un núcleo ferromagnético, de la misma
manera que lo haría en una bobina envuelta alrededor de dicho núcleo. Estos voltajes causan
remolinos de corriente que fluyen dentro del núcleo en forma muy parecida a los torbellinos que se
ven en las orillas de un río. La forma de estas corrientes da origen al nombre de corrientes de
remolino. Estas corrientes de remolino fluyen en un material que les hace resistencia (el hierro del
núcleo), de tal modo que ellas disipan la energía. La energía perdida produce, el calentamiento del
núcleo de hierro.
La cantidad de energía perdida debido a las corrientes de remolino es proporcional al tamaño del
recorrido que siguen dentro del núcleo. Por esta razón se acostumbra a construir cualquier núcleo
ferromagnético, que pueda estar sujeto a flujos alternantes, en pequeñas tiras o láminas. Se usa una
resina aislante entre las tiras, de tal modo que los caminos para las corrientes de remolino se limitan
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a áreas muy pequeñas. Puesto que las capas de aislante son sumamente delgadas, el aislamiento
reduce las pérdidas por corrientes de remolino, con muy poco efecto sobre las propiedades
magnéticas del núcleo.
Un segundo efecto principal de un campo magnético en sus inmediaciones es inducir una fuerza
sobre un conductor dentro del campo.
F B.i.l (ec.18)
F B.i.l.sen (ec.19)
en donde ϴ es el ángulo entre el conductor y el vector de la densidad de flujo.
La inducción de una fuerza sobre en un conductor con una corriente en presencia de un campo
magnético es la base del funcionamiento de un motor. Casi todos los tipos de motor dependen de
este principio básico, pues son las fuerzas y momentos de torsión los que lo hacen mover.
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Hay una tercera forma principal en la cual un campo magnético interactúa con sus alrededores.
RESUMEN DE LO VISTO