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3.-Cuestiones
Godoy se vio obligado a firmar por separado la paz con los ingleses. Poco
después fue cesado en su puesto, ante las presiones de Francia; la
impopularidad tras la derrota y el consiguiente malestar por la subida de
precios ocasionada por la movilización y el esfuerzo bélico.
Entre 1788 y 1808, alrededor de una sexta parte de los bienes del clero
fue puesta a la venta de este modo, con el acuerdo del papado y a pesar
de las protestas de los obispos. Los compradores podían pagar con vales
que eran aceptados por su valor nominal. Algunos pequeños labradores se
aprovecharon de ello para redondear sus posesiones, pero los grandes
beneficiarios fueron los grandes propietarios. Así pues, la medida no
resolvió la cuestión agraria; incluso la agravó. También tuvo
consecuencias políticas. El clero tenía el sentimiento de haber sido
expoliado y responsabilizó de ello a Godoy. Un sector de la nobleza no le
perdonó su rápido ascenso, su altanería y su autoritarismo, llamado en la
época despotismo ministerial. La elite ilustrada se sentía decepcionada
cuando no perseguida. Las capas populares manifestaron una hostilidad
sin atenuantes contra el favorito. La corte no pudo ignorar el aumento y la
violencia del descontento y sacrificó a Godoy.
Pero no sólo las elites se hicieron eco de las ideas revolucionarias, sino que éstas
también fueron tema frecuente de discusión y debate entre las clases populares.
No debemos olvidar que la Revolución francesa dio lugar a una gran cantidad de
folletos y escritos en los que se manifestaba sobre asuntos tan distintos como los
derechos del hombre, la constitución política de los estados, la libertad, la
igualdad de las clases y la monarquía de derecho divino.
El Tratado de Fontainebleau
La idea principal del texto es la división que en virtud de este tratado franco-
español se hace del territorio portugués. Los artículos 1º, 2º y 11º de dicho
pacto acuerdan la formación de un Reino de a Lusitania Septentrional formado
por las provincias de Entre-Duero y Miño, con la ciudad de Oporto, que sería
entregado al rey de Etruria (art. 1º); la entrega en propiedad a Godoy de la
provincia portuguesa del Alentejo y el reino de los Algarbes con el título de
Príncipe de los Algarbes (art. 2º); asimismo Napoleón garantiza a Carlos IV la
posesión de todos sus estados del continente europeo situados a mediodía de los
Pirineos (art. 11º).
3.-Cuestiones
La privanza de Godoy.
La idea principal del texto gira en torno a la entrada en Madrid del nuevo rey,
Fernando VII, acompañado por la corte. El pueblo de Madrid (representación de
todo el pueblo español) asiste con gozo y jubilo a dicha entrada del nuevo rey. El
documento refleja como de pasada “las circunstancias especiales” en que se ha
producido el relevo en la corona y pretende ocultar a través de expresiones
como “aplausos, vivas y demás expresiones de fidelidad y ternura”, o “llenos de
amor hacia su Real Persona y de las esperanzas que promete un reinado que
empieza baxo tan felices auspicios” la abdicación forzosa impuesta a Carlos IV
por los conjurados de Aranjuez; el destronamiento de un rey por su propio hijo.
3.-Cuestiones
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3.-Cuestiones
España, que todavía durante el siglo XVIII había sido una gran potencia
mundial, saldría de esta guerra convertida definitivamente en una
potencia de segundo orden en el ámbito europeo.
La guerra de guerrillas
3.-Cuestiones
España, que todavía durante el siglo XVIII había sido una gran potencia
mundial, saldría de esta guerra convertida definitivamente en una
potencia de segundo orden en el ámbito europeo.
La guerra de guerrillas
…] Son nulos y de ningún valor todos los actos del gobierno llamado
constitucional (de cualquiera clase y condición que sean) que ha
dominado a mis pueblos desde el día 7 de marzo de 1820 hasta hoy, día 1
de octubre de 1823, declarando, como declaro, que en toda esta época he
carecido de libertad, obligado a sancionar las leyes y a expedir órdenes,
decretos y reglamentos que en contra mi voluntad se meditaban y
expedían por el mismo gobierno. …]”.
3.-Cuestiones
Ante el apoyo recibido por los insurrectos en otros lugares del país,
Fernando VII se vio obligado a aceptar la Constitución, iniciándose así un
período de gobierno liberal en España que duró tres años (1820-1823).
Los liberales más exaltados o jóvenes, estaban decididos a actuar con más
contundencia, puesto que querían romper por completo con el pasado y a
solicitar el apoyo de los grupos sociales menos favorecidos (especialmente
de los trabajadores asalariados urbanos) para culminar la obra
revolucionaria. Los exaltados defendían el sufragio universal y unas
Cortes de una sola cámara, expresión de la soberanía nacional.
El convenio de Vergara
Fase II de 1844-1868
3.-Cuestiones
El Bienio Progresista
Los dos años de régimen progresista, el bienio 1854-1856, destacaron por una
actividad intensa. Recordemos que la desamortización vivió su segundo impulso
con Madoz. Se aprobó una Ley General de Ferrocarriles que contribuyó a la
construcción de la red, con tramos peninsulares que enlazaban Madrid con la
frontera francesa y la costa. Una Ley de Banca favoreció la entrada de capital
extranjero y la aparición de empresas de tamaño adecuado para la época.
Manifiesto de Sandhurst
En el intretanto, no sólo está hoy por tierra todo lo que en 1868 existía,
sino cuanto se ha pretendido desde entonces crear. Si de hecho se halla
abolida la Constitución de 1845, hállase también abolida la que en 1869
se formó sobre la base inexistente de la monarquía.
(...)
Afortunadamente la monarquía hereditaria y constitucional posee en sus
principios la necesaria flexibilidad y cuantas condiciones de acierto
hacen falta para que todos los problemas que traiga su restablecimiento
consigo sean resueltos de conformidad con los votos y la convivencia de
la nación.
No hay que esperar que decida ya nada de plano y arbitrariamente, sin
Cortes no resolvieron los negocios arduos de los príncipes españoles allá
en los antiguos tiempos de la monarquía, y esta justísima regla de
conducta no he de olvidarla yo en mi condición presente, y cuando todos
los españoles estén ya habituados a los procedimientos parlamentarios.
Llegado el caso, fácil será que se entiendan y concierten las cuestiones
por resolver un príncipe leal y un pueblo libre.
Nada deseo tanto como que nuestra patria lo sea de verdad. A ello ha de
contribuir poderosamente la dura lección de estos últimos tiempos que,
si para nadie puede ser perdida, todavía lo será menos para las hornadas
y laboriosas clases populares, víctimas de sofismas pérfidos o de
absurdas ilusiones.
(...)
Por mi parte, debo al infortunio estar en contacto con los hombres y las
cosas de la Europa moderna, y si en ella no alcanza España una posición
digna de su historia, y de consuno independiente y simpática, culpa mía
no será ni ahora ni nunca. Sea la que quiera mi propia suerte ni dejaré
de ser buen español ni, como todos mis antepasados, buen católico, ni,
como hombre del siglo, verdaderamente liberal.
Dos son las ideas principales: Alfonso se reconoce como el legítimo heredero de
la corona española, por efecto de la abdicación de su madre en 1870. Por otro
lado el manifiesto expone un programa político que estabilice el país, basado en
la reconciliación y las Cortes, para normalizar la vida política española, o lo que
es lo mismo, que el monarca quiere establecer en España un nuevo régimen, en
el que se combinen tradición y modernidad.
Quizá el mejor resumen del manifiesto se da al final (como buen texto hecho por
un experto): " (…) ni dejaré de ser buen español, ni como todos mis antepasados,
buen católico, ni, como hombre de siglo, verdaderamente liberal.".
3.-Cuestiones
En este clima el general Pavía disuelve las Cortes, que pretendían buscar
un sustituto a Emilio Castelar. El 4 de enero de 1874 el general Serrano
instaura una República autoritaria, que se mantuvo nominalmente pero
que en realidad significaba el punto final de la experiencia republicana,
Cánovas del Castillo acelera la Restauración y Martínez Campos da un
golpe de estado el 29 de diciembre de 1874 en Sagunto y proclama a
Alfonso XII como nuevo rey de España. El 31 de diciembre se constituía el
Ministerio-Regencia, presidido por Cánovas y con este acontecimiento se
pone punto y final al el primer intento de instaurar un sistema liberal
democrático en España y se inicia la Restauración, que no sólo significa
una vuelta de los Borbones, sino también un dominio del liberalismo
dogmático y la preponderancia de la oligarquía.
Oposición al sistema
El movimiento obrero cobró cada vez más importancia, sobre todo los sindicatos
anarquistas, aunque también el Socialismo tuvo gran difusión, tras la
fundación del PSOE en 1879 por Pablo Iglesias.
Constitución de 1876
Los artículos 18, 19, 28, 50, 51 y 76, versan sobre los poderes del Estado, el
legislativo fundamentado en las Cortes (Senado y Congreso) y el Rey, por lo que
se establece un sistema en el que la Soberanía es compartida; el ejecutivo
encabezado por el Rey y por último el judicial basado en la autoridad de los
jueces y tribunales. En esta constitución no se especifica el tipo de sistema
electoral que se va a utilizar, ya que se deja para leyes posteriores, aunque en la
práctica se mantuvo el sufragio censitario, hasta 1890, cuando se aprueba el
sufragio universal masculino.
3.-Cuestiones
• Soberanía compartida.
• Sistema bicameral.
• Soberanía Nacional.
• Sistema bicameral.
Este clima de inestabilidad política hace que el general Pavía disuelva las
Cortes, pretendiendo buscar un sustituto a Emilio Castelar (último
presidente de la I República), el 4 de enero de 1874. El general Serrano
instaura una República autoritaria que se mantuvo nominalmente pero
que en realidad significaba el punto final de la experiencia republicana,
Martínez Campos da un golpe de estado el 29 de diciembre de 1874 en
Sagunto y proclama a Alfonso XII como nuevo rey de España.
• Sistema ideado por Cánovas del Castillo, fue el primer jefe de gobierno de la
Restauración y durante años se turnó en el poder con Sagasti, gracias al Pacto
del Pardo de 1885.
• Constitución de 1876.
3.-Cuestiones
• Crisis económica.
Los años sesenta europeos son críticos (1866, crisis generalizada), pero
en España se añade la secular tradición agraria, que frenaba el cambio.
Una serie de malas cosechas obligaron a reducir las exportaciones y
originaron la carestía de los alimentos y la hambruna. A esta crisis de
subsistencia se unió la crisis en la industria textil, por la falta de algodón
originada por la Guerra de Secesión de Estados Unidos; y en los
ferrocarriles, que derivó en quiebras de sociedades y la crisis en el sector
financiero, que repercutiría en una mala situación de la Hacienda Pública,
que como solución parcial, incrementaría la presión fiscal. Todo ello acabó
generando un profundo malestar general, que lleva a una crisis social en
todos los estamentos.
• Crisis política.
Tras los distintos intentos del sexenio por normalizar la situación española sin
conseguirlo, Martínez Campos y Canovas del Castillo (con algo de controversia
entre los dos, por el método utilizado) dan inicio a una nueva etapa histórica en
España, la Restauración (1874-1931).
Los personajes políticos que instaurarán durante el último tercio del siglo XIX el
nuevo sistema serán, Antonio Cánovas del Castillo y Práxedes Mateo Sagasti.
Los pilares de dicho sistema serán:
3.-Cuestiones
Este texto fue escrito en plena crisis de 1898, crisis que supuso para España la
pérdida definitiva de las colonias y marcó el fin del sistema político ideado por
Cánovas, conocido con el nombre de Restauración. Fue precisamente la crisis
en la que se sumió el país, la que propició la aparición del movimiento
regeneracionista, que tuvo en Joaquín Costa uno de sus máximos
representantes.
En la segunda parte Costa da las pautas para europeizar España, ya que opina
que es absolutamente necesario acercarse a Europa, ya que si se acerca se
conseguirá “una España rica y que coma, una España culta y que piense, una
España libre y que gobierne."
3.-Cuestiones
Movimiento regeneracionista
Con la firma del Tratado de París, España perdía sus últimas posesiones
de lo que fue un gran imperio “donde no se ponía el sol”. De este modo,
pasa definitivamente a ser una potencia de segundo o de tercer orden.
España intenta compensar estas pérdidas con la explotación de
Marruecos, otro fracaso más.
Oligarquía y caciquismo
Este sistema de control a través de los caciques, a pesar de que fue duramente
criticado por muchos intelectuales como Joaquín Costa, se mantuvo hasta la
proclamación de la Segunda República.