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DEMANDA DE AMPARO

AL SEÑOR JUEZ DEL JUZGADO CIVIL DE LA CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE


LIMA:

ALBERTO FUJIMORI FUJIMORI, con D.N.I. XXXXXXXX, con domicilio real en


XXXXXXXXXXXXXXXXXXX, Distrito, Provincia y Departamento de Lima, con domicilio
procesal en Casilla N° xxx de la Central de Notificaciones de Lima y Casilla
Electrónica xxxxx de la Corte Superior de Lima; a Ud., respetuosamente digo:

Que, invocando el artículo 200 inciso 2) de la Constitución Política y los artículos 1º, 2º,
37º inciso 16 y 39º del Código Procesal Constitucional (en adelante CPCO) interpongo
DEMANDA DE AMPARO en los siguientes términos:

I. IDENTIFICACIÓN DE LOS DEMANDADOS

La presente demanda la dirijo contra:

● DR. HUGO NUÑEZ JULCA, Juez del Juzgado de Investigación Preparatoria de la


Corte Suprema de Justicia de la República.

● PROCURADOR PÚBLICO A CARGO DE LOS ASUNTOS JUDICIALES DEL


PODER JUDICIAL, en aplicación del Art. 7° del Código Procesa Constitucional – Ley N°
28237, se le deberá notificar con la demanda.

II. PETITORIO

En virtud a lo dispuesto en el Inciso 2 del Artículo 200 de la Constitución Política del


Estado; en concordancia con los artículos 4, 37 Inc. 16, 39 y 51 del Código Procesal
Constitucional – Ley N° 28237, interpongo DEMANDA DE AMPARO, contra la siguiente
Resolución Judicial:
➢ Resolución Número Diez, de fecha tres de octubre del 2018, emitida por el
Juzgado Supremo de Investigación Preparatoria de la Corte Suprema de Justicia de la
República, el mismo que RESUELVE: I. DECLARAR QUE CARECE DE EFECTOS
JURÍDICOS, PARA LA EJECUCIÓN DE SENTENCIA DEL PRESENTE CASO, LA
RESOLUCIÓN SUPREMA N° 281-2007-JUS, DE 24 DE DICIEMBRE DE 2017, QUE
CONCEDE ENTRE OTROS, INDULTO POR RAZONES HUMANITARIAS AL
SENTENCIADO ALBERTO FUJIMORI FUJIMORI O KENYA FUJIMORI. II. DECLARAR
FUNDADO EL PEDIDO DE LA PARTE CIVIL DE NO APLICACIÓN DEL INDULTO POR
RAZONES HUMANITARIAS A FAVOR DEL CONDENADO. III. DECLARAR
INFUNDADAS LAS OBSERVACIONES EFECTUADAS POR LA DEFENSA TÉCNICA
DEL SENTENCIADO. IV. MANDO. QUE SE CONTINÚE CON LA EJECUCIÓN DE
SENTENCIA EN LOS TÉRMINOS QUE FUE IMPUESTA, EN TODOS SUS EXTREMOS;
EN CONSECUENCIA, GÍRESE LAS ÓRDENES DE UBICACIÓN Y CAPTURA CONTRA
EL SENTENCIADO ALBERTO FUJIMORI FUJIMORI O KENYA FUJIMORI, A FIN DE
QUE SEA REINGRESADO AL ESTABLECIMIENTO PENITENCIARIO QUE SE
DESIGNE LA AUTORIDAD PENITENCIARIA.

Por consiguiente, demando:

1. LA NULIDAD DE DICHA RESOLUCIÓN JUDICIAL y

2. El pago de los costos del proceso.

III. ANTECEDENTES DE HECHO.

1. LOS HECHOS CONSTITUTIVOS DEL AGRAVIO

Que, mediante RESOLUCIÓN SUPREMA N° 281-2017-JUS, de fecha 24 de diciembre de


2017 se RESUELVE: Conceder el INDULTO Y DERECHO DE GRACIA POR RAZONES
HUMANITARIAS al interno del Establecimiento Penitenciario Barbadillo, ALBERTO
FUJIMORI FUJIMORI.
La misma que se declaró nula a través del pedido de control de convencionalidad de los
ciudadanos Andrea Gisela Ortiz Pereda, Gladis Sonia Rubina Arquiño y Alejandrina Raida
Cóndor Saez, tramitado en el Juzgado Supremo de Investigación Preparatoria de la Corte

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Suprema de Justicia de la República, precedida por el Juez Hugo Núñez Julca; bajo los
siguientes fundamentos.

“Fundamento 13. En síntesis, el magistrado que suscribe, en la condición de Juez


de Investigación Preparatoria de la Corte Suprema de Justicia de la República, a
cargo de los procesos penales especiales seguidos contra altos funcionarios del
Estado, tramitados con las Normas del Código de Procedimientos Penales de 1940 –
como el presente caso, es competente para resolver los incidentes que se presenten
en etapa de ejecución de sentencia – entre la solicitud de control de
convencionalidad; y, como órgano jurisdiccional del Estado Peruano, que forma
parte de la Convención Americana de Derechos Humanos – aprobada por el
Gobierno Militar mediante Decreto Ley 22231, publicado en el diario oficial el
Peruano el 11 de julio de 1981; por lo que se encuentran vigentes desde noviembre
de 1981 – está en la obligación de cumplir y hacer cumplir las disposiciones de
dicha Convención – Pacto de San José de 1969 – y de los Órganos que lo
comprenden – Comisión y Corte; a la luz del principio de interdicción de la
arbitrariedad que es un argumento fuerte a favor de la justificación de las decisiones
judiciales, ya que el respeto de este principio implica la fundamentación en base a
razones objetivas de la decisión judicial, es decir, han de ser las razones ofrecidas
por el Juez las que justifiquen la decisión, más no se aceptará decisiones que
sustenten en la voluntad o en el capricho del juzgador, puesto que la misma
devendrá en una decisión arbitraria; en el presente caso, analizar la posible
incompatibilidad existente entre el indulto otorgado al sentenciado Alberto Fujimori
Fujimori con las disposiciones del tratado, así como la exigencia del cumplimiento
de la sentencia condenatoria firme en los términos que fue impuesta”. (CURSIVA Y
NEGRITA ES NUESTRO).

Que el presente fundamento carece de sustento toda vez que los procesos seguidos en
contra de Alberto Fujimori Fujimori ya se encuentran fenecidos debido al Indulto otorgado
por el Ex Presidente Pedro Pablo Kuczynski Godard y conforme con el artículo 85 del
Código Penal, cuando se emite la Resolución Suprema N° 281-2017-JUS se extinguió la
ejecución de la pena. De tal forma ninguna persona puede pretender reabrir un proceso
fenecido, por lo que el control de convencionalidad debió declararse IMPROCEDENTE.

“Fundamento 130. Esta judicatura considera que uno de los tópicos más
consistentes, en la decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, es la
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existencia de una “tendencia regional orientada a la prohibición expresa del indulto
cuando se trata de graves violaciones a los derechos humanos o de crímenes
internacionales reconocidos en el Estatuto de Roma”. En efecto, cita las
legislaciones de los Estados Miembros de la Organización de Estados Americanos
los mismos que en sus legislaciones internas han adaptado mecanismos para
establecer la prohibición acotada, así tiene: i) Argentina: el artículo 1 de la Ley N°
27.156 de julio de 2015 titulada “Prohibición de Indultos, Amnistías y Conmutación
de Penas en Delitos de Lesa Humanidad” dispone que: las penas o procesos
penales sobre los delitos de genocidio, de lesa humanidad y crímenes de guerra
contemplados en los artículos 6°, 7° y 8° del Estatuto de Roma de la Corte Penal
Internacional y en los tratados internacionales de derechos humanos con jerarquía
constitucional, no pueden ser objeto de amnistía, indulto o conmutación de pena,
bajo sanción de nulidad absoluta e insanable del acto que lo disponga. ii) Colombia:
el artículo 14 de la Ley 589 de 2000 por medio de la cual se tipifica como genocidio
la desaparición forzada, el desplazamiento forzada y la tortura” establece que los
delitos que tipifica dicha ley no son amnistiarles ni indultables. Asimismo, según lo
establecido en el párrafo del artículo 23 de la Ley N° 1820 de diciembre de 2016 por
medio de la cual se dictan disposiciones sobre amnistía, indulto y tratamientos
penales especiales y otras disposiciones y el control automático y definitivo de
constitucionalidad de dicha ley, realizado por la Corte Constitucional de Colombia
en marzo de 2018, en ningún caso serán objeto de amnistía o indulto los delitos que
correspondan entre otras, conductas siguientes: los delitos de lesa humanidad, el
genocidio, los graves crímenes de guerra, la toma de rehenes u otra privación grave
de la libertad, la tortura, las ejecuciones extrajudiciales, la desaparición forzada, el
acceso carnal violento y otras formas de violencia sexual, la sustracción de
menores, el desplazamiento forzado, además del reclutamiento de menores, de
conformidad con lo establecido en el Estatuto de Roma”. En el evento en que alguna
sentencia penal hubiera utilizado los términos de ferocidad, barbarie u otro
equivalente, no se podrá conceder amnistía e indulto exclusivamente por las
conductas delictivas que correspondan a las enunciadas en la referida ley como no
amnistiables; iii) Ecuador: el artículo 120 de la Constitución del Ecuador y el artículo
73° del Código Orgánico Integral Penal disponen la facultad de la Asamblea
Nacional de “conceder amnistías por delitos políticos e indultos por motivos
humanitarios” conforme con la Constitución y la Ley, y establecen que “no se
concederán por delitos cometidos contra la administración pública ni por genocidio,

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tortura, desaparición forzada de personas, secuestro y homicidio por razones
políticas o de conciencia”. El artículo 74 del referido Código establece la facultad del
Presidente de la República de “conceder el indulto, conmutación o rebaja de las
penas impuestas en sentencia ejecutoriada” y éste último, “o la autoridad que
designe para el efecto” deberá evaluar “si la solicitud es o no procedente”. Además,
el Decreto N° 861 de diciembre de 2015 titulado “Reformas al Reglamento para la
concesión de indulto, conmutación o rebaja de la pena”, reitera tal prohibición en el
artículo 2 para el otorgamiento de indultos a “los ciudadanos sentenciados por la
comisión de delitos de genocidio, tortura, desaparición forzada de personas,
secuestro y homicidio por razones políticas o de conciencia”, aunque para estos
últimos plantea una excepción, pudiendo ser posible su otorgamiento “en caso de
poseer enfermedad catastrófica o terminal comprobada” (TAL COMO ES EN EL
CASO DE ALBERTO FUJIMORI FUJIMORI)…”

Se hace referencia a los crímenes de lesa humanidad en diversos países, pero no enfatiza
en nuestro ordenamiento jurídico el desarrollo de dicho delito; máxime si este recién se
tipifico en nuestro legislación peruana en 1998 y por el Principio de Legalidad sería
imposible sancionar un delito no tipificado; siendo así que el Tribunal califico los hechos
de Barrios Altos y la Cantuta como crímenes de lesa humanidad. NO LOS RETIPIFICÓ
SINO LOS CALIFICÓ POR LO QUE EL INDULTO HUMANITARIO A TODA LUZ SE
ENCUENTRA PERFECTAMENTE OTORGADO.

2. SUSTENTO DE LA PRETENSIÓN.

PRIMERO : En primer término, debemos manifestar que el indulto es una


facultad del Presidente de la República reconocida en el artículo 118,21 de la Constitución
Política, a través de la cual, tal como lo prevé el artículo 89º del Código Penal, se suprime
la pena impuesta a un condenado. Se trata, además, de una facultad presidencial
revestida del máximo grado de discrecionalidad; lo que no significa que se trate de una
potestad que pueda ser ejercida sin control jurisdiccional y con la más absoluta
arbitrariedad.

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SEGUNDO : Además, nuestra Constitución (artículo 139,13) prevé que el indulto
adquiere los efectos de la cosa juzgada. Al respecto, constituye una garantía
expresamente prevista en nuestro ordenamiento jurídico la prohibición de dejar sin efecto
resoluciones que han adquirido la calidad de cosa juzgada, así como la prohibición de
revivir procesos fenecidos con resolución ejecutoriada (artículo 139, incisos 2 y 13 de la
Constitución).

TERCERO : Conforme a reiterada jurisprudencia constitucional, la cosa juzgada


tiene una doble dimensión (formal y material). Mediante el contenido formal se consagra el
derecho “…a que las resoluciones que hayan puesto fin al proceso judicial no puedan ser
recurridas mediante medios impugnatorios, ya sea porque éstos han sido agotados o
porque ha transcurrido el plazo para impugnarla” mientras que el contenido material alude
a que “…el contenido de las resoluciones que hayan adquirido tal condición, no pueda ser
dejado sin efecto ni modificado, sea por actos de otros poderes públicos, de terceros o,
incluso, de los mismos órganos jurisdiccionales que resolvieron el caso en el que se dictó”.
(Exp. Nº 4587-2004-AA, fund 38). De este modo, el efecto de cosa juzgada del indulto de
un lado proscribe articular medios impugnatorios tendientes a revisar lo ya decidido a favor
de un condenado, y de otro lado, imposibilita una posterior persecución penal basada en
los mismos hechos cuya consecuencia penal fue dejada sin efecto por el indulto. Es decir,
el indulto no solo elimina la pena sino también la posibilidad de volver a perseguir
penalmente a la persona por los mismos hechos.

CUARTO : En suma, queda claro para este Tribunal Constitucional que el


indulto es una potestad constitucionalmente instituida que permite al Presidente de la
República intervenir a favor de un condenado y adquiere carácter definitivo. Así pues, la
posterior revocatoria de lo ya concedido no resulta prima facie constitucionalmente
admisible. La garantía de la cosa juzgada y su inmutabilidad contradicen esta posibilidad.

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QUINTO : Sin embargo, no debe olvidarse que incluso la garantía de la
inmutabilidad de la cosa juzgada puede ceder ante supuestos graves de error. Así, por
ejemplo, el ordenamiento procesal de la justica ordinaria reconoce el recurso de revisión
en el ámbito penal, o la cosa juzgada fraudulenta en el ámbito civil. Ello se funda en lo ya
señalado por este Tribunal Constitucional en reiterada jurisprudencia, el goce de un
derecho presupone que éste haya sido obtenido conforme a ley, pues el error no puede
generar derechos (Exp. N.º 8468-2006-AA, fund 7, 03397-2006-PA/TC, fund 7; 2500-2003-
AA/TC fund 5; entre otras). A su vez, las resoluciones que ponen fin a un proceso judicial,
que tienen la virtualidad de producir efectos de cosa juzgada pueden ser cuestionadas a
través de procesos constitucionales (amparo o hábeas corpus contra resolución judicial).
De este modo, es posible afirmar que la calidad de cosa juzgada que ostenta una
resolución está supeditada a que no atente contra derechos fundamentales u otros
principios o valores de la Constitución. En este orden de ideas, el ejercicio de la potestad
discrecional del indulto está sujeta al marco constitucional y, como tal, debe respetar sus
límites. Así, cabe recordar que para el caso de la gracia presidencial este Tribunal
Constitucional ha establecido límites de índole constitucional (Cfr. Exp. Nº 4053-2007-
PHC/TC).

SEXTO : Asimismo, la inmutabilidad de otras instituciones a las que la propia


Constitución les ha otorgado efectos de cosa juzgada (amnistías, sobreseimientos
definitivos) está supeditada a la conformidad de su concesión con todo el marco
constitucional. Así, para el caso de la amnistía este Tribunal precisó que ésta no puede
fundarse en un motivo incompatible con la Constitución (Exp. Nº 679-2005-PA/TC). Así
también, en cuanto a la prescripción de la acción penal, este Tribunal Constitucional
precisó para los casos de graves violaciones a los derechos humanos que no puede
contabilizarse el plazo en el que el Estado haya sido renuente a investigarlas (Exp. Nº 218-
2009-PHC/TC). Tampoco el sobreseimiento definitivo puede generar cosa juzgada e
impedir nueva persecución penal en caso de que éste haya sido dictado por un órgano
jurisdiccional manifiestamente incompetente (Exp. Nº 4587-2004-PA/TC).

Ello no es sino consecuencia de la irradiación de la Constitución y su fuerza normativa en


todo el ordenamiento jurídico. De este modo, para que un acto del poder público sea
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constitucionalmente válido no solo debe haber sido emitido conforme a las competencias
propias sino ser respetuoso de los derechos fundamentales, principios y valores
constitucionales. Así, por ejemplo, resulta exigible un estándar mínimo de motivación que
garantice que éste no se haya llevado a cabo con arbitrariedad. Ello implica que si bien el
indulto genera efectos de cosa juzgada, lo cual conlleva la imposibilidad de ser revocado
en instancias administrativas o por el propio Presidente de la República, cabe un control
jurisdiccional excepcional a efectos de determinar la constitucionalidad del acto.

Por estas razones como antecedentes, la demanda incoada encuentra fundamentos


suficientes para que sea declarada FUNDADA.

3. DEL INDULTO HUMANITARIO

Se tomó tal decisión tal decisión a raíz del Acta de la Junta Médica Penitenciaria, del 19 de
diciembre que señala como diagnóstico del interno: fibrilación auricular paroxística con
riesgo moderado de tromboembolismo, hipertensión arterial crónica con crisis
hipertensivas a repetición que han merecido atención de emergencia y evacuación.

A lo que se suma cardiopatía hipertensiva de grado leve – moderado, insuficiencia mitral,


hipotiroidismo sub clínico, cáncer de lengua tipo carcinoma epidermoide medianamente
invasivo intervenido quirúrgicamente hasta en seis oportunidades con riesgo de recidiva,
trastorno depresivo en tratamiento farmacológico, hipertrofia benigna prostática grado II,
insuficiencia periférica vascular y hernia lumbar de núcleo pulposo L2 – L3.

También se alega que se basó en el Informe Social del INPE, de fecha 04 de diciembre de
2017, que indica que el interno se encuentra delicado de salud, con diagnóstico médico de
un cáncer de alto riesgo en la cavidad bucal.

Asimismo, refiere que dicho estado le impide el desarrollo normal de sus actividades
cotidianas, su dolencia le limita la fluidez de una pronunciación correcta.

“Refiere también que de modo continuo recae en un estado de postración por depresión
de la que se recupera de forma momentánea, por la atención médica y psiquiátrica que

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recibe; por lo que, el mencionado informe opina favorablemente a la solicitud del interno,
debido a razones humanitarias”.

A la que se añade el Informe de Condiciones Carcelarias del Establecimiento Penitenciario


Barbadillo, de fecha 12 de diciembre de 2017, que alega que por la edad avanzada del
interno y las diversas dolencias que presenta, las condiciones del establecimiento
penitenciario no cuenta con los servicios necesarios para la atención médica, por lo que en
reiteradas oportunidades debe ser evacuado a un centro de salud que cuente con las
condiciones para poder afrontar dicha problemática.

III. FUNDAMENTOS DE DERECHO.

1. La Constitución Política regula la facultad del Presidente de la República conceder


indultos y conmutar penas, ejercer el derecho de gracia en beneficio de los procesados
conforme se aprecia en los artículos 118 y 139. Así como también, la ley orgánica del
poder ejecutivo en su artículo 8 señala que una de las funciones del poder ejecutivo es
conceder y conmutar penas.
2. Decreto Supremo N° 004-2007-JUS, modificado por el artículo 5 del Decreto
Supremo N° 008-2010-JUS.
3. Reglamento interno de la comisión de gracias presidenciales.
4. Arts. 139 Inc. 3 y 14 que consagran el debido proceso y derecho de defensa -
todo ciudadano tiene el derecho a un debido proceso a no se privado del derecho de
defensa en ningún estado del proceso.
5. Demanda de Amparo contra la Resoluciones judiciales, el Inc. 2, Art. 2 de la
Constitución Política, admite el amparo ante resoluciones judiciales emanadas de
procesos irregulares; y también lo contempla el Art. 4 del Código Procesal Constitucional.
6. Legitimación del afectado (Código Procesal Constitucional, Art. 39) el afectado es
la persona legitimación para interponer el proceso de amparo.

POR TANTO:
A Usted, señor Juez, solicita admitir la presente demanda, tramitarla conforme a ley y, en
su oportunidad, declararla FUNDADA.

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PRIMER OTROSI DECIMOS: REPRESENTACIÓN POR ABOGADOS.

De conformidad con el artículo 80º del Código Procesal Civil otorgo las facultades
generales de representación previstas en su Artículo 74º al Abogado Walter Enrique
Moncada Alburqueque, con Registro ICAP N° 2806, quien podrá ejercerlas en forma
individual, para cuya validez declaro estar debidamente instruido acerca de los alcances y
efectos de dicha representación y, con la misma finalidad, reitero el domicilio real señalado
en la parte introductoria de la presente demanda.

SEGUNDO OTROSI DECIMOS: COPIAS Y EXONERACIÓN DE TASA JUDICIAL.


Se acompañan las copias de la demanda y de sus recaudos para la notificación a los
demandados del proceso.

De conformidad a la Quinta Disposición Final del Código Procesal Constitucional, el


presente proceso de amparo se encuentra exonerado del pago de tasas o aranceles
judiciales.

Piura, 19 de Octubre de 2018.

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