JosÉ Luis CASTILLO ALVA 1 MANUEL LUJÁN TúrEz

RóGER E. ZAVALETA RODRÍGUEZ

RAZONAMIENTO JuDICIAL
INTERPRETACIÓN, ARGUMENTACIÓN Y MOTN ACIÓN
DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES

2a edición

ARA EDITORES
<i:l José Luis Castillo Alva
Manuel Estuardo Luján TÚpez
Róger E. Zavaleta Rodríguez

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Impreso en Perú 2006 Printed in Peru

- - - - - - - - RóGER E. ZAVALETA RODRÍGUEZ MOTIVACIÓN DE LAS RESOLUCIONES JUDIOALES

Lo importante es que las razones expuestas por el juez guarden rela-
ción, sean proporcionadas y congruentes con el problema q~e se re-
1 e y que a través de las mismas pueda conocerse el motivo d~ la
~~~i:iÓn a efectos de posibilitar la interposición de los medws
impugn;torios respectivos y el correspondiente control por parte de
los órganos judiciales superioreS290. . De las definiciones transcritas resulta obvia la vinculación en-
La exigencia de una motivación completa mvolucra 1~ prese:'--
cia de todos los elementos que justifiquen el fallo y su enti~ad, sm
1
que quepa rerm·tirse a elementos externos para que . ·se
, entienda
d b · tie
sentido de la resolución y su mandato291. La motivaoon e-~ JUS -
ficar todos los extremos del fallo y debe guardar plena relacwn con
él evitando las argumentaciones en abstracto o sobre hechos que
e;capan al thema decidendum.
IX. La congruencia de las resoluciones judiciales
1. Definición y fundamento . la posición que defiende. Como en todo juego, éste posee un orden:
Es lugar común en la doctrina defirúr a la c~ngrne:rle:ta pro~e~al
como la identidad jurídica entre lo resuelto por el JUez con l~s petiCio-
nes y oposiciones del demandante y den;andado,}especbvament~~
GuAsP, por ejemplo, define a la <;ongruenc1a como._( ... ) la conf~rrm
dad que debe existir entre la sentencia y la pretens10n o pretensiOnes
motivación de las sentencias, p. 102). Véase también la ST~ 150/1988, d~l 1_5 _de
·ulío en SARAZA J!MENA, Rafael, Doctrina constitucional aplicable e!t materm CIVIl Y
~roc;sal civil, Civitas, Madrid, 1994, p. 149~
y, GONZÁLEZ PÉRE,~,Jesus, ~1 d=~:::a~~=
tutela jurisdiccional, 2" ed., Civitas, Madnd, 1989, ~· 19~). No p~e e . . ,
que la parquedad o brevedad en los razonamientos rmphque falta e ~o~v:on,
· re ue de los considerandos se desprendan los presupuestos e e o Y
~~~ de~isión responde a una correcta interpretación y aplicación de/;r~cfo,
suministrando al interesado y a los órganos de control de la lega 1 a . _as
·ndicaciones suficientes para determinar la corrección del fallo y la constatac10n,
~bre todo, de que éste no constituye_ ~na_p~raarbitrariedad. (GuASCH F~RNÁNDEZ,
s gi El hecho y el derecho en la casacron crvll, p. 456). Al respecto, ademas, puede
er_ ' RAMos MÉNDEZ Francisco El sistema procesal español, P· 102; EsPARZA
revtsarse:
LEmAR ' proceso debido,
Iñaki El principio del ' p. 224; pICO. 1 JUNOY, Joan, Las ouarantías
1
' del proceso, pp. 61-62¡ M ONTERO ARocA, Juan1 La pnteba en e . proceso
constitucionales
' l
· ·¡ pp 321-322· GASCóN ABELLAN Marina Los hechos en el derecho. Bases argumenta
C!VI 1 1 1 • • d" . [ es
•
' · ba,p. 228·, RoDRíGUEZ BoENTE, Sonia' Laj·ustificación de las dectszones ]U ICUI es,
delaprue
que constituyan el objeto del proceso, más la oposición u oposiciones
en cuanto delimitan ese objeto"292. Similar opinión sustenta el maes-
tro español RAMos hlÉNDEz, para quien "( ... )congruencia es la ade-
cuación entre las peticiones de las partes deducidas oporhmamente
en el pleito y la parte dispositiva de la resolución judicial" 293•
tre la categoría procesal de la congruencia con el principio de iden-
tidad. Y es que, como dice el citado RAMos hlÉNDEz294, "( ... ) en esen-
cia no es más que una regla lógica; la respuesta coherente de la
jurisdicción a la petición de un ciudadano"295• Veamos:
En el ítem relativo a la logicidad de las resoluciones judiciales,
hemos observado que el proceso -se desenvuelve a través de un jue-
go dialéctico, en donde a cada parte se le da la oportunidad de
exponer sus argumentos fácticos y jurídicos, así como de aportar
las pruebas pertinentes, en busca del convencimiento del juez hacia
en la etapa postulatoria, las partes tienen la carga de expresar los
hechos que configuran sus pretensiones u oposiciones, y de acredi-
tarlos. Con este material el juez fija los puntos controvertidos, res-
pecto de los cuales decide la pertinencia y admisión de los medios
probatorios, para su posterior actuación y valoración.
En dicho trayecto detectamos con J:litidez la presencia de dos
principios: el dispositivo y el contradictorio. El primero en cuanto
corresponde a las partes aportar los hechos y las pruebas respectivas
y, el segundo, en la medida que lo aportado deberá ser puesto en
conocimiento del contendor, quien tendrá la posibilidad de. contra-
decir, refutar o cuestionar, según el caso, los argumentos y los medios
292
GUASP, Jaime, Derecho procesal civil, 3• ed., t. I, Instituto de Estudios Políticos,
Madrid, 1968, p. 517.
293
RAMOS MÉNDEZ, Francisco, Enjuiciamiento civil, t. I, J.M. Bosch, Barcelona, 1997,
p.467.
294
RAMos MÉNDEZ, Francisco, Enjuiciamiento civil, p. 467.
295
"El principio de congruencia constituye unpostulado de lógica formal que debe
imperar en todo orden de razonamiento, toda vez que el Juez debe decidir según
las pretensiones deducidas en el juicio y en armonía con la relación jurídica

Vfti.2~Zi:ú1988, de 13 de octubre. (Citada por GoNZALEZ PJiREz, Jesús, El derecho

procesal establecida, sin alterar ni modificar los aspectos esenciales de la materia
290 controvertida, en esto se sustenta la garantía constitucional de este abundamiento
a la tutela jurisdiccional, P· 187). . . · que impide al Juez fallar sobre puntos que no han sido objeto del litigio, tanto
291 Cfr. CoLOMI¡R HERNÁNDE2;, Ignacio, La motivación de las sentencms: Sus extgencms más si la litis fija los límites y los poderes del Juez". (Cas. N° 1468-1998-Callao,
constitucionales y legales, pp. 58-59. en Diario Oficial El Peruano, 08 de diciembre de 1998, p. 2158).

484 485

- - - - - - - - RóGER E. ZAVALETA RODRÍGUEZ - - - - - - - -
probatorios ofrecidos en su contra. En este panorama, si el juez otor-
gara más de lo pedido; emitiera prommciamiento sobre algo no pedi-
do; o, fundara su decisión en hechos distintos a los alegados en el
proceso, su decisión vulneraría a dichos principios; pues, al cambiar
los términos del debate, de nada serviría lo aportado y, al mismo tiem-
po, les negaría a las partes la oportunidad de defenderse sobre los
nuevos términos en los que colocó el asunto296 • Esto también signifi-
caría que el juez traspase las fronteras conceptuales con las que inició
el curso de sus razonamientos, de modo que su decisión, además de
ser incongruente bajo el prisma del Derecho procesal, sería incohe-
rente desde el ptmto de vista de la lógica formal; y, en concreto, des-
de la perspectiva del principio de identidad.
296 La doctrina concuerda en que el fundamento del principio de congruencia
descansa sobre los principios dispositivo y contradictorio. Cfr. CHAMO~o BERNAL,
Francisco, La tutela judicial efectiva, p. 156; SoLÉ RIERA, Jaume, El recurso de apelación
civil, pp. 242-248; MILLÁN, Carlos, La i~tcongntencia civil, Tecno~~ M~drid,.19.8~,
pp. 21-35; PEYRANO, Jorge W., El proceso crvil, p. 64; EsPARZA LEIBAR, Iñala, El przncrpro
del proceso debido, p. 34; FRONDIZI, Román Julio, La sentencia civil, pp. 70-72, LotrrAYF
RANEA, Roberto, El recurso ordinario de apelación en el proceso civil, t. 1, Astrea,
Buenos Aires, 1989, p.l15.
El Tribunal Constitucional español al respecto señala lo siguiente: "Cuando la
desviación en que consiste la congruencia es de tal naturaleza que supone tma
completa modificación de los términos en que se produjo el debate procesal, puede
entrañar una vulneración del principio de contradicción y, por ende, del
ftmdamental derecho de la defensa, pues la sentencia ha de ser dictada tras la
existencia de un debate y de una contradicción y solo en esos términos dialécticos
es justo el proceso y justa la decisión que en él recae". (STC 20/1982, BOE No 118,
18 de maya de 1982. Citado por GoNZÁLEZ MALABIA, Sergio, "La congruencia como
requisito de la sentencia en la jurisprudencia constitucional del año 1998",
en Revista Intemauta de Práctica Jurídica, N° 3, septiembre-diciembre 1999,
httf:!lwww.uv.es/-ripj/index.htm). La misma resolución puede encontrarse
citada en CAROCCA PÉREZ, Alex, Garantía constitucional de la defensa procesal, p. 343.
La Sala Civil de la Corte Suprema de la República sobre el particular expone:
"Nuestro sistema procesal se basa en el principio dispositivo, pues el Juez puede
brindar tutela jurídica solo a iniciativa de parte y, por lo mismo, resulta vigente
el principio de congruencia procesal, por el cual se exige al Juez que no omita,
altere o exceda las peticiones contenidas en el proceso que resuelve".
(Cas. No 1453-1999-Lima-Cono Norte, en Diario Oficial El Peruano, Lima, 20 de
enero de 2000, p. 4603).
La misma Sala en otra casación señala: "La congruencia resulta de la comparación
de las pretensiones concretadas por las partes y la sentencia, es decir, debe existir
similitud entre lo pedido por las partes y lo decidido en la sentencia, si se excede
la instancía de mérito, generaría una alteración a la relación procesal". (Cas. No
1679-2000-Lima, en Diario Oficial El Perztano, Lima, 30 de enero de 2001, p. 6810).
486
MOTIVACIÓN DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES
Como todos sabemos ev la legislación nacional se vincula el
derecho a la tutela jurisdiccional efectiva con d debido proceso297.
comprensiv.o éste último del derecho de defensa, el mismo que sirv~
de engrana¡e de todos los demás derechos que componen el dere-
cho fundamental a un debido proceso. El asunto viene al cuento
por~ue es necesario explicitar que la violación al derecho a la moti-
vaciOn de ~as .resoluciones ~udiciale~ l' en específico, al principio de
congruencia, rmporta tma mdefens10n. En efecto, si el juez soslaya
los hechos .~legados por las partes y traspasa los límites dentro del
c~~l ellas fiJarOn la controversia, es obvio que habrá violado el prin-
ciplO de. contradicción y, consecuentemente, el derecho de defensa.
Esto es rmportante anotarlo, pues hay quienes sostienen, sin el me-
nor reparo, que el derecho de defensa solo se vulnera cuando se les
imp~sibilita a !as partes actuar en el proceso, excluyendo que la
propia sentenaa pueda causar indefensión.
"En lo que dice relación con la defensa -anota CAROCcA298-, la
cl~ve se .encuentra en la obligación de motivar las sentencias, que al
rmsmo tiempo que constituye un derecho de los litigantes se trans-
f ~rma en. garantía
' de. que sus respectivas alegaciones y pruebas se- 1
ran efectivamente va!or~das por el tribunal. De ese modo, permite
comprobar el cumplimiento de la obligación del juez de tener en
cuenta los res~ltados de la actividad de alegación y prueba de las
parte~, que asi concretan su intervención en la formación de lá re-
solución judicial, que es la esencia de la garantía de la defensa".
No tendría objeto que las partes expongan lo conveniente a su
derecho, que cada una con.tradiga la~ alegaciones de su contraria y
o~e~ca pruebas para acreditar sus afirmaciones, si el juez va a pres-
cmdrr de todo ello y, traspasando la aduana de la controversia, deci-
de sobre la base de hechos no expuestos o pretensiones no deducidas
en e~ pro~eso. El derecho de defensa, el principio dispositivo y el con-
tradictono, en este supuesto, serían meras decoraciones en nuestro
ordenamiento jU:ídico procesal. Las resoluciones judiciales, por tan-
to, deben profenrse de acuerdo con el sentido y alcance de las peti-
297 Código Pro~e~al ~i~l.- Derecho a la tutela efectiva.- Toda persona tiene derecho
~ la tutela ¡tmsdiCCional efectiva para el ejercicio o defensa de sus derechos o
mtereses con sujeción a un proceso.
298 Cfr. CAROCCA PÉREZ, Alex, Garantía constitucional de la defensa procesal, p. 341
487
- - - - - - - - RóGER E. ZAVALETA RODRÍGUEZ --------
dones formuladas por las partes, para que exista identidad jurídica
entre lo que se resuelve y lo pretendido299, y no pierda sentido toda la
etapa de postulación y pruebas que sirvió de antesala a la sentencia.
Adviértase que la identidad debe medirse entre el fallo y lo que
se pide, y no entre lo resuelto y lo argumentado, pues la obligación
del juez no comprende la respuesta a todas las argumentaciones de
los justiciables, más aún cuando éstas son impertinentes, vagas o
red undantes 300 •
Nuestra judicatura ha señalado, en un primer momento, que el
alcance conceptual del principio de congruencia también debe en-
tenderse como la congruencia interna que debe existir entre la parte
considerativa y la decisoria de una resolución judicial301, sin embar-
go, después ha precisado que ello en realidad se trata de una falta
de coherencia, de conexión o relación íntima de un razonamiento
con otro, debiendo reservarse el término congruencia para aludir a
la correspondencia que debe existir entre los puntos materia del
petitorio y lo resuelto en la sentencia302•
La confusión entre la congruencia, como categoría procesal, y la
coherencia, como categoría lógica, no es exclusiva de los tribunales
peruanos. CHAMORR0303 nos noticia. que el Tribunal Constitucional es-
pañol también califiéa como congruencia interna, a la coherencia que
ha de existir entre las diversas partes de una sentencia; situación que
no se da, por ejemplo, cuando a unos determinados hechos probados
siguen unas consecuencias jurídicas que nada tienen que ver con ellos.
Nosotros opinamos que, saívo la incongruencia omisiva, las de-
más implican una incoherencia, la cual puede ser producto de la trans-
gresión de otros principios lógicos, a parte del principio de identidad,
como el de no contradicción, tercio excluido y razón suficiente.
299 Cas. No 1428-1999-Tacna, en Diario Oficial El Peroano, Lima, 18 de diciembre de
1999, p. 4330.
300 Cfr. CHAMORRO BERNAL, Francisco, Ln tutela judicial efectiva, p. 162; RAMos MliNDEZ,
Francisco, Enjuiciamiento civil, t. I, pp. 468-469; CAROCCA PÉREZ, Alex, Garantía
constitucional de la defensa procesal, p. 341.
301 Cfr. Cas. N° 209-1999-Lambayeque, en Diario Oficial El Peruano, Lima, 07 de abril
de 2000, p. 4975.
302 Cas. N° 2474-1999-La Libertad, en Diario Oficial El Peroano, Lima, 11 de enero de
2000, p. 4526.
303· Cfr. CHAMORRO BERNAL, Francisco, Ln tutela judicial efectiva, p. 163.
488
MOTIVACIÓN DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES
En pocas
. .
palabras, la relación que existe entre las cateo-orías
b
incohe- 1
renc1a e mcongn1encia, es de género a especie.
P?r último, las resoluciones también deben guardar relación con
los ~UJet?s que han intervenido en el proceso. En tal sentido, somos
pa~hdanos de una definición más amplia a las transcritas líneas
arnba, c?mo !a de PEYRANo3 04, quien indica que la congruencia "(... )
es la exigenCia ~~ ':tu~ medie identidad entre la materia, partes y
hechos de una litis mCidental o sustantiva y lo resuelto por la deci-
sión jurisdiccional que la dirima"Jos.
2. Clases de incongruencia
. En ~octrina se ~econocen tres tipos de incongruencia: la subje-
tiva, la mcongruenc1a respecto al material fáctico y la objetiva.
. Nuestro Código Procesal Civil contempla hasta tres variantes de
la mcongruenci~.: (i) la ':tu~ se produce respecto a los hechos alegados
po~ las P~.~tes; (n~ 1~ obJetiva en su modalidad de incongruencia ultra
pe!rta; y (u:) la ObJetiva en su modalidad de incongruencia citta petita.
Las dos pnmeras son reguladas por el artículo VII del Título Prelimi-
nar306 y la última por el artículo 172° 307 del mismo texto normativo.
La Ley Procesal del Trabajo, en atención a la naturaleza protec-
304 p J
EY~o, . orge W., El proceso civil. Principios y fundamentos, p. 64. Concuerdan
GozAINJ, Osvaldo A., Derecho procesal civil. Teoría general del Derecho procesal,
P· 691; Picó 1 JUNoY, Joan, Las garantías constitucionales del proceso 1997 pp 65 y 66·
FRONDIZl, Román Julio, La sentencia civil, p. 71. ' ' · '
305
La Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de la República coincide con lo
ex~uesto, cuand~ anota que "la congruencia se establece entre la sentencia, las
accr?nes que se e¡ercen -1~ corr~cto era decir: las pretensiones y oposiciones que
se e¡ercen- .las .partes. q~e r~te.rvrene~ y el objeto del petitorio, de tal manera que
el pr?,nuncramrento ¡urrsdrccronal tiene que referirse a estos elementos y no a
otros (Cas. No 932-2000-Loreto, en Diario Oficial El Peruano, Lima, 30 de octubre
de 2000, p. 6378).
306
Código Procesal Civil.- Artículo VII Juez y derecho.- El Juez debe aplicar el derecho
que co_rrespo~da al proce~o, aunque no haya sido invocado por las partes o lo
ha~a. ~rdo erronea~ente. Sm embargo, no puede ir más allá del petitorio ni fundar su
307 de~rs!on en hechos dr.v~rsos de los que han sido alegados por las partes.
Cod¡go Procesal Civrl.- Artículo 172.- Principios de convalidación subsanación
o integración."[...] '
El ~u_ez I:'~ede integrar una resolución antes de su notificación. Después de la
no_tí~cacron pe:o dentro del plazo que las partes dispongan para apelada, de
ofiCIO o .a p:d1do de parte, el Juéz puede integrarla cuando· haya omitido
pronuncramrento sobre un punto principal o accesorio [.. .]".
489
 MOTIVACIÓN DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES
- - - - - - - - RóGER E. ZAVALETA RODRÍGUEZ

tora del proceso laborat contiene algunas diferencias con respecto
a la normatividad precitada, las cuales resaltaremos más adelan-
te. La nueva Ley General de Sociedades también toca al principio
bajo análisis, aunque de modo tan deficiente que raya con lo in-
constitucional.
2.1. La incongmenda subjetiva
Este tipo de incongruencia se presenta cuando el juez no emite
pronrmciamiento sobre tma persona integrante de tma parte o cuan-
do ésta se refiere a alguien ajeno al proceso. Seg{m BACRE., "la incon-
gruencia subjetiva se presenta cuando la sentencia condena a quien
no era parte jrmtamente con quienes sí lo eran (incongruencia subje-
tiva por exceso) u olvida condenar a quien lo merecía tanto como
1
los incluidos en la resolución (incongruencia subjetiva por defecto),
o condena a U.lca persona distinta de la demandada( ... )"308 •
Salvo el caso de sucesión procesaP09 "los sujetos frente a quie-
1
nes se dicta la sentencia han de ser los mismos que los que figuran
en la pretensión (... ). La respuesta judicial debe, por tanto proyec-
conocieron en pru:nera y segunda instancia el proceso cuestionado.
El fundamento de la sentencia casatoria consistía en que, si bien
ellos fueron considerados como coludidos con el recurrente, no ha-
bían sido incorporados al proceso de nulidad, en su calidad de
litisconsortes necesarios. Para resolver este caso, el Supremo Tribu-
nal aplicó los artículos 93°, 95° y 106° del Código Procesal Civil;
normas de las que se desprende que solo es posible expedir tma
resolución válida cuando todas las partes afectadas estén debida-
mente emplazadas, ya que de lo contrario se las condenaría sin que
hayan sido oídas, afectando su derecho de defensa.
En el Derecho Procesal del Trabajo, la incongruencia subjetiva
p::esenta algunas excepciones, derivadas de la aplicación del princi-
piO de "persecutoriedad del negocio" 0 también llamado, de1
"d~spersonalización del empleador". Este principio protege al tra-
b~¡ador contra las alteraciones en la estructura jurídica o en la pro-
piedad de la empresa/ de manera que bajo su sombra pueden ha-
cerse extensivos los efectos de la cosa juzgada conh·a quien no fue
parte en rm proceso312 •
1

tar su decisión con relación a los demandados, y no a los que no lo . . El artículo 3o del Decreto Legislativo l\T0 856 (Créditos Laborales)
sean o que habiéndolo sido dejaron de serlo pues lo contrario con-
1
limita el campo de actuación del aludido principio a dos supuestos:
1

duciría a indudable vulneración de los esenciales principios de au- 1o Cuando el empleador ha sido declarado insolvente/ y como conse-
cuencia de ello se ha procedido a la disolución y liquidación de la
diencia y contradicción" 310 •
empresa o su declaración judicial de quiebra( ... ); Y~ 2° En los casos de
La Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Supre-
e:tinción de las rel~ciones laborales e incumplimiento de las obliga-
ma de la República 311 por ejemplo declaró fundado rm recurso de
1 1
Ciones con los trabapdores por simulación o fraude a la ley es decir 1 1
casación y nula la sentencia de vista en un proceso de nulidad de
cuando se compruebe que el empleador injustificadamente disminu-
cosa juzgada fraudulenta que fallaba contra los magistrados que
ye o distorsiona la producción para originar el cierre del centro de
tra~~jo o transfiere activos fijos a terceros o los aporta para la consti-
tuciOn de nuevas empresas/ o cuando abandona el centro de trabajo.
Fuera de estos casos no se admite la ruptura al principio de congmencia,
3 os BACRE, Aldo, Teoría general del proceso, p. 427. Coincide MrLLÁN, Carlos, La por lo que/ si algún juez ordena la ejecución de rma sentencia contra el
incongruencia civil, pp. 49-50 y 75. nuevo dueño de tma empresa privatizada no declarada insolvente solo 1
309 Código Procesal Civil.- Artículo 108.- Sucesión procesal.- Por la sucesión procesal por el hecho de haberla adquirido de qtúen fue demandado en rm pro-
un sujeto ocupa el lugar de otro en el proceso, al reemplazarlo como titular activo
o pasivo del derecho discutido[ ... ]".
ceso laboral y no cuenta con ninguna posibilidad de pago/ ello constitui-
31 ° CHICHIZOLA, Mario, "Requisitos constitucionales para una sentencia válida", en ría tma flagrante trasgresión al debido proceso procesal.
Revista Jurídica La Ley, Editora La Ley S.A., Buenos Aires, T. 1981-D, 1981, p. 1141.
311 Cfr. Cas. N° 1956-1998-Ica, en Diario Oficial El Peruano, Lima, 01 de diciembre de
2000, p. 6619. En similares términos Cas. N° 1959-1998-Ica, en Diario Oficial El 311 Cfr. GrGLIO, Wagner D., "Los procesos laborales: Su autonomía científica, dogmática
Peruano, Lima, 01 de diciembre de 2000, p. 6620; Cas. N° 1922-1998-Ica, en Diario
y normativa", en AA.VV., Derecho Procesal del Trabajo: Lecturas Seleccionadas
Oficial El Peruano, Lima, 01 de diciembre de 2000, p. 6628, y, Cas. N° 1957-1998-Ica,
OIT, Lima, 1986, p. 324. '
en Diario Oficial El Peruano, Lima, 01 de diciembre de 2000, p. 6629.

490 491
- - - - - - - - RóGER E. ZAVALETA RODRÍGUEZ - - - - - - - -
2.2. Incongruencia respecto al material fáctico
La incongruencia del epígrafe se produce cuando el juzgador
funda su resolución en hechos distintos de los que han sido alega-
dos o aceptados por el actor o el demandado.
Según el principio dispositivo son las partes quienes aportan al
proceso los elementos de hecho y las pruebas que los acreditan, que-
dando el juez vinculado a los mismos. La judicatura está prohibida
de introducir en el debate procesal hechos diversos a los descritos por
los justiciables. Las razones estriban en la facultad de las partes para
disponer generalmente, de los bienes objeto del proceso, así como en
1
la propia mecánica procesal, que supone un juego dialéctico de argu-
mentos y refutaciones, así como de pruebas a favor y en contra.
Siendo un poco más explícitos, recordemos, en cuanto a la razón
primera, que las partes gozan del atributo de iniciar el proceso, de
precisar su materia, de aportar los elementos de hecho y las pruebas
respectivas; y de dar por concluida la actividad jurisdiccional, me-
diante el allanamiento, transacción, desistimiento, abandono, etc. En
cuanto a la segunda razón, de orden pragmático, no debemos perder
de vista que el juez aprovecha siempre los alegatos de las partes y
que, por regla general, los hechos afirmados por ambos lados son
verdaderos, a diferencia de los que no son aceptados por una de las
partes e inciden en el fondo del asunto, los cuales deben ser materia
del contradictorio.
Por tanto, " (... ) en la determinación y selección de los hechos,
el juez solo podrá fallar según lo alegado y probado por las partes
(iudex secundum allegata et probata partium decidere debet), incidien-
do la decisión judicial en incongruencia cuando se aparta de esta
máxima o cuando, por iniciativa propia, trae al proceso hechos o
circunstancias no alegadas" 313 •
La Sala Civil Transitoria de la CorteSuprema de la República314,
en un proceso de desalojo por ocupación precaria, nos muestra un
caso de incongruencia fáctica, cuan<'!_o declaró fundado un recurso
313 Mn.LÁN, Carlos, La incongruencia civil, p. 84. Sobre el mismo punto puede revisarse
CHAMORRO BERNAL, Francisco, La tutela judicial efectiva, p. 163; EsPARZA LEmAR, Iñaki,
El principio del proceso debido, p. 191.
314 Cfr. Cas. Na 932-2000-Loreto, en Diario Oficial El Peruano, Lima, 30 de octubre de
2000, p. 6378.
492
MOTIVACIÓN DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES
·de casación y nula la sentencia de vista, que distorsionaba los funda-
mentos de hecho de la demanda y concluía la existencia de LID con-
trato de comodato, pese a que ningLIDa de las partes lo había invoca-
do y no existía prueba del mismo. De la resolución suprema se evi-
dencia que el punto controvertido era la posesión legítima derivada
de la propiedad del inmueble: los actores alegaban la precariedad de
los demandados, luego del remate público en un proceso anterior, y
éstos sostenían, al mismo tiempo, su dominio sobre el bien materia
del desalojo. La sentencia de vista, si bien decidió que los demanda-
dos eran poseedores legítimos, lo hizo basándose en LID supuesto con-
trato de comodato, cuya existencia no integraba la litis, incurriendo
en una palmaria incongruencia fáctica que propició su invalidación.
Como expone la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de
Justicia de la República315, "( ••• ) un hecho no alegado por las partes,
es una cuestión no debatida en el proceso, de tal manera que su
utilización para fundar el fallo resulta sorpresivo e inopinado, im-
porta indefensi<)n para una de las partes, y por tanto afecta el dere-
cho al debido proceso y configura LID vicio de nulidad( ... )".
2.2.1. La incongruencia fáctica y las pruebas de oficio
Un caso con matices diferentes es el de las pruebas de oficio o
~ambién llamadas "medidas para mejor proveer", según las cuales el
Juzgador puede ordenar la actuación de medios probatorios no ofre-
cidos en el proceso, cuando éstos sean insuficientes para causarle con-
vicción. La atribución de esta iniciativa probatoria no involucra el
aporte de hechos distintos a los expuestos por los justiciables316 y, en
315 Cfr. Cas. Na 3134-98-Arequipa. En CD Explorador Jurisprudencia! 2001-2002,
Gaceta Jurídica.
316 Nuestro Código Procesal Civil es claro en ese sentido ,cuando, en su artículo 51,
señala: ."~os jueces están facultados para: 2) Ordenar los actos procesales necesarios al
esclareczmtento de los hechos controvertidos, respetando el derecho de defensa de las partes"
(las cursivas son nuestras). Concordante con este dispositivo el artículo 194 del
mismo texto legal establece: "Cuando los medios probatorios ofrecidos por las partes
sean insuficientes para formar convicción, el Juez, en decisión motivada e
in impugnable, puede ordenar la actuación de los medios probatorios adicionates que
considere conveniente[ ... ]". La Ley Procesal del Trabajo prácticamente repite esta
norma. cuando en su artículo 28 prescribe: "El Juez en decisión motivada e
inimpugnable, puede ordmar la actuación de los medios probatorios que considere
convenientes, cuando los ofrecidos por las partes resulten insuficientes para producirle
certeza y convicción".
493

- - - - - - - - RóGER E. ZAVALETA RODRÍGUEZ - - - - - - - -
el mismo sentido, no significa que el juez pueda sustituirse en el rol
de parte. Por ello, los medios probatorios ordenados de oficio deben
derivarse de las fuentes de prueba que consten en el proceso317• Por
ejemplo, si el juzgador dispone que se actúe una prueba testimonial,
la identidad del testigo debe aparecer en el expediente; si se trata de
un documento, su existencia también debe constar en él; lo mismo
debe ocurrir con los hechos cuya verificación requieran de una peri-
cia; o, con aquellos por los cuales ordene una inspección judicial. El
caso de la declaración de parte no plantea problema alguno, pues los
datos de identidad del declarante figuran en el expediente desde el
inicio del proceso318 •
En contra de la posición que esgrimimos, BusTAMANTE considera
que"( ... ) el juez debe contar con poderes inquisitivos para investigar
los hechos y ordenar la actuación de medios probatorios de oficio" 319 •
Y que la posibilidad de ejercer tales poderes debe ser independiente
de la voluntad o de la actividad que desarrollen las partes, es decir,
su ejercicio no debe estar supeditado a lo que las partes hagan o de-
jen de hacer para el establecimiento de la verdad jurídica objetiva.
Más adelante anota: "Estamos en desacuerdo con aquella postura
que considera que la potestad inquisitiva del juez solo puede concu-
rrir de un modo complementario a la actividad de las partes, es decir,
solo para comprobar pero no para investigar la existencia o inexis-
tencia de los hechos, pues eso sería subordinar la verdad jurídica ob-
jetiva a otros principios procesales -como por ejemplo, el dispositivo-
. y frustrar la búsqueda de la justicia. No obstante el Código Procesal
Civil peruano parece adscribirse a esta segunda tendencia".
Aunque el mismo autor señala qJ!e la búsqueda de la "verdad
jurídica objetiva" no significa oposición al principio de aportación de
317 El concepto de fuente de prueba es extrajurídico, preexiste al proceso, y tiene
que ver con la realidad donde se produjo el caso justiciable. El medio de prueba,
por el contrario, es un concepto jurídico, de naturaleza eminentemente procesal,
referido a la forma cómo el juez llega a tomar conocimiento de los hechos. Cfr.
MoNTERO AROCA, Juan, La prueba en el proceso civil, pp. 70-72.
318 Cfr. Prcó 1 JUNOY, Joan, El derecho a la prueba en el proceso civil, pp. 267-271.
319 BusrAMANTEALARCóN, Reynaldo, Derechos fundamentales y proceso justo, pp. 287-288.
La iniciativa probatoria que admite que el juez investigue más allá de los hechos
expuestos en los escritos postulatorios también es asumida por Gelsi BIDART y
Jardi ABELLA (Cfr. GozAiNI, Osvaldo Alfredo, La prueba en el proceso civil peruano,
Normas Legales, Trujillo, 1997, p. 23).
494
MOTIVACIÓN DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES - - - - -
parte (tanto de los he~os como del material probatorio) o a las reglas
de la ~~rga probator~~ o a los principios que rigen la admisión, la
actuaaon y la valoracwn adecuada de los medios probatorios, lo cierto
e~ q~~ el ~jercicio_ de un~, potestad como la que él concibe, no solo
sigm~Ica_na una_ mfr.~ccwn a estos principios, sino que también
entranana una vwlaoon al derecho fundamental a un debido proce-
s?, por_ la .U:observancia del principio de congruencia de las resolu-
cwnes JUdiCiales y el principio lógico de identidad.
El juez, volvemos a recordarlo, no conoce directamente los he-
chos que dan lugar a la controversia y, por tanto, no sabe ni tiene
como saber -por sí solo- de dónde puede extraer los datos acerca
de ellos. Son las p~r:e~ las que disponen de esos elementos y se en-
~uentr~n en la posibilidad y aun en la necesidad de proporcionar al
JUez, smo todos los medios probatorios, cuando menos las fuentes
de prueba de las que él puede deducirlos.
Esto guarda coherencia con el esquema lógico planteado en
nuestro ord~namiento procesal, el cual implica que en base a los
hechos expuesto~ por las partes se fijen los puntos controvertidos,
sobre los que el JUez decidirá la admisión de los medios probatorios
para su posterior actuación y valoración. En este contexto, los he-
ch~s no ale~ados ~o requieren a:reditarse y, por tanto, al juez le
esta vedado mvestigar sobre su exiStencia. Parafraseando a MoNTERO
AROCA320 podemos _d~cir que carecería de sentido regular el proceso
como lo _hace el Codigo Procesal Civit con su reparto de facultades
entre el JUez y las partes, para luego, y por medio de las diligencias
para mejor proveer, pudiera desconocerse todo lo antes regulado.
Como lo_ resalta P~có_ I JUNoY321 : "La prueba practicada por el juez
debe necesanamente hmltarse a los hechos controvertidos y discuti-
d_~s por las partes en virh1d de los principios dispositivo y de aporta-
Cion de parte. En consecuencia, son los litigantes quienes deben traer
al proceso el material fáctico que identifica, configura y fundamenta
sus respectivas pretensiones, no pudiendo el órgano jurisdiccional
320 MONTERO AROCA, Juan, La prueba en el proceso civil, p. 294.
321 PICó I ]UNOY, Joan, "La.iniciativa probatoria del juez y sus límites", .en Revista
Peruana de Derecho Procesal, No II, Asociación Civil Revista Peruana de Derecho
Procesal~ Lima, pp. 27-28. Coinciden Go~NI, Osvaldo Alfredo, La prueba en el
proceso ctvtl peruano, pp. 22-26; MONTERO ARocA, Juan, La prueba en el proceso civil,
PP· 275-305.
495
- - - - - - - - RóGER E. ZAVALETA RoDRÍGUEZ
llevar a cabo ninguna actividad tendente a investigar o aportar he-
chos no alegados por las partes, ni fallar alterándolos, so pena de
incurrir la sentencia en un vicio de incongruencia". Y agrega: "( ... ) si
de la práctica de esta iniciativa probatoria resultan hechos no aduci-
dos por los litigantes, no deberán ser tenidos en cuenta por el juzga-
dor en aras de mantener la congruencia de su juicio con las cuestio-
nes fácticas planteadas por las partes" 322.
Actuar con las facultades inquisitivas que propone BusrAMANTE,
no solo significaría la virtual variación del marco fáctico con el que
las partes plantearon el objeto litigioso, sino que, además, pondría
en duda la imparcialidad del juzgador y constituiría una ventana
para que pueda utilizar sus conocimientos privados. La achlación
de los medios probatorios de oficio, en consecuencia, debe estar su-
jeta a las limitaciones antes anotadas y, además, debe ser dispuesta
por el juez en decisión debidamente motivada 323, más aún teniendo
en cuenta que aquélla es inimpugnable.
La jurisprudencia, pese a lo indicado y al reconocimiento -inclu-
so por los detractores de la posición que asumimos- que ésta es la
tendencia recogida por nuestro Código Procesal Civil no es 1.miforme
en este punto. Así, no falta algLma ejecutoria de la que se desprenda
que el juez, de oficio, puede ordenar la actuación de medios probato-
rios adicionales, sin limitación alguna, aun cuando sustituya la acti-
vidad probatoria de las partes 324 • Por otro lado, sin embargo, también
322 Concordante con esta tesitura, la jurisprudencia española señala:"[ ... ] La práctica
de las pruebas para mejor proveer, que caracteriza a nuestro proceso civil, no
quebranta el principio dispositivo, cuando a través de ella se amplían datos que
ya están en el proceso, sin modificar los hechos alegados por las partes, ni traer al
proceso datos que no hayan sido citados por ellas [.. .]" (ATC 97/1987, de 28 de
enero, FJ2, JC XVII, p. 761. En CHAMORRO BERNA!;., Francisco, La tutela judicial efectiva,
p. 151). ' parte del Artículo ciento setentiuno del Código acotado[ .. .]". (Cas. N° 1400-1997-
323 Es muy frecuente que los jueces dispongan la actuación de un medio probatorio
de oficio con la simple justificación que es necesario "para mejor resolver". Una
resolución con esta clase de considerandos viola el principio de motivación de
las resoluciones judiciales, como antes hemos tenido la oportunidad de observar.
324 "Cuarto.- El artículo 194 del Código Procesal Civil establece que cuando los medios
probatorios ofrecidos por las partes sean insuficientes para formar convicción,
el Juez en decisión motivada e inimpugnable, puede ordenar la actuación de los
medios probatorios adicionales que considere convenientes. Quinto.- La norma
procesal acotada es determinante al permitir al Juez ordenar de oficio la actuación
de medios probatorios adicionales que considere necesarios, sin establecer
limitación alguna, los mismos que pueden servir para complementar la actividad
496
MOTIVACIÓN DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES
hay resoluciones en las cuales, en forma contundente, se indica que:
"( ... )la facultad del juez de ordenar la actuación de medios probato-
rios adicionales no es absoluta sino por el contrario resulta supedita-
da a que los ofrecidos por las partes sean insuficientes, obviamente al
tiempo del ofrecimiento, requiriendo de Ul"la decisión motivada, que
así es inimpugnable" 325 •
2.2.2.La incongruencia fáctica, la incongruencia infra petíta y la
prohibición de la reforma en peor
Una especie de incongruencia fáctica es la incongruencia por
ínfra petíta. Ésta se origina cuando, pese a que un hecho ha sido
afirmado por una parte y aceptado por la otra, la decisión judicial
se aparta de ese concierto de vo1Lmtades 326 • Al respecto MrLLÁN indi-
ca: "( ... ) es congruente el fallo que se funda en hechos expresamen~
te aceptados por las partes, siendo en cambio incongruente cuando
no respeta los hechos admitidos por los litigantes" 327•
probatoria o para sustituirlapor la adjuntada por las partes" (Cas. No 1203-2002-Lima,
en Diario Oficial El Peruano, Lima, 30 de abril de 2003, p. 10425).
"Sexto.- Que, la sentencia de vista ha cuestionado las pruebas ordenadas a actuar
de oficio, porque sostiene que solamente se pueden ordenar para complementar
la actividad probatoria de las partes, pero no para sustituirla y sin tomar en
consideración dichos ach1ados, revoca el fallo de primera instancia, considerando
que no se ha acreditado fehacientemente la obligación de pago demandado.
Séptimo.- Que, el artículo ciento noventicuatro del Código Procesal Civil, es
terminante al permitir al Juez ordenar de oficio la actuación de los medios
probatorios adicionales que considere convenientes, sin establecer limitación
alguna, Octavo.- Que, es más si dicha decisión es inimpugnable, el superior no
puede cuestionar la actuación de dicha prueba y no tenerla en cuenta al momento
de sentenciar, soslayando lo dispuesto en el Artículo ciento noventicuatro del
Código Adjetivo, e incurriendo en la causal de nulidad prevista en la primera
Tarapoto. En CD-Explorador Jurisprudencia! 2000-2001, Gaceta Jurídica).
325 Cuarta Sala Civil de Lima, Exp. 653-95. En HlNOSTROZA MrNGUEZ, Alberto, La prueba
en el proceso civil, 2• ed., Gaceta Jurídica, Lima, 1999, p. 346.
326 Cuando existe conformidad entre los argumentos de las partes, ni siquiera es
necesario que se actúen medios probatorios referidos a ellos. Al respecto el Código
Procesal Civil en su artículo 190° prescribe:"[ ...] Son también improcedentes los
medios de prueba que tiendan a establecer: 2) Hechos afirmados por una de las
partes y admitidos por la otra en la contestación de la demanda, de la reconvención
o en la audiencia de fijación de puntos controvertidos [.. .]".
327 MILLÁN, Carlos, La incongruencia civil, p. 90. Coincide SOLÉ RIERA, Jaume, El recurso
de apelación civil, p. 258.
497
- - - - - - - - RóGER E. ZAVALETA RODRÍGUEZ - - - - - - - -
En el proceso seguido por Bacilisa Limaymanta Mandujano con-
tra la empresa Bakelita y Anexos S.A. -BASA-, sobre indeiThtización
por despido arbitrario y otros, la Sala Transitoria de Derecho Constitu-
cional y SociaP28 casó y declaró insubsistente la sentencia impugnada,
pues en ella se disp1so un reintegro por concepto de compensación
por tiempo de servicios, equivalente a S/. 450.00, sin tomar en cuen-
ta que la parte demandada admitió, en el punto octavo de sus alega-
tos, que dicho monto ascendía a US$ 2,598.00 dólares americanos.
Una especie de la incongruencia infm petita es el caso de la reforma
en peor, es decir, el vicio que se origina en la alzada cuando el juez
encargado de resolver la impugnación decide en perjuicio del
impugnante, pese a que la otra parte no recurrió. La Sala Civil Supre-
ma329, en el caso Manrique contra Cooperativa Agraria Azucarera
Paramonga y otros, nos muestra tm caso de incongruencia ínfra petita
por el vicio de la reformatío in pejus. En un proceso que versaba sobre
nulidad de contrato de compra-venta y otro, uno de los codemandados
interpuso reconvención, solicitando se le restituya el inmueble materia
del proceso. La sentencia de primera instancia declaró infundada dicha
reconvención, y el reconviniente no apeló. Recurrida por la demandan-
te, la Sala Superior revocó la sentencia en este extremo, declarando fun-
dada la reconvención. La Sala Civil Suprema, con acertado criterio, de-
claró fundado el recurso de casación y nula la sentencia de vista.
En este caso se violó un principio elemental del proceso, cual es
el de impugnación privada. En efecto, si la que apeló la sentencia
de primera instancia fue la parte actora, la Sala Superior no podía
agravar su situación, a lo mucho estaba facultada para mantenerla
en el mismo estado o, en su caso, para mejorarla. Realizar lo inver-
so significó una reformatio ín pejus; prohibida por nuestro Código
Procesal CiviP30 • Además, la Sala no consideró la aceptación tácita
de la codemandada respecto a la sentencia que no impugnó y el
principio dispositivo informante de todo esto331 •
3 28 Cfr. Cas. N° 928-1999-Lima, en Diario Ofícíal El Peruano, Lima, 02 de enero de
2001, p. 6722.
329 V íd. Cas. No 1057-1995-Huaura, en Diario Oficial El Peruano, Lima, 19 de diciembre
de 1996, p. 2545.
33 ° Código Procesal Civil.- Artículo 370.- Competencia del Juez superior.- "El Juez
superior no puede modificar la resolución impugnada en perjuicio del apelante,
salvo que la otra parte también haya apelado o se haya adherido [... ]".
331 LoUTAYF RANEA, Roberto, El recurso ordinario de apelación en el proceso civil, pp. 114-115.
498
l\JIOTIV ACIÓN DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES
Cuando la parte prestmtamente agraviada por una resolución
judicial no hace uso de los medios i.tLlpugnatorios que la ley le fran-
quea, significa procesalmente que está conforme con ella, en tal sen-
tido, el juez no puede sustituirse en el rol de la parte que no ejercitó
su carga, revocando 1.ma resolución respecto de la cual ni siquiera
existe expresión de agravios, pues lo contrario significaría violar el
principio de rogación y, sí la resolución se prommcia sobre el fondo
de la controversia, el principio de la cosa juzgada 332 Además, con
tma penalización de este tipo, se introduciría 1.m elernento disuaso-
rio en el ejercicio de los recursos legalmente prevístos333 .
El juez superior se encuentra li..rnitado por los agravios expresa-
dos al momento de interponer el recurso (trmtum appellatum quantum
devolutum)3 34 • No puede resolver en pe1iuicio del impugnante, salvo
331 Cfr. SoLE RIERA, Jaume, El recurso de apelación civil, pp. 279-285; RAMOS MtNDEZ,
Francisco, Enjuiciamiento civil, t. t pp. 533-534.
333 Cfr. Picó 1 }UNOY, Joan, Las garantías coustitucionales del proceso, pp. 85-86.
334 "[ ... ]la extensión de los poderes de la instancia de alzada está presidida por un
postulado que limita su conocimiento, recogido por el aforismo tan tu m appellatum,
quuantum devolutum, en virtud del cual el Tribunal de alzada solamente puede
conocer mediante la apelación, de los agravios que afectan al impugnante. El
postulado antes referido, basado en el principio dispositivo y de congruencia
procesal ha sido recogido por el legislador en el artículo trescientos sesenticuatro
del Código Procesal Civil, que literalmente señala que el recurso de apelación
tiene por objeto que el órgano jurisdiccional examine a solicitud de parte la
resolución que les produzca agravio con el propósito de que seda anulada o
revocada total o parcialmente, dicho numeral tiene.entre sus antecedentes el
Acuerdo de esta Corte Suprema del nueve de enero de mil novecientos veintitrés
que declaró que "la jurisdicción de los tribunales de apelación se halla limitada
por el objeto y alcances del recurso ordinario que abre la instancia, la sentencia
consentida en todo o en parte no es revisable". En este sentido, la norma procesal
antes referida se funda en la presunción íure et de iure referida a que quien no
recurre, consiente lo desfavorable de la resolución dictada, aún cuando lo resuelto
por el inferior no le sea presuntamente beneficioso en líneas generales".
(Cas. N° 626-2001-Arequipa, en Diario Oficial El Peruano, Lima, 05 de noviembre
del año 2001, p. 7905).
"[ ... ]la decisión judicial cuyo error se denuncia es llevada ante un Colegiado
especializado, a fin de ser analizada nuevamente. La revisión que efectúa no
implica un "novum judicium", más bien sus poderes se encuentran limitados en
función a la pretensión impugnatoria, es decir, que el Tribunal no puede conocer
fuera de los puntos recurridos, siendo esa la razón por la cual al apelante se le
exige que sustente su pretensión impugnatoria, indicando el error de hecho y de
derecho en que se habría incurrido y precisando la naturaleza del agravio, lo
que viene a constituye la base objetiva del recurso, determina los alcances de la
impugnación y los poderes de los que goza la Instancia Superior para resolver
499
- - - - - - - - RáGER E. ZAVALETA RoDRíGuEz - - - - - - - -
el caso que la otra parte también hubiese recurrido la resolución335, ni
sobre cuestiones extrañas a los agravios denunciados en el recurso.
En los procesos laborales, el principio de irremmciabilidad336 im-
pone una excepción a la prohibición de la refonnatio in pejus, pues no
puede entenderse que exista una renuncia tácita frente a derechos
indisponibles. En la recomendación No 3 del Pleno Jurisdiccional La-
boral, celebrado en Arequipa dellS al18 de junio de 1998, se señala:
el tema" (Cas. No 3353-2000-Ica, en Diario Oficial El Peruano, Lima, 02 de febrero
del año 2002, p. 8448).
"El artículo 370 del Código Procesal Civil, regula el principio de la prohibición
de la reforma en peor, según el cual el Juez Superior no pude modificar la
resolución impugnada en perjuicio del apelante, salvo que la otra parte también
haya apelado o se haya adherido. Conforme lo sostiene PIERO CALAMANDREI en su
libro Estudios sobre el Proceso Civil, Editorial Bibliográfica Argentina, Buenos Aires,
1945 p. 301, el principio de la prohibición de la reforma in peius encuentra su
justificación dogmática en el principio dispositivo del proceso civil (nema iudex
sine actore, ne procedat. Iudex ex officio), según el cual en materia de impugnación el
Juez Superior conoce solamente de aquellas controversias de lo que lo inviste. la
iniciativa de las partes, y eri loslímítes de tal iniciativa, en materia de apelación
el Juez Superior no puede conocer extremos que ya han quedado consentidos por
las partes, dado que el a quem solamente conoce las controversias que han sido
denunciadas por las partes, la infracción del principio de la prohibición de la
reforma in peius importa la vulneración del principio dispositivo de que el Juez
no puede ir más allá de lo pedido y tampoco puede pronunciarse sobre extremos
no impugnados". (Cas. No 231-1999-Cono Norte, en Diario Oficial El Peruano,
Lima, 28 de setiembre de 1999, p. 3608). Sobre el mismo punto puede revisarse
Cas. N° 965-2000, del Santa-Chimbote, en Diario Oficial El Peruano, Lima, 02 de
enero de 2001, p. 6736; Cas. No 689-2000-Huánuco, en Diario Oficial El Peruano,
Lima, 01 de diciembre de 2000, pp. 6552-6553, y, Cas. N° 1184-2000-Santa, en
Diario Oficial El Peruano, Lima, 30 de noviembre de 2000, p. 6451.
335 "En la órbita de primera inStancia no puede fall,arse sobre cuestión ajena al
contenido de la litis ni diferente del objeto del proceso, en el territorio de la alzada,
le está vedado al tribunal querer tratar cuestión ajena a los agravios vertidos
contra la sentencia" [MoRELLO, Augusto M., Prueba, incongruencia, defensa en juicio
(El respeto por los hechos), Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1997, pp. 45-46]. Al
respecto puede verse también EsPARZA LEIBAR, Iñaki, El principio del proceso debido,
p. 192; PEYRANO, Jorge W., El proceso civil. Principios yfundamentos, pp. 67-69; MoNROY
GALVEZ, Juan, Introducción al proceso civil, pp. 90-92, FAIRÉN GUILLÉN, Víctor, Doctrina
general del Derecho procesal, Bosch, Barcelona,1990, pp. 508-510, y, LOUTAYF RANEA,
Roberto, El recurso ordinario de apelación en el proceso civil, pp. 143-151.
336 Sobre los alcances de este principio véase ampliamente ZAVALETA RoDRíGUEZ, Róger
E., "La conciliación laboral y el principio de irrenunciabilidad de derechos", en
Libro de Ponencias del "VI Congreso Peruano de Derecho del Trabajo y de la Seguridad
Social", septiembre de 19%, pp. 441-460.
500
MOTN ACIÓN DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES
"La reforma en peor solamente es procedente cuando la resolución
recurrida o por revisar ha ignorado los derechos :múUmos del traba-
jador (derechos irrenunciables e indisponibles por el trabajador), pro-
cediendo la integración. En los demás casos en los que no están de
por medio los derechos mínimos del trabajador, la reforma en peor
sería improcedente tal como lo establece el artículo 370 del Código
Procesal Civil".
Pasando a otro punto, una pregunta trascendente que resume
un problema del mismo talante es: ¿puede ejecutarse la sentencia
en los extremos consentidos? El problema se vincula más con la eje-
cución de las resoluciones judiciales que con la máxima tantum
appellatum quantum devolutum, si:h embargo, la respuesta parte por
la comprensión de sus alcances, en relación con el principio de con-
gruencia y el principio lógico de identidad.
~Según la máxima tantum appellatum quantum devolutum, el órga-
no de alzada está vedado de pronunciarse sobre aquello que no fue
prop1.1esto por el impugnan te cuando expresó agravios, pues si lo hace
incurriría en el vicio de la reformatio in pejus. Esto nos lleva al siguien-
te razonamiento: si la parte no favorecida con la resolución omite
impugnarla, pese a haber sido notificada oporhmamente, y el juez
de alzada se encuentra imposibilitado de resolver en perjuicio del
impugnante, entonces, la sentencia en la parte que ha quedado con-
sentida, sí puede ser materia de ejecución; claro, siempre que el extre-
mo impugnado sea escindible337• No podría alegarse contra estera-
zonamiento que el juzgador puede declarar la nulidad de oficib de la
resolución, ya que el ejercicio de esta potestad no procede tratándose
de una sentencia en el extremo que ha quedado firme.
Desde una interpretación exegética de la norma que regula la
apelación con efecto suspensivo, tal vez alguien cuestione nuestra
conclusión, bajo el argumento que la eficacia de la resolución impug-
nada estaría suspendida, con lo cual no sería firme y tampoco podría
ser ejecutada. Sin embargo, bajo el prisma de una interpretación fi-
nalista, es obvio que el efecto suspensivo solo puede entenderse res-
pecto del extremo materia de la apelación. En efecto, si se reconoce
que el extremo no apelado de la sentencia está fuera de los alcances
337 MONRoY GAtVEZ, Juan, "La actuación de la sentencia impugnada", en Revista Peruana
de Derecho Procesal, t. V, Estudio Monroy Abogados, Lima, junio del año 2002, p. 209.
501
- - - - - - - - - RócER E. ZAVALETA RoDRíGUEZ - - - - - - - -
de la decisión del superior, debe reconocerse también que carece de
razón suspenderla en esa parte. Lo que se suspende únicamente es lo
impugnado, ya que es necesario diferir el cumplimiento del fallo has-
ta que no se resuelva el recurso que lo cuestiona. Por tanto, prolongar
la ejecución del extremo consentido de la sentencia solo causaría tma
indebida dilación procesal.
2.2.3. La incongruencia fáctica y el principio iura novit curia
El aforismo íura novít curia significa que el juez es libre de cali-
ficar los hechos materia de la controversia, seg{m las normas jurídi-
cas que considere pertinentes para el caso, atmque ellas no hayan
sido alegadas por ninguna de las partes338• El principio de co~gmen­
cia procesal, en este contexto, no se ve vulnerado cuando el ¡uez, en
uso de la potestad derivada del principio íura novít curia, cambia la
calificación jurídica que las partes han atribuido, por ejemplo, a tm
contrato 339 .
La Sala Civil Suprema340, en el caso Villar contra Málaga, sobre
indemnización de daños y perjuicios producidos por mala praxis mé-
dica declaró infundado el recurso de casación interpuesto por la
acto;a, pues consideró que el a qua, al calificar los hechos según las
normas de responsabilidad contrachtal, actúo en ejercicio de sus fa-
cultades. La demandante argumentaba que la judicatura tenía la obli-
338 "Lo que vincula al tribunal es el contenido de· las pretensiones, no su
fundamentación jurídica, pues el tribunal no se obliga a adaptarse, en su fallo, a
las alegaciones en derecho que formulen las partes, siendo libre para aplicar el
derecho aun sin alegación de la parte, pero siempre ateniéndose a sus
pretensiones". (SS de 14 de abril de 1953, en MrLLÁN, Carlos, La incongruencia civ_il,
p. 138. Véanse también las pp. 136-154). Concuerdan Prcó r JUNCY, Joan; I.ns garantzas
constitucionales del proceso, p. 68; FRONDIZI, Román Julio, La sentencza czvzl, p. 22;
EsPARZA LEIBAR, Iñaki, El principio del proceso debido, p. 191; SocÉ RIERA, Jaume, El
recurso de apelación civil, pp. 258-259.
"[ ... ]en lo que se refiere a los fundamentos de Derecho, el Juez está ampliamente
facultado para sustituirlos, en aplicación del principio "Iura novit curia"".
(Cas. N° 932-2000-Loreto, en Diario Oficial El Peruano, Lima, 30 de octubre de
2000, p. 6378. En el mismo sentido se pronuncia la Primera Sal~ Civil de la Corte
Superior de Lima, Exp. 382-97, cuando señala:"[... ] el Juez aphca el derecho que
corresponde al proceso y no el invocado erróneamente por las partes", en
CD-Explorador Jurisprudencial2000-2001, Gaceta Jurídica.
n• Cfr. RoDRÍGUEZ BoENTE, Sonia, La justificación de las decisiones judiciales, p. 248.
340 Cfr. Cas. No 684-1995-Arequipa, en Diario Oficial El Peruano, Lima, 23 de diciembre
de 1996, p. 2601.
502
]\;fOTIVACIÓN DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES
gación de aplicar las disposiciones legales citadas por ella, las cuales
eran relativas a la responsabilidad extracontractual. Esta tesis no
goza de asidero jurídico; por esa razón, fue descartada.
El principio iurn novit curia solo está circtmScríto al poder dis-
crecional del juez para calificar las situaciones controvertidas, más
no lo autoriza a variar el petitorio o la causa petendí 341 . En este sen-
tido, sí el actor, por ejemplo, demanda desalojo por ocupación pre-
~aria, el juez no podría declarar fundada la demanda de desalojo
por la causal de vencimiento de contrato de arrendamiento; si de-
manda divorcio por adulterio se encontraría imposibilitado de de-
clarar la disolución del vínculo matrimonial por la conducta des-
honrosa de la parte demandada, etc. 342 .
El juzgador, sin embargo, no tiene por qué esperar hasta el dic-
tado de la sentencia para "reconducir la poshllación", ya que puede
hacerlo con motivo de la calificación de la demanda o del saneamien-
to procesal. En otras palabras, sí los hechos que ftmdamentan la de-
manda no concuerdan o son incoherentes con el petitorio, el juez
debe declararla improcedente, advirtiéndole a la parte demandante
de la falta de conexión lógica entre lo que pide y la causa esgrimida
para ello. De esta manera evitaría la pérdida de tiempo y esfuerzo del
341 "Tradicionalmente, la doctrina científica, al hablar de causa petendi, suele referirse
a la fundamentación de la pretensión, esto es, al fundamento histórico o de
derecho de la acción. Así, si se pide una cantidad debida por arrendamiento, la
causa de pedir será precisamente el hecho (en este caso un contrato) de
arrendamiento, unido al hecho negativo del impago. Por ello, se acepta
generalmente, como concepto de causa petendi, el fundamento inmediato del
derecho deducido en juicio, es decir, la razón que justifica a petitum". (MILLÁN,
Carlos, La incongruencia civil, pp. 53-54).
342 La Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República, en la
Cas. N° 1816-97-La Libertad, participa de similar criterio cuando expone: "[ ... ] el
artículo séptimo del Título Preliminar del Código Procesal Civil permite al juez
aplicar el derecho que corresponda al proceso aunque no haya sido invocado por
las partes o lo haya sido erróneamente, pero le prohíbe ir más allá del petitorio, ni
fundar su decisión en hechos diversos de los que han sido alegados por las partes",
en CD-Explorador Jurisprudencia! 2000-2001, Gaceta Jurídica.
"En el proceso civil rige el principio dispositivo, según el cual el Juez no puede ir
más allá del petitorio, ni fundar su decisión en hechos diversos a los alegados por
las partes, por lo tanto, debe entenderse que el aforismo iura novit curia solamente
es aplicable para subsanar o corregir los fundamentos de derecho de la demanda,
pero no puede extenderse a modificar el petitorio de la misma". (Cas. No 1623-
1999-Jaén, en Diario Oficial El Peruano, Lima, 10 de diciembre de 1999, p. 4221).
503
- - - - - - - - RóGER E. ZAVALETA RODRÍGUEZ - - - - - - - -
actor y la judicatura, la cual se ahorraría todo el tránsito desde el
inicio del proceso hasta el momento de dictar sentencia, para simple-
mente decir: "Haga valer su derecho conforme a ley"343 •
2.3. La incongruencia objetiva
Esta clase de incongruencia se presenta como producto del
desfase o disconformidad entre los pedidos de los justiciables y la
decisión judicial que debe resolverlas. Comprende las siguientes
subclases de incongruencias: ultra petita, extra petita y citra petita.
2.3.1. La incongruencia por ultra petíta
Cuando el órgano jurisdiccional concede más de lo pedido por
el actor, su resolución incurre en esta forma de incongruencia.
MlLLÁN señala que ~lla se refiere tanto a un exceso cualitativo
como a uno cuantitativo344, pero nosotros opinamos que la incongruen-
cia por ultra petita únicamente ap1.mta a este último supuesto (por
ejemplo, Primus pide 1000 y el juez le otorga 1500), pues, si el exceso
es cualitativo ·(por ejemplo; Secundus pretende solo la rescisión de
un contrato, pero el juez ordena, además, el pago de una indemni-
zación por daños y perjuicios) propiamente se trataría de una in-
congruencia por extra petita, como lo veremos luego.
En el proceso laboral, a diferencia de lo que sucede en el civil, la
decisión judicial no deviene en incongruente si se concede más de lo
pedido al trabajador, pues, en virtud del principio protector y el ca-
rácter irrenunciable de los derechos de la parte hiposuficient~ de la
relación de trabajo el juez está facultado para ello345 • "Los ejemplos
de aplicación práctica de este principio son simples; no se trata solo
de errores numéricos o de cálculo, sino aun provenientes del deseo-
343 Cfr. PEYRANO, Jorge W., "Jura novit curia procesaL La reconducción de
postulaciones"; TAIPE CHÁVEZ, Sara, "Algunas reflexiones sobre el iura novit curia",
ambos en Libro de ponencias del li Co.ngreso Internacional de Derecho Procesal,
Universidad de Lima, Lima; 2002, pp. 67-68, y, 215-216, respectivamente.
344 Mrr:LAN, Carlos, La incongruencia civil, p. 104.
345 Ley Procesal del Trabajo.- Artículo 48°.- Contenido de la sentencia.- La sentencia
debe contener[... ].
3. El pron1,UlCiamientosobre la demanda, sefialando, en<:a13Q la declare fundada total o
parcialmente, los derechos reconocic\os, así como las obligaciones· que debe cumplir el
demandado, estableciendo el monto líq\.Údo o su forma de cálculo si sonde pago o el pago
de stunas mayores a las reclarnadas, si de lo actuado apareciere error en los cálculos de las
liquidaciones demandadas y el mandato específico si son de hacer o no hacer".
504
MOTIVACIÓN DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES
nacimiento o de la errada aplicación de una norma legal; Vg., de-
mandar como reintegro de remuneración un monto inferior al legal-
mente fijado como salario mínimo vital; reclamar como descanso va-
cacional no gozado un número de días menor al que la ley otorga;
aplicar para el cobro de sobretasa por trabajo extraordinario un por-
centaje distinto al fijado por la ley o la convención colectiva; etc."346 .
2.3 ..2. La incongruencia por extra petíta
Incurre en incongruencia por extra petita la decisión judicial
que, apartándose de las peticiones formuladas por los litigantes, con-
cede cosa distinta a la pedida o algo no pedido. Por ejemplo, cuan-
do un actor pretende que se demuela la edificación hecha en su
terreno por un invasor de mala fe y el juez, lejos de prommciarse
sobre dicha pretensión, ordena que el demandado pague el valor
del terreno; o, cuando el juzgador ordena el pago de una penalidad
convencionat no obstante que ella no ha sido demandada. Casos
como los indicados constituyen violaciones al derecho a 1.m debido
proceso, p1.1es d~jan ele lado los térrrtin.os de la controversia y com-
prenden peticiones no discutidas por los justiciables.
El Tribunal Constitucional español347 define a este tipo de incon-
gruencia como un vicio procesal que se produce cuando "( ... )el ór-
gano concede algo no pedido o se pronuncia sobre una pretensión
que no fue oportunamente deducida por los litigantes, e implica un
desajuste o inadecuación entre el fallo o la parte dispositiva de la
resolución ju(licial y los términos en que las partes formularon sus
pretensiones en el proceso". "La incongruencia extra petitum -conti-
núa el citado Tribunal- constituye siempre una infracción al princi-
pio. ~ispositivo y de aportación de las partes que impide al órgano
)Udlci~l,. en los procesos presididos por .estos principios, pronunciarse
o dec1drr sobre aquellas pretensiones que no fueran ejercitadas por
las partes, al ser éstas las que, en su calidad de verdaderas domini
litis, conforman el objeto d~l debate o thema decidetzdi y el alcance del
pronunciamiento judicial. Este deberá adecuarse a lo que fue objeto
del proceso, delimitado, a tales efectos, por los sujetos del mismo (par-
346 ·PASeo CosMóPOLIS, Mario, Fundammtos de Derecho procesal del trabajo, Aele, Lima,
1997, p. 56.
347 STC 9/1998, 13 de enero de 1998, BOE N° 37, 12 de febrero de 1998. Citada por
GoNZÁLEZ MALABIA, Sergio, La congruencia como requisito de la sentencia en la
jurisprudencia constitucional del m'io 1998.
505
- - - - - - - - RóGER E. ZAVALETA RODRÍGUEZ
tes), por lo pedido (petitum) y por los hechos o la realidad histórica
que sirve como razón o causa de pedir (causa petendi)". Y agrega,
"( ... )para que la congruencia por exceso adquiera relevancia consti-
tucional y pueda ser constitutiva de tma lesión del derecho a la tutela
judicial efectiva (... ) se requiere que la desviación o el desajuste entre el
1 nadas. Repárese que el artículo 220° del Código Civil solo señala
fallo judicial y los términos en que las partes hayan formulado sus pre-
tensiones, por conceder más de lo pedido o algo distinto de lo pedido/
suponga tma modificación sustancial del objeto procesat con la consi-
guiente indefensión y sustracción de las partes del verdadero debate con-
tradictorio, produciéndose tm fallo extraño a las respectivas pretensio-
nes de las partes de forma que la decisión judiciat se haya pronunciado
1 ción de ausencia y la separación de cuerpos/ respectivamente).
sobre temas o materias no debatidas oporhmamente en el proceso y res-
pecto de las cuales/ por consiguiente/ las partes no tuvieran oportunidad
de ejercitar adecuadamente su derecho de defensa/ formulando y expo-
niendo las alegaciones y argumentos que h1vieran por conveniente en
apoyo de sus respectivas posiciones procesaleS 11
• cipio lógico de identidad, sino por la pérdida en dinero/ tiempo
El proceso es de naturaleza pública pero los intereses que en él
1 y esfuerzo que eso implicaría. Reciente doctrina nacional se ha
se discuten son/ la mayoría de veces/ de índole privada. Por este mo-
tivo, el juez se encuentra vinculado a la declaración de voltmtad del
pretensor; no en cuanto a las normas procesales que son casi siempre
de carácter imperativo, pero sí en lo que atañe a los derechos en con-
troversia que son generalmente disponibles. Solo en el caso que los
derechos en pugna trasciendan el interés particular/ la prohibición
de incongruencia por extra petita admite excepciones. Así, por ejem-
plo, nuestro Código Civil en su artículo 66° prescribe: '/El juez que
1
considere improcedente la declaración de muerte presunta puede
declarar la ausencia"; y, más adelante, en su artículo 358° establece: 1 hacerse por escritura pública, con indicación individual del inmueble o inmuebles
11
Atmque la demanda o la reconvención tenga por objeto el divorcio,
el juez puede declarar la separación, si parece probable que los cón-
yuges se reconcilien". El artículo 220° del mismo texto normativo tam-
bién constituye tma excepción a esta clase de incongruencia, pues
faculta al juez a declarar de oficio la nulidad absoluta de un acto
jurídico, cuando la misma resulte manifiesta 348 •
348 Cfr. VIDAL R.AiviíREZ, Fernando, Teoría gmeral del acto jurídico, Cultural Cusco, Lima,
1985, p. 517. Coincide LOHMANN LUCA DE TENA, Juan Guillermo, "La nulidad
manifiesta. Su declaración judicial de oficio", en Ius et Veritas, Revista editada
por los alumnos de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica
del Perú, año XII, No 24, Lima, junio del año 2002, pp. 56-63.
506
l\!Ionv ACIÓN DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES
En relación con el último dispositivo, no resulta claro si di-
cha nulidad podría declararse cuando ella guarde nada más que
un vínculo tangencial con la materia controvertida 0 sí de todas 1
formas requiere que ambas se encuentren estrechamente relacio-
como límite para declarar de oficio la nulidad absoluta de un
acto jurídico, que la misma sea manifiesta/ omitiendo referirse a
pretensiones específicas (V gr. la declaración de muerte presun-
1
ta/ o la del divorcio), de las cuales el juez puede alejarse para
decidir sobre aspectos afines al tema del debate (V g., la declara-
A nuestro criterio/ el artículo 220° del Código Civil en nin-
gún caso autoriza al juzgador a desviar la discusión hacia asun-
tos extraños a la controversia o de escasa vinculación a ella, no
solo por cuestiones metodológicas y en virtud del consabido prin-
inclinado por acoger esta tesis y postular la improcedencia de la
declaración de oficio de la nulidad del acto jurídico, cuando éste
"Conforme al art. 220 del Código Civil, la nulidad a que se refiere el art. 219 del
mismo Código puede ser declarada de oficio por el Juez cuando resulta manifiesta.
De acuerdo al art. 219 inciso 6° del Código Sustantivo, el acto jurídico es nulo
cuando no revista la forma prescrita bajo sanción de nulidad. Por otro lado, el
art. 1625 del citado Código Civil establece que la donación de inmuebles debe
donados, de su valor real y de las cargas que ha de satisfacer el donatario, bajo
sanción de nulidad. En tal virtud, los Jueces están facultados a declarar de oficio
la nulidad de un acto de donación que no reúna estos requisitos formales.
Comentando el art. 220 del Código Civil señala Guillermo, LoHMANN LucA DE
TENA, en su obra El Negocio Jurídico Editorial Grijley, Lima, 1994, p. 554), que por
nulidad manifiesta se conoce aquélla que no requiere de otro examen o
información diferente a la constante en el documento que instrumente el negocio
o aquella a la que el Juez haya accedido en el curso de un proceso en el cual el
negocio haya surgido, si bien no corno cuestionando su validez y que en tal
caso, según el precepto que analizamos, el Juez debe declarar la nulidad incluso
sin que las partes lo invoquen. En consecuencia cuando los Jueces declaran de
oficio la nulidad manifiesta de un acto jurídico que conocen con objeto de resolver
una controversia, aplicando las causales a que se refiere el art. 219 del Código
Civil, no contravienen lo dispuesto en el art. 7° del Título Preliminar del Código
Procesal Civil". (Cas. No 2081-1998-Lima, en Diario Oficial El Peruano, Lima, 31 de
agosto de 1999, p. 3389).
507
- - - - - - - - RóGER E. ZAVALETA RODRÍGUEZ - - - - - - - -
no repercute de manera inexorable en la solución de la contro-
versia349.
La declaración de oficio de la nulidad absoluta del acto jurídi-
co, de otro lado, solo debe pronunciarse cuando los sujetos de la
relación jurídico procesal son los mismos que intervinieron en la
celebración de dicho acto; en caso contrario se incurriría en una
incongruencia subjetiva y la decisión no alcanzaría al tercero que,
si bien participó en el acto jurídico, no lo hizo en el proceso en el
que se declaró su invalidez. Además, la mencionada declaración
debería ser previamente discutida y pronunciada por el juez de pri-
mera instancia, competente si la nulidad hubiera sido demandada.
El debate previo garantiza el derecho de defensa de las partes y, la
determinación del órgano jurisdiccional por el grado y la materia,
cautela el derecho a la doble instancia y la especialidad; ésta última
tendiente a evitar, por ejemplo, que un juez penal declare la nuli-
dad de un contrato civil o un juez laboral invalide un tíhllo valor.
De todo lo expuesto, resulta claro que la decisión judicial emiti-
da extra petita altera el thema decidendum. Por ello, las excepciones a
este principio deben ser taxativas 350 . Si el juzgador expide una resolu-
ción sobre algo no pedido y, además, sin autorización o excep~ión
expresa de por medio, posiblemente el interés sobre el que decide es
meramente privado y, en tal sentido, dicha resolución es arbitraria.
La Sala de Derecho Constitucional y Social351 en el proceso Borjas
contra el Ministerio de Agricultura, sobre otorgamiento de título su-
pletorio, muestra un caso de incongruencia por exceso de poder. En
dicho proceso los magistrados supremos declararon fundada una ca-
sación, porque la Sala Superior modificó el thema decidendum, al deci-
dir no sobre otorgamiento de título supletorio, sino sobre prescrip-
349 LOHMANN LucA DE TENA, Juan Guillermo, La nulidad manifiesta. Su declaración judicial
de oficio, p. 59.
35o "[ ••• ]dada la estrecha relación existente entre incongruencia y principio dispositivo,
la incongruencia no existe, o no puede reconocerse, cuando la Sentencia del
Tribunal versa sobre puntos o materias que, de acuerdo con la Ley, el Tribunal
está facultado para introducir ex officio, como ocurre con las materias relativas a
los presupuestos procesales" (STC 77/1986 de 12 de junio, FJ 2 Y 3, BOE 1/786,
JC XV, p. 256)", en CHAMORRO BERNAL, Francisco, La tutela judicial efectiva, p. 156. Al
respecto también puede verse Picó 1 JuNOY, Joan, Las garantías constitucionales del
proceso, p. 68. ·
351 Cas. No 70-1995-Cañete, en Diario Oficial El Peruano, Lima, 13 de diciembre de
1996, p. 2533.
508
MOTIVACIÓN DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES
ción adquisitiva. Son pertinentes al respecto las palabras del Tribunal
Casatorio cuando señala: "( ... ) si bien conforme al Artínllo Sétimo
del Título Preliminar del Código citado, el juez debe aplicar el Dere-
cho que corresponda al proceso, atmque no haya sido invocado por
las partes o lo haya sido erróneamente, debe entenderse que esta fa-
cultad está referida al empleo idóneo de normas materiales o
sustantivas, pero no a hechos distintos a los alegados por las partes;
que en esa óptica es obvio que el pronunciamiento de la Sala Civil
decidiendo sobre un supuesto hecho no alegado, como es la prescrip-
ción adquisitiva de dominio, convierte en irrito el fallo, por mucho
que se haya invocado erróneamente en la demanda los artículos no-
vecientos cincuenta y novecientos cincuenta y dos del Código Civil
que están relacionados con la prescripción adquisitiva como una de
las formas de adquirir la propiedad con el transcurso del tiempo y
bajo ciertas condiciones que la ley prevé".
La nueva Ley General de Sociedades en sus artíallos 360° y 384°
autoriza al Juez para emitir una resolt1~ió:rt e:xJra petit{l, cuando la opo-
sición (a la fusión o escisión de una sociedad), se hubiese promovido
con mala fe o con notoria falta de fundamento, er, cuyo caso el juez
impondrá al demandante, en beneficio de la sociedad afectada por la
oposición, una penalidad de acuerdo con la gravedad del asunto, así
como la indemnización por daños y perjuicios que correspondan.
Pensamos que las normas precitadas de la Ley General de Socie-
dades transgreden el principio de la razonabilidad legaP52, pues la
finalidad que per$iguen (evitar maniobras en perjuicio de la socie-
dad) no es consecuente con el medio empleado (la violación de un
derecho humano, como el derecho de defensa, por causas que no
trascienden el interés privado). La imposición de las sanciones pecu-
niarias aludidas sin que hayan sido peticionadas en un proceso y sin
que, por ende, hayan sido materia de discusión, no pueden soslayar
derechos fundamentales e infranqueables, por mucho que se propenda
a"( ... ) crear un clima intimidatorio frente a comportamientos subal-
ternos, indignos, perversos y despreciables" 353 . La valoración de los
352 Sobre el particular véase LINARES, Juan Francisco, Razonabilidad de las le~;es: El
debido proceso como garantía innominada en la Constitución argentina, 2• ed., Astrea,
Buenos Aires, 1" reimpresión, 1989. .
35 3 BEAUMONT CALLIRGos, Ricardo, Comentarios a la nueva Ley General de Soc1edades,
Gaceta Jurídica, Lima, 1998, p. 647.
509

- - - - - - - - RóGER E. ZAVALETA RoDRíGUEZ
intereses puestos en juego determina que estas disposiciones deban
ser inaplicadas por la judicatura, ya que cont-.carían el derecho a un
debido proceso y, más ampliamente, el derecho a la hltela jurisdic-
cional efectiva.
Otro punto a tomar en cuenta es que no existe incongruencia
extra petitum cuando el juez o tribunal decide o se prommcia sobre
una pretensión que, almque no fue formal o expresamente ejercita-
da, estaba implícita o era consecuencia inescindible o necesaria de
los pedimentos articulados o de la cuestión principal debatida en el
proceso. El caso de la condena de costas y costos al perdedor del
proceso, cuando ella no ha sido peticionada, constituye liD claro
ejemplo sobre el tema 354 •
La Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de la República 355
considera que este criterio es igualmente aplicable al caso previsto
por el artículo 1541 o del Código CiviP56 • En concreto anota: "Tercero:
Respecto al punto relativo a que la Sala Superior haya emitido un
pronunciamiento extrapetita es pertinente hacer la siguiente acota-
ción: es cierto que el petitorio propuesto contiene dos pretensiones: a)
la rescisión de los contratos submateria y de los actos jurídicos que lo
contienen (sic); y, b) la devolución de las arras dobladas. La decisión
de la Sala Superior, en cuanto ordena el pago de una indemnización,
no puede calificarse como una resolución extra petita, pues dicha de-
cisión se ampara en el mandato imperativo de la ley y se ftmda en lo
regulado en el art. 1541 del CC, que señala como efecto de la resci-
sión contractual el pago de una indemnización por daños y perjui-
cios que en el caso sub examine no requiere ser demandado en forma
expresa. El legislador previó la fijación de lma indemnización como
354 Código Procesal Civil.- Artículo 412°.- Principio de la condena en costas y costos.-
El reembolso de las costas y costos del proceso no requiere ser demandado y es
de cargo de la parte vencida, salvo declaración judicial expresa y motivada de
exoneración.
355 Cas. No 2699-2001-La Libertad, en Diario Oficial El Peruano, Lima, 31 de octubre de
2002, p. 9428.
356 Código Civil.- Artículo 1541.- En los. casos de rescisión a que se refieren los
artículos 1539 y 1540, el vendedor debe restituir al comprador el precio
recibido, y pagar la indemnización de daños y perjuicios sufridos.
Debe reembolsar igualmente los gastos, intereses y tributos del contrato
efectivamente pagados por el comprador y todas las mejoras introducidas
por éste.
510
MOT!V ACIÓN DE LAS RESOLUCIONES jUDICIALES
consecuencia de ampararse la demanda de rescisión de contrato y,
por consiguiente, el juzgador está facultado para ordenar el pago.
Cuarto: Consecuentemente, en la sentencia impugnada se ha plas-
mado correctamente el principio ium novit curín al aplicar el Derecho
q~;e corresponde al proceso, sancionando el pago de lma :indemniza-
ClOn que no fue reclamada por el accionante, pero que en virtud de la
ley debe ser impuesto".
A nuestro criterio, esta ejecutoria sienta liD pésimo precedente,
pues de ninguna manera puede entenderse que la indemnización por
daños y perjuicios estaba implícita o era legalmente accesoria a la
pretensión de rescisión de contrato, en razón que el pago de la in-
demnización requiere la probanza del daño y su cuantía; elementos
que no integran el debate respecto de la rescisión contractual. Los
supuestos en los cuales la ley permite los fallos extra petitn, a parte de
ser taxativos y trascender el interés privado, deben nmdarnentarse
en ~~uebas que guarden última conexión o pertinencia con la pre-
tenswn demandada, como ocurre con los fallos que declaran la au-
sencia, cuando se demandó la declaración de muerte presunta; o de
aquellos que declaran la separación de cuerpos, cuando se demandó
el divorcio. Solo la declaración de oficio de la nulidad de un acto
jurídico escapa a este último requisito. Pero, a cambio, precisa que la
nulidad guarde un estrecho vínculo con la pretensión demandada,
que las partes que intervinieron en el acto afectado de nulidad sean
las mismas del proceso; y, que el vicio sea evidente o manifiesto,
al punto que no necesite de prueba adicional de la que puede deri-
var, por ejemplo, del propio documento que contiene al acto juríqico.
A mayor abundamiento, nuestra judicatura sobre el tema de la
in~emnización ~?r daños y perjuicios, ha expresado que el hecho que
el JUez pueda f1¡ar el qunntum indemnizatorio, de acuerdo con su
v.a,loración equitativa o razonada, no importa que tal determina-
cwn se encuentre exenta de ftmdamentación, pues deviene en nece-
sario conocer qué es lo que se va a reparar y el derecho que lo sus-
tenta. Obviamente, para ftmdamentar es necesario liD correlato pro-
batorio que -en modo algtmo- puede existir en un fallo que, como
el de la ejecutoria, no guarda relación algtma con las pruebas que
sustentan la pretensión demandada.
Finalmente en lo que toca a la resolución en comento, el iura
novit curin invocado por nuestro Supremo Tribunal Civil es una ex-
presión desafortunada en ese contexto, ya que "denme los hechos
511
- - - - - - - - - RóGER E. ZAVALETA RODRÍGUEZ
que yo digo el derecho", supone que los hechos hayan sido invoca-
dos, lo que no sucede en este caso.
Como colofón de este apartado conviene anotar algunas reflexio-
nes referidas a la adecuación oficiosa de la medida cautelar; potestad
contenida en el artículo 611 o del Código Procesal Civil357 •
La lectura de dicho dispositivo es bastante explícita en el senti-
do de que el juez cuenta con la potestad de otorgar la medida
cautelar solicitada u otra que considere adecuada. Pero, más allá de
la permisión legal taxativa, ¿podría sostenerse que existe 1ma incon-
gruencia fáctica en este caso? Creemos que no, pues lo que se res-
guarda es el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva, comprensivo
del derecho a la ejecución de las resoluciones judiciales firmes.
2.3.3.La incongruencia por cítra petita
Esta clase de incongruencia se produce cuando el juez incumple
con prommciarse respecto a todos los puntos controveTtidos u omi-
te referiTse a algtmo de los pedidos que los justiciables dedujeron en
el proceso.
Los ejemplos sobre este punto son variados. Así, en el caso segui-
do por Almacenes del Centro S.A. contTa Comercial Obregón Palo-
mino, sobre obligación de dar suma de dinero, la Sala Civil Supre-
ma358 declaró fLmdado el recurso de casación por la causal de contra-
vención a las normas que garantizan el derecho a un debido proceso,
pues la Sala Superior omitió prommciarse sobre la apelación diferida
interpuesta por la parte demandada, contra la resolución del juez de
primera instancia que declaró infundada su defensa previa.
En el proceso P & A D' onofrio S.A. contra Ferrer, sobTe obliga-
ción de dar suma de dinero, la Sala Civil Suprema359 también casó la
357 Código Procesal Civil.- Artículo 611.- Contenido de la decisión cautelar.- El
juez, siempre que de lo expuesto y prueba anexa considere verosímil el derecho
invocado y necesaria la decisión preventiva por constituir peligro la demora
del proceso, o por cualquier otra razón justificable, dictará medida cautelar en la
forma solicitada o la que considere adecuada atendiendo a la naturaleza de la
pretensión principal.
358 Vid. Cas. No 751-1995-Huánuco, en Diario Oficial El Peruano, Lima, 23 de diciembre
de 1996, p. 2603.
35 9 Vid. Cas. N° 1160-1995-Lima-Cono Norte, en Diario Oficial El Peruano, Lima, 20 de
diciembre de 1996, p. 2563.
512
NIOTN ACIÓN DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES
sentencia de vista por violar el derecho a un debido proceso. La in-
fracción consistía en la omisión de resolver la apelación diferida in-
terpuesta por el demandado, contra Lma resolución de primera ins-
tancia que declaraba improcedente la nulidad de un auto, mediante
el cual se rechazó la contradicción al mandato ejecutivo.
Las casaciones de nuestra judicatura albergan un sirmúmero de
ejemplos sobre esta clase de infracción360; hecho que denota negligen-
cia por parte de los jueces que no elevan el expediente con la debida
nota de atención, o del superior que no lo revisa en forma detenida. El
problema evidenciado requiere de una eficaz y pronta solución. Nada
menos que el derecho fLmdamental al debido proceso así lo impone.
Por otro lado, conviene anotar que la incongruencia citra petita u
omisiva puede constituir Lm caso de ausencia de motivación, ya que si
no se resuelven todas las pretensiones, oposiciones o controversias sur-
gidas entre las partes, es posible que tampoco se hayan expuesto las
razones sobre ellas361 . Como ya lo hemos señalado, no es necesaria una
respuesta pormenorizada a todas y cada una de las cuestiones plan-
teadas por las partes. No cabe, por tanto, hablar de violación al debido
proceso si el órgano judicial contesta a las pretensiones y oposiciones
deducidas, y resuelve justificadamente el thema decidendP 62 •
360 Vid. Cas. No 780-95-Lima, en Diario Oficial El Peruano, Lima, 06 de diciembre de
1996, p. 2461; Cas. No 46-96-Huaura, en Diario Oficial El Peruano, Lima, 20 de
diciembre de 1996, p. 2570; Cas. No 47-96. Huaura, en Diario Oficial El Peruano,
Lima 20 de diciembre de 1996, p. 2570-2571; y, Cas. No 279-95-Ancash, en Diario
Oficial El Peruano, Lima, 21 de diciembre de 1996, p. 2587. ·
361 "Segundo: El recurrente sostiene que se ha contravenido el derecho a un debido
proceso porque la sentencia de vista que confirma la apelada omitiendo
pronunciarse sobre las causales de nulidad de testamento precisados en la
demanda, y que refieren que dicho acto jurídico es nulo por ser contrario al orden
público, por haberse violentado la voluntad del testador y porque el bien legado
constituye un bien conyugal no liquidado; por ello la de vista es una sentencia
infra petita que contraviene el inciso 4° del artículo 122 del Código Procesal Civil.
"[. .. ]Cuarto: Conforme aparece en autos, tanto el Juez como el Colegiado Superior
al emitir la recurrida han omitido pronunciarse sobre las referidas causales de
nulidad de testamento, violándose así una de las normas que garantizan el derecho
a un debido proceso cual es la de resolver todas y cada una de las cuestiones
controvertidas, como lo prevé el inciso 4° del artículo 122 del Código Procesal
Civil" (Cas. No 4147-2001-Ica, en Diario Oficial El Peruano, Lima, 31 de marzo de
2003, p. 10406).
362 Cfr. GoNZALEZ MALABIA, Sergio, La congruencia como requisito de la sentencia en la
jurisprudencia constitucional del año 1998.
513
- - - - - - - - RóGER E. ZAVALETA RODRÍGUEZ - - - - - - - -
·La ausencia de pronunciamiento debe referirse a un pedido
planteado oportunamente; de modo que si éste fuera extemporáneo
no estaríamos ante t.ma incongruencia por defecto 363 . La doctrina
considera que tampoco se incurre en t.ma incongn1encia ornisiva en
el caso de una respuesta tácita, pero solo si puede extraerse como
indubitable conclusión del conjunto de razonamientos expuestos por
el juez el sentido de su fallo 36-!. Por ejemplo, si declara infundada la
pretensión principal sobre obligación de dar suma de dinero, es cla-
ro que las pretensiones accesorias sobre pago de intereses, así como
de pago de costas y costos procesales, también habrán sido desesti-
madas. Corno veremos más adelante, el fundamento de la desesti-
mación tácita en realidad no reside en urta pretendida motivación
implícita que se deduce de la sentencia, sino en la propia decisión o
fallo que, en nuestro caso, apareja la desestimación de las preten-
siones accesorias a la principat en tanto siguen la suerte de ésta.
Conviene distinguir entre omisión de pronunciamiento, desesti-
mación tácita y motivación implícita. En el primero de los casos nos
encontramos frente a una ausencia de decisión en lo que atañe a al-
gún pedido de los justiciables. Acá no hay respuesta expresa ni tácita
de parte de la judicatura, simplemente se trata de una falta de pro-
mmciamiento. Distinto es el caso de la desestimación tácita, en el que
existe 1.m pronunciamiento de rechazo que se deriva como lógica con-
secuencia del fallo. La motivación implícita, finalmente, es definida
por parte de la doctrina como aquella "justificación" que se deduce
del conjunto de razonamientos expuestos en la resolución.
En rigor, aceptar este último tipo de "motivación'' implicaría un
absurdo, pues solo si la motivación es expresa los justiciables pueden
conocer las razones de la decisión y manifestar los agravios gue ésta
363 Cfr. GoNZÁLEZ MALABIA, Sergio, La congruencia como requisito de la sentencia en la
jurisprudencia constitucional del año 1998.
364 El Tribunal Constitucional español sobre este tema apunta:"[ ... ] cabe dar respuesta
tácita a las pretensiones, pero en este caso para que pueda considerarse que existe
realmente una respuesta -y no una mera omisión- y, sobre todo para que esta
respuesta no pueda considerarse incursa en falta de motivación suficiente, el
motivo de la respuesta tácita debe poderse deducir del conjunto de los
razonamientos contenidos en la resolución judicial" (STC 91/1995, FJ 4°, en
CoLOMER HERNÁNDEZ, Ignacio, La motivación de las sentencias:Sus exigencias
constitucionales y legales, p. 387). Véase además GoNZÁLEZ MALABIA, Sergio, La
congruencia como requisito de la sentencia en la jurisprudencia constitucional del ai'io
1998.
514
MOTIVACIÓN DE LAS RESOLUCIONES JUD!CIA.LES
les causa. De otro modo no sería posible que el presunto perjudicado
interponga el medio impugnatorio correspondiente/ ni el n quem po-
dría controlar la razonabilidad de la decisión, entre otros fines de la
motivación inClunplidos 365 . La referencia a la motivación i..mplícita se
da como fruto de la confusión de esta categoría con la desestimación
tácita, pues se estima que el rechazo de alguna pretensión lleva apa-
rejada t.ma motivación implícita que la justifica y se deduce de la
motivación expresa. Conforme hemos expuesto en el párrafo que an-
tecede, la desestimación tácita se deduce de la parte decisoria de la
resolución no de su motivación y solo se da en aquellos casos en que,
como la acumulación de pretensiones en forma accesoria, no dejan
dudas sobre el sentido del fallo o ho dan pie para especular si el juez
revisó o no los pedidos de los justiciables.
En esta línea va nuestra discrepancia con la profesora Aúano/
para quien la sentencia de segunda instancia que resuelve la apela-
ción con efecto suspensivo planteada contra la sentencia de prime-
ra instancia, implícitamente se pront.mcia sobre las apelaciones sin
efecto suspensivo y con la calidad de diferidas en tomo a autos que
resuelven cuestiones procesales. En opinión de ARIANO, " (... ) si una
excepción de incompetencia o de falta de capacidad del actor (o la
que fuera) se desestima en primer grado, y la apelación del auto se
concede "con la calidad de diferida", y luego el juez declara funda-
da la demanda, una vez apelada la sentencia, si el a quem, omite
pronunciarse en su sentencia sobre la excepción y se pronuncia so-
bre el fondo confirmando, habrá implícitamente desestimado la ex-
cepción, pues se tendrá el pronunciamiento implícito de que el a
qua era competente o que el demandante era capaz"366 •
A nuestro criterio, si no hay expresión escrita en el fallo, es im-
posible decir con certeza que el a quem revisó las apelaciones diferi-
das y advirtió que no existía ningún impedimento formal para pro-
nunciarse sobre el fondo, sin violar el debido proceso. Distinto es el
otro caso que nos pone ARIANO, "( ... )si el juez en vez de revocar el
auto apelado que desestima la excepción, revoca la apelada por
cuanto considera que el aquo era incompetente o porque de autos se
36 ; Cfr. RoDRíGUEZ BOENTE, Sonia, La justificación de las decisiones judiciales, p. 275.
366 ARIANO DEHO, Eugenia, Omisión de pronunciamiento en la sentencia de apelación y
casación con reenvío, p. 85.
515
- - - - - - - - RóGER E. ZAVALETA RODRÍGUEZ
desprendía la existencia de cosa juzgada" 367, pues en este supuesto
no correspondería declarar la nulidad de la sentencia de vista, por-
que la subsanación del vicio (omisión de prommciamiento en torno a
las apelaciones diferidas) no influiría en el resultado. Así, no proce-
dería casar la resolución del superior, demmciando la incongruencia
cítm petita (que en este caso -al contrario de la opinión de ARIANü--
existiría, pero no como vicio trascendente) 368, pues ambas partes ca-
recerían de interés para promover la casación; en el caso del deman-
dado, porque la sentencia de vista le fue favorable; y, en el caso del
actor, porque él no habría sido perjudicado con la falta de pronun-
ciamiento sobre la apelación diferida interpuesta por su contraparte.
Finalmente, tma resolución judicial que ha omitido pronuncia-
miento sobre alg{m punto controvertido puede ser integrada de ofi-
cio o a pedido de parte369 hasta el último día que las partes dispon-
gan para apelarla. El juez superior también puede integrar la resolu-
ción recurrida, pero solo en su parte decisoria, es decir, siempre y
cuando la fundamentación de la apelada aparezca en su parte
considerativa. Si ni siquiera existe motivación, el juez superior debe
declarar la nulidad de la resolución impugnada y devolver el proceso
al a qua, pues, si resuelve sobre el punto omitido, violaría el principio
de doble instancia y, por ende, el derecho a m1 debido proceso370.
367 ARIANO DEHO, Eugenia, Omisión de pronunciamiento en la sentencia de apelación y
casación con reenvío, p. 85.
368 Para ARIANO, si la sentencia de vista, sin pronunciarse expresamente sobre la
apelación de la resolución desestimatoria de la nulidad y las excepciones, revoca
la sentencia que declaró fundada la demanda y la declara improcedente o
infundada, el demandante ni el demandado podrían interponer recurso de
casación, fundándose en la incongruencia omisiva, éste último, porque la
resolución de vista le habría sido favorable, y el primero, porque él no habría
sido el perjudicado con el no pronunciamiento sobre estos autos (Cfr. ARIANO
DEHO, Eugenia, Omisión de pronunciamiento en In sentencia de apelación y casación
con reenvío, pp. 85-86). El supuesto es acertado, sin embargo, ello no quiere decir
que no exista la incongruencia citra petita, sino que el vicio es intrascendente, al
punto que ni siquiera llega a interesarle al demandado.
369 Código Procesal CiviL- Artículo 407.- Corrección.-"[ ... ] Mediante la corrección
las partes también piden al Juez que complete la resolución respecto de plmtos
controvertidos pero no resueltos [ ... ]".
370 La Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia, participa de similar criterio, cuando
indica: "Primero: Que, si bien es cierto el artículo ciento setentidós de la ley ,
procesal, atendiendo al principio de economía procesal, faculta al Juez Superior
a integrar la resolución recurrida cuando se hubiera omitido pronunciamiento
516
:i\/ÍOTIV ACIÓN DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES
Hacemos esta explicación, porque en el caso de la Empresa I',Jacio-
nal de Comercialización de Insmnos contra Marif:";:;.n Intemational S.A.,
sobre obligación de dar suma de dinero, la Sala Civil del Callao se pro-
ntmció en torno a la demmcia civil planteada por la demanda, no obs-
tante que en la sentencia de primera instancia no existían fundamen-
tos al respecto. El problema se originó en la lectura aislada de la íutima
parte del artículo 172° del Código Procesal Civil371 , de la que podría
inferirse que el juez superior cuenta con la potestad para integrar la
resolución recurrida, incluso en el caso que ella adolezca de falta de
motivación en cuanto al punto omitido. Si esto fuera correcto, dicha
norma sería inconstitucional por contravenir el principio de doble ins-
tancia. Una interpretación sistemática con el artículo 370° del Código
Procesal Civil372, sin embargo, nos revela que únicamente procede la in-
tegración por el n quem si en la sentencia se exponen las consideraciones
del fallo omitido. La Sala Civil Suprema373 participa de similar criterio y,
por ello, casó la sentencia de la Sala Civil del Callao.
X. La motivación de las resoluciones judiciales y el Recurso de
Casación
La motivación de las resoluciones judiciales es un elemento inte-
grante del derecho fundamental al debido proceso y, como tal es con-
trolable en casación. Su respeto también puede fiscalizarse en grado
de apelación, en tanto este medio impugnatorio puede contener im-
sobre un punto principal o accesorio, esta facultad debe ejercerse conforme a lo
dispuesto en el artículo trescientos setenta de la ley procesaL Segundo: Que, el
Juez Superior no puede pronunciarse sobre materia que no ha sido analizada en la
recurrida porque ello importaría violar el principio de la doble instancia a que se
refieren los artículos diez del Título Preliminar del Código Procesal Civil y ciento
treintinueve numeral seis de la Constitución Política del Estado [.. .]". (Cas. N°
1031-1995-Callao, en CD-Explorador Jurispmdencial2001-2002, Gaceta Jurídica).
371 Código Procesal Civil.- Artículo 172.- Principios de Convalidación, Subsanación
o Integración.-[ ... ]
El Juez Superior puede integrar la resolución recurrida cuando concurran los
supuestos del párrafo anterior". Es decir, cuando en la resolución de primera
instancia se haya omitido pronunciamiento sobre algún punto principal o
accesorio.
372 Código Procesal CiviL- Artículo 370.- Competencia del Juez Superior.- El Juez
Superior [... ] puede integrar la resolución apelada en la parte decisoria, si la
fundamentación aparece en la parte considera ti va [.. .].
373 Vid. Cas. No 1031-1995-Callao, en Diario Oficial El Peruano, Lima 21 de diciembre
de 1996, p. 2586. Sobre lo mismo puede revisarse Cas. No 676-2000-Puno, en
Diario Oficial El Peruano, Lima, 30 de octubre de 2000, p. 6372.
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