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UNIVERSIDAD NACIONAL

“SANTIAGO ANTUNEZ DE MAYOLO “


FACULTAD DE CIENCIAS DEL AMBIENTE
ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERIA SANITARIA

CURSO: INSTALACIONES EN EDIFICACIONES II

TEMA: CAPITULO 6: SISTEMAS DE PROTECCIÓN

DOCENTE: ING. DEPAZ CELMI, KIKO FELIX

FECHA: 14-11-2019

INTEGRANTES:

 CRUZ GUILLEN, Luis


 FERNÁNDEZ VERAMENDI, Sara

 Valentín albino, Thalía

 TREJO JERÓNIMO, Raquel

HUARAZ-ÁNCASH-PERÚ
2019
CAPITULO 6
SISTEMAS DE PROTECCIÓN ACTIVA
6.1. INTRODUCCIÓN
Los sistemas y elementos de protección contra incendios, como ya se han
indicado, se clasifican en dos grandes grupos: sistemas de protección pasiva y activa.
En el capítulo anterior se han analizado los sistemas de protección pasiva; en este
vamos a conocer los sistemas de protección activa, que actúan junto con los primeros
para llegar a una protección total.

La protección activa es la que habitualmente se ha venido considerando para la


lucha directa contra el fuego en las distintas edificaciones; posteriormente a lo largo,
sobre todo, de la última década, se ha realizado un esfuerzo en el desarrollo y mejora
de las protecciones pasivas.

La instalación considerada como medios de protección activa tiene como objetivo


la extinción del incendio, a través de la lucha contra el mismo, diferenciándose del
otro grupo de medidas conocidas como de protección pasiva, porque la principal
misión de estos es la frenar y controlar el fuego.

Los aparatos, equipos y sistemas empleados en la protección activa contra


incendios se caracterizan porque su instalación se hace con la expectativa de que no
han de ser necesariamente utilizados y, por otra parte, los ensayos efectuados para
contrastar su eficacia difícilmente pueden realizarse en las mismas condiciones en
que van a ser utilizados. Por ello, si las características de estos aparatos, sistemas y
equipos, así como su instalación y mantenimiento, no satisfacen los requisitos
necesarios para que sean eficaces durante su empleo, además de no ser útiles para el
fin al que han sido destinados, crean una situación de falta de seguridad y
peligrosidad para personal y bienes.

Actualmente la legislación que regula tanto los aparatos, sistemas y equipos de


protección activa contra incendios como su instalación y mantenimiento es el Real
Decreto 1942/1993, de 5 noviembre, por el que se aprueba el Reglamento de
Instalaciones de Protección contra Incendios, y la Orden de 16 abril de 1998 sobres
normas de procedimiento y desarrollo del Real Decreto 1942/1993.

En el Apéndice 1 del Real Decreto 1942/1993 se incluyen los siguientes tipos de


instalaciones de protección contra incendios:

1. Extintores de incendio.
2. Bocas de incendio equipadas.
3. Hidrantes exteriores.
4. Sistemas de extinción por rociadores automáticos de agua
5. Sistema de extinción por agua pulverizada.
6. Sistemas de columna seca.
7. Sistema de abastecimiento de agua contra incendios.
8. Sistema de extinción por polvo.
9. Sistemas de extinción por agentes extintores gaseosos.
10. Sistemas de extinción por espuma física de baja expansión.
11. Sistemas automáticos de detección de incendio.
12. Sistemas manuales de alarma de incendios.
13. Sistemas de comunicación de alarma.
A continuación, en este capítulo vamos a estudiar las instalaciones fijas de
protección activa contra incendios que más comúnmente se utilizan para proteger las
edificaciones de cualquier tipo: residenciales, comerciales, industriales, etc.

Los sistemas de detección, alarma y comunicación serán estudiados en el capítulo


siguiente.

6.2. EXTINTORES
Los extintores no son considerados como una estación fija contra incendios; sin
embargo, son el elemento más común de protección activa contra incendios que se
puede encontrar en cualquier tipo de establecimiento: desde la más simple oficina
hasta las fabricas con procesos productivos de grandes riesgos poseen este tipo de
equipos de protección.

El extintor es un medio manual de lucha contra incendios que requiere ser utilizado
por personas, pudiendo ser no expertas, ya que solo es necesario lanzar el agente
extintor sobre el fuego, de forma voluntaria.

6.2.1. Extintores portátiles


En los extintores portátiles se pueden manejar prácticamente todos los
agentes extintores conocidos, con las ventajas de aplicación que ello
supone. Por ejemplo, en una zona de cuadros eléctricos se pueden colocar
extintores de CO2, en una zona de almacén se pueden colocar extintores
normales de polvo químico polivalente tipo ABC, y al lado de las líneas
de producción de una imprenta se pueden colocar extintores de espuma
física.

Por esta razón, y por la versatilidad de su colocación al ser estos


portátiles y de diferentes tamaños (los hay hasta de carro, debido a que,
por su mayor tamaño y peso, hasta 50 Kg son difíciles de transportar), a
parte de su variedad y adaptación a cada tipo de instalación, se encuentra
en cualquier establecimiento recinto que requiera unas mínimas
condiciones de autoprotección contra incendios.

Todos los extintores portátiles constan de los siguientes elementos:

 Recipiente: es el elemento que contiene el agente extintor


(generalmente gas licuado a presión), que se presuriza con gas, ya sea
justo en el momento de utilizar el aparato o constantemente. En
realidad, se trata de una botella a presión que contiene el agente
extintor y gas a presión que actúa en el momento expulsar dicho
agente extintor, potenciando así la salida y el chorro.
Los recipientes de los extintores portátiles están constituidos
normalmente con chapa de acero protegido contra la corrosión
 Gas presurizado: en los extintores portátiles suelen usarse como
gases presurizadores nitrógeno o dióxido de carbono de manera
excepcional, puede usarse aire comprimido.
Se sabe que el único agente extintor que se presuriza por si solo es
el dióxido de carbono, y que el agente extintor de polvo químico seco
necesita un gas presurizador que no contenga humedad. En este último
caso se suele utilizar el nitrógeno o el dióxido de carbono seco.
 Manguera o boquilla, pistola o válvula y manómetro: cada tipo de
extintor y dependiendo del agente extintor que posea tiene un tipo de
boquilla, al final del tubo sonda, preparada para dirigir la descarga
hacia el foco de fuego que se pretende extinguir.
El manejo de un extintor es muy sencillo, pero es necesario
utilizarlo bien para que sea eficaz. Si el extintor es pequeño, lo cual se
considera hasta 2 kg de peso, no existe manguera de dirección, sino
que hay una válvula de salida, mientras que en los demás existe una
especie de goma que dirige el vertido del contenido.

Los modelos que utilizan la manguera deben apoyarse en el suelo


o bien ser sujetados con una mano, pero se necesita en ambos casos
poder manejar la manguera, pues, a la vez que se trata de un elemento
para dirigir perfectamente el contenido a las llamas, si no se utilizan
bien puede perderse el contenido por no tener la manguera controlada.

La descarga puede ser interrumpida a voluntad mediante la válvula


que existe en la salida de la manguera.

Todos los extintores portátiles tienen unas instrucciones de manejo en


las que se deben detallar claramente la forma correcta de usarlos para
apagar un fuego. Estas instrucciones tienen que estar perfectamente
visibles en una pegatina o etiqueta pegada en el cuerpo del extintor y
capaz de resistir la agresión de los diferentes agentes atmosféricos.

6.2.2. Tipos de extintores


Los criterios en los que se basa la clasificación aquí propuestas son las
siguientes: por su tamaño, por el agente extintor y por el gas presurizador.

1. Por su tamaño:
 Portátiles: un extintor se considera portátil cuando puede ser
transportado por el propio usuario con una mano, caso en que se
denomina portátil manual, o bien colgados en la espalda, cuando
pesan más de 20 kg y menos de 30 kg, lo cual se considera un
extintor portátil dorsal.
 Móviles: los extintores se consideran móviles cuando el peso de
estos es superior a 30kg y deben ser arrastrados o remolcados por
una o varias personas. En el caso especial de que el extintor vaya
montado en un carro con ruedas, se denominan extintor de carro.
2. Por el agente extintor.
Existen tantas clases de extintores como agentes extintores se
conocen. A continuación, se indica los más comunes:
 Extintor de AGUA: se puede encontrar como un modelo de disparo
por percusión sobre un botellín presurizador de CO2 a baja presión,
con una descarga controlada a chorro y pulverizado en la boquilla
y en el extremo de la manguera. Su capacidad suele ser de 10 litros.
Existe otra variante que se compone de botellín presurizado de
CO2, que es un modelo que tiene boquilla con manguera.
 Extintor de ESPUMA FÍSICA: contiene una mezcla de agua y
espumogeno. El disparo se realiza por percusión con botellín de
CO2 a alta presión, que rompe la bolsa, mezclando las dos
sustancias para impulsar el contenido después. La espuma se
genera en la lanzadera y la descarga es total, pero ésta se puede
interrumpir doblando la manguera.
 Extintor de POLVO: Los extintores de polvo son los más
generalizados y, por lo tanto, el modelo del que más variaciones
existe. Uno de los modelos consiste en un recipiente con capacidad
de 2 kg el más pequeño con cierta eficacia, pues tamaños menores
son desaconsejables. La descarga se realiza por una boquilla que
tiene en la cabeza y, puesto que el CO2 seco es el propio elemento
presurizado, no necesita más componentes. El extintor portátil de
polvo de 6 kg crea un disparo por percusión sobre un botellín
presurizador de CO2 a alta presión, que tiene una descarga
controlada mediante una válvula de asiento en la boquilla que se
ubica por una pistola o por una manguera. Existe otro modelo de
extintor portátil de polvo que funciona con presión de polvo
incorporada mediante CO2 seco. En este caso, el disparo se produce
por percusión sobre un disco de sellado del cuerpo. La descarga es
similar al anterior modelo. El extintor móvil de polvo, con
capacidad de 50 kg, conocido como extintor de carro, dispone de
la estructura del carro donde va la botella sujeta al mismo. La
presurización se lleva a cabo mediante un botellín exterior con
nitrógeno seco.
 Extintor de C02: el típico extintor portátil de C02 es el de 5 kg que
tiene un cierre por disco metálico de percusión. Se controla la
descarga por la válvula situada en la boquilla colocada en el
extremo de la manguera. Otro modelo es el que tiene un cierre
por válvula de asiento para control de la descarga.
3. Por el gas presurizador.
 De presión incorporada: el extintor está constantemente bajo
presión, ya que el gas impulsor se encuentra en contacto con el
agente extintor en el interior del cuerpo del extintor. Este tipo de
extintores suelen incorporar un manómetro para controlar la
presión.
 De presión adosada: se incorpora el gas presurizador por medio de
botellines que se ubican en el interior de la botella o en el exterior
de la misma, que activan la salida del gas mediante un sistema de
expansión.
6.2.3. Características de diseño y construcción de los extintores
En el mercado existe gran cantidad de modelos de extintor, cada uno de
ellos diferentes de los demás por diversos aspectos. La abrumadora
cantidad de extintores disponibles puede llegar a provocar una mala
elección de la de la solución económica viable de un tipo u otro.

Entre los puntos a considerar para la elección de los extintores de


PCI se encuentran los posibles criterios de tamaño y ubicación de los
mismos, pero siempre hay que tener en cuenta que la legislación exige
disponer de unos tipos y cantidades mínimas de extintores, con lo
que a menudo este tipo de duda se solventa de manera sencilla, pues no se
pueden establecer alternativas.

A todos los extintores se les ha de exigir el “Certificado de Marca de


conformidad a Normas", según la norma UNE 23110, como a la mayoría de
los equipos de PCI, garantizándose su calidad, eficacia y fiabilidad de
funcionamiento.

Sistema
slación
6.2.4. Legislación
Los extintores portátiles están regulados por dos tipos de legislaciones,
puesto que por un lado son recipientes a presión y por otro son elementos
extintores.

Como recipientes a presión y bajo las prescripciones del Reglamento a


Presión, todos los extintores deben estar timbrados y retimbrados (cada 5
años) por los servicios de industria competentes y en su fabricación,
recarga y mantenimiento deben cumplir con lo indicado en la ITC-MIE-
AP5.

Dentro de este criterio, el Ministerio de Industria no considera los


efectos extintores del aparato, pues tan sólo se preocupa de los aspectos
constructivos del recipiente.

Como aparato extintor propiamente dicho, la norma UNE 23110 analiza


este tipo de aparatos en cuanto a homologaciones, ensayos, agentes de
extinción, etc.

Los cumplimientos de dichas normas deben ser certificado por un


organismo de control autorizado (OCA) que debe emitir un certificado de
marca de conformidad a normas, tal y como se requiere en el artículo 2 del
Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios, RIPCI.

Con respecto a la instalación de los extintores, el criterio general (para


cada caso siempre habrá que justificar toda la legislación que resulte de
aplicaciones) es que se debe disponer, como mínimo, de un extintor de
eficacia 21A- 113B cada 15 m. de recorrido en cada planta, como máximo,
desde todo origen de evacuación.

El recorrido se considera real, ósea, los 15 metros se deben medir


sorteando muebles, mamparas o cualquier otro elemento dispuesto entre
cualquier punto del recinto y al extintor más próximo.

La altura máxima a la que se debe instalar un extintor es de 1.70 m.


medidos desde la parte superior del mismo hasta el suelo. No obstante, los
extintores pueden colocarse directamente sobre el suelo (no suele hacerse,
pues no resultan visibles y obliga a señalizarlos), colgados en la pared, o
incluso colocados en un pedestal de uso exclusivo.

Los demás criterios que regula la legislación corresponden a la eficacia


extintora y el tipo de agente extintor comentados anteriormente.

6.2.5. Utilización de un extintor


Tal y como se ha explicado anteriormente, el extintor es el equipo de
protección incendios que se encuentra con más frecuencia en cualquier tipo
de edificio o instalación. Por tanto, hemos considerado muy importante
incluir a continuación unas sencillas instrucciones sobre cómo utilizar un
extintor.

En primer, todo extintor lleva un seguro, en forma de pasador o tope, que


impide su accionamiento involuntario. Una vez retirado este seguro,
normalmente tirando de una anilla o solapa el extintor está listo para su uso.

Para que el extintor funcione el cuerpo debe estar lleno con el agente
extintor bajo la presión del gas impulsor. En los extintores de presión
adosados es necesario proceder a la apertura del botellín de gas, accionando
la válvula o pulsando el diafragma que lo cierra mediante una palanca o
percutor, con el que le gas pasa al cuerpo y lo presuriza a la presión de
descarga. Esta operación no requiere más de 4 o 5 segundos. En este
momento los dos tipos de extintores (de presión adosada e incorporada)
están en condiciones de uso.

Al abrir la válvula o la pistola del exterior, la presión del gas expulsa al


agente extintor, que es proyectado por la boquilla difusora, con lo que el
extintor está en funcionamiento.

Ya sabes cómo funciona y se dispara un extintor, ahora veamos cómo


se emplea frente a un fuego.

En primer recordemos que un extintor es tanto más eficaz cuanto antes


se ataque el fuego. Dado que cada extintor tiene sus instrucciones
particulares de uso, en función de su modelo y fabricante, es fundamental
conocerlas con anterioridad a una situación de emergencia.
Según indicábamos, la operación del extintor es distinta si es de presión
incorporada, sin botella de gas impulsor, o de presión adosada, con
botellín de gas impulsor. Los extintores de presión incorporada se utilizan
soportando al extintor por la válvula con una mano, accionando ésta,
mediante una presión de la misma mano y dirigiendo la manguera y la
boquilla con la otra mano.

La extinción adosada se libera el gas impulsor pulsando la palanca o


percutor, o abriendo la válvula que cierra el botellín para a continuación
levantar el extintor con una mano, por el soporte o asa que lleva el cuerpo,
y dirigir la manguera, operando la pistola con la otra mano.

La extinción de las llamas se realiza de una forma análoga de todos los


casos: se dirige el agente extintor hacia la base de las llamas más próximas,
moviendo el chorro en zigzag y avanzando a medida que las llamas se van
apagando, de modo que la superficie en llamas disminuya de tamaño
evitando dejar focos que podrían reavivar el fuego.

Si es posible, se ha de procurar actuar con el viento a favor; de este modo


no solo nos afectara menos el calor, sino que las llamas no reactivaran zonas
y apagadas.

Si el fuego es de solidos (tipo A), una vez apagadas las llamas, es


conveniente romper y espaciar las brasas con algún instrumento o incluso
con los pies, en el caso de estar protegidos con botas adecuadas,
volviéndolas a rociar con el agente extintor de modo que queden bien
cubiertas.

Si el fuego es de líquidos (tipo B), no es conveniente lanzar el chorro


directamente sobre el líquido incendiado, sino de una manera tangencial,
para que no se produzca un choque que derrame el líquido ardiendo y se
esparza el fuego.

Se debe actuar de un modo similar cuando sean sólidos granulados o


partículas de poco peso.

Puede suceder que debamos cambiar la posición de ataque, para lo


cual se debe interrumpir el chorro de agente extintor, dejando de presionar
la válvula o la boquilla. Hay que recargar periódicamente el extintor aun
cuando no haya sido necesario vaciarlo, ya que no sólo puede perder la
presión, sino que en otra emergencia la carga residual podría no ser
suficiente. La frecuencia de las recargas de los extintores está regulada por
la legislación aplicable.

6.3. BOCAS DE INCENDIO EQUIPADAS (BIE)


6.3.1. INTRODUCCIÓN
Una boca de incendio equipada (BIE) se puede definir como “un
conjunto de elementos necesarios para transportar y proyectar agua desde
un punto fijo de una red de abastecimiento de agua hasta el lugar del
fuego”.

Las bocas de incendio equipadas son elementos muy comunes entre las
instalaciones de protección activa contra incendio de los edificios;
comparadas con los extintores, las BIE tienen mayor potencia extintora.

Una BIE no es un equipo de protección contra incendios diseñado para


situarlo en el exterior de los edificios a la intemperie, sino que es un equipo
que se ha concebido para proteger los edificios sobre su interior, utilizando
agua como agente exterior.

Para su funcionamiento es necesario disponer de un abastecimiento de


agua contra incendio independiente de la acometida de agua de agua de
consumo humano para otras aplicaciones (sanitarias, riego, etc.), pero que
sí se puede compartir para abastecer a otros equipos de protección
activa contra incendios que utilicen agua como agente extintor, como, por
ejemplo hidratantes o rociadores automáticos, siempre y cuando se pueda
garantizar las condiciones hidráulicas de caudal y presión para un
funcionamiento simultaneo.

A la red de tuberías que une el abastecimiento de agua con las distintas


BIE se le denomina “red de bocas de incendio equipadas”.

A pesar de que una red de BIE está pensada para ser utilizada en el
interior de edificaciones, dado que utiliza agua como agente extintor, en
ocasiones deben protegerse las tuberías para evitar posibles heladas debido
a las condiciones meteorológicas de la zona donde se instalen.

6.3.2. Componentes de una BIE


Una BIE está formada por una serie de componentes, como indica el
término “equipada” en su propia denominación, en referencia al
equipamiento necesario para poder luchar contra el fuego. En realidad, un
aboca de incendio equipada de extinción de focos de incendio es una toma
de agua permanente, con unas características especiales que garantizan una
salida de chorro de agua con una cierta capacidad de extinción de focos de
incendios.

Los componentes básicos de una instalación de BIE son los siguientes


de BIE son los siguientes:

- Manguera (conducto elástico que conduce el agua hasta la lanza).


- Lanza o boquilla de la BIE.
- Racores (elemento de conexión).
- Manómetro (que sea capaz de medir entre cero y la máxima presión
de la red).
- Válvula (resistente a la corrosión y oxidación).
- Soporte de devanadera o tipo plegadora.
Generalmente todo el conjunto suele disponerse en el interior
de un armario.

En la actualidad la cantidad de modelos que existen en el mercado


incluyen toda una serie de elementos de seguridad extra o componentes
básicos, con funciones accesorias, como, por ejemplo, armarios con
sistemas de alarma incorporada o sistemas de salida del soporte de la BIE
a la vez que se suelta la manguera.

6.3.3. Tipos de BIE


Las BIE pueden ser de dos tipos, BIE-25, con sección de 25 mm de
diámetro nominal, y BIE-45, con 45 mm de diámetro nominal.

Las BIE-25 y las BIE-45 deben, antes de su importación o


comercialización ser aprobadas mediante la certificación de organismo de
control que posibilite la colocación de la correspondiente marca de
conformidad a normas, justificándose el cumplimiento de lo establecido
en las correspondientes normas UNE-EN 671-1 (para BIE-25) y UNE-EN
671-2 (para BIE-45).

A nivel nacional, tanto en el Código Técnico de Edificación, como el


reglamento de Seguridad contra Incendios en los Establecimientos
Industriales establecen que tipo de BIE debe usarse para proteger cada
instalación en concreto.

El Código Técnico de Edificación prescribe normalmente BIE de 25


mm para usos como el administrativo, el residencial público, el
hospitalario o el docente. Las BIE de 45 mm son requeridas para el caso
de zonas clasificadas como de riesgo alto en las que el riesgo se deba
principalmente a materias combustibles, como pueden ser: talleres de
mantenimiento, salas de calderas, almacenes de productos
farmacéuticos o imprentas que tengan unos determinados tamaños y
volúmenes construidos.

El Reglamento de Seguridad contra Incendios en los Establecimientos


Industriales prescribe BIE de 25 mm para aquellos sectores de incendio de
riesgo bajo, y exige BIE de 45 mm para aquellos sectores de incendio de
riesgo medio o alto.

son más fáciles de manejar que las BIE de 45 mm (tal y como se explica
a continuación) pero también tienen menos potencia extintora.

Esta diferencia en las prescripciones parece muy razonable, ya


que las BIE de 25mm son más fáciles de manejar que las BIE de 45 mm
(tal y como se explica a continuación) pero también tienen menos potencia
extintora. Por ello las BIE de 45 mm se exigen en ambientes industriales
con mayor carga de fuego, pero requieren una formación de los empleados
de la propia industria para poder manejarlas correctamente.

A continuación, se indican las principales características de cada tipo


de BIE, así como los aspectos que influyen en su manejo.
BIE de 25 mm

Las BIE de 25 mm no tienen las mangueras planas, sino que son


semirrígidas. Debido a ello, el agua puede pasar a través de la manguera
sin necesidad de que esta se tenga que desplegar en su totalidad, aunque
en la práctica sí que es necesario desplegar un poco la manguera, para
poder manejarla adecuadamente.

Una BIE de 25 mm debe suministrar un caudal de 1,6 litros/segundo;


por tanto, al abrir la válvula de paso, la presión que se ejerce no provoca
movimientos violentos en la manguera, debido a que esta no cambia de
forma al recibir el caudal como consecuencia de su rigidez.

Con estas condiciones hidráulicas de 100 l/min, es relativamente


sencillo que una persona pueda manejar una BIE de 25 mm.

BIE de 45 mm

Las BIE de 45 mm tienen la manguera plana, lo cual quiere decir que


la manquera permanece enrollada en la devanadera de su soporte y debe
ser desplegada en toda su longitud antes de abrir las válvulas de paso,
pues de lo contrario no podría circular el agua por la manguera.

Una BIE de 45 mm debe suministrar un caudal de 3,3 litros/segundo;


por tanto, al abrir la válvula de paso, se suelen provocar fuertes
movimientos de la manguera pudiendo golpear a alguien o algún objeto
situado en las proximidades.

El hecho de tener unas condiciones hidráulicas importantes (200


litros/minuto con presiones por encima de 2 bar), unido a que es necesario
proceder a desplegar la manguera, puede llegar a suponer un gran
inconveniente para usar el equipo cuando se necesita, que es precisamente
en una situación de emergencia.

Por esos motivos, los BIE de 45 mm se suelen exigir con más frecuencia
en instalaciones industriales con altas cargas de fuego y con medios
humanos formados en el manejo de este tipo de equipos de protección
contra incendios.
6.3.4. Condiciones de instalación de las BIE
Las BIE deben montarse sobre un soporte rígido de forma que la altura
de su centro quede como máximo a 1,50 m sobre el nivel del suelo.

Las BIE se deben situar, siempre que sea posible, a una distancia
máxima de 5 m de las salidas de cada sector de incendio, sin que
constituyan obstáculo para su utilización.

El número y distribución de las BIE en un sector de incendio, en un


espacio diáfano, debe ser tal que la totalidad de la superficie del sector
de incendio en que estén instaladas quede cubierta por una BIE,
considerando como radio de acción de ésta longitud de su manguera
incrementada en 5 m (normalmente 25 m, 20 m de manguera y 5 m de
chorro).

La separación máxima entre cada BIE y la más cercana a ella debe ser
como máximo de 50 m. La distancia desde cualquier punto del local
protegido hasta la BIE más próxima no debe exceder de 25 m.

Se debe mantener alrededor de cada BIE una zona libre de obstáculos


que permita el acceso a ella y realizar su maniobra sin dificultad.

La red de tuberías debe proporcionar, durante una hora, como mínimo,


en la hipótesis de funcionamiento simultáneo de las dos BIE
hidráulicamente más desfavorables, una presión dinámica mínima de 2
bar en el orificio de salida de cualquier BIE.

Las condiciones establecidas de presión, caudal y reserva de agua


deben estar adecuadamente garantizadas por un sistema de
abastecimiento de agua.

El sistema de red de BIE debe someterse, antes de su puesta en


servicio, a una prueba de estanquidad y resistencia mecánica, colocando
a la red a una presión estática igual a la máxima de servicio y como
mínimo manteniendo dicha presión de prueba durante dos horas, no
debiendo aparecer fugas en ningún punto de la instalación.
6.4. HIDRANTES EXTERIORES

6.4.1. INTRODUCCION

En algunos edificios o industrias se desarrollan actividades con unos riesgos


inherente tan importantes que las consecuencias previsibles de un incendio
pueden ser tan graves que aconsejen la instalación de medios de extinción más
potentes que los extintores o las bocas equipadas.

Los hidrantes son unos elementos destinados a la lucha contra incendios desde
el exterior de los edificios e industrias y, debido a su ubicación, su utilización es
exclusiva de los profesionales de la extinción contra incendios o de personal
adiestrado en su uso (en el caso de muchas industrias que disponen de brigadas
propias para la lucha contra incendios).

Estos equipos se caracterizan por su mayor capacidad de extinción,


fundamentalmente porque pueden lanzar sobre el fuego más sustancia extintora
en menos tiempo.

un hidrante se puede definir como un dispositivo hidráulico que, acoplado a


una red de abastecimiento de agua, permite la conexión de las mangueras
por medio de varias tomas o bocas de salida.

Por tanto, los hidrantes como equipo de protección contra incendios no se


pueden considerar como un elemento aislado, sino que se deben entender como
un conjunto que este compuesto por una fuente de abastecimiento de agua, una
red de tuberías para agua de alimentación y los propios hidrantes exteriores.

Las funciones básicas de un hidrante son la de permitir la conexión de


mangueras que faciliten la extinción de incendios y suministrar agua a los
vehículos de extinción del cuerpo de bomberos.

6.4.2. componentes de un hidrante

Los principales componentes de un hidrante son los siguientes:

 Cabeza: donde se disponen las bocas de salida


 Cuerpo de válvula: parte inferior del hidrante que se fija en la tubería de
suministro de agua.
 Carrete: pieza que se acopla entre la cabeza y el cuerpo de la válvula
mediante bridas.
 Válvula principal: mecanismo que sirve para interrumpir o permitir el paso
del agua al cuerpo superior.
 Bocas de salida: aberturas circulares perforadas en la cabeza del hidrante
y equipadas con racores. Pueden ser de 45 mm, 70 mm o 100 mm.

6.4.3. tipos de hidrantes

Por su diseño, los hidrantes se pueden clasificar en: hidrantes de columna seca
(sin carga de agua), de columna humada (con carga de agua permanente) y de
arqueta (toma de agua subterránea situada en una arqueta y protegida por una
tapa).

Los hidrantes de columna, en general, son los que emergen sobre el terreno
(siendo fácilmente localizables), estando equipados con una o más válvulas de
paso de agua y con bocas de salida al alcance del operador.

Los de columna húmeda, al estar a la intemperie, son propensa a sufrir una


posible congelación del agua que llena la columna, pudiendo llegar esta el punto
en el que se encuentran el cierre de las válvulas, con lo que, si ocurriera un
posible impacto con daño mecánico, se podría producir una descarga
descontrolada de agua no deseada.

Con los hidrantes de una columna seca, se salvan estos posibles accidentes,
debido a que la columna es vaciada automáticamente en cuanto se ha usado y,
además, en caso de impacto se rompe por un punto previamente establecido
para ello, quedando siempre en posición de cerrado. El sistema de columna seca
es, sin embargo, mucho más costoso que el de la columna húmeda.

Los hidrantes de arqueta se suelen instalar cuando hay problemas de espacio,


como en las aceras de las grandes ciudades.

Independientemente del tipo de hidrante de que se trate, las bocas de salida del
mismo deben ir provistas de racores de conexión que cumplan con la norma UNE
23400, debiendo dichos racores estar protegidos con tapas de seguridad según
corresponda para la protección de los mismos, tal y como se especifica en la
citada norma, salvo en el caso de la columna seca, en el que se exige una tapa
de seguridad que se ajuste al hidrante en vez de al racor.

6.4.4. material auxiliar de los hidrantes

Los hidrantes necesitan de otros elementos auxiliares para poder funcionar


adecuadamente. Los accesorios más comunes son los siguientes:

 Armario o caseta: suele situarse a la intemperie y se emplea para contener


otros equipamientos: lanzas, mangueras, bifurcaciones, reducciones, etc.
 Mangueras: de diferentes longitudes y diámetros (25 mm, 40 mm, 70 mm
y 100 mm).
 Lanzas, racores de conexión. Llave de maniobra, válvula de drenaje,
volante de accionamiento, fanal (elemento protector del hidrante), etc.

Independientemente de la relación de accesorios mencionada, en algunas


plantas industriales que disponen de brigadas propias de lucha contra incendios,
los armarios se suelen equipar con equipos de protección personal, tales como:

 Cascos
 Botas para agua
 Traje anti. Agua (chaquetón y pantalón).
 Guantes, y
 Trajes de penetración

Adicionalmente, en los casos en que puedan existir riesgos considerables, de


gran tamaño, o en aquellos casos en que sea necesario disponer a una distancia
considerable un gran caudal de agua, se ha de acudir a la utilización de
monitores, los cuales permiten regular la dirección del agua hacia las zonas de
riesgo.

6.4.5. Condiciones de instalación de los hidrantes

El número de hidrantes exteriores que deben instalarse se determina cumpliendo


las siguientes condiciones:

 Que la zona protegida por cada uno de ellos sea la cubierta por un radio
de 40 m, medidos horizontalmente desde el emplazamiento del hidrante.
 Que se situé, al menos un hidrante, al lado de un acceso a la edificación.
 Que la distancia entre el emplazamiento de cada hidrante y el límite
exterior de la edificación o zona protegidos, medida perpendicularmente
a la fachada, sea superior a 5 metros e inferior a 15 metros.

6.4.6. Condiciones de uso de los hidrantes

El uso de los hidrantes es diferente si se encuentra instalados en una zona


industrial o en una zona considerada como urbana.

En los establecimientos industriales se conectan directamente los materiales


auxiliares y las mangueras en la boca de los hidrantes, siendo la presión
requerida en estos casos del orden de 7 bar. Por tanto, prácticamente en todas
las instalaciones situadas en el interior de una planta industrial será necesario
disponer de un grupo de presión contra incendios.

Si el establecimiento industrial dispone de brigadas propias debidamente


entrenadas para la lucha contra incendios, estas pueden hacer uso de las
instalaciones de hidrantes exteriores, hasta la llegada de los servicios públicos
de extinción.

Las zonas urbanas son aquellas que están en el interior de una ciudad. A
diferencia de los hidrantes que se instalen en las zonas industriales, los hidrantes
de las zonas urbanas están previstos para que sean usados exclusivamente por
los servicios públicos de extinción.

Los hidrantes de las zonas urbanas suelen estar conectados a la red pública de
abastecimiento de agua de la ciudad.

Los servicios públicos de extinción no usan los hidrantes exteriores conectando


sus mangueras y lanzas directamente de los mismos, sino que lo utilizan para
abastecer a los vehículos motobomba, para controlar ellos la presión de
descarga, o en su caso reponer el agua a sus vehículos cisterna. En este caso
los hidrantes exteriores tienen la función de “fuente de agua”.

Es por esta razón por la que, en la legislación vigente al respecto, las exigencias
de presión en el suministro de agua de una red urbana son limitadas, requiriendo
tan solo una presión residual de 1 bar.
6.5. SISTEMA DE COLUMNA SECA

6.5.1. Introducción

La falta de suelo edificable ha potenciado que en los últimos años se construyan


edificios de gran altura. Si en uno de estos edificios en altura se inicia un incendio
que no es controlado por los medios propios (extintores, BIE, etc.) y tiene que
ser sofocado por los bomberos profesionales, estos deben hacer largos tendidos
de mangueras hasta la zona donde se encuentra el fuego, lo que plantea una
serie de problemas, tales como:

 Retraso en iniciar la extinción


 Perdidas de carga y, por tanto, merma en la capacidad de extinción, al
disponer de menor presión de agua.
 Posibles pérdidas por uniones entre tramos de manguera.

Una alternativa para solucionar estos problemas puede ser instalar un sistema
de columna seca, ya que se trata de una instalación activa de protección contra
incendios, para uso exclusivo del cuerpo de bomberos.

6.5.2. componentes de un sistema de columna seca

Un sistema de columna seca este compuesto por una toma de agua en


fachada o en zona fácilmente accesible al servicio contra incendios, con la
indicación de uso exclusivo de los bomberos. Provista de:

 Conexión siamesa, con llaves incorporadas y racores de 70 mm con


tapa y llave de purga de 25 mm, los racores, antes de su fabricación
o importación, deberían ser aprobados de acuerdo con el Real
Decreto 1942/1993, por el que se aprueba el Reglamento de
Instalaciones de Protección Contra Incendios, ajustándose a lo
establecido en las normas UNE 23400 y UNE 23091.
 Columna ascendente de tubería de acero galvanizado y diámetro
nominal de 80 mm.
 Salidas en las plantas pares hasta la octava y en todas a partir de
esta, provistas de conexión siamesa, con llaves incorporadas y
racores de 45 mm con tapa.
Cada cuatro plantas se instala una llave de seccionamiento por encima de la
salida de la planta correspondiente.

La toma de fachada y las salidas en las plantas deben tener el centro de sus
bocas a 0.90 m sobre el nivel del suelo.

Las llaves de corte son de bola con palanca de accionamiento incorporada.

Imagen

6.5.3. Condiciones de instalación de un sistema de columna seca

El reglamento de seguridad contra incendios en los establecimientos industriales


exige la instalación de este tipo de sistemas en aquellos establecimientos de
riesgo medio o alto y con una altura de evacuación de 15 m o superior.

El código técnico de la edificación exige la instalación de sistemas de columna


seca en los usos residencial vivienda, administrativo, residencial público,
docente, comercial y publica concurrencia si la altura de evacuación excede de
24 m. para uso hospitalario lo exige si la altura de evacuación excede de 15 m.

Para el uso de aparcamiento lo exige si exige más de tres plantas bajo rasante
o más de cuatro sobre rasante, con tomas en todas sus plantas.

En ocasiones, los ayuntamientos pueden sustituir la exigencia de instalar un


sistema de columna seca por la instalación de una red de bocas de incendio
equipadas cuando, debido al emplazamiento de un edificio o por el nivel de
dotación de los servicios públicos de extinción existentes, no quede garantizada
la utilidad de una instalación de columna seca.

En el sistema de columna seca se debe realizar, antes de su puesta en servicio,


una prueba de estanquidad y resistencia mecánica, sometiéndolo a una presión
estática de 15 bar durante dos horas, como mínimo, no debiendo aparecer fugas
en ningún punto de la instalación y mantenerse la presión estable en el tiempo.

6.6. SISTEMA DE ROCIADORES AUTOMATICOS

6.6.1. Introducción

Los rociadores automáticos son equipos que distribuyen el agua sobre un


incendio, de forma automática y en cantidad suficiente para:
 Extinguir completamente el incendio
 Prevenir su propagación, o
 Contenerlo.

Los rociadores automáticos se suelen implantar para proteger instalaciones


interiores en edificios.

Los sistemas de rociadores automáticos están perfectamente probados en


cuanto a su eficacia; por poner un ejemplo, en EE, UU., país con amplia
experiencia en utilización de los equipos las estadísticas informan de que, de
unos 60,000 incendios declarados durante un periodo de 30 años cuyo sistema
de producción contra incendios eran los rociadores automáticos, en el 96.2% de
los casos el sistema funciono correcta y eficazmente.

En estas mismas estadísticas se confirma que en los pocos casos en que los
rociadores no actuaron adecuadamente, fue debido a que existían fallos en el
suministro de agua, por un diseño inadecuado de la instalación (cubriendo
parcialmente el riesgo) o por falta de mantenimiento en la misma. Como
consecuencia de estos datos se pueden ir sacando conclusiones en torno a la
eficacia de este sistema de protección.

En un 60% de los casos en el que el sistema funciono correctamente, no hubo


necesidad de la intervención humana para extinguir el incendio en el edificio,
mientras que, en el resto, el fuego estuvo controlado hasta la llegada de los
servicios públicos en extinción y bomberos. Con rociadores modernos y un buen
diseño de la instalación, la fiabilidad y eficacia de las misma es prácticamente
del 100%.

Por tanto, en relación con las instalaciones de protección activas de protección


contra incendios se puede asegurar que los rociadores automáticos son un
medio muy seguro, ya que nos informa del inicio de un incendio (lo detectara) al
mismo tiempo que comienza la acción de extinción sobre el fuego mediante la
descarga de agua.

Las zonas que deben protegerse con instalaciones de rociadores automáticos


son edificios de gran altura, recintos con gran carga de fuego y alto nivel de
riesgo, edificios comerciales y de ocio con elevadas densidades de ocupación y
edificios de alto valor arquitectónico.

6.6.2. Principales componentes de la instalación

 Rociadores automáticos: dispositivos de descarga de agua.


 Válvulas: equipos para el control del fuego
 Tuberías de distribución: unen una fuente de abastecimiento con los
rociadores.
 Equipos auxiliares: alarmas e instrumentos de supervisión (p.ej.,
manómetros).

6.6.2.1. Rociadores

Los rociadores automáticos o sprinklers (en inglés) se componen de:

 Cuerpo de rociador,
 Dispositivo de salida del agua.
 Obturador de salida del agua.
 Elemento termosensible, y
 Deflector.

Existen diversos tipos de rociadores en el mercado, pudiéndose clasificar en


las siguientes categorías:

 Rociadores semiempotrados, empotrados y ocultos.


 Rociadores de pared.
 Rociadores de pulverización plena, que únicamente se suelen utilizar en
espacios ocultos, sobre techo0s modulares y en estanterías.

El rociador es uno de los principales elementos del sistema automático de


extinción que estamos analizando. El dispositivo de salida del agua esta
normalmente cerrado y el elemento termosensible o ampolla, que forma parte
del conjunto, detecta el fuego a una temperatura fija provocando a la vez la
apertura del obturador. Es por esta razón por la que se llaman automáticos. En
caso de incendio únicamente actúan los rociadores que se encuentran cerca del
fuego, es decir, los que se calientan suficientemente para su apertura.
Los rociadores están marcados para indicar su temperatura de funcionamiento
de la siguiente manera:

Ampolla °C Fusible °C
Naranja 57 ---- ----
Roja 68 Natural 68/74
Amarilla 79 ---- ----
Verde 93 Blanco 93/100
Azul 141 Azul 141
Malva 182 Amarillo 182
Negra 204/260 Rojo 227
Cuadro 6.1. T.° de funcionamiento de los rociadores según norma UNE-EN
12845.

En condiciones normales y en climas moderados es correcta una temperatura


de funcionamiento de 26 °C a 74 °C, debiéndose utilizar rociadores con una
temperatura de funcionamiento ligeramente superior a 30°C por encima de la
temperatura ambiente mas alta prevista en el recinto.

En cualquier caso, e independientemente de la marca, las capacidades de


descarga y las coberturas de cualquier rociador automático deben estar
ensayadas y homologadas por laboratorios acreditados y reconocidos
oficialmente. Existe un amplio abanico de posibilidades que combinan diseño,
circunstancias y forma. En la mayoría de los catálogos y documentos de diseño
de los rociadores automáticos se resumen y detallan clasificaciones; sin
embargo, a continuación, se expone una clasificación según distintos criterios:

 Según el elemento detector: suelen ser de ampollas de cuarzo o de una


aleación eutéctica, y dentro de cada una de estas se distinguen también
por la temperatura a la que se disparan, por el tipo de disparo, etc. Cada
ampolla se distingue por un color característico (ver cuadro 6.1).

 Según la forma de distribución del agua: se distingue los rociadores


convencionales, que inevitablemente mojan parte del techo, debido a la
forma en que sale el agua, y los de spray, que no mojan el techo por la
salida del agua.
 Según la posición del montaje:
Colgantes: situados con el deflector hacia abajo. Se pueden colocar
en falsos techos empotrados.
Montantes: situados con el deflector hacia arriba.
De pared: colocados con medio deflector recogido para no mojar
innecesariamente la pared y con un obstáculo vertical. Este tipo puede
ser montante o colgante.

 Según el tamaño de rosca, que puede ser de 3/8” (10 mm), de ½” (12
mm) y de ¾” (20 mm).

 Según los acabados, pueden ser de latón visto, de bronce, cromado, o


de recubrimientos especiales (por ejemplo, poliéster o pinturas), previstos
para ambientes especiales.

6.6.2.2. válvulas

Las válvulas son elementos que, con carácter general, se van a encargar de
controlar el flujo de agua en la instalación.

Dentro del conjunto de la instalación se suelen distinguir: válvulas de cierre (para


cortar el suministro de agua a los rociadores), válvulas de seccionamiento (para
aislar tramos en las redes de anillos), válvulas de desagüe (para vaciado de la
red), válvulas de alarma y para arranques de bombas.

En la instalación, las válvulas de paso siempre deben incluir un indicador de


posición de paso. Este indicador, que señala si está abierto o cerrado, puede
tener varias formas y puede ser del tipo compuerta o mariposa, normales y con
poste indicador, en caso de tratarse de una válvula que este enterrada en el
suelo.

Un puesto de control es el conjunto que incorpora una válvula de alarma y una


válvula de cierre, así como todas las válvulas y accesorios necesarios para el
control de la instalación.
6.6.2.3. tuberías de distribución

Las tuberías distribuyen el agua desde la fuente de abastecimiento a cada uno


de los componentes del abastecimiento del sistema.

Los materiales que se suelen utilizar en tramos enterrados son la fundición gris,
la fundición dúctil, la fibra de vidrio reforzada y el polietileno de alta densidad
(PEHD).

A partir del puesto de control, es decir, aguas debajo de este elemento, la tubería
suele ser aérea y realizada en acero y cobre.

En instalaciones secas, cuando las tuberías no están permanentemente llenas


de agua, es preferible utilizar fierro galvanizado, para evitar la corrosión.

Selección de equipos de bombeo

Las bombas que normalmente se instalan son centrifugas. Cualquier tipo,


modelo o marca de bomba centrifuga está diseñada y calculada para ajustarse
en función de la variación de la demanda a una curva que obliga a modificar la
presión en razón inversa al caudal. Las demás características técnicas de las
bombas generalmente se suministran por los fabricantes, a los cuales siempre
hay que exigir la curva de caudal/presión (Q/P) de la bomba.
Instalación de los equipos de bombeo

Los equipos de bombeo se deben instalar en un recinto que tenga suficientes


dimensiones para permitir realizar el mantenimiento y manipulación de los
mismos.

La temperatura en su interior debe ser igual o superior a 4 °C, consiguiéndose


mediante los convenientes aislamientos o equipos de climatización.

El reciento debe estar convenientemente ventilado, sobre todo si las bombas


tienen motores diésel, y se deben haber previsto sistemas de drenaje o de
achique de agua.

Sección de motores

La única característica que debe tenerse en cuenta para su selección es que la


potencia se corresponda con la máxima absorbida por la bomba.

Cuadros de arranque y control

A continuación se resumen los componentes y servicios más destacables a


prestar por ese tipo de cuadros.

 Control de motores eléctricos

Protectores, arrancadores pilotos de fallo y marcha, conmutador de tres


posiciones (paro, manual y automático), pulsador de parada, pulsador de
arranque, cuenta hora y cuenta impulsos.

 Control de motores diésel

Cargador de baterías, amperímetro y conmutador de cargas de baterías,


pulsador de parada, arranque, de prueba, piloto de fallo, marcha, pilotos
de baja presión de aceite y alta temperatura de aceite y agua cuentahoras
tacómetro y programador de arranques.
 Comunes a ambos tipos de bomba

Alarma acústica de anomalías y emergencias, pulsador de prueba de


lámparas, piloto de alto nivel en aljibe, piloto de bajo nivel, conmutador
para comprobar tensión en las tres fases, con voltímetro indicador,
interruptor general, y piloto indicador del funcionamiento del arranque de
las bombas principales.

 Instrumentación

Interruptores de nivel, presostatos y manómetros principalmente

6.8.5. Red general de incendios

Una red general de incendios de debe utilizar con carácter exclusivo para
distribuir el agente extintor (agua o espuma) a los distintos equipos de extinción
contra incendios: BIE, rociadores, hidrantes, etc.

Salvo que se justifique su imposibilidad, la norma UNE 23500 exige que toda red
general de distribución contra incendios se diseñe en circuito cerrado para que
permita, además de conseguir un mejor equilibrio hidráulico, disponer válvulas
de seccionamiento de tramos (lo más corto posible) para que en caso de avería,
se interrumpa el servicio al menor número posible de equipos de extinción.

La red general de incendios puede discurrir por zonas abiertas o bajo tierra: pero
en ambos casos, se debe proteger contra daños mecánicos, dilataciones,
corrosión y helados.

La profundidad de las tuberías enterradas debe calcularse para que no halla


posibilidad de daños mecánicos ni heladas, estudiando la naturaleza de los
terrenos y temperatura de la zona.

En la práctica la altura viene impuesta por la propia de las válvulas direccionables


y de las comunes de hidrante.

Los materiales que se suelen utilizar para las tuberías son: acero al carbono
estirado sin soldadura, hierro fundido, fibrocemento y resina epoxi con fibra de
vidrio. Para líneas aéreas se utiliza el acero al carbono estirado sin soldadura y
para líneas enterradas se puede usar cualquiera de los otros materiales, pero
siempre, teniendo en cuenta el peligro de corrosión y previendo medidas
correctoras.

A continuación se incluye un cuadro de resumen con los materiales y sus


exigencias para componer una instalación de protección contra incendios:

Resina epoxi
Cualidad Hierro Fibro
Acero con fibra de
deseable fundido cemento
vidrio
sí, pero se
Corrosión no no no
puede evitar

Resistencia aceptable (con


excelente buena baja
mecánica cuidados)

Estanqueidad
excelente buena pasable excelente
en uniones
Fácil
si no si si
reparación
Durabilidad buena buena regular excelente
Facilidad de
si regular dificultosa si
pruebas

Con carácter general el mejor material es el acero al carbono estirado sin


soldadura, siempre y cuando se tomen medidas contra su corrosión, en el caso
de enterrarse (p. ej., tratamiento de galvanizado, o protección catódica).

Los otros materiales. Como el hierro fundido y el fibrocemento, requieren piezas


de hormigón o abrazaderas que no suelen ser suficientemente fiables en casos
de empuje muy fuerte del agua.

Inspección de la red general de incendios

Antes de enterrar las líneas de tubería, se debe someter a la red, por tramos
estancos de una sola vez, a la siguiente prueba (exigida por la norma UNE
23500):

1. Llenar de agua las tuberías.


2. Purgar el aire por las partes altas.
3. Presurizar hasta 15 bar cuando la presión de trabajo máximo prevista será
igual o inferior a 10 bar. Cuando sea superior a esta, la presión de prueba
será 5 bar por encima.
4. Mantener esta presión durante 2 horas.
5. Contabilizar los litros de agua repuestos durante 2 horas. El total no
deberá sobre pasar los límites de 5 litros por cada 100 uniones.

Esta prueba debe llevarse a cabo por una empresa instaladora debidamente
autorizada por los servicios de industria competentes. Del resultado de la misma
deberá levantarse un acta para que quede constancia de su realización y de los
resultados obtenidos.

6.9. SISTEMAS FIJOS DE EXTINCION POR POLVO

6.9.1. Introducción

Se trata de un sistema de protección activa contra incendios que descarga polvo


químico polivalente a través de boquillas y tuberías fijas, mediante la acción de
un gas impulsor.
Los sistemas de polvo son, en general, aplicables en incendios con fuegos de
tipo A (solidos), B (líquidos) o C (gases), no siendo adecuados para la extinción
de fuegos de la clase D (metales).

El polvo químico que se utiliza es un agente extintor que, como su nombre indica,
se encuentra en estado pulverulento, siendo expulsado fuera del depósito de
extinción por medio de un gas auxiliar, generalmente anhídrido carbónico o
gases (p. ej., nitrógeno).

6.9.2. Funcionamiento y aplicación

El funcionamiento de los sistemas de polvo puede ser manual o automático. El


accionamiento de los sistemas automáticos se puede llevar a cabo de manera
eléctrica, mecánica, neumática o mediante una combinación de esos medios.

En cualquier caso, aunque el sistema sea automático, deben existir métodos


manuales para la puesta en marcha. Si el accionamiento es eléctrico, debe existir
una fuente de energía alternativa para garantizar la puesta en marcha en
cualquier circunstancia (p. ej., doble suministro eléctrico).

En los sistemas automáticos instalados en recintos en los que pueda haber


personas, se debe disponer en un sistema de alarma audiovisual, fácilmente
reconocible, que permita al personal desalojar al recinto antes de que se
produzca la descarga de polvo.

El retardo de disparo de la instalación se suele hacer de acuerdo con la distancia


a recorrer hasta ponerse a salvo.

Existen tres tipos de sistemas fijos de extinción por polvo: sistemas de


inundación total, sistemas de aplicación total, sistemas de aplicación total y
sistemas de manguera. Las aplicaciones más usuales de estos sistemas de
extinción corresponden a plantas químicas, tanques de almacenamiento,
estaciones de compresión y bombeo, estaciones de transformación de gas o
petróleo, talleres de laminación, plataformas petrolíferas, equipamientos
hidráulicos, hangares de aviones, tanques de gas natural en estado licuado,
gases derivados del petróleo, almacenamiento de productos químicos, equipos
de laboratorio, planta de residuos especiales, etc.
6.9.3. Componentes

Un sistema de extinción a base de polvo consta de los elementos necesarios


para hacer llegar el polvo desde su almacenamiento al lugar del siniestro con la
presión adecuada para su óptimo funcionamiento.

Estos elementos son fundamentalmente los siguientes:

- Recipientes de almacenamiento de polvo.


- Botellas de gas impulsor.
- Reductores de presión.
- Dispositivo de accionamiento y control.
- Conductores (tuberías, mangueras, etc.)
- Válvulas.
- Boquillas.
- Sistema de alarma audiovisual.
- Sistema de detección.

Los recipientes de polvo y gas impulsor deben instalarse en un local separado


de la zona a proteger, ventilado, señalizado y no expuesto al riesgo protegido.

La temperatura del local no debe superar los 45 °C y en el no deben almacenarse


sustancias inflamables ni combustibles.

Los sistemas de extinción por polvo, sus características y especificaciones, así


como las condiciones de su instalación, se deben ajustar a la norma UNE-EN
12416-1:2001 Y UNE-EN 12416-2:2001.

A continuación, se comentan algunos detalles de los principales componentes.

Recipientes de almacenamiento en polvo:

Suele ser de acero y se diseñan de manera que el polvo no salga hasta que se
alcance la presión prevista. El tiempo para alcanzarla no debe exceder de 20
segundos. Cada recipiente va provisto de un manómetro que indica la presión
máxima de trabajo.

Botellas de almacenamiento del gas impulsor


Cada botella lleva un dispositivo de apertura rápida de su válvula, si existen
varias botellas en batería, deben ponerse en función en serie y estar conectadas
a un colector común.

El gas impulsor normalmente es el dióxido de carbono o nitrógeno.

Válvulas de distribución

Para cada riesgo a proteger se instala una válvula de apertura rápida que puede
controlarse y que permite el paso del flujo adecuado.

Boquillas de descarga

Las boquillas de descarga suelen ir provistas de una caperuza o protector que


impide la entrada a las mismas de vapor de agua, gases, etc.

Conductos y Accesorios

Los conductos y accesorios pueden ser de acero, de acero inoxidable o de cobre.


No deben utilizarse tubos y accesorios de fundición.

6.10. SISTEMAS DE EXTINCION POR AGENTES ESPUMOSOS

6.10.1. Introducción

La espuma de lucha contra incendios es un conjunto de burbujas rellenas de gas,


formada a partir de disoluciones acuosas de agentes espumantes líquidos
especialmente formulados. El gas normalmente se utiliza es el aire, pero en
ciertas aplicaciones puede tratarse de un gas inerte (p. ej., helio).

La espuma es más ligera que las disoluciones acuosas con las que se forma y
más ligera que los líquidos inflamables; por tanto, flota sobre ellos, lo que
produce una eliminación de aire, un enfriamiento y una capa continúan sellante
del vapor que previene o detiene la combustión.

La espuma se obtiene mezclando un concentrado de espumogeno con agua, en


una concentración apropiada, y agitando y aireando posteriormente la disolución
hasta formar burbujas.

Algunas espumas son densas y viscosas, creando una fuerte capa resistente al
calor sobre las superficies de los líquidos en combustión y sobre las superficies
verticales.

Hay ciertos tipos de espumas que son más ligeras y se extienden con más
rapidez. Otras, como son las espumas de media y alta expansión, están
destinadas para utilizarse como células de gas húmedo para grandes
volúmenes, inundación de superficies y relleno de cavidades.

Las espumas extintoras se definen por su coeficiente de expansión, el coeficiente


de expansión es la relación existente entre el volumen de espuma final y el
volumen de disolución de espumogeno inicial, antes de accionarlo al aire se
dividen en tres clases:

- Espuma de baja expansión  con el coeficiente inferior a 20.


- Espuma de media expansión  con el coeficiente comprendido entre 20
y 200
- Espumas de alta expansión  con un coeficiente comprendido entre 200
y 1000

6.10.2. Tipos de espumas

Existen varios tipos de espuma. Algunas son realmente concentradas de


espuma y se han diseñado para aplicaciones muy específicas. Otras estas
destinadas a la extinción de todos los tipos de líquidos inflamables y
combustibles.

6.10.3. Aplicaciones de las espumas

La espuma de baja expansión se utiliza fundamentalmente para la extinción de


incendios de líquidos combustibles o inflamables desarrollando sobre los mismos
una capa de acción enfriadora, la aplicación de la espuma permite a los
bomberos la extinción de los incendios de manera progresiva.

La capa de espuma se cubre la superficie de un líquido en un taque abierto,


puede evitar la trasmisión de vapores durante un cierto tiempo, dependiendo de
la estabilidad y profundidad de la capa de espuma. Esta capa puede eliminarse
posteriormente y no suele tener efectos perjudiciales sobre el producto con el
que está en contacto.

Las espumas de media o de alta expansión pueden utilizarse para inundar


recintos cerrados, como sótanos o bodegas de barcos, donde es difícil atacar el
incendio por otros medios. En estos casos, las espumas actúan deteniendo la
convección y aporte de aire para la combustión, algunas espumas en alta
expansión pueden utilizarse para el control de incendios en derrames de gases
naturales licuados y colaborar en la dispersión de la nube de vapor resultante.

Las disoluciones de espumógeno so conductoras y por lo tanto no aptas para


utilizarse en fuegos de tipo eléctrico.

La espuma es un agente extintor muy efectivo en juego de líquidos, cuando se


ponen de manifiesto los siguientes criterios generales:
- El líquido debe encontrarse por debajo de su punto de ebullición en
condiciones ambientales de presión y temperatura.
- El líquido no debe destruir la espuma utilizada.
- El líquido no debe reaccionar con el agua.
- El incendio tiene que ser de superficie horizontal.

Los sistemas de espuma física de baja expansión sus características y


especificaciones, así como las condiciones de su instalación que se debe de
ajustar a la norma UNE 13565-1:2005, UNE 23523 y UNE 23526.

6.10.4. Componentes del sistema

Los principales componentes de un sistema por agentes espumosos son los


siguientes:

Abastecimiento de agua: fuente de suministro de agua que asegura el caudal y


presión necesarios.

Conducciones: son las distintas tuberías que trasportan el agua y la espuma en


la instalación.

Dosificador: es el elemento que proporciona la cantidad de espumógeno que se


añadirá a la mezcla.

Generador de espuma: crea las burbujas al aplicar aire sobre la solución


espumante.

Boquillas: se emplean para proyectar rápidamente espuma consiguiéndose un


mayor alcance.

6.10.5. Funcionamiento del sistema

El funcionamiento de un sistema de extinción por agentes espumosos se puede


resumir en los siguientes pasos:

- El agua en la instalación de espuma, proveniente del abastecimiento de


agua.
- Se produce la mezcla del agua con la espuma en la proporción estipulada
por el dosificador generándose la generación espumante.
- La solución espumante se dirige al generador de espumas, que crea las
burbujas al aplicar aire sobre la solución.
- La espuma se dirige hacia los orificios de descarga (boquillas).

La entrada al funcionamiento del sistema será debido a la detección del fuego


por elementos ajenos al propio de extinción (p. ej., detectores) o por la activación
manual de un dispositivo de accionamiento (p. ej., pulsador manual).

6.11. SISTEMAS DE EXTINCION POR AGENTES EXTINTORES GASEOSOS

6.11.1. Introducción

Los sistemas de extinción de incendios por agentes extintores gaseosos usan


gases naturales inertes (dióxido de carbono, helio, nitrógeno…) para extinguir
los incendios. Básicamente son usados en lugares donde los incendios una vez
iniciados deben de ser extinguidos rápidamente, y donde es esencial prevenir
subsiguientes daños provocados por los efectos de los agentes de extinción o
por generación de residuos de extensión.

Tradicionalmente se ha considerado que se trata de un método de extinción


donde se provoca la reducción de las concentraciones de combustible o
comburente hasta en un punto en el que se detiene la combustión. Lo que ocurre
realmente es que el agente extintor gaseoso absorbe la energía de combustión,
siendo su capacidad térmica el factor más importante para inertizar los
materiales combustibles o explosivos.

El agente extintor con más capacidad térmica es el dióxido de carbono: por eso
es el más utilizado. El nitrógeno también se ha utilizado en numerosas
aplicaciones, principalmente en instalaciones de extensión de incendios en el
interior de los aviones.

6.11.2. Principio de funcionamiento

En estos sistemas, la descarga es provocada automáticamente por la detección


del fuego, aunque también puede ser activada manualmente. Una vez provocada
la alarma y trascurrido el retardo programado se produce la descarga del gas en
la zona del incendio. Cualquier ventilador o equipo de aire acondicionado se para
simultáneamente, y las compuertas de ventilación y puertas cortafuegos se
cerrarán para prevenir que entre aire en el local y/o que se escape el gas extintor
que se pierde su capacidad de acción.

6.11.3. Componentes

Los sistemas automáticos por agente exterior gaseoso están compuestos como
mínimo por los siguientes elementos:

 Mecanismos de disparo.
 Equipos de control de funcionamiento eléctrico o neumático.
 Recipientes para gas o presión.
 Conductos para el agente extintor.
 Difusores de descarga.

6.11.4. Aplicaciones

Los sistemas de extinción por agentes gaseosos son especialmente adecuados


para proteger áreas que contengan combustibles, líquidos u otros materiales que
se comporten de forma similar en presencia del fuego, para proteger áreas que
contengan equipos u objetos de alto valor que puedan ser dañados si se utilizan
otros agentes extintores.

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