Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
El derecho a la información es una de las disciplinas del derecho occidental más recientes,
pero al mismo tiempo es una preocupación inmanente de la humanidad.
La protección jurídica de sus innatas habilidades para crear y emitir información, si bien
son producto de un reconocimiento y tutela jurídica contemporánea, jamás han dejado de
ser la materia de la evolución social de esta formidable obra llamada ser humano. El
desarrollo de la civilización en su conjunto es producto de la más diversa y extraordinaria
diversidad informativa y cultural jamás vista en la larga historia del planeta. Cada época en
cada parte de la tierra, la humanidad fue concebida bajo el signo del diálogo comunicativo,
informativo, intercultural y creativo, evolucionando por épocas y construyendo
civilizaciones extraordinarias; y con ello diseñando sistemas jurídicos, sociales y culturales
que se protegieron y promovieron por formas de un derecho en evolución hasta nuestro
actual mundo jurídico, llamado derecho a la información.
Artículo 19. Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este
derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir
informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio
de expresión.”
“El derecho a atraerse información incluye las facultades de: a) acceso a los archivos, registros
y documentos públicos, y b) la decisión de qué medio se lee, se escucha o se contempla.
Asimismo, con un contenido muy similar al del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, la Convención Americana de Derecho Humanos contempla este derecho en su
artículo 13: “Artículo 13. Libertad de Pensamiento y de Expresión 1. Toda persona tiene
derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho comprende la libertad de
buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras,
ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro
procedimiento de su elección. 2. El ejercicio del derecho previsto en el inciso precedente no
puede estar sujeto a previa censura sino a responsabilidades ulteriores, las que deben estar
expresamente fijadas por la ley y ser necesarias para asegurar: a) el respeto a los derechos o a
la reputación de los demás, o b) la protección de la seguridad nacional, el orden público o la
salud o la moral públicas. (…)”
Desconocimiento de las normas sobre acceso a la información pública
La realización efectiva del derecho de acceso a la información pública exige que los
distintos funcionarios públicos conozcan los dispositivos de la Ley N° 27806. En esa
medida, la difusión y promoción de los contenidos de la mencionada Ley entre los
funcionarios públicos debió ser una de las primeras medidas a adoptar por los titulares de
las entidades públicas a fin de garantizar el ejercicio del derecho fundamental reconocido
en el artículo 2° inciso 5 de la Constitución. Igual fomento se debían dar a las normas
contenidas en el Decreto Supremo N° 072-2003-PCM, Reglamento de la Ley de
transparencia y acceso a la información pública. El conocimiento de la Ley de transparencia
y acceso a la información pública, pero sobre todo la interiorización por parte de los
funcionarios de los principios de publicidad y transparencia, constituyen la mejor garantía
del derecho de acceso a la información. Con todo, a pesar de lo avanzado en este proceso
de concientización todavía persisten problemas relacionados con el desconocimiento de
dichas normas.
Tal como está previsto en el artículo 3° de la Ley N° 27806 la regla que debe imperar en el
desarrollo de la gestión pública es la publicidad, tanto de las disposiciones como de las
actividades que realizan las entidades públicas. No obstante, existe información cuya
publicidad y accesibilidad debe privilegiarse debido a su directa relación con la gestión de
las entidades, el uso de sus recursos y la normativa que regula su actuación. De esta forma
se facilita el control por parte de la ciudadanía. Dentro de esta lógica se inscribe la
regulación de los portales de transparencia de las entidades públicas y, en concreto, la
regulación de sus contenidos; en concreto, la relación de información prevista por el
artículo 5° de la Ley N° 27806.
De igual modo, los requisitos que debe contener la solicitud de acceso a la información
están destinados a posibilitar la satisfacción del derecho, pues brindan a la entidad
administrativa los datos necesarios para entregar a los/las ciudadanos/as la información que
requieren. De esta forma, tanto los requisitos, como el uso del formulario previsto en el
Reglamento de la Ley N° 27806 constituyen también mecanismos para garantizar la
satisfacción del derecho de acceso a la información pública. Tal condición explica que el
propio Reglamento haya previsto la posibilidad de que el solicitante subsane la falta o
imprecisión de los elementos que debe contener la solicitud. No obstante, respecto a alguno
de estos datos, como por ejemplo los nombres, el domicilio, la firma o huella digital del
solicitante o, la delimitación de la información solicitada, la subsanación por parte de la
persona solicitante será imprescindible para poder dar atención al pedido de información.
Esta situación se suele presentar cuando la entidad quejada omite responder los pedidos de
información solicitados por la Defensoría del Pueblo en ejercicio de sus funciones , o
cuando las entidades administrativas se niegan a entregar la información sin aducir
justificación alguna. En esa medida, se trata de un supuesto que contraviene diversos
artículos de la Ley N° 27806, como por ejemplo, el principio de publicidad contenido en su
artículo 3°, las normas de procedimiento previstas en su artículo 11° o, la obligación de
entregar la información establecida en su artículo 10°. Sobre este problema, también es
preciso mencionar que en algunos casos, la omisión de respuesta por parte de las entidades
se da tanto respecto a los requerimientos de los ciudadanos y ciudadanas, como a los
pedidos y recomendaciones de la Defensoría del Pueblo. En esa medida, traduce una
concepción no democrática del Estado y desconocimiento de la posición central de los
derechos fundamentales en el marco de la Constitución.
http://idehpucp.pucp.edu.pe/wp-content/uploads/2012/07/comentario-academico.pdf