RESPETO A LA DIVERSIDAD

Respeto a la Diversidad
La diversidad es la existencia de la variedad y abundancia de cosas de distintas características, y puede
aplicarse a diferentes ámbitos:

Diversidad biológica: se refiere a las distintas especies de

flora y fauna que habitan una región.

Diversidad de ecosistemas: la multitud de ecosistemas que integran el

planeta.
Respeto a la Diversidad

Diversidad cultural: se refiere a la relación que

existe entre los distintos seres humanos que
cohabitan una región, comprende las distintas
identidades, culturas, ideologías políticas, religiosas y
costumbres propias de grupos de personas.
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Diversidad sexual: se refiere a la orientación sexual

e identidades sexuales de las personas.

Diversidad funcional: se refiere a las personas con

capacidades motoras disminuidas.
 Al existir diversidad entre los seres humanos, la
singularidad individual entre las personas,
condiciones de la naturaleza, el tema de las
diferencias aparece como una dimensión
siempre presente en cualquier ámbito de la vida,
ya que pone el foco en el respeto a la
individualidad de cada una de las personas.

Para actuar en favor de la sociedad, es indispensable que los individuos desarrollen aprecio y
respeto por la diversidad, y comprendan el concepto y relevancia de la interdependencia. En
este sentido, este cuarto y último eje temático se centra en el respeto por la diversidad y en el
reconocimiento de ésta como fuente de riqueza y creatividad.
Se pretende que una persona sea capaz de reconocer sus diferencias con otras personas en diversos
niveles, así como valorarlas y tratar de integrar las aportaciones de cada una para construir un
proyecto o tarea común.

El respeto por la diversidad es

imprescindible para que una
persona desarrolle actitudes no
discriminatorias y una conciencia
social más elevada que le permita
trabajar comprometidamente por
las causas comunes que afectan la
vida social, y por las víctimas de la
exclusión o del maltrato.
Lograr la toma de perspectiva, la empatía, la
disposición para escuchar a otros, el aprecio y
respeto por la diversidad, así como el sentido de
interdependencia, son ingredientes necesarios,
pero no suficientes para hablar de una conciencia
social, pues todavía hace falta dar el salto hacia
la acción (ejercer acciones en favor de la
sociedad).

Las acciones individuales repercuten de manera

positiva o negativa en un grupo o conjunto de
personas. La consciencia de que no sólo recibimos
de los demás, sino que los demás también reciben
de uno, es decir, lo que hacemos influye en lo que
otros hacen o dejan de hacer. Esto produce un
pleno convencimiento de que la vida privada
individual tiene siempre una dimensión pública y
social.
 REFERENCIAS

1. Kwok, J. & Selman, R. L. (2017). From Informed Social Reflection to Civic Engagement. En: García-Cabrero, B., Sandoval-
Hernández, A., Treviño-Villareal, E., Diazgranados Ferráns, S., Martínez, M.G.P. (Eds.) Civics and Citizenship. Theoretical Models and
Experiences in Latin America (pp. 17-38). Rotterdam: Sense Publishers.

2. Weng, H. Y., Fox, A. S., Shackman, A. J., Stodola, D. E., Caldwell, J. Z. K., Olson, M. C., Rogers, G.M. & Davidson, R. J. (2013).
Compassion Training Alters Altruism and Neural Responses to Suffering. Psychological Science, 24(7):1171-80.
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3. Winter, K., Spengler, S., Bermpohl, F., Singer, T., & Kanske, P. (2017). Social cognition in aggressive offenders: Impaired empathy,
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