PARA DEFENDER ESTAS

GLORIOSAS VERDADES
ESCRITURAS PARA LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ

Elder Christopher J. Coleman

de la Misión, México Ciudad de México Norte
Dic. 2001 – Dic. 2003

Classic LDS Books

2003
Estas hojas se escribieron por primera vez en 2003. Esta es la versión revisada y ampliada de 2008
 Jehová es Jesucristo
Las escrituras nos enseñan que Jehová y Jesucristo son un mismo personaje, o la misma
persona. En otras palabras, Jehová no es Dios el Padre. Veamos estas escrituras que declaran y
apoyan esta verdad:

1) ¿Quién es nuestro Salvador? (Solo hay UNO) Compárese: Isa. 43:11 con Hech. 4:10-12;
Isa. 43:3 con Mateo 1:21; Isa. 45:17 con 1 Juan 4:14-15; Oseas 13:4 con Lucas 2:11.
2) ¿Quién es nuestro Redentor1? Compárese: Sal. 49:15 con Rom. 3:24-25; Isa. 41:13-14
con Tito 2:14; Isa. 43:14 con Efe. 1:7; Isa. 54:5 con 1 Tim. 2:6; Isa. 59:20 con Apoc. 5:9.
3) ¿Quién será nuestro Juez? Compárese: Ecle. 3:17 con 2 Cor. 5:10; Sal. 9:7-8 con Mateo
25:31-33; Sal. 96:13 con Juan 9:38-39; Isa. 33:22 con Juan 5:22.
4) ¿Quién es el Buen Pastor? Compárese: Sal. 23:1 con Juan 10:14; Isa. 40:11 con Heb.
13:20; Ezeq. 34:11-12 con 1 Pe. 5:4; Sal. 80:1-3 con 1 Pe. 2:24-25.
5) ¿Quién es el Primero y el Último? ¿El Alfa y La Omega? Compárese: Isa. 48:12 con
Apoc. 21:6; Isa. 41:4 con Apoc. 1:17-18; Isa. 44:6 con Apoc. 1:8 y 22:13-16.2
6) ¿Quién es La Roca? Compárese: Isa. 8:13-14 con 1 Pe. 2:6-8; Deut. 32:2-4 con 1 Cor.
10:1-4.3
7) ¿Para quién preparó el camino Juan el Bautista? (Véase Juan 1:29) Compárese: A) Isa.
40:3 con Mateo 3:1-3. B) Lucas 1:76-774 con Mar. 1:1-4.
8) El Gran “YO SOY”. Compárese: Éx. 3:14 con Juan 8:56-59. Ellos dirán que “sí, Cristo
existió antes que Abraham”. Hay que recordarles que las escrituras que originalmente fueron
traducidas del hebreo al griego, que se llama la Septuaginta, dicen “Ego Eimi”. Esto en griego
significa “YO SOY”, no “Yo he sido”. Cristo estaba diciendo que Él era el Gran “YO SOY”. Es
por esa razón que los judíos quisieron matarlo porque creían que estaba blasfemando.5 Él
deliberadamente dijo “YO SOY” refiriéndose a sí mismo como Jehová.
9) ¿Quién es el Creador? Compárese: Job 38:4 con Heb. 1:10; 2 Rey. 19:15 con Hech.
14:15; Isa. 45:12 con Col. 1:15-17;6 Jer. 51:14-15 con Juan 1:1-3.

Dirán que la Biblia es perfecta

Veamos tres puntos con respecto a este tema:

1
En su Biblia dice Recomprador en lugar de Redentor.
2
En su Biblia, Apocalipsis 1:8 dice “Jehová”. Sin embargo Jesús está hablando en el libro de Apocalipsis (o un
ángel habla por Investidura Divina de Autoridad, por lo tanto habla en nombre de, y como si fuera, Jesucristo; véase
Apoc. 22:16 y la página 15 de estas hojas).
3
Deut. 32:2-4 dice que era “Jehová” mientras 1 Cor. 10:1-4 confirma que “esa roca [Jehová] era Cristo”.
4
En su Biblia, Lucas 1:76 dice “Jehová”.
5
Véase Juan 10:30-33 donde ellos dicen: “Te haces a ti mismo un Dios”.
6
Dirán que Jesucristo fue la primera creación de Dios. Por esa razón su Biblia dice que Él creó “todas las [otras]
cosas” (v. 16). Existe una palabra griega que significa “primer creado”, pero NO es la que aquí se emplea. El
término empleado es: “Prototokos” significando: “Primogénito” que viene de “Proto” (Primero) y “Tikto”
(Engendrar, Producir). La palabra o término que significa “primer creado” (Protoktistos, que viene de “Proto”
(Primero) y “Ktizo” (Crear)) no se emplea en el Nuevo Testamento. Podemos comprobar que su versión está mal
traducida, pero en lugar de contradecir su traducción incorrecta, preguntamos si esto significa que Jesucristo creó
todo. Dirán que sí. Léase Isaías 44:24. Si Cristo lo creó todo, entonces, ¿por qué dice Isaías 44:24 que Jehová lo creó
todo “[él] solo”, por sí mismo? FÁCIL ¡Jehová es Jesucristo! Pídales también que lean Colo. 1:15-17, omitiendo las
palabras entre corchetes. Leyéndolo así, se da una interpretación muy diferente.
 1) ¿Dónde están estos libros7 que menciona la Biblia?

Nombre del libro Donde se menciona

El libro del pacto Éxodo 24:4-7
El libro de las guerras de Jehová Números 21:14
El libro de Jasar Josué 10:13
Los asuntos de Salomón 1 Reyes 11:41
Las palabras de Samuel el vidente 1 Crónicas 29:29
Las palabras de Natán el profeta 1 Crónicas 29:29; 2 Crónicas 9:29
Las palabras de Gad el hombre de visiones 1 Crónicas 29:29
La profecía de Ahíya el silonita 2 Crónicas 9:29
Las visiones de Idó el hombre de visiones 2 Crónicas 9:29
Las palabras de Semaya el profeta 2 Crónicas 12:15
Las palabras de Jehú hijo de Hananí 2 Crónicas 20:34
El Libro de los Reyes de Israel 2 Crónicas 20:34
Los asuntos de Uzías 2 Crónicas 26:22
Las palabras de los hombres de visiones 2 Crónicas 33:19
Epístola anteriormente escrita a los Corintios 1 Corintios 5:9
Epístola anteriormente escrita a los Efesios Efesios 3:3
Epístola a los Laodicenses Colosenses 4:16
Otra epístola de Judas Judas 1:3
Las profecías o el libro de Enoc Judas 1:14-15
Otra referencia importante Juan 20:30 y 21:25

Ellos dirán que estos son los libros apócrifos. El problema con este razonamiento es que la
mayoría de dichos libros no se han encontrado. Además los libros apócrifos que tenemos,
basándonos en la Biblia Rey Santiago, se llaman así: 1 Esdras, 2 Esdras, Tobit, Judit, Resto de
Ester, Sabiduría de Salomón, Eclesiástico, Baruc, Canción de los tres niños, Historia de Susana,
Historia de Bel y el Dragón, Oración de Manasés, 1 Macabeos y 2 Macabeos. Así podemos ver
que los 19 libros que se citaron en la tabla no se hacen parte de los libros apócrifos. Si la Biblia
es perfecta, ¿por qué no contiene estos libros que la Biblia misma menciona?

2) La Biblia se contradice. Al decir que la Biblia se contradice, no es mi intención descreditar

la Biblia, porque en verdad es un libro hermoso y verdadero que testifica de Dios y los tratos que
tiene con Su pueblo. Allí encontramos la misión mortal de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
Simplemente “Creemos que la Biblia es la palabra de Dios hasta donde esté traducida
correctamente” (AdeF 8; cursiva agregada). Con esto en mente, véanse y compárense las
siguientes escrituras:8

Génesis 6:6 con Números 23:19: ¿Dios siente pesar, o no siente pesar?

7
Todos los nombres de los libros son los que se menciona su Biblia.
8
He incorporado las frases en las preguntas tal como se escriben en su Biblia.
 Mateo 27:5 con Hechos 1:18: De qué manera murió Judas: ¿ahorcado, o cayendo de cabeza y
reventado por en medio?9
Hechos 9:7 con Hechos 22:9: En la apariencia de Jesucristo a Saulo (Pablo) ¿los hombres
oyeron pero no vieron, o vieron pero no oyeron?10
Juan 3:22 con Juan 4:1-2: ¿Jesucristo bautizaba o no bautizaba?11
Hechos 7:22 con Éxodo 4:10: ¿Moisés era “poderoso en sus palabras” o era “lento de boca y
lento de lengua” – una persona que no hablaba con fluidez?
Mateo 5:1 con Lucas 6:17: Hablando del Sermón del monte, ¿Cristo “subió a la montaña” o
“se apostó en un lugar llano”?
Mateo 27:9-10 con Zacarías 11:10-13: ¿Se cumplió lo que dijo Jeremías, o Zacarías?
Mateo 27:45, Marcos 15:33, Lucas 23:44 con Juan 19:14: Qué sucedió en la sexta hora el día
en que murió Jesucristo, ¿estaba colgado en la cruz y hubo tinieblas o estaba siendo juzgado?
Mateo 27:37 con Marcos 15:26, Lucas 23:38 y Juan 19:19: Cada uno de los Evangelios da un
título diferente que se escribió sobre la cruz. ¿Cuál es el correcto si sólo se escribió uno?
Si la Biblia es perfecta, ¿por qué se contradice en varios lugares?

3) ¿Dónde están estas escrituras? Dentro de la Biblia de los Testigos, no se encontrarán las
siguientes 16 escrituras: Mateo 17:21; 18:11; 23:14; Marcos 7:16; 9:44,46; 11:26; 15:28; Lucas
17:36; 23:17; Juan 5:4; Hechos 8:37; 15:34; 24:7; 28:29; Romanos 16:24. Si usted les pregunta:
¿por qué le faltan a su Biblia estas 16 escrituras importantes? Allí es cuando usted tendría la
oportunidad de recordarles de su propia interpretación (aunque sea equivocada) de Apocalipsis
22:18-19 (que dice que no debemos de añadir ni quitar escritos de la Biblia). Con respecto a
Apocalipsis 22:18-19, los Testigos utilizan esta escritura para “comprobar” (digamos) que el
Libro de Mormón es “falso”. A continuación se dará más información sobre este punto en cuarto
partes, pues es fácil para explicar. Siempre tenemos que recordar que “Dios manda a todos que
escriban” (2 Ne. 29:8-12).

Primera parte. Algo muy interesante es que encontramos dos versículos de escritura que
contienen el mismo significado que Apoc. 22:18-19 en Deut. 4:2 y 12:32. Si Apocalipsis 22:18-
19 se refiriera a la Biblia entera, entonces no debería haber más escritos dentro de ella después de
los primeros cinco libros. Obviamente tenemos más, por lo tanto, Apocalipsis 22:18-19 no se
refiere a la Biblia entera – sólo al libro de Apocalipsis.

Segunda parte. El libro de Apocalipsis fue escrito cerca del año 96 D.C. En aquel tiempo, aun
no existía la Biblia, pues ésta no llegó a existir sino hasta el año 397 d.C. en el Concilio de
Cartago. Biblia, en griego, significa “los libros” o “colección de escritos”.

9
Es más probable que Judas se ahorcó, pero la cuerda o quizás el árbol (o lo que sea) no fue lo suficientemente
fuerte para sostenerlo. Por lo tanto, ahorcándose, se cayó de cabeza y allí es cuando se reventó por en medio.
10
La Traducción de José Smith (TJS) de Hechos 9:7 aclara este punto: “Y los que iban con él vieron a la verdad la
luz, y tuvieron temor; pero no oyeron la voz del que le hablaba”. Esto es lo que en verdad sucedió debido a que el
mensaje que Jesucristo llevaba fue para Pablo, no para los hombres quienes le acompañaban. Por lo tanto Pablo vio
a Cristo y le oyó mientras los demás vieron una luz pero no oyeron nada.
11
TJS Juan 4:1-4 de nuevo aclara este punto: “De manera que cuando los fariseos oyeron decir que Jesús hacía y
bautizaba más discípulos que Juan, más diligentemente buscaron un medio para matarle; pues muchos recibían a
Juan como profeta, mas no creían en Jesús. Esto el Señor lo sabía, aunque él no bautizaba a tantos como sus
discípulos, porque él se lo permitía como ejemplo, prefiriéndose los unos a los otros”.
 Tercera parte. Jesucristo le mandó a Juan que escribiese todo lo que viese en un libro (el de
Apocalipsis; Apoc. 1:10-11). A este libro no hemos de añadir ni quitar los escritos.

Cuarta parte. Pídale al Testigo que le preste su Biblia a usted. En la página 1538 (después de
Apocalipsis) se encuentra una “Tabla de los libros de la Biblia” en la cual se dan algunas fechas.
Véase “Revelación” que da el año “96 d.C.” como año en que se escribió. Ahora, véanse “1, 2, 3,
Juan” que dice año “98 d.C.” De forma amable, pídales que le expliquen esto a usted.

Retomando el tema de las 16 escrituras que le faltan a su Biblia, si usted les pregunta por qué
no tienen estas escrituras, los que sean mas instruidos dirán que “los escritos originales están
gastados o dañados a causa del tiempo, y no los pudieron traducir porque no se veían”. Usted les
podrá contestar con algo semejante: “Lo que usted ha dicho me recuerda al profeta Jeremías. El
Rey Joacim quemó un rollo de revelaciones que Dios le había dado a Jeremías. ¿Qué sucedió
entonces? Jeremías, siendo un profeta y un hombre inspirado por Dios, recibió y escribió ‘todas
las palabras del libro’ (Jer. 36:27-32). ¿Entonces, esto quiere decir que sus líderes no son
inspirados por Dios?” Si dicen que sí, son inspirados por Dios, usted puede enseñarles su propio
folleto donde ellos mismos dicen que “no son inspirados por Dios”.12

¿Ya no existen los profetas? ¿Ni la revelación?

Las escrituras son claras cuando declaran: “Palabra de Jehová… mandato sobre mandato, línea
sobre línea, un poco aquí, un poco allá” (Isa. 28:9-13). Una verdad absoluta y eterna es que Dios
no cambia,13 “si así fuese, dejaría de ser Dios” (Morm. 9:19). Debido a que no cambia, tampoco
cambia la manera en que opera (Sal. 102:27; Mal. 3:6; Heb. 13:8; Stg. 1:17). Él siempre ha
trabajado a través de Sus profetas y lo hace por revelación divina. Véanse las siguientes
escrituras que se tratan de los profetas y apóstoles: Núm. 11:29; Mar. 6:7; 1 Cor. 12:27-28; Efe.
2:19-20; Efe. 4:11-14;14 Hech. 1:21-26; 13:1-3; 21:10; Amós 3:7. Ahora veamos algunas

12
Véase el Apéndice (pág. 17) de estas hojas para ver la imagen escaneada de ese folleto. El folleto se llama Los
Testigos de Jehová efectúan unidamente la voluntad de Dios por todo el mundo, (págs. 26-27). Siendo un folleto de
ellos, todo lo que se escribe en él viene directamente de ellos y de nadie más. Las palabras son 100% suyas.
13
Puede ser que los Testigos digan que nosotros creemos que Dios una vez fue hombre. Esto es cierto. ¿Cómo
podemos reconciliar esta verdad con la de que Dios no cambia? El presidente Joseph Fielding Smith dijo:
En las Escrituras leemos que Dios es “infinito y eterno, de eternidad en eternidad el mismo Dios
inmutable”; que Él es “el mismo ayer, hoy y para siempre” que es “inmutable de eternidad en eternidad”.
¿En qué forma concuerda esto con la enseñanza del Profeta: “¡Dios una vez fue como nosotros ahora; es un
hombre glorificado!... en un tiempo fue hombre como nosotros; sí, que Dios mismo, el Padre de todos
nosotros, habitó sobre una tierra, como Jesucristo mismo lo hizo…”?
…. Y bien, ¿no es cierto esto y existe alguna contradicción con la idea de que haya pasado por los
mismos estados que tenemos que pasar nosotros? De eternidad en eternidad significa desde la existencia
espiritual pasando por el estado de probación en el cual estamos y volviendo a la existencia eterna que
vendrá. Ciertamente que esto significa eterno, porque al recibir la resurrección ya nunca moriremos. Todos
existimos en la primera eternidad. Creo que puedo decir por mí mismo y por otros; venimos desde la
eternidad; y vamos hacia la eternidad sin fin si es que recibimos la exaltación. La parte inteligente del
hombre no fue creada sino que existió siempre. Eso se aplica a cada uno de nosotros, así como también a
Dios; sin embargo, hemos nacidos hijos e hijas de Dios en el espíritu y estamos destinados a existir
siempre. Aquellos que lleguen a ser como Dios también serán de eternidad en eternidad” (Doctrina de
Salvación, 1:10-11; cursiva en el original).
14
El versículo 13 dice que así ha de ser “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe”. Lamentablemente no
hemos llegado a la unidad de la fe. Así que aún son necesarios los profetas y apóstoles.
escrituras, de muchas, que hablan de la revelación: Núm. 12:5-8; Isa. 42:9; Juan 16:13-14; Gál.
1:11-12; Prov. 29:18; Apoc.1:1; Efe. 1:17-18; 1 Cor. 2:9-16.15 Como testifican las escrituras,
podemos ver que ambos, los profetas y la revelación, son importantes y esenciales.

Ellos son aferrados de que Jesucristo resucitó en espíritu

Por la falta de entendimiento de qué es una resurrección, pues no existe ninguna definición en
la Biblia16 de lo que ella es, muchos del mundo han andado errante con respecto a esta doctrina;
incluso los Testigos. Este tema es muy fácil para explicar. Jesucristo no resucitó como espíritu,
sino resucitó en cuerpo (o con Su propio cuerpo). Véase Juan 2:19-22 donde Él mismo testifica
que levantaría Su propio cuerpo. Por lo tanto, si Jesucristo dijo que “levantaría este templo… el
templo de su cuerpo”, ¡no creo que Él mintiera! Véanse las siguientes escrituras: Lucas 24:36-
43;17 Juan 20:25-27; Fil. 3:20-21;18 Hech. 1:9-11.19

Ahora, pregúnteles acerca del año 1914. Charles Russell “profetizó” que Jesucristo vendría en
1914. No sucedió. Ellos dijeron otra vez que vendría en julio del 1975. De nuevo no ocurrió.20
Ahora, pregúnteles: “¿Resucitó Cristo en cuerpo o en espíritu?” Si dicen en el cuerpo, dígales:
“Si resucitó en cuerpo, ¿dónde estaba Su cuerpo cuando ‘Él vino’ en 1914? ¿Por qué nadie lo
vio?” Si dicen en el espíritu, pregunte si Su espíritu fue parte de Él mientras vivió sobre la tierra.
Si fue parte de él, nuestros espíritus son inmortales, comprobando que en verdad tenemos un
espíritu y que éste nos da la vida (ellos no creen que tenemos espíritus). Si dicen que no fue parte
de él, entonces nada resucitó porque no hubo espíritu que pudiera resucitar. Ellos no pueden ser
testigos verdaderos de este acontecimiento entonces. Además, Jesucristo no pudo haber venido
en el espíritu en 1914. ¿Por qué? Primero: Cristo murió (Lucas 23:46). Su espíritu salió de su
cuerpo y así falleció porque la muerte es la separación del espíritu y el cuerpo (Stg. 2:26). Él
resucitó en cuerpo y esto significa que Su cuerpo y Su espíritu jamás se separarán nuevamente.
Cristo murió una vez (Rom. 6:9-10). Si Su espíritu salió de Su cuerpo de nuevo, esto significa
que Él murió dos veces y esto es imposible. Tal como Cristo, nosotros también moriremos una
vez (Heb. 9:27). Tal vez digan algo como: “Pero carne y sangre no pueden heredar el reino de
Dios” (1 Cor. 15:50). Esto sí, es cierto. Sin embargo, aquí es donde la falta de conocimiento
sobre lo que es una resurrección les perjudica. Un cuerpo perfecto e inmortal no tiene sangre,
solo carne y huesos (DyC 130:22; Lucas 24:39). Tres versículos más adelante vemos que Pablo
hablaba de un cuerpo mortal en el ver. 50. 1 Corintios 15:53 dice: “Porque es menester que esto
corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad” (cursiva
agregada). Nuestros cuerpos mortales serán inmortales (perfectos).21 Después de explicar todo lo
dicho, léales 2 Juan 7 y pregunte otra vez si Cristo vino en la carne para ver qué dicen.

15
El versículo 14 es muy bueno para ellos, pero que usted sea amable al recordarles sobre este punto.
16
Dos de las mejores definiciones se encuentran en el Libro de Mormón: Alma 11:42-45; 40:23.
17
Obviamente un espíritu no puede comer. Es por eso que Cristo dice en el versículo 39: “Mirad mis manos y mis
pies, que yo mismo soy; palpad y ved, porque un espíritu no tiene carne ni huesos como veis que yo tengo” (cursiva
agregada).
18
Cristo “transformará [nuestro cuerpo], para ser semejante al [Suyo]”.
19
Él regresará con Su cuerpo tal como había ascendido con Su cuerpo.
20
Deuteronomio 18:21-22 habla de los profetas cuyas profecías no se cumplen. Además, véanse: Mateo 24:26-31,
36, Apoc.1:7 e Isa. 40:5 que hablan claramente sobre la segunda venida y que todo ojo le verá cuando venga.
21
Pablo también llama “cuerpos espirituales” a estos cuerpos inmortales: “se siembra cuerpo natural, resucitará
cuerpo espiritual. Hay cuerpo natural, y hay cuerpo espiritual” (1 Cor. 15:44). El cuerpo natural es el cuerpo mortal
 Una vez un Testigo sacó 1 Pedro 3:18 y me dijo: “¡Aquí está, vivificado en el espíritu!” Le
dije: “¡Eso no dice que él resucitó en el espíritu, sino que comprueba que hay vida después de la
muerte!” De hecho, esta escritura nos ayuda a comprobar una doctrina en la cual ellos no creen:
que sí, hay vida después de esta vida. Veamos este punto.

Hay vida entre la muerte y la resurrección

Ellos utilizan Eclesiastés 9:5, 10 para “comprobar” que no hay vida después de la muerte. Esta
escritura sólo se refiere al cuerpo mortal. El versículo 5 dice que “los muertos nada saben… su
memoria es puesta en olvido”. La verdad, esto es cierto. Después de pasar el tiempo, la memoria
de las personas que fallecieron, se va hasta que casi ya no nos acordemos de ellos. El versículo
10 dice: “En el seol… no hay obra… ni sabiduría”. ¿Qué es el seol? Es una palabra Hebrea que
significa el infierno, pero en varias traducciones de la Biblia, aquí dice la tumba. ¿Qué está allí?
El cuerpo y obviamente está muerto. ¡Por eso no hay obra ni sabiduría etc.! Si leemos
Deuteronomio 34:5, aprendemos que “Moisés murió”.22 Compárese Deut. 34:5 con Mateo 17:1-
3. Pregúnteles: ¿Cómo pudo haber estado allí Moisés, después de su muerte y antes de su
resurrección, si no hay vida después de la muerte? En Lucas 16:19-31 se encuentra un ejemplo
perfecto cuando Jesucristo mismo enseñó sobre el Mundo de los Espíritus (también véase Alma
40:11-14). De este Mundo de los Espíritus, una parte se llama Hades, tinieblas de afuera o la
cárcel espiritual (Hech. 2:27; 1 Pe. 3:18-19).23 La otra parte se llama Paraíso o el Seno de
Abraham (Lucas 23:43; Apoc. 2:7; 2 Cor. 12:4).24 Sabemos que el espíritu sigue vivo, pues así
éramos antes de que naciéramos aquí sobre esta tierra. El espíritu es eterno (DyC 93:33) y
cuando uno muera, el espíritu sigue vivo porque hay vida entre la muerte y la resurrección.

El hombre tiene un espíritu

Ellos creen que el hombre no tiene un espíritu (esta es la razón principal por no creer que hay
vida entre la muerte y la resurrección). Ellos basan esta creencia en Génesis 2:7 donde dice
“aliento de vida”. Éste sólo es una frase de describir el hecho de Dios al poner el espíritu
inmortal del hombre adentro de su cuerpo mortal. Las siguientes escrituras dicen espíritu en su

y el cuerpo espiritual es el cuerpo inmortal. Pero, ¿por qué se le llama un cuerpo espiritual si es un cuerpo físico y
perfeccionado? La respuesta se encuentra en Alma 11:45:
Ahora bien, he aquí, te he hablado concerniente a la muerte del cuerpo mortal y también acerca de la
resurrección del cuerpo mortal. Te digo que este cuerpo terrenal se levanta como cuerpo inmortal, es decir,
de la muerte, sí, de la primera muerte a vida, de modo que no pueden morir ya más; sus espíritus se unirán
a sus cuerpos para no ser separados nunca más; por lo que esta unión se torna espiritual e inmortal, para
no volver a ver corrupción (cursiva agregada).
Vemos que un cuerpo resucitado tiene un espíritu y éste le da vida, no sangre. El presidente Joseph Fielding Smith
enseñó: “¿Qué es un cuerpo espiritual? Aquel que es vivificado por el espíritu y no por la sangre. Nuestro Padre
Celestial y nuestro Salvador, y todos aquellos que han pasado por la resurrección, tienen cuerpos físicos de carne y
hueso, pero sus cuerpos son vivificados por el espíritu y no por la sangre, de ahí que sean cuerpos espirituales y no
cuerpos de sangre. El cuerpo inmortal es vivificado por el espíritu, pero el cuerpo mortal es vivificado por la
sangre” (Doctrina de Salvación 1:72-73; cursiva en el original).
22
Sabemos que no murió sino que fue llevado al cielo como ser trasladado (Alma 45:19; Doctrina de Salvación
2:102-103). Sin embargo, los Testigos no lo saben. Tendrán que creer en lo que dice la Biblia.
23
Isaías también habló de la cárcel espiritual en Isaías 24:21-22; 42:6-7; 61:1.
24
Si usted lee 2 Corintios 12:2-4 con cuidado, podrá ver que el Reino de los cielos y el Paraíso son dos lugares
distintos y diferentes. Para más información sobre el Mundo de los Espíritus, véase DyC 138.
Biblia y habla de él: Núm.16:22; Job 12:9-10; Job 32:8; Ecle. 3:19-21; Lucas 23:46; Zac. 12:1;
Juan 6:63; Hech. 7:59; Ecle. 12:7; Stg. 2:26. Quizás digan que podemos intercambiar las
palabras espíritu y aliento (basándose de nuevo en Gén. 2:7). Leamos las siguientes escrituras,
pero en lugar de decir espíritu, digamos aliento: Isa. 57:15; Mateo 5:3; y Juan 4:24. Aliento
cambia por completo el significado. No creo que sea posible tener “aliento humilde”. Isaías
distingue la diferencia entre los dos en Isaías 42:5. Como vemos, espíritu y aliento son dos cosas
diferentes. Si fuesen la misma cosa, ¡quisiera ser “pobre en aliento” (Mateo 5:3) para que sea yo
parte del reino de los cielos! Debido a que tenemos espíritu, o somos espíritus revestidos en
cuerpos mortales, ¿de dónde vinimos y cómo éramos antes de que tomáramos sobre nosotros un
cuerpo mortal? Respuesta: vivíamos en la vida premortal.

La vida premortal
Ellos no creen en la vida premortal. Para nosotros, las escrituras son muy claras y es por eso
que podemos enseñarles acerca de lo que sucedió en el concilio de los cielos. Primero,
recordamos que nuestros espíritus son inmortales (DyC 93:29, 33-34) y que todos somos hijos de
Dios (Heb. 12:9; Núm. 16:22). Estábamos con el Padre cuando Él nos presentó el Plan de
Salvación y “nos regocijábamos” (Job 38:4-7). Proverbios 8:22-31 es una referencia excelente y
para más detalles podemos ver Abraham 3:22-26. En este concilio, Satanás se rebeló y fue
echado abajo y llegó a ser el Diablo (Isa. 14:12-15; Moisés 4:1-4; Abr. 3:27-28). Se le echó fuera
por su rebelión abierta contra Dios y porque perdió la guerra en los cielos (Apoc. 12:7-8). Una
tercera parte de las huestes del cielo fueron echados fuera por seguirlo (Apoc. 12:9, 4; Judas 1:6;
2 Pe. 2:4; Lucas 10:18). En este concilio, Cristo, quien fue preordenado, ahora formalmente fue
escogido como nuestro Salvador (1 Pe. 1:18-20; Juan 17:5). Los líderes de la Iglesia fueron
escogidos desde la fundación del mundo también (Jer. 1:4-5; Efe. 1:3-4; Alma 13:1-4; Abr. 3:22-
23). Aun los miembros de la Iglesia fueron elegidos (2 Tes. 2:13-14) y los de la casa de Israel
(Deut. 32:7-9). Ahora, no recordamos estas cosas a causa del velo que ahora cubre nuestras
memorias o mentes (Ecle. 1:11; 1 Cor. 13:12). Satanás y sus seguidores saben quienes somos y
recuerdan todos estos eventos porque “ellos no guardaron su primer estado” (Abr. 3:26) y el velo
no fue puesto sobre sus mentes (Mar. 1:23-24). Como podemos ver, sí hay una vida premortal.

Leyes del país

Ellos no irán a la guerra ni saludarán a la bandera. Lo interesante es que Cristo obedeció las
leyes (Mateo 17:24-27; Mateo 22:17-21). Dígales que una creencia importante suya es que
debemos hacer lo que Jesucristo hizo.25 Veamos los escritos de sus testigos verdaderos, los
Apóstoles – 1 Tim. 2:1-3; 1 Pe. 2:13-15; Tito 3:1 y Rom. 13:1-7 – que hablan de las leyes de la
tierra. ¿Debemos de tomar armas? Cristo dice que sí – Lucas 22:35-38. Aún Jehová (Cristo)
mandó a Israel que matara y arrojara a los Cananeos de la Tierra Prometida (Núm. 21; Josué 17)
para que el pueblo del convenio quedara con ella sin las malas influencias de la gente inicua. Hay
un tiempo de matar (Ecle. 3:3), y ese tiempo es el tiempo de guerra. No debemos hablar mal de
nuestros líderes (Éx. 22:28). Las leyes de este país (EE.UU.) fueron establecidas por hombres

25
Esta enseñanza se encuentra en su Biblia en la página 1653. Véase: “21. Jesús” bajo la sección “C” de dicho
número/tema. La segunda oración dice: “Hay que obedecer mandatos, hacer la obra que Jesús hizo” (Juan 14:12; 1
Juan 2:6).
quienes fueron inspirados por el Señor (DyC 101:76-80). Por lo tanto, debemos obedecer las
leyes de la tierra porque así quería el Señor que fuese.

Cristo tiene el mismo poder y autoridad que el Padre

Ellos creen que Cristo es inferior al Padre. En un sentido le menosprecian porque no entienden
la jerarquía de Dios. El Padre siempre será el Padre de Cristo y Él siempre será adorado por
Cristo también. Sin embargo, hablando de poder y autoridad, pregunto yo: si toda potestad y
todas las cosas fueron dadas a Jesucristo, ¿no le haría todopoderoso? Véase estas escrituras:
Mateo 11:27; Juan 3:35; Juan 16:15; Juan 17:10. Jesús aun dijo que recibió “toda potestad en el
cielo y en la tierra” (Mateo 28:18). ¿Quién puede hacer “cualquiera cosa que hace el Padre de
igual manera?” (Juan 5:19). ¡Es Jesucristo! ¿Por qué? Es porque el Padre quiere que honremos al
Hijo como honramos al Padre (Juan 5:23).

Ellos dirán que el Padre es mayor que Jesucristo y citarán Juan 14:28. Durante Su tiempo aquí
sobre la tierra, sí, fue cierto. ¿Por qué? Es porque Dios el Padre tenía (¡y todavía tiene!) un
cuerpo perfecto, glorificado e inmortal. Al venir a la tierra, Jesús fue hecho “menor que los
ángeles” (Heb. 2:9). La misma escritura dice que fue “coronado de gloria y de honra [porque
padeció] la muerte”. Yo digo que esta escritura se refiere a su cuerpo. Al resucitar, Él recibió un
cuerpo perfecto e inmortal (Fil. 3:20-21). Ahora que tiene un cuerpo perfecto, Él es igual al
Padre. Si los Testigos tienen una duda al respecto, ¡sí, Dios el Padre tiene un cuerpo! Citarán
Juan 4:24 para decir que Dios es un espíritu (véase TJS Juan 4:26 para una mejor rendición). Sí,
Dios es un espíritu como nosotros lo somos; pero hay que comprender lo que esto significa en la
luz del evangelio verdadero. Es que todos hemos sido revestidos con cuerpos de carne y huesos.
“Su nombre es Hombre de Santidad” (Moisés 6:57) porque es un hombre exaltado.26 Juan 4:24
también dice que debemos de “adorarle en espíritu y en verdad”. Cuando adoramos, nuestros

26
El Profeta José Smith enseñó lo siguiente sobre la naturaleza de Dios, el Padre:
No son sino pocos los seres en el mundo que entienden correctamente la naturaleza de Dios. La gran
mayoría del género humano no comprende nada, ni lo que atañe a lo pasado, ni lo que corresponde a lo
futuro en lo que respecta a su relación con Dios. No saben ni entienden la naturaleza de esa relación; y
consiguientemente, no saben sino poco más que el animal, o poco más que comer, beber y dormir. Esto es
todo lo que el hombre sabe acerca de Dios y Su existencia, a menos que se dé el conocimiento por la
inspiración del Omnipotente…
Si los hombres no comprenden la naturaleza de Dios, no se comprenden a sí mismos…
Las Escrituras nos indican que “esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a
Jesucristo, a quien has enviado” [Juan 17:3].
Si un hombre no conoce a Dios, y pregunta qué clase de ser Él es, si busca diligentemente en su propio
corazón para saber si la declaración de Jesús y de los apóstoles es cierta, comprenderá que no tiene la vida
eterna; porque no puede haber vida eterna bajo ningún otro principio.
Mi primer objeto es conocer la naturaleza del único Dios sabio y verdadero, y qué clase de ser Él es…
¡Dios una vez fue como nosotros ahora; es un hombre glorificado, y está sentado sobre Su trono allá en
los cielos! Ése es el gran secreto. Si el velo se partiera hoy, y el gran Dios, que conserva este mundo en su
órbita y sostiene todos los mundos y todas las cosas con Su poder, se manifestase a sí mismo, digo que si lo
vieran hoy, lo verían en la forma de un hombre, así como ustedes se hallan en toda la persona, imagen y
forma misma de un hombre; porque Adán fue creado a la misma imagen y semejanza de Dios, y de Él
recibió instrucciones, y anduvo y conversó con Él, como un hombre habla y se comunica con otro…
…Cuando entendemos la naturaleza de Dios, y aprendemos cómo acercarnos a Él, entonces Él empieza a
manifestarnos los cielos y a explicar todas las cosas. Cuando estemos dispuestos a venir a Él, también Él
estará dispuesto a venir a nosotros” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 42-43).
espíritus no salen de nuestros cuerpos para que adoremos a Dios “en espíritu”. Podríamos
interpretar la última parte de esta escritura literalmente tal como ellos interpretan la primera
parte, sin embargo podemos entender el significado mejor al leer 1 Cor. 6:17: somos “un espíritu
con él”. Somos espíritus como dice Juan cuando dice que “Dios es espíritu”. El contexto de Juan
4 nos enseña que los Samaritanos no sabían lo que adoraban (v. 22). 2 Reyes 17:28-34 nos
enseña que eran paganos. Cristo dice que “Dios es Espíritu” para enseñarle que Dios no era un
dios pagano, pero que es como nosotros (1 Juan 3:2). Las escrituras dicen que “Dios es luz” (1
Juan 1:5), “Amor” (1 Juan 4:8) y “Fuego” (Heb. 12:29). La cosa más importante es que somos
Sus hijos (Sal. 82:6; Mal. 2:10; Juan 20:17; Hech. 17:28-29; Rom. 8:16-17; Efe. 4:6; Heb. 12:9).
Además, “Dios creó al hombre, a semejanza de Dios lo hizo; a imagen de su propio cuerpo,
varón y hembra los creó, y los bendijo” (Moisés 6:8-9; cursiva agregada). Así que, fuimos
creados en su “imagen y semejanza” tal como Set fue creado en la “imagen y semejanza” de su
padre terrenal, Adán (Gén. 1:26-27; 5:1-3).

Analicemos este punto un poco más. Hebreos 1:3 dice que Jesucristo es “la imagen misma de
su sustancia [de Dios el Padre]”. Vemos que Dios el Padre es perfecto (Mateo 5:48) y que Cristo
“fue perfeccionado” (Heb 5:9). Sostendré que esta escritura se refiere a su cuerpo porque
sabemos que espiritualmente Cristo siempre ha sido perfecto, y nunca ha pecado (1 Pe. 2:22).
Ahora hemos establecido el punto de que ambos Dios el Padre y Jesucristo son perfectos.
Esteban vio a ambos (con cuerpos) en los cielos (Hech. 7:55-56). ¿Quién es más perfecto: Dios
el Padre quien tiene (o es, según los Testigos) “sólo un espíritu”, o Cristo, quien tiene un espíritu
y un cuerpo inmortal? Recordemos que Cristo es la imagen misma del Padre (Heb. 1:3; Juan
14:8-9) y Cristo tiene un cuerpo. Reflejémonos sobre este punto. Además, aún Cristo dijo que
Dios era (¡y es!) un hombre (Juan 8:12-18). Ellos citarán 1 Cor. 11:3 para defenderse: “Dios es la
cabeza de Cristo”. Otra vez, durante Su tiempo sobre la tierra, sí fue verdad. Ahora son iguales.
La misma escritura también dice que “el varón es la cabeza de la mujer”, pero sabemos que son
“una sola carne” (Gén. 2:24), o iguales. El uno no es mayor que el otro.27 Es igual en la relación
de Dios y Jesucristo. Por eso Cristo dijo: “Yo y el Padre uno somos” (Juan 10:30). Yo creo que
ya es suficiente para comprobar que Dios el Padre y Jesucristo son iguales en poder y autoridad.

Podemos ver a Dios y vivir

Sabemos que podemos ver a Dios. Adán, el primer hombre y profeta estuvo con Dios en el
Jardín de Edén y por el testimonio de él, los demás podían saber de Dios.28 Veamos algunas de
varias apariciones de Dios al hombre: Dios caminaba con Enoc (Gén. 5:24). Apareció a Abram
(Gén. 12:7), y a Jacob (Gén. 32:24-30).29 Moisés, Aarón y 70 ancianos (élderes) lo vieron (Éx.
24:9-11). Moises lo vio de nuevo “cara a cara” (Éx. 33:11) y esto se confirma dos veces más en
Deut. 34:10: “quien [conoció a] Jehová cara a cara”, y en Núm. 12:5-8. Manoa y su esposa
vieron a Dios y vivieron (Jue. 13:22-23). Él apareció a Salomón dos veces (1 Rey. 3:5; 9:2;
27
Se enseña esta verdad con Adán, Eva y la costilla (Moisés 3:21-23). El decir que Eva fue creada de la costilla de
Adán es algo figurativo, no es literal. El simbolismo tras la costilla es que Eva no fue creada del pie (porque la mujer
no existe para que el hombre le pise, o tenga injusto dominio sobre ella) ni de la cabeza (porque ella no gobierna al
hombre), sino fue creada de la costilla, el lugar más cercano al corazón. Su lugar es al lado del hombre, unidos los
dos en “una sola carne (Moisés 3:24).
28
Discursos sobre la fe, Lección 2 (especialmente versículos 30-36, 53-54).
29
Con respeto a Gén. 32:24-30, Jacob luchó con un hombre. “Cuando Jacob dice que contempló al Señor, eso no era
una referencia a su lucha” (Doctrina de Salvación, 1:16).
11:9). Isaías lo vio (Isa. 6:1-5). Jesucristo promete que “los de limpio corazón… verán a Dios”
(Mateo 5:8) y en otro lugar dice: “El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y
vendremos a él y haremos morada con él” (Juan 14:23; cursiva agregada). Esta es una
manifestación personal (DyC 130:3). El ejemplo de Esteban es perfecto (Hech. 7:55-56). La
clave es que él fue “lleno del Espíritu Santo” (compárese con Moisés 1:11).

Algo que todas estas escrituras tienen en común es que todas estas personas fueron muy rectas,
la mayoría siendo profetas de Dios. Pablo enseña cual es la clave para ver a Dios en Hebreos
12:14. Tenemos que “seguir en la santidad”. Como dije, estas personas fueron muy rectas. La
misma situación fue con José Smith. ¡Yo testifico que él fue un profeta verdadero y que vio a
Dios el Padre y a Jesucristo! Él era un joven sano quien buscaba la verdad. Él pidió con
verdadera intención y recibió una respuesta. Observamos con esta manifestación dada a José
Smith que Dios y Su amado Hijo no cambian. Cuando Dios ha tenido un propósito importante,
como vemos en las escrituras ya citadas, Él mismo se les aparece a Sus siervos a quienes Él ha
elegido. Es una parte natural del evangelio. Los Testigos, para intentar comprobar lo opuesto,
sacarán Éxodo 33:20: “Y además dijo: No podrás ver mi rostro, porque ningún hombre me verá
y vivirá”.30 Podemos explicarles cuál es el contexto en el que Dios dijo esto: “Pensemos en lo
que estaba sucediendo. El pueblo de Israel no estaba siendo recto. Ellos no estaban viviendo de
acuerdo con la armonía del evangelio. Dios no aparece a personas que no merecen su presencia.
Por eso no habrían vivido si hubiesen visto a Dios. Recuerden las palabras de Pablo (Heb.
12:14). Además, un hombre debe de estar ‘lleno del espíritu’ para que aguante el poder y la
gloria de Dios como lo vemos en el ejemplo de Esteban y Moisés” (Hechos 7:55-56; Moisés
1:11).

Otras dos escrituras que los Testigos citarán son Juan 1:18 y 1 Juan 4:12 que básicamente
dicen: “Nadie ha visto a Dios”.31 Usted puede contestar: “No que alguno haya visto al Padre,
sino el que es de Dios” (Juan 6:46; cursiva agregada). Los rectos verán a Dios (Juan 14:21-23;
Mateo 5:8). Es por esa razón, y otras, el Padre y el Hijo aparecieron al profeta José Smith.
Primera – Dios no cambia; se aparecía a Sus profetas en tiempos antiguos, y lo hace hoy.
Segunda – José Smith era recto en la vista de Dios. Tercera – Ellos tenían una obra maravillosa
para él que querían que realizara (la Restauración). Aparte de todo esto, si Dios quisiera
aparecerse a un hombre y permitir que viviese, ¡lo podría hacer – Él es Dios! Nada es imposible
para él (Lucas 1:37). Yo creo que ya está claro que El hombre, sí, puede ver a Dios y vivir. Sin
embargo, citemos al Señor una vez más: “Si os despojáis de toda envidia y temor, y os humilláis
delante de mí —porque no sois suficientemente humildes—, el velo se rasgará, y me veréis y
sabréis que yo soy, no con la mente carnal o natural, sino con la espiritual. Porque ningún
ahombre en la carne ha visto a Dios jamás, a menos que haya sido vivificado por el Espíritu de
Dios. Ni puede hombre natural alguno aguantar la presencia de Dios, ni conforme a la mente
carnal (DyC 67:10-12).

30
TJS Éxodo 33:20 aclara este punto también: “Y además dijo a Moisés: No podrás ver mi rostro en esta ocasión,
no sea que mi ira se encienda también en contra de ti y te destruya a ti y a tu pueblo; porque ningún hombre entre
ellos me verá en esta ocasión, y vivirá, pues son sumamente pecadores. Y no ha habido ningún hombre pecador en
ocasión alguna, ni habrá hombre pecador en ninguna ocasión que vea mi rostro y viva”.
31
La TJS de ambas escrituras dicen así: “Y a Dios nadie le vio jamás, excepto el que ha dado testimonio del Hijo,
pues si no es por medio de él, nadie puede ser salvo” (TJS Juan 1:19); “Ninguno ha visto jamás a Dios, salvo los que
creen. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros” (TJS 1
Juan 4:12).
 “Solo 144,000 serán salvos o irán al cielo”
No he apartado mucho tiempo para estudiar sobre este tema, pero veremos lo que puedo sacar.
Empezaré con lo que sé. Los 144,000 son “sumo sacerdotes, ordenados según el santo orden de
Dios” (DyC 77:11). Para que los Testigos entiendan este punto, leamos Apoc. 5:9-10:
“sacerdotes”. Para ser un sacerdote, ¡se necesita el sacerdocio de Dios! (La autoridad divina de
Dios, dada al hombre para actuar en Su nombre). Pregúnteles: “¿Poseen el sacerdocio (o la
autoridad de Dios) ustedes? Si es así, ¿De dónde o de quién lo recibieron?” Ellos dirán que
recibieron esa autoridad de la Biblia, o por haberla estudiado, la recibieron. Léase 2 Timoteo
3:15-17 para que veamos de qué sirven las escrituras. Lamentablemente no dice que recibimos
autoridad de ellas, ¡ninguna autoridad! Pídales que te enseñen una sola escritura donde diga que
alguien recibió autoridad por medio del estudio de las escrituras o al tenerlas en la mano (no
existe ninguna). Sin embargo usted puede enseñarles varias escrituras que comprueban cómo se
obtiene la autoridad:

Hechos 18:24-28: Apolos fue “poderoso en las escrituras” y parece que él fue quien bautizó a
algunas personas en Éfeso. ¿Qué sucedió después? Pablo, un apóstol quien tenía autoridad, tuvo
que bautizarles a esas personas quienes creyeron y fueron bautizados por Apolos (Hech. 19:1-5).
Aún los hombres que tienen “buenas intenciones” no pueden tener autoridad así nada más por
desearla. Los hijos de Esceva tenían estos “deseos rectos” e intentaron echar fuera un espíritu
malo por el exorcismo después de ver que Pablo lo hizo. “El hombre en quien estaba el espíritu
malo, saltó sobre ellos y los dominó… de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y
heridos” (Hech. 19:11-16). Simón deseó el sacerdocio y “[a los apóstoles] les ofreció dinero…
Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con
dinero” (Hech. 8:18-23). La única manera por la cual un hombre pueda recibir la autoridad del
sacerdocio es a través de la ordenación. Las siguientes escrituras hablan de ésta: Jer. 1:5; Mateo
4:19; 16:17-20; 28:19-20; Mar. 3:14-15; 6:7; Lucas 10:1-2; Juan 15:16; 20:21; Hech. 1:21-26;
6:1-6; 9:1-6; 13:1-3; Heb. 5:4-6. Algunas escrituras sobre el Sacerdocio Aarónico son: Éx. 19:6;
27:21; 28:1, 41; Núm. 25:10-13; Josué 18:7; Heb. 7:5; 7:11-12; DyC 13; 27:8; 84:26-27; 107:1-
4, 13, 20. Otras sobre el Sacerdocio de Melquisedec son: Gén. 14:18; Sal. 110:4; Heb. 7:1-3;
7:11-12; 8:6; 1 Pe. 2:9; Alma 13:18; DyC 27:12-13; 65:2; 84:17, 33-39; 107:1-4, 18-19.

Además, los Testigos no son testigos verdaderos. ¿Por qué? Léase: Hech. 1:8 y pregúnteles:
“¿Ya recibieron el Espíritu Santo?” Hech. 10:38-43: Los apóstoles fueron testigos verdaderos y
fueron ordenados de antemano (Apóstol significa el que es enviado). Hech. 13:1-3: Los apóstoles
fueron apartados por la imposición de manos. Mar. 16:15-16: Sólo a los apóstoles, quienes tenían
autoridad, les dijo que predicasen. Después ellos mismos, por revelación, escogieron y apartaron
a otros para predicar. ¿Han cumplido con todos estos requisitos ustedes? ¡No! Con todo lo
anterior, ahora vemos que nadie que sea Testigo de Jehová será parte de los 144,000.
Recordemos, los 144,000 son sumo sacerdotes que tienen autoridad y han sido sellados (Apoc.
7:3; 5:9-10).

Ellos dirán que estos serán los únicos que estarán en el cielo. Para apoyar esta creencia ellos
utilizan Apoc. 14:3. Recuérdeles que los 144,000 “reinarán sobre la tierra” (Apoc. 5:10). ¿Por
qué? Es porque la Gloria Celestial estará aquí sobre la tierra (Apoc. 4:6; DyC 77:1; Apoc. 21:2-
3; DyC 88:17-20; 130:9; AdeF 10). Yo interpreto Apoc. 14:3 así: dice que “fueron redimidos de
entre los de la tierra”. En otras palabras, fueron redimidos de los de la carne. ¿Cómo son los de
la carne? Gálatas 5:19-21 explica quiénes son, y cómo son, éstos. Además dice que estas
personas “no heredarán el reino de Dios”. Habrá más que 144,000 aquí sobre la tierra. Veamos
Apoc. 14:4-5. El versículo 4 dice “redimidos como primicias para Dios y el Cordero”. Esta
misma frase se utiliza en 1 Corintios 15:20. Cristo, y después algunos santos (Mateo 27:51-53),
fueron las “primicias de los que durmieron”. Sabemos que más personas han resucitado desde
entonces. Eso sólo fue el comienzo. Todos resucitaremos y parece que los 144,000 serán entre
los que recibirán la salvación primero. Sólo son parte de todos que serán salvos. Algo interesante
también sobre el número 144,000 es que en las escrituras, el número 12 simboliza el sacerdocio.
Cuando un número es cuadrado (122 = 144) esto amplifica el significado simbólico. Así que, el
número 144 sugiere una plenitud del sacerdocio. Sin embargo, Juan nos da la imagen de una
cantidad superlativa al multiplicar 144 por 1,000 (144,000) que representa esa plenitud. Éstos
han recibido una plenitud porque han sido sellados (a la vida eterna) como ya se ha mencionado.

El versículo 5 dice: “son sin mancha delante del trono de Dios”. Comparemos estos puntos
con Apoc. 7:9-17. Vemos que Juan vio “una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas
naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono” (ver. 9). Ellos, igual como
los 144,000 “han salido de la gran tribulación” (la carne). Sus vestidos han sido lavados y
emblanquecidos en la sangre del Cordero (v. 14). “Por eso están delante del trono de Dios” (v.
15). Sabemos que todas estas personas son miembros de la Iglesia de Jesucristo, o de la Iglesia
del Primogénito.32 Esto es lo que nos enseña Hebreos 12:22-24. Analicemos esta escritura,
comparándola con algunos versículos de DyC 76. Primero, el versículo 22: Los que se han
acercado al monte de Sión son “los de manos limpias y puros de corazón” (Salmos 24:3-4). Estas
personas son “limpias” por la sangre del Salvador del mundo. Éstos estarán con “la compañía de
muchos millares de ángeles” (compárese DyC 76:66-67). Ahora, versículo 23: La versión de la
Biblia del ‘Rey Santiago’ dice: “Congregación del Primogénito” refiriéndose obviamente a
Jesucristo (compárese DyC 76:54-57). Tres puntos más en el versículo 23 son: 1) Sus nombres
“están escritos en los cielos” (DyC 76:68; 128:5-8). 2) “Dios, el Juez de todos” (DyC 76:68).
3) Hombres “justos hechos perfectos” (DyC 76:69). Ahora, el versículo 24: “Jesús el Mediador”
(DyC 76:69).

Además, el requisito para entrar al reino de Dios es el bautismo (Mateo 3:15; 28:19; Mar.
16:16; Lucas 7:29-30; Juan 3:5; Hech. 2:38; 22:16; Tito 3:5; 1 Pe. 3:21) y el perseverar hasta el
fin (Mateo 10:22; 24:13; 7:21; 16:27; Rom. 2:5-11, 13; 12:21; Gál. 6:7-9; Fil. 2:12; 2 Tes. 2:16-
17; Tito 1:16; 3:8, 14; Stg. 1:22; 2:14-20, 24, 26; 4:17, sólo para citar algunas de muchas
escrituras). También, “Dios… ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree,
no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16; cursiva agregada). La salvación se la ofrece a
todos los que crean y hagan lo que manda el Salvador. Los 144,000 son de la casa de Israel, el
pueblo del convenio (Apoc. 7:4-8). Pregúnteles de qué tribu son (no sabrán). Sabemos que los
que se bautizan dentro de la Iglesia de Jesucristo, si no son descendientes literales de Israel, son
adoptados a la casa de Israel, o al pueblo del convenio (Gal. 3:27-29; 3 Ne. 16:13; 20:25; 21:6;
21:22). Creo que este punto ya está claro: habrá más que 144,000 que irán al cielo. Aun si fuera
verdad que sólo hubiera 144,000 personas en el cielo, lamentablemente los Testigos no cumplen
con los requisitos para que sean entre los 144,000.

32
Las personas “que constituyen la Iglesia del Primogénito” (DyC 76:54) son los que pertenecerán a la Gloria
Celestial y que heredarán la tierra. Éstas regresarán a la presencia del Padre, siendo parte de la familia divina.
 Ellos atacan la verdad acerca de la Trinidad
Ellos dicen que el Espíritu Santo sólo es una “fuerza” o “la fuerza activa de Dios”. Tengo 10
preguntas: Si el Espíritu Santo es sólo “una fuerza,” entonces…

1) ¿Por qué se le llama un Dios? (Hech. 5:3-5). 2) ¿Cómo es que pueda enseñar? (Juan 14:26).
3) ¿Cómo puede oír y guiar? (Juan 16:13). 4) ¿Cómo se puede blasfemar contra él? (Mateo
12:31-32). 5) ¿Cómo es que pueda ser aquel que consuela? (Hech. 9:31). 6) ¿Cómo es que hable?
(Hech. 28:25). 7) ¿Cómo puede ser resistido? (Hech. 7:51). 8) ¿Cómo puede entristecerse? (Efe.
4:30). 9) ¿Cómo puede ayudarnos en nuestras debilidades? (Rom. 8:26). 10) ¿Por qué
bautizamos y somos bautizados en Su nombre? (Mateo 28:19). Díganme, ¿cómo es posible que
una fuerza tenga tales atributos? “Una fuerza” no habla, no enseña, no se entristece, etc.

Ellos dirán que el Espíritu Santo no puede ser una persona porque es “derramado” (Hech. 2:4,
17, 33; 10:45). Sin embargo, en una profecía sobre la crucifixión de Jesucristo, de Él dice que
también es derramado (Sal. 22:14). Sólo es una figura del discurso. Ya que el Espíritu Santo es
un personaje del espíritu y no tiene un cuerpo, su influencia puede ser “derramada”. Las
siguientes escrituras se tratan del Espíritu Santo. Él estuvo involucrado en el nacimiento de
Jesucristo (Mateo 1:18-20, 23; Lucas 1:32, 35). Estuvo con Cristo mientras ayunaba por 40 días
(Mar. 1:12; Lucas 4:1). Tres personas distintas estuvieron presentes en el bautismo de Jesucristo:
Dios el Padre (estaba en el cielo), el Salvador (en las aguas bautismales), y el Espíritu Santo (que
descendía del cielo como paloma (Mateo 3:16-17).33 Como podemos ver, la Trinidad está
compuesta de 3 personajes distintos quienes tienen el mismo propósito, y que el Espíritu Santo
estaba presente en cada evento importante en la vida del Salvador.

Última pregunta: ¿cómo podía dirigir la obra misional el Espíritu Santo? Qué llamamiento tan
sagrado y qué posición tan importante tenía. Leamos: Hech. 1:8; 4:8; 5:32; 16:6; 20:28. Él estaba
presente en el llamamiento de Pablo y Bernabé (Hech. 13:1-3). Apoc. 2:7, 29 dicen: “oiga lo que
el espíritu dice a las iglesias”. Cuatro escrituras más que nos enseñan que la Trinidad se hace de
3 personajes distintas son: Mateo 3:13-17; 28:19; 1 Juan 5:7; 2 Corintios 13:14. Sí, el Espíritu
Santo es parte de la Trinidad y no es solo una fuerza, ni la fuerza activa de Dios.

Jesucristo es un Dios (con “D” mayúscula)

Ellos enseñan que Cristo solamente es un dios y no es un Dios; que Él es solamente poderoso
y no es todopoderoso (véase la sección: “Cristo tiene el mismo poder y autoridad que el Padre”

33
El relato del bautismo de Jesucristo dice que “descendió el Espíritu Santo sobre [Cristo] en forma corporal, como
paloma” (Lucas 3:21-22; cursiva agregada). Estos versículos enseñan la verdad que el Espíritu Santo tiene forma de
un hombre con cuerpo. Cuando Nefi vio al Espíritu Santo, él dijo: “pues le hablaba como habla el hombre; porque vi
que tenía la forma de hombre. No obstante, yo sabía que era el Espíritu del Señor; y él me hablaba como un hombre
habla con otro” (1 Ne. 11:11). Otro comentario acerca de Mateo 3:16: Tal vez digan algo como: “¡Esa escritura
enseña que el Espíritu Santo es una fuerza!” o “Entonces, ¿el Espíritu Santo es una paloma? ¿Se puede cambiar a
una paloma?” José Smith enseñó que Juan vio “al Espíritu Santo descender en forma de paloma, o mejor dicho, en la
señal de la paloma… La señal de la paloma fue instituida desde antes de la creación del mundo, como testigo del
Espíritu Santo… El Espíritu Santo es un Personaje y tiene la forma de un personaje… El Espíritu Santo no puede
transformarse en paloma; pero se dio a Juan la señal para simbolizar la verdad del hecho, por ser la paloma un
emblema de la verdad y la inocencia (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 86). Así es.
en la pág. 9 para más información). Leamos estas escrituras que explican más sobre Jesucristo:
Isa. 7:14; Mateo 1:23; Isa. 9:6; Sal. 49:15; Tito 1:3-4; 2:13; Heb. 1:8;34 1 Juan 5:20; Apoc. 5:11-
14; Apoc. 17:14 (¡Él es Señor de señores y Rey de reyes!) ¡Cristo es divino! Jamás debe haber
duda alguna. Él es el Dios de nuestra salvación. Ya ha recibido Su herencia y por lo tanto tiene
“todo lo que el Padre tiene”.

“Ángeles” bajaron y se casaron con las hijas de los hombres

Ellos creen en la enseñanza que ángeles bajaron y se casaron con las hijas de los hombres; y
de estas relaciones nacieron “gigantes en la tierra”. Todo esto por malinterpretar Génesis 6:1-4.
Ellos dicen que “los hijos de Dios” son ángeles y que éstos se casaron con los humanos (las hijas
de los hombres) y después tienen hijos con ellas. ¡Esta creencia es ridícula! El sentido común nos
dice que un espíritu35 no puede tener relaciones sexuales con un humano. Tres puntos que nos
pueden ayudar: Primero: véase la página 10 de estas hojas. En la novena línea se encuentran 7
escrituras que claramente enseñan que nosotros somos los hijos e hijas de Dios. Segundo:
Comparta Mateo 24:38 de su Biblia donde dice que los hombres se casaban con mujeres en los
días de Noé (no puede ser más claro). Tercero: La interpretación verdadera de Génesis 6:1-4 se
da en la Traducción de José Smith de estos versículos (Moisés 8:13-18). Se da un resumen a
continuación: Noé y sus hijos escucharon al Señor, y obedecieron, y se les llamó los hijos de
Dios. Estos hombres se multiplicaron y les nacieron hijas (las hijas de los hombres [de Dios]; las
nietas de Noé). Los hijos de los hombres (los que no eran del convenio) vieron que estas hijas
eran bellas y se casaron con ellas (las hijas se casaron fuera del convenio – un hecho que después
sería prohibido; Deut. 7:3-4). Había gigantes sobre la tierra en aquellos días, pero no vinieron de
estas relaciones. Estos buscaron a Noé para quitarle la vida; mas el Señor fue con Noé, y el poder
del Señor reposó sobre él. Este es el significado verdadero de la escritura.

Explicación de Salmos 110:1-2, 4 y Hechos 3:13

Ellos compartirán estas dos escrituras para “comprobar” que Jehová es “Dios el Padre”.
Veamos a Salmos primero. Hay dos maneras para explicarla. La Primera: El versículo 1 dice:
“Jehová dijo a mi Señor”, dándonos a entender que Jehová está hablando a Jesucristo. Sin
embargo, vemos que el versículo 5 que dice: “Jehová mismo a tu diestra…”. El que está a la
diestra es Jesucristo, y Él está a la diestra del Padre (Heb. 8:1; 12:2). Además, el versículo 1
dice que Jehová pondrá todos sus enemigos debajo de sus pies. 1 Corintios 15:24-25 nos enseña
que Cristo será el que hace esto. La segunda: Tal como lo hace a través de las escrituras, Cristo
hablaba como si fuese el Padre. Esto se llama Investidura Divina de Autoridad. El mejor ejemplo
que nosotros tenemos de esto se encuentra en Moisés 1.36 En Isaías 9:6, vemos que Cristo
vendría a Su pueblo. Habló como si fuese el Padre para que los Israelitas no pensaran que
hubiese un Dios más poderoso que Jehová (parece que aún no estaban listos para recibir ese
conocimiento que lo tenían los profetas desde Adán hasta Moisés). Para otro ejemplo de esto,

34
Cuidado con su traducción equivocada que dice: “Dios es tu trono para siempre” (cursiva agregada).
35
Podemos suponer, si quisiéramos interpretar esta escritura de la forma en que ellos la entienden, que los ángeles
eran espíritus porque la resurrección no sucedería por más de 2,400 años. Lo más probable es que eran ángeles que
aun esperaban para recibir un cuerpo mortal.
36
Jesucristo está hablando con Moisés a lo largo de Moisés 1. Otro ejemplo perfecto está en DyC 29 (compárese el
versículo 1, donde Cristo declara que Él habla, con el versículo 42 donde Él habla como si fuera el Padre.
véase Apoc. 1:1 y después Apoc. 22:8-9. El ángel habló como si fuera Cristo. Cristo puso Su
nombre en el ángel igual como nuestro Padre Celestial lo hizo con Cristo. Fue para el bienestar
de Israel.

Hechos 3:13 dice: “El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob ha glorificado a su Hijo Jesús”.
Este nombre-título puede referirse a Dios el Padre en un sentido más extenso. Él también es el
Dios de Abraham, Isaac y Jacob. Pedro, quien habla aquí, se refiere al Padre, sin embargo, todos
los tratos del Padre con Israel se hacía a través del Hijo. Jesucristo (Jehová) mismo llegó a ser y
era en un sentido específico “el Dios de Abraham, Isaac y Jacob” (véase 1 Cor. 10:1-4). Los dos
son los Dioses de Abraham aunque los tratos personales de los profetas con Dios se han
realizado a través de Cristo y no el Padre.

Una amonestación para terminar

Usted recuérdeles que ellos deben tener mucho cuidado en hacer interpretaciones personales
de las escrituras; interpretaciones que les convengan. ¿Por qué? Es porque estas interpretaciones
serán “para su propia perdición” (2 Pe. 1:19-21; 2 Pe. 2:12; 2 Pe. 3:15-16).

Mi testimonio
Ahora hago fin de mis palabras. Escribí estas hojas no para gloriarme, sino para ayudar a
todos los misioneros que pudiese (en particular a los verdecitos – Recuerdo esos días cuando no
sabía qué contestar). Me siento como lo describió Nefi (2 Ne. 4:16, 22, 30-35). Espero que estos
escritos sean claros para entender “porque mi alma se deleita en la claridad… a fin de que
aprenda”. Usted siempre debe luchar para Dios para defender la verdad. Sé que no soy perfecto
pero he sentido que el Espíritu del Señor me acompañaba mientras escribía (¡por muchas horas!)
estas hojas. El Espíritu siempre testificará de la verdad y siento que estos escritos son
verdaderos. Sé (¡sin duda alguna!) que ésta es la única Iglesia verdadera. Esta es la Iglesia de
Jesucristo. Él está a la cabeza de ella y reina con poder infinito. Él es el Salvador del mundo y Él
le ha llamado a usted para que enseñe la verdad; Su verdad. Somos los santificados de los cuales
Él habla en Isaías 13:3. Debemos representarlo, siendo Santos. Lo amo y ni puedo comenzar a
comprender lo mucho que sufrió en el Getsemaní y sobre la cruz por mí. Pero sí, sé que lo que Él
padeció fue un sufrimiento tan grande “que hizo que [Él], Dios, el mayor de todos, temblara a
causa del dolor y sangrara por cada poro” (DyC 19:18). Él ha restaurado Su evangelio otra vez
sobre esta tierra por medio del profeta José Smith; un profeta verdadero quien tradujo el Libro de
Mormón. Éste es el libro más correcto de todos los libros sobre la tierra, y la clave de nuestra
religión. El Libro de Mormón testifica de la divinidad de Jesucristo como el Hijo de Dios, el
Salvador del mundo. Daría mi vida por esta verdad tal como lo hicieron Cristo, los doce
apóstoles originales y José Smith (Heb. 9:16-17).

Por favor, trabaje usted hasta el último día de su misión. ¡Aproveche cada día de ella! Otra vez
testifico que la verdad ha sido restaurada. Somos representantes verdaderos de Jesucristo, y
tenemos la autoridad para enseñar Su evangelio sempiterno. De todo esto yo testifico de todo
corazón, en el nombre “de aquel que es poderoso para salvar” (2 Ne. 31:19), Jesucristo, Amén.
Con muchísimo amor, -Elder Christopher Coleman- eldercoleman11@hotmail.com
La Misión México, Ciudad de México Norte, La Misión Celestial
 Apéndice
Aquí están las imágenes de las páginas 26-27 del folleto. Son las propias palabras de ellos: