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Este documento resume y critica la teoría del capital humano. Argumenta que aunque la teoría tuvo relevancia para explicar la relación entre educación, trabajo y producción, se han identificado deficiencias como que la educación no siempre lleva a mayores salarios y la sobreeducación. También descuidó la relación entre éxito escolar y origen social. Hoy en día, la educación se enfoca más en capacidades cognitivas superiores debido a la sociedad del conocimiento, pero los saberes se devalúan rápidamente requiriendo educación continua.
Este documento resume y critica la teoría del capital humano. Argumenta que aunque la teoría tuvo relevancia para explicar la relación entre educación, trabajo y producción, se han identificado deficiencias como que la educación no siempre lleva a mayores salarios y la sobreeducación. También descuidó la relación entre éxito escolar y origen social. Hoy en día, la educación se enfoca más en capacidades cognitivas superiores debido a la sociedad del conocimiento, pero los saberes se devalúan rápidamente requiriendo educación continua.
Este documento resume y critica la teoría del capital humano. Argumenta que aunque la teoría tuvo relevancia para explicar la relación entre educación, trabajo y producción, se han identificado deficiencias como que la educación no siempre lleva a mayores salarios y la sobreeducación. También descuidó la relación entre éxito escolar y origen social. Hoy en día, la educación se enfoca más en capacidades cognitivas superiores debido a la sociedad del conocimiento, pero los saberes se devalúan rápidamente requiriendo educación continua.
El retorno del capital humano en el siglo XXI Castro Martinez Eric Rafael Mayo de 2019 La sociedad actual es en la gran mayoría de los países un sistema político anclado al capitalismo, más y más estados se han ido sumado al gran discurso de la globalización y de la tecnologización casi inevitable, lo que viene unido de forma casi natural también a las tecnologías de la información que no hacen sino hacerse cada día más poderosas y generalizadas. En este contexto, es que el artículo que nos ocupa hace una revisión del concepto de “capital humano” aceptado que pese a haberse desarrollado en un tiempo y lugar específico, tiene relevancia contemporánea para poder darle explicaciones a las relaciones entre educación, trabajo y producción, pero sobretodo ver las deficiencias que se han venido sumando. En la teoría del capital humano, la educación se ve como una inversión, un proceso que requiere de la posesión de ciertos capitales previos, que permitan depositarlos a largo plazo, pues se concibe a la educación como un motor de progreso económico y social, necesario para el desempeño en el mundo del trabajo, esto pone también sobre la mesa la corresponsabilidad entre los individuos y el estado, cada uno de ellos tiene que actuar en concordancia para lograr la cobertura educativa y el supuesto progreso ligado. La cuestión es que el “mito” educativo, como generador de bienestar tanto social como individual se ha venido desdibujando, Lester Thurow fue uno de los investigadores que contribuyó en el análisis de las condiciones auténticas de la educación y su correlación con el desarrollo económico, menciona que en la teoría del capital humano se dice que habría una concordancia entre la formación educativa y el crecimiento salarial, pero esto no ocurrió, debido a lo que él llamó: “colas de empleo” esto respondía a la creciente oferta de educación, más y más personas estaban capacitadas en iguales condiciones, lo que consideraríamos “sobreeducación”, además en muchos casos esta capacitación no era funcional para el mundo laboral. El otro gran crítico de la teoría del capital humano es Raymond Boudon quien ve que aquella lógica de que distribución igualitaria de educación que pretendía que se cerrarán otras brechas de desigualdad. Lo que apunta Boudon es que si la lógica no funcionó en ese sentido, probablemente tendría que invertirse la ecuación; solo subsanando las desigualdades sociales previas, puede nivelarse las diferencias educativas. Lo que hizo el mayor boquete a la teoría del capital humano fue que tenía un claro descuido de la relación entre éxito escolar y origen social, debido a la imposibilidad de mensurar conceptos los defensores de la teoría del capital humano simplemente los dejaron de lado. Es muy relevante mencionar que la concepción de la educación se ha transformado en concordancia con las necesidades del sistema productivo: mientras en sus primeras etapas de masificación se pretendía formar mano de obra en una industria que requería de capacidades para tareas sencillas, actualmente en una sociedad del conocimiento, se pone el énfasis en la formación de las capacidades cognitivas superiores, aunado a esto, debido a la velocidad constantemente acelerada de desarrollo de saberes, existe una devaluación de los saberes, esto genera la necesidad de educación continua permanentemente, la educación que se veía como una meta, un tangible realizable, es ahora un continuum. Otro supuesto de la teoría del capital humano que ha venido perdiendo legitimidad es el supuesto de que los sistemas de calificación que impulsan la competencia, buscando que el estudiante desarrolle prácticas “ideales” y que se convierte en un sistema meritocrático donde los más capaces adquieren posibilidades de movilidad social ascendente, lo que ocurrió en vez de eso es que la tecnologización exigió la movilidad horizontal, las condiciones laborales se precarizan cada vez más, y mientras el sistema educativo es un ente sumamente estático, con cambio lentos o casi nulos, el resto de instituciones sociales abren posibilidades cada vez mayores, tanto en el terreno de los “mercados del conocimiento” como en espacios de producción y distribución que buscan desplazar a las instituciones tradicionales. Reflexiono: ¿Qué puede ocurrirle al sistema educativo si en verdad se ve trascendido o superado por el sistema tecnológico? Hoy en día aún contiene un valor intrínseco, una apreciación de su relevancia como agente de posibilidades, como institución certificadora, pero cada día se dice más: “La educación escolarizada no es suficiente” se requiere en paralelo del desarrollo de aptitudes extras, aunado a esto vemos que si se ha dado un creciente desprestigio de las certificaciones de la escuela, sin embargo aún no llegamos al “punto crítico” donde se pueda generar mecanismos de selección del “trabajador más apto” independientemente de su formación institucionalizada. La posibilidad de que la iniciativa privada tome por completo las riendas de la educación, generando “empleados ad hoc” creados ex profeso para ocupaciones determinadas, que las capacidades del estado sean superadas por los grandes monstruos capitales internacionales es cada vez más cercana. Pienso que podríamos posicionarnos en alguno de los lados de la barrera, podríamos ser defensores del sistema tradicional, buscandolo reformar para que se den las condiciones de educación “ideal” que la discusión siga siendo pública, o podemos sumarnos a proyectos educativos de corte totalmente privado, métodos de “autoenseñanza”, a la posible creación de un sistema de evaluación que no se ligue a la mera certificación institucionalizada. Como sea, el sistema está en movimiento y podemos comprometernos y buscar ser parte de las transformaciones del mismo, aun desde nuestra condición de hijos del sistema “tradicional” o podemos quedarnos mirándolo, mientras los cambios se hacen inevitables y cada día más profundos. Lo importante pienso que es y será la conciencia de nuestra responsabilidad social, nuestro papel en el gran esquema de las cosas.
Bibliografía:
Aronson, P. (2007). El retorno de la teoría del capital humano. Fundamentos en humanidades,