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Un ligando (del Latín ligandum, ligando) es una sustancia (usualmente una molécula pequeña) que forma
un complejo con una biomolécula. En un sentido más estricto, es una molécula que envía una señal al unirse al centro
activo de una proteína.
En enzimas o proteínas no enzimáticas, especialmente de proteínas reguladoras o transportadoras, se
denomina ligando a aquella molécula que se une al centro activo de la proteína para que ésta pueda realizar su
función (transportar, o inhibir una reacción metabólica).
Por ejemplo, el ligando de la hemoglobina es el oxígeno, ya que es la molécula que se une al centro activo de la
proteína para que ésta pueda transportarlo.
La unión ligando–proteína provoca un cambio conformacional en la proteína, muy importante para determinar la
afinidad de una proteína con un sustrato.
2. Que tipos de cambio induce un ligando?
La unión de ligando al receptor induce un cambio molecular en el receptor. Este cambio puede ser en la forma de una
alteración conformacional en el receptor, dimerización o agrupación de receptor, un cambio de la ubicación del
receptor en la membrana, o una modificación covalente.
5. Porque es importante que un linfocito este activado para la interacción receptor - ligando?
Al considerar las interacciones entre receptores y sus ligandos, es importante considerar el ambiente anatomico en
el cual están ocurriendo estas interacciones. Los linfocitos y las celulas presentadoras de antigeno que participan en
una respuesta inmunitaria pasan cantidades importantes de tiempo juntos por medio de multiples interacciones
receptor-ligando. Las senales de citosina liberadas por una celula T, por ejemplo, son recibidas por una celula
presentadora de antigeno unida en la interfaz entre las celulas, antes de que la citocina haya tenido tiempo para
difundirse hacia los liquidos tisulares
1) funciones efectoras de los acs.
La inmunidad humoral está mediada por anticuerpos y es el brazo efector del sistema inmunitario
adaptativo responsable de la defensa contra los microbios extracelulares y las toxinas microbianas. Los
anticuerpos que proporcionan protección contra la infección pueden producirlos las células secretoras de
anticuerpos de vida larga generadas por la primera exposición al antígeno microbiano o los linfocitos B
memoria reactivados por el antígeno.
Los anticuerpos bloquean, o neutralizan, la infecciosidad de los microbios mediante la unión a los
microbios y entorpeciendo de forma estérica las interacciones de los microbios con los receptores
celulares. Los anticuerpos bloquean de forma análoga las acciones patológicas de las toxinas, al impedir
que se unan a las células del anfitrión.