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COMENTARIO DE LECTURA

Mª Loreto Serra Rodríguez


 Obra: La Política
 Autor: Aristóteles
 Edición: Época S.A.

En La Política de Aristóteles, podemos apreciar un extenso trabajo de investigación empírico que


realiza en el estudio de las constituciones políticas de la mayoría de las ciudades conocidas por él, así
como también las diversas propuestas sobre organización política de otros pensadores. Todo ello con
un fin, buscar la mejor forma de organización para el hombre. Es así pues, como Aristóteles, en el
transcurso del relato, en cada detalle en que piensa sobre la asociación política, nos va entregando
elementos que nos permiten configurar una idea de lo que él piensa que es la política, objetivo
mismo de esta asignatura.

De este modo, vemos que desde la concepción aristotélica, el concepto de la asociación es


fundamental, precisamente, porque mediante una que el hombre puede realizarse plenamente. Sin
embargo no hablamos de una asociación cualquiera:

Todo Estado es, evidentemente, una asociación, y toda asociación no se forma sino en vista de algún bien, puesto que
los hombres, cualesquiera que ellos sean, nunca hacen nada sino en vista de lo que les parece ser bueno. Es claro, por
tanto, que todas las asociaciones tienden a un bien de cierta especie, y que el más importante de todos los bienes debe
ser el objeto de la más importante de todas las asociaciones, de aquella que encierra todas las demás, y a la cual se
llama precisamente Estado y asociación política.

Queda claro pues, que la dimensión política es algo inherente al hombre mismo, y más precisamente,
a los hombres, que para vivir de la mejor forma posible deben, necesariamente, asociarse, constituir
un Estado.

Al respecto, algo que me parece interesante, es que Aristóteles deja en claro que la responsabilidad
de cómo sea el Estado depende absolutamente de los hombres que lo componen, algo importante de
tener en cuenta, ya que comúnmente se tiende a pensar que el Estado es algo completamente ajeno a
los hombres, como algo que viniera impuesto desde fuera. Pero vemos que es todo lo contrario a ese
pensamiento; y, más aún, vemos que el problema de la asociación, así como el de la política, en sí, es
un tema ligado directamente a la ética, al ejercicio de la virtud, a la búsqueda del bien común, en fin,
a la realización de la felicidad:

La felicidad no puede acompañar nunca al vicio; así el Estado, como el hombre, no prosperan sino a condición de ser
virtuosos y prudentes; y el valor, la prudencia y la virtud se producen en el Estado con la misma extensión y con las
mismas formas que en el individuo; y por lo mismo que el individuo las posee es por lo que se le llama justo, sabio y
templado.

(…) el Estado más perfecto es evidentemente aquel en que cada ciudadano, sea el que sea, puede, merced a las leyes,
practicar lo mejor posible la virtud y asegurar la mejor felicidad.

Aristóteles, viene a fijar la política desde el punto de vista del sujeto, es decir, va en el hombre
mismo, del ejercicio de la virtud, del ser prudente, de ser justo, etc., el éxito de la política es el éxito
de los hombres, entendiendo este concepto en el desarrollo pleno del ser humano.

Sin duda, una visión interesante que aun hoy, a más de 2.300 años sigue teniendo vigencia en el
entendimiento de tal fenómeno.

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