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(1) Conmutativa: x + y = y + x.
(2) Asociativa: x + (y + z) = (x + y) + z.
(4) Existencia de opuesto: existe −x = (−x1 , . . . , −xn ) tal que se verifica x + (−x) = 0.
Este teorema muestra que la cuaterna (Rn , R, +, ×), con Rn el conjunto de los vectores, R el
de los números reales y +, × la suma de vectores y el producto de un escalar por un vector antes
definidos, conforman un espacio vectorial.
1
Notas redactadas por Ernesto Mordecki y Andrés Abella. 21 de septiembre de 2008.
1
El conjunto de n vectores dado por
x = x1 e1 + · · · + xn en , (1.1)
donde los coeficientes x1 , . . . , xn son únicos (y coinciden con las coordenadas del vector).
e3
e2
e1
x · y = x1 y1 + · · · + xn yn .
(P1) Conmutativa: x · y = y · x.
(P2) Distributiva: (x + y) · z = x · z + y · z.
2
Observar que de las propiedades distributiva y conmutativa del producto escalar se deduce
luego
1 (1, 1)
√
2
1
√
Figura 1.2: Norma: k(1, 1)k = 2
Las propiedades (N1) y (N2) son inmediatas. Más adelante veremos la demostración de la de-
sigualdad triangular (N3). De esta desigualdad obtenemos
kxk − kyk ≤ kx − yk .
Además, se verifica la igualdad en (1.4) si y sólo si los vectores x, y son linealmente dependientes, es
decir, existen escalares α, β, no simúltaneamente nulos, tales que αx + βy = 0.
3
Demostración. Supongamos que x e y son no nulos (si alguno es nulo, se verifica la igualdad en
(1.4)). Para un escalar α, aplicando (N1), tenemos
Luego, el discriminante del polinomio de segundo grado en α debe ser no positivo, es decir
lo que equivale a (1.4). Además, existe α tal que kαx + yk2 = 0, es decir αx + y = 0, si y sólo si el
discriminante ∆ en (1.5) se anula, es decir, si y sólo si se verifica la igualdad en (1.4). Esto completa
la demostración.
Veamos ahora la demostración de la propiedad triangular (N3). Utilizando (1.3) y la desigualdad
de Cauchy-Schwarz (1.4), tenemos
2
kx + yk2 = kxk2 + 2 x · y + kyk2 ≤ kxk2 + 2 kxk kyk + kyk2 = kxk + kyk ,
|xi − yi | ≤ kx − yk , ∀i = 1, . . . , n, (1.8)
Xn
kx − yk ≤ |xi − yi |. (1.9)
i=1
4
Es útil considerar los siguientes subconjuntos de Rn . La bola abierta de centro a ∈ Rn y radio
r > 0 es el conjunto
B(a, r) = x ∈ Rn : kx − ak < r ;
B(a, r) = x ∈ Rn : kx − ak ≤ r ;
Decimos que un conjunto X ⊂ Rn es convexo, cuando todos los segmentos cuyos extremos son puntos
5
del conjunto están contenidos en el conjunto, es decir, cuando dados x ∈ X, y ∈ X arbitrarios, se
verifica (1 − t)x + ty ∈ X para todo t ∈ [0, 1]. La desigualdad triangular nos permite ver que las bolas
abiertas y cerradas son convexas. En efecto, si kx − ak < r, ky − ak < r, para t ∈ [0, 1], tenemos
k(1 − t)x + ty − ak = k(1 − t)(x − a) + t(y − a)k
≤ (1 − t) kx − ak + t ky − ak < r,
siendo análoga la demostración para una bola cerrada. Por su parte, las bolas reducidas no son
convexas, porque no contienen su centro.
a
b
a
b
1.3. Sucesiones
Llamamos sucesión en Rn a una función x : N → Rn , es decir, a una función con dominio en los
naturales N = {1, 2, . . . } y recorrido en Rn . Escribimos
x = (xk ) = (xk )k∈N = (x1 , x2 , . . . ),
donde xk = x(k) es el valor de la sucesión en el k-ésimo natural, y escribimos xk = (xk1 , . . . , xkn )
cuando indicamos las coordenadas de xk . Dada una sucesión x en Rn , tenemos n sucesiones en R, que
llamamos sucesiones coordenadas, que son (xk1 )k∈N , . . . , (xkn )k∈N , obtenidas al tomar las coordenadas
del vector xk . Recı́procamente, dadas n sucesiones de números reales podemos construir una sucesión
en Rn , tomando como k-ésimo elemento de la sucesión el vector cuyas coordenadas son los k-ésimos
elementos de las sucesiones reales.
6
R2
x3
x1 x2
N
1 2 3 4 5
Definición 1 (Lı́mite de una sucesión). Decimos que la sucesión (xk ) tiene lı́mite a, o que converge
o tiende a a y escribimos
lı́m xk = a, xk −→ a,
k k
cuando para todo ε > 0 existe K natural, tal que para todo k ≥ K se verifica kxk − ak < ε. En otros
términos, (xk ) tiene lı́mite a si
a
ε
Proposición 2. Dada una sucesión (xk ) y un punto a en R, las siguientes afirmaciones son equiv-
alentes:
(a) xk −→ a,
k
7
(b) kxk − ak −→ 0,
k
Observar que la equivalencia entre (a) y (b) nos dice que la sucesión (xk )k∈N en Rn converge a a ∈ Rn
si y sólo si la sucesión de números reales (kxk − ak)k∈N converge a cero.
Proposición 3. Dada una sucesión xk = (xk1 , . . . , xkn ) y un punto a = (a1 , . . . , an ), las siguientes
afirmaciones son equivalentes:
xk −→ a,
k
Demostración. Observar que por la proposición anterior alcanza con probar que las siguientes afir-
maciones son equivalentes:
kxk − ak −→ 0,
k
0 ≤ |xki − ai | ≤ kxk − ak , ∀i = 1, . . . , n
Xn
0 ≤ kxk − ak ≤ |xki − ai |
i=1
Definición 2. Una sucesión (xk ) se dice acotada si existe m > 0 tal que kxk k < m, para todo k ∈ N.
Demostración. Sea (xk ) una sucesión que tiene lı́mite a. Dado ε = 1 existe K ∈ N tal que para todo
k ≥ K tenemos xk ∈ B(a, 1). Entonces
(1) xk + yk −→ a + b,
k
8
(2) αk xk −→ αa,
k
(3) xk · yk −→ a · b,
k
Demostración.
(1): 0 ≤ kxk + yk − (a + b)k ≤ kxk − ak + kyk − bk −→ 0.
k
(2): kαk xk − αak = kαk xk − αk a + αk a − αak ≤ |αk | kxk − ak + |αk − α| kak −→ |α|0 + 0 kak = 0.
k
(3): Aplicando Cauchy-Schwarz y la Proposición 4 obtenemos:
0 ≤ |xk · yk − a · b| = |xk · yk − xk · b + xk · b − a · b| ≤ |xk · (yk − b)| + |(xk − a) · b|
≤ kxk k kyk − bk + kxk − ak kbk −→ 0.
k
(4): Aplicando (3) obtenemos kxk k2 −→ kak2 y como la función raı́z cuadrada es continua deducimos
k
que kxk k −→ kak.
k
Definición 3. Una subsucesión de una sucesión x = (xk ) es una sucesión obtenida componiendo
x con una sucesión estrictamente creciente de números naturales (kj )j∈N . Escribimos (xkj )j∈N o
(xkj ) para designarla. Equivalentemente, una subsucesión de x es la restricción de x a un conjunto
(infinito) de la forma {k1 < k2 < . . . }
Observación 1. Si (xk ) es una sucesión que converge a un punto a, entonces toda subsucesión (xkj )
de (xk ) converge a a; esto se deduce del correspondiente teorema en R y de la proposición 3.
El recı́proco de la proposición 4 no es cierto, como muestra la sucesión de números reales xk =
(−1)k+1 (k ∈ N). Sin embargo, vale el siguiente resultado.
Teorema 6 (Bolzano-Weierstrass).
Toda sucesión (xk ) acotada tiene una subsucesión convergente.
Demostración. Veamos primero la demostración en el caso n = 1, utilizando el método de bipartición.
Existen a1 , b1 tales que a1 ≤ xk ≤ b1 para todo k natural. Para construir la subsucesión consideremos
k1 = 1 y el punto medio m = (a1 + b1 )/2. Si existen infinitos valores de k tales que xk ∈ [a1 , m]
ponemos a2 = a1 , b2 = m. De lo contrario, existen infinitos valores de k tales que xk ∈ [m, b1 ] y
ponemos a2 = m, b2 = b1 .
a a2 b2 b
a1 b1
En ambos casos elegimos un ı́ndice k2 > k1 tal que xk2 ∈ [a2 , b2 ]. Repitiendo este procedimien-
to construimos una sucesión de intervalos [aj , bj ] de largo (b1 − a1 )/2j−1 , cada uno de los cuales
está contenido en el anterior y una subsucesión xkj ∈ [aj , bj ]. Es claro entonces, que
a1 ≤ a2 ≤ · · · ≤ b 2 ≤ b 1 .
9
Por esto existe α = lı́mj aj = lı́mj bj (basta tomar α = supj {aj }) y, por el teorema de la sucesión
comprendida, se verifica lı́mj xkj = α.
Consideremos ahora n > 1 y una sucesión xk = (xk1 , . . . , xkn ) . Como la sucesión original
está acotada, también lo esta su primer sucesión coordenada (xk1 ), que según vimos, tiene una
subsucesión convergente, definida por {k1 < k2 < · · · }. La subsucesión (xkj 2 ) está también acotada
y tiene una subsucesión convergente. Procediendo ası́ con cada una de las coordenadas restantes,
obtenemos una subsucesión, definida por {k1′ < k2′ < · · · } tal que todas las subsucesiones coordenadas
convergen y por lo tanto converge la subsucesión obtenida en Rn .
a
A
Observar que dados A ⊂ Rn y x ∈ Rn se cumple una y sólo una de las afirmaciones siguientes:
x es un punto interior a A.
x es un punto exterior a A.
x es un punto frontera de A.
Decimos que un conjunto A ⊂ Rn es un conjunto abierto cuando todos sus puntos son interiores,
es decir cuando para todo x ∈ A existe ε > 0 tal que B(x, ε) ⊂ A. Claramente A es abierto si y sólo
si A◦ = A.
Decimos que un conjunto B ⊂ Rn es un conjunto cerrado cuando su complemento B c = Rn \ B
es un conjunto abierto.
Ejemplo 1. Los conjuntos ∅ y Rn son subconjuntos abiertos de Rn , luego también son subconjuntos
cerrados de Rn .
10
1 1
Figura 1.11: La bola abierta es un conjunto abierto, mientras que la bola cerrada es un conjunto
cerrado
Ejemplo 2. Veamos que la bola abierta de centro a y radio r > 0 es un conjunto abierto. Si x ∈ B(a, r)
sea ε = r − kx − ak > 0. Si ky − xk < ε tenemos
ky − ak ≤ ky − xk + kx − ak < ε + kx − ak = r,
es decir, si y ∈ B(x, ε) entonces y ∈ B(a, r), de donde B(x, ε) ⊂ B(a, r) probando que B(a, r) es un
conjunto abierto. En particular, si n = 1, los intervalos abiertos son conjuntos abiertos en R.
Ejemplo 3. Veamos que la bola cerrada de centro a y radio r > 0 es un conjunto cerrado. Si x ∈
/ B(a, r)
sea ε = kx − ak − r > 0. Si ky − xk < ε tenemos
ky − ak ≥ kx − ak − ky − xk > kx − ak − ε = r,
c
de donde y ∈ / B(a, r). Es decir B(x, ε) ⊂ B(a, r) , de donde B(a, r) es un conjunto cerrado. En
particular, si n = 1, obtenemos que los intervalos cerrados son conjuntos cerrados en R.
Observación 2. De los dos ejemplos anteriores se deduce que para todo r > 0 se cumple
11
Ejemplo 4. Consideremos una sucesión de conjuntos abiertos en Rm , definida por
An = B(0, 1/n), ∀n = 1, 2, . . . .
Tenemos ∞
T
n=1 An = {0}, que no es un conjunto abierto. Esto muestra que la condición de finitud es
esencial en la parte (b) del teorema anterior.
Un punto x ∈ Rn es un punto de acumulación de un conjunto A ⊂ Rn , cuando para todo
ε > 0 existen puntos de A distintos de x que distan menos que ε de x. En otros términos, x es de
acumulación de A cuando
∀ε > 0, B ∗ (x, ε) ∩ A 6= ∅.
Un punto a perteneciente a un conjunto A es un punto aislado de A cuando existe ε > 0 tal que
B(a, ε) ∩ A = {a}. Observar que si a ∈ A, entonces se cumple una y sólo una de las afirmaciones
siguientes:
a es un punto de acumulación de A.
a es un punto aislado de A.
∀ε > 0, B(x, ε) ∩ A 6= ∅.
(a) B es cerrado.
12
b
B
f
X y = f (x)
x
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escalares en R, y escribimos
(y1 , . . . , ym ) = f1 (x1 , . . . , xn ), . . . , fm (x1 , . . . , xn ) .
Cada una de las funciones fi : X → R (i = 1, . . . , m) es una función real de varias variables, que
llamamos función coordenada o función componente y escribimos f = (f1 , . . . , fm ).
Ejemplo 6 (Transformaciones Lineales). Un ejemplo central de funciones de Rn en Rm son las trans-
formaciones lineales, es decir, las funciones T : Rn → Rm que verifican T (αx + βy) = αT (x) + βT (y)
para α, β reales, x, y vectores en Rn , todos arbitrarios. Recordemos que dada una transformación
lineal T existe una única matriz A = (aij ) de tamaño m × n, que llamamos matriz asociada, tal que
se verifica
T (x) = Ax,
asumiendo que x = (x1 , . . . , xn ) es un vector columna. Si las funciones coordenadas de T son
T1 , . . . , Tm , tenemos Ti (x) = Ai · x, para cada i = 1, . . . , m, donde Ai = (ai1 , . . . , ain ) designa la
i-ésima fila de A y a x lo escribimos como un vector fila.
Ejemplo 7 (Curvas en Rn ). Obtenemos otro caso particular importante cuando el dominio es un
subconjunto de R. Llamamos curva en Rn a una función λ : I → Rn , donde I es un intervalo de la
recta real. Como las curvas se utilizan para modelar la evolución temporal de un punto en el espacio
(cuando n = 3, por ejemplo) es usual decir que la variable independiente es el tiempo, utilizando la
letra t para designarla. Es importante notar que la curva es la función y no su recorrido, que es un
conjunto de puntos en Rn . Este conjunto de puntos se denomina la traza de la curva. De esta forma,
las curvas definidas en R, mediante
λ(t) = (r cos t, r sen t), µ(t) = r cos(2t), r sen(2t) ,
cuando para todo ε > 0 existe δ > 0 tal que para todo x ∈ X que cumpla 0 < kx − ak < δ se verifica
kf (x) − bk < ε. En otros términos, cuando
o sea, cuando
∀ε > 0 ∃δ > 0 : f X ∩ B ∗ (a, δ) ⊂ B(b, ε).
(b) Para toda sucesión (xk ) ⊂ X \ {a} que cumple xk −→ a, se verifica f (xk ) −→ b.
k k
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Demostración. Veamos (a)⇒(b). Consideremos (xk ) ⊂ X \ {a} tal que xk → a. Veamos que f (xk ) →
b. Dado ε > 0 existe δ > 0 tal que f X ∩ B ∗ (a, δ) ⊂ B(b, ε). Existe además K tal que si k ≥ K se
verifica xk ∈ X ∩ B ∗ (a, δ). Luego f (xk ) ∈ B(b, ε) es decir f (xk ) → b.
Veamos ahora (b)⇒(a). Supongamos por absurdo que f (x) 9 b cuando x → a. Existe entonces
ε0 tal que para todo δ = 1/k (k natural) existe xk ∈ B ∗ (a, 1/k) ∩ X tal que
kf (xk ) − bk ≥ ε0 . (1.10)
Pero la sucesión (xk ) ⊂ X \{a} verifica xk → a. Luego, según (b) se verifica f (xk ) → b contradiciendo
(1.10) y completando la demostración del teorema.
Observación 4. Dada f = (f1 , . . . , fm ) : X → Rm , con X ⊂ Rn y a punto de acumulación de X, el
teorema 9 de pasaje y la proposición 3 nos permiten demostrar fácilmente que
es decir, una función tiene lı́mite si y sólo si tienen lı́mite sus funciones coordenadas.
Si f, g : X ⊂ Rn → Rm y α : X ⊂ Rn → R son funciones y λ ∈ R, definimos
Notar que multiplicar una función f por un escalar λ equivale a multiplicar f por la función constante
igual a λ. Es fácil de probar que el conjunto de las funciones de dominio X ⊂ Rn y codominio Rm
tiene estructura de espacio vectorial con las operaciones definidas en (1.11) y (1.12).
Mediante los teoremas 5 (de operaciones con lı́mites de sucesiones) y 9 (de pasaje) es inmediato
obtener los siguientes resultados.
Entonces
15
(5) kf (x)k → kbk (x → a).
Definición 5 (Continuidad).
Sea f : X → Rm . Dado a ∈ X, decimos que f es continua en a si dado ε > 0 existe δ > 0 tal que
para todo x ∈ X que cumpla kx − ak < δ se verifica kf (x) − f (a)k < ε. En otros términos, f es
continua en a cuando
o sea, cuando
∀ε > 0, ∃δ > 0 : f X ∩ B(a, δ) ⊂ B(f (a), ε).
Decimos que f es continua si es continua en a para todo a ∈ X.
f (a) + ε
f (a) − ε f (a)
X
B(a, δ)
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luego f (xk ) −→ f (a).
k
Supongamos ahora que a es un punto de acumulación de X.
Veamos que (a) implica (b). Consideremos (xk ) ⊂ X tal que xk −→ a. La continuidad de f en a
k
implica que dado ε >0 existe δ > 0 tal que f X ∩ B ∗ (a, δ) ⊂ B(f (a), ε); además f (a) ∈ B(f (a), ε),
luego f X ∩ B(a, δ) ⊂ B(f (a), ε). La convergencia de (xk ) a a implica que existe K tal que si
k ≥ K, entonces xk ∈ X ∩ B(a, δ); luego f (xk ) ∈ B(f (a), ε) si k ≥ K, es decir f (xk ) −→ f (a).
k
Veamos que (b) implica (a). Observar que (b) implica que se verifica la condición (b) del teorema de
pasaje 9, luego el mismo implica lı́mx→a f (x) = f (a) y por la observación anterior esto equivale con
que f sea continua en a.
Del teorema anterior se deduce que f : X ⊂ Rn → Rm es continua si y sólo si para toda sucesión
convergente (xk ) en X se cumple
lı́m f (xk ) = f lı́m xk .
k k
Además este teorema junto con los resultados que vimos de lı́mites de sucesiones implican los si-
guientes:
(a) Una función es continua en un punto si y sólo si son continuas en ese punto todas sus funciones
coordenadas.
(b) Si f, g : X → Rm y α : X → R son continuas en a ∈ X, también son continuas en a las funciones
f + g : X → Rm , αf : X → Rm , f · g : X → R, kf k : X → R.
pi (x1 , . . . , xn ) = xi , ∀(x1 , . . . , xn ) ∈ Rn ,
Demostración. Sea (xk ) ⊂ X tal que xk → a. Por ser f continua en a se cumple yk = f (xk ) → f (a) =
b. Por ser g continua en b, se cumple g(yk ) → g(b). Es decir h(xk ) = g f (xk ) → g f (a) = h(a), y
h resulta continua en a.
Ejemplo 10. Sea f : R2 → R definida por f (x, y) = ex+y , para todo (x, y) ∈ R2 . La función f se
puede escribir como f = exp ◦(p1 + p2 ), sendo exp : R → R la función exponencial y p1 , p2 : R2 → R
las proyecciones sobre los ejes coordenados. Luego la continuidad de f se deduce de ser continuas
exp, p1 , p2 y del teorema anterior.
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X ⊂ Rn Y ⊂ Rm Rp
f
g
a
b = f (a)
c = g(f (a))
h=g◦f
3. Para todo conjunto cerrado K ⊂ Rm existe un conjunto cerrado H ⊂ Rn tal que f −1 (K) =
X ∩ H.
Demostración. (1 ⇒ 2). Sea U ⊂ Rm un conjunto abierto. Si U ∩ Im(f ) = ∅, entonces f −1 (U ) = ∅ =
X ∩ ∅ y el resultado es cierto.
Supongamos U ∩ Im(f ) 6= ∅, luego f −1 (U ) 6= ∅. Si v ∈ f −1 (U ), entonces f (v) ∈ U . Como U
es abierto, entonces existe una bola Cv centrada en f (v) y contenida en U . Por otro lado al ser f
S f (X ∩ Bv ) ⊂ Cv . Consideremos el conjunto de las
continua, existe una bola Bv centrada en v tal que
bolas Bv construidas de esta manera y sea V = v∈f −1 (U ) Bv . El conjunto V es abierto por ser unión
de bolas abiertas. Probaremos f −1 (U ) = X ∩ V . Observar que
[ [
X ∩V =X ∩ Bv = (X ∩ Bv ) .
v∈f −1 (U ) v∈f −1 (U )
completa la prueba de f −1 (U ) = X ∩ V .
(2 ⇒ 1). Sea a ∈ X arbitrario. Para cada ε > 0 la bola B(f (a), ε) ⊂ Rm es un conjunto abierto,
luego existe un conjunto abierto V ⊂ Rn tal que f −1 (B(f (a), ε)) = X ∩ V . Como f (a) ∈ B(f (a),ε),
entonces a ∈ V y al ser V abierto, entonces existe δ > 0 tal que B(a, δ) ⊂ V . Luego f B(a, δ) ∩ X ⊂
f (V ∩ X) ⊂ B(f (a), ε), lo cual prueba que f es continua en a. Como a es arbitrario, se deduce que
f es continua en X.
18
m −1 c −1
c
(2 ⇔ 3). Observemos previamente que si A ⊂
c R , entonces f c (A ) = X ∩ f (A)
. Luego
−1 −1 −1
c
si f (A) = X ∩ B, es f (A ) = X ∩ f (A) = X ∩ X ∩ B = X ∩ X ∪ B = X ∩ B c . c c
Ası́ probamos
f −1 (A) = X ∩ B ⇒ f −1 (Ac ) = X ∩ B c .
De esta última relación y de que la correspondencia A 7→ Ac intercambia abiertos y cerrados, se
deduce inmediatamente la equivalencia entre 2 y 3.
A1 = {(x, y, z) ∈ R3 : z = x2 + y 2 }, A2 = {(x, y, z) ∈ R3 : z ≤ x2 + y 2 },
A3 = {(x, y, z) ∈ R3 : z > x2 + y 2 }, A4 = {(x, y, z) ∈ R3 : 0 ≤ z ≤ x2 + y 2 },
A5 = {(x, y, z) ∈ R3 : x =
6 x2 + y 2 }
Como f es continua y {0} es cerrado, se deduce que A1 es cerrado. En forma análoga obtenemos que
A2 es cerrado y A3 es abierto. Observar
luego A4 es cerrado.
Respecto a A5 , observando que A5 = Ac1 o A5 = f −1 (R \ {0}), deducimos que A5 es abierto.
1.6. Compacidad
Definición 6. Decimos que un conjunto C ⊂ Rn es compacto cuando es cerrado y acotado.
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Demostración. Como A ⊂ R es un conjunto acotado no vacı́o, entonces tiene supremo e ı́nfimo que
llamamos L y l respectivamente. La condición de supremo nos dice que para todo ε > 0 existe x ∈ A
tal que L − ε < x ≤ L, luego B(L, ε) ∩ A 6= ∅. Esto implica que L ∈ A, pero como A es cerrado,
es A = A y por lo tanto L ∈ A, es decir el supremo es máximo. En forma análoga se prueba que el
ı́nfimo es mı́nimo.
Teorema 14 (Caracterización de compactos por sucesiones).
Sea C ⊂ Rn . Son equivalentes
(a) C es compacto.
(b) Toda sucesión de puntos de C contiene una subsucesión convergente a algún punto de C.
Demostración. (a)⇒(b): Si (xk ) ⊂ C, por ser C acotado existe una subsucesión convergente, pong-
amos xkj −→ c. Como C es cerrado, c ∈ C.
j
(b)⇒(a): Probaremos que C es cerrado viendo que verifica la condición (c) del teorema 8. Sea
(xk )k ⊂ C tal que xk −→ b ∈ Rn . Por (b) sabemos que existe una subsucesión (xkj )j tal que xkj −→ c,
k j
para algún c ∈ C. Luego c = b y por lo tanto b ∈ C.
Probaremos que C es acotado razonando por el absurdo. Si C no es acotado, para cada k natural
existe xk ∈ C, tal que kxk k ≥ k. Entonces,
(xk ) ⊂ C, pero (xk ) no tiene subsucesiones convergentes,
porque de serlo, serı́an acotadas y
xkj
≥ kj −→ ∞, para cualquier subsucesión. Luego C es
j
acotado. Queda entonces demostrado que C es compacto.
TeoremaT 15 (Cantor). Sea C1 ⊃ C2 ⊃ · · · una sucesión de subconjuntos de Rn compactos no vacı́os.
Entonces ∞k=1 Ck 6= ∅, es decir, su intersección es no vacı́a.
Demostración. Como los conjuntos Ck no son vacı́os, para cada k existe xk ∈ Ck . Luego, como
(xk ) ⊂ C1 existe una subsucesión convergente, pongamos xkj −→ a. Para cada k tenemos xkj ∈ Ck
j
si kj ≥ k, lo que implica que a ∈ Ck , por ser Ck cerrado. Entonces a ∈ ∞
T
k=1 Ck , que resulta no vacı́a,
concluyendo la demostración.
Recordar que si X ⊂ Rn es un conjunto acotado no vacı́o, se define el diámetro de X por
diam(X) = sup{||x − y|| : x, y ∈ X}.
Corolario 3. Sea C1 ⊃ C2 ⊃ · · · una sucesión deTsubconjuntos de Rn compactos no vacı́os, tales
que diam Ck −→ 0. Entonces existe c ∈ Rn tal que ∞k=1 Ck = {c}.
k
Ejemplo 12. Veamos ejemplos en los cuales se verifica Cantor y ejemplos en los cuales no.
1. Si Ck = [−1/k, 1 + 1/k] ⊂ R, entonces ∞
T
k=1 Ck = [0, 1] (los conjuntos [−1/k, 1 + 1/k] son
compactos, pero diam[−1/k, 1 + 1/k] = 1 + 2/k −→ 1 6= 0).
k
T∞
2. Si Ck = [−1/k, 1/k] ⊂ R, entonces k=1 Ck = {0} (los conjuntos [−1/k, 1/k] son compactos y
diam[−1/k, 1/k] = 2/k −→ 0).
k
20
T∞
3. Si Ck = [k, +∞) ⊂ R, entonces k=1 Ck = ∅ (los conjuntos [k, +∞) son cerrados pero no
acotados).
T∞
4. Si Ck = {x ∈ Rn : 1 − 1/k ≤ kxk < 1} ⊂ Rn , entonces k=1 Ck = ∅ (los conjuntos
{x ∈ Rn : 1 − 1/k ≤ kxk < 1} son acotados pero no cerrados).
n n
Definición 7. Dado X ⊂ R S decimos que una familia (Aα )α∈I de subconjuntos de R es un cubrim-
iento de X cuando X ⊂ α∈I Aα . Un subcubrimiento es una subfamilia de un cubrimiento, que
también es un cubrimiento. Un subcubrimiento se dice finito si está formado por una cantidad finita
de elementos. Un cubrimiento abierto de X es un cubrimiento (Aα )α∈I en el cual Aα es abierto para
todo α ∈ I.
21
Ejemplo 13. Veamos ejemplos en que muestran que la implicancia en el teorema anterior es falsa si
X no es compacto.
1. Si X = B(0, 1) ⊂ Rn , entonces X = ∞
S
k=2 B(0, 1 − 1/k) y por lo tanto {B(0, 1 − 1/k)}k≥2 es
un cubrimiento abierto de B(0, 1). Sin embargo, si J es un subconjunto S finito de {2, 3, . . . },
entonces
Sm existe m ∈ N tal que J ⊂ {2, 3, . . . , m} y por lo tanto k∈J B(0, 1 − 1/k) ⊂
k=2 B(0, 1 − 1/k) = B(0, 1 − 1/m) 6= B(0, 1).
Notar que en el primer ejemplo X es acotado pero no cerrado y en el segundo es cerrado pero no
acotado.
X f (X)
Demostración. Utilizamos la caracterización de conjuntos compactos por sucesiones del teorema 14.
Dada (yk ) ⊂ f (X) existe (xk ) ⊂ X tal que yk = f (xk ) para cada k. Como X es compacto, (xk )
tiene una subsucesión convergente a un punto de X, pongamos xkj −→ a ∈ X. Por continuidad
j
ykj = f (xkj ) −→ f (a) ∈ f (X), probando la compacidad de f (X).
j
Demostración. Como f (X) es compacto y no vacı́o, entonces la proposición 6 implica que f (X) tiene
máximo y mı́nimo, lo cual es la tesis de nuestro teorema.
22
Veamos que la noción de compacidad es especialmente útil, dado que, por separado, las nociones
de conjunto cerrado o conjunto acotado no son suficientes para obtener un teorema como el teorema
17 o el teorema de Weierstrass.
Para esto consideremos f : (0, 1] → R dada por f (x) = 1/x. La función f es continua en X = (0, 1],
que es un conjunto acotado. Sin embargo f (X) = [1, ∞) no es acotado.
Por otra parte, la función g : [1, ∞) → R dada por g(x) = 1/x también es continua en su dominio
Y = [1, ∞), que es un conjunto cerrado. Sin embargo g(Y ) = (0, 1], que no es un conjunto cerrado.
Notar que en ambos ejemplos la función es continua pero no tiene máximo y mı́nimo.
Demostración. Consideremos entonces un par de sucesiones (xk ), (yk ) ⊂ X tales que kyk − xk k −→ 0.
k
Veamos que
kf (yk ) − f (xk )k −→ 0. (1.13)
k
Dado ε > 0 existe δ > 0 tal que ky − xk < δ implica kf (y) − f (x)k < ε. Existe además K tal que
k ≥ K implica kyk − xk k < δ. Luego, si k ≥ K vale kf (yk ) − f (xk )k < ε, demostrando (1.13).
Ejemplo 14. Sea f : R → R definida mediante f (x) = x2 . Considerando xk = k e yk = k + 1/k.
Vemos que kyk − xk k = 1/k → 0 pero kf (yk ) − f (xk )k = 2 + 1/k 2 9 0. Deducimos entonces que f
no es uniformemente continua en R.
Observar que el ejemplo anterior muestra que en general la continuidad no implica la continuidad
uniforme. Por eso es importante el siguiente:
Teorema 18 (Compacidad y continuidad uniforme).
Si X ⊂ Rn es compacto y f : X → Rm continua, entonces f es uniformemente continua en X.
Demostración. Supongamos, por absurdo, que f no es uniformemente continua. Es decir, existe ε0
tal que para todo δ = 1/k (k natural) existen pares de puntos xk , yk en X tales que kyk − xk k < 1/k
pero
kf (yk ) − f (xk )k ≥ ε0 . (1.14)
Como X es compacto, la sucesión (xk ) tiene una subsucesión (xkj ) convergente a un punto a de X.
Además,
yk − a
≤
yk − xk
+
xk − a
−→ 0,
j j j j
j
23
es decir, ykj −→ a. Entonces, como f es continua en a y la función norma k k es continua, deducimos
j
lı́m
f (xkj ) − f (ykj )
= kf (a) − f (a)k = 0,
j
1.8. Conexión
Definición 10. Una poligonal que une dos puntos x, y de Rn es un conjunto de la forma
k
[
P = [ai−1 , ai ],
i=1
Proposición 8. Dada una poligonal P arbitraria que une x con y en Rn , siempre es posible construir
una función continua f : [0, 1] ⊂ R → Rn tal que f ([0, 1]) = P , f (0) = x y f (1) = y.
Demostración. (idea) Si P es un segmento, P = [a, b], entonces definimos fa,b : [0, 1] → Rn mediante
Supongamos que P consta de dos segmentos, P = [a, b] ∪ [b, c]. Las funciones fa,b : [0, 1] → Rn y
fb,c : [0, 1] → Rn son continuas y verifican
fa,b (0) = a, fa,b (1) = b = fb,c (0), fb,c (1) = c, fa,b ([0, 1]) = [a, b], fb,c ([0, 1]) = [b, c].
α1 (0) = 0, α1 (1/2) = 1, α1 ([0, 1/2]) = [0, 1]; α2 (1/2) = 0, α2 (1) = 1, α2 ([1/2, 1]) = [0, 1].
Observar que (fa,b ◦α1 )(1/2) = b = (fb,c ◦α1 )(1/2), luego tiene sentido definir f : [0, 1] → Rn mediante
(fa,b ◦ α1 )(t) = (1 − 2t)a + 2tb, t ∈ [0, 1/2],
f (t) =
(fb,c ◦ α2 )(t) = (2 − 2t)b + (2t − 1)c, t ∈ [1/2, 1].
24
Si P consta de tres segmentos, P = [a, b] ∪ [b, c] ∪ [c, d], entonces consideramos las funciones
β1 : [0, 1/3] → R, β2 : [1/3, 2/3] → R, β3 : [2/3, 1] → R, definidas por
β1 (t) = 3t, ∀t ∈ [0, 1/3]; β2 (t) = 3t − 1, ∀t ∈ [1/3, 2/3]; β3 (t) = 3t − 2, ∀t ∈ [2/3, 1].
Observar que β1 ([0, 1/3]) = β2 ([1/3, 2/3]) = β3 ([2/3, 1]) = [0, 1], luego una función que verifica lo
requerido es la función f : [0, 1] → Rn definida por
(fa,b ◦ β1 )(t), t ∈ [0, 1/3],
f (t) = (fb,c ◦ β2 )(t), t ∈ [1/3, 2/3],
(fc,d ◦ β3 )(t), t ∈ [2/3, 1].
Análogamente se define la función para el caso en que P esté formada por k segmentos.
Definición 11. Decimos que un conjunto abierto X ⊂ Rn es conexo cuando todo par de puntos x, y
de X se pueden unir por una poligonal contenida en X. Es decir, existen puntos x = a0 , a1 , . . . , ak = y
tales que
[k
P = [ai−1 , ai ] ⊂ X.
i=1
Ejemplo 15. Como todo segmento es una poligonal, deducimos que todo abierto convexo es conexo.
Ejemplo 16. En R coinciden los conceptos de abierto conexo, abierto convexo e intervalo abierto.
Observación 8. Notar que definimos conexión sólo para conjuntos abiertos. El concepto de conexión
puede definirse para conjuntos que no son necesariamente abiertos; en ese caso la definición es distinta,
pero coincide con esta en los abiertos. A nosotros en este curso sólo nos interesan los abiertos conexos
para los cuales la definición que dimos es la más útil.
A
y
x
a1 a3
a2
25
Ejemplo 17. Sea X = {(x, y, z, t) ∈ R4 : xt − yz 6= 0}. Probaremos que X es abierto y no es
conexo. Consideremos la función f : R4 → R definida por f (x, y, z, t) = xt − yz. Claramente f es
continua y como el conjunto R \ {0} es abierto en R, entonces X = f −1 R \ {0} es abierto en R4 .
Sea g = f |X : X ⊂ R4 → R. La función g es continua por ser restricción de la función continua f a X
y g(a) 6= 0, para todo a ∈ X por definición de X. Si X fuese conexo, el teorema anterior implicarı́a
que g es de signo constante, pero g(1, 0, 0, 1) = 1 > 0 y g(0, 1, 1, 0) = −1 < 0; luego X no es conexo.
Observación 9. Sea M2 (R) = M2×2 (R) el espacio vectorial de las matrices 2 × 2 de coeficientes reales.
La función T : M2 (R) → R4 definida por
x y x y
T = (x, y, z, t), ∀ ∈ M2 (R)
z t z t
Entonces el conjunto X ⊂ R4 se identifica con el conjunto llamado GL2 (R) formado por las matrices
reales 2 × 2 invertibles
x y x y
GL2 (R) = ∈ M2 (R) : det 6= 0 .
z t z t
En este sentido, en el ejemplo anterior probamos que GL2 (R) es un subconjunto abierto de M2 (R)
que no es conexo.
26
Índice general
1. Nociones topológicas de Rn . 1
1.1. El espacio vectorial Rn . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
1.2. Producto escalar y norma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
1.3. Sucesiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
1.4. Conjuntos abiertos y cerrados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
1.5. Lı́mites y continuidad de funciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
1.6. Compacidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
1.7. Continuidad uniforme . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
1.8. Conexión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
27