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Capı́tulo 1

Nociones topológicas de Rn.

1.1. El espacio vectorial Rn.


1

Consideremos el conjunto Rn de las n-uplas de números reales, donde n es un número natural


arbitrario fijo. Los elementos de Rn , que llamamos indistintamente puntos o vectores son entonces
todos los conjuntos ordenados x = (x1 , . . . , xn ), donde x1 , . . . , xn son números reales arbitrarios.
Dados x = (x1 , . . . , xn ) e y = (y1 , . . . , yn ), dos vectores en Rn , decimos que son iguales y escribimos
x = y, cuando x1 = y1 , . . . , xn = yn . Definimos la suma de x e y y el producto de un número real α
(que en este contexto llamamos escalar ) por un vector x, mediante

x + y = (x1 + y1 , . . . , xn + yn ), αx = (αx1 , . . . , αxn ).

Es inmediato verificar las siguientes propiedades.

Teorema 1 (Propiedades de la suma y el producto).


Sean x, y, z vectores de Rn y α, β escalares, todos arbitrarios. Se verifican las siguentes propiedades:

(1) Conmutativa: x + y = y + x.

(2) Asociativa: x + (y + z) = (x + y) + z.

(3) Existencia de neutro: el vector 0 = (0, . . . , 0) verifica x + 0 = x.

(4) Existencia de opuesto: existe −x = (−x1 , . . . , −xn ) tal que se verifica x + (−x) = 0.

(5) Asociativa del producto: α(βx) = (αβ)x.

(6) Distributivas: α(x + y) = αx + αy, (α + β)x = αx + βx.

(7) Existencia de neutro del producto: 1x = x.

Este teorema muestra que la cuaterna (Rn , R, +, ×), con Rn el conjunto de los vectores, R el
de los números reales y +, × la suma de vectores y el producto de un escalar por un vector antes
definidos, conforman un espacio vectorial.
1
Notas redactadas por Ernesto Mordecki y Andrés Abella. 21 de septiembre de 2008.

1
El conjunto de n vectores dado por

e1 = (1, 0, . . . , 0), e2 = (0, 1, . . . , 0), . . . , en = (0, 0, . . . , 1),

se llama base canónica de Rn y, dado un vector x = (x1 , . . . , xn ), permite escribir

x = x1 e1 + · · · + xn en , (1.1)

donde los coeficientes x1 , . . . , xn son únicos (y coinciden con las coordenadas del vector).

e3

e2

e1

Figura 1.1: Base Canónica en R3

1.2. Producto escalar y norma


Dados dos vectores x = (x1 , . . . , xn ) e y = (y1 , . . . , yn ) en Rn , llamamos producto escalar o
producto interno de x e y al número real que designamos por x · y o hx, yi definido mediante

x · y = x1 y1 + · · · + xn yn .

Este producto verifica las siguientes propiedades.

Teorema 2. Sean x, y, z vectores de Rn y α un escalar, todos arbitrarios. Se verifican las siguentes


propiedades:

(P1) Conmutativa: x · y = y · x.

(P2) Distributiva: (x + y) · z = x · z + y · z.

(P3) Homogeneidad: (αx) · y = α(x · y).

(P4) Positividad: x · x ≥ 0, x · x = 0 si y sólo si x = 0.

El producto escalar recién introducido nos permite considerar la norma de un vector x =


(x1 , . . . , xn ) en Rn , que designamos kxk y definimos mediante
√ q
kxk = x · x = x21 + · · · + x2n . (1.2)

2
Observar que de las propiedades distributiva y conmutativa del producto escalar se deduce

kx + yk2 = (x + y) · (x + y) = x · x + 2 x · y + y · y = kxk2 + 2 x · y + kyk2 ,

luego

kx + yk2 = kxk2 + 2 x · y + kyk2 , ∀x, y ∈ Rn . (1.3)

A partir de la igualdad anterior obtenemos la identidad de polarización:


1
kx + yk2 − kxk2 − kyk2 , ∀x, y ∈ Rn .

x·y =
2
Teorema 3 (Propiedades de la norma). Sean x, y vectores de Rn , α un escalar, todos arbitrarios.
Se verifican las siguentes propiedades:

(N1) Positividad: kxk ≥ 0, kxk = 0 si y sólo si x = 0.

(N2) Homogenenidad: kαxk = |α| kxk.

(N3) Desigualdad triangular: kx + yk ≤ kxk + kyk.

1 (1, 1)

2

1

Figura 1.2: Norma: k(1, 1)k = 2

Las propiedades (N1) y (N2) son inmediatas. Más adelante veremos la demostración de la de-
sigualdad triangular (N3). De esta desigualdad obtenemos

kxk − kyk ≤ kx − yk .

Teorema 4 (Desigualdad de Cauchy-Schwarz).


Dados dos vectores x, y de Rn , se verifica

x · y ≤ kxk kyk . (1.4)

Además, se verifica la igualdad en (1.4) si y sólo si los vectores x, y son linealmente dependientes, es
decir, existen escalares α, β, no simúltaneamente nulos, tales que αx + βy = 0.

3
Demostración. Supongamos que x e y son no nulos (si alguno es nulo, se verifica la igualdad en
(1.4)). Para un escalar α, aplicando (N1), tenemos

0 ≤ kαx + yk2 = (αx + y) · (αx + y) = α2 kxk2 + 2α(x · y) + kyk2 .

Luego, el discriminante del polinomio de segundo grado en α debe ser no positivo, es decir

∆ = 4(x · y)2 − 4 kxk2 kyk2 ≤ 0, (1.5)

lo que equivale a (1.4). Además, existe α tal que kαx + yk2 = 0, es decir αx + y = 0, si y sólo si el
discriminante ∆ en (1.5) se anula, es decir, si y sólo si se verifica la igualdad en (1.4). Esto completa
la demostración.
Veamos ahora la demostración de la propiedad triangular (N3). Utilizando (1.3) y la desigualdad
de Cauchy-Schwarz (1.4), tenemos
2
kx + yk2 = kxk2 + 2 x · y + kyk2 ≤ kxk2 + 2 kxk kyk + kyk2 = kxk + kyk ,

lo que equivale a (N3).

Veamos ahora algunas desigualdades.

Proposición 1. Para todo vector x = (x1 , . . . , xn ) ∈ Rn , se verifica:

|xi | ≤ kxk , ∀i = 1, . . . , n, (1.6)


Xn
kxk ≤ |xi |. (1.7)
i=1

Demostración. La desigualdad de (1.6) se deduce de


q q
|xi | = xi ≤ x21 + · · · + x2i + · · · + x2n = kxk .
2

La desigualdad de (1.7) se deduce de


n
!2 n n
X X X X
|xi | = 2
|xi | + |xi ||xj | ≥ |xi |2 = kxk2 .
i=1 i=1 i6=j i=1

Observar que de la proposición anterior se deduce inmediatamente:

|xi − yi | ≤ kx − yk , ∀i = 1, . . . , n, (1.8)
Xn
kx − yk ≤ |xi − yi |. (1.9)
i=1

para todo x = (x1 , . . . , xn ) e y = (y1 , . . . , yn ) en Rn .

4
Es útil considerar los siguientes subconjuntos de Rn . La bola abierta de centro a ∈ Rn y radio
r > 0 es el conjunto
B(a, r) = x ∈ Rn : kx − ak < r ;


la bola cerrada de centro a ∈ Rn y radio r > 0 es el conjunto

B(a, r) = x ∈ Rn : kx − ak ≤ r ;


y la bola reducida de centro a ∈ Rn y radio r > 0 es el conjunto

B ∗ (a, r) = x ∈ Rn : 0 < kx − ak < r .




Cuando decimos bola nos referimos a la bola abierta.


Con estas definiciones introducimos la siguiente noción. Un subconjunto X de Rn es un conjunto
acotado, cuando existe r > 0 tal que X está contenido en alguna bola de centro en el origen 0 =
(0, . . . , 0) y radio r, es decir X ⊂ B(0, r), o, en forma equivalente, kxk < r para todo x ∈ X.

Figura 1.3: El conjunto A es acotado.

Dados dos puntos a, b de Rn , llamamos segmento o intervalo en Rn con extremos a, b, al conjunto


que designamos [a, b] y definimos mediante

[a, b] = {x ∈ Rn : x = (1 − t)a + tb, t ∈ [0, 1]}.

Decimos que un conjunto X ⊂ Rn es convexo, cuando todos los segmentos cuyos extremos son puntos

Figura 1.4: El segmento de extremos a y b.

5
del conjunto están contenidos en el conjunto, es decir, cuando dados x ∈ X, y ∈ X arbitrarios, se
verifica (1 − t)x + ty ∈ X para todo t ∈ [0, 1]. La desigualdad triangular nos permite ver que las bolas
abiertas y cerradas son convexas. En efecto, si kx − ak < r, ky − ak < r, para t ∈ [0, 1], tenemos
k(1 − t)x + ty − ak = k(1 − t)(x − a) + t(y − a)k
≤ (1 − t) kx − ak + t ky − ak < r,
siendo análoga la demostración para una bola cerrada. Por su parte, las bolas reducidas no son
convexas, porque no contienen su centro.

a
b

Figura 1.5: Las bolas son convexas

a
b

Figura 1.6: Conjunto no convexo

1.3. Sucesiones
Llamamos sucesión en Rn a una función x : N → Rn , es decir, a una función con dominio en los
naturales N = {1, 2, . . . } y recorrido en Rn . Escribimos
x = (xk ) = (xk )k∈N = (x1 , x2 , . . . ),
donde xk = x(k) es el valor de la sucesión en el k-ésimo natural, y escribimos xk = (xk1 , . . . , xkn )
cuando indicamos las coordenadas de xk . Dada una sucesión x en Rn , tenemos n sucesiones en R, que
llamamos sucesiones coordenadas, que son (xk1 )k∈N , . . . , (xkn )k∈N , obtenidas al tomar las coordenadas
del vector xk . Recı́procamente, dadas n sucesiones de números reales podemos construir una sucesión
en Rn , tomando como k-ésimo elemento de la sucesión el vector cuyas coordenadas son los k-ésimos
elementos de las sucesiones reales.

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R2

x3
x1 x2

N
1 2 3 4 5

Figura 1.7: Una sucesión en R2

Definición 1 (Lı́mite de una sucesión). Decimos que la sucesión (xk ) tiene lı́mite a, o que converge
o tiende a a y escribimos
lı́m xk = a, xk −→ a,
k k

cuando para todo ε > 0 existe K natural, tal que para todo k ≥ K se verifica kxk − ak < ε. En otros
términos, (xk ) tiene lı́mite a si

∀ε > 0, ∃K ∈ N : ∀k ≥ K, kxk − ak < ε.

Si una sucesión tiene lı́mite, decimos que es convergente.

a
ε

Figura 1.8: Lı́mite de una sucesión

Observamos primero que esta definición generaliza la correspondiente definición de convergencia


de sucesiones reales, el caso n = 1.

La prueba de la siguiente proposición es inmediata.

Proposición 2. Dada una sucesión (xk ) y un punto a en R, las siguientes afirmaciones son equiv-
alentes:

(a) xk −→ a,
k

7
(b) kxk − ak −→ 0,
k

(c) ∀ε > 0 ∃K ∈ N : ∀k ≥ K xk ∈ B(a, ε).

Observar que la equivalencia entre (a) y (b) nos dice que la sucesión (xk )k∈N en Rn converge a a ∈ Rn
si y sólo si la sucesión de números reales (kxk − ak)k∈N converge a cero.

Proposición 3. Dada una sucesión xk = (xk1 , . . . , xkn ) y un punto a = (a1 , . . . , an ), las siguientes
afirmaciones son equivalentes:

xk −→ a,
k

xki −→ ai , para todo i = 1, . . . , n.


k

Demostración. Observar que por la proposición anterior alcanza con probar que las siguientes afir-
maciones son equivalentes:

kxk − ak −→ 0,
k

|xki − ai | −→ 0, para todo i = 1, . . . , n.


k

Aplicando las fórmulas (1.8) y (1.9) a xk y a obtenemos:

0 ≤ |xki − ai | ≤ kxk − ak , ∀i = 1, . . . , n
Xn
0 ≤ kxk − ak ≤ |xki − ai |
i=1

Luego la equivalencia se deduce inmediatamente tomando lı́mites en ambas desigualdades.


Observar la proposición anterior permite deducir la unicidad del lı́mite (en caso de existir) para
sucesiones en Rn de la unicidad del lı́mite para sucesiones en R.

Definición 2. Una sucesión (xk ) se dice acotada si existe m > 0 tal que kxk k < m, para todo k ∈ N.

Proposición 4. Toda sucesión convergente es acotada.

Demostración. Sea (xk ) una sucesión que tiene lı́mite a. Dado ε = 1 existe K ∈ N tal que para todo
k ≥ K tenemos xk ∈ B(a, 1). Entonces

kxk k ≤ kak + 1 + máx{kx1 k , . . . , kxK k}, para todo k natural.

Teorema 5 (Operaciones con lı́mites de sucesiones).


Consideremos las sucesiones (xk ) con lı́mite a, (yk ) con lı́mite b, ambas en Rn , y la sucesión real
(αk ) con lı́mite α. Entonces

(1) xk + yk −→ a + b,
k

8
(2) αk xk −→ αa,
k

(3) xk · yk −→ a · b,
k

(4) kxk k −→ kak.


k

Demostración.
(1): 0 ≤ kxk + yk − (a + b)k ≤ kxk − ak + kyk − bk −→ 0.
k
(2): kαk xk − αak = kαk xk − αk a + αk a − αak ≤ |αk | kxk − ak + |αk − α| kak −→ |α|0 + 0 kak = 0.
k
(3): Aplicando Cauchy-Schwarz y la Proposición 4 obtenemos:
0 ≤ |xk · yk − a · b| = |xk · yk − xk · b + xk · b − a · b| ≤ |xk · (yk − b)| + |(xk − a) · b|
≤ kxk k kyk − bk + kxk − ak kbk −→ 0.
k

(4): Aplicando (3) obtenemos kxk k2 −→ kak2 y como la función raı́z cuadrada es continua deducimos
k
que kxk k −→ kak.
k

Definición 3. Una subsucesión de una sucesión x = (xk ) es una sucesión obtenida componiendo
x con una sucesión estrictamente creciente de números naturales (kj )j∈N . Escribimos (xkj )j∈N o
(xkj ) para designarla. Equivalentemente, una subsucesión de x es la restricción de x a un conjunto
(infinito) de la forma {k1 < k2 < . . . }
Observación 1. Si (xk ) es una sucesión que converge a un punto a, entonces toda subsucesión (xkj )
de (xk ) converge a a; esto se deduce del correspondiente teorema en R y de la proposición 3.
El recı́proco de la proposición 4 no es cierto, como muestra la sucesión de números reales xk =
(−1)k+1 (k ∈ N). Sin embargo, vale el siguiente resultado.
Teorema 6 (Bolzano-Weierstrass).
Toda sucesión (xk ) acotada tiene una subsucesión convergente.
Demostración. Veamos primero la demostración en el caso n = 1, utilizando el método de bipartición.
Existen a1 , b1 tales que a1 ≤ xk ≤ b1 para todo k natural. Para construir la subsucesión consideremos
k1 = 1 y el punto medio m = (a1 + b1 )/2. Si existen infinitos valores de k tales que xk ∈ [a1 , m]
ponemos a2 = a1 , b2 = m. De lo contrario, existen infinitos valores de k tales que xk ∈ [m, b1 ] y
ponemos a2 = m, b2 = b1 .

a a2 b2 b

a1 b1

Figura 1.9: Método de bipartición de [a, b].

En ambos casos elegimos un ı́ndice k2 > k1 tal que xk2 ∈ [a2 , b2 ]. Repitiendo este procedimien-
to construimos una sucesión de intervalos [aj , bj ] de largo (b1 − a1 )/2j−1 , cada uno de los cuales
está contenido en el anterior y una subsucesión xkj ∈ [aj , bj ]. Es claro entonces, que
a1 ≤ a2 ≤ · · · ≤ b 2 ≤ b 1 .

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Por esto existe α = lı́mj aj = lı́mj bj (basta tomar α = supj {aj }) y, por el teorema de la sucesión
comprendida, se verifica lı́mj xkj = α. 
Consideremos ahora n > 1 y una sucesión xk = (xk1 , . . . , xkn ) . Como la sucesión original
está acotada, también lo esta su primer sucesión coordenada (xk1 ), que según vimos, tiene una
subsucesión convergente, definida por {k1 < k2 < · · · }. La subsucesión (xkj 2 ) está también acotada
y tiene una subsucesión convergente. Procediendo ası́ con cada una de las coordenadas restantes,
obtenemos una subsucesión, definida por {k1′ < k2′ < · · · } tal que todas las subsucesiones coordenadas
convergen y por lo tanto converge la subsucesión obtenida en Rn .

1.4. Conjuntos abiertos y cerrados


Sea A ⊂ Rn un conjunto y x ∈ Rn . Decimos que x es un punto interior al conjunto A cuando
existe ε > 0 tal que B(x, ε) ⊂ A. Llamamos interior de A y lo designamos A◦ al conjunto de los
puntos interiores de A. Claramente A◦ ⊂ A. Decimos que  x es un punto exterior al conjunto A si
c ◦
existe ε > 0 tal que B(x, ε) ∩ A = ∅, es decir si x ∈ A . Decimos que x es un punto frontera del
conjunto A cuando no es ni un punto interior ni exterior a A, es decir cuando para todo ε > 0 se
cumple que B(x, ε) ∩ A 6= ∅ y B(x, ε) ∩ Ac 6= ∅. Llamamos la frontera de A y la designamos mediante
∂A, al conjunto de sus puntos frontera.

a
A

Figura 1.10: El punto a es punto frontera del conjunto A.

Observar que dados A ⊂ Rn y x ∈ Rn se cumple una y sólo una de las afirmaciones siguientes:
x es un punto interior a A.

x es un punto exterior a A.

x es un punto frontera de A.
Decimos que un conjunto A ⊂ Rn es un conjunto abierto cuando todos sus puntos son interiores,
es decir cuando para todo x ∈ A existe ε > 0 tal que B(x, ε) ⊂ A. Claramente A es abierto si y sólo
si A◦ = A.
Decimos que un conjunto B ⊂ Rn es un conjunto cerrado cuando su complemento B c = Rn \ B
es un conjunto abierto.
Ejemplo 1. Los conjuntos ∅ y Rn son subconjuntos abiertos de Rn , luego también son subconjuntos
cerrados de Rn .

10
1 1

kxk < 1 kxk ≤ 1

Figura 1.11: La bola abierta es un conjunto abierto, mientras que la bola cerrada es un conjunto
cerrado

Ejemplo 2. Veamos que la bola abierta de centro a y radio r > 0 es un conjunto abierto. Si x ∈ B(a, r)
sea ε = r − kx − ak > 0. Si ky − xk < ε tenemos

ky − ak ≤ ky − xk + kx − ak < ε + kx − ak = r,

es decir, si y ∈ B(x, ε) entonces y ∈ B(a, r), de donde B(x, ε) ⊂ B(a, r) probando que B(a, r) es un
conjunto abierto. En particular, si n = 1, los intervalos abiertos son conjuntos abiertos en R.
Ejemplo 3. Veamos que la bola cerrada de centro a y radio r > 0 es un conjunto cerrado. Si x ∈
/ B(a, r)
sea ε = kx − ak − r > 0. Si ky − xk < ε tenemos

ky − ak ≥ kx − ak − ky − xk > kx − ak − ε = r,
c
de donde y ∈ / B(a, r). Es decir B(x, ε) ⊂ B(a, r) , de donde B(a, r) es un conjunto cerrado. En
particular, si n = 1, obtenemos que los intervalos cerrados son conjuntos cerrados en R.
Observación 2. De los dos ejemplos anteriores se deduce que para todo r > 0 se cumple

∂B(a, r) = ∂B(A, r) = {x ∈ Rn : kx − ak = r}.

Teorema 7. (a) La unión de conjuntos abiertos es un conjunto abierto.


(b) La intersección de una cantidad finita de conjuntos abiertos es un conjunto abierto.
(c) La intersección de conjuntos cerrados es un conjunto cerrado.
(d) La unión de una cantidad finita de conjuntos cerrados es un conjunto cerrado.
Demostración. (a) Si un punto x pertenece a alguno de los conjuntos abiertos de una cierta clase de
conjuntos abiertos, existe una bola B(x, ε) contenida en ese conjunto, y por lo tanto, contenida en
la unión de los conjuntos abiertos de la clase.
(b) Sean A1 , . . . , An abiertos. Si la intersección es vacı́a hemos concluı́do, dado que el vacı́o es un
conjunto abierto. Si x pertenece a la intersección de estos conjuntos, para cada i = 1, . . . , n existe εi
tal que B(x, εi ) ⊂ Ai y, por lo tanto, con ε = mı́n{ε1 , . . . , εn } > 0, tenemos que la bola B(x, ε) esta
contenida en la intersección de los conjuntos A1 , . . . , An .
Las propiedades (c) y (d) se obtienen tomando complemento y utilizando la igualdad
 \ c [
Aα = Acα .
α∈I α∈I

11
Ejemplo 4. Consideremos una sucesión de conjuntos abiertos en Rm , definida por

An = B(0, 1/n), ∀n = 1, 2, . . . .

Tenemos ∞
T
n=1 An = {0}, que no es un conjunto abierto. Esto muestra que la condición de finitud es
esencial en la parte (b) del teorema anterior.
Un punto x ∈ Rn es un punto de acumulación de un conjunto A ⊂ Rn , cuando para todo
ε > 0 existen puntos de A distintos de x que distan menos que ε de x. En otros términos, x es de
acumulación de A cuando
∀ε > 0, B ∗ (x, ε) ∩ A 6= ∅.
Un punto a perteneciente a un conjunto A es un punto aislado de A cuando existe ε > 0 tal que
B(a, ε) ∩ A = {a}. Observar que si a ∈ A, entonces se cumple una y sólo una de las afirmaciones
siguientes:

a es un punto de acumulación de A.

a es un punto aislado de A.

Designamos mediante A′ al conjunto de los puntos de acumulación de A, que llamamos conjunto


derivado de A.

Proposición 5. Un punto x es de acumulación de un conjunto A si y sólo si existe una sucesión


(ak ) ⊂ A \ {x} que converge a x.

Demostración. Si x ∈ A′ , entonces para cada k ∈ Z+ existe ak ∈ B ∗ (x, 1/k) ∩ A. Luego (ak ) es la


sucesión buscada.
Supongamos que existe una sucesión (ak ) ⊂ A \ {x} que converge a x. Sea ε > 0. Sabemos que
existe k0 tal que ak ∈ B(x, ε), para todo k ≥ k0 . Además como ak ∈ A\{x}, entonces ak ∈ B ∗ (x, ε)∩A
y por lo tanto B ∗ (x, ε) ∩ A 6= ∅.
Definimos la clausura o adherencia Ā de un conjunto A mediante Ā = A ∪ A′ . A los puntos de Ā
se llaman puntos de adherencia de A. Observar que x es un punto de adherencia de A si y sólo si

∀ε > 0, B(x, ε) ∩ A 6= ∅.

Corolario 1. Un punto x es de adherencia de un conjunto A si y sólo si existe una sucesión (ak ) ⊂ A


que converge a x.

Demostración. Si x ∈ A el resultado es claro porque A ⊂ Ā y la sucesión constante ak = x converge


a x. Si x 6∈ A, entonces A \ {x} = A y x ∈ Ā si y sólo si x ∈ A′ . Luego en este caso la afirmación se
deduce de la proposición anterior.

Teorema 8 (Caracterización de los conjuntos cerrados).


Sea B ⊂ Rn . Son equivalentes

(a) B es cerrado.

(b) B contiene a todos sus puntos de acumulación, es decir B ′ ⊂ B.

12
b
B

Figura 1.12: Como B es cerrado se verifica b ∈ B

(c) Si (yk ) ⊂ B e yk −→ b, entonces b ∈ B.


k

(d) B coincide con su clausura, es decir B̄ = B.

Demostración. Como B̄ = B ∪ B ′ , entonces B̄ = B si y sólo si B ′ ⊂ B, es decir (d)⇔(b).


Por otro lado el corolario 1 nos dice que (c) equivale a B̄ ⊂ B, y al ser B ⊂ B̄, tenemos que (c)
equivale a B̄ = B, es decir (c)⇔(d).
Veamos (a)⇒(b). Sea b de acumulación de B. Veamos que b ∈ B. Si, por absurdo, b ∈ B c , por
ser B c abierto existe ε > 0 tal que B ∗ (b, ε) ∩ B = ∅ y b no es de acumulación de B. Luego b ∈ B.
Veamos (c)⇒(a). Si B no es cerrado, existe un punto b ∈ B c que no es interior a B c . Esto implica
que para todo k existe un punto yk ∈ B ∩ B(b, 1/k). Luego yk → b de donde, por (c), b ∈ B contra
nuestro supuesto. Esto concluye la demostración de la última parte y del teorema.
Ejemplo 5. El conjunto S = {x ∈ Rn : kxk = 1} es un conjunto cerrado. En efecto, si (xk ) ⊂ X y
xk → a, tenemos 1 = kxk k → kak, luego kak = 1 y a ∈ S. Aplicando (c) en el teorema 8 obtenemos
que S es cerrado.
Observación 3. Notar que la clausura de una bola abierta es la bola cerrada, de ahı́ la notación
B(a, r) para las bolas cerradas.

1.5. Lı́mites y continuidad de funciones


En esta sección X es un subconjunto de Rn y estudiamos funciones f : X ⊂ Rn → Rm . Un
caso particular importante se obtiene cuando m = 1 y llamamos función real de varias variables a
f : X ⊂ Rn → R. Dada f : X → Rm , la igualdad vectorial y = f (x) en Rm equivale a m igualdades

f
X y = f (x)
x

Figura 1.13: Función f : X ⊂ R3 → R2

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escalares en R, y escribimos

(y1 , . . . , ym ) = f1 (x1 , . . . , xn ), . . . , fm (x1 , . . . , xn ) .

Cada una de las funciones fi : X → R (i = 1, . . . , m) es una función real de varias variables, que
llamamos función coordenada o función componente y escribimos f = (f1 , . . . , fm ).
Ejemplo 6 (Transformaciones Lineales). Un ejemplo central de funciones de Rn en Rm son las trans-
formaciones lineales, es decir, las funciones T : Rn → Rm que verifican T (αx + βy) = αT (x) + βT (y)
para α, β reales, x, y vectores en Rn , todos arbitrarios. Recordemos que dada una transformación
lineal T existe una única matriz A = (aij ) de tamaño m × n, que llamamos matriz asociada, tal que
se verifica
T (x) = Ax,
asumiendo que x = (x1 , . . . , xn ) es un vector columna. Si las funciones coordenadas de T son
T1 , . . . , Tm , tenemos Ti (x) = Ai · x, para cada i = 1, . . . , m, donde Ai = (ai1 , . . . , ain ) designa la
i-ésima fila de A y a x lo escribimos como un vector fila.
Ejemplo 7 (Curvas en Rn ). Obtenemos otro caso particular importante cuando el dominio es un
subconjunto de R. Llamamos curva en Rn a una función λ : I → Rn , donde I es un intervalo de la
recta real. Como las curvas se utilizan para modelar la evolución temporal de un punto en el espacio
(cuando n = 3, por ejemplo) es usual decir que la variable independiente es el tiempo, utilizando la
letra t para designarla. Es importante notar que la curva es la función y no su recorrido, que es un
conjunto de puntos en Rn . Este conjunto de puntos se denomina la traza de la curva. De esta forma,
las curvas definidas en R, mediante

λ(t) = (r cos t, r sen t), µ(t) = r cos(2t), r sen(2t) ,

son curvas distintas con la misma traza.


Definición 4 (Lı́mite de una función).
Sean f : X → Rm y a un punto de acumulación de X. Decimos que el lı́mite de la función f cuando
x tiende a a es b y escribimos

lı́m f (x) = b, ó f (x) → b (x → a)


x→a

cuando para todo ε > 0 existe δ > 0 tal que para todo x ∈ X que cumpla 0 < kx − ak < δ se verifica
kf (x) − bk < ε. En otros términos, cuando

∀ε > 0 ∃δ > 0 : ∀x ∈ X 0 < kx − ak < δ ⇒ kf (x) − bk < ε,

o sea, cuando
∀ε > 0 ∃δ > 0 : f X ∩ B ∗ (a, δ) ⊂ B(b, ε).


Teorema 9 (Teorema de pasaje).


Sean f : X → Rm , a un punto de acumulación de X. Son equivalentes
(a) f (x) → b cuando x → a.

(b) Para toda sucesión (xk ) ⊂ X \ {a} que cumple xk −→ a, se verifica f (xk ) −→ b.
k k

14
Demostración. Veamos (a)⇒(b). Consideremos (xk ) ⊂ X \ {a} tal que xk → a. Veamos que f (xk ) →
b. Dado ε > 0 existe δ > 0 tal que f X ∩ B ∗ (a, δ) ⊂ B(b, ε). Existe además K tal que si k ≥ K se
verifica xk ∈ X ∩ B ∗ (a, δ). Luego f (xk ) ∈ B(b, ε) es decir f (xk ) → b.
Veamos ahora (b)⇒(a). Supongamos por absurdo que f (x) 9 b cuando x → a. Existe entonces
ε0 tal que para todo δ = 1/k (k natural) existe xk ∈ B ∗ (a, 1/k) ∩ X tal que

kf (xk ) − bk ≥ ε0 . (1.10)

Pero la sucesión (xk ) ⊂ X \{a} verifica xk → a. Luego, según (b) se verifica f (xk ) → b contradiciendo
(1.10) y completando la demostración del teorema.
Observación 4. Dada f = (f1 , . . . , fm ) : X → Rm , con X ⊂ Rn y a punto de acumulación de X, el
teorema 9 de pasaje y la proposición 3 nos permiten demostrar fácilmente que

lı́m f (x) = b = (b1 , . . . , bm ) ⇔ lı́m fi (x) = bi (i = 1, . . . , m),


x→a x→a

es decir, una función tiene lı́mite si y sólo si tienen lı́mite sus funciones coordenadas.
Si f, g : X ⊂ Rn → Rm y α : X ⊂ Rn → R son funciones y λ ∈ R, definimos

f + g : X ⊂ Rn → Rm , (f + g)(x) := f (x) + g(x), ∀x ∈ X, (1.11)


λf : X ⊂ Rn → Rm , (λf )(x) := λf (x), ∀x ∈ X, (1.12)
αf : X ⊂ Rn → Rm , (αf )(x) := α(x)f (x), ∀x ∈ X,
f · g : X ⊂ Rn → R, (f · g)(x) := f (x) · g(x), ∀x ∈ X,
kf k : X ⊂ Rn → R, kf k(x) := kf (x)k, ∀x ∈ X.

Notar que multiplicar una función f por un escalar λ equivale a multiplicar f por la función constante
igual a λ. Es fácil de probar que el conjunto de las funciones de dominio X ⊂ Rn y codominio Rm
tiene estructura de espacio vectorial con las operaciones definidas en (1.11) y (1.12).

Mediante los teoremas 5 (de operaciones con lı́mites de sucesiones) y 9 (de pasaje) es inmediato
obtener los siguientes resultados.

Teorema 10 (Operaciones con lı́mites de funciones).


Sea X ⊂ Rn y a un punto de acumulación de X. Consideremos funciones f, g : X → Rm , α : X → R
y un escalar λ ∈ R. Supongamos que

f (x) → b, g(x) → c, α(x) → α, cuando x → a.

Entonces

(1) f (x) + g(x) → b + c (x → a),

(2) λf (x) → λb (x → a),

(3) α(x)f (x) → αb (x → a),

(4) f (x) · g(x) → b · c (x → a),

15
(5) kf (x)k → kbk (x → a).
Definición 5 (Continuidad).
Sea f : X → Rm . Dado a ∈ X, decimos que f es continua en a si dado ε > 0 existe δ > 0 tal que
para todo x ∈ X que cumpla kx − ak < δ se verifica kf (x) − f (a)k < ε. En otros términos, f es
continua en a cuando

∀ε > 0, ∃δ > 0 : ∀x ∈ X, kx − ak < δ ⇒ kf (x) − f (a)k < ε,

o sea, cuando 
∀ε > 0, ∃δ > 0 : f X ∩ B(a, δ) ⊂ B(f (a), ε).
Decimos que f es continua si es continua en a para todo a ∈ X.

f (a) + ε

f (a) − ε f (a)

X
B(a, δ)

Figura 1.14: Los entornos para f : R2 → R continua en a ∈ X.

Observación 5. Notar que si f : X ⊂ Rn → Rm es continua y Z ⊂ X, entonces la restricción


f |Z : Z ⊂ Rn → Rm es continua.
Observación 6. Dada f : X → Rm y a ∈ X tal que a es un punto de acumulación de X, entonces a
partir de las definiciones se deduce directamente que f es continua en a si y sólo si lı́mx→a f (x) = f (a).
El siguiente teorema es la versión del teorema de pasaje para funciones continuas.
Teorema 11.
Sea f : X ⊂ Rn → Rm y a ∈ X. Son equivalentes:
(a) La función f es continua en a.
(b) Para toda sucesión (xk ) ⊂ X que cumple xk −→ a, se verifica f (xk ) −→ f (a).
k k

Demostración. El punto a es aislado o es de acumulación de X.


Supongamos que a es un punto aislado de X, es decir existe δ > 0 tal que B(a, δ) ∩ X = {a}.
En este caso es 
f B(a, δ) ∩ X = {f (a)} ⊂ B(f (a), ε), ∀ε > 0,
entonces f es continua en a. Además si una sucesión (xk ) ⊂ X verifica xk −→ a, entonces existe
k
K > 0 tal que
xk ∈ B(a, δ) ∩ X = {a}, ∀k ≥ K ⇒ xk = a, ∀k ≥ K;

16
luego f (xk ) −→ f (a).
k
Supongamos ahora que a es un punto de acumulación de X.
Veamos que (a) implica (b). Consideremos (xk ) ⊂ X tal que xk −→ a. La continuidad de f en a
 k
implica que dado ε >0 existe δ > 0 tal que f X ∩ B ∗ (a, δ) ⊂ B(f (a), ε); además f (a) ∈ B(f (a), ε),
luego f X ∩ B(a, δ) ⊂ B(f (a), ε). La convergencia de (xk ) a a implica que existe K tal que si
k ≥ K, entonces xk ∈ X ∩ B(a, δ); luego f (xk ) ∈ B(f (a), ε) si k ≥ K, es decir f (xk ) −→ f (a).
k
Veamos que (b) implica (a). Observar que (b) implica que se verifica la condición (b) del teorema de
pasaje 9, luego el mismo implica lı́mx→a f (x) = f (a) y por la observación anterior esto equivale con
que f sea continua en a.

Del teorema anterior se deduce que f : X ⊂ Rn → Rm es continua si y sólo si para toda sucesión
convergente (xk ) en X se cumple 
lı́m f (xk ) = f lı́m xk .
k k

Además este teorema junto con los resultados que vimos de lı́mites de sucesiones implican los si-
guientes:
(a) Una función es continua en un punto si y sólo si son continuas en ese punto todas sus funciones
coordenadas.
(b) Si f, g : X → Rm y α : X → R son continuas en a ∈ X, también son continuas en a las funciones

f + g : X → Rm , αf : X → Rm , f · g : X → R, kf k : X → R.

Ejemplo 8. Veamos que una transformación lineal T = (T1 , . . . , Tm ) : Rn → Rm es una función


continua, verificando que sus funciones coordenadas lo son. En efecto, como la función coordenada
tiene la forma Ti (x) = Ai · x, para un cierto vector Ai (que es la i-ésima fila de la matriz de T ), la
continuidad resulta de la proposición anterior, por ser continua la función constante f (x) = Ai , la
función identidad g(x) = x y su producto escalar f · g = Ti , para cada i = 1, . . . , m.
Ejemplo 9. Las proyecciones pi : Rn → R, i = 1, . . . , n, definidas por

pi (x1 , . . . , xn ) = xi , ∀(x1 , . . . , xn ) ∈ Rn ,

son mapas lineales, luego son continuas por el ejemplo anterior.


Teorema 12 (Continuidad de la función compuesta).
Sean f : X ⊂ Rn → Rm y g : Y ⊂ Rm → Rp , donde f (X) ⊂ Y , tales que f es continua en a ∈ X y g
es continua en b = f (a). Entonces la función compuesta h = g ◦ f : X ⊂ Rn → Rp es continua en a.

Demostración. Sea (xk ) ⊂ X tal que xk → a. Por ser f continua en a se cumple yk = f (xk ) → f (a) =
b. Por ser g continua en b, se cumple g(yk ) → g(b). Es decir h(xk ) = g f (xk ) → g f (a) = h(a), y
h resulta continua en a.
Ejemplo 10. Sea f : R2 → R definida por f (x, y) = ex+y , para todo (x, y) ∈ R2 . La función f se
puede escribir como f = exp ◦(p1 + p2 ), sendo exp : R → R la función exponencial y p1 , p2 : R2 → R
las proyecciones sobre los ejes coordenados. Luego la continuidad de f se deduce de ser continuas
exp, p1 , p2 y del teorema anterior.

17
X ⊂ Rn Y ⊂ Rm Rp
f
g

a
b = f (a)
c = g(f (a))

h=g◦f

Figura 1.15: La funcion compuesta h = g ◦ f .

El siguiente teorema muestra que la continuidad de una función en un conjunto es un concepto


global.
Teorema 13. Sea f : X ⊂ Rn → Rm una función. Las siguientes afirmaciones son equivalentes:
1. La función f es continua.

2. Para todo conjunto abierto U ⊂ Rm existe un conjunto abierto V ⊂ Rn tal que f −1 (U ) = X ∩V .

3. Para todo conjunto cerrado K ⊂ Rm existe un conjunto cerrado H ⊂ Rn tal que f −1 (K) =
X ∩ H.
Demostración. (1 ⇒ 2). Sea U ⊂ Rm un conjunto abierto. Si U ∩ Im(f ) = ∅, entonces f −1 (U ) = ∅ =
X ∩ ∅ y el resultado es cierto.
Supongamos U ∩ Im(f ) 6= ∅, luego f −1 (U ) 6= ∅. Si v ∈ f −1 (U ), entonces f (v) ∈ U . Como U
es abierto, entonces existe una bola Cv centrada en f (v) y contenida en U . Por otro lado al ser f
S f (X ∩ Bv ) ⊂ Cv . Consideremos el conjunto de las
continua, existe una bola Bv centrada en v tal que
bolas Bv construidas de esta manera y sea V = v∈f −1 (U ) Bv . El conjunto V es abierto por ser unión
de bolas abiertas. Probaremos f −1 (U ) = X ∩ V . Observar que
[ [
X ∩V =X ∩ Bv = (X ∩ Bv ) .
v∈f −1 (U ) v∈f −1 (U )

Si a ∈ X ∩ V = v∈f −1 (U ) (X ∩ Bv ), entonces existe v ∈ f −1 (U ) tal que a ∈ X ∩ Bv . Luego


S

f (a) ∈ f (X ∩ Bv ) ⊂ Cv ⊂ U y por lo tanto a ∈ f −1 (U ).


Por otro lado, si v0 ∈ f −1 (U ), entonces v0 ∈ X ∩ Bv0 ⊂ v∈f −1 (U ) (X ∩ Bv ) = X ∩ V . Esto
S

completa la prueba de f −1 (U ) = X ∩ V .

(2 ⇒ 1). Sea a ∈ X arbitrario. Para cada ε > 0 la bola B(f (a), ε) ⊂ Rm es un conjunto abierto,
luego existe un conjunto abierto V ⊂ Rn tal que f −1 (B(f (a), ε)) = X ∩ V . Como f (a) ∈ B(f (a),ε),
entonces a ∈ V y al ser V abierto, entonces existe δ > 0 tal que B(a, δ) ⊂ V . Luego f B(a, δ) ∩ X ⊂
f (V ∩ X) ⊂ B(f (a), ε), lo cual prueba que f es continua en a. Como a es arbitrario, se deduce que
f es continua en X.

18
m −1 c −1
c
(2 ⇔ 3). Observemos previamente que si A ⊂
c R , entonces f c (A ) = X ∩ f (A)
 . Luego
−1 −1 −1
c
si f (A) = X ∩ B, es f (A ) = X ∩ f (A) = X ∩ X ∩ B = X ∩ X ∪ B = X ∩ B c . c c

Ası́ probamos
f −1 (A) = X ∩ B ⇒ f −1 (Ac ) = X ∩ B c .
De esta última relación y de que la correspondencia A 7→ Ac intercambia abiertos y cerrados, se
deduce inmediatamente la equivalencia entre 2 y 3.

Corolario 2. Sea f : X ⊂ Rn → Rm una función. Si X es abierto, entonces f es continua si y sólo


f −1 (U ) es abierto para todo conjunto abierto U ⊂ Rm . Si X es cerrado, entonces f es continua si y
sólo f −1 (K) es cerrado para todo conjunto cerrado K ⊂ Rm .

Ejemplo 11. Consideremos los siguientes conjuntos:

A1 = {(x, y, z) ∈ R3 : z = x2 + y 2 }, A2 = {(x, y, z) ∈ R3 : z ≤ x2 + y 2 },
A3 = {(x, y, z) ∈ R3 : z > x2 + y 2 }, A4 = {(x, y, z) ∈ R3 : 0 ≤ z ≤ x2 + y 2 },
A5 = {(x, y, z) ∈ R3 : x =
6 x2 + y 2 }

Si definimos f : R3 → R mediante f (x, y, z) = z − x2 − y 2 , para todo (x, y, z) ∈ R3 , entonces

A1 = {(x, y, z) ∈ R3 : z − x2 − y 2 = 0} = {(x, y, z) ∈ R3 : f (x, y, z) = 0} = f −1 ({0})


A2 = {(x, y, z) ∈ R3 : z − x2 − y 2 ≤ 0} = {(x, y, z) ∈ R3 : f (x, y, z) ≤ 0} = f −1 [−∞, 0)


A3 = {(x, y, z) ∈ R3 : z − x2 − y 2 > 0} = {(x, y, z) ∈ R3 : f (x, y, z) > 0} = f −1 (0, +∞)




Como f es continua y {0} es cerrado, se deduce que A1 es cerrado. En forma análoga obtenemos que
A2 es cerrado y A3 es abierto. Observar

A4 = {(x, y, z) ∈ R3 : z ≤ x2 + y 2 } ∩ {(x, y, z) ∈ R3 : 0 ≤ z}.

Si definimos g : R3 → R mediante g(x, y, z) = z, para todo (x, y, z) ∈ R3 , entonces

A4 = f −1 [−∞, 0) ∩ g −1 [0, +∞) ,


 

luego A4 es cerrado.
Respecto a A5 , observando que A5 = Ac1 o A5 = f −1 (R \ {0}), deducimos que A5 es abierto.

1.6. Compacidad
Definición 6. Decimos que un conjunto C ⊂ Rn es compacto cuando es cerrado y acotado.

Aplicando el teorema 7 es inmediato probar que la intersección de una familia arbitraria de


compactos es compacto y que la unión de una familia finita de compactos es compacto.

Proposición 6. Si A ⊂ R es un conjunto compacto no vacı́o, entonces A tiene máximo y mı́nimo.

19
Demostración. Como A ⊂ R es un conjunto acotado no vacı́o, entonces tiene supremo e ı́nfimo que
llamamos L y l respectivamente. La condición de supremo nos dice que para todo ε > 0 existe x ∈ A
tal que L − ε < x ≤ L, luego B(L, ε) ∩ A 6= ∅. Esto implica que L ∈ A, pero como A es cerrado,
es A = A y por lo tanto L ∈ A, es decir el supremo es máximo. En forma análoga se prueba que el
ı́nfimo es mı́nimo.
Teorema 14 (Caracterización de compactos por sucesiones).
Sea C ⊂ Rn . Son equivalentes
(a) C es compacto.

(b) Toda sucesión de puntos de C contiene una subsucesión convergente a algún punto de C.
Demostración. (a)⇒(b): Si (xk ) ⊂ C, por ser C acotado existe una subsucesión convergente, pong-
amos xkj −→ c. Como C es cerrado, c ∈ C.
j
(b)⇒(a): Probaremos que C es cerrado viendo que verifica la condición (c) del teorema 8. Sea
(xk )k ⊂ C tal que xk −→ b ∈ Rn . Por (b) sabemos que existe una subsucesión (xkj )j tal que xkj −→ c,
k j
para algún c ∈ C. Luego c = b y por lo tanto b ∈ C.
Probaremos que C es acotado razonando por el absurdo. Si C no es acotado, para cada k natural
existe xk ∈ C, tal que kxk k ≥ k. Entonces,
(xk ) ⊂ C, pero (xk ) no tiene subsucesiones convergentes,
porque de serlo, serı́an acotadas y xkj ≥ kj −→ ∞, para cualquier subsucesión. Luego C es
j
acotado. Queda entonces demostrado que C es compacto.
TeoremaT 15 (Cantor). Sea C1 ⊃ C2 ⊃ · · · una sucesión de subconjuntos de Rn compactos no vacı́os.
Entonces ∞k=1 Ck 6= ∅, es decir, su intersección es no vacı́a.

Demostración. Como los conjuntos Ck no son vacı́os, para cada k existe xk ∈ Ck . Luego, como
(xk ) ⊂ C1 existe una subsucesión convergente, pongamos xkj −→ a. Para cada k tenemos xkj ∈ Ck
j
si kj ≥ k, lo que implica que a ∈ Ck , por ser Ck cerrado. Entonces a ∈ ∞
T
k=1 Ck , que resulta no vacı́a,
concluyendo la demostración.
Recordar que si X ⊂ Rn es un conjunto acotado no vacı́o, se define el diámetro de X por
diam(X) = sup{||x − y|| : x, y ∈ X}.
Corolario 3. Sea C1 ⊃ C2 ⊃ · · · una sucesión deTsubconjuntos de Rn compactos no vacı́os, tales
que diam Ck −→ 0. Entonces existe c ∈ Rn tal que ∞k=1 Ck = {c}.
k

Demostración. Por el teorema de Cantor sabemos que ∞


T T∞
k=1 Ck 6= ∅. Si c, d ∈ k=1 Ck , es c, d ∈ Ck ,
para todo k y por lo tanto 0 ≤ kc − dk ≤ diam Ck −→ 0. Luego kc − dk = 0 y c = d.
k

Ejemplo 12. Veamos ejemplos en los cuales se verifica Cantor y ejemplos en los cuales no.
1. Si Ck = [−1/k, 1 + 1/k] ⊂ R, entonces ∞
T
k=1 Ck = [0, 1] (los conjuntos [−1/k, 1 + 1/k] son
compactos, pero diam[−1/k, 1 + 1/k] = 1 + 2/k −→ 1 6= 0).
k
T∞
2. Si Ck = [−1/k, 1/k] ⊂ R, entonces k=1 Ck = {0} (los conjuntos [−1/k, 1/k] son compactos y
diam[−1/k, 1/k] = 2/k −→ 0).
k

20
T∞
3. Si Ck = [k, +∞) ⊂ R, entonces k=1 Ck = ∅ (los conjuntos [k, +∞) son cerrados pero no
acotados).
T∞
4. Si Ck = {x ∈ Rn : 1 − 1/k ≤ kxk < 1} ⊂ Rn , entonces k=1 Ck = ∅ (los conjuntos
{x ∈ Rn : 1 − 1/k ≤ kxk < 1} son acotados pero no cerrados).
n n
Definición 7. Dado X ⊂ R S decimos que una familia (Aα )α∈I de subconjuntos de R es un cubrim-
iento de X cuando X ⊂ α∈I Aα . Un subcubrimiento es una subfamilia de un cubrimiento, que
también es un cubrimiento. Un subcubrimiento se dice finito si está formado por una cantidad finita
de elementos. Un cubrimiento abierto de X es un cubrimiento (Aα )α∈I en el cual Aα es abierto para
todo α ∈ I.

Teorema 16 (De cubrimientos finitos de Borel-Lebesgue).


Sea X ⊂ Rn compacto. Entonces todo cubrimiento abierto de X contiene un subcubrimiento finito.

Demostración. Para simplificar la notación haremos la prueba para X ⊂ R2 , pero la demostración


vale en general.
Razonaremos por el absurdo suponiendo que X ⊂ R2 es un conjunto compacto y Λ = (Aα )α∈I es
un cubrimiento abierto de X que no admite subcubrimientos finitos.
Como X es compacto, entonces está acotado y por lo tanto existe un cuadrado cerrado I0 de
lado l tal que X ⊂ I0 . Dividimos I0 en cuatro cuadrados cerrados iguales C1 , C2 , C3 , C4 . Si para
S44 se cumpliese que X ∩ Ci se cubre con una cantidad finita de elementos de Λ,
todo i = 1, 2, 3,
entonces X = i=1 (X ∩ Ci ) también lo harı́a contra nuestro supuesto; luego entre C1 , C2 , C3 , C4
existe alguno que llamamos I1 tal que X ∩ I1 no se cubre con una cantidad finita de elementos de Λ.
Observar que I1 ⊂ I0 , siendo I1 , I0 compactos y el lado de I1 es 2l . Ahora I1 lo dividimos en cuatro
cuadrados iguales y repetimos el razonamiento para encontrar un cuadrado cerrado I2 tal que X ∩ I2
no se cubre con una cantidad finita de elementos de Λ, siendo I2 ⊂ I1 ⊂ I0 , con I2 , I1 , I0 compactos
y el lado de I2 es 21 2l = 2l2 .
Repitiendo el procedimiento construimos inductivamente una sucesión de cuadrados cerrados
(Ik )k∈N tales que I0 ⊃ I1 ⊃ I2 ⊃ · · · , el lado de Ik es 2lk y X ∩ Ik no se cubre con una cantidad finita
de elementos de Λ (en particular X ∩ Ik 6= ∅), para todo √ kl en N.
Observar que 0 ≤ diam(X ∩ Ik ) ≤ diam(Ik ) = 2 2k −→ 0, luego diam(X ∩ Ik ) −→ 0. La
k k
condición I0 ⊃ I1 ⊃ I2 ⊃ · · · implica X ⊃TX ∩ I1 ⊃ X ∩ I2 ⊃ · · · , luego el corolario del teorema de
Cantor implica que existe x ∈ X tal que ∞ k=1 (X ∩ Ik ) = {x}.
S
Como x ∈ X ⊂ α∈I Aα , entonces existe β ∈ I tal que x ∈ Aβ . Al ser Aβ abierto existe ǫ0 > 0
tal que B(x, ε0 ) ⊂ Aβ . La condición diam(Ik ) −→ 0, ∀k ∈ N, implica que existe p ∈ N tal que
k
diam(Ip ) < ǫ0 . Observar que x ∈ Ip .

Si y ∈ Ip es kx − yk ≤ diam(Ip ) < ε0 ⇒ y ∈ B(x, ǫ0 ) ⊂ Aβ , ∀y ∈ Ip ⇒ Ip ⊂ Aβ .

Luego X ∩ Ip ⊂ Ip ⊂ Aβ y resulta que X ∩ Ip se cubre con un solo elemento Aβ en contradicción con


la forma en que construimos la sucesión (Ik )k∈N .
Observación 7. Es importante notar que el recı́proco del teorema anterior también es cierto, dando
entonces una caracterización de los conjuntos compactos en Rn : un conjunto es compacto en Rn si y
sólo si todo cubrimiento abierto del mismo tiene un subcubrimiento finito.

21
Ejemplo 13. Veamos ejemplos en que muestran que la implicancia en el teorema anterior es falsa si
X no es compacto.

1. Si X = B(0, 1) ⊂ Rn , entonces X = ∞
S
k=2 B(0, 1 − 1/k) y por lo tanto {B(0, 1 − 1/k)}k≥2 es
un cubrimiento abierto de B(0, 1). Sin embargo, si J es un subconjunto S finito de {2, 3, . . . },
entonces
Sm existe m ∈ N tal que J ⊂ {2, 3, . . . , m} y por lo tanto k∈J B(0, 1 − 1/k) ⊂
k=2 B(0, 1 − 1/k) = B(0, 1 − 1/m) 6= B(0, 1).

2. Si X = [0, +∞) ⊂ R, entonces X ⊂ ∞


S
k=1 (−1, k), luego {(−1, k)}k∈N es un cubrimiento abierto
de [0, +∞) y es claro que mediante un argumento similar al anterior se prueba que no tiene
subcubrimientos finitos.

Notar que en el primer ejemplo X es acotado pero no cerrado y en el segundo es cerrado pero no
acotado.

Teorema 17 (Compacidad y funciones continuas).


Sean X ⊂ Rn compacto, f : X → Rm continua. Entonces f (X) es un conjunto compacto.

X f (X)

Figura 1.16: Si X es compacto y f es contina, entonces f (X) es compacto.

Demostración. Utilizamos la caracterización de conjuntos compactos por sucesiones del teorema 14.
Dada (yk ) ⊂ f (X) existe (xk ) ⊂ X tal que yk = f (xk ) para cada k. Como X es compacto, (xk )
tiene una subsucesión convergente a un punto de X, pongamos xkj −→ a ∈ X. Por continuidad
j
ykj = f (xkj ) −→ f (a) ∈ f (X), probando la compacidad de f (X).
j

Definición 8. Sea f : X ⊂ Rn → R una función acotada (luego Im(f ) = f (X) ⊂ R es un conjunto


no vacı́o y acotado). Al supremo de f (X) le llamamos el supremo de f . En el caso en que el supremo
de f (X) sea máximo (es decir que pertenezca a f (X)), decimos que es el máximo de f . En forma
análoga se definen el ı́nfimo y el mı́nimo de f .

Corolario 4 (Teorema de Weierstrass).


Sea ∅ 6= X ⊂ Rn un conjunto compacto y f : X → R una función continua. Entonces f presenta
máximo y mı́nimo absolutos en X, es decir, existen xm , xM en X tales que

f (xm ) ≤ f (x) ≤ f (xM ), ∀x ∈ X.

Demostración. Como f (X) es compacto y no vacı́o, entonces la proposición 6 implica que f (X) tiene
máximo y mı́nimo, lo cual es la tesis de nuestro teorema.

22
Veamos que la noción de compacidad es especialmente útil, dado que, por separado, las nociones
de conjunto cerrado o conjunto acotado no son suficientes para obtener un teorema como el teorema
17 o el teorema de Weierstrass.
Para esto consideremos f : (0, 1] → R dada por f (x) = 1/x. La función f es continua en X = (0, 1],
que es un conjunto acotado. Sin embargo f (X) = [1, ∞) no es acotado.
Por otra parte, la función g : [1, ∞) → R dada por g(x) = 1/x también es continua en su dominio
Y = [1, ∞), que es un conjunto cerrado. Sin embargo g(Y ) = (0, 1], que no es un conjunto cerrado.
Notar que en ambos ejemplos la función es continua pero no tiene máximo y mı́nimo.

1.7. Continuidad uniforme


Definición 9. Una función f : X → Rm es uniformemente continua cuando dado ε > 0 existe δ > 0
tal que para todo par x, y ∈ X que cumpla kx − yk < δ se verifica kf (x) − f (y)k < ε. En otros
términos, f es uniformemente continua en X cuando
∀ε > 0 ∃δ > 0 : ∀x, y ∈ X, ky − xk < δ ⇒ kf (y) − f (x)k < ε.
Observemos que si f es uniformemente continua en X, es continua en todo a ∈ X (como resulta
de tomar a = y en la definición de continuidad uniforme). Para probar que una función no es
uniformemente continua es útil la siguiente proposición.
Proposición 7. Si f : X → Rm es uniformemente continua en X, entonces para todo par de suce-
siones (xk ) ⊂ X e (yk ) ⊂ X tales que se verifica kyk − xk k −→ 0, tenemos kf (yk ) − f (xk )k −→ 0.
k k

Demostración. Consideremos entonces un par de sucesiones (xk ), (yk ) ⊂ X tales que kyk − xk k −→ 0.
k
Veamos que
kf (yk ) − f (xk )k −→ 0. (1.13)
k

Dado ε > 0 existe δ > 0 tal que ky − xk < δ implica kf (y) − f (x)k < ε. Existe además K tal que
k ≥ K implica kyk − xk k < δ. Luego, si k ≥ K vale kf (yk ) − f (xk )k < ε, demostrando (1.13).
Ejemplo 14. Sea f : R → R definida mediante f (x) = x2 . Considerando xk = k e yk = k + 1/k.
Vemos que kyk − xk k = 1/k → 0 pero kf (yk ) − f (xk )k = 2 + 1/k 2 9 0. Deducimos entonces que f
no es uniformemente continua en R.
Observar que el ejemplo anterior muestra que en general la continuidad no implica la continuidad
uniforme. Por eso es importante el siguiente:
Teorema 18 (Compacidad y continuidad uniforme).
Si X ⊂ Rn es compacto y f : X → Rm continua, entonces f es uniformemente continua en X.
Demostración. Supongamos, por absurdo, que f no es uniformemente continua. Es decir, existe ε0
tal que para todo δ = 1/k (k natural) existen pares de puntos xk , yk en X tales que kyk − xk k < 1/k
pero
kf (yk ) − f (xk )k ≥ ε0 . (1.14)
Como X es compacto, la sucesión (xk ) tiene una subsucesión (xkj ) convergente a un punto a de X.
Además,
yk − a ≤ yk − xk + xk − a −→ 0,
j j j j
j

23
es decir, ykj −→ a. Entonces, como f es continua en a y la función norma k k es continua, deducimos
j

lı́m f (xkj ) − f (ykj ) = kf (a) − f (a)k = 0,
j

contradiciendo (1.14) y concluyendo la demostración.

1.8. Conexión
Definición 10. Una poligonal que une dos puntos x, y de Rn es un conjunto de la forma
k
[
P = [ai−1 , ai ],
i=1

donde x = a0 , a1 , . . . , ak = y son puntos de Rn y [ai−1 , ai ] es un segmento para cada i = 1, . . . , k. En


otras palabras, una poligonal es una concatenación de segmentos de Rn .

Proposición 8. Dada una poligonal P arbitraria que une x con y en Rn , siempre es posible construir
una función continua f : [0, 1] ⊂ R → Rn tal que f ([0, 1]) = P , f (0) = x y f (1) = y.

Demostración. (idea) Si P es un segmento, P = [a, b], entonces definimos fa,b : [0, 1] → Rn mediante

fa,b (t) = (1 − t)a + tb, 0 ≤ t ≤ 1.

Supongamos que P consta de dos segmentos, P = [a, b] ∪ [b, c]. Las funciones fa,b : [0, 1] → Rn y
fb,c : [0, 1] → Rn son continuas y verifican

fa,b (0) = a, fa,b (1) = b = fb,c (0), fb,c (1) = c, fa,b ([0, 1]) = [a, b], fb,c ([0, 1]) = [b, c].

Consideremos las funciones α1 : [0, 1/2] → R y α2 : [1/2, 1] → R definidas por

α1 (t) = 2t, ∀t ∈ [0, 1/2]; α2 (t) = 2t − 1, ∀t ∈ [1/2, 1].

Estas funciones son continuas y verifican

α1 (0) = 0, α1 (1/2) = 1, α1 ([0, 1/2]) = [0, 1]; α2 (1/2) = 0, α2 (1) = 1, α2 ([1/2, 1]) = [0, 1].

Luego fa,b ◦ α1 : [0, 1/2] → Rn y fb,c ◦ α2 : [1/2, 1] → Rn son continuas y verifican

(fa,b ◦ α1 )(0) = a, (fa,b ◦ α1 )(1/2) = b, (fb,c ◦ α1 )(1/2) = b, (fb,c ◦ α1 )(1) = c,


(fa,b ◦ α1 )([0, 1/2]) = [a, b], (fb,c ◦ α2 )([1/2, 1]) = [b, c].

Observar que (fa,b ◦α1 )(1/2) = b = (fb,c ◦α1 )(1/2), luego tiene sentido definir f : [0, 1] → Rn mediante

(fa,b ◦ α1 )(t) = (1 − 2t)a + 2tb, t ∈ [0, 1/2],
f (t) =
(fb,c ◦ α2 )(t) = (2 − 2t)b + (2t − 1)c, t ∈ [1/2, 1].

Claramente f es continua, f (0) = a, f (1) = c y f ([0, 1]) = [a, b] ∪ [b, c].

24
Si P consta de tres segmentos, P = [a, b] ∪ [b, c] ∪ [c, d], entonces consideramos las funciones
β1 : [0, 1/3] → R, β2 : [1/3, 2/3] → R, β3 : [2/3, 1] → R, definidas por
β1 (t) = 3t, ∀t ∈ [0, 1/3]; β2 (t) = 3t − 1, ∀t ∈ [1/3, 2/3]; β3 (t) = 3t − 2, ∀t ∈ [2/3, 1].
Observar que β1 ([0, 1/3]) = β2 ([1/3, 2/3]) = β3 ([2/3, 1]) = [0, 1], luego una función que verifica lo
requerido es la función f : [0, 1] → Rn definida por

(fa,b ◦ β1 )(t), t ∈ [0, 1/3],

f (t) = (fb,c ◦ β2 )(t), t ∈ [1/3, 2/3],

(fc,d ◦ β3 )(t), t ∈ [2/3, 1].

Análogamente se define la función para el caso en que P esté formada por k segmentos.
Definición 11. Decimos que un conjunto abierto X ⊂ Rn es conexo cuando todo par de puntos x, y
de X se pueden unir por una poligonal contenida en X. Es decir, existen puntos x = a0 , a1 , . . . , ak = y
tales que
[k
P = [ai−1 , ai ] ⊂ X.
i=1

Ejemplo 15. Como todo segmento es una poligonal, deducimos que todo abierto convexo es conexo.
Ejemplo 16. En R coinciden los conceptos de abierto conexo, abierto convexo e intervalo abierto.
Observación 8. Notar que definimos conexión sólo para conjuntos abiertos. El concepto de conexión
puede definirse para conjuntos que no son necesariamente abiertos; en ese caso la definición es distinta,
pero coincide con esta en los abiertos. A nosotros en este curso sólo nos interesan los abiertos conexos
para los cuales la definición que dimos es la más útil.

A
y
x

a1 a3
a2

Figura 1.17: El conjunto A no es convexo, pero es conexo

Como vimos en el ejemplo 16, el concepto de conexo generaliza a Rn el de intervalo en R. El


siguiente resultado generaliza el teorema de Bolzano.
Teorema 19.
Sean X ⊂ Rn abierto y conexo y f : X → R una función continua que no se anula nunca. Entonces
f es de signo constante en X.
Demostración. Supongamos razonando por el absurdo de que existen a, b ∈ X tales que f (a) > 0 y
f (b) < 0. Sea P una poligonal en X que une a con b. Como vimos en la proposición 8, existe una
función continua g : [0, 1] → P tal que g(0) = a y g(1) = b. Entonces f ◦ g : [0, 1] → R es una función
continua que verifica (f ◦ g)(0) > 0 y (f ◦ g)(1) < 0, luego el teorema de Bolzano nos dice que existe
c ∈ (0, 1) tal que f (g(c)) = 0, con g(c) ∈ X contradiciendo que f no se anule nunca.

25
Ejemplo 17. Sea X = {(x, y, z, t) ∈ R4 : xt − yz 6= 0}. Probaremos que X es abierto y no es
conexo. Consideremos la función f : R4 → R definida por f (x, y, z, t) = xt − yz.  Claramente f es
continua y como el conjunto R \ {0} es abierto en R, entonces X = f −1 R \ {0} es abierto en R4 .
Sea g = f |X : X ⊂ R4 → R. La función g es continua por ser restricción de la función continua f a X
y g(a) 6= 0, para todo a ∈ X por definición de X. Si X fuese conexo, el teorema anterior implicarı́a
que g es de signo constante, pero g(1, 0, 0, 1) = 1 > 0 y g(0, 1, 1, 0) = −1 < 0; luego X no es conexo.
Observación 9. Sea M2 (R) = M2×2 (R) el espacio vectorial de las matrices 2 × 2 de coeficientes reales.
La función T : M2 (R) → R4 definida por
   
x y x y
T = (x, y, z, t), ∀ ∈ M2 (R)
z t z t

es claramente un isomorfismo de espacios vectoriales; luego podemos identificar M2 (R) y R4 mediante


T . Bajo esta identificación al mapa f : R4 → R le corresponde el determinante det : M2 (R) → R
 
x y
f (x, y, z, t) = xt − yz ⇔ det = xt − yz.
z t

Entonces el conjunto X ⊂ R4 se identifica con el conjunto llamado GL2 (R) formado por las matrices
reales 2 × 2 invertibles
    
x y x y
GL2 (R) = ∈ M2 (R) : det 6= 0 .
z t z t

En este sentido, en el ejemplo anterior probamos que GL2 (R) es un subconjunto abierto de M2 (R)
que no es conexo.

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Índice general

1. Nociones topológicas de Rn . 1
1.1. El espacio vectorial Rn . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
1.2. Producto escalar y norma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
1.3. Sucesiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
1.4. Conjuntos abiertos y cerrados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
1.5. Lı́mites y continuidad de funciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
1.6. Compacidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
1.7. Continuidad uniforme . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
1.8. Conexión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24

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