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Descripción
Descripción (Figs. 1 à 3)
1El nombre Cupisnique que parece proceder, o de un cerro, o de la quebrada principal
situada inmediatamente al sur, se ha extendido al conjunto del desierto premontano
comprendido entre los valles de Chicama y Jequetepeque (fig. 1 y 2), limitado al oeste
por el Océano Pacífico y dominado al este por los primeros contrafuertes andinos que
culminan a 3 000 msnm en los alrededores del pueblo de Trinidad. Aproximadamente
este espacio geográfico se halla atravesado por su centro por el paralelo 7°30' de latitud
sur.
2Convencionalmente, llamaremos «región» al conjunto de este espacio desértico,
reservando el término «zona» a los espacios geográficos más restringidos en el interior
de esta región.
3La situación de esta porción del desierto costero peruano es interesante por más de
una razón. Geográficamente, Cupisnique forma parte del primer ensanchamiento de la
llanura costera del norte del Perú, anunciando las vastas extensiones del desierto de
Sechura (fig. 1).
1 Nota del traductor: esta palabra se refiere a una zona ecológica marginal al desierto
y con vegeta (...)
Geomorfología
5Una complejidad muy grande en el detalle procede de la imbricación de tres elementos
geomorfológicos principales que son: los afloramientos del zócalo rocoso, los derrames
detríticos al pie de estos relieves y las formaciones eólicas provenientes del litoral. Los
dos primeros forman el sistema de piedemonte (piedemonte de erosión y piedemonte
de acumulación)
y son recubiertos localmente por el tercero elemento, que es una recuperación actual de
los sedimentos provenientes directamente del piedemonte de acumulactón.
7La llanura costera está constituida por una enorme acumulación de aluviones, que
podemos considerarlos globalmente como cuaternarios, en cuya superficie se desplazan
en direcctón sur-norte arenas cuyo origen se halla en las playas. La masa de los
aluviones está constituida por sedimentos de época y origen diferentes: por una parte,
se nota varios niveles de terrazas, sobre todo en la zona situada entre la desembocadura
de la Quebrada de Cupisnique y el macizo de Cerro Tres Puntas; por la otra, se observa
diferencias sensibles en la textura y la composición del material. Toda la zona situada
de uno y otro lado del lecho actual de la Quebrada de Cupisnique, a partir de su
desembocadura en la llanura, posee una terraza de 5 a 10 m con relación al nivel de la
llanura y que está formada de un sedimento muy arcilloso, amarillento, cuyo depósito
es anterior al establecimiento del gran arenal de Cupisnique. El nivel de la llanura, por
el contrario, que no es el nivel aluvial más bajo, está compuesto de un sedimento donde
abundan los elementos gruesos, generalmente poco erosionados (redondeados). Por
último, al nivel aproximativo de la llanura pero formando testigos alrededor de los
islotes rocosos, se puede ver un sedimento fino, gris claro, duro, de apariencia margosa,
salpicado de granos de arena gruesa, muy semejante a aquel descrito por P. Ossa para
el contexto de los huesos fósiles en la Cumbre, y que atribuyó a un depósito lacustre,
porque pensaba que el sitio pudo haber estado contenido en una cuenca cerrada (Ossa,
1973, p. 64; Ossa y Moseley, 1972, p. 11).
9Del punto de vista morfológico, podemos distinguir entre los aportes laterales
provenientes de las vertientes de un valle y los aportes longitudinales situados al fondo
del talweg. Los aportes laterales forman conos detríticos de pendiente a menudo
pronunciada en donde la gravedad y la actividad sísmica juegan un rol relativamente
importante en comparación con los aluviones puramente fluviales. Estos no se
encuentran sino en los aportes longitudinales que son los únicos que merecen el nombre
de terrazas. Indudablemente, estos diferentes aportes son a menudo confundidos o
difíciles de separar claramente. La zona llamada localmente Playa de Mócan y que
constituye la vertiente este del valle de este nombre, está formada de la reunión de
varios conos provenientes de los cerros del Higuerón. Este topónimo no tiene
evidentemente nada que ver con lo que se denomina playa en geomorfología (cf. por
ejemplo Cooke y Warren, 1973, pp. 215-228), que está constituida por una depresión
cerrada.
10La influencia de los potentes vientos del sur, que llegan al litoral con un ángulo de
alrededor de 45°, se hace sentir en toda la región, pero con una menor intensidad a
medida que uno va hacia el interior. La Playa de Mócan está ya poco afectada a pesar de
la presencia de una gran barra dunar en el fondo del talweg. El interior de la Quebrada
de Cupisnique, aguas arriba de la barra dunar de Cupisnique, y el conjunto de la zona
de Ascope no están del todo afectadas. Esta influencia eólica se manifiesta de varias
formas. En la superficie del suelo, se nota la aparición de huellas características de la
erosión eólica sobre las caras expuestas de las piedras, desgaste en facetas en
particular. Esto afecta de manera desigual los diferentes materiales presentes sobre una
misma superficie y, aún a veces, los diversos minerales presentes sobre un mismo
objeto, provocando la formación de pedúnculos que sobresalen en torno de inclusiones
más resistentes.
11Una superficie de sedimento expuesta a la acción del viento pierde poco a poco sus
partículas finas y no subsisten sino las piedras de mayor tamaño - a partir de 0,5 cm de
diámetros aproximadamente - que son desprendidos de su matriz original. Al continuar
el proceso, otras piedras enterradas son a su vez desprendidos hasta que la superficie
queda uniformemente cubierta de piedras muy pesadas para ser desplazados por el
viento. Esta cobertura, o pavimento, protege el sedimento subyacente, y la superficie
alcanza de este modo un nivel de equilibrio. Esta erosión eólica depende no solamente
de la intensidad del viento y del período durante el cual pudo ejercer su acción, sino
también de la naturaleza del sedimento. Sobre un sedimento aluvial conteniendo una
fracción gruesa importante, este estado de equilibrio puede alcanzarse tan sólo después
de algunos centímetros de erosión. Parece que éste es el caso más general, según
nuestras observaciones, en Cupisnique.
12No existe erosión sin acumulación y los fenómenos eólicos no son la excepción a esta
regla. Las formas de acumulación eólica que observamos en la región de Cupisnique son
diversas, pero lejos de aproximarse a la variabilidad observada en otros desiertos. A
escala más modesta se ubican los pliegues transversales al flujo del viento que afectan
diferentes zonas de aproximadamente una hectárea de superficie. Sensiblemente
paralelas, ellos pueden alcanzar unos 30 cm de altura y con una distancia de uno a dos
metros entre ellos. Las dunas son fenómenos incomparablemente más importantes por
sus dimensiones. Se puede clasificar como dunas las acumulaciones de arena alrededor
de matorrales de zapote, que constituyen un fenómeno frecuente pero que no afectan
sino bancos de arena de modesto cubicaje. Encontrándose el origen de la arena en las
playas, la cartografía de las zonas de dunas muestra este desplazamiento en una
dirección sur-norte a partir del litoral. En su camino, la arena toma primero la forma de
dunas conocidas en la tipología de las dunas comoaklé o mar de dunas, luego, a medida
que avanza sobre el suelo duro y pavimentado de la llanura, este aklé se divide en
numerosos barkhanes o dunas forma de creciente lunar (Cooke y Warren, 1973, pp.
285-300). En cambio, en presencia de un relieve, se forma una barra o cordón dunar
paralelo al viento sobre la vertiente protegida. Estas barras dunares son de dimensiones
muy variadas. Sobre el flanco norte de Cerro Tres Puntas, existe una cuya altura es del
orden de 2 m. Empero, la gran barra o arenal de Cupisnique que se desarrolla más al
norte y termina en el río seco de la Quebrada, tiene una altura de unos cincuenta metros
y posee dos formaciones paralelas separadas por un surco longitudinal. La gran barra
de Mócan es menos alta -de unos veinte metros como máximo- y menos ancha, pero
se extiende sobre unos 10 km de largo contra 5 de la barra de Cupisnique.
Clima
13El clima de la costa del Perú es producido por la interacción de tres factores principales
(Estienne y Godard, 1970; Dollfus, 1967):
15Para evaluar correctamente el clima de un punto dado, dos variables hay que
considerar: la altitud, en particular la posición en relación a la zona de inversión de
temperatura, y la distancia al litoral. Hacia el interior, en efecto, la distancia al litoral
condiciona estrechamente el grado de influencia del clima propiamente costero con
relación a las condiciones debidas a la presencia del macizo andino.
18El clima de Cupisnique refleja la situación transicional de esta región entre la costa
central, húmeda, fresca y brumosa, y la llanura tórrida de Sechura. El soleado es por lo
general muv constante y no se interrumpe sino durante algunos días durante el
momento más fuerte del invierno, en los meses de julio y agosto. En el tiempo restante,
las nubes se disipan durante la mañana para no reaparecer sino en la noche. Los vientos
alisios se manifiestan una hora o dos luego de la desaparición de la cobertura nubosa y
no se debilitan habitualmente sino al comenzar la noche. Su influencia no se hace apenas
sentir, sin embargo, más allá de las primeras colinas (Cerros Tres Puntas) y es nula hacia
el interior, ya sea en la Quebrada de Cupisnique o en Ascope.
19Las lluvias son inexistentes sobre toda la llanura del litoral y muy débiles cerca del
Cerro Tres Puntas, donde caen a menudo durante la noche. Estas son más frecuentes
cuando se va hacia el interior, donde denotan una influencia del régimen de la sierra, es
decir, se manifiestan durante el verano que es la estación de lluvias en los Andes. La
cobertura nubosa está entonces presente en la Quebrada de Cupisnique, la Playa de
Mócan y en Ascope, y los chaparrones pueden ocurrir. En cambio, sobre la llanura
costera, la temperatura a la sombra alcanza generalmente 25° durante el día.
Ecología
20La ecología vegetal de la región es un fiel reflejo de su clima. La aparición de las
primeras formaciones vegetales de baja altitud no es brutal y no se produce de la misma
manera para todas las especies vegetales.
21Una descripción general de la ecología vegetal del Perú fue hecha en 1960 por J. Tosi
Jr. y revisada en 1976 por los técnicos peruanos de la ONERN (Oficina Nacional de
Evaluación de Recursos Naturales). Su carta ecológica del Perú y la guía explicativa que
lo acompaña están basadas en el modelo teórico de L. Holdridge (Segunda Edición, 1967)
para la descripción de las zonas de vida natural del globo.
22A pesar de la importancia del trabajo efectuado por estos autores y los detalles que
permite observar sobre el conjunto del Perú, esta carta ecológica es de una precisión
insuficiente a la escala de una región como la de Cupisnique. Ofrece un cuadro de
referencia útil pero este cuadro debería ser completado por estudios más detallados de
las formaciones vegetales en el campo. La figura 3 da el contorno de estas zonas de vida
natural en Cupisnique, contornos que no pueden ser sino aproximativos con relació a la
escala utilizada. Por lo demás, es necesario tener presente que estas zonas no tienen
límites abruptos y que se trata de una gradación poco notable entre una y otra. Además,
la carta ecológica de la ONERN no toma en cuenta, en la costa, la existencia de valles-
oasis como un medio ecológico, lo que es imposible de eludir a escala de este estudio.
Finalmente, fueron cartografiados aquí como una subdivisión importante del Desierto
Premontano Tropical, dos zonas boscosas de algarrobos, situadas en el fondo de Mócan
- La Arenita y la Quebrada de Cupisnique. Estas dos zonas boscosas presentan sin duda
aquello que más se aproxima, en la actualidad, a la vegetación original del fondo de los
valles antes de la introducción de la agricultura. Sin embargo, en el caso de Mócan, se
trata más bien del resultado de la reforestación natural en zonas abandonadas por el
hombre después de la Conquista y, por lo tanto, de un medio vegetal sin dudas
empobrecido, como constan las huellas paralelas de canales visibles en la fotografías
aéreas.
23Estas zonas ecológicas presentes en Cupisnique son descritas más abajo a partir del
comentario de la carta ecológica del Perú (Tosi y ONERN, 1976), aumentada y precisada
por nuestras observaciones personales en el campo. Esta descripción no es
necesariamente válida para el exterior de la región que estudiamos.
Aumentar Original (jpeg, 384k)
Fig. 3.- Lo Región de Cupisnique: ecología. Mapa de las zonas de vida natural,
adoptada de Tosi y ONERN, 1976; escalo: 1/250,000. Los tres últimos zonos en la
margen o exterior de la región estudiado, no se describen en el texto.
25Estas dos zonas tienen superficies relativamente planas y de baja altitud. El desierto
Premontano Tropical alcanza una altitud máxima de alrededor 300 m en la región (fig.
3). La vegetación que allí es rara, esta completamente ausente en el desierto Subtropical.
Esta vegetación comprende aquí las achupallas (Tillandsia sp), el Zapote (Capparis
angulata) y escasos ejemplares de algarrobo (Prosopis cbilensis). El Cactus (Cereus
macrostibas) aparece en el límite superior del Desierto Premontano Tropical. La
superficie es pues árida; las dunas son frecuentes, en particular los barkhanes; los
cordones dunares sobre los flancos abrigados de los relieves son igualmente numerosos
y a veces muy importantes.
27Según los autores, su vegetación es un poco más abundante que en las anteriores y
cuenta con unas especies xerófilas y algunas gramíneas. En particular se observa los
géneros Prosopis, Capparis, Accacia, así como el Chilco (Baccbaris sp). Notamos
igualmente -pero los autores no lo mencionan - la presencia de varias especies de
Cactus, en particular Cereus Macrostibas y Echinocactus sp.
29A parte del fondo de las quebradas, el relieve es muy accidentado y particularmente
rocoso; sólo las especies adaptadas a este tipo de suelo pueden vivir en estas
pendientes: se trata principalmente de cactáceas. Se puede pues distinguir de manera
bastante contrastada por su vegetación el fondo de las quebradas y sus pendientes.
32Hay que notar que esta zona, calificada todavía como premontana, ocupa en la región
de Cupisnique una altitud bastante elevada. Sin embargo, hacia el norte, desciende
progresivamente hasta ocupar las faldas de los contrafuertes andinos sobre la llanura
costera, en las latitudes de Piura y Tumbes.
33De alguna manera, las características de la fauna concuerdan con aquellas de la flora.
Los animales de talla mediana o grande son raros o ausentes, en particular en la llanura
costera donde el animal más grande es un pequeño zorro. La micro-fauna, no obstante,
es abundante, sea que se trate de reptiles, en particular las lagartijas, o bien los roedores
y numerosas especies de artrópodos. Las aves marinas no se aventuran casi sobre el
desierto; sin embargo fuimos sorprendidos de encontrar, en la llanura con zapotes,
numerosos pájaros paseriformes y algunas rapaces diurnas y nocturnas. Desde el
momento que la flora es más variada, la fauna lo es también, en particular en los bosques
de algarrobo. Igualmente, en las partes más retiradas de la región aparece de manera
estacionaria una fauna de mayor talla comprendiendo el oso con anteojos (Tremarctos
ornatus), venado de cola blanca (Odocoileus virginianus) y felinos como el puma (Felis
concolor).
Toponimia
34La toponimia de Cupisnique, al igual que la del resto de la costa, es pobre y poco
precisa (fig. 2). Podemos citar como una de las causas predominantes de este
empobrecimiento la introducción del modo de vida colonial de los siglos xvi al xviii.
35Entre las clases que podemos distinguir, los topónimos prehispánicos forman una
reliquia, en tanto que la abundancia de los sitios arqueológicos con cerámica sugiere
que esta toponimia fue muy rica. Paiján, Ascope, Mócan, designan las aglomeraciones
de origen colonial, Cupisnique, Cuculicote son lugares muy notables por su aspecto o
proximidad a las zonas habitadas. Esta toponimia precolombina es sin dudas en su
mayor parte de origen Muchik.
36Los otros topónimos son españoles y debidos a aquellos que tuvieron alguna actividad
en el desierto: cazadores, leñadores de algarrobo y arrieros que hacían el comercio de
valle a valle. Con la construcción de la carretera panamericana, esta toponimia está
actualmente casi enteramente fosilizada. De ella, sólo conocemos una pequeña parte,
aquella que con buena voluntad han transcrito los compiladores de la carta, a 1:100 000,
del Instituto Geográfico Nacional.
37Los arqueólogos, por su parte, no han dejado de agregar un poco de confusión a este
conjunto, en particular Larco Hoyle, quien no ha temido imponer sus propios topónimos
o transportar otros de lugares diferentes. Es así como el sitio arqueológico que
denomina Pampa de Paiján no se encuentra, como se podría esperar, próximo de Paiján,
es decir alrededor del Cerro Azul, sino a una decena de kilómetros más allá, al pie del
flanco suroeste del Cerro Tres Puntas. Igualmente, la Pampa de los Fósiles designaba en
un inicio un espacio de la llanura costera, actualmente al oeste de la Panamericana,
próxima a un lugar llamado Tres Cerritos debido a los afloramientos rocosos visibles
desde bastante lejos. En esta parte de la llanura, existen efectivamente varias
concentraciones de huesos fósiles en superficie. Este topónimo fue transportado por
Larco al pie del flanco noroeste del Cerro Tres Puntas, y ha servido para que designemos
nuestro sitio PV22-12. Un último caso de confusión toponímica: Cerro Yugo, que se
aplica según la carta a una larga cresta de la parte sur del Cerro Tres Puntas, varias veces
se aplica a todo el macizo.). Deza (1972) ha seguido este uso y denomina así el único
sitio que estudió, cuando en realidad se trata del mismo sitio PY22-12. Por nuestra
parte, hemos adoptado la toponimia siguiente: el nombre de Pampa de los Fósiles se
reservó para el sitio PY22-12, toda vez que aparece en varias oportunidades en la
literatura con relación no solamente al sitio mencionado por Larco, sino también a la
industria misma. Hemos eliminado pues Cerro Yugo, no solamente como nombre para
el sitio PV22-12, sino también como referencia al macizo, para el cual nosotros hemos