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torio poco poblado y casi virgen. Desde el Báltico hasta el condiciones de la zona fue lo que puso en marcha todo lo
Artico, Suecia, Finlandia, Dinamarca, Noruega e Islandia que se considerará un enfoque disciplinar particular. Se tra-
comparten una sensibilidad especial, reflejada en una arqui- taba de industrializar, sí; pero también de humanizar, de
tectura que alberga las instituciones de una sociedad pre- atender a la psicología del usuario, de recurrir a formas par-
tendidamente igualitaria y que mantiene un comprometido ticulares, espontáneas y orgánicas en relación con la natura-
equilibrio con el medio ambiente. Prevalece una actitud leza. La falta de precedentes de la que conscientemente par-
panteísta hacia la naturaleza que parece propiciar el mante- tían, llevaba a experimentar tales tipologías en continuidad
nimiento de una relación multisensorial con el entorno. De con el pragmatismo que caracteriza a esta cultura, que con-
aquí que en los países nórdicos no se concibiera un sentido ducía a ver en cada encargo un problema distinto, que evi-
tan intenso de lo que debía ser "la máquina de la ciudad". taba la serialización de soluciones, especialmente cuando
Por tanto, una vez trasladado al urbanismo, ese debate existía una gran atención a la pequeña escala. Era una forma
entre tradición y modernidad sería superado por un peculiar de hacer arquitectura anti "tabula rasa", una manera empi-
entendimiento entre lo rural y lo urbano. Un entendimiento rista de acercarse a la realidad que no sería abandonada en
que influiría en el intento de procurar asentamientos auto- ningún momento. No es de extrañar que el término
suficientes y que terminaría emparentándose con soluciones Neoempirismo como expresión arquitectónica fuera emple-
de tipo estructuralista y próximos a postulados ecologistas. ado para calificar este tipo de arquitectura en la revista de
Pero, como se analizará, no pretendieron en ningún momen- junio de 1947 de Architectural Review, en su artículo edito-
to una elaboración cerrada de la disciplina urbana, aunque rial131. En su presentación quedaron definidas las primeras
sus experiencias, realmente interesantes, fueron una contri- características del movimiento en relación a Suecia: "Se
bución decisiva en el período siguiente de crisis cultural. De trata de una reacción contra el excesivo esquematismo de la
aquí su importancia. arquitectura de los años treinta. (...) El hombre y sus hábi-
Para hacerse una idea precisa de su desarrollo es necesa- tos, reacciones y necesidades son el foco de interés".
rio distinguir tres etapas. En la primera hace su primera apa- Pero al mismo tiempo, acogerían categorías propias de
rición el llamado New Empirism, en que conscientemente lo moderno: prefabricación, oferta masiva de vivienda, uso
se apartan de las posturas radicales de los CIAM, partiendo de la tecnología en el hogar. Se puede afirmar, como había
de presupuestos muy enraizados en el lugar. La segunda es sucedido en los primeros pasos de la Neue Bauen y en la
una etapa dilatada en que se produce una dialéctica de reac- ciudad jardín americana, que este urbanismo surge de otro
ción ante la etapa anterior, dando como resultado manifes- proceso conceptualizador que no pretende ser exclush ista >
taciones muy dispares, desde aquéllas todavía influidas por cerrado como sistema, propio del particular ambiente en
el New Empirism hasta otras que derivan hacia las posicio- que se produce. Por ello, la propia revista había salido tam-
nes del Team X; tiene importancia en esta etapa el plantea- bién al paso de una posible malinterpretación en clave
miento de las New Towns nórdicas. La tercera y última "kitsch": "Interpretar un programa de este tipo como una
etapa se encuentra ya en relación muy próxima a soluciones reacción y un retorno hacia el pasado y los pastiches es as.
estructuralistas y ecológicas. entender el desarrollo de la arquitectura de este país"' :
Junto a esta actitud empirista emerge como concepto
EL NEOEMPIRISMO DE LOS AÑOS CUARENTA crucial la interpretación de lo natural que influye más en lo
urbano. El contexto mental, al margen de su escenario físi-
La arquitectura y el urbanismo nórdicos de los años cua- co real, sigue siendo el bosque'33. Ciertas característica:- de
renta evidencian la eclosión de una concepción y método la arquitectura de estos países -frecuencia de los ritmos irre-
proyectual muy diferente a la del Movimiento Moderno. Se gulares, ricas texturas superficiales y el gusto por los mate-
trata de una posición que para cada encargo busca inspira- riales naturales- parecen ser el reflejo de una "geometría del
ción en los datos del lugar, en el clima, en los materiales bosque", en oposición a la más estricta "geometría de la ciu-
autóctonos, en el modo de ser de los usuarios. Esos detalles, dad" que domina en otras partes de Europa. De aquí que en
aquéllo que las metodologías racionalistas marginaban por la composición urbana primen la agregación y la esponta-
anecdótico, se convierten, en este caso, en protagonistas, neidad, eludiendo la anticipación teórica y programática; se
siendo una reacción al esquematismo de la arquitectura pro- puede decir que está en una posición totalmente opuesta a
pugnada por las vanguardias centroeuropeas de entregue- la de la "nueva objetividad alemana", con sus tipologías
rras. exclusivamente tecnicistas, científicas y generalizables para
El interés por conseguir una arquitectura adecuada a las resolver los problemas de la ciudad.
131 . Cfr. "The New Empirism", editorial en The Architectural Review. de junio de 1947.
132 . BACKSTROM, Sven, "A Swede looks at Sweden", en The Architectural Review; n. 9 de 1943.
133 . Por ejemplo, para unfinlandés,el bosque significa protección y comodidad, mientras que para un centroeuropeo implica amenaza e inquietud. En verano, la mayoría de los finlandeses
renuncian a las comodidades tecnológicas de la ciudad y se complacen en retroceder al estilo de vida de los primitivos habitantes de los bosques.
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una zona más amplia domina el conjunto, mientras que otras zonas semicerradas por la
edificación dejan estancias al aire libre.
Pero la contribución danesa más característica, en estas primeras manifestaciones, sería
la vuelta a la importancia y tratamiento de los materiales tradicionales en unos proyectos
que concedían importancia crucial a los objetos y detalles. Arne Jacobsen (1902-1971
realizó el conjunto Soholm, al norte de Copenhague (1946-1956), en que aprovechaba al
máximo una parcela muy ajustada mediante una variante de la tipología de vivienda esca-
lonada. La disposición en diente de sierra tendría una gran difusión, como también las
Casas-Taller para pintores y escultores de Grónnemose Alié en Utterslev, de Viggo Móller-
Jensen (1943): de planta racionalista, sus tres filas de viviendas unifamiliares enmarcan un
estanque; pero cada vivienda adquiere un aspecto individualizado a base de terrazas y
retranqueos, y se enfatiza con el uso del ladrillo y de la madera.
Por su parte, Sóndergárdsparken (1949-1959, en Bagsvaerd) es un esquema mixto de
bloques bajos y casas en hilera. Posee un espacio abierto común que da acceso a dos equi-
pamientos situados en sus extremos. El uso del ladrillo ocre, las ventanas blancas, los teja-
dos inclinados y una vegetación que separa el espacio central de los espacios secundarios
entre bloques, es manifestación de que se estaba desarrollando proyectos de baja altura y
alta densidad muy imaginativos. Los arquitectos fueron Poul Ernst Hoff y Bennet
Windinge137.
LOS AÑOS CINCUENTA: LAS NEW TOWNS NÓRDICAS
Hacia los años 50 se produce, en los países nórdicos como en otros sitios, una apertu-
ra hacia las corrientes internacionales como consecuencia de los contactos interculturales
que se generalizan. Se puede afirmar que en todos estos países se vuelve otra vez a las
categorías modernas renovadas en el seno de los CIAM. Sin embargo, la tradición neo-
empirista no se olvida y surge todo un proceso que asume cada vez parámetros más com-
plejos.
Pero antes de entrar en un análisis pormenorizado es preciso hacer una referencia a las
New Towns que se propugnan en esta década como consecuencia de la necesidad de la
vivienda y el incipiente desarrollo industrial que capacitaba para responder a tal demanda.
Y es importante tal referencia porque se manifiestan abiertamente dos parámetros cultura-
les que estarán llamados a desempeñar un papel definitivo en el proceso del neoempiris-
mo escandinavo: la atención a lo natural, en cuanto que puede definir el espacio urbano, y
la idea de la autosuficiencia mínima de los asentamientos residenciales. Veamos estas cate-
gorías a través de las más renombradas ciudades que se plantearon.
En las New Towns se puede detectar una evidente subordinación a los valores natura-
les: los elementos del paisaje son los que desempeñan el papel primordial de relacionar
entre sí las partes construidas -nuevas y preexistentes- y de difundir ciudad y campo en un
contexto territorial lo más unitario posible. La dureza del clima, en ciertas épocas del año.
se debe compensar con la confortabilidad del ambiente interior, de la vida cotidiana y tam-
bién de los espacios públicos; y esta relación con el lugar sólo puede producirse con una
inteligente y sutil actitud de integración al medio, al ambiente natural. Por ello, aunque la
edificación deviene hacia un mayor racionalismo con el paso de los años, el diseño urba-
no inflexiona lo necesario para expresar lugares a través de la topografía, los bosques y el
agua, en la convicción de que Naturaleza y Arquitectura deben fecundarse mutuamente.
Quizá por ello, en ocasiones falte un carácter urbano más preciso, pues las formas resul-
tantes se confían a la naturaleza.
Junto a ese cuidado y mimesis respecto de la naturaleza, la cultura socialdemócrata
impulsa a la pequeña comunidad. Se configura un incipiente modo de entender los asen-
tamientos urbanos que subraya, cada vez más, su carácter autosuficiente donde esa comu-
137 . Cfr. CALDENBY, Claes y otros, 2 0 * Century Architecture. Sweden, Munich-New York 1998.
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(...) Crear una ciudad para todo el mundo, una ciudad en creación de una ciudad de la diversión para los niños, espe-
que los distintos grupos sociales puedan trabajar juntos en cíficamente diseñada a tal efecto e independiente de las
armonía". zonas de juego que abundan en Tapióla. En este sentido es
En línea con la búsqueda de alternativas a la ciudad dor- interesante destacar el inesperado respeto que la numerosa
mitorio, se optó por dotar a Tapióla del mayor número posi- población infantil ha guardado hacia las abundantísimas
ble de puestos de trabajo. Se diseñó un área industrial de zonas verdes, que demuestra que en ámbitos de esta índole
pequeñas empresas en cuyo diseño se procuró ensamblar la los niños no ven la naturaleza como un enemigo a destrozar
naturaleza. La selección de las empresas al respecto seguía sino como un abundante y natural amigo143.
unas normas básicas: no debían producir residuos, humo, ni La repercusión de la experiencia de Tapióla fue enorme.
ruido; en consecuencia, la mayoría funcionaban con energía Pero hacia los años sesenta surgieron las primeras reaccio-
eléctrica. La experimentación del trabajo en el propio asen- nes críticas, como se comentará.
tamiento supuso un éxito económica y socialmente, que se
reflejaría en las restantes New Towns, tanto nórdicas como Suecia: Vallingby
europeas.
Este planteamiento autosuficiente de la ciudad se com- En Suecia, después de la guerra, los gobiernos socialde-
binaba con otro punto de partida: la individualidad del hom- mócratas se esforzaron en crear una sociedad en la que todo
bre y su proximidad al entorno natural. Tal entorno, cerca- el mundo pudiera gozar de un nivel de vida digno y de ser-
no al mar y rodeado del rico bosque finlandés, se erige vicios sociales adecuados. Esta fuerte preocupación por la
como un ámbito de incomparable belleza. "Tapióla" signi- igualdad y la justicia social se uniría a la tradición de la ciu-
fica "el reino de los bosques." Su centro llano está rodeado dad jardín y, durante las décadas de 1940 y 1950 se realiza-
por bajas colinas, mientras en el bosque hay grandes protu- ron esmerados planes de ampliación de su capital y de otras
berancias rocosas. Entre los principios básicos de la planifi- ciudades, prestando especial atención a la variedad del
cación se encontraban el aire puro sin polución y los alre- escenario construido y a su inserción en el paisaje.
dedores seguros con un amplio rango de actividades para la Junto a esta característica hay que señalar la peculiaridad
elección, de modo que no dependiera de la gran ciudad. De legislativa con la que se acometió la realización de las New
hecho, la distribución del suelo es la siguiente: las zonas Towns. Suecia carece de disposiciones oficiales y de órga-
verdes ocupan un 54,2 %, la edificación un 24,2 %, los edi- nos capacitados para poder coordinar una política general
ficios públicos un 5,1 %, los edificios industriales un 2,3 %, de ordenación territorial, descansando ésta sobre las autori-
las calles y carreteras un 9,5 %. dades locales independientes. Dentro de este contexto es
Ervi, como director del equipo multidisciplinar, aprove- importante y especial el caso de Estocolmo, en donde a par-
chó todas las ventajas del entorno natural en el diseño de la tir de 1640, y sólo con una corta interrupción en el siglo
ciudad. Colocó el centro en la zona más llana y proyectó XIX, no existe propiedad privada del suelo sobre el térmi-
tres vecindarios al norte, este y oeste. Estos vecindarios, no municipal: para edificar, el suelo se alquila por cuarenta
separados del centro por cinturones de bosque, son desarro- y nueve años. Con esta facilidad inicial, la ciudad estudió su
llos mixtos de torres y planchas de apartamentos, agrupadas plan de ordenación regional en 1952, votándose en el
en torno a jardines y zonas de juego infantiles. Las zonas Parlamento el mismo año una ley que autorizaba al munici-
residenciales siguen el patrón de la urbanización finlandesa pio a expropiar antes de la publicación de sus planes. Tal ley
moderna, trazado ya por Aalto. supuso una victoria jurídica que permitió iniciar un nuevo
El centro de la ciudad, como en muchas otras ciudades tipo de actuación, en forma de desconcentración, abordán-
satélites posteriores, se concibe con una serie de niveles con dose la creación de verdaderas ciudades satélites como
aparcamiento debajo: el nivel superior es de los peatones, Vallingby, Fársta, Hogdalen y Skarholmen. Estas alcanza-
diseñado en base a un patrón de plazas y tiendas unidas a rán por su entidad y sentido la cima en cuanto a la descen-
la plaza ya existente en el actual centro. El tráfico del este y tralización equilibrada, con respecto a los intentos realiza-
del oeste transcurre subterráneo. El centro se expande y en dos en otros países.
él se crea un gran aparcamiento y un centro comercial con Vallingby puede considerarse la aportación más elabora- J
diversidad de tiendas. Hay también hoteles, oficinas y una da de las New Towns suecas. En ella tiene lugar, además de r
banda periférica de apartamentos con grandes zonas verdes. las categorías aplicadas en Tapióla, una abundancia de tipo-
La ciudad se extiende hacia el sur (Haka), hacia la autopis- logías edificatorias que explican la riqueza del lenguaje
ta principal que viene de Helsinki y se dirige hacia el mar. urbano posterior. Fue construida según proyecto, redactado
Dentro del proyecto de desarrollo urbano se contempla la entre 1953 y 1959, de Svend Gottfried Markelius, verdade-
143 . VON HERTZEN, Heikiki, SPREIREGEN. Poul D., Building a New town: Finlands New Garden City. Tapióla, Cambridge, Mass. 1971.
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punto de vista que ahora consideramos hay que hacer constar que su escasa
distancia a Estocolmo ha impedido la consolidación de su autonomía al fallar
en cierta medida la implantación industrial inicialmente planeada. Como ciu-
dad dormitorio ha prosperado desde su fundación. Prevista para 23.000 habi-
tantes, sirve actualmente para unos 100.000. Este conjunto de sensibilidad pai-
sajística y delicadeza arquitectónica, dejó asombrado al mundo por su hones-
tidad, su rica mezcla de vivienda con otros usos y su creativa fusión de carác-
ter urbano y naturaleza silvestre con la que se imbrica de un modo abierto y
flexible.
Si Vallingby supuso un claro éxito, las ciudades satélites suecas posterio-
res estarían sometidas a revisión. Farsta, por ejemplo, construida a partir de
1958 y diseñada por Sven Backstróm y Leif Reinius al sur de Estocolmo para
65.000 habitantes, repitió con gran fidelidad el planeamiento de Vallingby con
viviendas mayores pero también con un centro que abastece a varios subur-
bios. Y sin embargo, Farsta puso de manifiesto las incipientes críticas a estas
144 .Markelius (1889-1972) estudió en la Escuela Técnica y en la de Bellas Artes de Estocolmo y en su obra se reúnen la
influencia de Le Corbusier, la tradición romántica escandinava, tan peculiar en su concepción de espacios y escalas, y un
modernismo comedido. Dirigió el equipo interdisciplinar que redactó el plan general de Estocolmo en 1945-1946 y, siendo
director del departamento de urbanismo de Estocolmo, guió la creación de la ciudad satélite de Vallingby, dotándola de una
variedad de diseño excepcional. Ella fue en muchos sentidos la sucesora permanente de aquella efímera exposición de 1930 FIGURAS 74
que se ha anotado en páginas atrás. Ciudad satélite.
Skarholmen. Suecia.
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El estructuralismo escandinavo
La diferencia más inmediata entre las expresiones organicistas y
las emparentadas con el Team X está en la compacidad y rectangula-
ridad de la composición urbana. Especialmente en Dinamarca, la
escala y el detalle evoca una densidad tradicional en las relaciones
humanas, en contraste con la sensación de soledad y aislamiento que
domina más al norte.
Como muestra de la tendencia a la compacidad y rectangularidad
presente en las composiciones urbanas danesas, se debe mencionar
Albertslund Syd. Es un barrio de dos mil viviendas, en que los espa-
cios exteriores adquieren un especial carácter en que lo privado y lo
público se funde. Situado en Herstederne, en Copenhague, fue pro-
yectado en 1961 y construido entre 1963 y 1968. Sus creadores fue-
ron Knud Svensson, Peter Bredsdorff, Viggo Moller-Jensen, Arnfred.
Petersen y Sorensen; intervino como paisajista Ole Nórdgard. El
barrio es un experimento para probar formas de construcción indus-
trializadas. Todas las estructuras constructivas fueron desarrolladas
sistemática y geométricamente y la construcción se realizó en piezas
prefabricadas de hormigón. El conjunto encierra tres tipos de edificios
dispuestos en áreas diferenciadas: viviendas en ángulo de una planta,
en la línea de las casas-patio de Utzon, viviendas en hilera de dos
plantas y viviendas plurifamiliares de tres plantas. Estas últimas
enmarcan una carretera principal en forma de avenida en dirección
este-oeste que divide el conjunto residencial en dos zonas de vivien-
das unifamiliares. Hacia el norte hay calles en fondo de saco que dan
acceso a viviendas y acaban transformándose en bolsas de aparca-
miento.
El camino principal transcurre a lo largo de un canal que está al
nivel -1 de la edificación de varias plantas dispuesta de este a oeste.
El ámbito de acceso a las casas en hilera es una zona de descanso con
posibilidad de servir de lugar de juego a los niños; por el contrario,
los patios ajardinados de las viviendas en ángulo están protegidos de
las miradas exteriores. Los caminos forman una estrecha red mallada.
Existe un lugar de juego en la parte sur de cinco hectáreas además de
las grandes praderas y de los lugares de juegos más específicos inter-
calados en la densa trama de casas148. Las dotaciones se concentran
principalmente en la zona próxima a la estación, renunciando a la
posición de centro del barrio. A pesar de la rigidez geométrica que lo
ordena de extremo a extremo y un cierto aspecto de repetición infini-
ta de un mismo esquema, el conjunto respira una gran amabilidad. El
tratamiento de los espacios de circulación con abundantes elementos
vegetales, también dispuestos geométricamente, y la generosidad de
espacios de prioridad peatonal favorecen dicho ambiente.
El compromiso social de Albertslund y su entendimiento de las
posibilidades de la construcción industrializada ha llegado hasta el
presente a través de los proyectos de baja altura y de alta densidad de
las cooperativas sociales de viviendas. Durante los años setenta y
ochenta surgieron formas más flexibles de prefabricación, en las cua-
FIGURAS 78 148 . K.IRSCHENMANN, Jorg C , Diseño de barrios residenciales: remodelación y crecimiento de la ciuda
K. Svenson y oíros. Barcelona 1980.
Copenhague. Dinamarca.
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HACIA UN URBANISMO SOCIOECOLOGICO del usuario o la conciencia ecológica más que por un des-
arrollo de reinvención de técnicas para responder a las fun-
El urbanismo nórdico como referente internacional ciones, que había mostrado el Team X. Veamos por tanto,
dos fenómenos que anuncian este cambio de coordenadas.
La década de los cincuenta y los sesenta es probable-
mente el momento de mayor auge de los viajes de urbanis- Manifestaciones
tas internacionales a los países nórdicos. La sensibilidad
hacia el entorno, el cuidado por el estatuto material del edi- La figura que sobresale es Ralph Erskine. Pero su modo
ficio, la voluntad de crear lugares dignos para la residencia peculiar de concebir la arquitectura le condujo por unos
del hombre, e incluso el mismo modelo social donde se derroteros muy particulares. Puede considerarse más bien
inserta la arquitectura, sintonizaron perfectamente con las como pionero de un nuevo tipo de urbanismo -el urbanis-
ideas de los arquitectos de la denominada "tercera genera- mo autogestionario- que se analizará en la parte siguiente1'
ción". Montaner, a este respecto, señala que en Italia el Pero la vuelta a la ciudad tradicional, con la recuperación de
modelo escandinavo fue observado atentamente, especial- la calle es Skintebodalen, aunque su trazado se inscribe en
mente desde la postura neorganicista de Zevi, pero también las categorías de adaptación a la naturaleza. Situado en
desde la postura más racionalista de Rogers. Y esto es por- Goteborg, fue proyectado por Celander, Forser y Lindgren
que la interpretaron como una alternativa al funcionalismo en 1969 y su ejecución se extiende de 1973 a 1976. Posee
internacional y por su tendencia neohumanizante, junto a una especial calidad de emplazamiento entre la carretera
una cierta desconfianza en lo exclusivamente tecnológico principal y el mar. Los alrededores del área alargada de pla-
que podía alienar al hombre149. nificación, caracterizada antaño más bien por pueblos de
La derivación posterior del urbanismo nórdico coincide pescadores, se han llenado de casas de dos plantas, unifa-
con el cambio cultural que representó el 68 francés. Pero, a miliares y de fin de semana, sobre parcelas relativamente
diferencia de la convulsión que supuso en centroeuropa, el pequeñas.
urbanismo escandinavo puede considerarse una continuidad El espacio exterior, que proporciona una red de caminos
renovada de los planteamientos que se han visto. Y es que, para la esfera pública del barrio, adquiere su carácter por la
aunque no decantaran en un discurso sistematizado, la cul- edificación relativamente densa a base de hileras cortas y
tura nórdica encontró, en su empirismo, los modos de supe- por la singularización visual de las casas. De este modo se
ración del positivismo axiomático que latía detrás del originan secuencias de espacios estrechos llenos de varia-
Movimiento Moderno. Quizá sea ésta una de las razones de ción. Con aspecto bastante parecido a un viejo pueblo pes-
su fuerza y su extensión en el campo urbano en un momen- cador, las fachadas de las casas forman el decorado para los
to en que aparecerá una crítica radical hacia el contenido de espacios de estancia, con emparrados o porches en su lado
la Carta de Atenas. principal. Este espacio exterior privado, delimitado por
El desarrollo ulterior del proceso de soluciones organi- medios arquitectónicos, actúa en cierto modo como zona-
La síntesis cistas a otras más estructuralistas condujo a plantear un umbral social y es un requisito para el comportamiento dis-
estmcmrafemo urbanismo desplegado en formas articuladas y abiertas para tendido en los caminos.
desarrollar el programa con mayor versatilidad. Se recurri- Son particularmente ventajosas las zonas de aparca-
rá de nuevo a la calidad, color, textura y confort de los miento, eficazmente ocultadas de las zonas públicas por
materiales tradicionales -madera, ladrillo, teja- combinados casetas-lavadero y cobertizos para bicicletas, cortacésped,
con paneles y elementos industrializados. Se perseguirá la etc., sin la obsesiva segregación del tráfico a base de tecno-
fantasía formal, la recuperación de la decoración y las refe- logías y geometrías complejas. También el lado del jardín
rencias a las formas tradicionales. Además, por no tratar de tiene zonas de transición y límites visualizados por medios
establecer modelos, sino de desarrollar un nuevo método de arquitectónicos, que separan la zona privada próxima a la
proponer y pensar a través del proyecto, será una posición casa del pequeño prado compartido por los vecinos, que a
que se adecuará con posturas respetuosas con la psicología su vez actuará como filtro para los transeúntes. El centro del
de pequeñas comunidades y con las características del barrio se encuentra junto a un campo de juegos y deportes
entorno, llegando a un sociologismo ecológico estrecha- y tiene acceso a través de puentes peatonales.
mente relacionado con el urbanismo de participación. En clara diferencia con actuaciones anteriormente des-
En definitiva, en la nueva andadura, se advierte un critas, en el caso de Skintebodalen se reconoce la recupera-
esfuerzo de atención a otras variables como las exigencias ción de ciertos conceptos que el urbanismo Moderno había
149 . MONTANER, Josep María, Después del Movimiento Moderno, Barcelona 1993.
150 . Realizó tan temprano como en 1945-1955 un pequeño asentamiento en Gyttap con claras connotaciones con el organicismo considerado. Sería, sin embargo, Brittgarden (Tibro, 1959-
1968) donde comenzaría su giro definitivo todavía dentro de una marcada influencia del Team X.
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