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DESCRIPCIÓN BREVE

HACIA LA EXCELENCIA CON CALIDEZ HUMANA Y


CALIDAD INTEGRAL

Alumno
ELIZA NINETTE GARCIA MORALES

DROGAS
TECNOLOGIAS
TABLA DE CONTENIDO [ocultar]
 1 Definición
 2 Condiciones para que una sustancia sea
considerada droga
o 2.1 Clasificación
 3 Drogas estimulantes
o 3.1 Cocaína
o 3.2 Heroína
o 3.3 Marihuana
o 3.4 Hachís
o 3.5 Éxtasis
o 3.6 Crack
o 3.7 LSD
 3.7.1 Peligros para la salud
o 3.8 Anfetaminas
o 3.9 Barbitúricos
o 3.10 Inhalantes
 3.10.1 Grupos de consumidores
 3.10.2 Daños físicos
 3.10.2.1 Cerebelo
 3.10.2.2 Cerebro
 3.10.2.3 Corazón
 3.10.2.4 Hígado
 3.10.2.5 Otros
o 3.11 Tabaco
o 3.12 Alcohol
o 3.13 Benzodiacepinas
o 3.14 Floripondio
o 3.15 Ketamina
 4 Datos de interés

 5 Fuentes
DROGAS
Una droga es cualquier sustancia con capacidad de alterar un proceso biológico o
químico en un organismo vivo con un propósito no nutricional. Son ejemplos de sus
innumerables usos, el alterar intencionalmente la conciencia, caso en el que se
denomina mejor como sustancia psicoactiva; combatir una enfermedad, aumentar la
resistencia física o modificar la respuesta inmunológica.

Popularmente, el término droga suele utilizarse preferencialmente para referirse a las


de uso ilegal y que producen psicoactividad. Para las de uso médico es más común el
término fármaco, medicamento, droga medicinal o simplemente remedio.

Paracelso decía en 1500, que todas las sustancias son venenos. Para él, la diferencia
entre un veneno y un medicamento era la dosis, es decir que un medicamento
administrado en dosis excesivas y durante un tiempo inadecuado se convierte en un
factor perjudicial que puede llevar a la muerte de la persona.

Condiciones para que una sustancia sea considerada


droga
Para que una droga sea considerada como tal, ha de cumplir con las siguientes
condiciones:

 Ser sustancias que introducidas en un organismo


vivo son capaces de alterar o modificar una o
varias funciones psíquicas de éste (carácter
psicótropo o psicoactivo).
 Inducen a las personas que las toman a repetir su
auto-administración por el placer que generan.
 El cese en su consumo puede dar lugar a un gran
malestar somático y/o psíquico (dependencia
física y/o psicológica).
 No tienen ninguna aplicación médica y si la tienen,
pueden utilizarse con fines no terapéuticos.

A efectos penales, el concepto de droga (a pesar de las diferentes formas de actuación


en el organismo) engloba también las sustancias estupefacientes y psicotrópicas,
naturales o sintéticas, cuyo consumo reiterado provoca la dependencia física u
orgánica, así como el deseo irrefrenable de seguir consumiéndolas en mayores dosis a
fin de evitar el síndrome de abstinencia.

La OMS menciona entre los estupefacientes a la marihuana (cannabis) y sus resinas,


las hojas de coca y a la heroína, entre otras; y como psicotrópicos, los barbitúricos,
las anfetaminas y los ampliadores de la conciencia. Las características propias de las
drogas hacen de ellas sustancias sumamente peligrosas. Los efectos que producen en
el organismo no son siempre iguales y cambian según la clase de droga, por ejemplo,
unas son estimulantes y otras, depresoras. También varían de acuerdo con la dosis

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pues la misma droga puede causar efectos diferentes según sea la cantidad consumida.
Dichos efectos se relacionan con las características psicofísicas de cada persona y con
las particularidades del medio en que se produce el consumo. Por estas razones, nunca
existe certeza sino probabilidad de que la droga produzca el efecto buscado. Adicción
es la necesidad imperiosa de consumir droga regularmente (no ser capaz de moderar
el consumo o suprimirlo). Viene determinada por fenómenos psíquicos y físicos.

Taquifilaxia es la necesidad de consumir dosis cada vez mayores para conseguir los
mismos efectos. La presentan muchos fármacos porque el organismo potencia sus
mecanismos de degradación de la sustancia, pero a las drogas se añade un fenómeno
de tolerancia psicológica. Los cuadros de abstinencia siempre son psicológicos y, en el
caso de algunas drogas, son además síndromes físicos que pueden resultar mortales.
Pueden controlarse con medidas terapéuticas sintomáticas o sustitutivas (sustancias
menos nocivas, de efectos parecidos, que se retiran progresivamente).

Clasificación
Las drogas han sido clasificadas según múltiples sistemas de categorización,
predominando, en la actualidad, las clasificaciones en función de sus efectos
farmacológicos. Entre los diferentes tipos de clasificación empleados a lo largo del
tiempo destacan los siguientes:

 Según sus efectos sobre el SNC.


 Drogas duras y drogas blandas.
 Drogas legales e ilegales.

Según los efectos producidos en el SNC, esta clasificación de las drogas constituye el
sistema de clasificación más aceptado en la actualidad. Según éste las distintas
sustancias podrían clasificarse en una o varias (drogas mixtas) de las siguientes
categorías:

 Depresores del SNC o psicolépticos: inhiben el


funcionamiento del SNC, enlenteciendo la
actividad nerviosa y el ritmo de las funciones
corporales. Entre los efectos que producen se
encuentran relajación,
sedación, somnolencia, sueño, analgesia e
incluso coma. Ejemplos de estas sustancias los
constituirían el alcohol, los diversos tipos de
opiáceos, etc.
 Estimulantes o psicoanalépticos: Producen una
activación general del sistema nervioso central,
dando lugar a un incremento de las funciones
corporales. Se establece una distinción entre
estimulantes mayores (tales como la cocaína o las
anfetaminas) y menores (como la nicotina o las
xantinas: cafeína, teína, teobromina).

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 Alucinógenos o psicodislépticos: también
conocidos como perturbadores. Producen un
estado de conciencia alterado, deforman la
percepción y evocan imágenes sensoriales sin
entrada sensorial. Ejemplos de estas sustancias
los constituirían el LSD o las drogas de síntesis
(que por los efectos que producen serían más bien
consideradas como sustancias mixtas
estimulantes-alucinógenas)
 Drogas duras y drogas blandas; la clasificación
entre drogas duras y blandas es una forma poco
precisa y arbitraria de designar a las drogas que
en la actualidad se encuentra en desuso. En su
origen esta distinción pretendió servir para
distinguir las drogas altamente adictivas que
comportan serios daños a la salud (duras), de las
poco adictivas, que no presentan un riesgo grave
para quien las consume (blandas). A pesar de ello
esta distinción es aún empleada tanto en el
discurso oficial como en el habla informal.
 Drogas duras: la cocaína, los opioides (morfina,
heroína, etc.), el alcohol, o las anfetaminas son
comúnmente descritas como drogas duras.
 Drogas blandas: el término es aplicado
generalmente a los derivados del cannabis. Por lo
general el término se aplica a sustancias cuyo
consumo no conlleva patrones de comportamiento
social desadaptativos, curiosamente, algunas
drogas blandas como el cannabis y el crak están
prohibidas en la mayoría de los países, mientras
que drogas duras como el alcohol pueden ser
adquiridas (aunque con restricciones) en la mayor
parte del mundo.

La distinción entre drogas duras y blandas es importante en la política de drogas de


los Países Bajos, entre otros estados, donde ciertas drogas blandas gozan de la
tolerancia oficial, aunque casi siempre están sujetas a restricciones en cuanto a su
comercio, producción y consumo.

Drogas estimulantes
Cocaína
Artículo principal: Cocaína.

Polvo de coca.

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La cocaína es un alcaloide contenido en las hojas del arbusto Erythroxylon coca siendo
químicamente un derivado de la latropina. Es un estimulante cerebral extremadamente
potente, de efectos similares a las anfetaminas. Además, es un enérgico vasoconstrictor
y anestésico local, siendo absorbido por las mucosas nasales cuando se aspira, se
metaboliza en el hígado y se elimina por la orina.

Las consecuencias de su consumo son complejas, involucrando daños de muy diversa


índole: cerebrales, sociales, familiares, etc. La cocaína estimula el sistema nervioso
central, actuando directamente sobre el cerebro. Sus efectos fisiológicos inmediatos
son: sudoración, aumento en la potencia muscular, midriasis, incremento de actividad
cardíaca y presión sanguínea, dilatación de los vasos sanguíneos periféricos,
convulsiones, aumento en el ritmo respiratorio y de la temperatura corporal. Estos
síntomas pueden provocar la muerte por paro cardíaco o fallas respiratorias. Además
se presentan irritaciones y úlceras en la mucosa nasal.

La cocaína es una droga extremadamente adictiva, cuyos efectos se perciben en un


lapso de 10 segundos y duran alrededor de 20 minutos. Actúa directamente sobre los
centros cerebrales encargados de las sensaciones del placer. Dada su alta capacidad
de producir daños y hasta destrucción celular, las sensaciones que eran placenteras en
sujetos recién iniciados se convierten en efectos desagradables como agitación, llanto,
irritabilidad, alucinaciones de tipo visual, auditiva y táctil, delirio paranoide, amnesia,
confusión, fobias o terror desmedido, ansiedad, estupor, depresión grave y tendencias
suicidas.

Los adictos habituales presentan tolerancia y necesitan de mayores dosis para alcanzar
iguales resultados. A ésto puede llegarse por causas diversas pero siempre
relacionadas con factores familiares, sociales y ambientales determinantes. Dado que
los efectos de la cocaína sobrepasan su punto álgido a los treinta minutos, el individuo
precisa varias dosis durante el día para alcanzar cierta estabilidad emocional y evitar el
efecto disfórico que la propia droga ocasiona luego de varias horas desde la ingesta.

Heroína
Artículo principal: Heroína.

La heroína es una droga adictiva cuyo uso constituye un grave problema en los Estados
Unidos. Estudios recientes sugieren que ha habido un cambio en la forma en que se
usa la heroína, pasando de inyectársela a inhalarla o fumarla, debido a que ahora se
consigue una heroína de mayor pureza y que prevalece el concepto erróneo de que
estas formas de empleo son más seguras.

La heroína es un derivado de la morfina, una sustancia que ocurre naturalmente y se


extrae de la bellota de la amapola o adormidera asiática. La heroína generalmente
aparece en forma de polvo blanco o marrón. Los nombres callejeros relacionados con
esta droga incluyen "pasta", "H", "dama blanca", "polvo blanco" y "lenguazo" en español
y "smack", "H", "skag", y "junk" en inglés. Otros nombres se refieren al tipo de heroína
producido en una zona geográfica específica, como el "Mexican black tar"
("alquitrán negro mejicano").

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El abuso de la heroína está asociado con consecuencias graves para la salud,
incluyendo la sobredosis mortal, el aborto espontáneo, la oclusión de las venas y,
particularmente en el caso de los usuarios que se la inyectan, enfermedades
infecciosas, incluyendo el VIH/SIDA y la hepatitis. Los efectos a corto plazo del abuso
de la heroína aparecen poco después de la primera dosis y desaparecen en unas pocas
horas. Las facultades mentales se turban debido a la depresión del SNC. Los efectos a
largo plazo de la heroína aparecen después de haber usado la droga repetidamente por
algún período de tiempo. Los usuarios crónicos pueden sufrir oclusión de las venas,
infección del endocardio y de las válvulas del corazón, abscesos, celulitis, y
enfermedades del hígado.

Marihuana
Artículo principal: Marihuana.

Planta de marihuana.

El cannabis sativa es un arbusto silvestre que crece en


zonas templadas y tropicales, pudiendo llegar una altura de
seis metros, extrayéndose de su resina el hachís. Su
componente psicoactivo más relevante es el delta-9-
tetrahidrocannabinol (delta-9-THC), conteniendo la planta
más de sesenta componentes relacionados. Se consume
preferentemente fumada, aunque pueden realizarse
infusiones, con efectos distintos. Un cigarrillo de marihuana
puede contener 150 mg. de THC, y llegar hasta el doble si
contiene aceite de hachís, lo cual según algunos autores
puede llevar al síndrome de abstinencia si se consume
entre 10 y 20 días.

Los síntomas característicos de la intoxicación son: ansiedad, irritabilidad,


temblores, insomnio, muy similares a los de las benzodiacepinas. Puede presentarse
en distintas modalidades de consumo, sea en hojas que se fuman directamente, en
resina del arbusto o en aceite desprendido de éste último. De la modalidad en que se
presente la droga dependerá su denominación: "marihuana" es el nombre de las hojas
del cáñamo desmenuzadas, que después de secarse y ser tratadas pueden fumarse
(también es conocida como "hierba", "marijuana", mariguana", "mota", "mafú", "pasto",
"maría", "monte", "moy", "café", "chocolate", "chala", etc.; en inglés se la conoce como:
"pot", "herb", "grass", "weed", "Mary Jane", "reefer", "skunk", "boom", "gangster", "kif",
"ganja", etc.); su efecto es aproximadamente cinco veces menor que el del hachís.

Hachís
Artículo principal: Hachís.

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Imagen del hachís.

El nombre "hachís" (también conocido como "hashis")


deriva de los (hashiscins) árabes, que combatieran en
las cruzadas entre los años 1090 y 1256. El hachís se
obtiene de la inflorescencia del cáñamo hembra,
sustancia resinosa que se presenta en forma de láminas
compactas con un característico olor. La marihuana es
la forma más frecuente, conteniendo de 0,3 a 3,5 % de
THC; la concentración de THC llega al 10 % en el
hachís, siendo su efecto diverso según factores como la velocidad con la que se fuma,
la duración de la inhalación, cantidad inhalada, tiempo que el consumidor retiene la
respiración después de inhalar y el estado anímico del sujeto. El consumo oral, tanto
de marihuana como de hachís, implica efectos psicológicos similares a los expresados
en la forma fumada pero de mayor intensidad y duración y con efectos nocivos
potenciados.

En la actualidad, los científicos sostienen que la marihuana no puede considerarse


medicamento en ninguna de las formas en que es consumida por los adictos. Al tratar
su posible uso como medicamento, se distingue entre la marihuana y el THC puro y
otros químicos específicos derivados del cannabis. La marihuana pura contiene cientos
de químicos, algunos de ellos sumamente dañinos a la salud. El THC en forma de
píldora para consumo oral (no se fuma) podría utilizarse en el tratamiento de los efectos
colaterales (nauseas y vómito) en algunos tratamientos contra el cáncer. Otro químico
relacionado con el THC (nabilone) ha sido autorizado por la "Food and Drug
Administration" de Estados Unidos para el tratamiento de los enfermos de cáncer que
sufren náuseas.

Estudios recientes demuestran que la marihuana crea disfunciones mentales y


disminución de la capacidad intelectual en las personas que la fuman mucho y por
muchos años. En un grupo de fumadores crónicos en Costa Rica, se encontró que los
sujetos tenían mucha dificultad en recordar una corta lista de palabras (que es una
prueba básica de memoria). Las personas en el estudio también tuvieron gran dificultad
en prestar atención a las pruebas que se les presentaron. Hay evidencias de que el
humo de la marihuana contribuye al desarrollo temprano del cáncer de cabeza y de
cuello. Además de esto se pueden apreciar una serie de trastornos que se clasifican en
tres grandes grupos, los trastornos reproductivos, los trastornos inmunológicos y los
trastornos respiratorios.

Éxtasis
La metilendioximetanfetamina (MDMA) (también conocida como "éxtasis", "ectasi",
"XTC", "tiza", "cristal", "X", etc.) es una droga sintética sicoactiva con propiedades
alucinógenas de gran potencial emotivo y perturbador psicológico, con efectos similares
a las anfetaminas. Es una droga peligrosa en extremo por sus propiedades neurotóxicas
y alta adicción, afectando a diversas zonas del sistema nervioso central. Su producción
se realiza en laboratorios clandestinos a partir de materias primas relativamente fáciles
de conseguir.

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De color blanco, sin olor pero con sabor amargo, se presenta en forma de comprimidos,
cápsulas o en polvo cristalino que se disuelve en líquidos, pudiendo ser bebida, ingerida
o inyectada. Sus consumidores son principalmente jóvenes adultos, que buscan en ella
un estimulante que los lleva a bailar durante extensos períodos de tiempo (por ello se
las suele denominar "disco-drogas", "club-drugs", "dance-drugs", etc.).

El éxtasis produce efectos síquicos de gran potencial perturbador, cuya duración fluctúa
entre las 3 y las 6 horas desde su consumo. Inicialmente el sujeto experimenta
sensaciones de confianza y excitación, a las que sigue un estado de hiperactividad. Los
efectos del estimulante se diluyen provocando trastornos sicológicos, confusión,
problemas con el sueño (pesadillas, insomnio), pérdida de memoria, deseo incontenible
de consumir nuevamente drogas, depresión, violencia, ansiedad grave, psicosis y
paranoia. Estos efectos se presentan incluso luego de varias semanas del consumo.
También se informaron casos graves de psicosis. Entre los síntomas físicos se
citan: hiperpnea, taquicardia, anorexia, tensión y trastornos musculares similares a los
presentes en la enfermedad de Parkinson, bruxismo, náuseas, visión
borrosa, nistagmos, desmayos, escalofríos y sudoración excesiva, signo característico
durante la intoxicación. Se ha comprobado que el aumento de la frecuencia cardíaca y
la tensión arterial es causal de ataques cardíacos y otros trastornos cardiocirculatorios.

Las investigaciones demuestran que la MDMA destruye las neuronas productoras de


serotonina, que regulan directamente la agresión, el estado de ánimo, la actividad
sexual, el sueño y la sensibilidad al dolor. Es probable que esta acción sobre el sistema
productor de serotonina sea el origen de las propiedades síquicas. La MDMA también
guarda relación en su estructura y sus efectos con la metanfetamina, la cual ha
demostrado ser causante de la degeneración de las neuronas que contienen la
sustancia neurotransmisora dopamina. En experimentos de laboratorio, una sola
exposición a la metanfetamina en dosis elevadas o el uso prolongado en dosis bajas
destruye hasta un 50% de las células cerebrales.

Aunque éste daño no sea inmediatamente aparente, los estudios científicos muestran
que con el envejecimiento o la exposición a otros tóxicos pueden aparecer síntomas de
la enfermedad de Parkinson. Estos comienzan con falta de coordinación y temblores y
a la larga pueden causar una forma de parálisis.

Crack
Artículo principal: Crack.

El crack es el nombre popular del producto que se obtiene convirtiendo el clorhidrato de


cocaína en cristales o “rocas” mediante un proceso químico sencillo. En lugar de
emplear el método más volátil de tratamiento de cocaína con éter, el crack se manipula
con amoníaco o bicarbonato de sodio y agua, mezcla que se expone al fuego para
retirar el clorhidrato la sustancia que queda - similar a la cocaína- puede fumarse. Con
este procedimiento se produce una sustancia similar a la cocaína que puede fumarse.
El término crack se refiere al crujido que se oye cuando la mezcla se calienta, fenómeno
en el que intervendría principalmente el bicarbonato de sodio. Otras denominaciones:
Roca, cristal, baseball, doña blanca, blanca nieves, champaña, azúcar.

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LSD
Artículo principal: LSD.

Dietilamida del ácido lisérgico.

La LSD (dietilamida del ácido lisérgico) es una de las principales


drogas en la categoría de los alucinógenos. Fue descubierta
en 1938 y, entre las sustancias químicas que alteran el estado de ánimo, es una de las
más potentes. Se fabrica a partir del ácido lisérgico, encontrado en el cornezuelo, un
hongo que crece en el centeno y otros cereales. La LSD, comúnmente llamada "ácido",
se vende en la calle en tabletas, cápsulas y, a veces, en forma líquida. Es inodora,
incolora y tiene un sabor ligeramente amargo. Suele consumirse por vía oral. Con
frecuencia, se agrega la LSD a un papel absorbente, como el papel secante, que se
divide en pequeños cuadrados decorados, cada uno de los cuales constituye una dosis.
La Administración para el Control de Estupefacientes (DEA, por sus siglas en inglés)
reporta que las muestras de LSD que se obtienen hoy en día de fuentes ilícitas tienen
una potencia que varía de 20 a 80 microgramos de LSD por dosis. Esto es mucho
menos que las concentraciones reportadas durante la década de los 60 y comienzos
de los 70, cuando la dosis por unidad variaba entre 100 y 200 microgramos o más.

Peligros para la salud


Los efectos de la LSD son impredecibles. Dependen de la cantidad ingerida; de la
personalidad, estado de ánimo y expectativas del usuario; y del ambiente en el que se
usa la droga. Por lo general, el individuo siente los primeros efectos de la droga de 30
a 90 minutos después de tomarla. Los efectos físicos incluyen dilatación de las pupilas,
sudoración, falta de apetito, insomnio, sequedad en la boca, temblores y aumento de la
temperatura corporal, la frecuencia cardiaca y la presión arterial. Las sensaciones y los
sentimientos cambian de forma mucho más drástica que las señales físicas.

Los que consumen LSD pueden manifestar síntomas persistentes parecidos a los de la
esquizofrenia o la depresión. Es difícil determinar el alcance y el mecanismo de
conexión de la LSD con relación a estas enfermedades. La mayoría de los usuarios de
LSD disminuyen o abandonan voluntariamente su uso con el transcurso del tiempo. La
LSD no se considera una droga adictiva, ya que no causa un comportamiento
compulsivo tendiente a la búsqueda de la droga, como sucede con la cocaína, las
anfetaminas, la heroína, el alcohol y la nicotina. Sin embargo, al igual que muchas de
las drogas adictivas, la LSD produce tolerancia, de manera que algunas personas que
usan la droga repetidamente deben tomar dosis cada vez más fuertes para lograr el
mismo estado de intoxicación que lograban anteriormente. Dada la naturaleza
impredecible de la droga, esta práctica es sumamente peligrosa.

Anfetaminas
Artículo principal: Anfetaminas.

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El consumo de este excitante está ampliamente extendido y distribuido por todas las
clases sociales. A diferencia de lo que sucede con la cocaína que la consumen
preferentemente los sectores medios y altos, las anfetaminas son consumidas tanto por
ejecutivos que pretenden sobreexcitación como por amas de casa que buscan un
anoréxico para sus dietas o por estudiantes que preparan exámenes. Al incidir en el
sistema ortosimpático causan hipertensión, taquicardia, hiperglucemia, midriasis,
vasodilatación periférica, hiperpnea, hiporexia, etc. El estado de ánimo del adicto oscila
entre la distrofia y la hipomanía, presentándose ansiedad, insomnio, cefalea, temblores
y vértigo. Pueden aparecer cuadros depresivos y síndromes paranoides anfetamínicos.
A dosis normales, sus efectos varían de acuerdo al individuo y las condiciones de
ingesta. Pueden producir efectos placenteros, hiperactividad y sensación desbordante
de energía, pero también causan temblor, ansiedad irritabilidad, ira inmotivada y
repentina, trastornos amnésicos e incoherencia. En la última fase se describen
depresión, cuadros paranoides y delirios paranoides, alucinaciones y trastornos de
conducta.

El consumo de anfetaminas puede conducir a actuaciones agresivas, al igual que los


barbitúricos y el alcohol, por su gran efecto euforizante, unido a un descontrol en los
instintos inhibitorios. Tales situaciones se producen cuando las dosis suministradas,
generalmente por vía endovenosa, superan los 2 gr. Está demostrado un mayor
potencial en las anfetaminas que en la cocaína, tanto en su punto más álgido como en
la duración de los efectos. Reacciones muy graves se producen al consumirlas con
barbitúricos en el conocido fenómeno de la pluritoxicomanía. Tomadas en dosis
importantes son causantes de confusión, tensión, ansiedad aguda y miedo. También
pueden precipitar psicosis paranoide en sujetos no psicóticos. La psicosis anfetamínica
desarrollada por el sujeto se asemeja a la psicosis paranoica y a
la esquizofrenia paranoica.

Barbitúricos
Artículo principal: Barbitúricos.

Diferentes fármacos de este tipo.

Son los fármacos más utilizados en los países desarrollados.


En 1887 se describieron los primeros cuadros de dependencias
a tranquilizantes como el paraldehído, habiéndose extendido
posteriormente a sustancias como cloral,

barbitúricos, bromureído, diazepam, meprobamato, matacuolona, etc. El consumo de

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estas sustancias está extendido en toda la población sin haberse detectado grupos
sociales o de edad determinados, aunque están más predispuestas las mujeres. En
pequeñas dosis se utilizan como ansiolíticos, es decir, como fármaco que mitigan la
angustia e intranquilidad, y en grandes cantidades sus efectos son embriagadores,
similares a los que puede producir el alcohol. Estas sustancias provocan una
dependencia física y psíquica, así como tendencia a aumentar el consumo por el grado
de tolerancia que poseen. Los sujetos con base neurótica son los más predispuestos a
la dependencia de esta sustancia, al desear aliviar la ansiedad que sufren. La
mortalidad por sobredosis es elevada, siendo el tipo de fármaco más usado para
el suicidio.

El consumo simultáneo con alcohol es frecuente, creando interacciones potenciadoras


de los efectos de ambas drogas, caracterizadas por trastornos en la coordinación
psicomotriz y por el descenso del nivel de conciencia. A grandes dosis pueden
presentarse cuadros comparables al "delirium tremens" del alcohol. Determinados
toxicómanos consumen esta sustancia en unión de otras como alcohol, café o
anfetaminas, llegando a situaciones de perturbación psíquica y física muy importantes
y afectando muy notoriamente el autocontrol. La dependencia aparece después de
varios meses de haber ingerido dosis diarias, aunque depende del tipo de barbitúrico.
El consumo continuado durante años llega a cambiar la personalidad, transformándola
en más irritable, depresiva, y comporta pérdida de memoria y concentración. Con el
tiempo los síntomas van instalándose en el sujeto pudiendo quedar una obnubilación
mental permanente. En fases muy avanzadas aparecen crisis crepusculares,
desorientación y alucinaciones que remiten en varios días tras disminuir o abandonar
el consumo pero que pueden extenderse hasta dos meses.

Inhalantes
Dentro de este grupo de sustancias pueden citarse: adhesivos como:
colas, tolueno, xileno, acetona, benzoles, benzaldehido; aerosoles-sprays-gases:
gases propelentes, óxido nitroso; cementos plásticos: hexano; solventes de pinturas y
relacionados: petróleo, butano, trementina, aguarrás; líquidos para limpieza: xileno,
benzol, éter de petróleo; anestésicos: éter etílico puro; combustibles: bencina,
naftas; thinner: hidrocarburos halogenados; vasodilatadores: nitrito de amilo, nitrito de
butilo; y muchas otras más.

El consumo de estas sustancias presenta graves problemas sanitarios. Sus


consumidores son principalmente marginales, especialmente niños, aunque la adicción
también se da con relativa frecuencia en ciertos grupos profesionales. Las edades más
frecuentes del uso crónico de inhalantes son al principio o al final de la adolescencia.
Esto se debe en parte a la invitación o presión por parte de los compañeros de escuela
y amigos, curiosidad e ignorancia de los efectos tóxicos e inseguridad personal. Lo más
importante es la ignorancia del problema en la casa y la negación de los padres de que
sus hijos puedan tener este problema. Los motivos del consumo se deben a la
curiosidad, aburrimiento, falta de estímulos, desarraigo y falta de pertenencia.

En el caso de los profesionales, el contacto habitual con las sustancias puede crear una
adicción involuntaria; la adicción voluntaria es menos frecuente, aunque no
excepcional. Generalmente estos productos son fáciles de obtener y están al alcance

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del adicto, son muy baratos, y no precisan de instrumentos para su uso. Asimismo, no
es necesario contactar a un criminal para obtenerlos. Su uso puede hacerse en
cualquier lugar, son fáciles de esconder y difíciles de detectar. Otro factor muy
importante es el desconocimiento de las consecuencias y peligros de su uso. Estas
sustancias se consumen en determinadas zonas rurales, como así también en
ambientes marginales o de bajos recursos, donde son de las pocas drogas a las que
tiene acceso fácil. Ello agrava el problema de una sustancia legal que es utilizada de
forma incorrecta. La adicción a estas sustancias es el paso previo a otras drogas,
llevando situaciones irreversibles. Esto suele ser desconocido tanto por la familia como
por el entorno social, dado que estas sustancias pasan desapercibidas y no son
relacionadas con adicciones.

Grupos de consumidores
Existen tres grandes grupos de consumidores:

 Niños y adolescentes de poblaciones marginadas


que consumen en grupo.
 Adultos que acceden al químico por su profesión
o por asociación con grupos de personas con
hábitos similares.
 Adultos marginales que inhalan las sustancias al
igual que los niños, pero en solitario.

El aspecto familiar es determinante para entender el fenómeno, habiéndose constatado


cómo los inhaladores también presentan problemas con el alcohol, siendo de una clase
social media baja y baja, y con problemas de abandono familiar. El uso continuado
provoca dependencia psíquica, creando una situación de necesidad de ingesta similar
a otras drogas. A consecuencia de la rápida distribución por los pulmones, el inicio de
la intoxicación es inmediato. Se relaciona el consumo de estas sustancias con
conductas criminales y autodestructivas. La sensación de euforia primero y aturdimiento
después, habitual con estos tóxicos, conlleva una perturbación psíquica grave que
altera la inteligencia y la percepción. Está acreditado el fenómeno de la tolerancia
respecto de los efectos en el sistema nervioso central, mientras que la dependencia
física es discutida.

El nivel de inteligencia disminuye, haciendo frecuentes los problemas escolares. Se


presentan cambios y descuido en la apariencia física, falta de higiene, falta de atención,
alteración de la memoria, disminución de la capacidad de abstracción y razonamiento,
personalidad antisocial, agresividad, depresión, ataques de pánico, ansiedad y
alucinaciones con trastorno en el juicio crítico y la percepción. Se presentan ataxia,
oraciones incoherentes y precipitadas, diplopia, náuseas y vómitos. La interrupción de
la inhalación, como así también una intensa aspiración, pueden provocar la muerte. Son
causales de dependencia psíquica, pudiéndose presentar psicosis tóxicas con daños
cerebrales irreparables. Los inhalantes producen una fácil sugestionabilidad, dándose
experiencias alucinatorias colectivas, lo que da ejemplo de la complejidad de la
intoxicación. También provoca sentimientos paranoides y excitación sexual.

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Se considera que la embriaguez por inhalantes es de mayor gravedad que la alcohólica,
a pesar que los efectos de la intoxicación no son muy prolongados. Uno de los
inhalables adictivos más difundidos es el tolueno, sustancia presente en cierto tipo de
pegamentos para cueros, gomas, cauchos, corchos, cartones, etc. Los efectos agudos
acostumbran a durar entre 30 y 45 minutos. Las consecuencias psico-perceptivas del
consumo de este tipo de sustancias es alarmante, presentándose cuadros de
exaltación, alucinaciones visuales, auditivas y táctiles, como así también ilusiones
catatímicas. El pegamento plástico y los correctores ortográficos contienen químicos
adictivos, siendo muy utilizados por menores y adolescentes, habiendo aumentado
considerablemente su consumo en los últimos años.

En un principio, las primeras ingestas suponen un estado de euforia o subida del ánimo,
pero tras instalarse la tolerancia que se desarrolla tras semanas o meses los
consumidores habituados deben inhalar varios tubos de sustancia para alcanzar el
efecto deseado. La intoxicación se caracteriza por euforia, excitación, sensación
flotante, vértigo, habla farfullante y ataxia. La inhalación va acompañada de pérdida de
inhibición con sensación de fuerza y capacidad no reales. La intoxicación otorga
agresividad, euforia, exaltación y situaciones violentas, por lo que se potencian las
posibilidades de comisión de delitos, a lo siguen, al igual que con el alcohol, periodos
de amnesia donde el adicto no recuerda absolutamente nada de lo acaecido durante la
intoxicación. En ocasiones aparecen alucinaciones visuales que pueden llegar a durar
varias horas, lo que demuestra su gran potencial perturbador.

Los síntomas y efectos pueden ser muy variados, dependiendo del tipo de sustancia
química y de la cantidad inhalada o aspirada. Frecuentemente hay olor o aliento a
sustancias químicas, irritación de nariz, labios, boca o piel, manchas de sustancias
químicas o pintura en la nariz, boca, manos y/o en la ropa. Los ojos suelen estar
enrojecidos, algunas veces con movimientos oculares laterales rápidos involuntarios
(nistagmus). Los efectos inmediatos son: mareos, somnolencia, pérdida del equilibrio,
falta de coordinación, embriaguez, temblores, alteración de la memoria, falta de
concentración, lentitud de movimientos, lenguaje lento e incoherente. Puede seguir un
estado de excitación, tensión muscular, aprensión, agitación, irritabilidad, cambios en
la presión arterial y ritmo cardiaco. Se presentan cambios de conducta y personalidad,
pudiendo presentarse casos de furia histérica y violencia verbal y/o física. Debido a que
el efecto dura de 15 a 45 minutos, el adicto tiende a inhalar nuevamente la sustancia
tóxica. Pueden presentarse nauseas, vómitos y anorexia. Inmediatamente después del
uso pueden presentarse convulsiones, estado de coma, y muerte súbita por arritmia,
fallas cardíacas, asfixia, o accidente vascular cerebral. Luego de algunas horas, pueden
desarrollarse acumulación de líquido e inflamación de los pulmones (edema
pulmonar), hipoxia o anoxia, neumonías, convulsiones.

El uso repetido o crónico deja daño permanente en el organismo: temblores, falta de


coordinación, pérdida del sentido del equilibrio, reducción de la memoria e inteligencia,
estados de depresión o psicosis, infartos cerebrales, trastornos del lenguaje y la
memoria, epilepsia, trastornos en la sensibilidad y movimiento de las extremidades,
daño al hígado y riñones, leucemia, bronquitis crónica, ceguera, sordera, daño cerebral
permanente, problemas respiratorios crónicos.

Daños físicos
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Cerebelo
Es el centro de la mayoría de las funciones involuntarias del cuerpo. El abuso severo
de inhalantes daña los nervios que controlan los movimientos motores, lo que resulta
en pérdida de coordinación general. Los adictos crónicos experimentan temblores y
agitación incontrolable.

Cerebro
Las sustancias inhalables afectan diferentes partes del cerebro, provocando
alteraciones sensoriales y psicológicas. Los estudios indican que estas sustancias
disuelven la capa protectora de mielina que envuelve a las neuronas, dañando
la corteza cerebral y pudiendo derivar en muerte celular (irreversible). Esto acarrea
cambios permanentes de personalidad, pérdida de la memoria, alucinaciones y
problemas de aprendizaje.

Corazón
El abuso de inhalantes puede resultar en "Síndrome de muerte súbita por inhalantes".
Las dos sustancias que más frecuentemente han causado estas muertes son el tolueno
y el gas butano. El gas freón interfiere en el ritmo natural del corazón, causando paro
cardíaco. Los nitratos de amilo y butilo también afectan el ritmo cardíaco.

Hígado
Los compuestos halogenados, como el tricloro etileno (presente en pinturas en aerosol
y correctores escolares líquidos) causan daño permanente a los tejidos hepáticos.

Otros
Se ha probado que el benzeno, componente de las naftas y gasolinas, causa leucemia.
El abuso crónico de inhalantes causa desgaste de músculos, reduciendo el tono y su
fuerza. El tolueno atrofia estos nervios, causando problemas visuales y pobre
coordinación de los ojos. Además, destruye las células que envían el sonido al cerebro.
Ello deriva en graves posibilidades de cegueras y sorderas. Inhalación crónica de óxido
nitroso (propelente) y el hexano (presente en algunos pegamentos y combustibles)
resulta en daño a los nervios periféricos. Los síntomas incluyen: adormecimiento de
extremidades, calambres y parálisis total.

Algunas sustancias como los nitritos y el cloruro de metileno (thinner de pintura),


bloquean químicamente la capacidad de transportar el oxigeno en la sangre. La
inhalación repetida de pinturas en aerosol resulta en daño pulmonar. Casos de asfixia
se han reportado cuando la concentración de solvente desplaza totalmente el oxigeno
en los pulmones. Además se presentan graves irritaciones en las mucosas nasales y
tracto respiratorio. Muchos químicos inhalables son potentes agentes causantes
de cáncer.

Tabaco

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Artículo principal: Tabaco.

La adicción a los productos derivados del tabaco es la más extendida. Su aceptación


cultural considera a su consumo en primer lugar como una fuente de placer y en
segundo como un simple vicio o mala costumbre. Se ha determinado que los cigarrillos
y otros productos de tabaco, tales como cigarros puros, tabaco para pipa o rapé (en
polvo), son adictivos y que la nicotina es la droga del tabaco causante de adicción.
Además, se sabe que el tabaquismo es un importante causal de accidentes cardíacos
y cerebrovasculares, y ocupa los primeros lugares entre los factores que provocan
cáncer. La nicotina provoca una de las adicciones más potentes, desarrollando en el
fumador un conjunto de signos y síntomas denominado síndrome nicotínico. A mayor
cantidad de signos o síntomas presentes, mayor porcentaje de posibilidades de estar
frente a un adicto nicotinómano.

La nicotina absorbida al fumar cigarrillos o puros tarda sólo segundos en llegar al


cerebro, pero tiene un efecto directo en el cuerpo hasta por 30 minutos. Los estudios
han mostrado que la tensión nerviosa y la ansiedad afectan la tolerancia a la nicotina y
la dependencia de ella. La hormona producida por la tensión nerviosa o corticosterona
reduce los efectos de la nicotina, haciendo necesario consumir mayores cantidades
para lograr el mismo efecto. Esto aumenta la tolerancia y lleva a una mayor
dependencia. Se ha demostrado científicamente que la tensión puede ser la causa
directa de una recaída a la autoadministración de nicotina después de un período de
abstinencia. Esta adicción produce síntomas de abstinencia cuando una persona trata
de dejar de fumar.

Adicionalmente, los problemas afectan a terceros que inhalan el humo ambiental del
tabaco (fumadores pasivos). Se ha demostrado que este humo causa cáncer de pulmón
y aumentan significativamente los casos de ataques asmáticos, infecciones
cardiorespiratorias y muerte súbita. Encuestas realizadas por la Oficina de Estudios
Aplicados de la Administración de Servicios de Abuso de Sustancias y de Salud Mental
de EE.UU. mostraron la correlación entre el uso del cigarrillo y el de marihuana en los
adolescentes. Se encontró que entre quienes habían fumado marihuana alguna vez en
su vida, el 74 por ciento habían fumado cigarrillos antes de fumar marihuana. La
encuesta señaló además que los fumadores corrientes tienen más probabilidades de
ser grandes bebedores y usar drogas ilícitas.

Alcohol
Artículo principal: Alcoholismo.

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Consumo de alcohol.

Las causas del alcoholismo son muy variadas, no


habiendo acuerdo científico sobre este aspecto. Los
factores cultural y biológico-genético explican gran
parte de la patología. Esta adicción afecta a todas las
clases sociales, por lo que no es aceptable una teoría
que atienda al carácter sociocultural bajo como factor
predisponente a la adicción, dado que en las clases
altas el consumo es extensivo. En cuanto al nivel de
estudios es evidente que la falta de escolarización y
cultura condiciona la adicción, pero no es específico
del alcohol, sino de todas las drogas. No se puede
atribuir una explicación única de las toxicomanías, ya que influyen problemas sociales
tan variados como el delito, los problemas familiares, el desempleo o la salud. La
adicción al alcohol posee aspectos culturales importantes desde el momento en que el
consumo es lícito y los menores, a pesar de las prohibiciones, no tienen problema para
consumirlo. La publicidad y la permisibilidad aumentan el número de consumidores. El
entorno familiar puede ser determinante: ante la situación familiar distorsionada el
sujeto erige defensas psicológicas contra la ansiedad. Por otra parte, los menores
tienden a seguir el ejemplo de sus mayores.

Otros motivos del alcoholismo son los deseos de evasión y de autodestrucción, dados
el gran número de suicidios que presenta esta enfermedad. Se han logrado importantes
progresos en la comprensión de la predisposición genética al alcoholismo. Estudios
hechos sobre gemelos y hermanos mellizos indican que hay más de un gen
responsable de esta predisposición.

Los efectos del alcohol son inmediatos debido a que es absorbido casi
instantáneamente, pasando directamente al torrente sanguíneo. Al llegar al cerebro,
narcotiza las neuronas dificultando primero e impidiendo luego la comunicación entre
ellas. Esto se produce en primer término en las regiones del cerebro encargadas del
razonamiento y otros procesos complejos. A medida que la alcoholización progresa se
afectan las regiones primitivas. Los estudios demuestran una disminución significativa
en la capacidad de reacción ante estímulos visuales y auditivos, que explican la gran
cantidad de accidentes que producen. La reacción auditiva disminuye en un 16 % con
alcoholemia de 500 mg/I. Respecto a la coordinación y dirección, los tests acreditan un
aumento de errores y disminución en la velocidad de ejecución, con deterioro de la
capacidad de atención en un 30 %. Un 0,05 % de alcohol en la sangre deprime las
respuestas aprendidas recientemente, disminuyendo las inhibiciones y restricciones
sociales y afectando al juicio. A un nivel de 0,10 % se narcotizan los centros cerebrales
más antiguos y se dificultan relativamente la locución y la actividad motora. Un 0,20 %
afecta profundamente el área motriz del cerebro y 0,30 % altera gravemente la
percepción sensorial, entrando en un estado de estupor. A nivel de 0,40 %
prácticamente se anula la percepción y la persona se encuentra narcotizada y en coma.
Con niveles del 0,60 al 0,70 se afectan los centros cerebrales primitivos que controlan
la respiración y la frecuencia cardiaca, y sobreviene la muerte.

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La recuperación del alcohólico consta de diferentes etapas. Inicialmente el tratamiento
se realiza bajo estricto control médico. La terapia consiste en la total supresión de su
consumo coadyuvado con dietas especiales que equilibran el organismo.
Paralelamente, puede ser necesario el uso de fármacos que disminuyan los temblores
nerviosos y otros síntomas de abstinencia. Logrado un equilibrio metabólico y
psicológico aceptable, comienza el tratamiento psiquiátrico que normalmente.

Benzodiacepinas
Benzodiacepinas.

Su compuesto activo es el flunitrazepam. Es


una benzodiacepina, depresora del Sistema Nervioso
Central, hipnótico. Es un potente inductor del sueño. Esta
benzodiacepina disminuye el estado de ansiedad de quien
la consume. También induce el relajamiento muscular y el
sueño. Su presencia en el flujo sanguíneo dura entre seis
a ocho horas (vida media intermedia). Por lo general, se receta a personas con
problemas de insomnio. Debido a su alto potencial de abuso, su venta es muy
controlada y sólo se efectúa presentando una receta cheque. Existen casos de
consumo abusivo de Rohypnol sin prescripción médica por vía nasal. El flunitrazepam,
aspirado de esta forma, recibe en Chile el nombre popular de "chicota". Otras
denominaciones: Chicota, Píldora del olvido, Tropieza y cae, Borra mentes, Roofies,
Roach, Ropies.

Son abletas de uno o dos miligramos, generalmente blancas, solubles, sin olor ni sabor.
Se administran por Oral, pero se ha descrito abuso sin prescripción médica inhalada
por la nariz (chicota). Tiene efectos sedativos e hipnóticos que pueden durar hasta ocho
horas. Produce relajación muscular y alarga el tiempo total de sueño. Puede producir
somnolencia, debilidad y mareos al día siguiente. Según el Formulario Nacional de
Medicamentos del Ministerio de Salud puede producir “amnesia de tipo anterógrado” o
falla de la memoria de hechos ocurridos después de la administración del fármaco. El
mal uso del Rohypnol se relaciona generalmente con la potenciación de los efectos
provocados por la heroína. También se ha relacionado con actos delictuales, como
violaciones. Por su gran capacidad para inducir el sueño, su abuso puede generar
estados de profunda somnolencia, lo que expone a la persona a situaciones de alto
riesgo.

El uso indebido puede producir: Sensación de embriaguez. Sueño. Dificultad para


hablar. Trastornos de criterio. Dificultad para caminar. Pérdida temporal de la memoria.
En algunos casos, agresividad. Dificultades respiratorias. El síndrome de abstinencia
puede presentar dolor de cabeza, dolor muscular, ansiedad, tensión, cansancio,
confusión e irritabilidad.

Información vital: Si alguien que ha consumido Rohypnol pierde el conocimeinto hay


que llamar inmediatamente a una ambulancia.

Floripondio
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Flores de la planta.

Se llama Brugmansia vulcanicola y es nativa de América del


Sur. Uno de sus principios activos es el
alucinógeno escopolamina. Se administra por vía oral. Las
hojas y flores molidas se preparan en agua caliente o fría y se
toma como té. Sus efectos incluyen períodos de violencia e
incluso demencia temporal. Las alucinaciones pueden ser
visuales, auditivas y táctiles. También provoca dilatación de las
pupilas, aumento del pulso y el ritmo respiratorio, seca las
mucosas de la nariz, boca y garganta.

Los efectos comienzan entre los 15 y 30 minutos posteriores a su consumo pueden


durar hasta 72 horas. La dosis letal de escopolamina es cercana a los 100 mg; sin
embargo, no se conoce la dosificación exacta que pueda contener un té de floripondio.
Generalmente, una dosis moderada se prepara con una flor; una dosis alta sería con
dos a tres flores; pero en este tipo de sustancias no hay ni drogas ni dosis seguras. La
intoxicación con floripondio produce vómitos, convulsiones y en casos graves, coma y
muerte. Si la persona tiene un “mal viaje” hay que tranquilizarla y cuidarla mientras dure
el efecto. En caso de presentar señas como las ya descritas, solicitar asistencia médica.

Ketamina
Artículo principal: Ketamina.

Frasco de ketamina.

Es una droga de síntesis (se produce en laboratorios, no de manera


natural). Según el Formulario Nacional de Medicamentos del
Ministerio de Salud (Minsal), se emplea en procedimientos
quirúrgicos que requieren analgesia de la piel, en quemados, en
emergencias y pediatría. En el caso de la medicina veterinaria se utiliza como
tranquilizante para cirugías. Es una solución líquida transparente. Se administra por vía
oral e inyectable.

La administración de ketamina induce a un estado conocido como “anestesia


disociativa”, que se caracteriza por inconciencia, amnesia, inmovilidad y gran analgesia
para los dolores superficiales. Recién administrada produce en la persona una
sensación de desconexión del medio ambiente. Alrededor de un minuto después se
pierde la conciencia por 10 a 15 minutos, siendo la analgesia y amnesia mucho más
prolongada. Provoca aumento de la presión arterial y de la frecuencia cardíaca.
También eleva la presión intraocular y del flujo sanguíneo intracraneano. Durante la
recuperación de la anestasia pueden presentarse estados de excitación como sueños
vívidos, delirios y alucinaciones. Dura unas pocas horas. Sin embargo, en algunas
personas estos síntomas pueden reaparecer 24 horas después de la anestesia.

En personas con alzas de la presión arterial el consumo de ketamina es un riesgo, pues


eleva la presión arterial y la frecuencia cardiaca. Además es peligroso por la presencia

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de aneurismas, insuficiencia coronaria, cardiaca y eclampsia. También en aquellas
personas que tengan antecedentes de accidentes cerebrovasculares. En casos de
sobredosis puede provocar sudor frío, pérdida de la orientación y el conocimiento. Si se
combina con alcohol o barbitúricos puede producir una parálisis del Sistema
Respiratorio.

Datos de interés
El fenómeno de las drogas es uno de los problemas más graves que afecta al mundo,
más de 170 países enfrentan sus consecuencias. Unos 180 millones de personas, 4.2%
de la población mayor de 15 años la consume. La producción mundial de cocaína
accedió a 900 toneladas en el 2001. Colombia es su principal productor, por la región
pasa el 46% de la cocaína que se consume en Estados Unidos. Según fuentes de
la ONU, por la región del caribe transitan el 40 % de la droga que ingresa a Estados
Unidos, el 50 % de la producción de marihuana y el 65 % de la cocaína que tiene como
destino a Europa. Influencia por la posición geográfica de nuestro país en los recalos,
para posible trafico. Según estudios del PNUFID, el mayor mercado del mundo de
estufe pacientes ilícitos es Estados Unidos.

Desde finales de los años ochenta, se extendieron las desintoxicaciones rápidas bajo
anestesia para los adictos a opioides como la heroína, metadona, morfina, codeina y
otras .Las ventajas de las desintoxicaciones cortas bajo anestesia son que permiten
acortar el tiempo de desintoxicación sin aumentar la intensidad del síndrome de
abstinencia, presentan mayores porcentajes de éxito en la desintoxicación, y permiten
iniciar un mantenimiento con naltrexona en menor tiempo, con una continuidad entre la
desintoxicación y este tratamientos.

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Fuentes
 Salud y Vida (en línea). Consultado: 15 de
marzo de 2010. Disponible en: www.sld.cu
 Uso indebido de las drogas (en línea). Consultado:
15 de marzo de 2010. Disponible
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 Drogas (en línea). Consultado: 15 de marzo de
2010. Disponible en: www.vcl.jovenclub.cu
 Tabaco (en línea). Consultado: 15 de marzo de
2010. Disponible en: www.guerrillero.cu
 Cafeína: un nutriente, un fármaco, o una droga de
abuso (en línea). Consultado: 27 de mayo de
2012. Disponible en: www.adicciones.es
 El «éxtasis líquido» (GHB): ¿una droga de uso
recreativo? Clínica biopsicosocial del consumidor
y algunas propuestas terapéuticas (en línea).
Consultado: 27 de mayo de 2012. Disponible
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 Salud y drogas (en línea). Consultado: 27 de mayo
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subsiguientes aprendizajes mediados por los
atributos incondicionales de la droga (en línea).
Consultado: 27 de mayo de 2012. Disponible
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 Crisis vascular por cocaína: recuperación de
fracaso renal tras el abandono de la droga y
control de la presión arterial (en línea).
Consultado: 27 de mayo de 2012. Disponible
en: revistanefrologia.com
 Droga y violencia: Fantasmas de la Nueva
Metrópoli Latinoamericana redalyc.uaemex.mx
 El mercado de bienes ilegales: El caso de la droga
(en línea). Consultado: 27 de mayo de 2012.

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