fABADO ' 2 DE AlBRIL DE 1§69 LA VANGUARDIA ESPAROLA Página 13
P A L A B R A S AL AIRE RESPUESTA A UNOS JÓVENES
NECESIDAD DE SUPERACIÓN PASCUA FLORIDA •
¡CALVE, Pascua Florida! La que los hebreos cantaban con himnos a la li- bertad, por el fin del cautiverio de Egipto; la que los cristianos aco- CONTINUO con el tema de los jóvenes trecha y ciega, sin considerar que ca- que es más numerosa que nunca, y su gemos con volteo de campanas, oraciones de triunfo y esperanzas bendita* y de las cartas que recibí de res- da época tiene su moral que la susten- nivel cultural es superior, en razón de por la Resurrección del Señor. Pascua que aparece en la vida de los hom- puesta a mi artículo. En una dé esas ta; lo que no puede hacer el mundo bres tras el plenilunio de un cielo que marca la huida de las sombras inver- la multiplicación de los centros docen- nales, entristecidas por el frío y la borrasca. Y la llegada del galante estío, cartas, se me decía: "Queramos o no, es vivir sin este sostén, que es a lo tes, del ansia también de saber de las opongámonos a ello o lo aplaudamos, que vamos llegando; yo no digo que el al que sirven de gentiles heraldos la blancura del almendro y la fragancia nuevas generaciones, que no es tam- de los azahares estallando de gozo sobre el naranjo en flor. estamos en una época de bendición, hombre deba regirse en todo por los poco de hoy. de graneles transformaciones; estamos viejos usos —por la moral vieja, lejos Y es aquí, en este punto, donde nos La Iglesia inicia sus solemnes cultos alegóricos bendiciendo el fuego en en un siglo que acabará con muchos de mí esta ¡dea—, lo que no veo es sentimos asaltados por la duda; nos in- la puerta de los templos. Y la luz ha vuelto llenando al mundo con la alegría prejuicios y en el que es posible, y así que pueda regirse por la nueva, que no vade un temor, una preocupación, anta de vivir bajo el sol caliente y sobre la tierra hermosa que cubre de colores, desearía que ocurriese, que el hombre es moral, que es un intento ciego de su fuerza creciente, y, sobre todo, ante de ensueños de poeta, de perfumes ilusionados, símbolo» del alma de loa pase a otra dimensión de su existencia, renovación por el solo afán de reno- su audacia, ante aquello de que nos hombres de buena voluntad. porque creer que el hombre es inmuta- var; una de las cosas más tristes es la hablaba un famoso pensador y era la La luz se ha vuelto, y con ella la rebelión de las conciencias que escu- ble es negar la existencia de la misma profunda desorientación que caracteriza falta de madurez, esa falta de madurez driñan sus ílaquezas pasadas, proponiéndose enfrentar la vida con alteza d« condición del hombre". a nuestro mundo, el no saber adonde que podemos descubrir en los mejores, miras, pureza de intenciones y voluntades ejercitantes. La luz, hija del fue- Yo no recuerdo que en ningún lu- se va, el destruir por destruir, cosa naturallsima, ya que falta en ellos go, que ilumina los campos, alumbra las mentes y embruja los corazones en gar de mi artículo, ni en ningún escrito Y de otra parte, volviendo a las pa- la lección principal: la de la experien- sed divina de amor universal. mío hubiera hecho una afirmación de labras de nuestro comunicante, ¿quién cia. Creo que es ésta una de las Con ella, con la luz, con la resurrección del Señor, con ia policromía d« este orden, y estoy en esto absolutamen- no suscribiría tan hermoso programa? diferencias principales que nos sepa- flores y frutos, que engalana la naturaleza, llega la primavera con el en- te de acuerdo con mi comunicante, co- ¿Quién no aceptaría a ojos cerrados ran, y origen de la Incomprensión exis- canto de su sonrisa juvenil, con el anhelo de nuevos horizontes, con la reali- mo lo está, supongo, todo el mundo, tan brillante porvenir? Lo que en todo tente entre ellos y nosotros; es la ex- dad de su existencia y de su caricia. o la mayoría; en lo que no estoy con- caso dudamos es que la época sea "de periencia que a nosotros nos permite ¿Cómo no saludarte entusiasmado? Vienes, esta vez, dolida por las con- forme es en el sentido global que se bendición", si interpreto bien, en este ver la verdad de ellos y la nuestra, fusiones atmosféricas, quizás hijas de las confusiones de los hombres; algo da al progreso; yo la transformaciones punto, la mala caligrafía. Lo terrible pa- mientras que ellos sólo tienen la suya, asustada por estampidos y matanzas; algo sorprendida, por las perturbacio- les veo, sobre todo, en lo físico; en ra mí no es que acabe con "los viejos lo poco que vivieron. Todos nos acor- nes mentales que, albergando absurdos incomprensibles los hombres ciegos, lo moral veo muy pocas, sobre todo prejuicios" porque esto también lo aplau- damos de nuestras rebeldías de juven- se empeñan en fomentar y extender, obstruyendo el buen camino de la inte- veo poco progreso, y aun diría que en diría; lo que dudo es que con "los vie- tud, y sólo en los años maduros com- ligencia, que es paz, y que es la única razón del vivir humano. algún aspecto, en el orden moral he- jos prejuicios" no se nos vayan creen- prendimos lo que había en ellas de Tu alegría, tu luz y tu aroma pueden alcanzar la gloria de detener al mos retrocedido. Hay muchas cosas del cias venerables, ideas nobles, como está ceguera, de visión parcial, o limitada, pasado que me parecen abominables, desatino y al desamparo, porque en primaveras históricas hubo repetida- ocurriendo; al lado de los prejuicios cuando menos y parcial. tanto o más que a nuestros jóvenes, pe- existen, y lo hemos demostrado, valores mente marcados momentos de reflexión en q¡ue el hombre hizo un alto en Sea como sea existe esta minoría, su demencia aterrado de su propia obra. ro hay muchas que me parecen dignas morales que podemos considerar eter- y queramos o no queramos, en ella de- de loa, y lo mismo me ocurre con las nos y sobre ios cuales se ha susten- bemos confiar. En una primavera cesaron las luchas épicas de Roma y Egipto; en otra modernas; yo no creo, por ejemplo, que tado la grandeza del hombre hasta hoy, El porvenir de la humanidad está en resucitó para la salvación del mundo Jesús de Galilea. deba volverse a las prácticas de ta in- porque creer que el hombre sólo alcan- sus manos, y de ellas depende el que Pascua Florida, Pascua del Señor, llega en buena hora a la tierra trist» quisición, pero no me haría nada, y aun zará la bondad y la grandeza a partir el hombre se salve o se hunda; que va- lo desearía, que se volviera al amor y derrama sobre su dolor la sonrisa de esperanza, alejando la frialdad d« de ahora y por gracia de estos jóvenes, yamos a la sociedad ideal con que so- a la sabiduría, a la libertad de espíri- es en verdad, de los delirios que agi- los corazones, mitigando la huella de sus pesares, exaltando la conciencia ñamos todos, y ellos prometen, o a la de los dirigentes y aplacando el odio de los dirigidos. Tú puedes, con el en- tu, y a la comprensión, al noble afán tan hoy al mundo, el delirio mayor. selva, que nosotros tenemos; hemos de que alentó en las almas en el movimien- Desgraciadamente, palabras semejan- pedir a Dios que se supere esta hora canto de tu influencia, templar las ambiciones, calmar la desesperación, se- to humanístico, y muy superior, a mi tes han resonado en los oídos de los •—y el hecho está en sus manos—, y ñalar la ruta de un porvenir más grato, inspirando una fe más firma, y una entender, en todo, a todos los moder- hombres —lo hemos visto—, desda el el hombre encuentre su camino, con con- caridad más cristiana. nos en pureza y en elevación. Yo de- principio de la humanidad, porque lo ciencia más clara, pero no sólo de sus Y puedes, porque naciste entre campanas y flores, al borda d« una re- searía que se volviese a ios entusias- que han hecho mejor los hombres ha si- derechos —que ya la tienen—, sino surrección que, entre palmas y laureles, dio la más grande lección y ejemplo mos por la belleza ideal, por la bondad, do hablar, y esto desde siempre. también y, sobre todo, de sus deberes. de amor, diciendo que nunca morirán eternamente los limpios d« corazón. que alentó en tantas almas de aquel No, no soy yo quien haya de levan- Esto, repito, es lo que debe ser su- tarse contra estos anhelos, aunque sean Los enamorados tienen en ti su hada madrina. Los ¡pensadores fían en tiempo, y a las lecciones que de ellos perado, combatido, en bien de los jóve- •e desprenden; lecciones que son aún nuevos, contra esas ideas. Lo que ocurre nes y del futuro; en bien de la humani- su acción sobre cerebros-cumbres. Los desheredados de la fortuna rehacen válidas, como son válidas aún las doc- es que no vemos la meta clara; el ideal, dad. Las cartas de estos jóvenes son a tu calor el hielo de sus miserias. Y los seres de todas las raza» te abren trinas de Platón y de Sócrates, las lec- la luz, fuera de ir contra lo viejo, no una prueba de la verdad de esta ame- sus brazos porque eres hija de todo un Dios, y porque en «1 embrujo á» ciones de Epicuro, de Séneca, y las de por ser malo, sino por ser viejo; no ve- naza y de la necesidad de superarla, tu sonrisa creen hallar una promesa de amor y de paz. tantos pensadores del tiempo antiguo, y mos la obra que esté a la altura de o sencillamente, de ver claro. ¡Salve, Pascua Florida! ¡Danos 3a alegría da vivir! asimismo muy superiores en elevación esta esperanza, o de esta promesa. moral, en dignidad humana, a todo lo Hay una cosa, sobre todo, que debe que hoy se defiende, aunque tampoco ser superada, un grave mal, señalado Sebostión JUAN-AR80 Pablo V I A SAM-JUAM ante éstos nos inclináramos con una repetidamente, y a pesar de todo de- ciega sumisión. En el mismo Platón, masiado olvidado. Nuestros jóvenes se o en Sócrates, no nos gustan la acep- tación de la esclavitud, como un estado sienten irresponsables ante los deberes que les impone la sociedad; se sienten NO CONTRADICCIÓN, PROSECUCIÓN natural, pecado, sobre todo, de la épo- liberados de toda obligación; en nom-
SIMBOLOGIA TRADICIONAL Y CIENTÍFICA
ca; pero nos gusta su apasionado amor bre de los agravios que les han sido por la libertad, el orden, su sueño de Inferidos; se sienten liberados de todos una sociedad regida por el amor, y en los deberes, pero en posesión de todos la cual se aspira al bien de los más. los derechos, derechos que, según ellos, la sociedad les regatea. No desea uno que se vuelva a las cárceles, resucitadas en nuestros días Esto es puro freudismo y del freu- dismo peor, y aquí sf que ha sido fu- PUANDO se habla de «tradición», en Laming Emperalre y a su libro «Sig- logia «tradicional» resurgió en el siglo en los campos de concentración, pero el sentido en que emplea el tér- nification de l'art rupestre Paléoli- XIX, a veces maridada con el esote- nada nos haría que resucitaran las fór- nesta la influencia del viejo maniático de Viena. mino la simbología, se alude a una thique» (1962), veremos que la ctra- rismo (de Levi a Piobb y Enel) y en mulas de educación y de cortesía, de corriente de pensamiento que ahonda el XX ha tenido en Rene Giuenon su devoción, o respeto, a la mujer, flo- "Actualmente —escribe Ludwig— sus dición» queda arraigada en plena ti- en un pasado remoto y cuyo origen enseñanzas actúan en el sentido de mi- niebla prehistórica, puesto que, para más alto exponeite, su sabio univer- res de una época sombría, como pe- no puede precisarse. Sin duda, el cen- sal. día Huizinga, y un respeto a aquellos nar los esfuerzos, especialmente en la la citada investigadora —como para elevados principios, a una ley y a una tro esencial en que cristalizó el pen- gente joven, excusar una debilidad fre- Leroi-Gourhan— el hombre de enton- La simbología científica es exacta- ética superior, sin las cuales la sociedad samiento tradicional (en realidad, una cuentemente encubierta por pasividad y ces ya tenía una concepción religiosa mente la misma que la tradicional; de los hombres se convertiría, repe- derivación del pensamiento mítico, dis- hacer que la gente ignorante desprecie del cosmos y la expresaba, artística- pero esto ha tardado en verse. Par- timos, en una selva, y regida por la tinta del giro que los presocráticos le los tesoros culturales y artísticos acu- mente, mediante símbolos (imágenes tiendo del estudio de pueblos primi- ley del más fuerte. dieran «hacia» la filosofía), fue Ale- mulados por el ser humano en el trans- substitutivas cargadas de significa- tivos actuales (Sir J. G. Frazer, «Tho curso de los años." jandría. En esa ciudad se fundieron ción). Acercándonos ahora hacia nues- Golden Bough», 1890), o de la imagi- En este punto, pues, es donde he- nación de los neuróticos (Sigmund mos de elevar con más fuerza nuestra Existe, si, es verdad, una juventud cia, la culturas, varias esencialmente la egip- judía, la griega y la romana. tros tiempos, sabemos que en la épo- Freud, «Die Traumdeutung», 1900), se convicción, porque es también donde estudiosa, preocupada por el futuro, que Pero también hubo aportaciones de la ca románica los «programas» icono- elaboró una ciencia de la interpreta- ellos gritan más fuerte. Todos, en efec- lucha y se afana por un mundo mejor. India y del Irán. ¿Sincretismo? ¿Teo- gráficos de los templos eran dispues- ción de símbolos. Pero esta ciencia, to, van a lo mismo; a cargar la culpa ¡Pobres de nosotros si no fuera asi! Na- sofía? Sin duda. En Alejandría se for- tos no por el artista, sino por los aba- «que no podía demostrar nada sino al pasado; a la moral envejecida, es- die lo pone en duda. También es verdad maron con densa coherencia «ciencias des y religiosos que conocían el sim- mostrar» (Jung), no tardó en precisar supersticiosas» como la alquimia y la bolismo de todos y cada uno de los la ayuda de la simbología tradicional. astrología, o al menos allí se consti- elementos que se emplearan (águila Basta conocer la biografía de Cari tuyeron en el modo que fue transmiti- bicéfala o dragón, cáliz o granada, et- Gustav Jrung, con su obra central so- do a la Edad Media occidental por el cétera). Esta cultura simbólica no «de- bre la «Alquimia» y su interesante Islam, Bizancio y algunos centros cris- cayó» en alegoría —como suele decir- «Paracélsica», para ver cómo la cien- con motor Leyland horizontal de 150 C.V. se— en «Le román de la Rose». La cia ha necesitado hundirse en lo para- BUEN * SUSPENSIÓN NEUMATICOMECANICA tianos de Occidente. Lo que importa es señalar que ese proceso necesitó si- glos para desarrollarse, seguramente no menos de cuatro o cinco, entre el alegoría, como forma inferior (cons- ciente y artificiosa) del símbolo con- vivió siempre con la corriente del científico, en lo «supersticioso», ad- quiriendo la convicción de que, pues- to que los símbolos son un lenguaje es- DE GRAN CONFORT. " . . pontáneo (por imágenes) del alma hu- pensamiento simbólico, cual se advier- MOMENTO * ftlüfol&RO t)E PLAZAS: 55 • 2 * CALEFACCIÓN DE AIRE POR GASOIL II A.J. y el III D.J. la época de auge del neoplatonismo. El Rdo. P. Festu- giére dedicó una obra muy importan- te y voluminosa a la ideología en cues- te analizando, por ejemplo, la icono- grafía del arte romano. Para un le- gionario, el águila insignia de su le- mana, cualquier medio que los regis- trara en el pasado (gemas gnósticas, especulaciones cabalísticas, etcétera), - • PUERTAS ^f£U^VIATlCAS. podía ser verdadero, y era, no sólo lí- PARA A$J>UTUD Ül eSPACÍO PARA EÜUJPAJES. tión, a su génesis y aspiraciones, y en esa obra en cuatro volúmenes se advierte que toda una rica y viva gión era un verdadero símbolo del es- píritu en su disponibilidad para volar (morir), como más tarde el sacrificio cito, sino necesario consultar ese in- menso saber «oculto» para que sir- viera de piedra de toque del saber simbología era el substrato de las del toro por Mitra le significó la vic- «científico». Entrega inmediata 2&/"< (tras-gastos, en efectivo ciencias, o pseudociencias, antes alu- toria de lo superior (el espíritu) so- didas («La Révélation d'Hermes Tris- bre la materia. Y ciertamente, los ro- La antropología, la ciencia de las Resto hasta 6 0 MESES mégiste», París, 1944). manos usaron ampliamente de la ale- religiones (Marius Schneider, Mircea Pero si retrocedemos tres mil años goría y de la personificación: basta Eliade), no han vacilado tampoco en Dirigirse a Sr. VESGA veremos que el pensamiento simbóli- ver los reversos de las monedas im- acudir a todas las fuentes, que han co (es otro nombre —casi un sinóni- periales (Pietas, F i d e s , Clementia, revelado ser meras salidas de una . c/ Jerónimo de la Quintana, n* 10 mo— para designar el pensamiento Annona, Virtus, etcétera). Más tarde, fuente única: el inconsciente colectivo 4R4-36-85 v 224-37-08 Madrid. mítico) fue el primer útil psíquico de tal vez pueda hablarse de una pro- de Jung, el paideuma de Frobenius, que dispuso el hombre de las primeras liferación «herética» del simbolismo o lo que sea y esté por descubrir o culturas históricas, el sumerio, el ela- en el amplio movimiento de la Em- por matizar con una denominación mita, el egipcio. Ciñéndonos a Egipto, blemática (más de 3.000 títulos entre nueva. Por tanto, la simbología puede Cursos intensivos de: ya en el período predinástico, o sea, los siglos XVI y XVIII, .a partir de ser una ciencia unitaria y admitir las hacia 3200 A.J. la teología heliopoli- Colorína y Alciato); pero sobre todo ESPAÑOL PARA EXTRANJEROS tana conocía una Enéada de dioses. Y los egipcios concebían al hombre por el abuso que el Barroco hizo de aportaciones que parezcan más «sos- pechosas» a los espíritus cerrados o la alegoría en fiestas, funerales, mo- atrabiliarios. A la «realidad abierta» j otros Idiomas. Inst. Euroliiigua. Pedralbes, núm. 6 compuesto por nueve elementos. No numentos, decoraciones y escenogra- de Bachelard (otro simbólogo impor- hay duda de que establecían una co- fías de todo género. Luego, la simbo- tante), hay que yuxtaponer una «cien- rrespondencia analógica entre ambos cía abierta» que sepa ver la verdad ABONAMOS MAS QUE NADIE «grupos» de nueve elementos. Los ins- trumentos del poder real, ios estan- dartes o enseñas de los nomos (ya CONDUCTOR donde ésta se encuentre, aunque el rostro de esa verdad tenga cicatrices o manchas de humo de hoguera. POR SU TV VIEJO existentes en tiempo de Narmer-Me- nes, 3100 A.J.) presuponen una cul- tura simbólica. SEAT B-223.810 Llame teléfono 232-24-47 Juan-Eduardo CIRIOT El resto sin entrada, desde 12 a 36 meses C. Siglo XX, n.° 1 (Maragall). Tel. 235-40-83 Si ahora retrocedemos treinta mil De 9 a 10 mañana, laborables C. Hornero, 59. 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