Comunicado Público de rechazo al tratamiento violento e

indiscriminado por parte del Estado Colombiano en el

marco de la Protesta Social

El Proceso Social de Garantías expresa su voz de protesta y denuncia nuevamente a la

Policía Metropolitana Meval, El Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD), así como
señalamos el mal inicio del Alcalde de Medellín Daniel Quintero Calle, dado el tratamiento
violento en contra de la manifestación social llevada cabo el 21 de enero del 2020, que no
tuvo ninguna consideración de la proporcionalidad, razonabilidad y necesidad que
requiere toda intervención de fuerza de parte de los organismos armados del
Estado. El día 21, la violencia policial fue desmedida, indiscriminada y
desproporcionada, en expresión práctica de la brutalidad policial.

La protesta social es un derecho consagrado constitucionalmente en el artículo 37,

también se encuentra amparado y protegido por normas internacionales como el
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención Americana de
la OEA; debido a esto, su garantía y protección es un deber del Estado y sus
instituciones, reprimirla siempre será un delito que debe ser sancionado por los
entes de control y condenado por la justicia, la opinión pública y los demócratas.

La intervención de la Policía Meval y el ESMAD del pasado 21 de enero estuvieron

acompañadas por el abuso en el uso de la fuerza, agresiones físicas y psicológicas
a mujeres y personas de la tercera edad, retenciones arbitrarias e ilegales,
desconocimiento a la labor de defensores y defensoras que han estado en
constante interlocución en escenarios como Mesa Territorial de Garantía y en
general las pocas garantías otorgadas para la protesta social.

Pese a las advertencias, las denuncias y los hechos cometidos por la Meval y el
ESMAD desde el año pasado; ayer, fueron detenidos 45 ciudadanos y ciudadanas
de manera irregular y arbitraria, 2 defensores de DDHH serán judicializados en un
procedimiento que carece de fundamentos, pues se les privó de la libertad cuando
intentaban mediar durante el procedimiento policial; así mismo, el Coronel de
apellido Mazo arrebató violentamente su celular a otra defensora de derechos
humanos que intentó grabar esta situación, con lo que el policía buscó ocultar las
pruebas que pesan en este posible montaje contra estas personas, que además
documentan un nuevo caso en el reiterado ataque contra los defensores de
derechos humanos de parte de la policía metropolitana del Valle de Aburrá –
MEVAL-.

A su vez, se hace evidente el uso indiscriminado de la figura de Traslado por

Protección para capturar arbitraria e ilegalmente a los manifestantes; durante este
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DEFENSORAS DE DERECHOS HUMANOS DE ANTIOQUIA
procedimiento es reiterativa la agresión física y verbal a los manifestantes, además
de las amenazas y agresiones de tipo sexual dirigida hacia las mujeres, lo que
además constituye tratos crueles, degradantes y humillantes en su contra.

Así mismo, fue agredido un pensionado de 65 años de edad que, producto de los
golpes recibidos por agentes del cuerpo antidisturbios, se encuentra en coma
inducido en un hospital de la ciudad, lo que corrobora el accionar indiscriminado y
criminal de parte de los uniformados en contra de las y los manifestantes.

Insistimos en que los entes de control desplieguen sanciones ejemplares contra los
miembros de la Policía, el escuadrón móvil antidisturbios (ESMAD) y contra
funcionarios públicos que siguen dando la orden del ataque contra la población.

Recordamos que estas acciones planificadas del Estado son contrarias a los
principios democráticos y siguen permaneciendo en el tiempo generando víctimas
de personas que claman por un mejor país y una mejor nación.

En Medellín no vemos garantías hacia el legítimo derecho a la protesta social,

mientras eso siga ocurriendo estaremos asistiendo y acercándonos al concepto
propio de las dictaduras.

Es por esto que desde nuestro Proceso Social de Garantías, nuevamente exigimos
que el Brigadier General Camacho reconozca públicamente su responsabilidad en
los actos criminales cometidos por hombres bajo su mando o por lo menos los
rechace como inaceptables, separe de la institución a los uniformados responsables
de los mismos y garantice así que no se volverán a repetir y entregará las
investigaciones penales y disciplinarias que de ellos se deriven.

PROCESO SOCIAL DE GARANTÍAS PARA LA LABOR DE DEFENSORES Y

DEFENSORAS DE DERECHOS HUMANOS DE ANTIOQUIA