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Juan Valera
Juan Valera.
Desde sus comienzos, Valera fue reacio tanto al Romanticismo, por sus extremismos,
como al Realismo, porque le impedía desarrollar plenamente su fantasía. Solo adoptó
una postura realista cuando eligió ambientes reales (como su Andalucía natal) y
personajes verosímiles, aunque rechazó los aspectos menos atrayentes de la realidad, tan
al gusto de los naturalistas y algunos realistas.
Juan Valera fue liberal político y escéptico en cuanto a la religión. Empleó un lenguaje
literario sencillo, aunque no vulgar. Al morir, los escritores de la Generación del 98 le
guardaron un profundo respeto. Hoy se le considera por gran parte de la crítica como el
mejor prosista del siglo XIX, pese a reconocer la superioridad creadora de Galdós.
Pedro Antonio de Alarcón nació en Guadix (Granada) en 1833. Fue uno de los
principales responsables de que el realismo se impusiera a la prosa romántica en boga
en aquellos momentos. Fue político además de escritor y en su ideología evolucionó
desde posturas liberales a más tradicionalistas.
Novelas
Más tarde, entre 1881 y 1915, publicó 24 novelas cuyo conjunto constituye una especie
de "comedia humana" de la vida cotidiana de Madrid. Mantenían tesis progresistas, pero
menos hirientes. Su interés se centraba en la clase media, contemplada con exactitud y
melancolía. Entre este conjunto de novelas destacan La de Bringas; Fortunata y
Jacinta, su obra más importante; Miau, dramática visión de la burocracia de la época;
Torquemada en la hoguera, estudio de la avaricia; Misericordia, con personajes de
bajos fondos.
Obras dramáticas
Pérez Galdós inició muy tarde su carrera de autor dramático. Entre sus obras destacan
La loca de la casa, La hija de San Quintín, Electra (cuyo estreno causó conmoción
social) y El Abuelo, adaptada cinematográficamente por José Luis Garci. El teatro
galdosiano se caracteriza por su sinceridad e inconformismo, aunque su lenguaje teatral
resulta actualmente anticuado.
Importancia de Galdós
El éxito de los Episodios Nacionales y de muchas de sus novelas y obras dramáticas fue
absoluto. Los críticos y los escritores de su época lo consideraron como un genio,
aunque su compromiso en lo religioso, en lo social y en lo político le creó grandes
adversarios. También los escritores del 98 recibieron sus influencias, aunque se
revelaron contra su "chabacanería" (Valle-Inclán, por ejemplo, lo apodó "don Benito el
garbancero"), sin percatarse quizá de que lo únicamente chabacano eran las vidas que
describía. Actualmente es considerado como uno de los primeros novelistas españoles.
Emilia Pardo Bazán nació en La Coruña en 1851. Hija única de los condes de Pardo
Bazán, a los diecisiete años se casó y se instaló en Madrid. Fue una mujer con una
amplia cultura, realizó numerosos viajes y se creó para ella una cátedra de Literatura en
la Universidad de Madrid, ciudad donde falleció en 1921.
Obra
Entre sus estudios sobre la actualidad literaria, destaca La cuestión palpitante, y aunque
en él no acepta el materialismo naturalista, defiende una actitud realista y se enfrenta a
aquellos que sostienen que el mal solo puede aparecer en la literatura para ser derrotado.
Obra
Clarín gozó de un gran prestigio como crítico literario. Sus artículos evidencian su gran
conocimiento y rectitud de juicio (expresado en muchas ocasiones con hiriente
sarcasmo). Sus artículos, que le dieron una temida autoridad en el panorama literario
español, fueron recopilados por el autor en volúmenes como Solos de Clarín y Paliques.
También cultivó el cuento y la novela breve; publicó más de setenta obritas de este
género. Entre los primeros relatos cortos que compuso, destaca Pipá (1879), que cuenta
la tragedia de un pillete ovetense. También merece mención Adiós, Cordera, clásico
idilio dramático.
Pero fundamentalmente se reconoce su faceta como novelista, por las dos únicas
novelas que escribió: La Regenta y Su único hijo. La primera de ellas (1885) es la más
importante. Con claras influencias de Madame Bovary de Flaubert, presenta física y
moralmente a Vetusta (nombre metafórico de Oviedo) como prototipo de una ciudad
española, dormida en el tradicionalismo. Utilizó Alas una técnica naturalista; pero no
pintó ambientes sórdidos como Zola (cuya acción transcurre en medios burgueses), sino
que el pesimismo aparece con rasgos evidentes de ternura e ironía. En La Regenta salen
a debatir las conciencias (en especial la de su protagonista Ana Ozores, de carácter
similar al de Emma Bovary), en su lucha con su deber y con el ambiente, dando una
imagen a la ciudad que muchos consideraron injuriosa. La novela fue condenada
rápidamente por la Iglesia, aunque con el paso del tiempo Clarín y el obispo entablaron
una franca amistad. Hoy se considera a La Regenta como la novela cumbre del
Realismo español, junto a Fortunata y Jacinta de Galdós.
Armando Palacio Valdés (Entralgo, Asturias, 1853 - Madrid, 1938) se educó en Avilés
y terminó el bachillerato en Oviedo; siguió la carrera de Leyes en Madrid. Dirigió la
Revista Europea, donde publicó artículos que luego reunió en Semblanzas literarias
(1871). A la muerte de José María de Pereda en 1905, asumió su cargo en la Real
Academia de la Lengua.
Gran amigo de Clarín, escribió varias novelas importantes, como Marta y María, en la
que las dos hermanas bíblicas son trasladadas a un ambiente contemporáneo, que
combate el falso misticismo. La más popular de sus obras es La hermana de San
Sulpicio, donde narra las aventuras que anteceden al matrimonio de un médico gallego y
de la protagonista, una monja sin vocación que no renueva sus votos. También cabe
destacar La aldea perdida, historia dramática de un pueblo degradado por la explotación
minera.
Vicente Blasco Ibáñez nació en Valencia en 1867. Mantuvo ideas republicanas radicales
por las que sufrió arrestos y destierros. Fue diputado en siete legislaturas. En el año
1909 partió a Argentina en busca de fortuna, pero su intento fracasó. Defendió a los
aliados durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918); con ese fondo escribió Los
cuatro jinetes del Apocalipsis, novela de gran éxito mundial. Siguió una vida de
millonario cosmopolita y muchos de sus relatos fueron adaptados al cine en Hollywood.
Falleció en 1928 en Menton, en la Costa Azul. Sus restos fueron trasladados a Valencia
en 1933, donde fueron recibidos triunfalmente.
Vicente Blasco Ibáñez.
Blasco produjo una enorme obra novelesca; en ella destacan las obras ambientadas en
Valencia o en su provincia, tan intensamente amada por el escritor (Arroz y tartana, La
barraca, Entre naranjos, Cañas y barro). Reflejó sus ideas políticas, sociales y
antirreligiosas en La catedral o en La bodega, aunque como se ha comentado
anteriormente, su fama se debe en gran parte a Los cuatro jinetes del Apocalipsis, que
trata sobre dramas familiares durante la Gran Guerra.