COLEGIO SALESIANO EL SUFRAGIO

EUCARISTÍA 11 A- B

Comentario de Entrada:

Reunidos hoy como Pueblo de Dios damos gracias por sus bendiciones que nos regala
cada día, nos unimos también para participar en la Eucaristía. Dios nos llama a examinar
nuestra actitud sobre los bienes materiales y espirituales. Si el cristiano no comparte sus
bienes con los necesitados, no es auténtico cristiano. Con fe dispongámonos para celebrar
la eucaristía.

Primera lectura
Lectura de la profecía de Zacarías (8,20-23):

Así dice el Señor de los Ejércitos: Todavía vendrán pueblos y habitantes de grandes
ciudades, y los de una ciudad irán a otra diciendo: «Vayamos a implorar al Señor, a
consultar al Señor de los Ejércitos. – Yo también voy contigo.» Y vendrán pueblos
incontables y numerosas naciones a consultar al Señor de los Ejércitos en Jerusalén y a
implorar su protección. Así dice el Señor de los Ejércitos: Aquel día diez hombres de cada
lengua extranjera agarrarán a un judío por la orla del manto, diciendo: «Queremos ir con
vosotros, pues hemos oído que Dios está con vosotros.»

Palabra de Dios

Salmo
Sal 86,1-3.4-5.6-7

R/. Dios está con nosotros

Él la ha cimentado sobre el monte santo;

y el Señor prefiere las puertas de Sión
a todas las moradas de Jacob.
¡Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios! R/.

«Contaré a Egipto y a Babilonia entre mis fieles;

filisteos, tirios y etiópes han nacido allí.»
Se dirá de Sión: «Uno, por uno todos han nacido en ella;
el Altísimo en persona la ha fundado.» R/.

El Señor escribirá en el registro de los pueblos:

«Éste ha nacido allí.»
Y cantarán mientras danzan:
«Todas mis fuentes están en ti.» R/.

Oración de fieles
 Queridos hermanos: Como discípulos y misioneros de Jesucristo que optamos
siempre por los pobres, elevemos nuestras súplicas con fe al Padre Dios,
diciendo: Señor, atiende nuestra oración.

1. Te rogamos, Señor, por tu Iglesia santa y católica, por el Papa Francisco, por los ministros
ordenados, los religiosos y los laicos. Que, a ejemplo de Jesús, tengan amor preferencial
por los pobres.

2. Te rogamos, Señor, por quienes tienen bajo su cuidado la distribución de los recursos
económicos en las naciones. Que hagan justicia a los oprimidos y socorran a los
necesitados.

3. Te rogamos, Señor, por los corazones abiertos hacia los que viven en soledad, miedo o
amargura. Que sepan responderles eficazmente curando sus heridas con gestos de
solidaridad.

4. Te rogamos, Señor, por esta comunidad, reunida en tu nombre. Que esta celebración nos
anime a ser fieles a las enseñanzas del Maestro y redunde en compromiso social o
caritativo.

Padre santo, escucha el clamor de tus hijos que confían plenamente en ti y no en las
riquezas de este mundo, y haz que tengan especial predilección por los pobres y
necesitados. Por Cristo, nuestro Señor. Amén.

Ofrendas

Padre Santo del Cielo, presentamos hoy estas ofrendas para entregarle el trabajo arduo
que trabajamos día a día para que nos bendigas hoy y siempre.

Pan y Vino: Señor, el tesoro más grande que entregó tu Hijo a la Iglesia, es la Eucaristía,
El, nos dejó su Cuerpo y su Sangre como alimento Espiritual, utilizando para ello, dones
humildes y sencillos, como son el Pan y Vino; los mismos que hoy presentamos ante tu
altar, para que la Acción de tu Espíritu los transforme en el Pan Vivo que baja del cielo.

Luz: Oh … Dios Altísimo, que, desde el preludio del universo, creaste la luz, como símbolo
del Espíritu Santo y de Nuestro Salvador Jesucristo, que alumbra e ilumina nuestra
existencia. Te presentamos, esta luz como signo de esperanza que siempre te irradies en
nuestras vidas.

ACCIÓN DE GRACIAS

Dios, mi guía y protector,

 eres el faro que ilumina mi sendero

eres mi fuente de conocimientos y virtudes

y mi cobijo y refugio en tiempos turbulentos;

dame, como ha sido siempre tu designio,

la tranquilidad y la sabiduría que hoy necesito

para que se vean reflejados tu amor y tus acciones

en el examen que estoy próximo a presentar

y del cual solo puedo tener buena ventura con auxilio tuyo,

pues nada hay en este mundo que escape de tu voluntad

y yo me encomiendo a ti

para que conduzcas el éxito que tanto deseo.

Amén.