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Síndrome caracterizado por incremento anormal de la masa eritrocitaria (hematocrito y hemoglobina - Hto y Hb), en
respuesta a diversas causas desencadenantes. La Eritrocitosis es el extremo opuesto a la Anemia, representa en la
práctica una alteración mucho menos frecuente que aquella, aunque en ocasiones puede llegar a preocupar al
médico porque piensa, acertadamente, que se trata de una situación poco deseable, capaz de inducir serias
complicaciones por sí misma.
Hb >18%
hematocrito >55%
La Eritrocitosis implica el Aumento de la Masa Eritrocitaria, mientras que la Policitemia se refiere a Cualquier
Incremento del Número de Eritrocitos.
III. Etiología.
• Eritrocitosis hipóxicas: enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), cardiopatías congénitas cianóticas,
eritrocitosis de altura.
• Secreción inadecuada de eritropoyetina (EPO)
• Origen farmacológico
• Otra situaciones:
o Eritrocitosis relativa o falsa eritrocitosis: aumenta la concentración de hematíes porque disminuye el volumen
plasmático: deshidratación, quemado.
o Eritrocitosis absoluta primaria: aumento de la masa globular sin que exista aumento de eritropoyetina: policitemia
vera
Eritrocitosis absoluta secundaria: por aumento de eritropoyetina. El aumento de eritropoyetina puede ser:
• Fisiológico:
o Hipoxemia crónica (SaO2 < 92%) y enfermedades respiratorias
o Grandes alturas
o Enfermedades cardiovasculares
o Tabaco
• Patológico:
o Secreción de eritropoyetina por células tumorales.
o Andrógenos
o Enfermedades Renales
IV. Fisiopatología.
La eritrocitosis es una entidad clínica relacionada al número de partículas o glóbulos rojos circulantes y los fenómenos
que se derivan de este aumento dependen del efecto mecánico de las mismas dentro del sistema circulatorio. El
principal efecto mecánico del aumento de las partículas circulantes es un incremento de la viscosidad de la sangre. La
viscosidad de la sangre está determinada por la del plasma, en número de partículas suspendidas (básicamente
eritrocitos), sus características morfológicas, el diámetro de los vasos y la velocidad de la sangre. La viscosidad se
mide experimentalmente en capilares que no reproducen las características exactas de los capilares sanguíneos tanto
en sección como en longitud. Por otra parte, la sangre no es un “líquido newtoniano” y por lo tanto a ella no se le
pueden aplicar exactamente la ley de Poiseuille. Por ello se habla más bien de viscosidad aparente.
En honor a su descubridor, la unidad de viscosidad se llama “poise” y corresponde a una dina/segundo/cm2. Los
resultados se expresan generalmente en centipoise (cp). La viscosidad medida por capilar en sangre recolectada con
EDTA a 25º de temperatura es de 1,50 a 1,72 cp. Con el viscosímetro rotatorio es de 2,6±0,35 cp. La viscosidad del
plasma del neonato es inferior a la del adulto especialmente por la diferencia en las proteínas plasmáticas.
(Linderkamp O. y Cols. 1984) La viscosidad ha sido estudiada experimentalmente y las referencias son en relación a
pruebas en capilares y en animales de experimentación.
El eritrocito del neonato tiene diferencias importantes desde el punto de vista morfológico y físico con respecto al del
adulto. La membrana celular es más rígida, la célula tiene una forma más globulosa y es de mayor tamaño. Pero tiene
la propiedad de no apilarse en columnas y por lo tanto tiende menos a la agregación cuando los flujos son
extremadamente lentos. El alza de la viscosidad produce un aumento de la resistencia al paso de la sangre con un
consecuente enlentecimiento del flujo. En el alvéolo pulmonar, el eritrocito debe realizar su trajo en aproximadamente
1/3 de segundo, saliendo de él saturado a 100%. En condiciones normales la gradiente de oxígeno entre el alvéolo y
el interior del capilar es tan favorable a la captación del gas que prácticamente toda la sangre se satura en cada
pasada. La diferencia con la periferia se debe a mezclas que se reciben en el trayecto, especialmente
intrapulmonares y por las diferencias de ventilación / perfusión que existen normalmente dentro del pulmón. Si el
eritrocito pasa en un tiempo mayor, siempre saldrá con una saturación óptima.
En la periferia, el eritrocito debe realizar un trabajo inverso, entregando el oxígeno que lleva. Esta entrega está
condicionada a las características de la hemoglobina fetal, al pH de los tejidos, a la capacidad de extracción de las
mitocondrias y del tiempo que demora en realizarse el paso por el territorio capilar. Cada territorio capilar tiene a su
alrededor una cantidad de tejido al cual debe abastecer de oxígeno y otros elementos y extraer de él los catabolitos y
anhídrido carbónico. El eritrocito entrega oxígeno de acuerdo a la gradiente que se establece entre el capilar y el
tejido. A lo largo del capilar la gradiente va disminuyendo de modo que la parte distal del territorio capilar es
relativamente hipoxémica con respecto a la proximal.
La velocidad de extracción es constante y por lo tanto si el eritrocito demora más de lo usual en su pasada, la
extracción beneficiará a los segmentos proximales en detrimento de los distales. Esta situación puede llevar a la
hipoxia de la parte distal del territorio. En condiciones de ejercicio, especialmente en el territorio muscular, el recurso a
la mayor demanda es abrir nuevos territorios capilares que estaban de reserva. De este modo, cada territorio capilar
es más pequeño y más fácilmente oxigenable. La falta de mecanismos de compensación llevara a la respiración
anaerobia y a la acidosis. Por otra parte, el aumento de las partículas y el enlentecimiento del flujo puede llevar a la
coagulación intravascular. Dentro del pulmón, la mayor viscosidad de la sangre puede disminuir la distensibilidad
pulmonar obligando a realizar una ventilación distinta que generalmente se expresa por una leve taquipnea. Sólo en
condiciones extremas, raras de ver en la actualidad, podría el hematocrito subir a niveles tales que se produzcan
trombosis e hipoxia de algunas vísceras como el sistema renal o cardíaco.
SINDROME ANEMICO:
FISIOPATOLOGIA
Cuando existe anemia se producen una serie de efectos en el organismo, algunos debidos a la propia situación de
hipoxia, pero la mayoría originados por la entrada en acción de distintos mecanismos compensadores. El principal
efecto compensador consiste en la mayor capacidad de la hemoglobina para ceder oxígeno a los tejidos, como
consecuencia de la desviación hacia la derecha de la curva de disociación de la hemoglobina. Esta disminución de la
afinidad de la hemoglobina por el oxígeno se debe a la acción de dos mecanismos: en primer lugar, al producirse la
hipoxia y, como consecuencia del metabolismo anaerobio ácido láctico, hay un descenso del pH y, por tanto, una
desviación de la curva hacia la derecha (efecto Bohr). Con algo más de retraso se inicia el segundo mecanismo
compensador que, aunque tardío, es más efectivo que el efecto Bohr: consiste en el aumento del 2,3-
difosfoglicerato (2,3-DPG) que actúa sobre la hemoglobina disminuyendo de forma eficaz su afinidad
por el oxígeno. Al parecer, el aumento de la desoxihemoglobina produciría, por medio del aumento de
la 2,3- DPG-ratomutasa, el incremento del 2,3-DPG. El siguiente mecanismo compensador en
importancia consiste en la redistribución del flujo sanguíneo. Dado que en la anemia existe cierto grado
de hipoxia tisular y que algunos órganos, como el cerebro y el miocardio, precisan para su
funcionamiento una concentración de oxígeno mantenida dentro de límites estrechos, se produce una
redistribución del flujo sanguíneo de órganos con menores requerimientos de oxígeno, como la piel y el
riñón, hacia aquellos que más lo necesitan. El riñón no sufre efectos apreciables por la redistribución
del flujo gracias a que, en condiciones normales, recibe el doble de oxígeno del mínimo necesario.
Cuando la hemoglobina desciende por debajo de 7,5 g/dl (4,6 mmol/l), entra en acción otro mecanismo
de compensación, el aumento del gasto cardíaco, que en situaciones graves puede incluso
cuadruplicarse. El gasto cardíaco aumenta fundamentalmente gracias a la disminución de la poscarga
(disminución de las resistencias periféricas y de la viscosidad sanguínea). En casos graves, la
disminución de la concentración de oxígeno en la circulación coronaria servirá de estímulo para
aumentar más el flujo cardíaco. La presión sistólica suele mantenerse, pero la diastólica tiende a
descender, con lo que la tensión diferencial aumenta. Teóricamente, el mecanismo compensador más
apropiado es el aumento de la producción de hematíes. En cualquier caso, este mecanismo es lento y
sólo es efectivo si la médula ósea es capaz de responder de forma adecuada, como en la anemia
posthemorrá- gica aguda, pero en otros casos no responde de manera apropiada, como ocurre en la
anemia ferropé- nica o en la perniciosa. El aumento de la eritropoyesis, en los casos en que éste es
posible, se debe al incremento de eritropoyetina, que se produce como respuesta a la hipoxia renal y
posiblemente también extrarrenal. El papel compensador del aparato respiratorio es casi nulo, ya que la
oxigenación de los hematíes es excelente a su paso por los pulmones en situación eupneica. La disnea y
la taquipnea de esfuerzo que presentan los enfermos se debe a una respuesta inapropiada del centro
respiratorio a la hipoxia o a una congestión pulmonar asociada.
Transporte de oxígeno a los tejidos: 1,34ml/gr de hemoglobina x 15gr de hemoglobina = 20ml de oxígeno/dl
de sangre. Con débito cardíaco de 5.000 ml/min, transporte de oxígeno al tejido es de 1.000 ml/min. Los
requerimientos son sólo de 250ml. La extracción de oxígeno es de un 25% en condiciones normales, disminuye
la presión parcial de oxígeno (PO2) de 100 a 40 mmHg, manteniendo la presión de difusión en el capilar para
proveer suficiente oxígeno a un segmento de tejido con forma de cono truncado. La extracción mayor del 25%
genera una hipoxia celular destructiva.
CLASIFICACION MORFOLOGICA
Los índices hematimétricos ( Wintrobe 1981) son los parámetros que relacionan el índice hamatocrito, la hemoglobina y el
número de hematíes o glóbulos rojos.
¿Cuáles son los índices hematimétricos?
•El VCM (volumen corpuscular medio) es una forma de expresar el tamaño de los eritrocitos .El valor normal es
de 80-100 fl (femtolitros por hematíe).
•La HCM (hemoglobina corpuscular media) corresponde al contenido de la hemoglobina en cada eritrocito
(Hemoglobina/número de hematíes). Su valor normal es de 26 a 32 picogramos.
•La CHCM es la concentración de hemoglobina comparado con el hematocrito . En los adultos sus valores
normales son de 32 a 36 %.
Constantes hematológicas:
Volumen Corpuscular Medio (VCM): 80-100fl
Hemoglobina Corpuscular Media (HCM): 27-34pg
Concentración Media de Hemoglobina Corpuscular (HCMC): 31-36 gr/dl
Índice reticulocitario=10 x (Hematocrito observado/Hematocrito real)/índice de maduración.
Valores normales
Ferremia (sideremia): 50-150 ug/dl / Ferritina: 10-250 ng/dl/ Transferrina: 250-450 ug/dl/ % saturación: 20-
50% /TIBC: 300-370ug/dl/ Porcentaje de sideroblastos: 20-50%.
ferropenica 25%
megaloblasticas 10%
hemoliticas 10%
Hemorragias ginecológicas, hemorragias digestivas (hernia hiatal), hemorragias del aparato urinario o
pulmonares, donantes de sangre, Policitemia vera, transfusiones, diátesis hemorrágica, hemosidenurias
crónicas (hemólisis intravascular crónica, hemoglobinuria paroxística nocturna).
o Crecimiento/Mujer fértil/Embarazo/Lactancia.