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UNIVERSIDAD SAN PEDRO

Facultad:
DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

Escuela:
DERECHO

Título:
Derecho Concursal

RECONCIMIENTO DE CRÉDITO

Nombre de los autores:

Mychelly
David Alonso, Arellano Flores
Andrea Jacqueline, Lama Cornejo
Cinthya Evelyn, Gálvez Sotelo

HUACHO

2019
I

DEDICATORIA
El presente trabajo está realizado con mucho
esfuerzo y por lo tanto va dedicado a Dios, que nos
da las fuerzas para seguir adelante guiando nuestros
pasos, a nuestros padres por ser nuestro apoyo
moral, económico que siempre están apoyándonos
en todo.
II

PRESENTACION

El estado Peruano al suscribir la Convención sobre los Derechos del Niño, el 26 de enero
de 1990 y ratificarla mediante Resolución Legislativa N.º 25278, el 4 de agosto del mismo
año, se comprometió a adecuar sus leyes y prácticas al nuevo paradigma que este acuerdo
internacional ofrecía sobre la niñez y adolescencia - la Doctrina de la Protección Integral
- a fin de hacer realidad los derechos de todos los niños, niñas y adolescentes peruanos;
razón por la cual, mediante Decreto Ley N.º 26102 aprobó una nueva norma nacional
dirigida a la niñez y adolescencia peruana, el Código de Niños y Adolescentes de 1992,
que pasaba a reemplazar al entonces vigente Código de Menores de 1962, superando de
esta manera la conocida Doctrina de la Situación Irregular.
El nuevo Código de los Niños y Adolescentes -Ley 27337 - ratifica la necesidad de contar
con este tipo de servicio que enfrenta a todo un panorama de problemas recogidos en el
Plan Nacional de Acción por la Infancia y Adolescencia 2002-2010.
A partir de 1996, el entonces Ministerio de Promoción de la Mujer y del Desarrollo
Humano (PROMUDEH), se convierte en el Ente Rector de este Sistema. Y desde aquella
fecha, el PROMUDEH, hoy Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables del Perú
(MIMP), a través de la Dirección General de Niñas, Niños y Adolescentes (DGNNA), y
especialmente de la Dirección de Sistemas Locales y Defensorías (DSLD), es la autoridad
central del servicio de Defensorías del Niño y del Adolescente a nivel nacional.
Existen en todo el territorio nacional 2200 Defensorías del Niño y del Adolescente que
funcionan en distintas instituciones promotoras.
III

TABLA DE CONTENIDO
PRESENTACION ............................................................................................................ II

PRESENTACIÓN ............................................................................................................ 1

LA DEFENSORIA DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE ............................................. 2

PRINCIPIOS ................................................................................................................. 3

FUNCIONES DE LA DEFENSORÍA DEL NIÑO Y EL ADOLESCENTE .............. 3

¿DÓNDE PODEMOS ENCONTRAR UNA DEFENSORÍA DEL NIÑO Y DEL


ADOLESCENTE? ........................................................................................................ 4

CONFORMACIÓN LAS DEFENSORÍAS DEL NIÑO Y EL ADOLESCENTE ...... 4

LOS EJES SOBRE EN LOS QUE SE ORIENTA LAS FUNCIONES DE LAS


DEFENSORÍAS DEL NIÑO Y EL ADOLESCENTE ................................................ 5

PARA LA ATENCIÓN DE CASOS LA DEFENSORÍA DEL NIÑO Y EL


ADOLESCENTE REALIZA LAS SIGUIENTES ACCIONES .................................. 7

CASOS O SITUACIONES DONDE PUEDE INTERVENIR LA DEFENSORÍA


DEL NIÑO Y EL ADOLESCENTE ............................................................................ 8

EN LOS CASOS DE VIOLENCIA FAMILIAR ....................................................... 10

¿QUIÉN PUEDE FORMAR UNA DEFENSORÍA DEL NIÑO Y EL


ADOLESCENTE? ...................................................................................................... 11

¿QUÉ PASOS DEBEN SEGUIRSE PARA FORMAR UNA DEFENSORÍA DEL


NIÑO Y EL ADOLESCENTE? ................................................................................. 11

¿QUÉ NECESITAMOS PARA REGISTRAR A LAS DEFENSORÍAS DEL NIÑO


Y EL ADOLESCENTE? ............................................................................................ 12

VÍNCULO QUE EXISTE ENTRE LAS DEFENSORÍAS DEL NIÑO Y EL


ADOLESCENTE Y EL MIMDES ............................................................................. 13
IV

ACCIONES DE LA OFICINA DE DEFENSORÍAS ................................................ 13

REGIMEN DEL ADOLESCENTE TRABAJADOR .................................................... 15

CONSECUENCIAS DEL TRABAJO INFANTIL .................................................... 15

¿EXISTE ALGÚN TIPO DE TRABAJO URGENTE DE ERRADICAR? ............... 16

FRENEMOS EL TRABAJO INFANTIL ................................................................... 16

EDADES REQUERIDAS PARA AUTORIZAR EL TRABAJO EN


DETERMINADAS ACTIVIDADES ......................................................................... 17

SECTORES COMPETENTES PARA AUTORIZAR EL TRABAJO DE


ADOLESCENTES...................................................................................................... 17

REQUISITOS PARA OTORGAR AUTORIZACION PARA EL TRABAJO


ADOLESCENTE ........................................................................................................ 17

CONTENIDO DEL REGISTRO ................................................................................ 17

JORNADA DE TRABAJO ........................................................................................ 18

REGISTRO DE ADOLESCENTES TRABAJADORES........................................... 18

OBJETIVOS Y REQUISITOS ................................................................................... 19

ENTIDADES ENCARGADAS DEL REGISTRO DEL ADOLESCENTE


TRABAJADOR .......................................................................................................... 25

CONLUSIONES ............................................................................................................ 27

BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................ 28
1

PRESENTACIÓN

Las niñas, niños y adolescentes son un sector de la población local, que por su condición
actual son altamente vulnerables; por ello, es responsabilidad del Gobierno Local
priorizar la inversión que contribuya a mejorar la calidad de vida de dicha población. Esta
apuesta por la infancia y adolescencia favorece la disminución de las causas de la pobreza,
la exclusión y la violencia social, factores que limitan el desarrollo local. En tal sentido,
es responsabilidad de las autoridades municipales, velar porque se promuevan y protejan
todos los derechos de las niñas, niños y adolescentes, siendo la Defensoría Municipal del
Niño y del Adolescente – DEMUNA el único servicio especializado y reconocido por la
Ley Orgánica de Municipalidades para lograr este fin. La Defensoría Municipal del Niño
y del Adolescente – DEMUNA, es un servicio que a través de la articulación con otras
instancias locales contribuye a que niñas, niños y adolescentes ejerzan los derechos que
la legislación les reconoce; depende administrativamente de la municipalidad y desarrolla
su intervención en el marco de las normas, procedimientos y orientaciones técnicas
propuestos por el MIMP, a través de la Dirección de Sistemas Locales y Defensorías de
la Dirección General de Niñas, Niños y Adolescentes, en su calidad de ente rector del
Sistema Nacional de Atención Integral al Niño y al Adolescente.
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LA DEFENSORIA DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE

Los derechos generales y específicos que han sido reconocido en la Convención sobre los
Derechos del Niño, han permitido el desarrollo de diversas líneas de acción en torno a los
derechos que les asiste a niñas, niños y adolescentes, como por ejemplo el derecho a la
familia, a la protección, a ser escuchado, entre otros.

Cabe resaltar que, en esta gama de posibilidades, las acciones de promoción y defensa de
los derechos de la niñez y la adolescencia son de esencial importancia, debido a que
inciden en la valoración del ser humano y el bienestar familiar. En tal sentido, las
Defensorías del Niño y el Adolescente (DNA) contribuyen al gran objetivo de sensibilizar
y comprometer a la comunidad, influyendo en la construcción de una cultura de Respeto
y Buen Trato de nuestra niñez y adolescencia.

El servicio de Defensorías del Niño y el Adolescente, se crea en 1992, al promulgarse el


Código de los Niños y Adolescentes (Ley N° 26102). Este Código promovía la
participación conjunta de la Sociedad Civil y el Estado para el logro de los derechos de
las niñas, niños y adolescentes de nuestro país; proponiendo a las DNA’s como un espacio
en el que esto se haga realidad.

El Nuevo Código de los Niños y Adolescentes (Ley N° 27337), ratifica la necesidad de


contar con este tipo de servicio. De igual modo, ambos Códigos, señalan que las
Defensorías son parte del Sistema Nacional de Atención Integral al Niño y el Adolescente
(conjunto de instituciones que formulan, ejecutan y evalúan las acciones desarrolladas
para la protección y promoción de los derechos de la niñez y la adolescencia).

A partir de 1996, el Ministerio de Promoción de la Mujer y del Desarrollo Humano -


PROMUDEH, se convierte en el Ente Rector de este Sistema, teniendo entre sus objetivos
el velar por el respeto y el ejercicio de los derechos de las niñas, niños y adolescentes.
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Desde aquella fecha, el PROMUDEH, hoy MIMDES, a través de la actual Dirección


General de Niñas, Niños y Adolescentes, y en específico de la Oficina de Defensorías, es
la autoridad central del servicio de Defensorías a nivel nacional, situación claramente
definida en el actual Código de los Niños y Adolescentes.

La Defensoría del Niño y el Adolescente, es un servicio del Sistema Nacional de Atención


Integral al Niño y el Adolescente, que funciona en los gobiernos locales, en las
instituciones públicas, privadas y organizaciones de la sociedad civil. Su finalidad es
Promover, Defender y Vigilar los derechos que la legislación reconoce a las niñas, niños
y adolescentes.

PRINCIPIOS
• El Interés Superior del Niño y del Adolescente. Considera que, frente a cualquier
decisión que afecte a niñas, niños y adolescentes se dará prioridad a lo que sea más
beneficioso para ellos.
• El Niño Como Sujeto de Derecho, por medio del cual las niñas, niños y adolescentes
son reconocidos como personas con derechos iguales a todo ser humano
• La No Discriminación, que hace referencia al hecho que los derechos son para todos
los niños y niñas sin importar raza, condición económica, cultural, social, etc.
• Priorizar el Desarrollo Integral de las niñas, niños y adolescentes.
• El cumplimiento de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, es tarea de cada
uno de los integrantes de la sociedad.

FUNCIONES DE LA DEFENSORÍA DEL NIÑO Y EL ADOLESCENTE


Las funciones de las Defensorías del Niño y el Adolescente están establecidas en el
artículo 45° del Nuevo Código de los Niños y Adolescentes; estas son:
• Conocer la situación de las niñas, niños y adolescentes que se encuentran en
instituciones públicas y privadas.
• Intervenir cuando se encuentren amenazados o vulnerados sus derechos para hacer
prevalecer el principio del interés superior;
• Promover el fortalecimiento de los lazos familiares. Para ello puede efectuar
conciliaciones extrajudiciales entre cónyuges, padres y familiares, sobre alimentos,
4

tenencia y régimen de visitas, siempre que no existan procesos judiciales sobre estas
materias;
• Conocer de la colocación familiar;
• Fomentar el reconocimiento voluntario de la filiación;
• Coordinar programas de atención en beneficio de los niños y adolescentes que
trabajan;
• Brindar orientación multidisciplinaria a la familia para prevenir situaciones críticas,
siempre que no existan procesos judiciales previos; y
• Denunciar ante las autoridades competentes las faltas y delitos cometidos en agravio
de los niños y adolescentes.

¿DÓNDE PODEMOS ENCONTRAR UNA DEFENSORÍA DEL NIÑO Y DEL


ADOLESCENTE?
En diferentes instituciones, por eso la denominación de la Defensoría puede variar,
dependiendo de la institución que ha promovido su formación. Así podemos identificar:

a. Defensorías del Niño y el Adolescente que funcionan en Centros Educativos:


Conocidas como Defensorías Escolares del Niño y el Adolescente
b. Defensorías del Niño y el Adolescente de iglesias: tanto Católicas como No Católicas.
c. Defensorías del Niño y el Adolescente Comunales: conformadas por Organizaciones
Sociales de Base,
d. Defensorías del Niño y el Adolescente conformadas en Organizaciones No
Gubernamentales - ONGs.
e. Defensorías del Niño y el Adolescente de Municipios: conocidas como DEMUNA
(Defensoría Municipal del Niño y el Adolescente) y que funcionan en las
Municipalidades Provinciales, Distritales o de Centros Poblados Menores.

CONFORMACIÓN LAS DEFENSORÍAS DEL NIÑO Y EL ADOLESCENTE


La Defensoría puede estar integrada por profesionales o personas de la comunidad
debidamente capacitadas para llevar el funcionamiento de la Defensoría. Además, puede
contar con el apoyo de personas que hayan sido capacitadas respecto al funcionamiento
del servicio.
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Sin embargo, en la búsqueda de un ordenamiento funcional que resulte adecuado en la


práctica, la estructura de una Defensoría, podría ser la siguiente:

EL RESPONSABLE
Es una persona reconocida por la Comunidad. Puede ser representante de alguna
institución u organización de la sociedad civil, elegida para desempeñar este cargo.

LOS DEFENSORES
Son profesionales de cualquier disciplina, preferentemente relacionada con las ciencias
humanas y sociales. En los lugares que no se cuente con profesionales o en las
instituciones que por su naturaleza no cuentan con profesionales entre sus miembros, los
Defensores podrán ser personas reconocidas por la comunidad, debidamente acreditadas
para el ejercicio de sus funciones.

LOS PROMOTORES DEFENSORES


Son niñas, niños, adolescentes y adultos de la comunidad que han sido capacitados para
desempeñar las funciones propias del servicio, y han asumido voluntariamente la
responsabilidad y el compromiso de apoyar la constitución y el funcionamiento de la
Defensoría del Niño y el Adolescente.

PERSONAL DE APOYO
Está conformado por personal administrativo y profesional que colabore con el servicio
y no tenga la condición de responsable, defensor, ni promotor - defensor.

LOS EJES SOBRE EN LOS QUE SE ORIENTA LAS FUNCIONES DE LAS


DEFENSORÍAS DEL NIÑO Y EL ADOLESCENTE
PROMOCIÓN
Es el despliegue de acciones planificadas, orientadas a cambiar la forma de pensar y
actuar de las personas en torno a los derechos de la niñez y adolescencia a fin de lograr
su cumplimiento.
Es importante porque:
• Involucra a las familias e individuos como agentes activos de su propio cambio.
• Permite que las personas asuman actitudes de respeto y cumplimiento de los derechos
de los niños, niñas y adolescentes, produciendo cambios positivos en el imaginario
social.
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• Refuerza y desarrolla habilidades sociales y personales de los propios niños, niñas y


adolescentes, para que puedan ejercer la defensa de sus derechos y el cumplimiento de
sus deberes.
• Contribuye a la prevención de situaciones que vulneran los derechos de niños, niñas y
adolescentes.
• Apoya y motiva la participación comunitaria y el desarrollo de líderes que fomenten
el respeto por los derechos de la niñez y lo inserten en su vida diaria.

DEFENSA
La defensa se concretiza a través de la atención de casos, el mismo que es el despliegue
de acciones organizadas para cesar un peligro o la vulneración de un derecho o restituirlo.
Es importante porque:
• Facilita el acceso a la justicia.
• Contribuye a la construcción de la paz social.
• Constituye un aporte de la des judicialización de los conflictos familiares en el país.
• Busca el bienestar de los niños, niñas y adolescentes, contribuyendo a su desarrollo
integral.
Cabe señalar que la DNA, no puede intervenir cuando el caso se encuentra tramitando en
el poder judicial.

VIGILANCIA
Acciones orientadas a que las Defensorías del Niño y del Adolescente conjuntamente con
la población organizada exijan el cumplimiento de los derechos de las niñas, niños y
adolescentes y de los servicios dirigidos a los mismos.
Es importantes porque:
• Promueve la participación directa y organizada de la población en el control del
cumplimiento de los derechos de la niñez y adolescencia, así como los servicios
dirigidos a los mismos.
• Promueve que la población asuma como uno de sus compromisos la exigencia del
cumplimiento de los derechos de las niñas, niños y adolescentes y los servicios
dirigidos a los mismos.
• La vigilancia no sólo sirve para identificar los problemas que se suscitan en diferentes
niveles, sino también para proponer alternativas de solución que normalmente son
fruto de consenso de un grupo de ciudadanos organizados.
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PARA LA ATENCIÓN DE CASOS LA DEFENSORÍA DEL NIÑO Y EL


ADOLESCENTE REALIZA LAS SIGUIENTES ACCIONES
La atención de un caso en la Defensoría del Niño y del Adolescente, involucra cuatro
etapas: recepción, calificación, ejecución de la acción dispuesta y seguimiento;
empleando los siguientes mecanismos de resolución:

RECEPCIÓN Y CALIFICACIÓN DEL CASO


En estas dos etapas el Defensor toma conocimiento del caso, ya sea de manera oral o
escrita, para luego evaluar el caso y determinar la acción a seguir. Este proceso no debe
tardar más de 7 días hábiles contados a partir del momento en el que se tomó
conocimiento del caso. En el periodo de calificación puede utilizarse diversas técnicas
como: entrevistas con las partes involucradas, verificación de los hechos y evaluaciones
realizadas por profesionales especializados, etc.

EJECUCIÓN DE LAS ACCIONES DISPUESTAS


Como resultado de la calificación y de acuerdo a los resultados, se puede llevar a cabo las
siguientes acciones:

a) La Derivación
Es el acto a través del cual la D.N.A traslada total o parcialmente la atención del caso
a una instancia, autoridad o profesional según su competencia. Esta derivación se
realiza a través de una comunicación por escrito y otras acciones complementarias.

Es necesario señalar que las DNA tienen que derivar vía denuncia todos aquellos casos
que sean un delito.

b) La Conciliación Extrajudicial
Mecanismo alternativo para la solución de determinados conflictos familiares, sin
necesidad de iniciar un juicio. Para esto se cuenta con la participación del defensor,
quien promueve un acuerdo voluntario entre las partes, atendiendo al principio del
Interés Superior de la niña, niño o adolescente y dentro de lo que la Ley permite.
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c) El compromiso
Mecanismo alternativo para llegar a acuerdos que garanticen los derechos y
obligaciones del niño y del adolescente. Para esto se cuenta con la participación del
defensor, quien promueve el diálogo y la sensibilización de las partes a fin llegar a
acuerdos que beneficien al niño, niña o adolescente, atendiendo al principio del Interés
Superior de la niña, niño o adolescente y dentro de lo que la Ley permite.

d) Las otras acciones administrativas


Son acciones que se despliegan para la atención de un caso, ante las instituciones que
incurran en una contravención

SEGUIMIENTO
Es el conjunto de acciones que realiza la DNA a fin de:
• Verificar los avances.
• Realizar los ajustes de estrategias para alcanzar los resultados previstos lo que supone
evaluar el cumplimiento de los acuerdos y en caso de no estar cumpliéndose,
recomendar soluciones y correctivos.
• Lograr el total cumplimiento de los acuerdos en favor de las niñas, niños y
adolescentes.
• Identificar las limitaciones y dificultades.

CASOS O SITUACIONES DONDE PUEDE INTERVENIR LA DEFENSORÍA


DEL NIÑO Y EL ADOLESCENTE

POR MEDIO DEL MECANISMO DE LA CONCILIACIÓN


Las Defensorías del Niño y el Adolescente pueden intervenir utilizando este mecanismo
cuando surgen problemas en los siguientes temas:
a) Alimentos
Es todo lo necesario para el sustento, habitación, vestido, educación, instrucción y
capacitación para el trabajo, asistencia médica, recreación de la niña, niño y
adolescente, así como de la madre embarazada, desde la concepción hasta la etapa de
post-parto.

b) Tenencia
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Es la responsabilidad que asume uno de los padres de la niña, niño o adolescente de


velar por su desarrollo integral cuando se encuentren separados de hecho. La madre o
el padre que entregue en tenencia a su hijo o hija no pierden la patria potestad.

c) Régimen De Visitas
El padre o la madre que no vive con sus hijos, tiene derecho a visitarlos, para lo cual,
por acuerdo de las partes, se establecen días y horas de visita.

POR MEDIO DEL COMPROMISO


Cuando se trata de:
a) Normas de comportamiento
Son reglas o pautas que están orientadas a resguarda los derechos y obligaciones de
las niñas, niños y adolescentes. Estas normas pueden aplicarse tanto a adultos como a
las niñas, niños y adolescentes.

b) Reconocimiento voluntario de filiación extrajudicial


Es la aceptación voluntaria del hijo o hija no reconocida ante los registros civiles por
el padre o la madre. La filiación de un hijo o hija, sólo surge a partir de la firma en la
partida o acta de nacimiento por parte del padre o la madre, ya sea en el momento de
la inscripción o en acto posterior.

POR MEDIO DE ACCIONES ADMINISTRATIVAS


Cuando se trate de:
a) Inscripción Extemporánea de Nacimiento
La Inscripción Extemporánea consiste en la regularización de la inscripción del
nacimiento de la niña, niño o adolescente en los Registros de Nacimiento del Registro
Nacional de Identificación y Estado Civil. Se realiza cuando se ha vencido el plazo de
30 días otorgados por Ley.

El Defensor realiza una serie de acciones que permiten a la persona que requiere el
servicio, solicitar la inscripción de la niña, niño o adolescente.
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b) La Matricula Oportuna
Son las acciones que realiza el defensor para que la niña, niño o adolescente sea
matriculado a una edad y tiempo adecuado.
Las Defensorías del Niño y el Adolescente pueden intervenir mediando ante las
autoridades del Centro Educativo y/o la Asociación de Padres de Familia (APAFA),
para que ante la ausencia de algunos requisitos solicitados para la matrícula, se haga
prevalecer el derecho a la Educación de nuestra niñez y adolescencia, brindándoles las
facilidades para ser matriculados.

c) La Atención Médica
Son las coordinaciones que realiza el defensor con los Centros de Salud
correspondientes en búsqueda de la atención médica oportuna para el niño, niña o
adolescente.

d) Detenciones Arbitrarias
Al respecto debe señalarse que nadie puede ser detenido excepto por dos causas
específicas:
1. Flagrante Delito, o
2. Mandato Judicial

Si el niño, niña o adolescente es detenido sin mediar ninguna de estas dos causas, el
Defensor podrá realizar las acciones necesarias que permitan la inmediata libertad del
detenido, como plantear el Habeas Corpus ante la autoridad competente.

EN LOS CASOS DE VIOLENCIA FAMILIAR


En estos casos es necesario precisar que la actuación de las Defensorías ha variado con la
modificación de la ley de Conciliación que prohíbe realizar conciliaciones extrajudiciales
sobre violencia familiar, razón por la que ya no realiza conciliaciones extrajudiciales en
estos casos; sin embargo la Defensoría puede utilizar otros mecanismos de intervención,
que se orienta a brindar el apoyo necesario a los involucrados en la violencia, a través de
la orientación, la asesoría legal, las coordinaciones que permitan la derivación para la
atención especializada, etc.
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Por ejemplo, ante un caso de este tipo la Defensoría podrá facilitar el apoyo psicológico
o la orientación legal, que corresponda. Además, debemos destacar la labor preventiva
que realiza la Defensoría, a través de sus acciones de promoción del derecho al buen trato
que tiene toda persona.

¿QUIÉN PUEDE FORMAR UNA DEFENSORÍA DEL NIÑO Y EL


ADOLESCENTE?
Aquellas instituciones públicas o privadas, u organizaciones de la sociedad civil que
demuestren interés en la problemática de la niñez y la adolescencia y estén dispuestas a
velar por la buena marcha y continuidad del servicio.

Esto significa que no sólo han de preocuparse de su creación, sino también de su adecuado
funcionamiento para que brinde un servicio de calidad.

La institución que conforma e impulsa una Defensoría del Niño y el Adolescente es


denominada “Institución Promotora”.

¿QUÉ PASOS DEBEN SEGUIRSE PARA FORMAR UNA DEFENSORÍA DEL


NIÑO Y EL ADOLESCENTE?
Las instituciones públicas o privadas, u organizaciones de la sociedad civil deben cumplir
con los requisitos y proceso de conformación que a continuación señalaremos.

Antes debemos aclarar que, si la iniciativa de tener una Defensoría parte de un grupo de
personas, éstas deben identificar o constituir una organización que pueda convertirse en
la Institución Promotora del servicio.

Pasos a seguir:
1. Definir y asegurar los recursos financieros y humanos con los que contará la
Defensoría. Por ejemplo, la instancia que quiera conformar una D.N.A deberá
convocar y asegurar la permanencia del personal necesario para el servicio, además
cubrir los costos de los materiales de oficina, formatos a utilizar y gastos para las
gestiones que deban llevarse a cabo.
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2. Definir la ubicación y el local donde funcionará la D.N.A., esto quiere decir que la
Institución Promotora deberá conseguir y garantizar un local en el que pueda funcionar
regularmente la D.N.A.

3. Establecer el horario de atención al público, que sea acorde a las características de la


comunidad en la que se inserta.

4. Asegurar que todos los miembros del equipo sean capacitados en el servicio de D.N.A.

5. Planificar el trabajo que se va a realizar y plasmarlo en un documento.

6. Registrar a la D.N.A. en la Oficina de Defensorías de la Dirección General de Niñas,


Niños y Adolescentes del Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social (MIMDES).

7. Establecer redes de trabajo con aquellas instituciones de la comunidad con las cuales
se puedan realizar acciones conjuntas en bien de la niñez y la adolescencia de la
comunidad. Por ejemplo, la Municipalidad, la Parroquia, etc.

8. Inaugurar la D.N.A en acto público, para que la comunidad conozca de su existencia.

¿QUÉ NECESITAMOS PARA REGISTRAR A LAS DEFENSORÍAS DEL NIÑO


Y EL ADOLESCENTE?
• El Plan de Trabajo, el que estará orientado a cumplir con los fines y funciones que el
Nuevo Código de los Niños y Adolescentes y las normas especiales señalan.
• El Organigrama, que permite visualizar la ubicación de la DNA al interior de la
institución u organización que la promueve, así como su organización interna.
• El Reglamento Interno que norme el funcionamiento del Servicio de Defensoría del
Niño y el Adolescente a registrarse.
• Relación de miembros que integran la Defensoría del Niño y el Adolescente, con
información de cada uno de ellos.
• Espacio físico de fácil acceso que permita la adecuada atención de los casos. Así como
un espacio privado para realizar las Conciliaciones.
• La ficha única de registro debidamente llenada, la misma que podrá ser obtenida de
manera gratuita en la Oficina de Defensorías del MIMDES.
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• Copia del documento que acredite la capacitación de los miembros que integran la
DNA.
• La solicitud de registro firmada por la máxima autoridad del servicio de defensoría.
• Además de aquello que esté especificado en las normas especiales que se dictan para
tal fin.

VÍNCULO QUE EXISTE ENTRE LAS DEFENSORÍAS DEL NIÑO Y EL


ADOLESCENTE Y EL MIMDES
El Código de los Niño y Adolescentes, señala que las Defensorías forman parte del
Sistema Nacional de Atención Integral al Niño y el Adolescente, además establece que el
PROMUDEH, hoy MIMDES dirige este sistema; razón por la que, existe un vínculo
funcional entre todas las Defensorías del Niño y el Adolescente y el MIMDES,
específicamente con la Oficina de Defensorías de la Dirección General de Niñas, Niños
y Adolescentes, aun cuando dichas Defensorías no pertenecen orgánicamente al
Ministerio, sino a las instituciones que promueven su creación. En tal sentido, el
Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social es la autoridad central del servicio de
defensorías del niño y el adolescente a nivel nacional.

ACCIONES DE LA OFICINA DE DEFENSORÍAS


Teniendo en cuenta las funciones establecidas para la Oficina de Defensorías, sus
acciones se orientan a:
• Desarrollar conocimientos, habilidades y prácticas de los integrantes de las
Defensorías a través de capacitación permanente y especializada a nivel nacional.
• Fortalecer el mecanismo de conciliación en las Defensorías del Niño y del Adolescente
como alternativa a la solución de conflictos familiares que favorezcan a las niñas, niños
y adolescentes.
• Promover la creación y fortalecimiento de redes instituciones a fin de articular y
complementar el trabajo de las Defensorías en la labor de promoción y defensa de los
derechos.
• Implementar sistemas de información, a través de mecanismos de supervisión y recojo
de información, con el objeto de proporcionar información cuantitativa y cualitativa
para el diseño de políticas, estrategias, normas, procedimientos, propuestas de
capacitación, entre otros, orientados a mejorar la calidad del Servicio de Defensorías.
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• Construir y garantizar un marco normativo que permita un trabajo eficiente de las


Defensorías del Niño y el Adolescente.
• Establecer condiciones adecuadas de atención de las Defensorías, a través de su
acreditación, de modo que los usuarios reciban un servicio de calidad.
• Difundir el servicio de Defensorías del Niño y el Adolescente que permita crear una
imagen adecuada de las DNAs.
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REGIMEN DEL ADOLESCENTE TRABAJADOR

La realidad del trabajo infantil en nuestro país debe indignarnos. La cifra de un millón
seiscientos cincuenta mil niños y niñas que trabajan para sobrevivir nos increpa sobre qué
estamos haciendo para que esta situación se mantenga. No podemos considerarnos un
país en desarrollo si tenemos, además, a ochocientos mil niños que trabajan, incluso sin
tener la edad mínima, 14 años, para hacerlo, y lo hacen poniendo en riesgo su integridad
y su vida, empujados por sus difíciles circunstancias.

Si no podemos garantizarles a nuestros niños y niñas sus derechos mínimos, entonces


estamos fracasando como sociedad y como Estado. El desarrollo económico debe servir
para superar esta realidad y hacer que ellos y ellas puedan dedicarse a estudiar y jugar.
Nos toca hacer esfuerzos concretos para revertir esta situación, enfocándonos en mejorar
las políticas de educación, salud, seguridad y lucha contra la pobreza, para evitar que
nuestros niños y niñas sigan creciendo en la incertidumbre. Nos preocupa, igualmente,
que en nuestro sistema jurídico no exista una determinación clara contra el trabajo
infantil. Ello se evidencia, por ejemplo, en la contradicción normativa que permite y, a la
vez, prohíbe que niños, niñas y adolescentes realicen ciertas actividades, como ocurre con
la conducción de vehículos de carga pesada.

CONSECUENCIAS DEL TRABAJO INFANTIL


Tiene efectos en tres aspectos:
• Físico: El niño no posee experiencia para el trabajo, y está expuesto a intoxicaciones,
heridas, mutilamientos, enfermedades ocupacionales, deformaciones físicas, bajas
condiciones nutricionales, riesgo de muerte, agotamiento físico.
• Psicológico: El trabajo elimina el tiempo de juego y recreación, claves para el
desarrollo de la persona. a temprana edad se les hace asumir responsabilidades para
las que no están preparados, actividades que limitan el desarrollo de su autoestima.
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• Educativo: Conlleva a la deserción, retraso estudiantil, imposibilidad de asimilación


de los estudios impartidos.
• Social: Una sociedad que ocupa mano de obra infantil refuerza y multiplica la
pobreza. Los ingresos que percibe un niño, no justifican un futuro como adultos sin
formación profesional ni técnica, difícil acceso a empleo, en consecuencia, escasos
recursos económicos.

¿EXISTE ALGÚN TIPO DE TRABAJO URGENTE DE ERRADICAR?


De conformidad con lo que establece el Convenio No.182 de la OIT, es urgente erradicar
lo siguiente:
• El trabajo realizado sin contemplar la edad mínima (14 años) y que impida la
educación y el pleno desarrollo.
• El trabajo que ponga en peligro el bienestar físico, mental o moral del niño, niña y
adolescente, ya sea por su propia naturaleza o por las condiciones en que se realiza, al
cual se denomina trabajo peligroso.
• Las formas de explotación económica de niños, niñas y adolescentes que se definen
como las peores formas: esclavitud, servidumbre por deudas, trabajo forzoso,
reclutamiento de niños, niñas y adolescentes para ser utilizados en conflictos armados,
explotación sexual y actividades ilícitas, como tráfico ilícito de drogas.

FRENEMOS EL TRABAJO INFANTIL


Es indispensable tener en consideración que se debe implementar lo siguiente:
• Definir Políticas Nacionales: Al incluir el trabajo infantil en las agendas
institucionales es posible definir políticas sectoriales adecuadas.
• Actualizar el marco normativo nacional: Es indispensable armonizar los marcos
normativos existentes con los Convenios y compromisos ratificados por el país para
la prevención y erradicación del trabajo infantil.
• Impulsar: La implementación de programadas y proyectos públicos y privados para
retirar a los niños, niñas y adolescentes de las peores formas de trabajo infantil y
trabajos peligrosos, sin descuidar el aspecto preventivo.
• Investigar: Profundizar en el conocimiento de las circunstancias en que se da la
explotación laboral infantil, con esta información será posible diseñar y poner en
marcha políticas y programas de prevención y erradicación del trabajo infantil.
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• Sensibilizar: A la población para que reconozca al trabajo infantil como una violación
de los derechos de los niños y niñas. La movilización social sobre el tema es
estratégica para proponer y demandar soluciones al problema.

EDADES REQUERIDAS PARA AUTORIZAR EL TRABAJO EN


DETERMINADAS ACTIVIDADES
• 15 años para labores agrícolas no industriales.
• 16 años para Labores industriales, comerciales o mineras.
• 17 años para labores de pesca industrial.
• 12 años para el caso de las demás modalidades de trabajo.

SECTORES COMPETENTES PARA AUTORIZAR EL TRABAJO DE


ADOLESCENTES
Son dos:
• El Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, cuando se trate de Trabajos en
relación de dependencia.
• Las Municipalidades distritales y provinciales dentro de sus jurisdicciones,
autorizaran el trabajo independiente y para trabajadores domésticos.

Cabe mencionar que en los dos sectores la inscripción será gratuita.

REQUISITOS PARA OTORGAR AUTORIZACION PARA EL TRABAJO


ADOLESCENTE
• Que el trabajo no perturbe la asistencia regular a la escuela.
• Que, el Certificado Médico acredite la capacidad física, mental y emocional del
adolescente para realizar el trabajo (Gratuito Inc.b) Art.54 C.N.A).
• Que ningún adolescente sea admitido al trabajo sin la debida autorización.

CONTENIDO DEL REGISTRO


• Nombre del Adolescente.
• Nombre de los padres, tutores o responsables.
• Fecha de nacimiento del menor.
• Dirección.
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• Lugar de Residencia.
• Labor que desempeña
• Remuneración
• Hora de Trabajo
• Escuela a la que asiste; y
• Horario de Estudios.

JORNADA DE TRABAJO
• El Trabajo de Adolescente entre los doce y catorce años, no excederá de cuatro
horas ni de veinticuatro horas semanales.
• El Trabajo del Adolescente entre los quince y diecisiete años, no excederá de seis
horas diarias ni de treinta y seis horas semanales.

REGISTRO DE ADOLESCENTES TRABAJADORES


El artículo 9.3 del Convenio 138 de la OIT establece que la legislación nacional o la
autoridad competente de cada Estado, determinará los registros u otros documentos que
el empleador deberá llevar y tener a disposición de la autoridad competente. Estos
registros deberán indicar el nombre, apellidos, edad y/o fecha de nacimiento debidamente
certificados siempre que sea posible de todas las personas menores de dieciocho años
empleadas por él o que trabajen para él.

En esa misma línea, el artículo 16, literal b, de la Recomendación N° 146 de la OIT


sugiere a los empleadores llevar y tener a disposición de la autoridad competente
registros u otros documentos en los que se indiquen el nombre, apellidos y la fecha de
nacimiento o la edad, no solo de las personas menores de edad empleadas por ellos, sino
también de las que reciban orientación o formación profesional en sus empresas.
En esa medida, los instrumentos internacionales señalados establecen la necesidad de
contar con un registro de adolescentes trabajadores, a cargo del empleador. Dicho
registro cumple una función esencial, tal como lo expresó la Comisión de Expertos en
Aplicación de Convenios y Recomendaciones (CEACR):
Los registros de empleo de los empleadores constituyen una herramienta valiosa que los
inspectores del trabajo utilizan para controlar el empleo de los jóvenes. En estos registros
(o documentos similares), previstos en el artículo 9, 3), del Convenio, se deberían indicar
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el nombre y apellidos y la edad o fecha de nacimiento de todas las personas menores de


18 años empleadas. Los registros deben ponerse a disposición de los inspectores del
trabajo, ya que su consulta puede ayudar a los inspectores del trabajo a descubrir las
infracciones relativas al trabajo infantil.

En efecto, la información que se obtenga en el registro de adolescente trabajador


constituye un insumo necesario para el sistema de inspección laboral en materia de
trabajo infantil, que verificará si: a) se cumplen con los requisitos para que las personas
menores de edad puedan acceder, excepcionalmente, al trabajo o empleo autorización
vigente por parte de las autoridades competentes, consentimiento de los padres o
apoderados, etc.; b) se respetan las condiciones mínimas establecidas para los
adolescentes trabajadores, de acuerdo a la normativa nacional e internacional edad
mínima, horario de trabajo especial, labores permitidas, remuneración mínima vital, etc.;
b) se cumple con garantizar los derechos fundamentales a la salud, educación, entre otros
de los y las adolescentes trabajadores institución educativa a la que asiste, horario de
estudios, certificado médico, etc.

Cabe precisar que, como lo señaló la CEACR, si bien el registro de los adolescentes
trabajadores debe estar a cargo del empleador, también puede recurrirse a «documentos
similares». Ese sería el caso, por ejemplo, del registro de adolescentes trabajadores a
cargo de entidades estatales, como son ministerios o gobiernos locales.

OBJETIVOS Y REQUISITOS
El Capítulo IV del Código de los Niños y Adolescentes, Ley N° 27337, regula todo lo
referido al «Régimen del Adolescente Trabajador». En ese sentido, desarrolla diversos
aspectos referidos al trabajo que pueden realizar los y las adolescentes, en concordancia
con lo dispuesto en diversos instrumentos internacionales ratificados por nuestro país:

El artículo 48 establece que dicha regulación se aplica a todas las y los adolescentes
trabajadores, ya sea que cumplan labores: a) en forma dependiente o por cuenta ajena, es
decir, estén bajo la dirección de un empleador; b) por cuenta propia o en forma
independiente, que implica la realización de actividades de manera autónoma; c) en el
ámbito doméstico, esto es, referido a las labores del hogar y; d) en el ámbito familiar.
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De ello se advierte que lo importante en materia de trabajo infantil es la actividad que


realizan las personas menores de edad y que benefician a un tercero, independientemente
de que exista un vínculo permanente o temporal con este tercero o que se otorgue una
remuneración a cambio de la labor prestada.

El artículo 50 establece que los adolescentes requieren autorización para trabajar. Esta
disposición guarda concordancia con lo señalado en el Convenio 138 OIT así como en
otros instrumentos internacionales que hablan de una «admisión» al empleo o trabajo.
En ese sentido, las personas menores de edad no pueden realizar libremente actividades
calificadas como laborales, sino que requieren de una autorización previa para ello. Esta
exigencia se justifica en el hecho que cualquier actividad laboral puede repercutir
negativamente en el ejercicio de los derechos fundamentales a la salud, educación, entre
otros. Así, para que una persona menor de edad entre al mundo laboral, se requiere
verificar antes si se dan las condiciones para ello.

En otros términos, las personas menores de edad pueden realizar actividades laborales,
siempre y cuando ello no impida ni vulnere el ejercicio de sus derechos fundamentales,
ni atente contra su proceso de formación y desarrollo. Por tanto, la autorización emitida
por el Estado acredita que se dan las condiciones para que las personas menores de edad
puedan trabajar, que además serán evaluadas periódicamente a través del sistema de
inspección de trabajo.

Excepcionalmente, para el caso del trabajo adolescente familiar no remunerado, el


Código de los Niños y Adolescentes no exige autorización porque se entiende que las
actividades que realiza la persona menor de edad se realizan en un ámbito de protección
como es la familia, y tienen como fin apoyar económicamente con el hogar.

Sin embargo, ello no implica que se exonere de supervisión a dicho sector de adolescentes
trabajadores. Es por ello que el artículo 50 establece que el responsable de la familia
inscribirá al adolescente trabajador en el registro municipal correspondiente, con el
propósito que la información que se brinde pueda ser verificada posteriormente por el
sistema de inspección laboral, y de esta manera evitar situaciones de abuso y explotación.
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De acuerdo al artículo 52, la competencia para inscribir, autorizar y supervisar el trabajo


de los adolescentes varía de acuerdo al tipo de actividad que realiza:
• En el caso de trabajos por cuenta ajena o que se presten en relación de dependencia, es
el sector Trabajo a través de sus distintas dependencias.

• En el caso de los trabajos domésticos, por cuenta propia o que se realicen en forma
independiente, son los municipios distritales y provinciales en el ámbito de su
competencia las entidades encargadas.

La disposición citada es clara: las entidades mencionadas tienen competencia para


inscribir, autorizar y supervisar el trabajo de las y los adolescentes. En esa medida, tanto
los organismos que conforman el sector Trabajo Ministerio de Trabajo y Promoción del
Empleo y direcciones regionales de trabajo, como los gobiernos provinciales y distritales
deben contar con la capacidad institucional suficiente para realizar dichas labores que
constituyen obligaciones asumidas por el Estado peruano con la suscripción de
instrumentos internacionales como es el Convenio 138 OIT.

Complementariamente, el artículo 53 establece que las entidades señaladas anteriormente


contarán con «registros de adolescentes trabajadores» que deberán consignar
obligatoriamente los siguientes datos:

a) Nombre completo del adolescente: que debe incluir sus nombres de pila y apellidos
completos. Ello permitirá identificar correctamente a la persona menor de edad.
Asimismo, se debe consignar expresamente su sexo, lo que permitirá establecer
tendencias sobre género en materia de trabajo infantil, y así adoptar políticas públicas
adecuadas.

b) Nombre de sus padres, tutores o responsables: esta información permitirá identificar


a las personas encargadas del cuidado de la persona menor de edad, así como el grado
de parentesco o relación jurídica que existe con esta.

Adicionalmente, esta información permitirá establecer un vínculo entre las personas


encargadas del cuidado de las y los adolescentes trabajadores y las entidades que
emiten la autorización, para futuras inspecciones y asignación de responsabilidades.
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No debe olvidarse que, en el marco de un Estado Constitucional de Derecho, la


protección especial del interés superior del niño, niñas y adolescente no solo recae en
el Estado y la sociedad en su conjunto, sino especialmente en el padre, la madre o
quien sea el responsable de velar por sus derechos fundamentales.

c) Fecha de nacimiento: que debe consignar los datos completos del año, mes y día. Ello
permitirá determinar si, a la fecha del registro, las y los adolescentes contaban con las
edades mínimas exigidas por la legislación para acceder al trabajo o empleo.

Evidentemente, la fecha de nacimiento deberá estar justificada en la partida de


nacimiento o en otro documento público certificado de nacido vivo, etc. que acredite
la veracidad de dicha información.

d) Dirección y lugar de residencia: se debe precisar no solo la provincia o el distrito, sino


también la dirección del lugar donde habita. Este dato es imprescindible para ubicar a
los adolescentes trabajadores y a sus padres y/o apoderados, a fin de: i) contrastar y
verificar cualquier dato o información que se haya consignado en el registro de
adolescentes trabajadores; ii) para apreciar si existen las condiciones para que la
persona menor de edad trabaje, sin afectar sus derechos fundamentales educación,
salud, etc..

e) Labor que desempeña: se requiere establecer con precisión cuál es la labor que
desempeña la persona menor de edad en el mundo laboral, ya sea ante un empleador
o de manera autónoma.

En ese sentido, se requiere señalar de manera expresa y con el mayor detalle posible
el tipo de actividad que realizará la persona menor de edad. Este requisito es
importante para determinar si la labor a desempeñar constituye una actividad
permitida o entra en el ámbito de las actividades prohibidas, de acuerdo a lo
establecido en el Decreto Supremo N° 0032010-MIMDES. De darse este último caso,
evidentemente se rechazará la inscripción.

f) Remuneración: la remuneración que perciba la persona menor de edad no deberá ser


inferior al mínimo vital vigente. Ello se debe a que, si bien el régimen que detentan
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los adolescentes trabajadores es especial en comparación con el régimen para


trabajadores adultos en el caso del horario de trabajo, labores permitidas, etc., ello no
quita que tengan la condición de trabajadores y que, por ende, adquieran los mismos
beneficios y derechos, en estricto cumplimiento del principio-derecho de igualdad. En
ese sentido, nuestra legislación protege específicamente a los jóvenes trabajadores
contra cualquier discriminación en materia de remuneración, a diferencia de otras
realidades en las que sí se establecen salarios escalonados en función de la edad.

Por lo demás, así lo ha reconocido nuestro legislador en el artículo 59 del Código de


los Niños y Adolescentes, al señalar que «el adolescente trabajador no percibirá una
remuneración inferior a la de los demás trabajadores de su misma categoría en trabajos
similares.

g) Horario de trabajo: tanto a nivel internacional como en el ámbito interno se establece


un régimen especial para el adolescente trabajador, que se caracteriza, entre otras
cosas, por presentar un horario de trabajo diferenciado al de los adultos.

Así, se establece que para los adolescentes entre 12 y 14 años, la jornada de trabajo
no excederá de cuatro horas diarias ni de veinticuatro horas semanales que se refiere
al supuesto de los trabajos ligeros y para los adolescentes entre los 15 y 17 años, no
excederá de seis horas diarias ni de treinta y seis horas semanales. En ese sentido, el
registro debe consignar de forma exacta la cantidad de horas que trabajan las personas
menores de edad.
Adicionalmente, el registro sobre el horario también debe consignar si el trabajo se
realiza de manera diurna o nocturna este último se cuenta entre las 19.00 y las 7.00
horas. Y es que, de acuerdo a lo señalado por el artículo 57 del Código de los Niños y
Adolescentes, únicamente procede el trabajo nocturno para adolescentes siempre que
concurran los siguientes requisitos: a) el adolescente deberá tener entre 15 y 18 años,
y b) deberá contar con autorización judicial.

h) Escuela a la que asiste y horario de estudios: el cumplimiento de este requisito es


fundamental, toda vez que permite verificar que el trabajo que va a desempeñar el
adolescente no tiene un impacto negativo en el ejercicio de su derecho a la educación.
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Así, se debe establecer el nombre y la dirección de la institución educativa a la que


asiste la persona menor de edad, su horario de estudios, de manera detallada.
Asimismo, debe consignarse el grado que cursa, para saber en qué etapa de
aprendizaje se encuentra y si requiere apoyo pedagógico de algún tipo.

i) Número de certificado médico: este requisito permite verificar si el adolescente


trabajador cuenta con las condiciones de salud óptimas para desarrollar actividades
laborales. En ese sentido, el certificado médico garantiza el respeto del derecho
fundamental a la salud de las personas menores de edad.

A partir de lo expuesto, es posible afirmar que en nuestro país el registro del adolescente
trabajador tiene carácter constitutivo toda vez que es únicamente a partir de la inscripción
y autorización que se reconoce la capacidad jurídica de los y las adolescentes para realizar
actividades laborales, aunque con ciertas restricciones.
Esta precisión es fundamental, ya que ello determina que, mientras las personas menores
de edad no se encuentren debidamente registradas, no podrán trabajar legalmente. Por el
contrario, si es que los y las adolescentes cumplen con todos los requisitos exigidos por
ley y son registrados, dicha inscripción implicará el reconocimiento de todos los derechos
laborales garantizados por nuestro ordenamiento jurídico.

El artículo 54 del CNA establece, como requisitos para otorgar la autorización a los
adolescentes trabajadores, que:
a) El trabajo no perturbe la asistencia regular a la escuela;
b) El certificado médico expedido gratuitamente por el sector Salud o la Seguridad Social
acredite la capacidad física, mental y emocional del adolescente para realizar las
labores;
c) Ningún adolescente sea admitido al trabajo sin la debida autorización.
d) En síntesis, se aprecia que dentro de nuestra legislación el trabajo adolescente procede
excepcionalmente, si se verifican determinadas condiciones destinadas a garantizar
los derechos fundamentales de las personas menores de edad, en especial los derechos
a la salud y a la educación.

Por otro lado, el artículo 457 del Código Civil establece lo siguiente:
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El menor capaz de discernimiento puede ser autorizado por sus padres para dedicarse a
un trabajo, ocupación, industria u oficio. En este caso, puede practicar los actos que
requiera el ejercicio regular de tal actividad, administrar los bienes que se le hubiese
dejado con dicho objeto o que adquiera como producto de aquella actividad,
usufructuarlos o disponer de ellos. La autorización puede ser revocada por razones
justificadas.

Sobre el particular, cabe señalar que la regulación prevista en el Código de los Niños y
Adolescentes, Ley N° 27337 de fecha 07 de agosto de 2000, se aplica de manera
preferente a la prevista en el artículo 457° del Código Civil por los criterios de
temporalidad (el CNA es posterior al Código de Civil) y especialidad (el CNA es la
norma específica en materia de niñez en nuestro ordenamiento jurídico, mientras que el
Código Civil es una norma general).

Esta interpretación respeta los estándares mínimos de protección sobre trabajo infantil
establecidos internacionalmente, además de considerar a la persona menor de edad como
sujeto de derecho. Sin embargo, a partir de la situación expuesta, es necesario que el
legislador revise toda la normativa sobre niñez y adolescencia contenida en el Código
Civil, a fin de verificar si existen incompatibilidades con las disposiciones del CNA o
con otras normas especiales.

ENTIDADES ENCARGADAS DEL REGISTRO DEL ADOLESCENTE


TRABAJADOR
En nuestro sistema, el registro de adolescente trabajador —tal como lo expone el artículo
52 del CNA se encuentra dividido de la siguiente manera: el sector trabajo (en el supuesto
de trabajo dependiente o por cuenta ajena) y los gobiernos locales distritales y
provinciales de todo el país (en los casos de trabajo autónomo y trabajo doméstico).

a) En el caso del sector Trabajo, las entidades encargadas son el Ministerio de Trabajo
y Promoción del Empleo (MTPE) y los gobiernos regionales. Al respecto, la
erradicación del trabajo infantil constituye una función compartida entre el MTPE y
los gobiernos regionales, tal como lo establece el artículo 8.2.a de la Ley de
Organización y Funciones del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, Ley
Nº 29381.
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Con mayor detalle, el registro de adolescentes trabajadores a nivel del Ministerio de


Trabajo y Promoción del Empleo se encuentra a cargo de la Dirección de Promoción
y Protección de los Derechos Fundamentales y Salud en el Trabajo; así como de las
direcciones y gerencias regionales de trabajo, de acuerdo a lo dispuesto por el
numeral
8.1.2. del Protocolo de Actuación Sectorial en Materia de Trabajo Infantil, aprobado
por Resolución Ministerial N° 265-2012-TR.
Como se advierte, el protocolo citado identifica de manera concreta a los órganos
encargados de gestionar el registro de adolescentes trabajadores dependientes.

b) En el caso de las municipalidades provinciales y distritales, si bien el CNA les asigna


la obligación de llevar un registro de adolescentes trabajadores —para la modalidad
de trabajo por cuenta propia o independiente— no establece qué órgano de la
municipalidad es el encargado de administrar dicho registro.

Ello ha generado que las municipalidades, en el ámbito de sus competencias, emitan


normas señalando el procedimiento para llevar a cabo el registro, así como la
autoridad a cargo de dicho servicio público. Es decir, queda en la discrecionalidad
de cada gobierno local determinar qué área será la responsable de implementar dicho
registro, lo que constituye un obstáculo debido a la falta de uniformidad.
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CONLUSIONES

En el Perú existe una amplia y variada protección para los niños y adolescentes
trabajadores; sin embargo, no se encuentran garantizados los derechos de los menores
trabajadores, esto por cuanto no existen medidas políticas efectivas dirigidas ha abolir el
trabajo infantil, para garantizar que los menores que trabajen no sean explotados, que
tengan adecuadas condiciones de trabajo y que se vigile el cumplimiento de sus derechos
laborales.
Es necesaria la implementación de un conjunto de medidas dirigidas a efectivizar el trato
de los menores trabajadores en condiciones de igualdad, aplicando para esto mecanismos
de igualdad positiva, otorgándoles mayores protecciones en aplicación del test de
proporcionalidad.
Es necesario crear los mecanismos y vías a nivel judicial para garantizar no sólo el
cumplimiento de los derechos laborales de los trabajadores menores, sino además esta
garantía debe ser rápida y eficaz, procurando el trámite más eficiente y de corto plazo.
Una de las medidas sería la capacitación de Jueces de Trabajo sobre principios como el
interés superior del niño, para cuando tengan que resolver una demanda de beneficios
sociales interpuesta por un menor.
Es necesario garantizar el acceso a la debida información de sus derechos a los menores
trabajadores, debiendo el Ministerio de Educación en coordinación con el Ministerio de
la Mujer promover cursos escolares que incluyan estos temas.
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BIBLIOGRAFÍA

 LA LEY GENERAL DEL SISTEMA CONCURSAL, ANÁLISIS EXEGÉTICO;


Espinoza Espinoza, Juan y Paola Atoche Fernandez (2011)
 LA LEY GENERAL DEL SISTEMA CONCURSAL, ANÁLISIS EXEGÉTICO;
Freddy Freitas (2015)
 COMENTARIO A LA LEY CONCURSAL; Emilio M. Beltrán, Ana Belén
Campuzano Laguillo, Angel José Rojo (2006)

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