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Facultad:
DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
Escuela:
DERECHO
Título:
Derecho Concursal
RECONCIMIENTO DE CRÉDITO
Mychelly
David Alonso, Arellano Flores
Andrea Jacqueline, Lama Cornejo
Cinthya Evelyn, Gálvez Sotelo
HUACHO
2019
I
DEDICATORIA
El presente trabajo está realizado con mucho
esfuerzo y por lo tanto va dedicado a Dios, que nos
da las fuerzas para seguir adelante guiando nuestros
pasos, a nuestros padres por ser nuestro apoyo
moral, económico que siempre están apoyándonos
en todo.
II
PRESENTACION
El estado Peruano al suscribir la Convención sobre los Derechos del Niño, el 26 de enero
de 1990 y ratificarla mediante Resolución Legislativa N.º 25278, el 4 de agosto del mismo
año, se comprometió a adecuar sus leyes y prácticas al nuevo paradigma que este acuerdo
internacional ofrecía sobre la niñez y adolescencia - la Doctrina de la Protección Integral
- a fin de hacer realidad los derechos de todos los niños, niñas y adolescentes peruanos;
razón por la cual, mediante Decreto Ley N.º 26102 aprobó una nueva norma nacional
dirigida a la niñez y adolescencia peruana, el Código de Niños y Adolescentes de 1992,
que pasaba a reemplazar al entonces vigente Código de Menores de 1962, superando de
esta manera la conocida Doctrina de la Situación Irregular.
El nuevo Código de los Niños y Adolescentes -Ley 27337 - ratifica la necesidad de contar
con este tipo de servicio que enfrenta a todo un panorama de problemas recogidos en el
Plan Nacional de Acción por la Infancia y Adolescencia 2002-2010.
A partir de 1996, el entonces Ministerio de Promoción de la Mujer y del Desarrollo
Humano (PROMUDEH), se convierte en el Ente Rector de este Sistema. Y desde aquella
fecha, el PROMUDEH, hoy Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables del Perú
(MIMP), a través de la Dirección General de Niñas, Niños y Adolescentes (DGNNA), y
especialmente de la Dirección de Sistemas Locales y Defensorías (DSLD), es la autoridad
central del servicio de Defensorías del Niño y del Adolescente a nivel nacional.
Existen en todo el territorio nacional 2200 Defensorías del Niño y del Adolescente que
funcionan en distintas instituciones promotoras.
III
TABLA DE CONTENIDO
PRESENTACION ............................................................................................................ II
PRESENTACIÓN ............................................................................................................ 1
PRINCIPIOS ................................................................................................................. 3
CONLUSIONES ............................................................................................................ 27
BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................ 28
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PRESENTACIÓN
Las niñas, niños y adolescentes son un sector de la población local, que por su condición
actual son altamente vulnerables; por ello, es responsabilidad del Gobierno Local
priorizar la inversión que contribuya a mejorar la calidad de vida de dicha población. Esta
apuesta por la infancia y adolescencia favorece la disminución de las causas de la pobreza,
la exclusión y la violencia social, factores que limitan el desarrollo local. En tal sentido,
es responsabilidad de las autoridades municipales, velar porque se promuevan y protejan
todos los derechos de las niñas, niños y adolescentes, siendo la Defensoría Municipal del
Niño y del Adolescente – DEMUNA el único servicio especializado y reconocido por la
Ley Orgánica de Municipalidades para lograr este fin. La Defensoría Municipal del Niño
y del Adolescente – DEMUNA, es un servicio que a través de la articulación con otras
instancias locales contribuye a que niñas, niños y adolescentes ejerzan los derechos que
la legislación les reconoce; depende administrativamente de la municipalidad y desarrolla
su intervención en el marco de las normas, procedimientos y orientaciones técnicas
propuestos por el MIMP, a través de la Dirección de Sistemas Locales y Defensorías de
la Dirección General de Niñas, Niños y Adolescentes, en su calidad de ente rector del
Sistema Nacional de Atención Integral al Niño y al Adolescente.
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Los derechos generales y específicos que han sido reconocido en la Convención sobre los
Derechos del Niño, han permitido el desarrollo de diversas líneas de acción en torno a los
derechos que les asiste a niñas, niños y adolescentes, como por ejemplo el derecho a la
familia, a la protección, a ser escuchado, entre otros.
Cabe resaltar que, en esta gama de posibilidades, las acciones de promoción y defensa de
los derechos de la niñez y la adolescencia son de esencial importancia, debido a que
inciden en la valoración del ser humano y el bienestar familiar. En tal sentido, las
Defensorías del Niño y el Adolescente (DNA) contribuyen al gran objetivo de sensibilizar
y comprometer a la comunidad, influyendo en la construcción de una cultura de Respeto
y Buen Trato de nuestra niñez y adolescencia.
PRINCIPIOS
• El Interés Superior del Niño y del Adolescente. Considera que, frente a cualquier
decisión que afecte a niñas, niños y adolescentes se dará prioridad a lo que sea más
beneficioso para ellos.
• El Niño Como Sujeto de Derecho, por medio del cual las niñas, niños y adolescentes
son reconocidos como personas con derechos iguales a todo ser humano
• La No Discriminación, que hace referencia al hecho que los derechos son para todos
los niños y niñas sin importar raza, condición económica, cultural, social, etc.
• Priorizar el Desarrollo Integral de las niñas, niños y adolescentes.
• El cumplimiento de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, es tarea de cada
uno de los integrantes de la sociedad.
tenencia y régimen de visitas, siempre que no existan procesos judiciales sobre estas
materias;
• Conocer de la colocación familiar;
• Fomentar el reconocimiento voluntario de la filiación;
• Coordinar programas de atención en beneficio de los niños y adolescentes que
trabajan;
• Brindar orientación multidisciplinaria a la familia para prevenir situaciones críticas,
siempre que no existan procesos judiciales previos; y
• Denunciar ante las autoridades competentes las faltas y delitos cometidos en agravio
de los niños y adolescentes.
EL RESPONSABLE
Es una persona reconocida por la Comunidad. Puede ser representante de alguna
institución u organización de la sociedad civil, elegida para desempeñar este cargo.
LOS DEFENSORES
Son profesionales de cualquier disciplina, preferentemente relacionada con las ciencias
humanas y sociales. En los lugares que no se cuente con profesionales o en las
instituciones que por su naturaleza no cuentan con profesionales entre sus miembros, los
Defensores podrán ser personas reconocidas por la comunidad, debidamente acreditadas
para el ejercicio de sus funciones.
PERSONAL DE APOYO
Está conformado por personal administrativo y profesional que colabore con el servicio
y no tenga la condición de responsable, defensor, ni promotor - defensor.
DEFENSA
La defensa se concretiza a través de la atención de casos, el mismo que es el despliegue
de acciones organizadas para cesar un peligro o la vulneración de un derecho o restituirlo.
Es importante porque:
• Facilita el acceso a la justicia.
• Contribuye a la construcción de la paz social.
• Constituye un aporte de la des judicialización de los conflictos familiares en el país.
• Busca el bienestar de los niños, niñas y adolescentes, contribuyendo a su desarrollo
integral.
Cabe señalar que la DNA, no puede intervenir cuando el caso se encuentra tramitando en
el poder judicial.
VIGILANCIA
Acciones orientadas a que las Defensorías del Niño y del Adolescente conjuntamente con
la población organizada exijan el cumplimiento de los derechos de las niñas, niños y
adolescentes y de los servicios dirigidos a los mismos.
Es importantes porque:
• Promueve la participación directa y organizada de la población en el control del
cumplimiento de los derechos de la niñez y adolescencia, así como los servicios
dirigidos a los mismos.
• Promueve que la población asuma como uno de sus compromisos la exigencia del
cumplimiento de los derechos de las niñas, niños y adolescentes y los servicios
dirigidos a los mismos.
• La vigilancia no sólo sirve para identificar los problemas que se suscitan en diferentes
niveles, sino también para proponer alternativas de solución que normalmente son
fruto de consenso de un grupo de ciudadanos organizados.
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a) La Derivación
Es el acto a través del cual la D.N.A traslada total o parcialmente la atención del caso
a una instancia, autoridad o profesional según su competencia. Esta derivación se
realiza a través de una comunicación por escrito y otras acciones complementarias.
Es necesario señalar que las DNA tienen que derivar vía denuncia todos aquellos casos
que sean un delito.
b) La Conciliación Extrajudicial
Mecanismo alternativo para la solución de determinados conflictos familiares, sin
necesidad de iniciar un juicio. Para esto se cuenta con la participación del defensor,
quien promueve un acuerdo voluntario entre las partes, atendiendo al principio del
Interés Superior de la niña, niño o adolescente y dentro de lo que la Ley permite.
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c) El compromiso
Mecanismo alternativo para llegar a acuerdos que garanticen los derechos y
obligaciones del niño y del adolescente. Para esto se cuenta con la participación del
defensor, quien promueve el diálogo y la sensibilización de las partes a fin llegar a
acuerdos que beneficien al niño, niña o adolescente, atendiendo al principio del Interés
Superior de la niña, niño o adolescente y dentro de lo que la Ley permite.
SEGUIMIENTO
Es el conjunto de acciones que realiza la DNA a fin de:
• Verificar los avances.
• Realizar los ajustes de estrategias para alcanzar los resultados previstos lo que supone
evaluar el cumplimiento de los acuerdos y en caso de no estar cumpliéndose,
recomendar soluciones y correctivos.
• Lograr el total cumplimiento de los acuerdos en favor de las niñas, niños y
adolescentes.
• Identificar las limitaciones y dificultades.
b) Tenencia
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c) Régimen De Visitas
El padre o la madre que no vive con sus hijos, tiene derecho a visitarlos, para lo cual,
por acuerdo de las partes, se establecen días y horas de visita.
El Defensor realiza una serie de acciones que permiten a la persona que requiere el
servicio, solicitar la inscripción de la niña, niño o adolescente.
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b) La Matricula Oportuna
Son las acciones que realiza el defensor para que la niña, niño o adolescente sea
matriculado a una edad y tiempo adecuado.
Las Defensorías del Niño y el Adolescente pueden intervenir mediando ante las
autoridades del Centro Educativo y/o la Asociación de Padres de Familia (APAFA),
para que ante la ausencia de algunos requisitos solicitados para la matrícula, se haga
prevalecer el derecho a la Educación de nuestra niñez y adolescencia, brindándoles las
facilidades para ser matriculados.
c) La Atención Médica
Son las coordinaciones que realiza el defensor con los Centros de Salud
correspondientes en búsqueda de la atención médica oportuna para el niño, niña o
adolescente.
d) Detenciones Arbitrarias
Al respecto debe señalarse que nadie puede ser detenido excepto por dos causas
específicas:
1. Flagrante Delito, o
2. Mandato Judicial
Si el niño, niña o adolescente es detenido sin mediar ninguna de estas dos causas, el
Defensor podrá realizar las acciones necesarias que permitan la inmediata libertad del
detenido, como plantear el Habeas Corpus ante la autoridad competente.
Por ejemplo, ante un caso de este tipo la Defensoría podrá facilitar el apoyo psicológico
o la orientación legal, que corresponda. Además, debemos destacar la labor preventiva
que realiza la Defensoría, a través de sus acciones de promoción del derecho al buen trato
que tiene toda persona.
Esto significa que no sólo han de preocuparse de su creación, sino también de su adecuado
funcionamiento para que brinde un servicio de calidad.
Antes debemos aclarar que, si la iniciativa de tener una Defensoría parte de un grupo de
personas, éstas deben identificar o constituir una organización que pueda convertirse en
la Institución Promotora del servicio.
Pasos a seguir:
1. Definir y asegurar los recursos financieros y humanos con los que contará la
Defensoría. Por ejemplo, la instancia que quiera conformar una D.N.A deberá
convocar y asegurar la permanencia del personal necesario para el servicio, además
cubrir los costos de los materiales de oficina, formatos a utilizar y gastos para las
gestiones que deban llevarse a cabo.
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2. Definir la ubicación y el local donde funcionará la D.N.A., esto quiere decir que la
Institución Promotora deberá conseguir y garantizar un local en el que pueda funcionar
regularmente la D.N.A.
4. Asegurar que todos los miembros del equipo sean capacitados en el servicio de D.N.A.
7. Establecer redes de trabajo con aquellas instituciones de la comunidad con las cuales
se puedan realizar acciones conjuntas en bien de la niñez y la adolescencia de la
comunidad. Por ejemplo, la Municipalidad, la Parroquia, etc.
• Copia del documento que acredite la capacitación de los miembros que integran la
DNA.
• La solicitud de registro firmada por la máxima autoridad del servicio de defensoría.
• Además de aquello que esté especificado en las normas especiales que se dictan para
tal fin.
La realidad del trabajo infantil en nuestro país debe indignarnos. La cifra de un millón
seiscientos cincuenta mil niños y niñas que trabajan para sobrevivir nos increpa sobre qué
estamos haciendo para que esta situación se mantenga. No podemos considerarnos un
país en desarrollo si tenemos, además, a ochocientos mil niños que trabajan, incluso sin
tener la edad mínima, 14 años, para hacerlo, y lo hacen poniendo en riesgo su integridad
y su vida, empujados por sus difíciles circunstancias.
• Sensibilizar: A la población para que reconozca al trabajo infantil como una violación
de los derechos de los niños y niñas. La movilización social sobre el tema es
estratégica para proponer y demandar soluciones al problema.
• Lugar de Residencia.
• Labor que desempeña
• Remuneración
• Hora de Trabajo
• Escuela a la que asiste; y
• Horario de Estudios.
JORNADA DE TRABAJO
• El Trabajo de Adolescente entre los doce y catorce años, no excederá de cuatro
horas ni de veinticuatro horas semanales.
• El Trabajo del Adolescente entre los quince y diecisiete años, no excederá de seis
horas diarias ni de treinta y seis horas semanales.
Cabe precisar que, como lo señaló la CEACR, si bien el registro de los adolescentes
trabajadores debe estar a cargo del empleador, también puede recurrirse a «documentos
similares». Ese sería el caso, por ejemplo, del registro de adolescentes trabajadores a
cargo de entidades estatales, como son ministerios o gobiernos locales.
OBJETIVOS Y REQUISITOS
El Capítulo IV del Código de los Niños y Adolescentes, Ley N° 27337, regula todo lo
referido al «Régimen del Adolescente Trabajador». En ese sentido, desarrolla diversos
aspectos referidos al trabajo que pueden realizar los y las adolescentes, en concordancia
con lo dispuesto en diversos instrumentos internacionales ratificados por nuestro país:
El artículo 48 establece que dicha regulación se aplica a todas las y los adolescentes
trabajadores, ya sea que cumplan labores: a) en forma dependiente o por cuenta ajena, es
decir, estén bajo la dirección de un empleador; b) por cuenta propia o en forma
independiente, que implica la realización de actividades de manera autónoma; c) en el
ámbito doméstico, esto es, referido a las labores del hogar y; d) en el ámbito familiar.
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El artículo 50 establece que los adolescentes requieren autorización para trabajar. Esta
disposición guarda concordancia con lo señalado en el Convenio 138 OIT así como en
otros instrumentos internacionales que hablan de una «admisión» al empleo o trabajo.
En ese sentido, las personas menores de edad no pueden realizar libremente actividades
calificadas como laborales, sino que requieren de una autorización previa para ello. Esta
exigencia se justifica en el hecho que cualquier actividad laboral puede repercutir
negativamente en el ejercicio de los derechos fundamentales a la salud, educación, entre
otros. Así, para que una persona menor de edad entre al mundo laboral, se requiere
verificar antes si se dan las condiciones para ello.
En otros términos, las personas menores de edad pueden realizar actividades laborales,
siempre y cuando ello no impida ni vulnere el ejercicio de sus derechos fundamentales,
ni atente contra su proceso de formación y desarrollo. Por tanto, la autorización emitida
por el Estado acredita que se dan las condiciones para que las personas menores de edad
puedan trabajar, que además serán evaluadas periódicamente a través del sistema de
inspección de trabajo.
Sin embargo, ello no implica que se exonere de supervisión a dicho sector de adolescentes
trabajadores. Es por ello que el artículo 50 establece que el responsable de la familia
inscribirá al adolescente trabajador en el registro municipal correspondiente, con el
propósito que la información que se brinde pueda ser verificada posteriormente por el
sistema de inspección laboral, y de esta manera evitar situaciones de abuso y explotación.
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• En el caso de los trabajos domésticos, por cuenta propia o que se realicen en forma
independiente, son los municipios distritales y provinciales en el ámbito de su
competencia las entidades encargadas.
a) Nombre completo del adolescente: que debe incluir sus nombres de pila y apellidos
completos. Ello permitirá identificar correctamente a la persona menor de edad.
Asimismo, se debe consignar expresamente su sexo, lo que permitirá establecer
tendencias sobre género en materia de trabajo infantil, y así adoptar políticas públicas
adecuadas.
c) Fecha de nacimiento: que debe consignar los datos completos del año, mes y día. Ello
permitirá determinar si, a la fecha del registro, las y los adolescentes contaban con las
edades mínimas exigidas por la legislación para acceder al trabajo o empleo.
e) Labor que desempeña: se requiere establecer con precisión cuál es la labor que
desempeña la persona menor de edad en el mundo laboral, ya sea ante un empleador
o de manera autónoma.
En ese sentido, se requiere señalar de manera expresa y con el mayor detalle posible
el tipo de actividad que realizará la persona menor de edad. Este requisito es
importante para determinar si la labor a desempeñar constituye una actividad
permitida o entra en el ámbito de las actividades prohibidas, de acuerdo a lo
establecido en el Decreto Supremo N° 0032010-MIMDES. De darse este último caso,
evidentemente se rechazará la inscripción.
Así, se establece que para los adolescentes entre 12 y 14 años, la jornada de trabajo
no excederá de cuatro horas diarias ni de veinticuatro horas semanales que se refiere
al supuesto de los trabajos ligeros y para los adolescentes entre los 15 y 17 años, no
excederá de seis horas diarias ni de treinta y seis horas semanales. En ese sentido, el
registro debe consignar de forma exacta la cantidad de horas que trabajan las personas
menores de edad.
Adicionalmente, el registro sobre el horario también debe consignar si el trabajo se
realiza de manera diurna o nocturna este último se cuenta entre las 19.00 y las 7.00
horas. Y es que, de acuerdo a lo señalado por el artículo 57 del Código de los Niños y
Adolescentes, únicamente procede el trabajo nocturno para adolescentes siempre que
concurran los siguientes requisitos: a) el adolescente deberá tener entre 15 y 18 años,
y b) deberá contar con autorización judicial.
A partir de lo expuesto, es posible afirmar que en nuestro país el registro del adolescente
trabajador tiene carácter constitutivo toda vez que es únicamente a partir de la inscripción
y autorización que se reconoce la capacidad jurídica de los y las adolescentes para realizar
actividades laborales, aunque con ciertas restricciones.
Esta precisión es fundamental, ya que ello determina que, mientras las personas menores
de edad no se encuentren debidamente registradas, no podrán trabajar legalmente. Por el
contrario, si es que los y las adolescentes cumplen con todos los requisitos exigidos por
ley y son registrados, dicha inscripción implicará el reconocimiento de todos los derechos
laborales garantizados por nuestro ordenamiento jurídico.
El artículo 54 del CNA establece, como requisitos para otorgar la autorización a los
adolescentes trabajadores, que:
a) El trabajo no perturbe la asistencia regular a la escuela;
b) El certificado médico expedido gratuitamente por el sector Salud o la Seguridad Social
acredite la capacidad física, mental y emocional del adolescente para realizar las
labores;
c) Ningún adolescente sea admitido al trabajo sin la debida autorización.
d) En síntesis, se aprecia que dentro de nuestra legislación el trabajo adolescente procede
excepcionalmente, si se verifican determinadas condiciones destinadas a garantizar
los derechos fundamentales de las personas menores de edad, en especial los derechos
a la salud y a la educación.
Por otro lado, el artículo 457 del Código Civil establece lo siguiente:
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El menor capaz de discernimiento puede ser autorizado por sus padres para dedicarse a
un trabajo, ocupación, industria u oficio. En este caso, puede practicar los actos que
requiera el ejercicio regular de tal actividad, administrar los bienes que se le hubiese
dejado con dicho objeto o que adquiera como producto de aquella actividad,
usufructuarlos o disponer de ellos. La autorización puede ser revocada por razones
justificadas.
Sobre el particular, cabe señalar que la regulación prevista en el Código de los Niños y
Adolescentes, Ley N° 27337 de fecha 07 de agosto de 2000, se aplica de manera
preferente a la prevista en el artículo 457° del Código Civil por los criterios de
temporalidad (el CNA es posterior al Código de Civil) y especialidad (el CNA es la
norma específica en materia de niñez en nuestro ordenamiento jurídico, mientras que el
Código Civil es una norma general).
Esta interpretación respeta los estándares mínimos de protección sobre trabajo infantil
establecidos internacionalmente, además de considerar a la persona menor de edad como
sujeto de derecho. Sin embargo, a partir de la situación expuesta, es necesario que el
legislador revise toda la normativa sobre niñez y adolescencia contenida en el Código
Civil, a fin de verificar si existen incompatibilidades con las disposiciones del CNA o
con otras normas especiales.
a) En el caso del sector Trabajo, las entidades encargadas son el Ministerio de Trabajo
y Promoción del Empleo (MTPE) y los gobiernos regionales. Al respecto, la
erradicación del trabajo infantil constituye una función compartida entre el MTPE y
los gobiernos regionales, tal como lo establece el artículo 8.2.a de la Ley de
Organización y Funciones del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, Ley
Nº 29381.
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CONLUSIONES
En el Perú existe una amplia y variada protección para los niños y adolescentes
trabajadores; sin embargo, no se encuentran garantizados los derechos de los menores
trabajadores, esto por cuanto no existen medidas políticas efectivas dirigidas ha abolir el
trabajo infantil, para garantizar que los menores que trabajen no sean explotados, que
tengan adecuadas condiciones de trabajo y que se vigile el cumplimiento de sus derechos
laborales.
Es necesaria la implementación de un conjunto de medidas dirigidas a efectivizar el trato
de los menores trabajadores en condiciones de igualdad, aplicando para esto mecanismos
de igualdad positiva, otorgándoles mayores protecciones en aplicación del test de
proporcionalidad.
Es necesario crear los mecanismos y vías a nivel judicial para garantizar no sólo el
cumplimiento de los derechos laborales de los trabajadores menores, sino además esta
garantía debe ser rápida y eficaz, procurando el trámite más eficiente y de corto plazo.
Una de las medidas sería la capacitación de Jueces de Trabajo sobre principios como el
interés superior del niño, para cuando tengan que resolver una demanda de beneficios
sociales interpuesta por un menor.
Es necesario garantizar el acceso a la debida información de sus derechos a los menores
trabajadores, debiendo el Ministerio de Educación en coordinación con el Ministerio de
la Mujer promover cursos escolares que incluyan estos temas.
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BIBLIOGRAFÍA