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ANÁLISIS MUSICAL I
PARALELISMOS Y RETÓRICA
EN “DEPOSUIT POTENTES”
DEL “MAGNIFICAT”
DE J. S. BACH
liturgia. Extraído del Evangelio de Lucas 1:46-55, reproduce las palabras que -según este evangelista-
María, madre de Jesús, dirige a Dios en ocasión de su visita a su prima Isabel (Lucas 1:39-45), esposa
del sacerdote Zacarías. Isabel llevaba en su seno a Juan el Bautista (Lucas 1:5-25). Existen numerosas
composiciones sobre este texto a través de la historia, siento tamado también por Johann Sebastian
Bach.
Para la composición de esta obra, J. S. Bach divide la oración en doce números, asignando el
número ocho al verso Deposuit potentes de sede et exaltavit humiles (Derrocó de sus tronos a los
poderosos y ha exaltado a los humildes). Para este análisis, resulta de extrema importancia conocer la
traducción del texto en latín, pues al ser un obra de carácter religioso y además durante el período
barroco, se consideraba a la música como una excelsa herramienta para la comunicación efectiva del
Descripción armónica.
En los números anteriores al que nos ocupa, Bach establece armónicamente la tonalidad con
contundencia a través del número uno (Magnificat) y el número dos (Et exultavit). Posteriormente va
variando la tonalidad de los números, siempre en tonalidades de los grados de la escala de Re Mayor,
dominante del V de la escala de Re Mayor. En el cuadro 2 se pueden encontrar todas las tonalidades de
El full score original de este número presenta tres pentagramas: Violini all'unisono (Sol), Tenore
(Do en 4a línea) y Organo e continuo (Fa); armadura: Fa#-Do#-Sol#; compás: ¾. Es notable el hecho
de que hoy día, esta obra se interpreta tanto en afinación estándar vigente A=440 Hz., como en la
llamada “afinación barroca” A=415 Hz, alrededor de un semitono por debajo de la anterior.
PARALELISMOS Y RETÓRICA.
armónico. Este tema de catorce compases será el hilo conductor de este número.
Al aparecer el tenor a proclamar su enérgico mensaje en el compás quince, éste dibuja una línea
melódica que resulta ser una imitación casi perfecta -por lo menos durante los primeros ocho
sobre las sílabas acentuadas de cada palabra (-po-, -te- y -se-), ocupa dichos ocho compases para
presentar el verso Deposuit potentes de sede, protagonizado siempre por escalas descendentes,
aludiendo claramente al mensaje mismo del texto (“derrocó de sus tronos”). En este punto podemos
señalar las herramientas musicales que Bach quiso utilizar para enfatizar y convencernos -como la
retórica nos exige- del mensaje en curso. El descenso melismático presentado refuerza
consistentemente esa “deposición del trono” destinado a los antes empoderados. De la misma manera,
al proclamar et exaltavit humiles, comienza a remontar ascendiendo cada vez más en melodía
secuencial, llegando a un La agudo (clímax, nota más aguda) en exaltavit, descansando después con
descenso resolutivo en la palabra humiles, a la vez que, en esta primera resolución, lo hace
armónicamente en el III grado (relativo mayor). Cabe resaltar el cambio armónico en este punto: Se
vuelve a presentar el motivo principal de este número, pero en una variación de modo, pues se
convierte en modo mayor (La Mayor), desencadenado, como se dijo recientemente, a partir de
La Mayor (III grado), esta vez de siete compases. Inmediatamente, vuelve a presentar Deposuit
potentes de sede continuando con dicha modulación por cuatro compases, y se dirige una vez más al I
grado, a través de reafirmarse en el V7 por cuatro compases. Regresa una vez más a presentar
en los melismas del último exaltavit, a manera de coda, haciendo reposar descendentemente humiles en
Introducción (F#m) - Deposuit (F#m) – Puente (A) – Deposuit (A-F#m) – Outro (F#m)
CONCLUSIÓN.
Desde un análisis superficial encontramos muchos indicios claros sobre la intención reiterativa
de Bach sobre el mensaje de este texto. Siendo él de gran apego al cristianismo, específicamente a la
enseñanza luterana, cabría preguntarse por qué este número recibe una insistencia melódica dirigida a
dibujar sonoramente lo dicho en el texto. Bach siempre sostuvo que todo arte debía ser ejecutado
pensando en atribuir todo reconocimiento a Dios, y en segundo lugar, como regocijo para el ser
humano. ¿Podríamos, entonces, pensar que las diferentes formas en que Bach presenta este mensaje en
su obra pudieran denotar clamor y anhelo (modo menor), y por otro lado esperanza,certeza y regocijo
(modo mayor). También el impulso firme, decidido y acentuado -que por momentos se despega de la
sonoridad tradicionalmente barroca, incluso usando una voz de tenor no tan ligera como comunmente
se hace- nos parece denotar una gran contundencia en su manera de concebir musicalmente este texto.
Por supuesto, todo lo anterior dependería de un punto sustancial. Actualmente, más de 250 años
después de Bach, y después de la asimilación absoulta y quasi universal del lenguaje musical tonal,
hemos llegado al paradigma (natural o no, esa es otra discusión)de que el modo mayor tiende a
producir calma, alegría, tranquilidad, etc., y que el modo menor tiende a la tristeza, melancolía,
agresividad, etc. Pero, en el tiempo que se compuso esta obra, ¿se percibiría de la misma manera,
aunque no tan recalcitrante como hoy? ¿Habrá sido la intención de Bach con sus reiteraciones y
modulaciones llevarnos a esas conclusiones sensoriales? Pareciera no haber respuesta diáfana para esta
pregunta, sin embargo, vale la pena plantearla. Por otro lado, para efectos de interpretación actual,
tampoco debemos olvidar que, aunque no hubiesen sido las intenciones de Bach producir tales afectos,
hoy día sí los percibe así la mayoría, así que debemos tomarlo en cuenta para lograr interpretaciones
I. Re Mayor (I)
IV. Se enlaza al número anterior sin pausa en Si menor, pero termina en Fa# menor (iii) sin cambiar
la armadura.
V. La Mayor (V)
XII. Re Mayor.
El cántico de María
46 Entonces dijo María:
XVI. Se enlaza al número anterior sin pausa en Si menor, pero termina en Fa# menor (iii) sin
cambiar la armadura.
XXIV. Re Mayor.