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Teoría económica y

Estado del Bienestar.


Una aproximación

Fernando Salazar Silva¹

¹ Magíster en Estudios Políticos de la


Universidad Javeriana, Ph.D (c) en eco-
nomía de la Universidad de Sevilla, eco-
nomista de la Universidad del Valle.
Docente investigador Departamento de
Economía Pontificia Universidad Ja-
veriana Cali.
Recibido: Octubre 2005
Aceptado: Febrero 2006
Introducción foque teórico clásico, al no poder ex-
plicar esta última los hechos reales
El Estado de Bienestar, proceso (Keynes, 1991, p. 15).
institucional de gran recorrido históri- El punto de atención gubernamen-
co, es objeto en las décadas recientes tal giraba alrededor del problema de la
de un arduo debate en torno a las im- distorsión del mercado laboral (alta
plicaciones de sus funciones en la co- tasa de desempleo), y Keynes lo rela-
hesión social, lo cual amerita que se cionó con la deficiencia en la demanda
esboce algunas claves interpretativas efectiva, como consecuencia de los
para la discusión. bajos niveles de consumo e inversión
Este artículo, que procura brindar productiva. Bajo este panorama, la ac-
una serie de elementos para la reflexión, tuación del Estado permitiría que el
se estructura en dos epígrafes. En el gasto público influyera, por un lado,
primero, se abordan las unidades mí- de manera directa en el consumo y la
nimas del Estado del Bienestar lo que inversión, y por otro, el uso de las po-
se ha denominado clásico. El segundo líticas fiscales y monetarias. En Key-
se bosqueja una reflexión de la teoría nes, pues, se encuentra su objeto teó-
económica. rico que ratifica la intervención del
Estado, sin que la intervención quede
1. El Estado de bienestar establecida de forma explícita por la
clásico doctrina keynesiana.

El Estado de bienestar es el punto Momentos que favorecen el


de convergencia entre el objetivo de origen y la consolidación
primer orden (el desarrollo del merca- de los Estados de bienestar
do) y el de segundo orden (concep- El profesor Muñoz de Bustillo
ción protectora). Esta nueva forma de (2000) considera cuatro elementos
concebir el orden social se apoya en para el origen y consolidación de los
tres principios básicos. El contrato Estados de Bienestar. En primer lugar,
social, el mercado autorregulado y el la revolución industrial, que expresa la
seguro (González Seara, 2000, p. 119). ruptura con el orden social vigente y
El resultado teórico de Europa se su cohesión social y el fortalecimiento
localiza en la concepción de Keynes del mercado como expresión de la rela-
expresada en su “Teoría General de ción social; en segundo lugar, la cons-
la ocupación, el interés y el dinero”, trucción de propuestas sociales y po-
publicada en 19362. La postura de Ke- líticas reales, alternativas al capitalis-
ynes concedió una ruptura con el en- mo; en tercer lugar, la presencia de la

2
La primera edición inglesa de 1936 se titulaba The General Theory of Employment,
Interest and Money. En el presente artículo se maneja la editada por el Fondo de
Cultura Económica del año 1991.

128 TEORÍA ECONÓMICA Y ESTADO DEL BIENESTAR. UNA APROXIMACIÓN


ideología que se fundamenta en el prin- Es pertinente hacer notar que la
cipio político de sostener el Bienestar revolución industrial, en la línea del
Social, y por último, la aceptación de profesor, (Muñoz de Bustillos, 2000, p
la intervención estatal presente en la 22) deteriora las redes de seguridad y
obra de Keynes. por ende el bienestar de los trabajado-
res; tal deterioro se acentúa aún más
La revolución industrial cuando no se acompaña de un creci-
El profesor Muñoz de Bustillo miento del ingreso y su impacto en las
(2000, pp. 20) argumenta que el capita- condiciones de vida material de los tra-
lismo favorece la dependencia de los bajadores. Situación que hubiese per-
individuos de las decisiones de otros, mitido la constitución de mecanismos
situación que origina una ampliación alternativos de seguridad:
de su inseguridad y su vulnerabilidad “la revolución industrial tiene una pri-
económica3. Considera además que la mera fase que cubriría grosso modo el
Revolución Industrial deteriora las for- último cuarto del siglo XVIII y la prime-
mas de seguridad forjados en las so- ra mitad del siglo XIX, en donde el im-
ciedades preindustriales4, lo que se tra- pacto sobre el nivel de vida de los traba-
jadores muy probablemente fuera nega-
duce en un desarraigo de los viejos
tivo, aunque sin llegar a “niveles asiáti-
esquemas de sujeción y un encuentro cos”, para, a partir de entonces, empe-
de incertidumbre con las nuevas re- zar una senda creciente hasta nuestros
presentaciones de organización social5 días” (Muñoz de Bustillo, 2000, p. 23).

3
Los instrumentos de atención social constituidos en el siglo XVI con la ley de los
pobres, se resquebrajaron por los intereses del liberalismo económico del siglo XVIII.
Aparece por ejemplo la renta mínima en forma de abono salarial, como elemento
constitutivo de protección social (Polanyi, 1989, p. 151)
4
Las leyes de los pobres responden a los desarreglos del mercado, en este sentido
manifiesta Trevelyan (1946, 246) que más de un millón de personas, es decir, la
quinta parte de la población total de la nación (Inglaterra), recibían limosna ocasional-
mente, la mayoría en forma de auxilio pagado por las parroquias.
Para el caso de Alemania de Bismarck, en otro momento histórico, se discutía el
control de los trabajadores por parte del Estado no sólo a través de la represión sino
a través de medidas que favorezcan y dividan a los trabajadores (en Navarro, 2000, p.
76).
Para ampliar el caso de la constitución del Estado de Bienestar en Alemania véase
Gómez de Pedro (2002, capítulo III, p. 217- 236)
5
En esta misma línea argumentativa se ubica Ashford cuando manifiesta que el primer
capítulo de la aparición de los Estado de Bienestar tuvo como objetivo modificar las
reglas de juego de ayuda caritativa o providencial (1989, p. 345).
Una reflexión detallada de carácter histórico-teórico sobre las condiciones de preca-
riedad social en Inglaterra lo hace Villarespe (2002). En el texto aparece tratado de
manera seria el trabajo de Webb, S y Webb B.

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Sobre la distribución de la renta, la nente la intervención creciente en los
revolución provoca de manera gene- asuntos laborales, procurando con
ralizada en las economías europeas al- ello, la estabilidad de la eficacia y efi-
tos grados de desigualdad durante el cacia del sistema (Muñoz de Bustillo,
siglo XIX. Si bien hay un impacto so- 2000, p. 28).
bre el ingreso, también tiene efectos La importante presión del movi-
sobre las condiciones de vida de los miento obrero en el diseño de políti-
individuos, al no crearse de manera cas sociales, crea la oportunidad para
adecuada acceso a bienes como la sa- que el Estado asuma la protección so-
lud, la educación, entre otros. cial y garantice la legitimidad de la ins-
Frente a esta situación, se da comien- titucionalidad. La aparición de estos
zo a la presión social en términos de la movimientos supone la génesis de es-
creciente demanda de protección social, trategias alternativas a las del merca-
lo cual desemboca en la institucionaliza- do, sin embargo, representan políticas
ción de las mismas. Aparecen movimien- compensatorias por parte del Estado,
tos sindicales y de ciudadanía que pro- debido a que los grupos de trabajado-
tagonizan papel preponderante en la res quedan inscritos dentro de la lógi-
constitución del Estado de Bienestar ca del capital:
(Muñoz de Bustillo, 2000, p. 25). “La corrección por el Estado de los efec-
tos disfuncionales de la sociedad indus-
Movimientos alternativos trial competitiva, no sólo es una exigen-
La dinámica del mercado si bien cia ética, sino también, una necesidad
generó distorsiones en las condicio- histórica, pues hay que optar necesaria-
mente entre la revolución y las reformas
nes de vida, las soluciones a partir de
sociales” (Garcia-Pelayo, 1991, p. 353)6.
la gestión pública no logró conseguir
resultados que minimizaran el descon- Si bien la literatura que hace refe-
tento social, esto se agudizó en la me- rencia al Estado de Bienestar pone de
dida que la ausencia de una alternati- relieve en la reforma social como me-
va política distinta al mercado no con- canismo para contener los partidos
siguió consolidarse. socialistas, no hay que desdeñar que
La aparición de la militancia sindi- detrás de las reformas se encuentra un
cal llevó al Estado a diseñar mecanis- propósito político consistente en ade-
mos para incorporar el descontento de cuar a la “nueva” masa de trabajado-
los trabajadores a su interés. Los dis- res a la lógica del sistema económico7.
tintos gobiernos consideraron perti-

6
Podría ampliarse con detalle este punto a partir del tratamiento que esboza Dolleans
(1969, 28)
7
Con referencia a Hayek (1985) no es explicable la confrontación del discurso liberal
ortodoxo a las reformas sociales con la posición del exceso de paternalismo del
Estado de Bienestar.

130 TEORÍA ECONÓMICA Y ESTADO DEL BIENESTAR. UNA APROXIMACIÓN


Componente ideológico de mercado y del papel del Estado.
Uno de los aspectos que llama la Cuando se hace referencia a los
atención en la configuración del Esta- pilares del Estado de Bienestar, se toma
do de Bienestar, después de la segun- como principio la teoría económica
da guerra mundial, es la importancia keynesiana, y su aplicación en Europa
del elemento ideológico del partido de a través del Plan Marshall
gobierno. A partir del aporte de Adam Smith,
El profesor Muñoz de Bustillo (2000, recogido en la Riqueza de las Nacio-
pp. 30-33) muestra que la relación ideo- nes, las premisas de acción de la Ha-
logía-Estado de Bienestar presenta una cienda Pública giraron alrededor de los
serie de contradicciones desde comien- elementos de economía política de libre
zos del siglo XX hasta entrados los mercado8. A partir de mediados del si-
años setenta (70). En algunos momen- glo XX se presentó un cambio dirigido
tos parece que hay un efecto marginal a la intervención del Estado.
entre la postura ideológica y la consoli- El cambio del modelo teórico, para
dación del Estado de Bienestar, pero en comprender el funcionamiento del sis-
otros se evidencia una fuerte relación tema capitalista, podría parcialmente ser
entre ambas al explicarse las altas tasas explicado a través de un suceso histó-
de transferencias. rico, el crack de la bolsa de Nueva
“Habrá que esperar a la aparición de las York, el 11 de septiembre de 1929 y la
primeras críticas al Estado de Bienestar, subsiguiente crisis de los años 309.
tras el desencadenamiento de las crisis Keynes10 brinda una exégesis al-
económicas de los setenta, para que la
ternativa del funcionamiento de la eco-
ideología pase a tener un papel impor-
tante a la hora de explicar el grado de nomía, en la que el desempleo consti-
beligerancia con respecto a la implica- tuye un problema inherente al capita-
ción pública en la solución de los pro- lismo, y esboza una justificación teóri-
blemas de bienestar social” (Muñoz de ca a la intervención del Estado con el
Bustillo, (2000, p. 32). objeto de contrarrestar el desempleo.
De manera categórica ofrece una solu-
El cambio de interpretación del fun- ción de orden práctica a un problema
cionamiento agregado de la economía concreto, a través de una interpreta-

8
En el primer capítulo del libro V Smith precisa los espacios de la actividad económica
en los que se legitima la intervención del Estado: defensa, justicia, gastos de manteni-
miento de la dignidad del soberano y gastos de obras e instituciones públicas.
9
Véase el clásico libro sobre el Crack del 29 de J.K. Galbraith (1974).
10
El punto neurálgico de la obra de Keynes es la explicación de la no vigencia de la Ley
de Say. Keynes atribuye a la demanda el papel activo en la economía. Ahora bien,
hace énfasis en el gasto público como variable operativa. Tal como lo esgrime Guerre-
ro (1997, p. 30) Keynes es un liberal coherente con el sistema y esto no le es un
obstáculo para recurrir a la intervención del Estado para salvar el capitalismo.

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ción teórica distinta a la del modelo aparentemente contrapuestos, como
clásico o neoclásico, tal como lo mani- premisa legitimadora de la reproduc-
fiesta Muñoz de Bustillo (2000, p.38): ción del capital, tanto por parte de los
“el análisis keynesiano conduce a un trabajadores y el Estado:
cambio radical en la interpretación del “En resumen, el Estado de Bienestar
Estado como agente económico, ya que pretendía hacer al capitalismo liberal eco-
a las “funciones clásicas” se le suma la nómicamente más productivo y social-
de actuar, mediante la gestión de la de- mente más justo. La prueba de ello, iba a
manda efectiva, como garante del pleno ser su funcionamiento a lo largo del tiem-
empleo”. po. El capitalismo de bienestar de la
postguerra funcionó bien, tanto en tér-
A partir de la publicación de la Teo- minos económicos como sociales, que
ría General se da comienzo a una nue- su éxito sirvió para respaldar los supues-
va base teórica para poder soportar el tos integradores recogidos en las recetas
Estado de Bienestar. Es conveniente de Keynes y Beveridge (Mishra, 1992,
p.33).
aclarar que si bien el Estado de Bien-
estar y el keynesiano son diferentes, Otro elemento a considerar es el
el primero tiene el fundamento prácti- contenido social, el cual se garantiza
co y doctrinal de la Teoría General. desde el Estado a sus miembros a tra-
vés de un conjunto de servicios so-
Los pilares del Estado de
ciales mínimos. Uno de los aportes del
bienestar
Estado de Bienestar, en este orden, es
El Estado de Bienestar se puede
la nueva concepción de ciudadano,
particularizar a partir de lo que se co-
ahora con investidura de derechos los
noce como el “Pacto Keynesiano”
cuales van a ser garantizados12.
(Anisi, 1989), el cual tiene como obje-
to establecer la cohesión social a tra-
El Pleno Empleo
vés de la incorporación de los trabaja-
Entre las consideraciones que plas-
dores al crecimiento económico11, es
ma Keynes en la Teoría General, una
decir, con esto se evita tasas de des-
de ellas está dirigida a la eliminación
empleo creciente. La absorción de
del desempleo, la distorsión del fun-
mano de obra al proceso productivo
cionamiento más preocupante del mer-
es un elemento clave en la generación
cado laboral. La comprensión del Es-
del crecimiento. El acuerdo deviene del
tado de Bienestar se hace difícil con la
hecho de la convergencia de intereses

11
Este modelo de regulación del ciclo económico contiene un elemento de orden políti-
co, consistente en integrar por la vía política a la clase obrera. De esta manera se
legitima el sistema de mercado.
12
La orientación del Estado en sus funciones económicas y políticas tiene impacto en
el contexto constitucional al interior del Estado Social de Derecho. Cuyo objetivo es
regular particularidades de la relación social.

132 TEORÍA ECONÓMICA Y ESTADO DEL BIENESTAR. UNA APROXIMACIÓN


presencia de altas tasas de desempleo, go la generación de valor económico.
debido precisamente a que el Estado La reforma social de rentas mínimas y
tiene como objeto la sostenibilidad del de prevención de la pobreza, en sus dis-
mercado laboral13. tintas dimensiones, han sido los baluar-
tes del Estado de Bienestar clásico.
Provisión universal pública de En los actuales momentos de trans-
servicios sociales formaciones de la organización econó-
El conjunto de servicios sociales mica mundial, se está recrudeciendo la
mínimos es concretado por el Estado a marginalidad y la pobreza, no encon-
través de la provisión generalizada y trándose soluciones políticas por par-
pública de los servicios sociales, en- te de los diferentes Estados, ponien-
tre los que se puede contar, la salud, la do así en riesgo la estabilidad del sis-
educación y las pensiones. tema (Galbraith, 1992, p. 38). En defini-
Después de la Segunda Guerra tiva, tres pilares que han sostenido con
Mundial, los Estados de Bienestar en mayor o menor fortuna el Estado de
Europa se pueden caracterizar por el Bienestar desde mediados del siglo
modelo socialdemócrata, cuya premi- XX, pero que, ahora, en el arranque
sa es la universalidad, una oferta cre- del nuevo siglo, parecen debilitarse
ciente de servicios sociales de alta ca- sin remedio y sin que se atisbe un
lidad, una presencia significativa de la modelo alternativo de una solidez equi-
producción pública, y la financiación valente. El modelo que parece declinar
a través de impuestos generales (Mu- se inscribe en lo que Bauman (2002,
ñoz de Bustillo, 2000, p. 41). p.126) denomina “ética moderna” y
“orden moderno” y deriva en su re-
Actitud vigilante ante la marginación
forma a un “orden posmoderno”. El
y la pobreza: garantía de un nivel de
vida mínimo. cambio de un orden a otro viene ca-
Este es uno de los componentes del racterizado por pasar:
“de la regulación normativa a la seduc-
Estado de Bienestar que más atención
ción, de la planificación política a las re-
ha recibido después de la Segunda Gue- laciones públicas, de la obligación a la
rra Mundial. El objeto consiste en limi- publicidad. Pienso que lo que sustenta
tar situaciones de marginalidad y de todos estos cambios es el hecho de que
pobreza14 que pueden acabar la cohe- los organismos centralizados y estrecha-
sión social del sistema, poniendo en ries- mente administrados que se encargaban

13
Según Castell y Bosh (1998, p. 22) keynes asumía que el sistema capitalista sólo
sobrevivir si se reformaba, y consideraba mecanismos de acuerdo entre los capitalis-
tas y los trabajadores.
14
Muñoz de Bustillos (1989, p. 12) define la revolución keynesiana como un conjunto
de actuaciones públicas tendientes a garantizar a todo ciudadano de una nación, por
el mero hecho de serlo, el acceso a un mínimo de servicios que garanticen su supervi-
vencia.

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de la tarea de la integración social la han cho menos la presencia de una teoría
cedido a las “fuerzas del mercado”, fun- hegemónica:
damentalmente dispersas y descoordi- “No es sencillo resumir la esencia de
nadas”. ese pensamiento anti-keynesiano, en
parte porque está formado por un con-
Entramos, según Bauman, en un junto muy distinto de propuestas teóri-
periodo posmoderno o mejor de “mo- cas, en algunos casos contrapuestas en-
dernidad líquida”, definida como “la tre sí, que sin embargo comparten una
modernidad menos sus ilusiones” misma evaluación (negativa) de la inter-
(Bauman, 2002, p. 106). vención pública, abogando por la vuelta
a un estado residual que permita la libre
La crisis del Estado del actuación del mercado en el mayor nú-
bienestar mero posible de campos de la actividad
humana”(Muñoz de 2000, p 51).
La propuesta de cohesión social a
través del Estado de Bienestar, en su
El Estado de Bienestar en su con-
acepción socialdemócrata, sigue su
cepción keynesiana establece una fuer-
curso a pesar del enfoque teórico
te conexión entre los fundamentos eco-
neoclásico, si bien es cierto, que han
nómicos y la acción política15. Recuér-
empezado a ser redefinidas algunas de
dese que la Teoría General es un so-
sus premisas, continua siendo de gran
porte económico para el propósito
importancia para asegurar la generación
político de sostenibilidad del sistema
y reproducción de capital. De los pila-
capitalista:
res que se han mencionado, el de pro-
“En verdad el mundo no tolerará por
visión universal de los servicios socia- mucho tiempo más la desocupación que,
les sigue persistiendo. Y no obstante, aparte de breves intervalos de excitación,
el crecimiento económico que se regis- va unidad –y en mi opinión inevitable–
tra en la mayoría de los países de Euro- al capitalismo individualista de estos
pa, el desempleo, la pobreza y las des- tiempos; pero puede ser posible que la
igualdades se evidencia de manera agu- enfermedad se cure por medio de un aná-
da. El contexto de la organización so- lisis adecuado del problema, conservan-
cial actual actúa bajo un crecimiento que do al mismo tiempo la eficiencia y la
libertad” (Keynes, 1991, p. 335)
se puede considerar excluyente.
Hoy en día algunas teorías van
En las actuales circunstancias, la
ganando espacio en la explicación del
generación de desempleo y desigual-
nuevo modelo de Estado de Bienestar.
dades puede ser explicada a través de
Tal como lo manifiesta el profesor
la ausencia de consenso entre las pre-
Muñoz de Bustillos, incluso no pue-
misas económicas y la práctica política.
den ser todas del orden liberal ni mu-

15
Lo particular en Keynes fue haber establecido la relación entre el orden social y el
desarrollo económico. Situación contraria a la planteada por la escuela liberal orto-
doxa que asumía la igualdad como producto del desarrollo económico.

134 TEORÍA ECONÓMICA Y ESTADO DEL BIENESTAR. UNA APROXIMACIÓN


2. El fin del pacto “El signo de la economía de nuestros
keynesiano y la revolución días es su extraordinaria indiferencia en
neoconservadora relación a este problema -se refieren a la
preocupación continua y visible por la
conexión entre teoría y realidad-. En sus
Una de las preocupaciones en la
momentos álgidos, la “fuerte teoriza-
dinámica del Estado de Bienestar ac- ción” del presente periodo alcanza un
tual, es el distanciamiento entre las dis- grado de irrealidad que sólo se puede
tintas perspectivas de análisis de la comparar con la escolástica medieval”
ciencia económica. Los profesores (Heilbroner y Milberg, 1998, p. 18).
Heilbroner y Milberg en su texto so-
bre “la crisis de visión en el pensa- Los profesores Heilbroner y Mil-
miento económico moderno”16 presen- berg enfatizan que la ausencia a la que
tan una postura de gran interés frente se han referido, puede replantearse si
a este tema. Las autores toman como se considera como punto fundamen-
punto de apoyo el concepto schum- tal la visión del pensamiento económi-
peteriano de “situación clásica”. co, es decir su relación con el mundo
El aporte de los profesores gira al- real (esto evita tratar a la economía
rededor de la ausencia en el contexto como mercado). Hoy en día se está más
de la historia del pensamiento econó- inclinado a la realización de análisis
mico reciente de un interés común so- confundiéndose economía con éste,
bre las condiciones de la realidad eco- llegando a creer que el análisis econó-
nómica y política. A diferencia de los mico puede existir como una cierta cla-
modelos clásicos, neoclásicos y key- se de estudio social desencarnado
nesianos los cuales tenían un interés (Heilbroner y Milberg, 1998, p. 21).
común del mundo real, hoy en día, no Cuando se habla de la relación del
podríamos referirnos con tanta certi- pensamiento económico y el mundo
dumbre (Heilbroner y Milberg, 1998 p. real, se está haciendo referencia a una
16). Otro elemento que consideran los reflexión analítica de los problemas
autores es la falta de “visión” del pen- económicos apoyados en los “macro-
samiento económico. fundamentos” en donde lo económico
El contexto de crítica en el que se va más allá del mercado, al respecto el
ubican los autores para mostrar esta profesor Anisi manifiesta:
ausencia de interés común alrededor “esa perspectiva económica en la
del mundo real, la buscan en la forma que Jerarquía, Mercado y Valores se
como está siendo dirigida la teoría eco- interrelacionan, excluyen, apoyan...
nómica norteamericana: permite contemplar de forma adecua-

16
El libro fue publicado en 1995 por Cambridge University Press. Su traducción al
español la realizó Paidós en 1998.

CUADERNOS DE ADMINISTRACIÓN/ UNIVERSIDAD DEL VALLE/ N° 35/ ENERO - JUNIO DE 2006 135
da aquello que es y fue el auténtico Una de las razones que se puede
núcleo de la economía: las relacio- esgrimir de esa ausencia de visión,
nes de poder” (1992, p 35). puede atribuirse a la crisis que se dio
en el año 1973 y que ha repercutido a
El llamado de atención que se po- lo largo del siglo XX en la ciencia eco-
dría plantear es que en las actuales cir- nómica (Anisi, 1995, p. 67). La crisis
cunstancias la teoría económica no económica está relacionada con la pér-
incorpora en sus estudios analíticos dida de legitimidad ideológica del la
las contradicciones del sistema. En la propuesta keynesiana sobre el Estado
medida que los conflictos sociales no de Bienestar, esto no significa que la
sean reconocidos, la economía no po- crisis económica haya puesto en en-
drá dar cumplimiento de su visión, es tredicho el Estado de Bienestar, sino
decir del estudio de las condiciones que la puesta en entredicho del Esta-
de la realidad humana. do de Bienestar fue la crisis económi-
ca (Anisi 1995, p. 70).
Crisis de la ciencia económica y el
Estado de Bienestar El consenso keynesiano.
Las formulaciones teóricas clásica, Su visión
marginalista y keynesiana cumplían Si se continúa con la relación mun-
una función estabilizadora del sistema do real y teoría como contexto explica-
económico (Heilbroner y Milberg, tivo del pensamiento económico, se
1998, p. 38), lo que se reflejaba para el puede explicar la génesis de la propues-
caso del keynesianismo por ejemplo, ta keynesiana. Antes de la interpreta-
en calmar las incertidumbres de los ción del mundo real desde la perspec-
hombres con la configuración del Es- tiva keynesiana, la presencia del enfo-
tado de Bienestar. Hoy en día, la teoría que marshalliano explicaba dicha rela-
económica, como es concebida, no ción a través de la premisa determina-
cumple esa función estabilizadora. Los ción de los precios, pero después de
economistas no dirigen la economía la segunda guerra mundial aparecen
hacia la resolución de los conflictos los ciclos de negocios ya no presente
sociales: en Marshall (Heilbroner y Milberg,
“el fracaso a la hora de alcanzar una nueva 1998, p. 52), sin embargo, el ciclo de
situación clásica es el resultado del giro negocios no se constituiría en la vi-
equivocado, en términos de visión, que
sión del pensamiento económico y se
tomó el pensamiento económico cuando
se enfrentó a una encrucijada a princi- plantea desde Keynes la determina-
pios de la década de los años setenta” ción de la demanda agregada17. que se
(Heilbroner y Milberg, 1998, p. 39). convertiría en el interés común del pen-

17
No obstante se da continuidad al sistema de precios

136 TEORÍA ECONÓMICA Y ESTADO DEL BIENESTAR. UNA APROXIMACIÓN


samiento económico y pilar para acer- rritorios e individuos a la lógica del va-
car la teoría al mundo real (Heilbroner lor. Se consolidó de esta forma el Esta-
y Milberg, 1998, p. 52), es precisamen- do de Bienestar (pacto keynesiano)
te esta situación lo que legitimaría la “aquel que permitió, en Occidente, tras
constitución del Estado de Bienestar: la Segunda Guerra Mundial, la interre-
“...el análisis económico debía ser recons- lación y apoyo mutuo entre el capitalis-
truido para llevar los problemas agrega- mo desarrollado y lo que hemos venido
tivos a corto plazo al centro de la esce- a denominar Estado de Bienestar. El re-
na. Las cuestiones microeconómicas, en sultado de ese pacto...permitió el diseño
torno a las cuales se había organizado la de una política económica donde queda-
tradición neoclásica, fueron dadas de ba garantizado el pleno empleo del ca-
lado” (Barber, 1984, p. 218). pital y el trabajo, se ofrecían altos tipos
de beneficio, y se establecía una red de
La propuesta de Keynes aporta al seguridad para los ciudadanos en gene-
ral y para los asalariados en
análisis económico el papel de la incerti-
particular”(Anisi, 1989, p. 241).
dumbre y las expectativas. Con ello, se
establece una nueva forma en la solu- Son varios los argumentos que
ción de los problemas de orden econó- pueden explicar el deterioro del objeto
mico y la mediación política del Estado18: funcional en la relación teoría-mundo
“...John Maynard Keynes y el grueso
real (visión). Uno de ellos, radica en
de los economistas del siglo XX, no tu-
vieron ni siquiera la preocupación ante que el enfoque keynesiano fue inca-
la ampliación del tamaño del Estado: más paz de mostrar un cuerpo teórico rigu-
aún, la recomendaron como la mejor for- roso de la inflación.
ma de resolver los problemas económi- Otro de los argumentos de orden
cos” (Rodriguez Braun, 2002, p. 20). analítico es la imposibilidad de la eco-
nomía keynesiana para asumir el con-
La crisis del pacto keynesiano. cepto de estanflación en su estructura
La economía keynesiana contribu- (Heilbroner y Milberg, 1998, p. 82). Se
yó a la estabilidad del sistema capitalis- traduce lo anterior en el sentido de que
ta, incorporando una serie de mecanis- el modelo no pronosticó la reestructu-
mos19 que le permitió al sistema hacer ración y desestructuración del ámbito
converger intereses aparentemente económico y político20.
contrapuestos (intereses del colectivo Otro más que podría explicar la cri-
humano y del Estado) e incorporar te- sis del keynesianismo es la manera
18
El Estado de Bienestar fue el centro gravitacional de la racionalidad (eficiencia econó-
mica e igualdad social).
19
Para el Estado la redistribución es una necesidad económica, mediante el cual se garantiza
el crecimiento. Es preciso políticamente este análisis para garantizar la cohesión social.
20
Al respecto O´connor (1972, p. 19-20) esgrime que los fallos son reflejos del mismo
sistema. Muestra que la intervención estatal en la sociedad capitalista está colmado
de contradicciones.

CUADERNOS DE ADMINISTRACIÓN/ UNIVERSIDAD DEL VALLE/ N° 35/ ENERO - JUNIO DE 2006 137
como abordó el dinero. La política fis- se sustentan en el empleo por parte de
cal no tuvo la capacidad predictiva las unidades económicas de la infor-
para frenar la inflación. mación disponible en el mercado, de
La crisis del keynesianismo, si bien esta manera, predicen racionalmente el
puede explicarse en términos del ca- impacto de las decisiones estatales y
rácter analítico, podría ser explicada, actúan de acuerdo a las expectativas
además, por el refinamiento que reali- que han construido (Ekelund y Hebert,
za el sistema capitalista en los instru- 1992, p. 585). En la línea que se ha ve-
mentos que garantizan el proceso de nido presentando el artículo, es impor-
acumulación de capital, en donde las tante resaltar, que las expectativas ra-
reglas de juego en la relación Estado- cionales deben interpretarse desde la
Sociedad cambian para mantener la posibilidad que tiene en términos de
regla fundante (el valor económico). su carácter comprensivo de la realidad.
Quedan por presentar dos escue-
La nueva visión del pensamiento las, la neoclásica y la neokeynesiana.
económico. Una revisión critica. La escuela neoclásica encaja el suelo
Con respecto al declive del mode- macroeconómico sobre premisas ma-
lo keynesiano hay un consenso gene- croeconómicas (preferencias y tecno-
ralizado en los círculos intelectuales, logía) con el objeto de hacer inmune
sin embargo, la nueva tarea con res- su estructura a la mediación política
pecto a los posibles modelos radica del Estado (Heilbroner y Milberg,
en la manera como podrían establecer- 1998 p. 111). El asumir las premisas de
se la relación del mundo real y la teoría merado autorregulado y optimalidad
(visión). Emergió el monetarismo pero social, deja por fuera los conflictos
este fracasó como expresión teórica entre los hombres y se presenta como
(Heilbroner y Milberg, 1998, p. 100- contradicción debido a que la ciencia
103). Recuérdese que el monetarismo economía aborda los problemas socia-
fue presentado como la propuesta de les, al respecto (Heilbroner y Milberg,
la derecha contra el pacto keynesiano, 1998, p. 114) exponen:
alrededor de la asistencia pública y la “al formalizar y situar al individuo -el
preferencia por los impuestos como supuesto agente representativo- en el
pilares del Estado de Bienestar. centro del análisis, los neoclásicos han
Una de la teoría que surgió como eliminado todos los aspectos sociales del
posible escuela que sustituía al key- comportamiento como el poder, el com-
nesianismo fueron las expectativas ra- promiso y los valores. A efectos prácti-
cos, han eliminado lo individual o el mis-
cionales, la cual se apoyó en una me-
mo individuo. Una insistencia en la so-
nor fragilidad analítica (Mankiw, 1990) ciabilidad de los agentes implica un en-
Las expectativas racionales (“nue- foque muy distinto de la economía”
va macroeconomía clásica” o “mone-
tarismo II”), fue una escuela apoyada Con respecto a la escuela neokey-
en apreciaciones certeras del futuro, nesiana según Heilbroner y Milberg

138 TEORÍA ECONÓMICA Y ESTADO DEL BIENESTAR. UNA APROXIMACIÓN


(1998, p. 118), esta no reduce el papel deba desarrollarse (...) en el mundo real”
activo de la administración pública: (Heilbroner y Milberg (1998, p. 121-122).
“lo que convierte en “nuevos” a los mo-
delos neokeynesianos es que se cons- Lo que se venido tratando hasta
truyen sobre el fundamento explícito de estos momentos es la presentación de
comportamientos basados en las expec- las distintas escuelas y su relación con
tativas racionales y guiados por la reali- las condiciones de realidad, es decir,
zación de toda oportunidad existente lo que se ha denominado “visión”.
para maximizar el bienestar individual”.
Para que la visión sea un hecho, se-
gún Heilbroner y Milberg (1998, p.
El propósito es mostrar que la maxi-
124), los economistas examinan tres
mización no es condición suficiente
elementos categóricos.
para generar resultados del orden
El primero de ellos consiste en el
neoclásico si el mercado no actúa como
cumplimiento de las exigencias de la
asignador eficiente de recursos. Si-
sociedad en lo que concierne a la ex-
guiendo a Heilbroner y Milberg (1998,
plicación de los problemas de carácter
p. 119) se puede observar que la es-
social y económico. El segundo ele-
cuela neokeynesiana más que garanti-
mento es la incorporación de la políti-
zar la relación mundo real-teoría, pone
ca en la explicación de hechos econó-
su acento en dar respuesta al argu-
micos concretos y por último, consi-
mento neoclásico de la imposibilidad
derar que la defensa del mercado es
de desempleo involuntario en el libre
una acción política.
mercado. Se convierte así la escuela
neokeynesiana en una postura cons-
Una explicación del
testaria al modelo neoclásico, en lugar fracaso actual en la
de ocupar un espacio en la construc- relación teoría-mundo real
ción de una nueva visión económica. Se ha señalado de manera sucinta
Al margen de esta critica, hay una que la configuración del Estado de
consideración que acerca a esta escuela Bienestar y consolidación del mismo,
a los neoclásicos y monetaristas, y es la obedece fundamentalmente al sopor-
presencia de su enfoque desde la oferta, te teórico e ideológico de corte keyne-
contrario a la propuesta de la demanda siano, cuyo objeto fue someter los pro-
de los keynesianos. Así se pone de re- blemas económicos a la disciplina de
lieve un interés en las fallas de mercado: orden político, y además mantener muy
“la economía neokeynesiana se parece estrecha la relación entre la teoría y las
cada vez más a un juego jugado con y condiciones de realidad social21.
contra otros economistas -de cuyos re-
En el modelo keynesiano se reco-
sultados nada depende mucho excepto el
prestigio académico- que a un asunto que noce que la intervención del Estado
21
Hay que aclarar que la política en la escuela keynesiana no se instaura en el momento
inicial de la relación social sino que se coloca después. De esta manera se considera
entonces que la política está a un lado de las relaciones de poder.

CUADERNOS DE ADMINISTRACIÓN/ UNIVERSIDAD DEL VALLE/ N° 35/ ENERO - JUNIO DE 2006 139
en el proceso económico tiene como na, es el divorcio que se presenta en-
objetivo la corrección de las imperfec- tre ciencia económica y sistema capi-
ciones económicas y sociales que son talista25 (Heilbroner y Milberg, 1998,
generadas no mecánicamente. El Esta- p. 135), pues la ciencia económica con-
do debe establecer las condiciones cebida en la actualidad se ubica de
adecuadas para que el aparato produc- manera inexorable en el mercado, y no
tivo sea próspero22. Pero no le limita al se explora la relación ciencia económi-
mercado que se constituye en el prin- ca y sistema capitalista:
cipio rector de la realidad. El modelo “en realidad el significado de ‘econó-
Keynesiano de esta forma rompe con mico’ sería ininteligible fuera del capita-
las escuelas anteriores. Esta situación lismo (...) La psicología, la sociología y
podría explicar el declive del keynesia- la política no incluyen al desempleo, o al
crecimiento desigual, en sus preocupa-
nismo ya que las nuevas escuelas im-
ciones conceptuales o analíticas. Lo que
ponen como única forma de relación quiere decir que existen aspectos de un
social al mercado (ley natural); por orden capitalista que no se pueden en-
consecuencia estas escuelas tratan la tender sin la economía; o por darle la
investigación económica por fuera del vuelta, quiere decir que la economía no
sistema capitalista y la ubican en el se puede aprender o utilizar sin hablar
mercado23. La comprensión de los fe- de capitalismo” (Heilbroner y Milberg
nómenos sociales a partir de las leyes 1998, p. 144).
naturales dificulta que las nuevas es-
cuelas expliquen la realidad social y Para terminar, una de las dificulta-
puedan consolidar la relación teoría- des que han tenido las escuelas eco-
mundo real que es el terreno de legiti- nómicas hoy en día es poder garanti-
midad del Estado de Bienestar24. zar la relación teoría-mundo real desde
Otra dificultad para que las nue- la misma configuración del sistema. A
vas escuelas reemplacen la keynesia- medida que se aproxima el siglo XXI,

22
Galbraith (1974, p. 25) argumenta que cuanto más capital se compromete en la
empresa será tanto más arriesgado fiarse de las respuestas espontáneas de las necesi-
dades del consumidor.
23
A diferencia de Keynes, hoy se ha vuelto a la tradicional ortodoxia económica; prime-
ro se crece y luego se distribuye. Habría que agregar que hoy en día las leyes del
mercado es una condición no sólo del contexto mercantil sino del orden político. La
organización de las relaciones sociales no dependen de las relaciones de poder sino
que son el resultado de una premisa técnica (economicismo). Así la teoría económica
establece relación con una sociedad que ha excluido sus variables que no competen a
las del mercado.
24
Galbraith (1992) hace hincapié en las condiciones sociales precarias dentro de la
economía americana, lo que se traduce en un descontento social creciente.
25
Recuérdese que el capitalismo como organización social es de carácter sociopolítico,
legitima el mercado y la presencia de espacios públicos y privados.

140 TEORÍA ECONÓMICA Y ESTADO DEL BIENESTAR. UNA APROXIMACIÓN


la desaparición de un corpus plausi- pudiesen responder adecuadamente a
ble de la teoría económica se torna los intereses del Estado a través de las
cada vez más costoso en términos de garantías de la condiciones para que
establecer los fundamentos para polí- actuaran como individuos de mercado
ticas eficaces para mitigar los retos y constitutivos de Estado. Hoy por hoy,
futuros (Heilbroner y Milberg (1998; este propósito se ha ido desvanecien-
pp. 149-150). do a medida que las escuelas económi-
cas intentan explicar problemas del mer-
Conclusiones cado y deja por fuera los problemas
sociales del sistema capitalista como
Hasta bien entrado el siglo XX, la organización social.
relación entre las ciencias económicas
y el Estado de Bienestar posibilitaron Bibliografía
el reconocimiento de la actividad eco-
nómica y la seguridad social. Entrados ANISI, D., (1992). Jerarquía, Mercado,
los ochenta, la profundización de las Valores. Una Reflexión Económica so-
condiciones de precariedad social re- bre el Poder, Alianza Editorial, Madrid.
flejada en la creciente desigualdad en ASHFORD, D., (1989). La aparición de
la distribución del ingreso y en la cons- los Estados de Bienestar, traducción,
B. Gimeno, Ministerio de Trabajo y
titución de una sociedad excluyente,
Seguridad Social, Madrid.
han ocasionado la pérdida de legitimi- BARBER, B., (1984), Strong Democracy.
dad por parte de la sociedad hacia el Participatory Politics for a New Age,
Estado de Bienestar. University of California Press, Berke-
La deslegitimación del Estado de ley.
Bienestar podría estar explicada a la BAUMAN, Z., (2002) Modernidad líqui-
largo de las transformaciones del pen- da. Fondo de Cultura Económica,
samiento económico (responsable de México.
imprimir la base teórica). Los cambios CASTELLS, A y BOSCH, N., (1998). El
futuro del Estado de Bienestar, Civi-
en el horizonte de cada una de las re-
tas, Madrid.
cientes escuelas (expost a la Keyne- BANDRÉS, E., El Estado de bienestar en
siana) consistente en sustituir el obje- España: entre los logros del pasado y
tivo de la organización social por la la oportunidad de las reformas. De-
del mercado, esto ha ocasionado que partamento de Estructura e Historia
las escuelas dejen de lado el compo- Económica y Economía Pública, Zara-
nente humanista del sistema capitalis- goza, Universidad de Zaragoza. s/f.
ta como construcción histórica. DOLLEANS. E., (1969). Historia del
En este sentido, hay que conside- Movimiento Obrero. Ed. ZYX. Ma-
drid.
rar que el EB fue constituido en sus
EKELUND, R. y HEBERT, R., (1992).
comienzos, con el objeto de que los ciu- Historia de la teoría económica y de
dadanos, sin distingo de estrato social, su método. Mc Graw Hill, Madrid.

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