La estructura que presentan los textos argumentativos suelen ser de carácter muy lógicos, ya que

se tratan básicamente de presentar una situación y exponer una tesis. Sin embargo, gran parte de
su éxito, se basa en esa organización (en su claridad y orden). La mayoría de estos textos se
articulan en torno a cuatro partes:

1. Introducción; Se presenta el tema y el autor busca la captación de interés del público

(oyentes, receptores).

2. Exposición de la tesis: Se expone la idea fundamental y a continuación se desea defender. La

formulación de la tesis se suele presentar con brevedad y sencilla.

3- Argumentación: Se intenta apoyar, demostrar la tesis aportando diferentes argumentos o

refutando las ideas contrarias. Para ilustrar estos argumentos, se suelen aportar ejemplos que
demuestren las afirmaciones que hacemos

4. Conclusión: Se recuerda lo más relevante y se insiste en la idea fundamental que se ha

pretendido demostrar.

La tercera (argumentación), es realmente la que desarrolla el pensamiento del autor y la que

contienen la justificación de su tesis. Esta suele apoyarse en diversos tipos de argumentos como
ejemplificación, analogía, porcentajes… Aunque cada texto adopta una disposición diferente en
función de la temática, objetivos e intención del autor, los textos humanísticos suele presentar
sus ideas mediante la exposición, argumentación o incluso ambas. Se emplean ideas
argumentativas, tanto para dar fuerza a los argumentos del autor como para refutar las ideas
contrarias.

El ensayo es la principal forma literaria, de carácter expositivo- argumentativo. Es el principal

subgénero didáctico de carácter humanístico y se caracteriza por ser amplio y abierto en cuanto
a temática, enfoque y planificación. Se trata de textos escritos, con una extensión variable.
Puede ofrecer una visión objetiva o subjetiva. Abarcan temas muy variados para los que no es
imprescindible una fundamentación científica.

Con el ensayo, se pretende convencer al receptor, de un determinado punto de vista. Emplea

recursos expresivos y poéticos en ocasiones. Así, detrás de cada autor de ensayo está siempre
presente una cierta voluntad de estilo, la cual es propia de la función poética del lenguaje.

RESUMEN:

Los géneros literarios son cauces expresivos para elaborar el texto literario. Mediante la
descripción, narración, dialogo, exposición y argumentación, podemos construir mensajes
literarios de carácter lirico, ensayístico, dramático. Por tanto los textos literarios no solo existen
sino que tiene una clara funcionalidad, son útiles. Todo estudio literaio8Teorico, critico o
practic0) implica el concepto de género. Incluso un lector no especializado en la literatura,
también se acerca a un texto literario en esta perspectiva. Sería muy costoso que cada texto
literario tuviera que pararse a pensar que es aquello, sino que sabe que se va a encontrar. Por lo
tanto, lo que hemos dicho, es un texto muy útil. No hay que olvidar que el género literario es
una realidad cambiante, sino que evolucionan al igual que la sociedad. Muchas veces, el éxito
de una obra, depende de la valorización o desvalorización de un género.