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II
➢ Bernardo dice: “escucha a uno que lo experimentó”17, “fíate de mi
experiencia”18.
En sus Sermones sobre el Cantar de los Cantares afirma claramente
que la unión extática del alma con Dios era, para él, una experiencia
familiar19. Claro que añadía que era incomunicable: quien no lo ha sentido
no puede saber lo que es20, y quien la ha sentido es incapaz de describirla.
Y aunque hubiese podido hacerlo, no habríamos adelantado mucho, porque
el éxtasis es estrictamente individual, y la experiencia de uno nada nos
enseña acerca de lo que puede ser la experiencia de los demás. Pero sí es
posible investigar y exponer sus causas y las condiciones de su posibilidad.
➢ Bernardo dice. “...sus palabras serán absolutamente incapaces de
expresar ni lo que percibirá entonces, ni siquiera cuanto ahora
experimenta”21.
En su exposición no recurre tanto a los razonamientos, aunque cuando
es necesario lo hace, sino que utiliza bellos juegos de palabras, que son
juegos de sonidos y juegos de sentido.
III
El hombre ha salido de Dios y desea retornar a El. El punto de partida
de este retorno es la humildad, tema que Bernardo trabaja desde el
comienzo de su obra. El punto de llegada es el amor, al que nunca dejó de
cantar. Estas dos realidades son, en primer lugar, asuntos de experiencia,
después objetos de reflexión y por último principios de acción. Primero
consideremos el punto de partida: la experiencia de la humildad.
22 San Bernardo, Tratado sobre los grados de humildad y soberbia, XXII, 57.
23 Ver addenda.
24 San Bernardo, Sermones sobre el Cantar de los Cantares, 43, 4.
25 San Bernardo, Sentencias III, 97.
➢ Bernardo dice: “La desobediencia produce la muerte: lo sabemos
por experiencia, ya que por ella morimos todos”26.
Se desciende por los peldaños de la soberbia. Con un fino
conocimiento de la psicología humana describe los pasos del soberbio:
curiosidad, ligereza, alegría tonta, jactancia, singularidad, arrogancia,
presunción, defensa de los propios pecados, confesión ostentosa, rebelión,
libertad en pecar y costumbre de pecar.
➢ Bernardo dice: “...no creo que el mal sea irreparable, porque
conozco la habilidad y misericordia del médico, que tantas veces he
experimentado en mis gravísimas dolencias”27.
Esta “teología de la compunción”28 se origina en la experiencia
personal, y a la vez universal, del pecado, de la lucha interior. Bernardo ha
experimentado justamente en su propia miseria el amor misericordioso de
Dios, el amor sanante del médico. Junto al realismo profundo del que
procede la humildad, se encuentra, a la luz de los Evangelios y de Pablo,
esa esperanza segura que da valor y optimismo en la búsqueda, saberse ya
redimido en y por Cristo. Esto explica como este gran contemplativo haya
podido ser al mismo tiempo un asombroso hombre de acción29.
El conocimiento de sí mismo en sus miserias y virtudes, como dones de
Dios, no es fruto de una pura introspección humana, sino un conocerse a sí
mismo como Dios nos conoce, con muestras miserias pero con su
misericordia30. Pasemos entonces al análisis de la experiencia del amor.
2
➢ Bernardo dice: “...solo puede aprenderlo la experiencia. El que
goce de esta experiencia, lo identificará enseguida. El que no la
tenga arda en deseos de poseerla, y no tanto para conocerla como
para experimentarla”31.
El alma humana alcanza el punto culminante del conocimiento cuando,
en el éxtasis en que el alma se separa, en cierto modo, del cuerpo, se vacía
y se pierde a sí misma para gozar de un especie de contacto o fusión con
Dios. Se produce la deificación del alma por el amor. Solo la caridad puede
obrar esta maravilla de una unión perfecta en una distinción radical de
seres. Armonía de voluntades, pero no confusión de sustancias.
Dios Amor en un acto de pura caridad creó al hombre a su imagen.
Imagen que se encuentra principalmente en la voluntad, en el libre
IV
➢ Bernardo dice: “no olvidemos que aquí la inteligencia no capta
sino aquello que percibe la experiencia”39.
Hemos mostrado que la condición y el resultado de la teología de
Bernardo es la experiencia madura de la fe. Esta acontecía cada día en
medio de una comunidad de hermanos que participaban todos de la misma
miseria y de la misma gracia, que sufren todos la misma humillación y que
pretendían retornar a Dios en la schola caritatis.
➢ Bernardo dice: “Los que se convierten de corazón son los que viven
en el claustro, libres de toda preocupación y completamente
dispuestos para experimentar qué suave es el Señor”40.
Hemos visto como analiza e interpreta a la luz de la fe esta experiencia,
dando al mismo tiempo una justificación doctrinal de su propia vida de
monje, de la vida monástica, o mejor dicho, de la vida cristiana en el
peregrinar hacia la experiencia deseada de la visión de Dios.
➢ Bernardo dice: “Saboreamos la esperanza, no la experiencia”41.
“Con la experiencia segura de cada día experimentamos, porque él
55 Estamos directamente ante el problema de la relación Deus y divinitas planteado por el platonismo
boeciano de Gilberto de la Porrée, que en el fondo es el de la essentialitas divina planteado pero no
resuelto por el platonismo agustiniano, al que adhiere paradójicamente el mismo Bernardo.
56 San Bernardo, Tratado sobre la consideración, V, 16.
inteligencias metafísicas. Como dice el mismo Bernardo “sea ya éste el
final del libro, pero no el de nuestra búsqueda”57.
Pedro Edmundo Gómez
21 de marzo de 2003. Fiesta del Transito de San Benito
Monasterio “Nuestra Señora de la Paz”
San Agustín, Córdoba.
BIBLIOGRAFIA:
Fuentes:
SAN BERNARDO, Obras completas de San Bernardo, Edición bilingüe,
BAC, VIII tomos, Madrid, 1990.
Estudios:
GILSON, Etienne, La Filosofía en la Edad Media, Editorial Gredos,
Madrid, 1982.
---La thélogie mystique de Saint Bernard, Vrin, Paris,1934
LECLERCQ, Jean, Esperienza spirituale e Teologia, Jaca Book, Milano,
1990.
---Bernardo de Claraval, Edicep, Valencia, 1991.
PENCO, Gregorio, Medioevo Monástico, Studia Anselmiana 96, Roma,
1988,
VILANOVA, Evangelista, Historia de la Teología Cristiana I, Barcelona,
Herder, 1987.
57 Idem., V, 32.