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Fideicomiso testamentario: una alternativa

para evitar la sucesión


Patrimonio - cómo administrarlo: Esta opción es más costosa, pero más
eficiente que la donación; sirve para bienes registrables, como inmuebles,
vehículos, sociedades o empresas, pero no para efectivo o acciones

Cecilia Boufflet PARA LA NACION MIÉRCOLES 16 DE NOVIEMBRE DE 2016

H asta hace poco más de un año era habitual ver cómo quienes se acercaban a la
edad de retiro hacían una donación en vida de sus bienes para sus futuros
herederos para evitar el costoso y burocrático proceso sucesorio. Pero desde que entró
en vigencia el nuevo Código Civil y Comercial esa herramienta cayó en desuso y la
reemplazaron los fideicomisos, más costosos pero también más eficientes a la hora de
organizar el patrimonio.

Desde que rige el nuevo marco regulatorio, la donación en vida de bienes registrables
se volvió un instrumento que técnicamente se denomina "imperfecto", porque la
decisión puede ser objetada durante los primeros 10 años. Por lo tanto, si un padre le
donara a su hijo un inmueble, venderlo sería muy complejo, porque el comprador
sabrá que durante una década existe el riesgo de que esa donación sea cuestionada y
revertida, lo que baja el precio de esa propiedad.

La herramienta que reemplazó a la donación es el fideicomiso testamentario, pero no


es para todos los bienes y es un trámite que puede duplicar el costo de una donación
en vida. La ventaja es que, para las familias que tienen un patrimonio considerable, el
trámite puede ser más económico que el de sucesión, y en la provincias de Entre Ríos
y Buenos Aires permite postergar los costosos impuestos a la herencia. "El impuesto
no se pagará al momento de constituirse el fideicomiso sino cuando el beneficiario
reciba el bien", explica el escribano Juan Sanclemente.

En el fideicomiso, el dueño de los bienes los asigna a un administrador, que se


encargará de la gestión de las propiedades según las reglas y condiciones que dispuso
el propietario. Si el creador del fideicomiso fallece, el administrador se encarga de
ejecutar su deseo, que puede ser simplemente repartir los bienes entre los herederos
-como en una sucesión tradicional- o continuar con la administración en el
fideicomiso y distribuir las ganancias entre los herederos luego de una cantidad de
años. En caso de que los herederos sean menores de edad, por ejemplo, puede
establecer que el administrador continúe con el fideicomiso hasta que el todos los
hijos cumplan la mayoría de edad.

La escribana Maritel Brandi Taiana explica que se puede afectar a un fideicomiso todo
tipo de bienes, pero dependiendo del caso concreto, podría ser una ventaja para los
bienes registrables, que quedarían en una situación imperfecta desde el cambio del
código con una donación. Se refiere a inmuebles o vehículos, ya que el impacto sobre
títulos o dinero en efectivo es menor, por cuanto respecta de estos bienes el anterior
instrumento (donación) sigue siendo válido. De esta manera, a diferencia de la
donación, que determina el destino final de los bienes, "el fideicomiso habla del flujo y
permite definir a quién se destinará la ganancia de la producción de esos activos,
según las disposiciones del propietario original", añade.

El nuevo Código elevó del 20% a 33% la porción de la herencia que se puede asignar
libremente a quienes no sean herederos forzosos y establece un tercio adicional de las
porciones legítimas para aplicarlas como mejora estricta a descendientes o
ascendientes con discapacidad, concepto del que el Código hace una descripción tan
amplia que deja al dueño de los activos un margen de maniobra mucho mayor al que
tenía con el anterior texto.
Pros y contras del fideicomiso y su comparación con la donación y sucesión

Ventajas

El trámite es más económico que la sucesión y más eficiente que la donación, ya que
esta última puede ser objetada durante 10 años. Además, en las provincias de Buenos
Aires y Entre Ríos permite postergar el costoso impuesto a la herencia hasta el
momento de la transferencia, es decir, cuando el beneficiario reciba el bien.

Desventajas

El fideicomiso testamentario puede hasta duplicar el costo de una donación en vida y


no es para todos los bienes, sino que sólo abarca a los registrables. Es decir, incluye
vehículos, inmuebles, sociedades o empresas registradas en la Inspección General de
Justicia (IGJ), pero no es para dinero en efectivo, acciones o títulos públicos.

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