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4.

- QUE ES LO MAS SOBRESALIENTE DE LA EXPEDICION DE VICENTE


YAÑEZ PINZON Y JUAN DIAZ DE SOLIS

En aquella remota parte del mundo que hoy se llama América llegó en el año 1492;
con la ayuda y la fe de los Reyes Católicos de España ; un marino aventurero y
explorador llamado Cristóbal Colón. Como por arte de magia tal
descubrimiento abrió las puertas para los futuros aventureros. Dicho acontecimiento
histórico significó para los valientes y osados héroes de aquella España legendaria:
La Conquista, Posesión y Dominio de un Nuevo Mundo.
Héroes que heredaron el espíritu de los guerreros que lucharon durante 800 años
para recuperar el territorio hispano; perdido por la ocupación musulmana. Uno de
estos héroes fue con seguridad el explorador Don Juan Díaz de Solís navegante y
conquistador español nacido en Lebrija (Sevilla) en 1470.
En marzo de 1508, el Rey Fernando convoca en Burgos al obispo Fonseca, Américo
Vespucio, Vicente Yáñez Pinzón marino de Cristobal Colón y Juan Díaz de Solís.
Varias decisiones son tomadas con respecto a la peligrosa Ruta de las Indias por
tierra ; intentaban buscar la ruta de las Especias, por mar para evitar a los continuos
asaltantes de caminos. Pasaron parte del tiempo explorando el Mar Caribe desde
el Golfo de Paria (Venezuela) hasta la costa nicaragüense en la zona de
Veragua descubierta por Colón en su cuarto viaje a fin de encontrar un canal o
un mar abierto hacia el oeste. El mando de la expedición es confiado a Solís, en
el mar, y a Yáñez Pinzón, en tierra. El Piloto principal sería Pedro de Ledesma,
quien había hecho el viaje al norte de Veragua con Colón. La expedición embarca
en dos navíos: la “Magdalena” y la “Isabelita”. Al no encontrar el paso buscado,
rodean la península de Yucatán y se adentran en el golfo de México hasta los
23,5º de latitud Norte.
En la expedición del 29 de junio de 1508 llegan cerca de Santo Domingo, de donde
envían un mensaje a Ovando. Después prosiguen su ruta hacia Cuba, las costas de
Nicaragua y Honduras. Desde ahí remontan al norte, descubriendo el golfo Dulce,
el Cabo de Las Hibueras y las costas de Yucatán ; pero no encuentran un pasaje
hacia el oeste, y regresan a España en agosto de 1509.
Solís consiguió atraer la atención del rey Fernando "el Católico", el cual, por su
capacidad y pericia como marino, lo consideró como primer candidato al puesto de
piloto mayor de Castilla, a la muerte del célebre Américo Vespucio en febrero de
1512. De este modo, Solís se convirtió en sucesor del florentino y en almirante de
la flota del descubrimiento de la Española. El rey pide entonces a Solís efectuar otro
viaje a fin de encontrar el paso hacia la Ruta de las especias.
Quiere organizarlo en 1512, en compañía de su hermano Francisco de Solís y del
portugués
Juan Enriques, pero el rey de Portugal es puesto al corriente del proyecto y protesta
vivamente para que sea suspendido. En 1513 Vasco Núñez de Balboa descubre el
Mar del Sur (Océano Pacífico) en Panamá, lo que refuerza la idea española de
encontrar un estrecho entre los océanos.Después de haber nombrado a Pedrarias
Dávila Gobernador de « Castilla del Oro », el rey encarga a Juan Díaz de Solís (el
24 de noviembre de 1514) un viaje de descubrimiento de este famoso estrecho a la
altura de Panamá, desde donde él deberá recorrer aún 700 leguas o más hacia
el occidente (hasta las islas Molucas).
Esta vez los preparativos de la expedición se hacen en secreto para evitar las quejas
portuguesas.Juan Díaz de Solís debe preparar su expedición en Lepe, y recibe en
secreto 4000 ducados de oro. El viaje se hará a bordo de tres navíos, con 60
miembros de tripulación, y provisiones para dos años y medio. Será acompañado
por Juan de Ledesma, Pedro de Alarcón y Francisco de Marquina.
Solís emprendió su último viaje en la búsqueda del paso transoceánico por lo que
partió desde el puerto de Sanlúcar de Barrameda el 8 de octubre de 1515 planeaba
atravesar el Pacífico hasta alcanzar el Extremo Oriente. Así pues partió con tres
carabelas, tras realizar una breve escala en la isla de Tenerife, Solís rumbó hacia la
costa del Brasil. Llegaron a la altura del cabo San Roque con Rumbo sur hasta el
cabo de Cananea (25º 3´ de latitud sur) y proseguir hasta la isla que Juan Díaz de
Solís bautizaría la Plata (Santa Catalina), después hacia la bahía de los Perdidos
(27º), y bordeando las costas, arribar a la isla de San Sebastián (cerca de la isla de
los Lobos).

Solís navegó lentamente hacia el sur a la vista de tierra descubriendo la bahía de


Babitonga (noreste del actual estado de Santa Catarina), bahía en la cual encontró
un puerto al cual llamó de San Francisco, pasó por la isla de Santa Catarina,
prosiguió explorando la costa hoy riograndense y la uruguaya alcanzando Punta del
Este el 20 de enero de 1516. Allí tomó posesión de la tierra en nombre del rey de
España, llamando al lugar Puerto de Nuestra Señora de la Candelaria;
actual Montevideo. En febrero del 1516 recorrió toda la costa brasileña y llegó a
unas islas uruguayas, que llamó con el nombre de Torres y de allí siguió hacia el
oeste adentrándose en lo que ellos pensaban que era mar, al darse cuenta que era
agua dulce lo bautizaron como Mar Dulce y más tarde su nombre fue cambiado por
Rio de Solis y finalmente se impondría el actual y mítico nombre de Río de la Plata
por el reflejo de la Luna sobre el río. Esta enorme extensión de agua dulce configura
el estuario de los ríos Paraná y Uruguay.

Así pues la expedición de Solís, siguió por el Río de la Plata, y fondeó después en
una isla que se llamaría San Gabriel, en la que Solís dejó sus dos Carabelas de
mayor calado, en tanto que con la tercera navegó hacia el norte hasta la isla que
bautizó con el nombre de Martín García.

Desembarcó en tierra con unos cuantos hombres dejando el grueso de la expedición


en las otras dos Carabelas mencionadas con anterioridad. Pero pronto los indios se
percataron de aquellos nuevos intrusos por lo que asaltaron e incendiaron por
sorpresa el asentamiento de los expedicionarios españoles.

Tras largas jornadas de lucha fueron torturados y sometidos a las prácticas de


canibalismo que era común en estos territorios. Cuando el resto de la expedición
vieron que la avanzadilla de Solís no daba muestras de vida, fueron a buscarlos y
descubrieron un escenario bastante sangriento; el jefe de la expedición; Solís había
sido devorado por un ritual caníbal en la creencia de estas tribus; de que si comías
el corazón de tu enemigo robabas su fuerza y poder. La muerte de sus
compañeros había corrido la misma suerte.

Alertados de esta masacre; esta vez no fueron sorprendidos y pronto se entabló otra
encarnizada lucha.

5.-
7.- EXPEDICIÓN DE HERNÁN CORTÉS A MÉXICO EN 1519

Meses antes, cuando Pedro de Alvarado regresó a Cuba enviado por Juan de
Grijalva e informó al gobernador de la isla Diego de Velázquez lo que habían
descubierto y de la riqueza hallada, lo que comprobó con los obsequios que había
enviado Moctezuma. Velásquez se aprestó de inmediato a organizar otra expedición
y nombró capitán de la tercera expedición hacia Yucatán a Hernán Cortés , quien
ocupaba el puesto de alcalde de Santiago, en Cuba.
Diego Velázquez, le entregó un pliego de instrucciones a Hernán Cortés sobre
tomar posesión de las tierras, anexarlas a la Corona, colonizar, catequizar, etcétera;
pero, según las instrucciones secretas, Cortés debería tomar posesión de los
territorios y regresar con las ganancias; Velázquez era junto con Cortés los
principales socios capitalistas de dicha empresa.
Cerca a la fecha de partida, Velázquez empezó a dudar de la lealtad de Cortés y
quiso retirarlo del cargo pero éste audazmente y desobedeciendo al gobernador,
aceleró su salida y zarpó de Santiago de Cuba en la noche del 18 de noviembre de
1518. De allí partió con rumbo a la Villa de la Trinidad y posteriormente a la Villa de
San Cristobal de la Habana (en esos momentos en la costa sur), donde completó
su aprovisionamiento en hombres, suministros y pertrechos. Velásquez trato de
aprehenderlo desde el momento mismo que emprendió la travesia pero sus
esfuerzos fueron infructuosos ante la astucia, la capacidad de negociar y el don de
convencimiento de Cortés.

Finalmente el 18 de febrero de 1519 partió con once naves, cerca de seiscientos


hombres entre soldados y tripulación, doscientos nativos esclavos, diecinueve
caballos, catorce cañones y mucho armamento.Tres días después llegaron a la isla
de Cozumel en donde ya se encontraba Pedro de Alvarado por haberse adelantado
al grueso de la expedición, allí fue reprendido por haber entrado en un poblado
nativo y robado algunas gallinas, objetos y algún que otro ídolo y eso contravenía
las órdenes de Cortés de ganarse la amistad y favores de los nativos.
De allí pasaron a Cabo Catoche en Yucatán, donde encontraron a Jerónimo de
Aguilar, un sobreviviente de un barco que zozobró. Aguilar pasó nueve años como
esclavo de un jefe maya. Cortés enlistó a Aguilar; sus conocimientos de los mayas
era de valor incalculable para el explorador.
El 12 de marzo llegaron a la ciudad maya de Potonchán, capital del reino de
Tabscoob, con quienes se enfrentaron y vencieron en la Batalla de Centla. Allí
fundaron el 25 de marzo a Santa María de la Victoria, primera población española
en México. Los nativos de Tabasco los abastecieron con alimentos y una intérprete
de nombre Malintzin, quien fuera conocida posteriormente como la Malinche.
Siguiendo la ruta de Grijalva navegaron la costa mexicana hasta llegar a las playas
de Chalchicueyecan frente a la isla de San Juan de Ulúa, en donde el viernes santo
22 de Abril de 1519 Cortés dió orden de desembar e iniciar la construcción del
campamento en la playa. Allí mismo fueron reconocidos por emisarios del
emperador Moctezuma quienes se presentaron con suntuosas ofrendas.
Finalmente para liberarse de la servidumbre al gobernador Velazquez y así
proseguir con sus planes de conquista, a finales de mayo en una improvisada
ceremonia, Cortés fundó la Villa Rica de la Vera Cruz en nombre y bajo la autoridad
de su majestad el Rey. Desde allí emprendió su campaña conquistadora que
culminó con la caida de México - Tenochtitlán el 13 de agosto de 1521. Ver
también: Crónica de la Fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz

8.- CONQUISTA MATERIAL

Esta se refiere a la apropiación de las tierras, de los bienes como el oro, objetos
valiosos, el mimo hombre y mujer (indígena o lugareño) que el conquistador lo hace
esclavo o prisionero. Esta conquista básicamente, se realizó a través de fuerza y
violencia.
Esta representada por el poder militar desplegado por España contra los pueblos
indígenas de América y las formas de sometimiento administrativas. Existen
4 etapas históricas en el desarrollo de la conquista.

Primera etapa: representa los primeros momentos expedicionarios de Hernán


Cortes, desde su salida de Cuba hasta la fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz
y su desobediencia al poder que representaba el gobernador de Cuba, Diego
Velásquez. Destacan ademas de Cortes, Pedro de Alvarado, Bernal Diaz del
Castillo y Francisco de Montejo, ademas de Malinalli y Jerónimo de Aguilar como
interpretes del español al maya y del maya al nahuatl.
Segunta etapa: ubica a Cortes en su entrada al interior del territorio mesoamericano,
hacia Tenochtitlan hasta confirmar la alianza con los tlaxcaltecas. El objetivo era
apropiarse del poder y de las riquezas del imperio mexica. Se aprecio ampliamente
las grandes diferencias en la tecnología armamentista utilizadas por ambas culturas.
Tercera etapa: refleja la llegada de los Españoles al Valle de México, el recibimiento
de Moctezuma y la famosa batalla en la que los españoles huyen de Tenochtitlan,
desarrollándose la llamada " Noche Triste".
Cuarta etapa: significa el sitio y la caída de México Tenochtitlan y la conquista del
interior de lo que hoy es el país.
9.- A QUE SE REFIERE LA NOCHE TRISTE
La Noche Triste, fue una de las derrotas que sufrieron los españoles al enfrentarse
al ejército méxicas (Aztecas), tuvo lugar entre el 30 de junio y el 1 de julio de 1520.
La resistencia que sufrieron los conquistadores por parte de los guerreros aztecas
dificultó sus planes.
La conquista de México fue un proceso largo y difícil para los conquistadores
españoles, quienes para ese entonces (1519 a 1521) fueron liderados por Hernán
Cortés, quien dirigió la expedición que inició la conquista de México.

¿CUÁNDO Y DÓNDE OCURRIÓ LA NOCHE TRISTE?


Ocurrió la medianoche del 30 de junio al 1 de julio. El lugar del acontecimiento fueron
las afueras de Tenochtitlán, localización que ahora se conoce como Ciudad de
México, la capital mexicana.

CAUSAS DE LA NOCHE TRISTE


Este fue una consecuencia de los enfrentamientos que se produjeron entre los
mexicas y los españoles; los mexicas defendiendo su territorio y los españoles
luchando por obtener el dominio. Aunque en un principio los aztecas habían recibido
bien a los españoles, poco a poco se volvió un conflicto armado, especialmente
debido a las influencias de los tlaxcaltecas y totonacas, aliados de los españoles,
que tenían un espíritu rebelde y querían gozar del dominio del territorio también.

11.- PRINCIPALES ÓRDENES RELIGIOSAS QUE LLEGARON A NUEVA


ESPAÑA.

LOS FRANCISCANOS

Doce seguidores –al igual que los doce apóstoles de Cristo– de San Francisco de
Asís llegaron a estas tierras en 1524, a escasos tres años de la caída de la gran
Tenochtitlan, para iniciar la evangelización sistemática de la población indígena.
Este hecho ha quedado perpetuado en una interesante pintura mural que se
encuentra en el claustro del convento de San Miguel Arcángel, en Huejotzingo,
Puebla. En ella se ven los doce frailes, con sus respectivos nombres, encabezados
por fray Martín de Valencia vistiendo sus hábitos característicos: túnica talar de
anchas mangas, sujeta a la cintura por un cordón que, a la vez que simboliza el voto
de castidad, recuerda su voto de pobreza.

En esta pintura no se aprecia el color de la vestimenta debido a que fue ejecutada


en los tonos grises típicos de estos trabajos murales; sin embargo, por otro tipo de
testimonios sabemos que los franciscanos en México, debido a su extrema pobreza,
utilizaron diversas clases de telas para su hábitos por lo que los colores variaron de
los grises a los diferentes tonos de café. En su Historia Eclesiástica Indiana, fray
Jerónimo de Mendieta señala: “Y todos ellos pasaban esta desnudez, que fue muy
grande en aquellos principios; porque los frailes que a la sazón venían a España no
usaban más ropa que la que traían vestida, y aquella se les acababa en poco
tiempo, y no había sayal, ni de qué hacer, si no eran mantas de algodón teñidas de
pardo”. Por otro lado, también se vistieron de color azul por la gran devoción que
tuvieron por la Virgen María.

LOS DOMINICOS
También llamados Predicadores, fueron fundados por el español Domingo de
Guzmán en el siglo XI y se distinguieron, al igual que los franciscanos, por su labor
evangelizadora. El nombre de la orden se deriva de un sueño que tuvo la madre del
santo cuando estaba encinta: vio a un perro (can) que llevaba en el hocico una
antorcha, lo cual interpretó como que el hijo que llevaba en sus entrañas era
portador de la “luz de Dios” con la que iluminaría y salvaría a quienes lo escucharan,
por lo tanto se ha interpretado que los dominicos son “los fieles perros de Dios”.

Su hábito se compone de una amplia túnica ceñida por una correa de la que pende
un rosario, un escapulario (tira de tela que se mete por la cabeza para cubrir pecho
y espalda) que cae hasta los tobillos, esclavina (capa pequeña que cae a la altura
de los hombros) con amplio capillo o capucha, todo esto de color blanco, y para
salir, una amplia capa con esclavina de color negro. La tradición dominica cuenta
que el hábito fue inspirado por la Virgen María a uno de los frailes; encuanto a los
colores, el blanco recuerda la castidad de los frailes y el negro su vida de penitencia,
tal como se aprecia en la imagen de San Jacinto de Polonia.

Los dominicos llegaron a la Nueva España en 1526 y se distinguieron por su amplia


labor entre los indígenas de Oaxaca y Morelos. Justamente en este estado, en la
población de Talquiltenango, en los muros de su convento dejaron testimonio de su
presencia en una magnífica pintura mural que representa a su fundador y a algunos
santos y santas de su orden.

En el retrato de Ramón Casaus Torres, quien fuera juez calificador del Santo Oficio
en la Nueva España, puede apreciarse su hábito dominico. De igual forma, las
monjas dominicas visten con los mismos colores; y al igual que la rama masculina,
el escudo que las distingue lleva una cruz rematada en flores de lis con los colores
de la orden.

LOS AGUSTINOS
Aunque llevan el nombre de San Agustín, el gran teólogo y Doctor de la Iglesia del
siglo IV, quien después de su conversión fundó una comunidad en el desierto, en el
norte de África, la orden fue fundada tiempo después en la Edad Media, y sus
seguidores se inspiraron en sus escritos.

Por disposición del papa Alejandro IV, el hábito que los identifica es de color negro,
de amplias mangas, con capillo y esclavina. Llevan una correa del mismo color cuyo
extremo libre cuelga por delante y al igual que el cordón franciscano, esta correa se
convirtió en un símbolo de la orden.

Los agustinos arribaron a la Nueva España en 1533 y se distinguieron por sus


monumentales construcciones conventuales, como las que aún pueden admirarse
en los estados de Hidalgo, como el de Actopan, en cuyas pinturas murales se
destacan los santos de la orden vistiendo sus hábitos característicos. Notable es el
relieve que muestra a la Virgen María entregando simbólicamente el cinturón de la
orden a San Agustín y a su madre Santa Mónica, en alusión al poder de intercesión
que tienen los santos.
En el retrato del agustino Gaspar de Molina y Oviedo puede observarse cómo solía
pintarse a este tipo de personajes que, aunque habían logrado cierto rango dentro
de la Iglesia, se retrataban con el hábito de la orden y sobre él, la indumentaria de
su dignidad eclesiástica.

LOS JESUITAS
La Compañía de Jesús fue fundada por San Ignacio de Loyola en 1540 para
defender a la Iglesia Católica del grave cisma que habían provocado las ideas de
Martín Lutero, por ello a los jesuitas se les considera como los máximos
representantes de la “Contrarreforma”. El nombre de esta congregación fue
escogido por el santo de Loyola y sus primeros seguidores, quienes decidieron
utilizar el nombre de “compañía” encabezada por un “general”, como si fueran
verdaderos soldados en lucha por defender al catolicismo; para su escudo
decidieron utilizar las siglas del nombre de Jesús en latín, esto es I.H.S. Su
vestimenta es diferente a la de las otras órdenes regulares ya que no usan hábito,
sino una sotana negra cerrada al frente, como los clérigos, y ceñida por una faja.
La Compañía de Jesús llegó a la Nueva España en 1572 con el claro objetivo de
evangelizar, tal como lo hicieron en el siglo XVII en la región de la California, donde
se distinguió el padre Juan María de Salvatierra. También les interesó educar a la
juventud novohispana. Es por lo que utilizan el nombre de “colegios” y no de
conventos para sus edificaciones, ya que en ellos habitaban maestros y alumnos.

LOS CARMELITAS

Esta orden tuvo su origen en los ermitaños que, siguiendo el ejemplo del profeta
Elías, llevaban vida contemplativa en el monte Carmelo, en Palestina. En el siglo
XII, la orden emigró a Europa y siguió la regla que había formulado San Simón
Stock. Su hábito consiste en una amplia túnica color café oscuro, sujeta por un
cinturón cuyo extremo pende de lado; asimismo un escapulario y esclavina con
capillo del mismo color. Para salir usan amplia capa blanca y suelen calzar sandalias
de cuero.

Las monjas carmelitas visten de igual manera, como aparece en el bello lienzo que
representa los “desposorios místicos”, esto quiere decir el momento en el que las
religiosas comprometen su vida al servicio del “esposo amado”, que es Jesucristo.

Los carmelitas, llegados a la Nueva España en 1585, se distinguieron por su vida


contemplativa de oración, para lo cual construyeron sus conventos en lugares
alejados a los que denominaron “Santos Desiertos”, como los bellos ejemplos que
aún existen en Tenancingo y en el Desierto de los Leones.
LOS MERCEDARIOS

Esta fundación del siglo XII-XIII, tuvo como principal objetivo auxiliar a los cautivos
de los moros, así fue inspirado a San Pedro Nolasco por la Virgen María. Su hábito
es todo blanco sujeto por un cinturón; encima un escapulario hasta los tobillos,
esclavina y capillo, así como con amplia capa. Sobre el escapulario suele ir el
escudo de la orden, que consiste en una cruz de Malta en la parte superior, blanca
sobre fondo rojo (emblema de la ciudad de Barcelona), y en la parte inferior, cuatro
barras rojas sobre fondo amarillo, de la Casa de Aragón.

Con Hernán Cortés llegó el primer mercedario, que venía como capellán de las
tropas, fray Bartolomé de Olmedo; más tarde, a fines del siglo XVI, arribaron los que
fundarían uno de los conventos más bellos, del que queda el precioso claustro en
la zona denominada precisamente de La Merced.

LAS ÓRDENES FEMENINAS


Como ya se dijo, las órdenes regulares, con excepción de la Compañía de Jesús,
tenían la llamada “segunda orden”, que se dedicó especialmente a la educación de
las niñas y las jóvenes. En el bello lienzo que se encuentra en el Museo Nacional
del Virreinato pueden apreciarse las diversas congregaciones que se establecieron
en la Nueva España. Algunas de ellas también se dedicaron al cuidado de los
enfermos y a la atención de las mujeres abandonadas. Los hábitos de las monjas
eran de los mismos colores de la orden masculina de la cual provenían y solían
cubrir la cabeza con toca blanca y velo blanco, si eran novicias, o velo negro si ya
eran profesas y ya habían hecho sus tres votos.
Otras más, como las Concepcionistas, habían sido fundadas sólo con el objetivo de
recibir mujeres; tal fue el caso de esta orden, creada en España por Beatriz de Silva;
vestían de azul y blanco en alusión a su devoción mariana. Esta comunidad fue la
primera orden femenina que llegó a la Nueva España en el siglo XVI. Su convento
llegó a ser uno de los más grandes de la capital novohispana (aún se conserva el
templo) ya que edificaron en su interior celdas particulares en las que se albergaban
las monjas y damas seglares, lo cual rompió con la verdadera vida religiosa en
comunidad, tanto así que se dice que el convento de La Concepción “observaba
una regla que era como un suave yugo religioso”.
Las Capuchinas, al igual que las Clarisas (fundadas por Santa Clara de Asís), fue
una de las órdenes femeninas derivadas de los franciscanos. La primera se
distinguió por llevar una vida de mayor austeridad y pobreza que siempre se reflejó
en su vestimenta.
Para terminar, quiero recordar a las monjas de San Jerónimo, a las que tanto lustre
dio nuestra “décima musa”, sor Juana Inés de la Cruz. La fundación de la orden se
hizo en 1584. Su hábito era blancoynegro y se distinguieron por su vida de oración
y las diversas labores femeninas que realizaban en el interior del convento.

En algunas ocasiones, las religiosas llevaban bellos escudos sobre el pecho con
escenas alusivas a la Virgen María, bien fueran pintadas o bordadas. No se sabe a
ciencia cierta cuándo y quiénes portaban estos escudos, lo cierto es que siempre
han sido motivo de admiración por la delicadeza de los trazos de esta obra miniada
que ornamenta la indumentaria religiosa femenina.

En el proceso de configuración de la estructura administrativa del territorio español


y sus colonias ultramarinas, la capitanía general constituyó un modelo de división
civil y militar que, con el tiempo, contribuyó a perfilar las fronteras de los países
hispanoamericanos independientes.
Se entiende por capitanía general el mando supremo militar en una demarcación;
no obstante, en Iberoamérica este término reviste características y connotaciones
propias. El término "capitán general", de origen francés, sirvió para designar al jefe
de un ejército, armada o clase de tropa cuya autoridad sólo estaba sometida
directamente a la corona. En ciertos casos, situaciones especiales de peligro
aconsejaron que el jefe militar asumiera también los poderes civiles de gobiernos,
como se hizo en las islas Canarias para combatir a los corsarios en el siglo XVI.
Este hecho fue más frecuente aún en los territorios de ultramar, donde era mayor el
peligro de conflictos externos e internos, y donde resultaba más difícil separar los
asuntos civiles de los militares. En el siglo XVIII, Felipe V estableció en la península
las capitanías generales, en las que se reunían la jefatura militar y la presidencia de
la audiencia. En el siglo XIX, el poder civil fue asumido por políticos (precursores de
los posteriores gobernadores civiles) y la capitanía general quedó definitivamente
reducida, a la jefatura militar de su demarcación.

15.- FUNCIONES DEL VIRREY


1.- Era el superintendente de la Real Hacienda, velaba por los asuntos económicos
del virreinato
2.- Aplicaba las leyes que eran remitidas desde España y ejecutaba la política
emanada desde la península
3.- Tenía a su cargo la defensa del virreinato, siendo la máxima autoridad en lo
referido a las fuerzas armadas o milicias
4.- Supervisaba a la Iglesia gracias al Real patronato que le era entregado por el
monarca español
5.- Se reunía con la Real Audiencia para ver asuntos relacionados al Virreinato
(Reales Acuerdos).
Un Virrey como figura gubernativa, adquiría peso e influencia debido a que, como
ya vimos, concentraba en su persona todas las responsabilidades de la
administración pública del virreinato, tanto judiciales como legislativas caían en el
virrey, como representante personal del Rey de España.
Desde 1535, fecha en que se instituye el virreinato de la Nueva España, hasta 1821
al consumarse la independencia, hubo más de 62 virreyes.

VIRREYES DE LA NUEVA ESPAÑA


5 de
noviembre de
Virrey del
1568 a 4 de
Perú.
octubre de
1580

4 de octubre de
Lorenzo Suárez de Mendoza
5º 1580 a 19 de
4º Conde de Coruña.
junio de 1583

25 de
Pedro Moya de Contreras
septiembre de
Arzobispo de México, Inquisidor y
6º 1584 a 17 de
visitador de Nueva España,y
noviembre de
presidente del Consejo de Indias.
1585

8 de noviembre
Álvaro Manrique de Zúñiga
7º de 1585 a 25 de
1º Marqués de Villamanrique.
enero de 1590

Luis de Velasco y Castilla (primera 25 de enero de


vez) 1590 a 5 de

Marqués de Salinas del Río noviembre de
Pisuerga y Virrey del Perú. 1595

Gaspar de Zúñiga y Acevedo 5 de noviembre


9º 5º Conde de Monterrey y Virrey del de 1595 a 26 de
Perú. octubre de 1603

Nombrados por Felipe III de España (Casa de Austria)


Juan de Mendoza y Luna 26 de octubre
10º 3º Marqués de Montesclaros y de 1603 a 2 de
Virrey del Perú. julio de 1607

Luis de Velasco y
2 de julio de
Castilla (segunda vez)
11º 1607 a 17 de
Marqués de Salinas del Río
junio de 1611
Pisuerga y Virrey del Perú.

17 de junio de
Fray García Guerra
12º 1611 a 22 de
Arzobispo de México.
febrero de 1612

18 de octubre
Diego Fernández de Córdoba
13º de 1612 a 14 de
1º Marqués de Guadalcázar.
marzo de 1621

Nombrados por Felipe IV de España (Casa de Austria)

Diego Carrillo de Mendoza y


8 de abril de
Pimentel
14º 1622 a 15 de
Marqués de Gelves y conde de
enero de 1624
Priego.
3 de noviembre
Rodrigo Pacheco y Osorio de 1624 a 16 de
15º
3º Marqués de Cerralbo. septiembre de
1635

16 de
Lope Díez de Aux de Armendáriz septiembre de
16º
1º Marqués de Cadreita. 1635 a 28 de
agosto de 1640

Diego López de Pacheco


28 de agosto de
Duque de Escalona, marqués de
17º 1640 a 9 de
Villena, conde de Xiquena y
junio de 1642
Grande de España.

Juan de Palafox y Mendoza 10 de junio de


Obispo de la Puebla de los 1642 a 23 de
18º
Ángeles y de Osma, visitador de noviembre de
Nueva España. 1642

23 de
García Sarmiento de Sotomayor
noviembre de
19º 2º Conde de Salvatierra y Virrey
1642 a 13 de
del Perú.
mayo de 1648

Marcos de Torres y Rueda 13 de mayo de


20º Obispo de Yucatán (con título de 1648 a 22 de
gobernador de Nueva España). abril de 1649
Luis Enríquez de Guzmán 28 de junio de
21º 9º Conde de Alba de Liste y 1650 a 15 de
marqués de Villaflor. agosto de 1653

Francisco Fernández de la Cueva


y Enríquez de Cabrera 15 de agosto de
8º Duque de Alburquerque, 6º 1653 a 16 de
22º
marqués de Cuéllar, 8º conde de septiembre de
Ledesma y de Huelma, Grande de 1660
España y Virrey de Sicilia.

Juan Francisco de Leyva y de la 16 de


Cerda septiembre de
23º
Marqués de Leyva y de La Adrada, 1660 a 29 de
conde de Baños. junio de 1664

Diego Osorio de Escobar y Llamas 29 de junio de


24º Obispo de la Puebla de los 1664 a 15 de
Ángeles. octubre de 1664

15 de octubre
Antonio de Toledo y Salazar de 1664 a 20 de
25º
Marqués de Mancera. noviembre de
1673

Nombrados por Carlos II de España (Casa de Austria)


20 de
Pedro Nuño Colón de Portugal y
noviembre de
Castro
26º 1673 a 13 de
Duque de Veragua, marqués de
diciembre de
Jamaica y Grande de España.
1673

13 de diciembre
Payo Enríquez de Ribera
de 1673 a 7 de
27º Obispo de Guatemala y Arzobispo
noviembre de
de México.
1680

Tomás Antonio de la Cerda y


7 de noviembre
Aragón
28º de 1680 a 16 de
Conde de Paredes y marqués de la
junio de 1686
Laguna de Camero Viejo.

16 de
Melchor Portocarrero Lasso de la
noviembre de
Vega
29º 1686 a 20 de
3º Conde de Monclova y 17º Virrey
noviembre de
del Perú.
1688

20 de
Gaspar de la Cerda Sandoval Silva
noviembre de
30º y Mendoza
1688 a 27 de
Conde de Galve.
febrero de 1696

Juan de Ortega y 27 de febrero de


Montañés (primera vez) 1696 a 18 de
31º
Arzobispo de México y de diciembre de
Michoacán. 1696
18 de diciembre
José Sarmiento y Valladares
de 1696 a 4 de
32º Conde de Moctezuma y de Tula de
noviembre de
Allende.
1701

Nombrados por Felipe V de España (Casa de Borbón)

Juan de Ortega y 4 de noviembre


Montañés (segunda vez) de 1701 a 27 de
33º
Arzobispo de México y de noviembre de
Michoacán. 1702

Francisco Fernández de la Cueva


y de la Cueva 27 de
10º Duque de Alburquerque, 8º noviembre de
34º marqués de Cuéllar y 4º de 1702 a 13 de
Cadreita, 10º conde de Ledesma y noviembre de
de Huelma y 6º de la Torre, Grande 1710
de España.

Fernando de Alencastre Noroña y


13 de
Silva
noviembre de
35º Duque de Linares, marqués de
1710 a 16 de
Valdefuentes y Virrey de Nápoles y
julio de 1716
de Cerdeña.

Baltasar de Zúñiga y Guzmán 16 de julio de


36º Duque de Béjar y de Arión, 1716 a 15 de
marqués de Valero. octubre de 1722

15 de octubre
Juan de Acuña y Bejarano
37º de 1722 a 17 de
II Marqués de Casa Fuerte.
marzo de 1734
17 de marzo de
Juan Antonio Vizarrón y Eguiarreta
38º 1734 a 17 de
Arzobispo de México.
agosto de 1740

Pedro de Castro Figueroa y 17 de agosto de


39º Salazar 1740 a 23 de
Duque de la Conquista. agosto de 1741

3 de noviembre
Pedro de Cebrián y Agustín
40º de 1742 a 9 de
Conde de Fuenclara.
julio de 1746

Nombrados por Fernando VI de España (Casa de Borbón)

Juan Francisco de Güemes y 9 de julio de


Horcasitas 1746 a 9 de
41º
Conde de Revillagigedo y capitán noviembre de
general de Cuba. 1755

10 de
Agustín de Ahumada y Villalón noviembre de
42º
Marqués de las Amarillas. 1755 a 5 de
febrero de 1760

Nombrados por Carlos III de España (Casa de Borbón)

28 de abril de
Francisco Cagigal de la Vega
43º 1760 a 5 de
Conde de Revillagigedo.
octubre de 1760
Joaquín Juan de Montserrat y 5 de octubre de
44º Cruïlles 1760 a 24 de
Marqués de Cruïlles. agosto de 1766

24 de agosto de
Carlos Francisco de Croix 1766 a 22 de
45º
Marqués de Croix. septiembre de
1771

22 de
septiembre de
46º Antonio María de Bucareli y Ursúa
1771 a 9 de abril
de 1779

23 de agosto de
47º Martín de Mayorga 1779 a 28 de
abril de 1783

28 de abril de
48º Matías de Gálvez y Gallardo 1783 a 20 de
octubre de 1784

17 de junio de
Bernardo de Gálvez y Madrid 1785 a 30 de
49º
Gobernador de Luisiana noviembre de
1786
8 de mayo de
Alonso Núñez de Haro y Peralta 1787 de 1789 a
50º
Arzobispo de México 16 de agosto de
1787

16 de agosto de
Manuel Antonio Flores Maldonado
51º 1787 a 16 de
Virrey de Nueva Granada
octubre de 1789

Nombrados por Carlos IV de España (Casa de Borbón)

Juan Vicente de Güemes Pacheco 16 de octubre


52º y Padilla de 1789 a 11 de
2º Condado de Revillagigedo julio de 1794

Miguel de la Grúa Talamanca 11 de julio de


53º 1º Marqués de Branciforte y 1794 a 31 de
Grande de España. mayo de 1798

31 de mayo de
Miguel José de Azanza
54º 1798 a 29 de
Duque de Santa Fe.
abril de 1800

29 de abril de
55º Félix Berenguer de Marquina 1800 a 4 de
enero de 1803
4 de enero de
1803 a 15 de
56º José de Iturrigaray Aréstegui
septiembre de
1808

Nombrados por Fernando VII de España (Casa de Borbón)

16 de
septiembre de
57º Pedro de Garibay
1808 a 19 de
julio de 1809

Francisco Javier de Lizana y


19 de julio de
Beaumont
58º 1809 a 8 de
Obispo de Teruel y Arzobispo de
mayo de 1810
México

Francisco Javier Venegas y 14 de


Saavedra septiembre de
59º
1º Marqués de Reunión de Nueva 1810 a 4 de
España marzo de 1813

4 de marzo de
Félix María Calleja y del Rey 1813 a 20 de
60º
1º Conde de Calderón septiembre de
1816

20 de
Juan José Ruiz de Apodaca y Eliza septiembre de
61º
1º Conde de Venadito 1816a 5 de julio
de 1821
5 de julio de
1821 a 24 de
62º Pedro Francisco Novella y Azabal
septiembre de
1821

24 de
septiembre de
63º Juan O’Donojú y O’Ryan 1821 a 27 de
septiembre de
1821

16.- CUAL FUE EL PAPEL DE LA REAL AUDIENCIA EN LA NUEVA ESPAÑA


Las audiencias tienen la función de administrar la justicia entre los habitantes, velar
por el cumplimiento de las instrucciones y las ordenanzas dadas por el rey. Además
de su carácter consultivo, gozan de jurisdicción civil y criminal, y excepcionalmente,
tienen competencias gubernativas y administrativas.
17.- QUE CARACTERISTICAS DEFINEN A UNA ALCALDIA MAYOR
Alcalde Mayor era un cargo de la administración de justicia durante el Antiguo
Régimen en España. No debe confundirse con el cargo actual de alcalde, que es un
órgano unipersonal, el principal en el gobierno de un ayuntamiento. El cargo
tradicional de alcalde (de caíd, el juez de las ciudades andalusíes) era colegial,
existiendo alcaldes del estado llano y del estado noble, ambos designados por
elección de los vecinos de cada uno de los estados. El cargo de corregidor era de
designación real, y solamente existían en las ciudades importantes.
La de los alcaldes ordinarios era la primera instancia judicial. La segunda instancia
era la de los cargos de alcaldes mayores, corregidores o gobernadores, mientras
que la instancia superior era la de la Real Audiencia. Todos esos cargos se
complicaban por la existencia de jurisdicciones de señorío (laico y eclesiástico) y
de realengo.
El cargo de Alcalde Mayor de determinadas localidades se terminó asociando
como título nobiliario a familias nobles, como el de Alcalde Mayor de Toledo, que
pertenecía a los duques de Maqueda, y el de Alcalde Mayor de Alzadas, a
los condes de Cifuentes.1
Las Alcaldías Mayores y el cargo de Alcalde Mayor se extendieron con
la administración colonial de la América Española
18 ¿CUÁL ES LA DIFERENCIA DE UN CORREGIMIENTO Y UNA ALCALDÍA
MAYOR?
a) La actuación colegiada de los alcaldes frente a la persona del corregidor
b) La jurisdicción en grado de apelación de los alcaldes de la que el corregidor
carece.
a) Para su adoctrinamiento y civilización
"Tendréis especial cuidado de que los indios de vuestra jurisdicción sean
industriados y enseñados en cosas de nuestra fe católica y doctrina cristiana y se
les administren los sacramentos y sean bien tratados"
Los indios no deben andar de vagabundos, se debe revisar que trabajen y siembren
sus milpas conforme a lo ordenado.
b)Para su defensa frente al europeo
Que las contribuciones de los indios se circunscriban a lo que están obligados a dar.
Que la cría de ganado por los españoles no se produzca en perjuicio del indio.
Que los naturales de los pueblos no reciban vejación ni molestia de los principales
de ellos.
Que los mercaderes no vendan vino ni traten con indios si no en lo que fuese lícito
y justo.
Que los salarios a pagar por los españoles a los naturales sean los prescritos.
c) Para su control
Prohibición del uso de Armas: No conviene que los indios tengan arcabuces, ni
ballestas, espadas ni cotas.
Prohibido montar a caballo con silla y freno
Prohibido fabricar bebidas alcohólicas y comprar vino de castilla
Prohibido realizar sacrificios, idolatrías y fiestas generales al uso antiguo
Eran divisiones Territoriales y Administrativas y cada una comprendía, una ciudad
y un distrito
En consideración a que, comparadas entre sí esas dos repúblicas, representaban
dos realidades socio-políticas distintas,
Fue incubándose un conflicto entre peninsulares (nacidos en España) y los criollos
(nacidos en Nueva España) por que éstos últimos tenían menos privilegios.

19. CUADRO COMPARATIVO

REPUBLICA DE LOS INDIOS Y DE LOS ESPAÑOLES.


En el orden hispánico, la apariencia debía concordar con la condición del individuo,
es decir, con su posición en el sistema estamental y de castas. Por ello, el indio del
común mantuvo siempre una manera distinta de vestirse y conocía el papel que
debía representar en los espacios de uso común: el lugar de la calle por el que debía
caminar, su sitio en la iglesia, su actitud corporal, su mirada, etc.

En la búsqueda por imponer su concepción de orden sobre el Nuevo Mundo, los


hispanos dividieron a la naciente sociedad en dos repúblicas: la de indios y la de
españoles. De esta manera, mandaban sobre el indio, que era absolutamente
indispensable para el funcionamiento del sistema colonial como fuerza de trabajo,
tributario y como nuevo cristiano.
La división en repúblicas respondía a una visión feudal de la sociedad rígida y
separada por estamentos y castas. Según la concepción europea del mundo, esta
separación correspondía a diferencias cualitativas naturales entre los miembros de
ambas repúblicas. Los indios eran considerados menores de edad, por lo que -
conforme los españoles- había que guiarlos y cuidarlos. De allí viene la actuación
tan contradictoria de autoridades civiles y religiosas, frailes y vecinos, que variaba
entre la explotación y la protección de los indios. El defensor de los indígenas, fray
domingo de Santo Tomás, propuso que la intervención de los españoles en la
sociedad aborigen debía limitarse al cobro del tributo y a la cristianización pero, en
la práctica, las dos sociedades se relacionaban cada vez más.

La separación en repúblicas suponía leyes, derechos y obligaciones especiales, y


el uso de espacios sociales distintos, aunque no excluyentes. En el área rural se
crearon las reducciones de indios, a las que supuestamente no podían entrar
españoles. En teoría, ellos podían vivir sólo en sus villas y estancias. En las
reducciones se agrupaban en un solo pueblo o aldea diversos grupos humanos
o indígenas. Las reducciones facilitaron la evangelización y el control político y
económico de los indígenas. En los arrabales de las ciudades españolas se
establecieron parroquias y barrios destinados exclusivamente a las viviendas de los
indios. Ese era el caso, en Quito, de las parroquias de San Sebastián, San Blas,
San Roque, Santa Prisca y San Marcos.

CARACTERÍSTICAS.

El sistema se estructuró sobre la base que las dos poblaciones de América,


la española (ya sea peninsular o criolla) y la indígena eran consideradas diferentes
en sus características pero estaban sometidas igualmente a la autoridad espiritual
de la Iglesia católica y bajo dependencia política de la Corona.
Se basó en la identidad racial de cada persona, una fórmula que resultó sencilla a
inicios del proceso colonizador, cuando el límite entre ambas sociedades era claro,
pero que se desdibujó con las subsecuentes mezclas raciales
entre blancos, indios y negros traídos de África.
De ese modo, respecto a América, el monarca gobernaba por un lado sobre la
llamada "república de españoles", y por otro sobre la "república de los indios".
Ambas comunidades poseían estatutos jurídicos diferenciados.

REPUBLICA DE LOS ESPAÑOLES.


La república de españoles fue, junto a la república de indios, una de las dos formas
de organización sociopolítica en Nueva España. Esta forma de organizar a los
españoles no fue tan ordenada como la República de Indios en lo legislativo.
En este tipo de organización estaban los españoles y los criollos. Las ciudades y
villas fueron habitadas por españoles y sus habitantes fueron conocidos como
“vecinos” o cabezas de familia “española”.

La república de españoles era la sociedad o comunidad política integradas por los


españoles (nacidos en España o en América) durante el Imperio español en América
de los siglos XV al XIX. Su estatuto jurídico era diferente del que se aplicaba a los
indígenas naturales de las tierras conquistadas, la llamada "república de indios", y
a la vez diferente del que se aplicaba a los habitantes de la metrópoli, debido a las
características especiales que presentaban las Indias.
Las posesiones españolas en América se organizaron jurídicamente basándose en
el Derecho de Castilla, pero formaron una unidad política autónoma dentro del
Imperio español.
La República de españoles consistía en la separación jurídica, pero también
económica, social y geográfica entre las incipientes sociedades españolas en
América, privilegiadas por la Corona, y las sociedades indígenas prehispánicas.

COMPOSICIÓN ÉTNICA Y SOCIAL.

Algunos españoles se dedicaban a la labranza de la tierra y a la crianza de varios


tipos de ganado para proveer a la ciudad. Otros ejercían distintos oficios o eran
arrieros. Los artesanos, además de su oficio, practicaban distintas actividades que
los relacionaban con una extensa y variada red social. También había mercaderes
que comerciaban productos de España y de la tierra. Estos tenían pulperías en las
que se ofrecían las más variopintas mercancías: mantas, quesos, alpargatas,
jamones, vino y otros bienes locales e importados. Completaban la población
española los frailes y clérigos que, con sus tonsuras y hábitos, eran importantes
protagonistas de la cotidianidad.

La población de las repúblicas de españoles era muy homogénea culturalmente


frente a los centenares de etnias de lenguas diferentes que conformaban
la República de indios, pero socialmente era por lo menos tan heterogénea como
aquélla: la población española incluía grandes terratenientes,
aristócratas, encomenderos, funcionarios estatales, comerciantes, artesanos y
mineros, ya que no sufrían las restricciones profesionales aplicadas a los indígenas.
La mayor parte de los españoles provenían de los reinos meridionales
castellanos: Extremadura, Andalucía y también la propia Castilla, por lo que todos
hablaban la misma lengua. También profesaban, por lo menos oficialmente, la
misma religión, ya que desde el descubrimiento la Corona intentó vetar la
emigración a América de protestantes, judíos o musulmanes, lo que no impidió sin
embargo que muchos cristianos nuevos o conversos del judaísmo escaparan a la
represión religiosa en España emigrando a las nuevas tierras.

Desde fechas muy tempranas la población española se dividió entre los


peninsulares (o "chapetones", como eran llamados en América), nacidos
en España, y los criollos, nacidos en América. La existencia de privilegios para los
primeros, especialmente en los cargos públicos de mayor importancia en las
colonias, supuso que rápidamente se creara una rivalidad entre ambos grupos, lo
que desembocaría en último término en la reclamación de la independencia por
parte de los criollos (Bolívar, San Martín, Hidalgo, Sucre, etc). No obstante, en el
proceso de independencia tanto criollos como peninsulares se integraron en los dos
bandos, realistas e insurgentes.

LAS LEYES.

La organización de la Colonia no sólo supuso el tránsito del poder de los


conquistadores a las audiencias y el virreinato. Ella también se sostenía gracias a
un conjunto de leyes promulgadas por la Corona. La estructura legal de Nueva
España la constituía el cuerpo de reales cédulas y órdenes conocidas con el nombre
de Leyes de Indias. Ellas intentaban -al igual que las llamadas Leyes Nuevas- dar
justicia a los indígenas, aunque no siempre lograron su objetivo. A pesar de esto,
los indios no fueron sujetos pasivos: aprendieron a conocer los tribunales para
defender sus derechos, adquirieron fama de pleitistas y consiguieron que las leyes
no se convirtieran en letra muerta.

REPUBLICA DE LOS INDIOS.


La república de indios es la sociedad o comunidad política indígena que habitaba
América, formada por los indígenas o amerindios. Fueron sometidos por la Corona
a un régimen de protección, aunque no siempre respetado, siendo marginados de
las actividades políticas generales. En principio, se le respetó sus usos y
costumbres, en la medida que no fueran contra la religión católica y las leyes
españolas.
En la vida cotidiana ambos mundos se articulaban en diversos espacios y prácticas.
Por ejemplo, indios y españoles convivían y se relacionaban en el espacio público
del mercado, pero también lo hacían en el mundo recluido de lo doméstico. Aunque
las viviendas de los indios debían instalarse en las afueras de la ciudad, las
personas de servicio vivían en casa de sus patrones y compartían gran parte de su
vida con ellos.

La república de indios tenía una identidad cultural que se manifestaba tanto en la


lengua como en saberes, sistemas de organización social y prácticas cotidianas.
Sin embargo, no puede decirse que la república de indios haya sido un cuerpo
homogéneo. Las divisiones sociales, de acuerdo con las actividades realizadas, la
pertenencia o no a las noblezas locales y las relaciones con el mundo hispánico,
marcaban una variedad de sujetos y prácticas sociales. Las autoridades indias y sus
hijos fueron rápidamente instruidos en la lengua, religión y costumbres españolas y
se acrecentó la diferencia con sus comunidades.

La república de españoles representaba el poder, la nueva religión y los nuevos


saberes que se imponían. Pero esta dependía de la de indios y de su organización
interna, la cual fue respetada en la medida en que no obstaculizara los proyectos
españoles y fuese útil para ellos. Los indios eran indispensables para el
funcionamiento de la ciudad, pues fueron quienes la construyeron con sus manos y
la sostuvieron con sus tributos y trabajo. Había indios yanaconas a quienes, en un
principio, los españoles tomaron como servicio doméstico, e
indios mitayos empleados en la construcción o en diversos oficios. Había quienes
vendían en la ciudad hierba y leña. Las indias se empleaban como cocineras,
lavanderas, barrenderas o cualquier otro oficio que se necesitara en las casas.
Muchas se convirtieron en mancebas de los españoles. En el campo y en las minas,
como mano de obra, los indios fueron quienes sostuvieron el sistema colonial.

MESTIZOS.
La evidencia más contundente de que la separación entre las dos repúblicas era
más teórica que real fue el temprano y difundido mestizaje racial. Desde un principio,
cuando habían llegado poquísimas mujeres españolas a la ciudad, los vecinos
españoles convivían y tenían relaciones con mujeres indígenas, fruto de lo cual
nacieron numerosos niños mestizos. A menudo, los españoles tenían una familia en
la metrópoli y otra en América. Los mestizos pasaron a formar parte de un grupo
ambiguo que carecía de un lugar en el orden que, teóricamente, se deseaba
implantar. Pero el mundo mestizo era también muy diverso, y en él era definitivo el
tipo de relaciones con la élite. Hubo muchos mestizos protegidos por sus padres
españoles o por damas importantes. Otros se dedicaron a actividades que les
permitieron alcanzar cierta posición social. Trabajaban en las minas, las haciendas,
y los ingenios; también eran sirvientes, artesanos, mayordomos, arrieros y
pequeños comerciantes. Vivian en pequeños pueblos.

GRUPOS DE ORIGEN AFRICANO.


Otros miembros de la sociedad colonial eran los esclavos y esclavas negros,
trabajaban en las tareas más pesadas de las minas, los ingenios azucareros, la
ganadería, los talleres donde se hacían telas y el servicio doméstico. Ellos, como
los mestizos, ocupaban una posición ambigua entre las dos repúblicas. Al ser
extranjeros, estaban aislados de las comunidades indígenas y eran dependientes
de los españoles; como esclavos, se identificaban con los sectores dominados; y,
al ser intermediarios, se acercaban a los caciques que a menudo los encubrían en
sus constantes fugas.

Según las leyes del Cabildo de Quito, los negros esclavos podían ser castrados o
mutilados por sus amos cuando se fugaban o cuando tenían relaciones ilícitas con
indias. Quedaron sujetos a severas restricciones y prohibiciones, no tenían derecho
a reunirse públicamente ni a salir de noche, tenían prohibido usar armas, joyas y
jamás podían montar a caballo. Muchos morían jóvenes por el duro trabajo y las
pésimas condiciones de vida. Algunos los llamaban “cimarrones”

En lugar de estos esclavos, después de algunas décadas aparecieron los negros


libres que de Esmeraldas llegaban a Quito a defender sus derechos. Tras el
naufragio de un barco de esclavos en las costas de Esmeraldas, ellos poblaron esa
provincia.
20.- CUÁL FUE EL OBJETIVO DE LA CREACIÓN DE LAS ENCOMIENDAS
La encomienda en Nueva España fue principalmente introducida por Hernán
Cortés después de la conquista de Tenochtitlan como forma de “repartir” los indios
a distintos conquistadores y colonos. La encomienda fue objeto de las críticas de
misioneros y juristas, así como de sucesivas normas que reglamentaban y limitaban
su existencia. Entró en decadencia a partir de las Leyes Nuevas de 1542, aunque
subsistió por algún tiempo en algunas regiones de frontera. La encomienda de
indios procedía de una vieja institución medieval implantada por las órdenes
militares en tiempos de la Reconquista. En América, esta institución debió
adaptarse a una situación muy diferente y planteó problemas y controversias que
no tuvo antes en España.
Como gobernador de La Española, Cristóbal Colón repartió indios entre los
españoles, para que trabajaran en sus empresas agropecuarias y mineras, en
condiciones muy duras. Bajo el posterior gobierno de frey Nicolás de Ovando, se
introdujo formalmente el repartimiento (como trabajo forzoso, pero teóricamente
asalariado). Los indios debían cumplir “como personas libres, como lo son, y no
como siervos”1
Las denuncias de misioneros y alegatos de los humanistas sobre los abusos y
excesos determinaron la aprobación de las Leyes de Burgos (1512), con las que se
buscaba que el encomendero tuviera obligaciones de trato justo, retribución
equitativa y que evangelizara a los encomendados, bajo la supervisión de los
oficiales reales. Esta relativa protección llegó demasiado tarde para muchos grupos
indígenas, que entre los malos tratos y las epidemias acabaron casi por extinguirse.
Fue esta situación la que llevó a la Corona a adoptar, por razones morales, jurídicas
y políticas, la decisión de no otorgar más encomiendas en sus dominios indianos.

22.- ¿QUÉ INTERVENCIÓN TUVIERON LAS MERCEDES EN LA NUEVA


ESPAÑA?

Las conquistas se habían consumado. Los españoles extendieron sus dominios


desde los actuales estados norteamericanos de Nuevo México y Arizona hasta la
Patagonia (Argentina), es decir, por casi todo el continente americano. Las
conquistas se habían realizado con el argumento de que las tierras descubiertas
estaban habitadas por indígenas paganos que vivían bajo la idolatría y el poder del
Diablo, por lo que los reyes de España, fieles a la Iglesia de Roma y a la religión
católica, tenían la obligación moral de extender la palabra de Dios a todos los
rincones de la tierra. Si lo habían hecho con la reconquista española, por qué no
hacerlo en los territorios de ultramar. Junto a la espada venía la cruz.

A los conquistadores, después de haber arriesgado su vida para vencer a los


imperios indígenas, les interesaba más la fortuna y la gloria que la responsabilidad
moral de inculcar el evangelio en las comunidades indígenas como lo deseaban el
Vaticano y la Corona española. Para solucionar estas diferencias se retomó del
mundo medieval un sistema económico llamado encomienda, y del mundo indígena
una práctica tradicional: el tributo. La encomienda significaba que el rey de España
“encomendaba” una extensa superficie de tierra con sus respectivos pueblos de
indios a un antiguo conquistador primero y a colonos después. Las tierras que la
Corona española donó a los encomenderos se conocieron como mercedes reales.
Las mercedes reales también podían ser donadas a indígenas para que formaran
tierras comunales, pero especialmente fueron otorgadas a españoles para que las
hicieran producir.
Imperio español en América

Los indígenas encomendados por la fuerza tenían la obligación de prestar sus


servicios personales y su fuerza de trabajo al encomendero, así como de pagar un
porcentaje de su trabajo como tributo. A cambio, el encomendero debía velar por la
seguridad de los indígenas y sobre todo enseñarles la doctrina cristiana. Pero los
encomenderos explotaban a los indígenas y aumentaban constantemente los
tributos. lo que a largo plazo provocó un gran descenso de la población indígena
que no resistía las extenuantes cargas de trabajo. La encomienda pronto se
convirtió en un espacio de corrupción, dominación y explotación de los españoles
sobre los indígenas, al grado de ser prohibida a mediados del siglo XVI por el rey
de España, aunque en realidad siguió funcionando hasta inicios del siglo XVII.

Aunque al poco tiempo de su llegada los españoles asumieron el poder, no todo fue
fácil. El poder virreinal tardó casi un siglo en consolidarse.

Es importante saber que aunque la llegada de los conquistadores significó una


irrupción en la vida de los pueblos mesoamericanos y produjo cambios muy
profundos, muchas tradiciones, costumbres y hábitos indígenas permanecieron. Los
españoles tuvieron una buena estrategia: aprovechar todo lo que podía servirles de
la antigua forma de organización indígena. Por ejemplo, les pareció que podía
servirles la forma de organización política y social en altépetl. o pequeños Estados
autónomos indígenas en los que gobernaba un tlatoani. Así cambiaron el nombre
de altépetl por el de señoríos, y al tlatoani lo convirtieron en cacique. Los señoríos
se utilizaron para cobrar los tributos y para evangelizar, además servían para
mantener el orden y organizar el trabajo. Lo más significativo de estos pueblos
indios fueron los hospitales-pueblo que fundó Vasco de Quiroga en Michoacán. Esta
forma de organización indígena permaneció durante la Colonia: sin embargo, como
toda permanencia en la historia, no quedó inalterada o sin sufrir cambios. Los
españoles organizaron los señoríos a la manera de los cabildos o ayuntamientos
que existían en España. Se designaron hombres de la nobleza o de linaje como
alcaldes y regidores, se organizaban elecciones y se hicieron cajas de tesorería.

23.- ¿QUÉ ES LA PROPIEDAD COMUNAL Y CUÁLES SON SUS TIPOS?


En 1917 se regulariza por medio del reconocimiento y titulación de los bienes
comunales.
La propiedad comunal es uno de los tipos de propiedad que permite nuestra
constitución y que es reconocida a los pueblos que pueden comprobar que las
tierras que hoy ocupan les han pertenecido desde hace mucho tiempo atrás. Su
característica es que además de contar con una porción de tierra para vivir y
trabajar, cuentan con otras tierras que explotan entre toda la comunidad aportando
trabajo solidario, y lo que se hace con ellas se decide en asambleas del pueblo.
El régimen legal en la comunidad es el comisariado de bienes comunales y el
estatuto comunal.

24.- ¿CUÁLES SON LAS APORTACIONES EN GANADERÍA QUE TRAJO


ESPAÑA HACIA NUEVA ESPAÑA?
La llegada de las primeras cabezas de ganado después de la caída de Tenochtitlan
transformó la vida de la Colonia: la cultura, la tenencia de la tierra y el surgimiento
de nuevos personajes sociales son algunos de los hitos de este cambio.
La llegada de la ganadería después de la caída de Tenochtitlan transformó la vida
de la Colonia. La ganadería nació vinculada con el trabajo asalariado y las figuras
de los vaqueros y los ganaderos, los hombres libres que —durante el siglo XIX—
se convertirían en uno de los emblemas del país azteca.
LA GANADERÍA, tuvo una expansión rápida ante las condiciones favorables —
extensas praderas naturales—, antes no explotadas en este rubro. Asimismo las
diferentes especies ganaderas tuvieron una rápida y exitosa adaptación a nuestro
clima. Todas las especies ganaderas fueron traídas originalmente desde Europa y
a la Nueva España, frecuentemente desde las islas caribeñas, colonizadas antes.
• Los ASNOS (burros) y MULAS, fueron muy útiles como bestias de carga, por lo
que inclusive la Iglesia pidió a la Corona el envío de estas especies "…para aliviar
y redimir a los indígenas de sus duras tareas…"
• Ganado VACUNO. Hacia 1555, sólo en el valle de Matlacingo, ya se contabilizaban
150 mil cabezas de ganado vacuno; en Veracruz sorprendían propietarios de 20 mil,
30 mil y hasta 100 mil cabezas de ganado mayor.
• CABALLOS. El caballo, muy demandado al principio como transporte militar y
después civil, se volvió escaso, pero luego llegó a extenderse ampliamente.
• El CERDO, muy adaptable a todo tipo de clima y alimentación doméstica apreciada
por los españoles y luego por todo el mundo, pronto de propagó sin mayores
problemas.

26.- ¿PORQUE FUE IMPORTANTE LA MINERÍA DE LA NUEVA ESPAÑA PARA


ESPAÑA?
La minería fue la actividad económica que más impulso tuvo en la colonia, pues
cualquiera podía echar a andar una mina, siempre y cuando entregase la quinta
parte de sus ganancias a la corona española. Fue además un incentivo para la
conquista, exploración y colonización de nuevos territorios. Las principales minas
de Nueva España fueron la
de Zacatecas (1547), Pachuca (1553), Fresnillo, Guanajuato (1554) y
finalmente San Luis Potosí (1592). Estas ciudades también recibieron gran cantidad
de pobladores debido a la esperanza de muchos novohispanos por conseguir un
mejor nivel de vida.12
Los mineros eran explotados y cuando necesitaban comprar productos (Agua,
cuerdas, bombas, entre otros) acudían a la tienda del patrón, el salario de los
mineros era deplorable y el precio de los productos era exageradamente alto, por lo
cual era muy raro que un minero no se endeudara. Cuando alguien que tenía una
deuda con el patrón moría, su deuda era heredada a sus descendientes.
El beneficio de patio fue descubierto por Bartolomé de Medina en 1554, y su
principal consecuencia fue un incremento en la activación de la minería, pues el
nuevo sistema requería de menos tiempo, menor mano de obra y reducía la
cantidad de trabajadores necesarios para la obra. Sin embargo, la obra de Medina
requería un mayor costo económico (el sistema estaba formado
por sal, pirita de hierro, cobre y mercurio — porque fue la más importante de toda la
Nueva España —), pero el costo fue paliado rápidamente y la minería siguió su
crecimiento.3
La minería novohispana enfrentó varios problemas, tales como:

 Escasa mano de obra al verse reducida la población indígena (principal


trabajadora de las minas), durante las epidemias del siglo XVI en el cual se da
una gran cantidad de muertes. Este inconveniente fue solucionado con la
importación de esclavos negros.
 La importación de mercurio fue prohibida y castigada con la pena capital a partir
de 1589, por decreto de Felipe II. La razón dada fue que los ingleses eran los
mayores comerciantes de tal producto y al ser España su enemiga principal, sus
colonias no podían comerciar con la corona británica. La prohibición alentó el
contrabando con piratas ingleses, como Henry Morgan.
 La dureza del trabajo en las minas provocaba enfermedades como artritis
reumatoide en los mineros, lo que muchas veces ocasionó su muerte o cese en
el trabajo. Los estímulos brindados solían ser paupérrimos y los trabajadores
muchas veces ocasionaron revueltas en contra de los patrones.4
La época dorada de las minas se alcanzó en el siglo XVII, y su mejor representante
fue la mina de la Valenciana, ubicada en Guanajuato y propiedad de Antonio de
Obregón, conde de la Valenciana. En el plazo de 1788 a 1808, la mina produjo 30
millones de pesos, cantidad superior al Producto Interno Bruto del Virreinato del
Perú. La plata fue el principal producto de las minas novohispanas, y su importancia
se reflejó en la proliferación de la orfebrería, que poco a poco obtuvo gran prestigio
en el mundo entero. Los aztecas también habían desarrollado esta actividad en una
escala menor, lo que aumentaron los novohispanos. Las Antillas y Filipinas, fueron
los principales mercados de venta de la plata producida en Nueva España. En 1729,
al celebrarse la boda de Fernando de Borbón y Saboya, príncipe de Asturias,
con Bárbara de Braganza, en Badajoz, Extremadura, los presentes otorgados
fueron de plata novohispana.
y colonización de nuevos territorios.

27.- ¿CUÁL FUE LA IMPORTANCIA DE LA CASA DE CONTRATACIÓN Y EL


CONSULADO EN EL DESARROLLO EN LA NUEVA ESPAÑA?

La Casa de la Contratación de Sevilla


En 1503 se estableció por decreto real la Casa de Contratación de Indias en
Sevilla, creada para fomentar y regular el comercio y la navegación con el Nuevo
Mundo. Su denominación oficial era Casa y Audiencia de Indias

Su funcionamiento quedó regulado en las Ordenanzas expedidas en Alcalá de


Henares en el momento de su creación, y entre sus finalidades se especificaban
las de "recoger y tener en ella, todo el tiempo necesario, cuantas mercaderías,
mantenimientos y otros aparejos fuesen menester para proveer todas las cosas
necesarias para la contratación de las Indias; para enviar allá todo lo que
conviniera; para recibir todas las mercaderías e otras cosas que de allí se vendiese
dello todo lo que hubiese de vender o se enviase a vender e contratar a otras parte
donde fuese necesario". Su reglamento fue modificado por las Ordenanzas
expedidas en Monzón en 1510 y toda la legislación referente a este organismo se
imprimió en 1522.

Las Ordenanzas de 1510 son más extensas y minuciosas que las de 1503. Se
especificaban las horas de trabajo; se habla de los libros de registro que hay que
llevar; se regula la emigración; se trata de las relaciones con mercaderes y
navegantes; se dispone lo relativo a los bienes de los muertos en Indias, y se
le incorpora el matiz científico al incluirse dentro de la Casa de la Contratación al
Piloto Mayor -creado en 1508-, encargado de examinar a los pilotos que desean
hacer la carrera, y de trazar los mapas o cartas de navegación y el Padrón Real o
mapa-modelo del Nuevo Mundo, hasta 1519 en que se crea el puesto de
Cartógrafo. Piloto Mayor en 1508 fue Américo Vespucio, sucediéndole más tarde
Juan de Solís y Sebastián Cabot. A mediados del siglo la Casa del Océano -como
gustaba llamarla Mártir de Anglería- era un organismo bien reglamentado, con
capilla y cárcel propia.

Su primera sede fueron las Atarazanas de Sevilla, pero como era un lugar
expuesto a las arriadas y dañino para las mercancías, pronto fue trasladada a las
dependencias del Alcázar Real, donde quedó instalada en la sala denominada de
los Almirantes, local "sano, y alegre", con buen patio y una puerta orientada hacia
el río (mapa situación). Allí permaneció hasta que fue trasladada oficialmente a
Cádiz en 1717.

Como controladora del tráfico marítimo, la Casa se encargaba


del aprovisionamiento y del pertrecho de las flotas, y de la inspección de los barcos
que se disponían a zarpar para América. Sus funcionarios aparejaban las flotas,
compraban mercancías, daban instrucciones a los navíos, fomentaban el trato con
Indias, estaban atentos a las necesidades de Ultramar, y cuidaban del registro de
todas las embarcaciones.

Los principales funcionarios de la Casa de la Contratación eran su presidente,


aunque este cargo no se creó hasta 1557, y tres oficiales, que a partir de esta
fecha pasaron a depender de él: un contador, un factor y un tesorero. Había
también un piloto jefe, del que dependían la organización de las exploraciones, el
establecimiento de cartas marinas, la escuela de pilotos y cosmógrafos y la
concesión de licencias de oficial de marina. El cronista oficial de la Casa escribía
la historia de la América española y de su desarrollo teconológico y científico. Los
que violaban el reglamento de la Casa, caían bajo su jurisdicción y para ello se
creó un tribunal especial en 1583.

Además de estos cargos, la Casa de la Contratación fue aumentando el número


de sus funcionarios, a medida que fue incrementándose también la importancia
del tráfico americano. Los oficiales de contaduría, numerosos escribanos, hicieron
de esta institución una de las más complejas de todas la existentes en la Sevilla
de los Austrias.

Por la estructura que se da a la Casa se adivina una estrecha relación con la


Hacienda Real. Difícilmente hubiera podido ser de otra forma. El tesoro de la
Corona ocupaba una parte medular de los asuntos indianos. Por una parte, servía
para financiar la compra y transporte de la mayoría de los bastimentos y pertrechos
que eran llevado a Indias. Muchos de los colonizadores gozaban de salario a cargo
del tesoro. Por la otra, los asientos para la formación de toda nueva expedición
incluían expresamente cláusulas mediante las cuales se aseguraba el interés de
la Hacienda Real en los beneficios económicos del viaje. Al efecto, eran
comisionados funcionarios que acompañarían a los descubridores en sus
andanzas y velarían por la adecuada satisfacción de los derechos reales.
La enseñanza en la Casa de Contratación | La administración de justicia en la
Casa de Contratación

El Consulado
Paralelamente a la Casa de la Contratación,
en 1543 se crea en Sevilla el Consulado de
mercaderes, la Casa Lonja como la llamaban en los antiguos documentos
sevillanos, la Bolsa como la denominan los viajeros de los siglos XVI-XVIII, o el
Consulado como se le llamará en el siglo XIX. Era una asociación comercial que
protegía el comercio de la ciudad contra los "no burgueses", que mermó algunas
de las facultades a la Casa de la Contratación.

El Consulado asumió una parte considerable de la jurisdicción civil sobre sus


miembros, que antes ejercía la Casa de Contratación. Hasta esa fecha, los juicios
y pleitos entre mercaderes se celebraban en la Casa, pero los mercaderes,
deseosos que se les reconocera su jurisdicción, solicitaron permiso para constituir
una asociación similar a la de Burgos o Valencia. Sus principales ordenanzas son
de 1556.

En el Consulado estaban representados todos los tratantes con Indias que no


fueran extranjeros ni dependientes o subordinados suyos. Sus ingresos procedían
de la avería o seguro marítimo, obligatoria para todo el que llevase más de un año
negociando o el que cargase en una o dos veces mercancías por valor superior a
1.000 ducados (se fijó en una blanca al millar). Este impuesto o contribución
permitía sufragar la organización de una Armada que defendiera los buques del
ataque corsario, en particular de los franceses.

Como la piratería seguía siendo una continua amenaza para el comercio con
América, el Consulado consiguió una ordenanza real obligando a todos los
vasallos que marchaban o que venían de las Indias a que se uniesen a la flota
oficialmente organizada a este efecto. Es decir, impuso el sistema de flotas, que
sustitutía al llamado de navío suelto. El uso de este recurso ya había sido
experimentado por los navegantes mediterráneos de la antigüedad, y seguía
siendo utilizado tanto ahí como en el Mar del Norte.

El Consulado carecía inicialmente de un local propio ya que el que utilizaban era


parte de la Casa de Contratación. Por los general, los tratos se realizaban en las
Gradas, no dudando en usar el templo catedralicio si el tiempo se mostraba
desapacible. Para evitar el ingreso de cabalgaduras en el mismo, el Cabildo
eclesiástico acordó el 19 de enero de 1565 poner cadenas alrededor de la
Catedral. Esto es una prueba de los abusos que solían cometer los mercaderes;
abusos que consideró como una "indecencia y poca conveniencia" el
arzobispo Cristóbal de Rojas y se lo comunicó a Felipe II quien, puesto en contacto
con el Prior y Cónsules, exigió que se construyese una casa Lonja.
Así se hizo. Entre 1585 y 1598 se construyó un magnífico edificio, junto a la
fachada sur de la Catedral, para alojar a esta institución de la Lonja de
mercaderes. El Rey encomendó la traza de la edificación a Juan de Herrera,
arquitecto que había dirigido pocos años antes la construcción del Monasterio de
El Escorial. Nos lo cuenta un contemporáneo, Ortiz de Zúñiga, en sus "Anales"
(1598):

"Habíase puesto en perfección el gran


edificio de la Lonja de los Mercaderes
entre la Santa Iglesia y el Alcázar Real,
que para lustre del comercio mandó
hacer el Rey algunos años antes del
presente, en el de 1585, a expensas de lo procedido de algunos arbitrios sobre las
mismas mercaderías; y este año a 14 de agosto se comenzó a comerciar en ella,
dícelo así este letrero sobre su puerta principal:

'El católico y muy alto y poderoso don Felipe segundo, Rey de las Españas, mandó
hacer esta Lonja a costa de la Universidad de los Mercaderes, de la cual hizo
administradores perpetuos al Prior y Cónsules de la dicha Universidad,
comenzándose a negociar en ella en 14 días del mes de agosto de 1598 años'.

Trazóla, a imitación de las obras Romanas, Juan de Herrera, Maestro Mayor de


las obras del Escorial, sobre planta cuadrada, de iguales y conformes fachadas.
Su materia de la cantería de Jerez de la Frontera, piedra que llaman Martelilla [...]
Pretendióse en esto apartar de la Santa Iglesia y del ámbito de sus gradas y
tránsitos de sus puertas los tratos y negociantes que allí se hacían, y no había
bastado a impedirlo toda la autoridad eclesiástica."

No obstante, parece que los comerciantes continuaron con su inveterada


costumbre de negociar en las gradas catedralicias según el mismo cronista: "Y
levantada fábrica tan suntuosa aún se está en pie mucha parte del inconveniente.
Tal es la propensión de los hombres a lo menos bueno".

A medida que la estructura del comercio fue cambiando y Sevilla se dedicó a


exportar productos manufacturados, no fabricados en Andalucía, sino traídos en
su mayor parte desde el extranjero, los miembros del Consulado sevillano fueron
ejerciendo más que nada un negocio de representación y comisión, en
representación de todas las casas mercantiles de Europa. No obstante la
costumbre y los intereses creados, continuaron protegiendo el monopolio de
Sevilla, mucho después que el volumen del comercio hubiese rebasado las
posibilidades, siempre limitadas, que ofrecía el puerto interior del Guadalquivir.

28.- DENTRO DE LAS MANUFACTURAS QUE ACTIVIDADES FUERON LAS


MÁS IMPORTANTES QUE SE DESARROLLARON EN LA NUEVA ESPAÑA
Las actividades económicas durante la historia del virreinato en México fueron parte
importante del desarrollo y evolución de la vida diaria de la Nueva España.

Fue primordialmente la minería la principal actividad que se desarrolló, al grado de


ser esenciales tanto dentro como fuera de la colonia.

La industria minera en el México virreinal, se sabe que extrajo entre los años 1700
y 1800, aproximadamente 34,560 toneladas de plata, que se mandaba
principalmente a España y otros territorios en forma de liguotes o como piezas de
orfebrería.

La siembra y la ganadería fueron otro motor de la economía novo hispana. En las


tierras dominadas anteriormente por los señores indígenas, se introdujeron nuevas
técnicas agrícolas y frutos como el trigo, la caña de azúcar y el arroz, principalmente
introducidas estas novedades por los evangelizadores.

El ganado bovino, además de comerciar con su carne, se agregó a la dieta de los


indígenas junto con la de otras especies que en Mesoamerica no existían.

Los puertos como el de Veracruz y Acapulco mantuvieron una constante actividad


al ver partir materias primas que se producían en Nueva España y recibir
mercancías procedentes de Asia, el virreinato de Perú y España.

Los productos asiáticos fueron principalmente el papel, la pólvora y la seda, y del


Perú el mercurio y muchos otros productos no disponibles en el virreinato de Nueva
España.

La economía novo hispana fue pujante, pero sumamente controlada por el reino
español, que miraba en esto un problema, ya que sus posiciones en ultramar poco
a poco, y al paso del tiempo, acumulaban poder.

29.- ¿QUE ES EL CLERO SECULAR?

En el lenguaje religioso, el mundo (saeculum) es opuesto al claustro; religiosos


que siguen una regla, especialmente aquéllos que han sido ordenados forman
el clero regular, mientras que aquellos que viven en el mundo son llamados el
clero secular. De ahí la expresión tan frecuentemente utilizada en textos
canónicos: “uterque clerus”, designa tanto al clero secular como al regular. El
clero secular no hace profesión ni sigue una regla religiosa,
posee bienes materiales como los laicos, le debe obediencia canónica
al obispo, pero no renuncia a su propia voluntad, lo cual resulta
del voto religioso de obediencia; solamente la práctica del celibato en el Orden
Sagrado es idéntico al voto de castidad que hacen los religiosos. El clero
secular, en el cual reside esencialmente la jerarquía, siempre tiene
precedencia sobre el clero regular de igual rango; este último no es esencial
en la Iglesia ni puede subsistir por sí mismo, dependiendo del obispo para su
ordenación.

30.- ¿CUAL ES LA IMPORTANCIA DEL CLERO REGULAR EN LA NUEVA


ESPAÑA?
La influencia católica estuvo siempre presente en la historia de la Nueva España,
debido a una razón obvia: la corona del país por el que fueron conquistados, es
decir, la corona española, estaba constituida por una hegemonía (supremacía de
poder), relacionada con la iglesia. Eran los descendientes de los Reyes
católicos quienes estaban en la dirección del país. Y sería Felipe II, rey español,
quien alentaría la venida de los primeros clérigos a Nueva España en el siglo XVI.
Fueron ellos, el clero regular, quienes se encargaron de implantar el catolicismo en
la región recién conquistada por España. El papel que las órdenes religiosas jugaron
dentro de la conquista y la aceptación indígenas de la dominación española es, a
menudo, menospreciado cuando se analiza la serie de acontecimientos históricos
de esta época, pues suele dársele mayor valor a la parte meramente militar.

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