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ENSAYO SOBRE UNA CRÍTICA AL PROCESO SOBRE LOS PROYECTOS AMBIENTALES ESCOLARES

(PRAES)

Nosotros como seres vivos interactuamos con la cultura y con la naturaleza afectando el

estado de la biosfera, base de los recursos, del bienestar de los seres humanos y de la

vida de los demás ecosistemas. Los impactos negativos de estas relaciones han

producido en el mundo una crisis de procesos orbitales cuyo origen está en el modelo

de desarrollo y en el estilo de vida occidental. Este modelo, centrado en el consumo y

en la eficiencia, agota los recursos naturales, pone en peligro la calidad del espacio vital

y margina a una gran parte de la población de los beneficios del progreso. Lo anterior

ha llevado a los diferentes países y comunidades a cuestionar las bases filosóficas,

epistemológicas y éticas del modelo hasta exigirle a los estados e incluso a los

ciudadanos tomar decisiones urgentes para reducir los factores desencadenantes de la

crisis ambiental y de las deficiencias de la calidad por medio de la implementación de

los Proyectos Ambientales Escolares (PRAES). (MA-MEN, 2002:32)

En buena medida la respuesta a la crisis ambiental que adopte el sistema imperante

debe partir de una conciencia ambiental del planeta. En países como Colombia la

legislación contempla mecanismos y espacios para que las personas puedan disfrutar

de un ambiente sano sin deteriorar la base de los recursos naturales. Para ello las

nuevas disposiciones exigen a todos los establecimientos educativos introducir la

dimensión ambiental en los currículos e introducir Proyectos Ambientales Escolares en

sus actividades educativas que den respuesta a la problemática ambiental de la

comunidad educativa en el ámbito local, de manera que se trascienda a lo regional y de

allí a lo nacional. (TOBASURA, Isaías, 1997-PRAES, Estrategia para la Formación

Ambiental).

La implementación de los PRAES responde a tres tipos de acción social: instrumental,

estratégica y comunicativa. Las dos primeras se consideran tipos de acción teleológica


y su eficiencia se evalúa siguiendo reglas racionales. Pero el gran problema que impide

su cumplimiento y viabilidad es la falta de participación real de las personas en el

proceso, no hay una acción comunicativa y racional que involucre la toma de decisiones

frente a la problemática ambiental que hay en las instituciones educativas, para que

haya un mayor entendimiento entre los diferentes actores comprometidos en el

mejoramiento del medio que la rodea.

Por eso el proceso para que haya participación en el desarrollo de un PRAE debe partir

de la cooperación por parte de la institución educativa, algo que no se ha podido llevar

a cabo debido a que los Proyectos Ambientales Escolares (PRAES) han terminado por

reducirse a cortas campañas de reciclaje, arborización o control de basuras, por citar

las más comunes. Estos proyectos no tienen mayor trascendencia, ni inciden

favorablemente en la inclusión de la dimensión ambiental en los procesos de formación

de los escolares, que era lo que se esperaba porque lastimosamente muchos de los

estudiantes, aun teniendo una idea de cuáles son las problemáticas ambientales del

planeta, no las comprenden y obviamente no pueden implementar soluciones en su

comunidad. Ellos desconocen lo que ocurre en su colegio, su barrio y su localidad. Por

tanto, es necesario que la comunidad perteneciente a los centros educativos proponga

el camino apropiado para orientar procesos de aprendizaje de temas complejos e

interdisciplinarios y plantee estrategias que favorezcan la construcción de valores,

actitudes y aptitudes para que niños y niñas, padres y madres de familia, maestros y

maestras, comprendan la realidad que los rodea e incidan en el cuidado y mejoramiento

de sus ambientes.

Los Proyectos Ambientales Escolares, PRAES, son programas de aprendizaje

educativo que deben contemplar actividades pedagógicas y ambientales con el

propósito de vincular a la comunidad educativa en la solución de problemas

ambientales locales. Deben ser seleccionados con el propósito de tener relación directa

con el entorno social, cultural, científico y tecnológico del alumno, cumpliendo una
función integral y activa en los conocimientos, destrezas, actitudes y valores, logrando

un mejoramiento de las condiciones ambientales en las Instituciones Educativas.(Al

Tablero N°36 agosto-sept,2005)

El desarrollo de un PRAE debe partir de una reflexión crítica de las problemáticas

ambientales y contar con un componente investigativo de la educación ambiental que

lleve a la construcción de conocimientos significativos; para ello es necesario un trabajo

interdisciplinario en la institución, para lo cual se requiere una formación específica de

calidad en las diferentes áreas del conocimiento y a la vez, se requiere un trabajo

hermenéutico que ponga en diálogo a las diferentes disciplinas o saberes con el saber

cotidiano o común desde fenómenos, problemáticas vivenciales y cotidianas. El mayor

problema dentro de los establecimientos educativos son las pocas oportunidades de

formación científica y tecnológica, la ciencia que se desarrolla en la escuela da prioridad

a los resultados y no a los procesos; se transmite sin un contexto adecuado y con muy

poca relevancia para que tenga significación permanente en su realidad.

Para el desarrollo de un PRAE se debe partir de una planeación que haya sido

concretada con la comunidad, para ello es importante que se desarrollen bases

conceptuales y filosóficas sólidas para desarrollar propuestas pedagógico-didácticas a

partir de una temática de educación ambiental. Pero la falta de visión pedagógica ha

hecho que haya poca reflexión sobre la problemática ambiental para cualificar el

proceso de construcción de conocimientos que permitan la comprensión de las

realidades ambientales locales alrededor del uso y conservación del medio ambiente.

Es claro que el cuidado ambiental en un establecimiento educativo es uno de los

factores a tener en cuenta para el proceso de desarrollo de un PRAE, ya que a partir de

ahí, los participantes se deben centrar en aquellos problemas que deterioran el área de

influencia del establecimiento educativo o de la comunidad educativa; luego se deben

priorizar los problemas y definir las alternativas de solución teniendo en cuenta los
recursos humanos, físicos y financieros con que se cuente en la comunidad y en el

establecimiento educativo.

Por lo anterior, es importante reiterar que el Proyecto Ambiental Escolar debe tener

alternativas de solución viables que generen cambios cognitivos y axiológicos en la

comunidad educativa, el PRAE es la herramienta para generar la formación ambiental

significativa en los currículos de una institución educativa, de manera que fomente el

cambio de actitud frente al cuidado del medio ambiente, su diversidad natural dentro

de la Institución y en los ecosistemas que la rodean.

https://www.youtube.com/watch?v=b-dWpFa48_U

https://www.youtube.com/watch?v=paJZyZRWiPA

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