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La diabetes es una enfermedad endocrina y metabólica que afecta al páncreas para segregar
insulina y cuya consecuencia principal es que la glucosa no puede ser metabolizada por las
células, de forma que la glucosa resultante de la transformación de los alimentos ingeridos
permanece en el torrente sanguíneo sin poder cumplir su función energética, debido a la
falta total o parcial de la insulina. La principal consecuencia clínica de la diabetes no
tratada es la presencia de elevadas concentraciones de glucosa circulante en la sangre, lo
que provoca con el paso del tiempo numerosas y graves consecuencias en múltiples
órganos y sistemas del organismo.
Cambio en el estilo de vida del paciente. El paciente se encuentra con que su vida
debe cambiar bruscamente en numerosos, aspectos, de modo que ciertas rutinas, a
las que nadie prestaría atención, se han de convertir en motivos de supervisión y
vigilancia constante.
Los estudios disponibles señalan que son más eficaces los programas conductuales en
comparación con otras intervenciones como son el consejo nutricional o el entrenamiento
en relación.
Bibliografía:
Pérez Álvarez, M., Fernández Hermida, J. R., Fernández Rodríguez, C. y Amigo Vázquez,
I. (Coords.) (2003). Guía de tratamientos psicológicos eficaces (3 vols.). Madrid: Pirámide.
Permalink: http://medicablogs.diariomedico.com/reflepsiones/2010/09/28/apoyo-
psicologico-para-la-diabetes/
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Para Garay (2009), las reacciones psicológicas a la Diabetes Mellitus (DM) han sido
objeto de interés desde principios del siglo XX. Las primeras nvestigaciones intentaban
específica que implicara un alto riesgo de padecer diabetes y que ofreciera por tanto la
En relación con los trastornos asociados a la enfermedad hay que considerar que la diabetes
mellitus es una enfermedad crónica, cuyo tratamiento requiere llevar una dieta rigurosa,
esto requiere un reajuste en el estilo de vida del paciente. Por esta razón Portilla (1991) no
constituir en la mayoría de los casos una etapa crítica. La persona se enfrenta sin esperarlo
y por tanto sin estar preparada para ello a una enfermedad crónica que desajusta toda su
vida y que impone un régimen riguroso de tratamiento, que debe cumplir diariamente y
para lo cual no basta con tomar o inyectarse el medicamento en un momento del día, sino
que debe reajustar toda la actividad diaria, a las nuevas demandas que la enfermedad le
impone.
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La atención psicológica para resolver la problemática de esta fase puede valorar algunos de
conceptos establecidos por el paciente pero erróneos total o parcialmente. Estas técnicas
multicausal en el que intervienen entre otros la dieta, la presencia de focos sépticos y las
es más frecuente.
El estrés emocional por sí mismo constituye en muchas ocasiones el motivo que justifica el
encuentran entre estas causas. Los conflictos y tensiones vivenciadas por el paciente en el
ámbito personal, familiar, laboral, para los que no tiene una solución adecuada y que
afectan su estabilidad constituyen con frecuencia motivo de consulta e ingreso por provocar
descompensación de la DM.
aspectos del tratamiento, siendo muy frecuentes los casos que temen al uso de la insulina
la técnica de desensibilización sistemática suele ser un medio eficaz, así como la terapia
Epidemiologia
(1970) y a 6.3% de la población mayor de 17 años (2003). Sin embargo hay diferencias
1), elevándose en forma notoria en mayores de 40 años, cuando se hace más frecuente la
DM tipo 2. Si en los adultos mayores de 40 años la Diabetes tiene una prevalencia del
El 90% de los diabéticos son tipo 2, un 8% tipo 1, y el resto son de clasificación imprecisa
o son secundarias a otras patologías. La gran mayoría de los diabéticos son tipo 2 obesos.
diferencias se mantienen pese a cambios del estilo de vida por emigración, lo que sugiere
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obesas existe un riesgo progresivo de desarrollar diabetes a medida que aumenta el IMC.
Las personas con un IMC > 27,9 tienen un riesgo siete veces superior de llegar a ser
Diagnóstico
Por definición se considera diabético a aquella persona que cumpla los requisitos que
día distinto excepto que el paciente presente una hiperglucemia con descompensación
metabólica aguda:
1. Síntomas clásicos de DM y una glucosa plasmática casual mayor o igual a 200 mg/dl.
Hiperglucemia casual se define como la que aparece en cualquier momento del día sin
considerar el tiempo desde la última comida. Los síntomas clásicos incluyen poliuria,
2.- Glucemia plasmática basal mayor o igual a 126 mg/dl. La glucemia plasmática basal se
define como aquella que se realiza con ausencia de ingesta calórica de al menos ocho horas.
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3.- Resultado del test de tolerancia oral de glucosa con 75 g de glucosa mayor o igual a 200
Existen unos estadios previos al diagnóstico de diabetes en los que las cifras de glucemia
suelen ser obesos, tienen un mayor riesgo de desarrollar DM que la población general y un
1.- Glucemia basal alterada: La presentan aquellos pacientes cuya glucemia está entre 100 y
125 mg/dl
2.- Intolerancia a la glucosa: La presentan aquellos pacientes que, tras un test de tolerancia
oral a la glucosa presentan glucemia basal inferior a 126 mg/dl y glucemia a las dos horas
Las reacciones psicológicas a la Diabetes Mellitus (DM) han sido objeto de interés desde
principios del siglo ) XX. Las primeras investigaciones intentaban encontrar características
específicas en quien padece la enfermedad. Surge entonces el mito de la “personalidad del
diabético” con la esperanza de encontrar una personalidad específica que implicara un alto
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Es por ésto que las investigaciones más recientes se centran más en el funcionamiento
dinámico de las reacciones psicológicas y sociales a la DM. Uno de estos aspectos considera
los esfuerzos cognitivos y conductuales del individuo para “manipular” las demandas de su
enfermedad y que exceden los recursos adaptativos que poseía hasta el momento, es decir,
los estilos de enfrentamiento a la enfermedad.
Aún no queda claramente establecido de qué forma las características más estables del
sujeto limitan o favorecen cierto tipo de respuesta de enfrentamiento ni el peso relativo de
los rasgos personológicos y el contexto social en la predisposición a responder en una
forma particular, pero es innegable la incidencia de todos estos factores en dicha respuesta.
Por 10 anterior se hace necesario hacer una diferenciación entre los trastornos psicológicos
en el paciente diabético que pueden estar asociados directamente a su enfermedad y
aquellos que tienen una relativa independencia de ésta.
EL PACIENTE DIABETICO
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No solo considera las verdaderas condiciones que le impone el médico para cumplir su
tratamiento sino que le agrega nuevas limitantes sugeridas por otras personas o valoradas
por él, que hacen que perciba la enfermedad como más invalidante de lo que realmente
puede ser.
Por estas razones aparecen con frecuencia en esta etapa síntomas ansiosos y/o depresivos
que requieren tratamiento. La atención psicológica para resolver la problemática de esta
fase puede valorar algunos de los siguientes recursos:
El estrés emocional por sí mismo constituye en muchas ocasiones el motivo que justifica el
descontro1. La aparición de eventos vitales que demandan un reajuste psicológico se
encuentra entre estas causas. Los conflictos y tensiones vivenciadas por el paciente en el
ámbito personal, familiar, laboral, para los que no tiene una solución adecuada y que
afectan su estabilidad constituyen con frecuencia motivo de consulta e ingreso por
provocar descompensación de la DM.
Situaciones Especiales
-Embarazo: Los riesgos que puede afrontar la mujer diabética y su futuro hijo, deben ser
de su conocimiento y para ello deberá recibir una adecuada orientación y apoyo tanto para
la toma de decisiones al respecto como para mantener un estado óptimo desde el punto de
vista psicológico.
que lleven al descontrol metabólico. Esto hace a esta edad particularmente vulnerable y
necesitada de orientación y apoyo.
El personal de salud que tiene a su cargo la atención de estos pacientes constituye una
importante y prestigiosa fuente de información que disipa temores y prejuicios en relación
con la enfermedad, además de ser quien determina el tratamiento a seguir.
Las relaciones sociales en general pueden contribuir a que el diabético logre una identidad
social positiva en la medida en que sean capaces de percibirlo como una persona igual a los
demás pero que a su vez requiere cumplir un tratamiento: la comprensión, apoyo y
aceptación que provenga de los demás confiere al diabético seguridad y confianza.
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Los Sistemas de Apoyo Social, conjuntamente con otras técnicas mencionadas antes
pueden ser utilizados como recursos terapéuticos en el manejo psicológico del paciente
diabético.
Los ataques físicos o verbales al cuidador pueden conducir a un abuso recíproco y pueden
llegar a constituir la principal razón para la institucionalización. Las alteraciones del
comportamiento afectan más a los adultos mayores que viven en instituciones de cuidados
prolongados que a aquellos que permanecen en la comunidad. Los pacientes con demencia
suelen desarrollar alteraciones del comportamiento en algún momento de la evolución del
padecimiento.
3. Desórdenes de la personalidad
TERAPÉUTICA NO FARMACOLÓGICA
Evite discutir o justificarse. Cuando un adulto mayor suspicaz, cree haber asustado
o irritado a su cuidador, aumenta su ansiedad y adopta un comportamiento defensivo.
Lleve a cabo con el paciente una rutina diaria de actividad física para minimizar la
deambulación incesante y el vagabundeo.
Señale las salidas del edificio o domicilio con señales claras de “alto”, para
desalentar las tentativas de fuga. A la par, haga disponible un espacio para la
deambulación donde pueda ser supervisado y sea seguro.
Año 2009
La diabetes mellitus es una enfermedad producida por una alteración del metabolismo
(metabolismo es un conjunto de reacciones químicas que tienen lugar en las células del cuerpo),
caracterizada por un aumento de la cantidad de glucosa en la sangre y por la aparición de
complicaciones microvasculares (enfermedad de los vasos sanguíneos finos del cuerpo,
incluyendo vasos capilares) y cardiovasculares (relativo al corazón y los vasos sanguíneos) que
incrementan sustancialmente los daños en otros órganos (riñones, ojos, corazón, nervios
periféricos) y la mortalidad asociada con la enfermedad y reduce la calidad de vida de las
personas afectadas.
La diabetes afecta a entre el 5 y el 10% de la población general, esta variación depende de los
estudios consultados. Debe tenerse en cuenta que se estima que por cada paciente diabético
conocido existe otro no diagnosticado. Su frecuencia aumenta significativamente con la edad y
también con el exceso de peso y la vida sedentaria, por estos motivos se espera un importante
aumento del número de diabéticos en los próximos decenios.
• Sed
• Aumento de la cantidad de orina
• Aumento del apetito
• Picores
• Infecciones
• Enfermedades cardiovasculares asociadas
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¿Cuáles son las cifras de glucosa en sangre normales y a partir de cuándo hablamos de
Diabetes?
La cifra de glucosa en sangre se considera normal cuando es menor de 110 mg/dl.
Hablamos de Diabetes Mellitus tomando los siguientes aspectos
1. La glucemia en ayunas en plasma venoso es mayor o igual 126 mg/dl (7 mmol/l) al menos en
dos ocasiones.
2. Hay síntomas de diabetes y una glucemia al azar en plasma venoso mayor o igual 200 mg/dl
(11,1 mmol/l). Aunque no se esté en ayunas. No es necesaria una segunda determinación.
dieta. Debe ser un proyecto individualizado a las necesidades de cada persona, sus preferencias
y debe contemplar objetivos relacionados con la consecución de un peso óptimo, situación
laboral, disponibilidades etc.
4. Plan psicológico: el médico debe seguir una serie de pasos descritos más adelante en los que
incluye:
• Antes de dar las noticias el médico debe tener un PLAN
• Dar el CONTROL al paciente sobre lo que quiere y no quiere hacer
• AVERIGUAR que piensa el paciente sobre su enfermedad
depender gran parte del éxito o fracaso, no solo de los mecanismos adaptativos del enfermo,
sino, igualmente, de la intervención psicológica, si ésta fuera precisa. El acercamiento analítico a
la familia como factor de riesgo o protección frente a los problemas psicológicos del diabético se
ha producido desde diversos paradigmas: sistémico, conductual, conductual-cognitivo y
psicoanalítico. Sin entrar en aspectos específicos de cada uno de los modelos, expondremos
aquellas características sobre las que existe un consenso generalizado, independientemente del
modelo explicativo del que procedan. El diagnóstico de diabetes supone para cualquier familia la
necesidad de hacer frente a una enfermedad crónica. Esto significa la puesta en marcha de
mecanismo de afrontamiento y de reajustes en la dinámica familiar muy importantes, ya que,
hablamos de una enfermedad que, aunque no incapacitante, si que se necesita poner en marcha
la elaboración de estrategias que posibiliten el autocuidado. al mismo tiempo que éstas no
afecten significativamente la autonomía ni la calidad de vida del enfermo ni de la familia. Esto
requiere una dedicación suplementaria por parte de los padres hacia el paciente. De aquí que la
adaptación deba darse en todos los miembros de la familia, tanto en los padres como en los
hermanos.
Básicamente esta técnica trata de analizan los factores estresantes así como la disponibilidad de
recursos para hacer frente en cada miembro de la familia. La estrategia de superación que
suelen utilizarse son las platicas que sirvan de catarsis y alivien el malestar. Suelen darse
recomendaciones, tanto cognitivas como conductuales, que sean útiles para hacer frente a la
situación.
Creemos que es una de las técnicas más útiles, tanto en el abordaje psicoterapéutico de los
familiares como de los pacientes. Seguimos, habitualmente el esquema clásico: la explicación
del esquema A (acontecimiento activador), B (creencias acerca de A), C (consecuencia
emocional y conductual); detección de creencias irracionales, discusión acerca de las creencias,
y alternativas.
La aplicación concreta es adaptada a cada caso y su indicación se realiza en base a los datos
aportados por la evaluación inicial del problema.
Respecto al tipo de intervención, nosotros proponemos las que habitualmente utilizamos, sin que
esto suponga infravalorar otros planteamientos diferentes. En este sentido, consideramos
diferentes modelos de intervención, así como la pertinencia de aplicarlos, en cada situación
concreta.
Conclusiones
La diabetes mellitus es una enfermedad crónica que provoca muchos rezagos en la vida del
paciente, se presente a cualquier edad y provoca muchas complicaciones con respecto al
cambio de vida, estado de salud, forma de envolverse en el entorno social y problemas
psicológicos sobre la aceptación del yo y la enfermedad.
Existen diversos sentimientos y formas de ver la enfermedad en la familia la mas común es la
sobreprotección hacia el paciente, impidiendo la autonomía social y dificultando la adherencia a
los autocuidados haciendo al paciente dependiente para casi cualquier actividad.
El diagnóstico de la diabetes supone para la familia enfrentar una enfermedad crónica lo cual
representa reajustes en la dinámica familiar para la elaboración de estrategias que ayuden y
beneficien al enfermo mejorando la calidad de vida del enfermo y de su familia. Existen diversas
técnicas que pueden ayudar al entendimiento de la enfermedad y al mejoramiento de la salud
del enfermo, como lo son las técnicas de inocularon y afrontamiento al stress, la terapia racional
emotiva o la técnica de condicionamiento clásico. Si la familia se siente con dificultades en el
majo del paciente y se sienten incomprendidos es bueno que se acerquen a los Grupos de Apoyo
y Asociaciones de Afectados en las cuales se les podrá dar información acerca de la enfermedad,
la insistencia en el mantenimiento del estilo de vida, así como otras indicaciones y terapeutas
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