Una nueva manera de situarse ante Dios
«Saulo aprobaba la muerte de Esteban. Aquel día se desató una gran
persecución contra la Iglesia de Jerusalén. Todos, a excepción de los
apóstoles, se dispersaron por las regiones de Judea y Samaria» (Hech 8,1).
«Acudían al Templo
todos los días con
perseverancia y con un
mismo espíritu... y
gozaban de la simpatía
de todo el pueblo»
(Hech 2,46-47).
El libro de los Hechos nos dice
que los que dejaron Jerusalén
tras la muerte de Esteban
fueron a los samaritanos (8,5),
a Fenicia, Chipre y Antioquía
(11,19). Y aunque predicaron la
palabra primeramente sólo a los
judíos, algunos predicaron
también a los gentiles (11,20).
Damasco fue seguramente uno CHIPRE
de los sitios de propagación del
mensaje pascual fuera de
Mar Mediterráneo
Judea, como sugiere la mención
en Hech de «los discípulos de
Damasco» (9,19). Precisamente
en este contexto de polémica y
persecución encontramos
mencionado por primera vez a
Pablo.
La experiencia de Damasco
El perseguidor fue encandilado por una luz celestial e
interpelado por la voz del Crucificado Resucitado, que
estaba siendo perseguido por él.

Los acompañantes quedaron asombrados y oyeron
la voz, pero sin ver la luz (Hech 9,7);

vieron la luz pero no oyeron nada (Hech 22,9);

cayeron por tierra junto con Pablo (Hech 26,14).
Todos estos relatos tienen en común el querer
presentar una teofanía. De manera semejante la
Biblia hebrea había narrado la aparición de Dios
entregando la Ley
La conversión de Pablo

no supuso un paso del agnosticismo a la aceptación
de la existencia de Dios

ni un cambio del libertinaje a la rectitud moral.

Fue un cambio religioso del esquema de lo debido
a una visión de la gracia como oferta de vida hecha
por Dios a cada hombre.
La salvación dejó de ser para él conquista y motivo
de jactancia, y pasó a ser gratuidad y causa de
gratitud hacia Dios.
CRITICA HELENISTAAL
TEMPLO
«Este hombre no para de
hablar en contra del Lugar
Santo y de la Ley; pues le
hemos oído decir que
Jesús, ese Nazoreo,
destruirá este Lugar y
cambiará las costumbres
que Moisés nos ha
transmitido» (Hech 6,13-
14).
«El Altísimo no habita en
casas hechas por mano
de hombre como dice el
profeta: El cielo es mi
trono y la tierra el escabel
de mis pies. Dice el Señor:
¿Qué Casa me
edificaréis? O ¿cuál será
el lugar de mi descanso?»
(Hech 7,48-49).
CILICIA El perseguidor
Tarso
Antioquía «Encarnizadamente perseguía a la Iglesia de Dios y la
devastaba, y sobrepasaba en el judaísmo a muchos de
mis compatriotas contemporáneos, superándolos en el
FENICIA celo por las tradiciones de mis padres» (Ga 1,13-14).
Damasco
El motivo de su hostilidad parece ser claramente la
actitud liberal de los judeo-cristianos helenistas
Jerusalén frente a la Ley.
ARABIA «Personalmente no me conocían las Iglesias de Judea
que están en Cristo» (Ga 1,22).
«Sin subir a Jerusalén donde los apóstoles anteriores a
mí, me fui a Arabia, de donde nuevamente volví a
Damasco» (Gal 1,17).
Revelación y envío
«El mismo Dios que dijo: De las tinieblas punto, sin pedir consejo ni a la carne ni
brille la luz, ha hecho brillar la luz en a la sangre, sin subir a Jerusalem
nuestros corazones, para irradiar el donde los apóstoles anteriores a mí,
conocimiento de la gloria de Dios que está
en el rostro del Mesías» (2 Co 4,6)
me fui a Arabia» (Gal 1,15-17).
«Pero lo que para mí era ganancia, lo
«Os hago saber, hermanos, que el he juzgado una pérdida a causa de
Evangelio anunciado por mí, no es de
orden humano, pues yo no lo recibí ni
Cristo. Y más aún: juzgo que todo es
pérdida ante la sublimidad del
aprendí de hombre alguno, sino por conocimiento de Cristo Jesús, mi
Señor, ... para ganar a Cristo y ser
revelación de Jesús Mesías» (Gal 1,11-12)
hallado en él, no con mi justicia, la que
viene de la Ley, sino la que viene por la
«Cuando Aquel que me separó desde el
fe en Cristo, la justicia que viene de
seno de mi madre y me llamó por su
gracia, tuvo a bien revelar en mí a su Hijo, Dios, apoyada en la fe» (Flp 3,7-9).
para que lo anunciase entre los gentiles, al
Pablo evidencia en su comportamiento la psicología propia del convertido:

Adhesión totalizante a la nueva causa y denuncia polémica de la falsedad de la
causa que antes había abrazado.

Conciencia inquebrantable de haber hecho una opción acertada, y un coraje y
tenacidad que va creciendo proporcionalmente a las adversidades que se le
presentan.

Finalmente una fe apasionada y espontánea, no exenta de una cierta dosis de
intolerancia.
1
El Apóstol mantiene el compromiso con sus comunidades
La primera carta de Pablo (1 Tes) fue escrita a partir de una Bizancio
situación excepcional. Responde a una necesidad del Filipos
Tesalónica
Apóstol de retomar contacto con una comunidad que tuvo ITALIA
que dejar precipitadamente, sin oportunidad de formarla Tróada
como convenía. Pablo pudo presentir las posibilidades que
brindaba una epístola para completar lo que su labor ASIA
apostólica. Por eso pidió «que esta carta sea leída a todos
los hermanos» (1 Tes 5,27).

Filipos «es una de las principales ciudades de la demarcación de

Macedonia, y colonia» (Hech 16,11-12). Sus habitantes, por ser Jerusalén
colonia, tenían ciudadanía romana. De allí surgen dificultades: Mar Mediterráneo

«Estos hombres alborotan nuestra ciudad; son judíos y

predican unas costumbres que nosotros, por ser romanos,
no podemos aceptar ni practicar» (16,20-21). Recorrido de la Via Egnatia. Filipos y Tesalónica eran sus principales
estaciones.

En Tesalónica «los judíos, llenos de envidia, reunieron a

gente maleante de la calle, armaron tumultos y
alborotaron la ciudad» (Hech 17,5):
«Esos que han revolucionado todo el mundo se han
presentado también aquí, y Jasón les ha hospedado.
Además todos ellos van contra los decretos del César
y afirman que hay otro rey, Jesús» (17,6-7).
[Claudio] «expulsó de Roma a los judíos que
continuamente producían tumultos por instigación de
Cresto [¿Cristo?]» (Suetonio, Vida de Claudio 25,4).
Hostilidad en Tesalónica
«Vosotros, hermanos, habéis seguido el ejemplo de las iglesias de Dios que están
en Judea, en Cristo Jesús, pues también vosotros habéis sufrido de vuestros
compatriotas las mismas cosas que ellos de parte de los judíos» (1 Tes 2,14).
Al Apóstol le preocupa la perseverancia de las frágiles comunidades recién fundadas.
Existía el serio peligro de que se viniera abajo todo el trabajo realizado (1 Tes 3,5). La
partida imprevista había impedido una acción en profundidad y la maduración de los
nuevos convertidos. Era necesaria una visita, pero Pablo no había podido concretarla
aún (2,18). Por eso decidió enviar de nuevo a Timoteo a Tesalónica «para afianzaros y
daros ánimos en vuestra fe, para que nadie vacile en esas tribulaciones» (3,1-3).

El Apóstol se transforma en escritor

Pablo y Silvano desde Atenas
habían seguido su viaje hacia
Corinto. Allí se les uniría
Timoteo trayéndoles noticias
de Tesalónica. Y Pablo se
apresura a responderles por
carta. Es el primer escrito
cristiano que conservamos.
«Nos acaba de llegar de ahí Timoteo y nos ha traído
buenas noticias de vuestra fe y vuestra caridad; y dice
que conserváis siempre buen recuerdo de nosotros y
que deseáis vernos, así como nosotros a vosotros. Así
pues, hermanos, hemos recibido de vosotros un gran
consuelo, motivado por vuestra fe, en medio de todas
nuestras congojas y tribulaciones. Ahora sí que
vivimos, pues permanecéis firmes en el Señor» (3,6-8).
Pablo no sólo se alegra de la perseverancia de
los creyentes macedonios, sino también de que
ellos conservaran un buen recuerdo de los
misioneros y desearan su regreso.
A Pablo le preocupaba que su demora en
regresar fuera considerada como una falta de
compromiso. Así se esfuerza por recordarles su
comportamiento intachable durante su
permanencia en la ciudad

«Vosotros sois testigos, y Dios también, de cuán santa, justa e irreprochablemente nos comportamos con
vosotros, los creyentes. Como un padre a sus hijos, lo sabéis bien, a cada uno de vosotros os exhortábamos
y alentábamos, conjurándoos a que vivieseis de una manera digna de Dios, que os ha llamado a su Reino y
gloria» (2,10-12)

La esperanza del creyente

Timoteo no llevó a Corinto
únicamente las buenas
noticias de la comunidad de
Tesalónica, sino también
consultas para Pablo.
Porque estaban
preocupados por la suerte
de algún creyente que
habría muerto después de
la partida de los
misioneros. ¿Qué ocurriría
con él? Se habría perdido
la posibilidad de participar
en la venida de Jesús
como Señor, anunciada por
Pablo. ¿Y si algún otro
muriera también antes de la
llegada de Jesús?
Partiendo de la fe en Jesús
muerto y resucitado, Pablo
explica que Dios no
abandonará tampoco a los
creyentes difuntos.
«Hermanos, no queremos que estéis en la ignorancia «PAROUSÍA»: significaba la llegada de un general
respecto de los muertos, para que no os victorioso. Que para los habitantes de un lugar fuera
entristezcáis como los demás, que no tienen ésa una buena o mala noticia dependía de la relación
esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y que se mantenía con quien llegaba. Relación que
que resucitó, de la misma manera Dios llevará determinaba también el modo de «recepción»
consigo a quienes murieron en Jesús» (4,13-14). («APANTESIS»).
1 Tes 2,19; 3,13; 4,15 y 5,23: Jesús, como soberano victorioso llega a la tierra desde su lugar de
Resucitado. Como en la llegada a cualquier ciudad lo primero que se veía al borde del camino eran
los sepulcros, los primeros en «recibir» al Señor Jesús victorioso son los muertos, y después los que
aún vivan.
«Vosotros mismos sabéis perfectamente que el Día El convencimiento de un final próximo de la historia,
del Señor ha de venir como un ladrón en la noche. imponía a los creyentes una espiritualidad de espera. El
Cuando digan: «Paz y seguridad», entonces mismo, presente era para ellos la víspera del gran día. Por eso
de repente, vendrá sobre ellos la ruina» (5,2-3). debían vigilar, para que ese «Día» no los sorprendiera
como un ladrón:
Pablo espera que él mismo pueda presenciarlo:
«Todos vosotros sois hijos de la luz e hijos del día.
«Nosotros, los que vivamos, los que quedemos hasta Nosotros no somos de la noche ni de las tinieblas. Así
la Venida del Señor no nos adelantaremos a los que pues, no durmamos como los demás, sino velemos y
murieron» (4,15). seamos sobrios» (5,5-6).

2

La unidad del Cuerpo de Cristo
Cuando Pablo escribió a los creyentes de
Tesalónica venía trabajando con mucha dedicación
en Corinto, la capital de Acaya. Después de «un
año y seis meses enseñando entre ellos la
Palabra de Dios» (Hech 18,11), dejará la ciudad
para dirigirse a Éfeso, capital de la importante
Provincia de Asia. Desde allí seguirá en contacto
con los corintios mediante una serie de cartas,
que nos permiten conocer no sólo el pensamiento
del Apóstol, sino también la vida de aquella
comunidad.
Evangelio y valores sociales
Pablo se enteró de la situación de la comunidad corintia:
«Estoy informado de vosotros, por los de Cloe, que
existen discordias entre vosotros. Me refiero a que
cada uno de vosotros dice: «Yo soy de Pablo»,
«Yo de Apolo», «Yo de Cefas», «Yo de Cristo» (1
Co 1,11-12).
Las divisiones nacen de una valoración de la predicación
según criterios mundanos. Tal vez la brillante predicación
de Apolo habría deslumbrado a un sector de la comuni-
dad: «Era un hombre elocuente y versado en las Escritu-
ras» (Hech 18,24).
Frente a esa sabiduría Pablo contrapone el mensaje de la
cruz, como negación de toda pretensión de autosuficien-
cia humana. La cruz significa el encuentro de la sabiduría
y del poder de Dios con la debilidad humana. Como Dios
resucitó al Crucificado, signo de impotencia y vergüenza,
así rescata a todo hombre que reconoce su impotencia
para salvarse y se abre al proyecto sabio de Dios.
Corinto era uno de los centros portuarios
más importantes del Mediterráneo y la
capital de la provincia de Acaya.
«Corinto recibe el calificativo de opulenta
debido a su comercio marítimo; está Tesalónica
situada en el Istmo y posee dos puertos,
de los que uno mira a Asia y el otro a
Italia; de este modo facilita el cambio de
mercancías entre estas dos regiones tan
distantes» (Estrabón, Geografía VIII,6,20).
«Nada más entrar en Corinto, me di
cuenta inmediatamente de la
desvergüenza de los ricos de allí y de la
desgracia de sus pobres» (Alcifrón,
Mar Mediterráneo
Epístolas 3,24).
La vergüenza de la cruz
«Tales suplicios, no sólo la ejecución, sino su
carácter, su temor, su mismo nombre es indigno
de un ciudadano romano y de un hombre libre»
(Cicerón, Defensa de Rabirio 16)
[Los cristianos dicen:] «Cree que quien yo te
presento es el Hijo de Dios, a pesar de los lazos
deshonrosos y del suplicio vergonzoso y a pesar
de que ayer o anteayer se le haya tratado con la
peor de las ignominias a los ojos de todos» (Celso,
cf. Orígenes, Contra Celso 6,10).
Pablo llama la antención sobre el verdadero
criterio de elección divina, tan diferente del
HONOR estimado por la sociedad.
MACEDONIA
Filipos
ASIA
Mar Egeo
ACAYA
Efeso
Corinto
CRETA
«Pues la predicación de la cruz
es una necedad para los que se
pierden; mas para los que se
salvan - para nosotros - es
fuerza de Dios» (1 Co 1,18).
«¡Mirad, hermanos, quiénes ha-
béis sido llamados! No hay mu-
chos sabios según la carne ni
muchos poderosos ni muchos
de la nobleza. Ha escogido Dios
más bien lo necio del mundo para
confundir a los sabios. Y ha es-
cogido Dios lo débil del mundo,
para confundir lo fuerte... Para
que ningún mortal se gloríe en la
presencia de Dios» (1,26-29).

La propia cena y la Los Igualmente relacionado con la unidad está el tema de los «CARISMAS» (1 Co
12,1). En cuanto dones particulares de cada creyente, el Espíritu no los
Cena del Señor Carismas suscita para elevar el status personal, sino para el bien de toda la comunidad.

En Corinto la comunidad se reunía en la casa

de algunas personas, que el mismo Pablo
menciona, como Estéfanas (cf. 1 Co 16,15)
y Cayo (cf. Rom 16,23). Se trata de dos de
los tres únicos que Pablo reconoce haber
bautizado (cf. 1 Co 1,14.16). Debían tener
un nivel social más alto que el resto, como
para disponer de una vivienda con espacio
para acoger a un grupo numeroso en una
reunión. ¿Cuál sería la actitud de estos an-
fitriones tan habituados a la relación social
de patrón-cliente, propia de la cultura medi-
terránea antigua?
Al parecer alguno de estos patronos de co-
munidades mantendría con total naturalidad
las pautas culturales relativas a la partici-
pación en banquetes, que implicaban su-
brayar las diferencias sociales a través de
la ocupación de los sitios en la mesa y has-
ta en la distinción del menú ofrecido. Pablo
reprocha estas costumbres:
DIVERSIDAD UNIDAD
«Hay diversidad de carismas, pero el Espíritu es el mismo;
diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo;
diversidad de operaciones, pero es el mismo Dios que
obra en todos» (12,4-6).
«A cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para provecho común» (12,7).
CARISMAS MINISTERIOS
«Porque a uno se le da por el Espíritu palabra de «Y así los puso Dios en la Iglesia,
sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el primeramente como apóstoles; en
mismo Espíritu; a otro, fe, en el mismo Espíritu; a segundo lugar como profetas; en
otro, carismas de curaciones, en el único Espíritu; tercer lugar como maestros; luego, los
a otro, poder de milagros; a otro, Profecía; a otro, milagros; luego, el don de las
discernimiento de espíritus; a otro, diversidad de curaciones, de asistencia, de gobierno,
lenguas; a otro, don de interpretarlas» (12,8-10). diversidad de lenguas» (12,28).

«Eso ya no es comer la Cena del

Señor» (11,20).
Seguir manteniendo esas costumbres era
despreciar a la Iglesia de Dios y avergon-
zar a los que no tienen (1 Co 11,22). El sen-
tido de la comida era la memoria de la entre-
ga redentora de Jesús, que había reunido
en la unidad a todos los creyentes:
«Aun siendo muchos, un solo pan y un
solo cuerpo somos, pues todos parti-
cipamos de un solo pan» (1 Co 10,17).
Pablo explica la armonía que debe
haber entre las operaciones de los
creyentes investidos por ministerios y
de los capacitados con carismas. Para
eso recurre al modelo del CUERPO,
como realidad unida y organizada.
Esta imagen era utilizada también por
los filósofos estoicos, para ilustrar las
relaciones entre las personas, ya sea
en el mundo o en el Estado.
El progreso técnico, en cambio, ha impuesto otra
imagen para expresar unidad, organización y, sobre
todo, eficiencia: la maquinaria de producción. Pero la
diferencia de esta imagen respecto a la del cuerpo no
consiste en que sea más moderna: se trata
sencillamente de que no es en absoluto una imagen
humana. Las consecuencias de acostumbrarnos a este
modelo de asociación resultan muy perjudiciales,
aunque digamos que simplemente es una metáfora. Nos
ha deshumanizado. También puede alterar nuestra
comprensión, como creyentes, de nuestra pertenencia
eclesial.

3
 Observada detenidamente, «Segunda Corintios» ofrece
Perfil pastoral del Apóstol muchas dificultades para una lectura continua. Los
diversos tonos corresponderían a escritos diferentes,
Las noticias sobre divisiones, conductas escandalosas y comprensión redactados independientemente, en situaciones diversas.
deformada de la fe que habían llegado desde Corinto provocaron la
preocupación de Pablo. Pero él había puesto los medios a su alcance
para mejorar la situación, enviando con instrucciones a Timoteo, su más 1- Apología de su ministerio apostólico (2,14 - 7,4).
valioso colaborador (1 Co 4,17), y respondiendo por escrito las consultas
Su argumentación tiene una forma positiva. Manifiesta
que le habían acercado hasta Efeso. Sin embargo la situación empeoró la confianza de que la comunidad comprendería su
con la llegada de nuevos predicadores. Si la anterior epístola enviada a testimonio, y por eso los exhorta paternalmente.
Corinto nos permitía conocer la vida de aquella comunidad, una serie de
nuevas cartas nos descubre la comprensión que Pablo tiene del ministerio 2- Una carta de reconciliación (1,1 - 2,13 y 7,5-16).
apostólico.
Celebra el cariño que la comunidad le manifiesta. Sin
embargo eso se debe a que Pablo había escrito una
El regreso de Timoteo le mostró a Pablo La acogida de estos nuevos predicado- «carta que los entristeció», pero «aquella tristeza los
un panorama más complicado que el que res estuvo facilitada por «cartas de re- movió a arrepentimiento» (7,8-9). ¿Cuál fue esa carta?
habían descrito sus visitantes corintios. comendación» (2 Co 3,1).
El cuadro de la situación se había modi- Pablo apostó a una nueva carta, con- 3- Cartas sobre la organización de la colecta: 2 Co 8-9.
ficado con la llegada de otros misione- vencido de que su amor por la comuni-
ros. Ya no estaba en juego solamente la dad sería suficiente para que los cre- Se refieren a la colaboración que está organizando
preferencia por los estilos de predica- yentes no prestaran atención a la predi- entre las comunidades de creyentes gentiles en favor
ción, sino la aparición de «un Evangelio cación de unos desconocidos, que ne- de los creyentes de Jerusalén.
diferente» (2 Co 11,4). cesitaban ser presentados.
4- Una carta polémica: 2 Co 10-13.
El ministerio apostólico El tono de la redacción, reconoce el mismo Pablo, es el
de «un loco» que ha perdido el juicio. Esta
Pablo justifica ante sus lectores su Espíritu, y donde está el Espíritu manifestación de «celos por los corintios» (11,2) es lo
modo de proceder, que parece del Señor, allí está la libertad» que llevaría a los destinatarios a la tristeza y al
cuestionado. Especialmente de- (3,17). «Por tanto, el que está en arrepentimiento.
fiende su negativa a recibir ayuda Cristo, es una nueva creación;
económica de los corintios y su pasó lo viejo, todo es nuevo»
estilo no erudito de predicación. (5,17).
Pablo comienza su APOLOGÍA de- El corazón del Apóstol
nunciando las intenciones de los Pero la experiencia del Espíritu no
desconocidos que han llegado: puede consistir en una serie de Pablo tendría la confianza de que porque en nada he sido inferior a
fenómenos extraordinarios, como esta carta haría recobrar la estima esos «superapóstoles», aunque
«Ciertamente no somos nosotros los que gustan a algunos creyen- de los corintios hacia él. Pero no nada soy» (2 Co 12,11).
como la mayoría que negocian con tes, y que podrían estar exhibien- hubo buenas noticias para Pablo,
la Palabra de Dios. ¡No!, antes bien, do los nuevos predicadores. Pa- porque él mismo decidió hacerse Lo que está en juego es la lealtad
con sinceridad y como de parte blo ya había señalado el «camino presente y hacer valer su autori- de los corintios a su persona. El
de Dios y delante de Dios habla- más excelente» (1 Co 12,31). Aho- dad apostólica. Algunos la segui- discurso de Pablo evidencia que
mos en Cristo» (2 Co 2,17). ra quiere mostrar que el fundamen- rían cuestionando mientras él si- algunos miembros de la comuni-
to de esa nueva creación en cada guiera enviando emisarios. dad habían acogido a los nuevos
Escaso eco podría tener esta de- persona debía ser, ante todo, una Este viaje sería una de las expe- apóstoles y los consideraban su-
nuncia, después de que él funda- experiencia de reconciliación: riencias más amargas de la vida periores. El rechazo de ayuda
mentó en su carta anterior el dere- de Pablo. Porque esta visita, la pri- económica ya había sido esto ob-
cho de todo misionero a ser man- «Todo proviene de Dios, que nos mera después de haber fundado jeto de defensa (1 Co 9,3ss). Aho-
tenido económicamente. reconcilió consigo por Cristo y nos la comunidad, la había esperado ra da a entender que esto ofendía
Por eso debe apelar a otra dife- confió el ministerio de la reconci- largamente. Y cuando se pudo a algunos; probablemente a aque-
rencia. Los corintios han conoci- liación. Porque en Cristo estaba concretar terminó en un fracaso. llos que acogieron a los misione-
do el testimonio de la palabra y de Dios reconciliando al mundo con- ros, que sí aceptaban esa ayuda:
las obras de Pablo. Por eso él no sigo, no tomando en cuenta las ¿Que habría pasado? Pablo se ha-
necesita de la recomendación: transgresiones de los hombres, bría sentido injuriado por alguien «¿En qué habéis sido inferiores a
sino poniendo en nosotros la pala- (2 Co 7,12), y eso le habría causa- las demás Iglesias, excepto en no
«Vosotros sois nuestra carta, es- bra de la reconciliación. Somos, do una tristeza (2 Co 2,5) que no haberos sido yo gravoso? ¡Perdo-
crita en nuestros corazones, co- pues, embajadores de Cristo, como estaría dispuesto a experimentar nadme este agravio!» (2 Co 12,13).
nocida y leída por todos los hom- si Dios exhortara por medio de de nuevo. Por eso se volvió a Efe-
bres» (2 Co 3,1-2). nosotros. En nombre de Cristo os so cambiando el recorrido proyec- Contra los sabios y fuertes ya an-
suplicamos: ¡reconciliaos con tado. Desde allí demostraría, en tes había presentado en la otra
¿Cuál podría ser el atractivo espe- Dios!» (2 Co 5,18-20). una nueva carta, toda su tristeza. carta a «Cristo crucificado... fuer-
cial de estos predicadores? Pablo za de Dios y sabiduría de Dios» (1
muestra una marcada insistencia La finalidad del ministerio apostóli- Esta carta POLÉMICA (2 Co 10-13) Co 1,24). Ahora vuelve a insistir
en mencionar al Espíritu Santo. Una co es la mediación en la obra de tiene una motivación primariamen- que Dios muestra su «fuerza per-
predicación centrada en el Espíri- reconciliación. Ministerio que so- te emocional. Secundariamente fecta en la flaqueza» (2 Co 12,9).
tu habría hecho simpatizar a algu- brepasa las capacidades del que nos permite conocer mejor el perfil
nos creyentes con los nuevos mi- ha sido investido de él, y que es de los misioneros rivales y unas Los trofeos que Pablo va a exhibir
sioneros. pura gracia de Dios: experiencias que Pablo expresa no son los que les gustaría mos-
Pablo presenta por eso su predi- como confesiones personales: trar a los sabios y fuertes:
cación también como un glorioso «Llevamos este tesoro en recipien-
«MINISTERIO DEL ESPÍRITU» (3,8), tes de barro para que aparezca «Celoso estoy de vosotros con «Si hay que gloriarse, en mi fla-
que permite comprender el senti- que una fuerza tan extraordinaria celos de Dios. Pues os tengo des- queza me gloriaré» (2 Co 11,30).
do de «la lectura de la Antigua es de Dios y no de nosotros [...] posados con un solo esposo para «Pues, ciertamente, fue crucifica-
Alianza» (3,14). Pues, aunque vivimos, nos vemos presentaros cual casta virgen a do en razón de su flaqueza, pero
continuamente entregados a la Cristo» (2 Co 11,2). está vivo por la fuerza de Dios.
Pablo muestra a los corintios su muerte por causa de Jesús, a fin Así también nosotros: somos dé-
convicción de que: de que también la vida de Jesús «¡Vedme aquí hecho un loco! Vo- biles en él, pero viviremos con él
«La letra mata, pero el Espíritu da se manifieste en nuestra carne sotros me habéis obligado. Pues por la fuerza de Dios sobre voso-
vida» (3,6). Y que «el Señor es el mortal» (2 Co 4,7.11). vosotros debíais recomendarme, tros» (2 Co 13,4).

4
Tener los sentimientos de Cristo Filipos

Mientras Pablo esperaba que su carta polémica consiguiera que los Corintios retiraran su
apoyo a los apóstoles recomendados, su vida estuvo en grave peligro. Habiendo sido Efeso
encarcelado en Efeso la condena a muerte parecía un hecho inminente. En esas
circunstancias Pablo mostró el nivel más profundo de su unión con Jesús en los sufrimientos
y la esperanza de participar también en su gloria.

Prisionero de Cristo
Pablo había concluido en Éfeso una «Si vuelvo otra vez, obraré sin el culto a la estatua de Artemisa (Hech 19,35-36). La prisión no se
muy dura carta en la que amenazaba miramientos» (2 Co 13,2). relaciona con la crítica religiosa a las imágenes, sino con la fe en
a los corintios con una tercera visita. Cristo.

Un grave percance, sin embargo, im-
pidió que el Apóstol realizara ese via-
je. A los corintios ya les había contado
en otras ocasiones que cada día esta-
ba «en peligro de muerte» (1 Co 15,31y
que había sufrido por el Evangelio mu-
chos encarcelamientos con que aven-
tajaba a otros predicadores (2 Co
11,23). Pero cuando Pablo escriba a
los corintios para reconciliarse con
ellos, ya no presumirá de haber esta-
do preso, porque su nueva experien-
cia llegó a sobrepasar todo lo padeci-
do hasta el momento.
Pablo no habría estado en un oscuro
calabozo, sino sometido a un régimen
de custodia militar, con posibilidad de
recibir asistencia de parte de amigos.
La acusación está vinculada, como en Hechos, con la predicación de
Pablo. Pero ya había quedaba claro que esa prédica no ponía en peligro
«La tribulación sufrida en Asia
nos abrumó hasta el extremo,
por encima de nuestras
fuerzas, hasta tal punto que
perdimos la esperanza de
conservar la vida» (2 Co 1,8).
«He juzgado necesario
devolveros a Epafrodito, mi
hermano, colaborador y
compañero de armas, enviado
por vosotros con el encargo
de servirme en mi necesidad»
(Flp 2,25).
«Se ha hecho público en todo el Pretorio y entre todos los
demás, que me hallo en cadenas en Cristo» (Flp 1,13).
Un «Pretorio» es la sede del tribunal de un gobernador de Provincia.
También el juicio de Jesús tiene lugar en un Pretori. La situación de
Pablo podía ser tan peligrosa como la que llevó a Jesús a la muerte.
De hecho él llegó a perder «la esperanza de conservar la vida» (2
Co 1,8).
La condena de Jesús, según el título colocado sobre la cruz [«Jesús
el Nazareno, el Rey de los judíos»] (Jn 19,19), era la pena por el
delito de LESA MAJESTAD contra el Pueblo Romano. El Evangelio de
Pablo ya había provocado una acusación semejante en Tesalónica:
«afirman que hay otro rey, Jesús» (Hech 17,7). Ahora la explicita-
ción del Evangelio que hace en su cautividad, cuando su vida está
totalmente jugada, se convierte en un auténtico desafío a la teología
imperial romana:
«Al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la
tierra y en los abismos, y toda lengua confiese que Cristo Je-
sús es SEÑOR para gloria de Dios Padre» (Flp 2,10-11).
Tal confesión podía ser juzgada como delito de lesa majestad.

El abajamiento de Cristo
La designación de Augusto como dios,
Hijo de dios o Señor permitía a los ha- «Nada hagáis por rivalidad, ni por vana- En FORMA el ser igual a
bitantes de todo el Imperio celebrar su gloria, sino con humildad, consideran- de Dios no tomó por Dios
pertenencia a un orden político, fuera do cada cual a los demás como supe- la fuerza
del cual sólo podría haber caos, des- riores a sí mismo, buscando cada cual
trucción y barbarie. no su propio interés sino el de los de-
Para los habitantes de Asia nunca hubo más. Tened entre vosotros los mismos se despojó tomó FORMA de En semejanza
antes ni habría después una Buena de sí mismo siervo de hombres
sentimientos que Cristo» (Flp 2,3-5).
Noticia que sobrepasara el anuncio de
su nacimiento. Así constaba en una co-
nocida inscripción de la ciudad de Prie- Jesús rechazó toda ambición de poder, denuncia- que, pretendiendo una grandeza sobrehumana,
ne, cerca de Éfeso. El anuncio de un da en la Biblia desde el Génesis. Adán no se había destruyó la vida de los hombres. La obediencia de
Evangelio como el que Pablo estaba conformado con ser «imagen y semejanza de Dios» Jesús a su misión de anunciar el Reinado de Dios lo
predicando en la capital de Asia, sobre (Gn 1,27; 5,1). Traspasando sus límites como crea- llevó «hasta la muerte y muerte de cruz» (Flp 2,8).
otro Hijo de Dios, otro Señor ante quien tura, aspiró a «ser como Dios» (Gn 3,5). Es la histo- Pero allí mismo Jesús encontró la verdadera gran-
arrodillarse, otro Salvador del mundo, ria repetida en la violencia de los reyes de la tierra deza, desconocida por los poderosos:
era inaceptable y delictivo. (cf. Ez 28,6-9). También es la del soberano que
Así, el himno contenido en Flp 2,6-11 tiene encarcelado a Pablo. Él ha fascinado a sus «Por lo cual Dios lo exaltó y le otorgó el NOMBRE
es un canto contra la idolatría del po- súbditos con su propio «evangelio», tallado en már- que está sobre todo nombre» (Flp 2,9).
der. Pero al mismo tiempo Pablo lo usa mol en todo su Imperio:
como modelo para las relaciones en la El himno de Pablo canta lo que Jesús mismo había
comunidad. Si los creyentes, como Je- «Si todavía nuestro Evangelio está velado, lo está enseñado:
sús, renunciaran a la búsqueda de para los que se pierden, para los incrédulos, cuyo
poder, podrían superar todos los con- entendimiento cegó el dios de este mundo para im- «Sabéis que los que son tenidos como jefes de las
flictos entre ellos. pedir que vean brillar el resplandor del Evangelio de naciones, las dominan como señores absolutos y
la gloria de Cristo, que es imagen de Dios» (2 Co sus grandes las oprimen con su poder. Pero no ha
4,3-4). de ser así entre vosotros, sino que el que quiera
llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro
Jesús, en cambio, «se despojó de sí mismo», asu- servidor, y el que quiera ser el primero entre voso-
mió «la forma de siervo», se hizo encontrar «como tros, será esclavo de todos, que tampoco el Hijo del
hombre». Invirtió así la antigua elección de Adán hombre ha venido a ser servido, sino a servir y a dar
su vida como rescate por muchos» (Mc 10,42-45).
Vivir en Cristo
Desde su prisión está unido profundamente a Jesús. Para significar esta mí». «Habla en mí Cristo» (2 Co 11,10; 13,3).
unión, Pablo usa la expresión «EN CRISTO». Pablo expresa así una «com- Pero mucho más repetida es la referencia a ella como una realidad exte-
penetración» muy honda con aquel a quien Dios resucitó. rior, que lo envuelve y le da una capacidad vital sin la cual no podría
Esa plenitud de vida recibida por Jesús es una fuente que fluye en Pablo, existir. Es la atmósfera en la que respira, de un modo semejante a lo que
inspirando sentimientos, conocimientos y fuerza en su debilidad. Por eso había significado la observancia de la Torah, según la palabra de la
se refiere a ella como una realidad interior: «La verdad de Cristo está en Escritura: «Pues en eso está tu vida» (Dt 30,19-20).
5
El celo del Apóstol MACEDONIA GALACIA

Liberado de su prisión en Éfeso, y sin respuesta aún de la carta polémica enviada

a los Corintios, una noticia más preocupante recibe Pablo desde la región de
Galacia. El tono más enérgico que utiliza para reprender a esas comunidades
manifiesta una situación más grave aún que la de Corinto. O tal vez el reconocimiento
de que su causa allí estaba perdida. Efeso

Corinto

Situación
Un cambio se estaba operando en los creyentes de Galacia. Se trataría Retórica polémica
de la adhesión al mensaje proclamado por otros misioneros. En estas
circunstancias el Apóstol escribirá la más dura de todas sus cartas, en Según los nuevos misioneros no «La prueba de que sois hijos
la que denuncia ese cambio como un abandono de la fe: bastaría la fe en Jesús para llegar es que Dios ha enviado a nues-
a ser santos en la presencia del tros corazones el Espíritu de su
«Me maravillo de que abandonando al que os llamó por la gracia de Dios Santo (Lev 19,2), como pre- Hijo que clama: ¡Abbá, Padre!
Cristo, os paséis tan pronto a otro Evangelio» (Gal 1,6). dicaba Pablo. Sería necesaria tam- De modo que ya no eres escla-
bién la circuncisión, pues ésta con- vo, sino hijo; y si hijo, también
La situación parece más comprometida que en Corinto. Porque ya no se vertía en prosélitos a los gentiles, heredero por voluntad de Dios»
trata de la preferencia por otros apóstoles, ni de la ambición de sabiduría que llegaban así a ser hijos de (Gal 4,6-7).
o de carismas extraordinarios. Lo que preocupa ahora a Pablo es la Abraham, y herederos de las pro-
disponibilidad de los gálatas a aceptar la circuncisión, que los Apóstoles mesas reservadas para su des- Los misioneros instaban a los gá-
de Jerusalén habían decretado como no obligatoria (cf. Hech 15,7-29). cendencia. latas a completar su fe, porque si
¿Qué los movería a aceptar libremente algo que tanto costaba a la mayo- Además de cuestionar la legitimi- bien «creyó Abram en YHWH, el
ría de los gentiles? La insistencia con que Pablo presenta la circuncisión dad del mensaje de Pablo, los mi- cual se lo reputó por justicia» (Gn
como una recaída en la esclavitud puede estar indicando que muchos de soneros habrían objetado su au- 15,6), sólo alcanzó la perfección
los que estaban dispuestos a aceptarla antes habían sido esclavos. Tal toridad de Apóstol, ya que no se- cuando aceptó como «señal de la
vez debían a la sinagoga su libertad, ya que allí se realizaba a veces la ría más que el auxiliar de Bernabé alianza» la circuncisión (Gn
manumisión de esclavos, con la condición de que el liberto conservara el en su actividad en Antioquía (cf. 17,1.11).
contacto con la comunidad judía como «adorador de Dios». Si éste era el Hech 11,26).
caso de algunos de los que Pablo había convertido en Galacia, estarían Por medio de una dura carta, Pa- Pablo emprende entonces una ar-
entonces retornando a su lealtad hacia la sinagoga. Conservando su fe blo explicita su primer esbozo de gumentación BÍBLICA centrada en
en Jesús, retomarían su inserción en el culto sinagogal. No hay que una «teología de la justificación». la promesa hecha a Abraham de
olvidar que hasta el siglo IV EC seguirá habiendo creyentes en Jesús en ser una «bendición para todas las
las sinagogas. Usa un argumento HISTÓRICO que naciones» (Gn 12,3). Pero hace
La circuncisión les permitiría formar parte de una «religión lícita», en lugar consiste en una serie de referen- una lectura estrecha, sin un apo-
de pertenecer a un grupo cada vez más sospechoso de ser una «nueva cias autobiográficas: yo bíblico sólido, al interpretar al
y maléfica superstición» (Suetonio, Nerón XVI). Eso lo advertía Pablo: heredero de la promesa:

El no es un mensajero de Jeru-
«Los que quieren ser bien vistos en lo humano, ésos os fuerzan a salén enviado a través de Antio- «No dice: «y a los descendien-
circuncidaros, con el único fin de evitar la persecución por la cruz quía, sino un Apóstol de parte de tes», como si fueran muchos,
de Cristo. Pues ni siquiera esos mismos que se circuncidan cumplen Dios por medio del Resucitado (Gal sino a uno solo, a tu descen-
la ley» (Gal 6,12-13). 1,11-17). dencia, es decir, a Cristo» (Gal
3,16).

Los notables de Jerusalén con-
El incidente de Antioquía firmaron su Evangelio sin más im- Y va más lejos al idear un simbo-
posición que la solidaridad con los lismo a partir de las dos mujeres
La decisión comprensible de Pe- bé y se hizo independiente de la pobres (Gal 2,6-10). de Abraham:
dro y de Bernabé en Antioquía de Iglesia de Antioquía.
dejar de compartir la mesa con los La vida y las actitudes asumidas
En Antioquía Pedro había cedido «Representan dos alianzas; la
incircuncisos, en vistas a conser- por Pedro y por Pablo pueden en- a presiones de emisarios de San- primera, la del monte Sinaí, ma-
var en la unidad a los circuncisos, señarnos hoy cómo la unidad de tiago, y por eso Pablo puso las co- dre de los esclavos, es Agar,
le pareció inaceptable a un tempe- la Iglesia no se logra recurriendo a sas en claro reprochándoselo en (pues el monte Sinaí está en
ramento tan inflexible como el de la uniformidad, sino respetando la público (Gal 2,11-14). Arabia) y corresponde a la Je-
Pablo, quien acusó a Pedro de de- diversidad. Nos lo muestra la acti- rusalén actual, que es escla-
jar sin efecto lo resuelto en Jeru- tud comprensiva de Pedro para Recurre luego a la EXPERIENCIA va, y lo mismo sus hijos. Pero la
salem respecto a la libertad de los con los creyentes circuncisos que espiritual. Si a los creyentes de Jerusalén de arriba es libre;
incircuncisos. Acusación injusta en podrían tener objeciones de con- Corinto los fascinaba una sabidu- ésa es nuestra madre» (Gal
la medida que está formulada de ciencia en abandonar sus tradicio- ría humana que resolvía todo, los 4,24-26).
modo exagerada: «¿cómo fuerzas nes mosaicas arraigadas. creyentes de Galacia estaban
a los gentiles a judaizar?» (Gal Pero también la actitud de Pablo, también fascinados (3,1), pero por Sin embargo, al sostener que
2,14). También injusta en la medi- que más tarde renunciará a la li- la posibilidad de llegar a ser justos «cuantos buscan la justicia en la
da en que Pedro estaba cumplien- bertad que tanto había defendido por la observancia de preceptos ley, se han apartado de la gracia»
do lo pactado: «nosotros nos iría- por consideración a sus herma- religiosos. Pablo contrapone a los (Gal 5,4), no suprime las obras:
mos a los gentiles y ellos a los cir- nos de Jerusalem. El mismo, a pe- logros humanos el poder dado gra-
cuncisos» (Gal 2,9). sar de haber acusado a Pedro de tuitamente por Dios: «Porque toda la Ley alcanza su
El silencio sucesivo respecto al simular delante de los partidarios plenitud en este solo precepto:
resultado del choque hace pensar de la circuncisión (Gal 2,12-13), «¿Habéis pasado en vano por amarás a tu prójimo como a ti
que Pablo no pudo imponerse. Está se prestará a mostrarse pública- tales experiencias? ¡Pues bien mismo» (Gal 5,14).
claro que desde ese momento se mente «como un cumplidor de la en vano sería! El que os otorga,
separó definitivamente de Berna- Ley» en el Templo (Hech 21,24). pues, el Espíritu y obra milagros Dios, queriendo que el hombre rea-
entre vosotros, ¿lo hace por- lice buenas obras, suscita la fe y
que observáis la ley o porque otorga la fuerza de su Espíritu para
«Bienaventurado apóstol Pablo... ya que te permites a ti mismo tenéis fe en la predicación?» que pueda hacerlas efectivamen-
circuncidar a [Timoteo] un discípulo que viene de los gentiles, permite (Gal 3,4-5). te. Pero ya no son «obras de la
también a Pedro, tu predecesor, hacer algunas cosas por causa de Ley», sino «obras de la fe».
los creyentes del judaísmo». Los gálatas no necesitan de la cir-
Jerónimo Epístola 112,9 cuncisión para ser hijos:

6
Más allá de las fronteras
Pablo redactó su carta a los Romanos en la ciudad de
Corinto, después de reconciliarse con la comunidad, y
mientras se preparaba para llevar la colecta para los pobres
de Jerusalén. Tenía previsto iniciar después una misión en
Occidente. Tendría, entonces, necesidad de una base de
apoyo como había sido Éfeso en su misión Egea. Por eso
propone a las comunidades de Roma que lo «encaminen» Roma MACEDONIA
HISPANIA
hacia España. GALACIA
ASIA
Efeso Antioquía
La presencia de creyentes en Jesús en Roma se remonta a una Corinto
época anterior al emperador Claudio, pues éste expulsó a los judíos
de Roma por los disturbios que ocasionaban a causa de «Chres- Jerusalén
Mar Mediterráneo
tos». Entre ellos se encontraban Aquila y Priscila, que se dirigieron
a Corinto, donde conocerían a Pablo (Hech 18,2).
Alejandría
En el año 54 Nerón se convirtió en emperador. Cuando Pablo escri-
be a los Romanos, Aquila y Priscila habrían retornado. Muchos
otros también habrían regresado, ya que el ambiente se había vuel-
to más favorable para los judíos, tal vez bajo la influencia de la «el Evangelio es una fuerza de Dios para la salvación de todo el que
amante de Nerón, que simpatizaba con ellos. cree: del judío primeramente y también del griego».

¿Cómo era la situación de los judíos creyentes en Jesús que habían GENTILES JUDÍOS
retornado? Difícilmente serían acogidos plenamente por sus otros
correligionarios, ya que por sus diferencias doctrinales se había
llegado al conflicto que condujo a la expulsión. “los llamados de Jesucristo, los amados
Por otra parte los creyentes de origen gentil se habrían multiplicado de Dios que están en Roma” (Rom 1,7)
durante su ausencia, superándolos numéricamente. Los circunci-
sos eran los «débiles» frente otros creyentes que se habían hecho
«fuertes» durante su ausencia. En su carta Pablo los tiene en cuen- IGUALES A CAUSA DE SU LLAMADO
ta e intercede por ellos (cf. Rom 12-13). Las comunidades romanas
serían mixtas: creyentes judíos y gentiles, conviviendo en cierta «No hay más que un solo Dios, que justificará a los circuncisos en
tensión. virtud de la fe y a los incircuncisos por medio de la fe» (Rom 3,30)

Una razón para escribir esta larga carta era explicar detalladamen-
presupuesto teológico de su tesis fundamental
te lo que él creía y enseñaba para contrarrestar comentarios nega-
tivos sobre su persona: «Han oído decir de ti que enseñas a todos
los judíos que viven entre los gentiles que se aparten de Moisés, injusticia
diciéndoles que no circunciden a sus hijos ni observen las tradicio-
nes» (Hech 21,20). desubicación del hombre en su relación con Dios
connotaciones sociales: «La tierra estaba
La justificación por la fe corrompida en la presencia de Dios: la tierra se llenó
de violencias» (Gn 6,11)
El hombre encuentra su salvación más allá de su pertenencia étni-
ca. El plan de Dios es la UNIDAD DE TODOS LOS HOMBRES BAJO
LA JUSTICIA. La confrontación que divide el mundo entre griegos GENTILES JUDÍOS
(que desprecian a los bárbaros) y judíos (que desprecian a los
gentiles) no es ajena a la vida de las comunidades de creyentes en
«Tanto judíos como griegos están bajo el pecado, como dice la
Jesús. Ellas están formadas por personas herederas de sus res-
Escritura: No hay quien sea justo, ni siquiera uno solo» (Rom 3,10).
pectivas identidades culturales, que están autocategorizadas posi-
tivamente, y categorizan negativamente al otro grupo.
Pablo recuerda a los destinatarios de su carta, en el saludo, la presupuesto antropoológico de su tesis fundamental
identidad que han adquirido como creyentes en un único Dios justo
que hace justos a los que confían en él. Ni judíos ni gentiles pueden sentir superioridad unos sobre otros,
porque todos son
Pablo comienza presentando una visión pesimista de la condición
humana: la situación de perdición universal de la humanidad. Pero IGUALES A CAUSA DE SU INJUSTICIA.
este pesimismo y esta solidaridad en el pecado es el transfondo
que permite destacar el optimismo con que miraba la condición
humana rescatada por Cristo. En Romanos Pablo se ubica del lado de los lectores judíos al referirse a
El uso de «AHORA» (3,21) muestra que queda atrás una época que «Abraham, nuestro padre según la carne» (4,1). Asume además una actitud
abarca toda la historia anterior, y se inaugura un tiempo nuevo. En más positiva que en Gal: no quiere negar la validez de la circuncisión, sino
medio, como principio de una nueva humanidad, está Cristo. A él proponer el ejemplo del patriarca para la imitación de los creyentes.
Pablo contrapone la figura de quién fue el principio de la vieja huma-
« ya no hay judío ni griego; «ni por un instante cedimos» (Gal 2,5)
nidad, Adán, por quien «entró el pecado en el mundo y por el peca-
INTRANSIGENCIA
do la muerte» (Rom 5,12).

A Pablo le interesa destacar a, ante todo, cómo la obediencia de ni esclavo ni libre; No pide a Filemón que libere a su esclavo
UNO SOLO puede ser fuente de vida para TODOS. Y también cómo, ni hombre ni mujer, Pero que la mujer no hable…
a la luz de la reconciliación obrada por medio de Jesús, se puede ACEPTACION DE LOS ROLES SOCIALES
comprender, por contraste, el origen de aquella unidad en la injusti-
cia, en la que todos los hombres son iguales (cf. Rom 3,23). ya que todos vosotros sois uno en Cristo Jesús» (Gal 3,28)

«Así se convertía en padre de todos los creyentes incircuncisos, a fin de

Lo que intentaban defender, tanto la colecta como esta carta, era la que la justicia les fuera igualmente imputada; y en padre también de los
comunión de una nueva humanidad, que dejaba atrás la división circuncisos que no se contentan con la circuncisión, sino que siguen
entre judíos y gentiles característica de la humanidad vieja. Ésta es además las huellas de la fe» (Rom 4,11-12).
una consecuencia sociológica de su tesis fundamental.

7
El creyente en la Iglesia y en la sociedad
Como en las otras cartas de
Pablo, Romanos tiene dos
partes:
A. Doctrinal
En ella suele responder a consultas de las
comunidades
Otras veces quiere completar las enseñanzas
impartidas cuando estaba con ellos.
El contenido del Evangelio anunciado por Pablo se centra
en la justificación como don gratuito que Dios ofrece in-
condicionalmente a todos los hombres. Ahora bien, como
todo don gratuito, la justificación se hace efectiva cuan-
do alguien la acepta y hace suya.
La inmersión y el resurgimiento fuera del agua simbolizan
el final de una vida (de pecado y enemistad con Dios) y el
surgimiento de una vida renovada (de justicia y amistad
con Dios).

«No formamos más que un solo cuerpo en

12,1-13 Cristo» (12,5)
B. Exhortativa
«Bendecid a los que os persiguen…vivid en
Unidad Unidad 12,14-21
Allí expone las paz con todos los hombres» (12,14.18)
interna externa
consecuencias
prácticas de la fe. Amor Paz 13,1-7 «Sométanse todos a las autoridades» (13,1)

«Todos los preceptos se resumen en Amarás

13,8-14 a tu prójimo como a ti mismo» (13,10)

«Acoged bien al que es débil en la fe, sin

14,1 – 15,13
discutir opiniones» (14,1)

“los llamados de Jesucristo, los amados de Dios

que están en Roma” (Rom 1,7)
La colecta para Jerusalén
La práctica de la «beneficencia» estaba muy exten- EL DÉBIL EL FUERTE
dida en la antigüedad. Por medio de ella reyes y fun-
no come más que verduras. cree poder comer de todo
cionarios exhibían su asistencia a los pobres, mien-
tras los aristócratas gastaban su propio dinero en JUZGA al que come. DESPRECIA al que no come
obras públicas. De este modo buscaban asegurarse Da preferencia a un día sobre todo considera todos los días iguales
la lealtad de los súbditos o hacer clientes que los
apoyaran en su ascenso político. Ellos podía ejercer JUDÍOS GENTILES
lo que Aristóteles llama liberalidad, es decir, la li-
bertad de dar lo que les resulta superfluo. En ese «tú ¿por qué juzgas Y tú ¿por qué desprecias
contexto era muy repetida la consigna «Hay más a tu hermano? a tu hermano?
alegría en dar que en recibir». todos hemos de comparecer ante el tribunal de Dios» (14,10)
Jesús denuncia directamente esa conducta como
ideología de dominadores, mandando, en cambio,
que el que ocupa un lugar de dirigencia se «acogeos mutuamente como os acogió
comporte «como el que sirve» (Lc 22,25-26). CREYENTES Cristo para gloria de Dios» (15,7)
Pablo sigue en esto la misma inspiración,
reinterpretendo el antiguo lema de la liberalidad
(cf. Hech 20,35). La normalidad de la civilización Una transformación
Las comunidades paulinas demostraron cómo las ayer… y hoy alternativa
clases menos pudientes estaban en condiciones de
practicar la ayuda al necesitado, que por entonces PAX ROMANA una visión de Paz RECONCILIACION
era un privilegio de los mejor situados socialmente. universal
Puede tratarse de casos semejantes al ayuno diaco-
nal practicado en el siglo II, atestiguado por el apolo- IMPERIO un programa de REINO DE DIOS
gista cristiano Arístides. Mediante la «comunión del ROMANO reinado universal
servicio» (2 Co 8,4) un trabajador podía ser propor- una concepción de
cionalmente más generoso que cualquier aristócrata. Paz mediante la Paz mediante la
VICTORIA salvación. JUSTICIA
Pablo hace de esta práctica un instrumento de uni-
dad y reciprocidad.
«Oh César, se propagará esta dulzura «No formamos más que un solo CUERPO
de tu ánimo y se difundirá poco a en CRISTO» (Rom 12,5).
poco por EL CUERPO DEL IMPERIO y «Siendo sinceros en el amor, crezcamos
«pues si los gentiles han participado en sus
todas las cosas se formarán a tu en todo hasta Aquel que es la CABEZA,
bienes espirituales, ellos a su vez deben
semejanza. De la CABEZA desciende CRISTO, de quien todo el Cuerpo recibe
servirles con sus bienes temporales» (15,27)
la buena salud; de ella viene que todo trabazón y cohesión por medio de toda
el organismo esté lozano y vigoroso o clase de junturas que llevan la nutrición
abatido por la languidez, según que el según la actividad propia de cada una
espíritu viva o desfallezca». de las partes, realizando así el
JUDÍOS GENTILES crecimiento del cuerpo para su
Séneca, Sobre la clemencia II,2,1 edificación en el amor» (Ef 4,15-16).

Más que oponerse a un

sistema, Pablo se dedicó con
todas sus fuerzas a construir
una alternativa positiva, a una
transformación de la vida
cotidiana.

Sus exhortaciones al amor no constituyen un ideal abstracto, sino la respuesta a situaciones concretas.

En la búsqueda de una identidad común Pablo encontró una alternativa para los conflictos de entonces.

Nos ha dejado un modelo para tratar de resolver los nuestros.