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DEMANDA CONTENCIOSO ADMINISTRATIVA

SEÑOR JUEZ DEL JUZGADO ESPECIALIZADO MIXTO DE LA CORTE SUPERIOR


DE JUSTICIA DE LIMA NORTE

HILARIO VÍCTOR TUYA LEÓN, identificado con DNI. N° 05856614, con domicilio en
la Av. Sangarara N° 341, Cooperativa la Calichera, distrito de Comas; y señalando
procesal para los presentes actuados en Casilla N° 7802 del Colegio de Abogados de
Lima, Sede Miraflores, y la Casilla Electrónica Nº 23958 del Sistema de Notificaciones
Electrónicas del Poder Judicial y como ante usted con debido respeto me presento y
digo:

I. - NOMBRE Y DIRECCIÓN DOMICILIARIA DE LOS EMPLAZADOS

Téngase por emplazados dentro de lo previsto por el art. 15° del Texto Único
Ordenado de la Ley N° 27584 - Ley que Regula el Proceso Contencioso
Administrativo, aprobado mediante Decreto Supremo N° 011-2019-JUS a la
MUNICIPALIDAD DISTRITAL DE COMAS debidamente representada por su Alcalde
el señor RAÚL DÍAZ PÉREZ, al cual se le deberá de notificar en su domicilio laboral,
ubicado en el Palacio Municipal – Plaza de Armas S/N, AV. España Cuadra 4 La
Libertad KM. 11 Zonal 2, distrito de Comas, con citación de su Procurador Publico del
Ministerio a quien se le notificará en el mismo lugar.

II. PETITORIO

Que, de conformidad al ARTICULO 4º, NUMERAL 4.1 DEL TEXTO ÚNICO


ORDENADO DE LA LEY N° 27584 - LEY QUE REGULA EL PROCESO
CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO, aprobado mediante DECRETO SUPREMO N°
011-2019-JUS, por convenir a mi derecho y en defensa de mis legítimos intereses
interpongo la presente DEMANDA CONTENCIOSO ADMINISTRATIVA en contra de la
RESOLUCIÓN DE GERENCIA MUNICIPAL N° 342, emitida en fecha 31 de mayo del
2019 y de la cual tome conocimiento en fecha 11 de octubre del 2019, solicitando que
SE DEJE SIN EFECTO LA REFERIDA RESOLUCIÓN referida y se declare la nulidad
de las RESOLUCIÓN DE GERENCIA N* 319-2018-GSCYS/MDC, y de la
RESOLUCIÓN DE SANCIÓN ADMINISTRATIVA N° 436-2018-GSCYS/MDC, por
haberse contravenido la Constitución y la Ley. Asimismo, amparo mi demanda en los
siguientes fundamentos de hecho y de derecho que paso a exponer:

III.- FUNDAMENTOS DE HECHO:

Con fecha 13 de Junio del 2018, se apersonaron al predio de mi propiedad ubicado en


la Av. Sangarara Mz. L Lote 68 (341-343), zona E, PJ. Año Nuevo del distrito de
Comas. el personal de la Subgerencia de Control Municipal que me impuso la
Notificación Municipal de infracción N° 000798-CM, con código de infracción N° 08-
0140 "Por ocupar cerrar o apropiarse de áreas de sección de vías locales parques y
demás áreas destinadas al uso y dominio público" previsto en el Cuadro Único de
Infracciones y Sanciones aprobada mediante Ordenanza Municipal N° 534-C/MC,
argumentado que al momento de la inspección, se constató un cerco con rejas
metálicas instalados en el frontis del predio en mención adosado a la fachada,
ocupando área de uso público, supuestamente el jardín de aislamiento y la vereda
.
Mediante Expediente N’ 24077-2018, en fecha 27 de Junio de 2018, presenta mi
descargo contra la Notificación Municipal de Infracción N° 000798-CM,
fundamentándome en que estaba en trámite de regularización de mi autorización para
el uso del jardín de aislamiento según lo dispuesto en la Ordenanza N° 231-242-C/MC,
adjuntando a mi escrito la copia de cargo de dicha solicitud.

Mediante Informe Final de Instrucción N’ 1125-2018-SGCM-GSCYS/MDC, de fecha 21


de Setiembre de 2018, sobre la Notificación Municipal de Infracción N° 000798-CM
(13-06-2018), afirmar que analizando los actuados constatándose el cerco de rejas
metálicas instalados en el frontis del predio en mención adosado a la fachada, él
ocupa área de uso público, asimismo previo a la emisión de la Resolución de Sanción
Administrativa, recomiendan que se me notifique para formular mi descargo respecto a
la infracción constatada, en un plazo de cinco (5) días hábiles, a partir del acto de
notificación, conforme a lo previsto en el artículo 382° del Reglamento de Aplicación de
Sanciones, aprobado por Ordenanza Municipal N° 515-MC y conforme lo establece el
numeral 3 de! artículo N° 235 de la Ley de! Procedimiento Administrativo General,
modificado por Decreto Legislativo N° 1272.

Mediante anexo N° 2611-2018 (05-10-2018}, presente mi descargo al Informe Final de


Instrucción N’ 1125-2018-SGCM-GSCYS/MDC, argumentando que he cumplido con
subsanar la observación impuesta presentando copia de los permisos correspondiente
sobre las áreas de jardín de aislamiento, regularización temporal N° 036-2018-SGOP-
GDU/MC, con vigencia desde el 06-09-2017 hasta 05-09-2018 y N° 047-2018 desde el
06-09-2018 hasta el 05-09-2019, debidamente cancelados.

Mediante Resolución de Sanción Administrativa N° 436-2018-GSCYS/MDC, de fecha


16 de Octubre del 2018, debidamente notificada el 18 de Octubre de 2018, la Sub
Gerencia de Control Municipal resuelve Sancionarme con la multa administrativa
ascendiente al monto de Ocho Mil Trescientos con 00/100 soles (S/. 8300.00), con la
medida correctiva de PARALIZACIÓN Y/O DEMOLICIÓN, dispuesta en la Notificación
Municipal de Infracción N° 000798-CM (13-06-2018).

Mediante expediente administrativo N° 40833-2018, de fecha 06 de Noviembre de


2018, interpongo mi recurso de reconsideración contra la Resolución de Sanción
Administrativa N° 436-2018-GSCYS de fecha 16 de Octubre del 2018, señalando que
en su momento presente mis descargos a través del expediente N° 24077-2018 (27-
06-2018), y que mediante la regularización de uso temporal de jardín de aislamiento
N* 047-2018-SGOP-GDU/MC, de la Sub Gerencia de Obras Privadas, se me otorgó la
renovación para el uso temporal del jardín de aislamiento ubicado en el frontis de mi
vivienda, en marco de te Ordenanza N* 231-2007 Y 242-2007. Dicha vigencia de un
año otorgado desde 06-0-2018, y no estando obstaculizando el libre tránsito peatonal
ni adueñándome del área en mención, motivo por el cual solicito dejar sin efecto la
presente Resolución debido a que se ha realizado la regularización del caso.

Mediante Resolución de Gerencia N* 319-2018-GSCyS/MDC, de fecha 21 de


Noviembre de 2018, se resolvió declarar improcedente el recurso de reconsideración
interpuesto por mi persona, mediante Exp. N.° 40833-2018 (06-11-2018),
sustentándose que del análisis de los hechos y los actuados, se tiene que la sanción
de multa impuesta, tiene sustento legal en la conducta infractora de la administrada,
así como en la potestad sancionadora de ¡as municipalidades previsto en las normas
antes invocadas, que establecen que las normas municipales son de carácter
obligatorio y que su infracción acarrea las sanciones correspondientes, como la multa
y otras, siendo así que la Notificación Municipal de Infracción y la Resolución de
Sanción Administrativa, se constituyen en actos dispositivos de la autoridad municipal,
consecuentemente tales actos de administración han cumplido con el procedimiento
sancionador previsto para su imposición, ante la detección de la infracción cometida,
no se ha vulnerado los principios de razonabilidad, debido procedimiento, verdad
material, menos el derecho de legítima defensa del mismo

Mediante Expediente N° 46170-2018, de fecha 17 de diciembre de 2018, interpuse mi


Recurso de Apelación contra la Resolución de Gerencia N° 319-2018-GSCYS/MDC,
de fecha 21 de noviembre de 2018, en la cual dentro de mis argumentos señale que,
en el considerando número 8 se menciona que no se adjunta el documento de la
renovación del uso temporal del jardín de aislamiento, al respecto indico que esta
autorización ha sido otorgada mediante Regularización N° 047-2018-SGOP-GDU/MC,
que tiene vigencia hasta el 06.09.2018, el mismo que se adjunta al presente. Dicha
autorización se ha solicitado debido a que vengo realizando modificaciones internas en
mi domicilio por seguridad, por lo cual los materiales de construcción, están siendo
colocados en este lugar, por último señala que no utiliza la vereda que colinda con la
pista.

Mediante RESOLUCIÓN DE GERENCIA MUNICIPAL N° 342, emitida en fecha 31 de


mayo del 2019, la cual no fue notificada a mi persona, se resuelve declarar
INFUNDADO el, Recurso de Apelación interpuesto por el administrado Hilario Víctor
Tuya León contra la Resolución de Gerencia N° 319-2018-GSCYS/MDC, de fecha 21
de noviembre de 2018, sustentadose en que la que "La subsanación o la adecuación
de ¡a conducta infractora posterior a la notificación de la resolución de sanción no
eximen al infractor del pago de la multa administrativa”, por último, se observa que el
recurso de apelación ha sido presentado sin que se configure ningunos de los
supuestos señalados en el artículo 218 del Texto Único Ordenado de la Ley N.° 27444
"Ley del Procedimiento Administrativo General”, toda vez que, no se ha desarrollado
nuevos argumentos que sustenten una diferente interpretación de las pruebas
ofrecidas, ni cuestiones de puro derecho.
Que, así tenemos que la administración no ha considerado nuestro sustento de que he
subsanado la infracción detectada en el proceso de fiscalización, asimismo no es
cierto que estemos ocupando un área que no estemos autorizados, le vereda pública
está libre para la circulación peatonal, por lo que carece de sustento factico la
imposición de la sanción administrativa por parte de la corporación edil, más aun su
valoración de los principios generales del derecho administrativo sancionador es
errada en cuanto no ampara los principios de informalismo, causalidad y culpabilidad,
sustrayéndose del fin del procedimiento sancionador que es el de subsanar las
infracciones y encaminarse a un fin meramente lucrativo de hacer efectivo el cobro de
las sanciones pecuniarias.

Que, asimismo cabe precisar que la RESOLUCIÓN DE GERENCIA MUNICIPAL N°


342 no me fue notificada a mi persona, he tomado conocimiento de la misma cuando
se me ha notificado la Resolución de Ejecución Coactiva en fecha 11 de febrero de
2019 conjuntamente con las copias anexas en las cuales se adjunta la referida
resolución pero no se adjunta su cargo de notificación, a diferencia de las otras
resoluciones que si me fueron notificadas.

Que, considero que el acto administrativo emitido por la entidad administrativa vulnera
principios rectores del derecho administrativo como el Principio de Legalidad, la misma
que solo por rango de Ley atribuye a las entidades gubernamentales su potestad
sancionadora, no obstante, las Resoluciones que disponen la forma de imposición de
sanciones administrativas arbitrariamente no puede contravenir ni ir más allá de lo
regulado en la Ley del Procedimiento Administrativo General – Ley Nº 27444. En ese
sentido, el procedimiento sancionador de la Municipalidad distrital de Comas no puede
transgredir el derecho a la seguridad jurídica, el respeto por el principio de legalidad y
más aún la jerarquía normativa, que por sus características enmarcaría un vicio del
acto administrativo que devendría en NULIDAD DE PLENO DERECHO de
conformidad con el Artículo 10. 1º “La contravención a la Constitución, a las leyes o a
las normas reglamentarias”.

Cabe indicar que, las decisiones de la autoridad administrativa, cuando creen


obligaciones, califiquen infracciones, impongan sanciones, o establezcan restricciones
a los administrados, deberán adaptarse dentro de los límites de la facultad atribuida y
manteniendo la debida proporción entre los medios a emplear y los fines públicos que
deba tutelar, a fin de que respondan a lo estrictamente necesario para la satisfacción
de su cometido. Por lo que, el acto administrativo que me coacciona con el pago de
una multa, no se ajusta a derecho toda vez que no produce efectos jurídicos sobre los
intereses, obligaciones o derechos de los administrados dentro de una situación
concreta, careciendo de EFICACIA;

Que, finalmente, que de acuerdo con lo previsto en la Ley del Procedimiento


Administrativo General – Ley Nº 27444, todo acto administrativo con vicio
insubsanable adolece de nulidad absoluta, por lo mismo, un acto administrativo
emitido en abierta contradicción del principio de legalidad y razonabilidad debe ser
anulado por no tener condiciones para mantener su validez, al no haberse cumplido
con la debida notificación de los actos administrativos.

Que, INDEPENDIENTEMENTE DE LA NULIDAD ABSOLUTA DEL PROCEDIMIENTO


SANCIONADOR SEGUIDO CONTRA MI PERSONA, hay que precisar respecto al
monto excesivo de la sanción administrativa cabe precisar que el principio de
razonabilidad o proporcionalidad es consustancial al Estado Social y Democrático de
Derecho, y está configurado en la Constitución en sus artículos 3º y 43º, y plasmado
expresamente en su artículo 200°, último párrafo. Si bien la doctrina suele hacer
distinciones entre el principio de proporcionalidad y el principio de razonabilidad, como
estrategias para resolver conflictos de principios constitucionales y orientar al juzgador
hacia una decisión que no sea arbitraria sino justa; puede establecerse, prima facie,
una similitud entre ambos principios, en la medida que una decisión que se adopta en
el marco de convergencia de dos principios constitucionales, cuando no respeta el
principio de proporcionalidad, no será razonable. En este sentido, el principio de
razonabilidad parece sugerir una valoración respecto del resultado del razonamiento
del juzgador expresado en su decisión, mientras que el procedimiento para llegar a
este resultado sería la aplicación del principio de proporcionalidad con sus tres
subprincipios: de adecuación, de necesidad y de proporcionalidad en sentido estricto o
ponderación.

Que, el principio de proporcionalidad ha sido invocado en más de una ocasión por el


Tribunal Constitucional, ya sea para establecer la legitimidad de los fines de actuación
del legislador en relación con los objetivos propuestos por una determinada norma
cuya constitucionalidad se impugna (Exp. N.º 0016-2002-AI/TC), ya sea para
establecer la idoneidad y necesidad de medidas implementadas por el Poder Ejecutivo
a través de un Decreto de Urgencia (Exp. N.º 0008-2003-AI/TC), o también con
ocasión de la restricción de derechos fundamentales en el marco del proceso penal
(Exp. N.° 0376-2003-HC/TC). No obstante, este Colegiado no ha tenido ocasión de
desarrollar este principio aplicándolo al control de la potestad sancionadora de la
Administración, ámbito donde precisamente surgió, como control de las potestades
discrecionales de la Administración.

Que, en efecto, es en el seno de la actuación de la Administración donde el principio


de proporcionalidad cobra especial relevancia, debido a los márgenes de discreción
con que inevitablemente actúa la Administración para atender las demandas de una
sociedad en constante cambio, pero también, debido a la presencia de cláusulas
generales e indeterminadas como el interés general o el bien común, que deben ser
compatibilizados con otras cláusulas o principios igualmente abiertos a la
interpretación, como son los derechos fundamentales o la propia dignidad de las
personas.

Que, el principio de proporcionalidad, como ya se adelantó, está estructurado por tres


subprincipios: de necesidad, de adecuación y de proporcionalidad en sentido estricto.
“De la máxima de proporcionalidad en sentido estricto se sigue que los principios son
mandatos de optimización con relación a las posibilidades jurídicas. En cambio, las
máximas de la necesidad y de la adecuación se siguen del carácter de los principios
como mandatos de optimización con relación a las posibilidades fácticas”. Esto supone
que cuando el Tribunal Constitucional se enfrenta a un caso donde existe conflicto
entre dos principios constitucionales, deberá realizar no sólo un ejercicio
argumentativo enjuiciando las disposiciones constitucionales en conflicto
(ponderación), sino también deberá evaluar también todas las posibilidades fácticas
(necesidad, adecuación), a efectos de determinar si, efectivamente, en el plano de los
hechos, no existía otra posibilidad menos lesiva para los derechos en juego que la
decisión adoptada.

Que, a partir de estas premisas, en el presente caso ha quedado ya constatada la


violación de los principios constitucionales de legalidad (taxatividad), debido proceso y
la garantía de la motivación de las resoluciones administrativas, así como el derecho
de defensa; resulta pertinente establecer que la sanción administrativa impuesta es
desproporcional a las infracciones detectadas por lo que está violando un principio
general del procedimiento administrativo sancionador establecido en la Ley Nº 27444
Ley del Procedimiento Administrativo General, además de resultar que estas
sanciones pecuniarias constituyen un monto excesivo que en la práctica su
cumplimiento va significar la quiebra de la empresa, hecho que no debería ser el fin
del procedimiento sancionador, toda vez que van afectar mis derechos y mi situación
económica.

El inciso 9 del artículo 246 del TUO de la Ley N° 27444, en los siguientes términos: «
Las entidades deben presumir que los administrados han actuado apegados a sus
deberes mientras no cuenten con evidencia en contrario (…)». Como se puede
apreciar, la normativa administrativa establece que las entidades públicas deben
respetar la presunción de no existencia de responsabilidad administrativa mientras no
se demuestre lo contrario. El principio de presunción de licitud precitado se deriva del
principio constitucional a la presunción de inocencia prevista en el literal e) del inciso
24 del artículo 2 de la Constitución Política del Perú, el cual señala que toda persona
es considerada inocente mientras no se haya declarado judicialmente su
responsabilidad. Además de un límite a la potestad legislativa y un criterio
condicionador de interpretación normativa, este principio constituye un derecho
subjetivo público. Así, como derecho, posee su eficacia en un doble plano: (i) opera en
situaciones extraprocesales involucrando el derecho a ser tratado como «no
responsable» de los hechos ilícitos y la no aplicación de las consecuencias vinculadas
a tales hechos; y, (ii) opera fundamentalmente en el campo procesal determinando una
presunción, la presunción de inocencia con influjo decisivo en el régimen jurídico de la
prueba.

El objeto de la presunción de inocencia se refiere a dos ámbitos. Desde su vertiente


material se aplica a los hechos y la culpabilidad; y, desde su vertiente de carácter
formal se manifiesta a lo largo de todo el proceso. Es indispensable tener presente que
toda resolución sancionadora, sea penal o administrativa, requiere a la par certeza de
los hechos imputados, obtenida mediante pruebas de cargo, y certeza del juicio de
culpabilidad sobre los mismos hechos (ver supra principio de culpabilidad). La
naturaleza sustancialmente procesal de la presunción de inocencia, se manifiesta en
que la carga de la prueba recae sobre la Administración permitiendo la destrucción de
la presunción, la cual es siempre posible (en cuanto que es iuris tantum) pero como
mínimo debe suponer la prueba de los hechos constitutivos y de los elementos
integrantes del tipo. La imputación de responsabilidad no puede realizarse por simples
indicios y conjeturas, sino que debe estar suficientemente razonada.

La incorporación del principio de culpabilidad en el ámbito del procedimiento


administrativo sancionador constituye una de las grandes novedades de la
modificación operada mediante el artículo 2 del Decreto Legislativo N° 1272, pues
antes de ello, la ley del procedimiento administrativo general parecía haber optado por
una responsabilidad eminentemente objetiva que solo exigía la culpabilidad entendida
como principio de personalidad de las infracciones y de responsabilidad por el hecho
(principio de causalidad) no exigiendo el dolo o la culpa como requisito para aplicar la
sanción.

Actualmente, la normativa prevé el principio de culpabilidad de la siguiente manera:


«Artículo 246.- La responsabilidad administrativa es subjetiva, salvo los casos en que
por ley o decreto legislativo se disponga la responsabilidad administrativa objetiva.
(…)» Como se puede apreciar, en aplicación del principio de culpabilidad, la
responsabilidad administrativa tiene necesariamente carácter subjetivo, a excepción
de los casos en que por ley o decreto legislativo se disponga la responsabilidad
administrativa objetiva. Ello implica que la entidad pública con potestad sancionadora
se encuentra obligada acreditar la responsabilidad subjetiva (dolo o culpa) como
elemento indispensable para la imputación de una infracción administrativa.

La doctrina señala que la exigencia de culpabilidad involucra la presencia de dolo o


cuando menos culpa para poder sancionar una conducta ilícita, excluyendo cualquier
sanción de carácter objetivo. En ese sentido, «la culpabilidad sería el reproche que se
dirige a una persona porque debió actuar de modo distinto a como lo hizo, para lo cual
debió tener la posibilidad de actuar de otro modo (es decir, no puede castigarse por no
haber realizado un comportamiento imposible).» En vinculación con ello, la doctrina
española ha afirmado que «…una de las ideas menos cuestionadas del Derecho
sancionador lo constituye la proscripción de la sanción a comportamientos en los que
no concurra dolo o culpa, es decir, imprudencia. Esto es lo que conocemos como
principio de imputación subjetiva.».
Conviene tomar en cuenta que, aun cuando no contaba con reconocimiento expreso
en la normativa administrativa, el principio de culpabilidad fue reconocido a nivel
jurisprudencial por el Tribunal Constitucional como una exigencia para ejercer
legítimamente la potestad sancionadora. Así se puede advertir en la Sentencia del 3
de enero de 2003 recaída en el Expediente 0010-2002-AI/TC, la cual en su
fundamento 64 señala lo siguiente: «El principio de culpabilidad es una garantía y al
mismo tiempo un límite a la potestad punitiva del Estado; por consiguiente, la
aplicación del artículo 2º del Decreto Ley N.° 25475 queda supeditada a que, al
infringirse los bienes jurídicos señalados por la norma penal, ello se haya realizado
con intención del agente. (…)»

En la misma línea, en la Sentencia del 24 de noviembre de 2004 recaída en el


Expediente 2868-2004-AA/TC (fundamento 21), el Tribunal Constitucional reconoce
expresamente que las sanciones solo pueden sustentarse en la comprobación de la
responsabilidad subjetiva del agente infractor: «…es lícito que el Tribunal se pregunte
si es que en un Estado constitucional de derecho es válido que una persona sea
sancionada por un acto ilícito cuya realización se imputa a un tercero. La respuesta no
puede ser otra que la brindada en la STC 0010-2002-AI/TC: un límite a la potestad
sancionatoria del Estado está representado por el principio de culpabilidad. Desde este
punto de vista, la sanción, penal o disciplinaria, solo puede sustentarse en la
comprobación de responsabilidad subjetiva del agente infractor de un bien jurídico.

En ese sentido, no es constitucionalmente aceptable que una persona sea sancionada


por un acto o una omisión de un deber jurídico que no le sea imputable. (…) » Como
se puede apreciar, a nivel jurisprudencial, el principio de culpabilidad ya había sido
reconocido como una exigencia propia del ejercicio de la potestad sancionadora, lo
cual resultaba coherente con la postura sostenida por el Tribunal Constitucional al
considerar tal principio como uno de los principios básicos del derecho sancionador
que no solo se aplica en el ámbito del derecho penal sino también se debe extender al
derecho administrativo sancionador.

En ese sentido, mediante la incorporación del principio de causalidad en la normativa


administrativa, el legislador ha acogido el criterio jurisprudencial que ya se había
venido siendo sostenido en el Tribunal Constitucional en aras de tutelar un ejercicio
legítimo de la potestad sancionadora. De esta manera, desde una perspectiva más
garantista, actualmente la atribución de responsabilidad administrativa involucra más
que simplemente hacer calzar los hechos determinados por ley como ilícitos, pues
debe realizarse un análisis que examine la motivación y voluntad del sujeto infractor.
Conviene precisar que, la verificación de la responsabilidad subjetiva propia del
principio de culpabilidad antes anotado, se debe realizar después de que la autoridad
administrativa determine que el agente ha realizado (u omitido) el hecho calificado
como infracción (principio de causalidad). Se trata de dos niveles de análisis distintos,
pues «… la causalidad como elemento, corresponde a la constatación objetiva de una
relación natural de causa efecto, mientras que la culpabilidad como fundamento, se
refiere a la valoración subjetiva de una conducta.»

Como podemos apreciar los funcionarios a cargo del Procedimiento Administrativo


Sancionar de la Municipalidad distrital de Comas no han aplicado los principios
invocados que se encuentran establecidos en la Ley N° 27444 – Ley del
Procedimiento Administrativo General, por lo que al contravenirla están en causal de
NULIDAD.

Por tanto, solicito se declare la PROCEDENCIA DE MI DEMANDA, a fin de que se


DEJE SIN EFECTO LA RESOLUCIÓN DE GERENCIA MUNICIPAL N° 342, emitida
en fecha 31 de mayo del 2019 y de la cual tome conocimiento en fecha 11 de octubre
del 2019, y se declare la nulidad de las RESOLUCIÓN DE GERENCIA N* 319-2018-
GSCYS/MDC, y de la RESOLUCIÓN DE SANCIÓN ADMINISTRATIVA N° 436-2018-
GSCYS/MDC, por haberse contravenido la Constitución y la Ley, debiéndose dejar sin
efecto legal alguno cualquier acto administrativo de ejecución de las mismas.

IV.- FUNDAMENTOS DE DERECHO:

Ley Nº 27444 - Ley de Procedimiento Administrativo General:

LEY Nº 27584 Ley que Regula el Proceso Contencioso Administrativo:

V.- MONTO DEL PETITORIO


Debido a la naturaleza de la pretensión, la misma no es cuantificable en dinero.

VI.- VIA PROCEDIMENTAL


De conformidad con el artículo 24 de la Ley 27584 – Ley que regula el Proceso
Contencioso Administrativo – a la presente le corresponde la vía del proceso
ESPECIAL.

VII.- MEDIOS PROBATORIOS


1 El mérito de la Copia de la RESOLUCIÓN DE GERENCIA MUNICIPAL N°
342
2 El mérito de la Copia de la RESOLUCIÓN DE GERENCIA N* 319-2018-
GSCYS/MDC.
3 El mérito de la Copia de la RESOLUCIÓN DE SANCIÓN
ADMINISTRATIVA N° 436-2018-GSCYS/MDC

VIII.- ANEXOS:
ANEXO 1-A Copia de mi DNI.
ANEXO 1-B Copia del cargo de la Resolución Coactiva con la copia de las
resoluciones anexas.

POR TANTO:
Espero se sirva proveer conforme a Ley y declarar FUNDADA mi demanda.

OTROSI DIGO: Que de conformidad con lo dispuesto por el Artículo 80° del C.P.C
conferimos al letrado que autoriza el presente escrito, las facultades de representación
procesal general previstas en el Artículo 74 de dicho cuerpo legal, para el efecto
declaramos conocer el contenido y alcances de las prerrogativas representativas que
otorgamos, así como que nos ratificamos en el domicilio consignado en la introducción
de la presente demanda.

Lima 19 de setiembre de 2019.

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