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“Concebirás y darás a luz” Oración para embarazos de alto riesgo

Con la fuerza del Espíritu Santo vamos a creerle a la palabra que dice “Concebirás y darás a luz,”
En el nombre de Jesús recibe la gracia la bendición, la paz y la presencia de vida que da el Espíritu
Santo, recibe ese amor de Dios en cada parte de tu cuerpo, alma y espíritu, recibe la vida, recibe
la gracia de Dios, bendice a tu bebé, bendice porque es un ángel de Dios, un hijo amado de Dios,
Dile a tu hijo tu padre es Dios, Eres un hijo amado de Dios. El Señor te ama, y que el amor de Dios
cubra tu embarazo, cubra cada etapa de ese bendito embarazo en el nombre de Jesús, día a día la
presencia misericordiosa del Señor sobre ti y tu bebé. Todo lo que respire alabe al Señor, en el
nombre poderoso de Jesús concebirás y darás a luz con la fuerza del Espíritu Santo, aleluya
Para la oración

1. Vamos a comenzar alabando al Señor con todo nuestro corazón por todas las maravillas, por las
cosas que nos hieren, que nos lastiman o que nos desagradan, ofrecemos pura alabanza y acción
de gracias a la luz del Salmo 118 Den gracias al Señor porque es bueno, porque su amor es eterno.
Confiamos plenamente en Dios, que todo lo que nos envía es bueno, es para nuestro crecimiento.

2. Vamos a clamar misericordia reconociéndonos pecadores humillándonos totalmente bajo la


mano poderosa de Dios, reconociendo que hemos pecado de pensamiento, palabra, obra y
omisión, completo arrepentimiento, total humillación y rendición. El Espíritu Santo nos va a ir
guiando y redarguyendo para saber exactamente sobre que pedir perdón, sin excusas, nos
postramos ante Dios.

3. Oración rompiendo ataduras. Toda cadena es rota en el nombre poderoso de Jesús, toda
atadura y cadena heredada es rota en el nombre de Jesús, cadenas y ataduras de muerte, de
pecado, de enfermedad de maldición y de destrucción, todo lo que el enemigo vino a pretender
realizar en nuestras vidas: robar, matar y destruir, en el nombre de Jesús se deshace por la Sangre
del Cordero, rompemos toda atadura que nosotros mismos hayamos provocado con nuestras
palabras nuestras acciones o bien que hemos heredado o nos hallamos contaminado, por la
Sangre de Cristo somos liberados, y redimidos por el Sacrificio de Cristo.

4. Renunciamos a Satanás a todas sus obras. Renunciamos en el nombre de Jesús, a toda tiniebla,
a todo pecado venial o mortal, a toda acción de tinieblas en nuestras vidas por pequeña que sea,
por escondida que esté, todo rencor, resentimiento, odio, enojo y cualquier impureza en nuestras
vidas nosotros renunciamos en el nombre de Jesús, echamos fuera de nuestro corazón todo
sentimiento de amargura, violencia, deseo de venganza, rechazamos el mal en nuestras vidas y
abrazamos el amor puro y santo de Dios.

5. Invocamos al Espíritu Santo. Ven Espíritu de Dios sobre cada área de nuestras vidas, cuerpo,
alma y espíritu, todo nuestro ser es lleno del Espíritu Santo, fluye en mí oh dulce huésped del
alma, recibimos el amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Nos dejamos amar por el Espíritu
Santo nos dejamos seducir, colmar, bautizar, quemar por el fuego del Espíritu Santo, nos
sumergimos en el agua viva del Espíritu Santo, lo dejamos llenar, tomar, sanar, ungir, nos dejamos
tomar por completo por el Espíritu Santo, somos templos vivos del Espíritu Santo somos vasos
llenos colmado del Espíritu Santo. Por nuestras entrañas corren ríos de agua viva.

6. En el silencio escuchamos la voz de Dios. Recibimos su palabra, recibimos su mensaje a


nuestros corazones guardamos silencio para que sea el señor el que hable guardamos silencio para
escuchar tu voz susurro su inspiración su palabra de vida callamos para que él hable

7. Leemos la palabra de Dios. Leer el Evangelio según San Juan o el de San Lucas recibimos la
palabra que se hace vida en ti, Esa palabra que ilumina, Esa palabra que fortalece, Esa palabra que
da dirección, Esa palabra que viene de los mismos labios de Jesús, la meditamos, la repetimos, la
reflexionamos hasta hacerla parte de nuestras vidas
8. Intercedemos por las necesidades de las personas que amamos y que nos han pedido oración,
somos instrumentos de intercesión y al final cuando pedimos por todos también pedimos por
nuestras necesidades, en este caso pedimos Espíritu de Dios Derrama tu vida, Tu fuerza sobre mi
vida, ese ministerio maternal derramando sobre mi vida, así como el Ángel del Señor anunció a
María concebirás y darás a luz creemos que esa palabra se hace vida en nuestras vidas, concebiré
daré luz. La sombra del altísimo me cubre, la gracia me cubre, la vida de Dios visita mi vida como
visitó a San Juan El Bautista desde el vientre de su madre, el niño salto en su vientre, que mi bebé
salte de gozo en mi vientre, que salté de bendición, que salte de salud, aleluya, gloria a Dios.

9. Me dejó amar. Me dejó llenar del amor de Dios, me dejó sanar me dejó envolver por el amor
de mi Padre, el amor de Dios Fuente Perfecta de vida me llena, el amor de Dios me da vida, el
amor de Dios llena mi mente y mi corazón, mi alma, todo mi ser. El amor de Dios llena mis
pensamientos, mis acciones voluntarias e involuntarias, el amor de Dios llena a mi bebé a través
de mis palabras, el amor de Dios llega a mi bebé a través del cordón umbilical, hay comunicación
de vida pero es el amor el que llega amor a su cuerpecito, amor a su cabecita, su cerebro su
corazón, el amor de Dios que me invade lo invade el también, el amor de Dios en su aparato
circulatorio aparato digestivo, aparato en su sistema nervioso, en cada parte de su cuerpo el amor
de Dios lo invade todo su ser, lo llena, brilla con la luz el Espíritu Santo, fortalece su vida, El amor
corre por todo su ser, cada célula, cada tejido, cada aparato, cada sistema, aleluya.

10. Momento de adorar al Señor. Momento de exaltarlo, momento de dejar que mi corazón se
une al corazón de Dios, te adoro Señor, Eres el primero el más especial, me rindo totalmente en
adoración, reconociendo que sólo tú eres Santo, sólo tú Señor sólo tú Altísimo, te adoro Señor te
doy el primer lugar, Mi corazón se une a tu corazón, se hace uno con tu corazón en la adoración,
me rindo, me postró, ya no soy sólo yo, sino mi bebé y yo te adoramos, recibe las alabanzas, y
recibe nuestra oración, en cada palpitar en cada función, en cada célula que crece se reproduce,
recibe adoración recibe adoración de nuestras vidas.

11. Jesús yo confío en ti Jesús. Jesús yo confío en ti, a la luz del Salmo 25 a ti Oh Señor elevare mi
alma, Dios mío en ti confío no sea yo avergonzado, no se alegren de mí mis enemigos, Jesús yo
confío en ti, Jesús descanso en ti, Jesús me abandonó en ti, Señor no soy digno de que vengas a
mí, pero una palabra tuya bastará para sanarme, Jesús yo confío en ti

12. Señor tu gracia Me basta. Porque en mi debilidad se perfecciona tu poder, Señor tu gracia es
todo lo que yo necesito, tu gracia, tu presencia, tu poder, tu amor, tu luz, tú mismo te das a mi
vida a través de esa gracia que es regalo, Qué es bondad, Qué es poder, que es todo lo que yo
necesito. Soy pequeño, Tú eres grande, Estoy enfermo, tú eres mi salud, soy pobre Tú eres mi
riqueza, soy débil, el Poderoso vive en mí, aquí estoy Señor para que tú seas mi pastor porque yo
soy tu oveja.

Mi alma alaba la grandeza del Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador, porque ha mirado
la pequeñez de su esclava, desde ahora me felicitarán todas las generaciones porque el
Todopoderoso ha hecho en mí grandes maravillas, santo es su nombre.
Ven Espíritu de Dios, ven, ven Espíritu, abrázame que tú gracias me baste, que tú gracias me baste,
que tú gracias me baste. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén.

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