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Redacción eficaz
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Guillermina Baena
Universidad Nacional Autónoma de México
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All content following this page was uploaded by Guillermina Baena on 25 November 2015.
Impreso en México
Printed in Mexico
Introducción...................................................................................................7
Capítulo 1
Lenguaje: código arbitrario............................................................................9
A. Funciones del lenguaje..........................................................................18
B. Modalidades..........................................................................................20
Capítulo 2
Redactar es ordenar......................................................................................29
Capítulo 3
La corrección, los fantasmas de la ortografía...............................................41
Capítulo 4
La propiedad.................................................................................................57
Vicios de dicción.......................................................................................60
Capítulo 5
Elegancia..................................................................................................71
A. Estilo.....................................................................................................71
B. Las formas del discurso..........................................................................81
1. Narración...........................................................................................81
2. Descripción........................................................................................99
3. Argumentación................................................................................104
4. Exposición.......................................................................................112
1
Jean Jacques Rousseau, Ensayo sobre el origen de las lenguas, México, FCE, 1984, pp. 11-16.
2
Ibídem, p. 17.
3
Ibídem, p. 24.
4
Robert Clairbone, Orígenes del hombre. El nacimiento de la escritura, México, Ediciones Cultu-
rales Internacionales, 1989, p. 8.
El lenguaje es el medio que tiene el hombre, como ser racional, para mani-
festar sus ideas o sentimientos (Santiago Revilla).
5
Roger Fowler, Para comprender el lenguaje. Una interpretación a la lingüística, México, Nueva
Imagen, 1978, p. 9.
Colina
Luna
6
Clairbone, op. cit. p. 116.
7
Mauricio Swadesh, El lenguaje y la vida humana, México, FCE, 1993, p. 77 y cfr. Clair-
bone, op. cit. p. 66.
8
David Crystal, The Cambridge Enciclopedya of Language, New York Cambridge Univer-
sity Press, 1987, p. 198.
Pez
Sol/día
Semilla
Montaña
Buey
9
Cfr. Clairbone, op. cit., pp. 5,6, 17-19.
10
Clairbone, op. cit., pp. 5-6.
Ejercicio:
En la tribu Nsibidi, al sur de Nigeria, se descubrió un sistema de escritura ba-
sado en ideogramas, la mayoría de los cuales expresaban relaciones y situacio-
nes maritales. Examina los siguientes ejemplos y usa los ideogramas para crear
una historieta que cuente una historia completa con diversos cuadros.
Ideogramas modernos:
Logogramas modernos
+-x><∞÷°=
Fuente: Crystal, op. cit., pp. 198 y 200.
René Descartes, quien apuntaba que si se podían aprender todas las canti-
dades en el idioma del guarismo podía formarse un idioma análogo.
John Wilkins, quien dividió el universo en 40 categorías o géneros, cada
uno representado por un monosílabo de dos letras. Por ejemplo, de que
significa elemento, luego venían las diferencias representadas cada una por
una consonante; por ejemplo b significa primer elemento, el fuego; y por
último las especies representadas por una vocal; por ejemplo, a que es por-
ción de. Si juntamos categorías, diferencias y especies integramos la palabra
La lógica de este lenguaje es contener en una sola palabra todas las caracterís-
ticas de la misma. El problema se le presentó a Wilkins cuando intentó la divi-
sión en categorías, por ejemplo:
8ª categoría PIEDRAS
Comunes (pedernal, cascajo, pizarra)
Módicas (mármol, ámbar, coral)
Preciosas (perla, ópalo)
Transparentes (amatista, zafiro)
9ª categoría METALES
Insolubles (hulla, arsénico)
Imperfectos (bermellón, azogue)
Artificiales (bronces, latón)
Recrementicios (limaduras, herrumbres)
1. Pertenecientes al emperador
2. Embalsamados
3. Amaestrados
4. Lechones
5. Sirenas
6. Fabulosos
7. Perros sueltos
8. Los que se incluyen en esta clasificación
9. Los que se agitan como locos
10. Innumerables
11. Los dibujados con un pincel finísimo de pelo de camello
12. Etcétera
13. Los que acaban de romper el jarrón
14. Los que de lejos parecen moscas
Ejercicio:
Divirtámonos, encontremos palabras largas, largas. Yo pongo unos ejemplos, tú
busca otros: supercalifragilísticoespialidoso; un apellido: Iturriberrigorrigoicoe-
rrotaberricoechea; una profesión actual: psiconeuroendocrinoinmunóloga.
A que sí puedes hacer un juego con las palabras, como el que ha escrito el
polígrafo mexicano Alfonso Reyes:
Función informativa
Se realiza mediante la formulación y afirmación (o negación) de proposiciones. El dis-
curso informativo se usa para describir al mundo y razonar acerca de él, sin pensar si los
hechos son o no importantes, o si son generales o particulares. Como decía un escritor:
Veo el idioma como un gran y maravilloso juego, cuyas reglas sólo cono-
cemos o practicamos en parte. Admite toda clase de excepciones, de quie-
bras, de nuevos enlaces, de nuevas posibilidades…
Función expresiva
Cuando se le usa para expresar nuestros sentimientos y emociones o para co-
municarlos. No todo lenguaje expresivo es poético, ni verdadero, ni falso; quien
quiera aplicar estos criterios juzgará erróneamente.
El discurso expresivo tiene dos componentes:
Función directiva
Se usa con el propósito de originar o impedir una acción manifiesta.11
Son ejemplos las órdenes y pedidos, pues se trata de un lenguaje dirigido a
obtener resultados.
Función ritual
Lenguaje de convenciones.
Cumplimos con nuestras convenciones de manera casi automática. La gente
saluda o se despide por ritual de cortesía, pero la mayor parte del tiempo no lo
hace con un afán de comunicación o consciente de lo que escucha. Las frases
son de rutina (“gracias, de nada, buenos días, adiós”) y se aprenden como tota-
lidad, se producen sin pensar y a menudo están vacías de significado. Pero esta-
mos acostumbrados a escucharlas.
Sin embargo, el día que alguien contesta a la pregunta “¿cómo estás?” algo
así como “¡muy mal!”, el distraído interlocutor que siempre espera la misma
respuesta no sabrá qué hacer, o no habrá puesto atención, o muy probablemen-
te esperará la respuesta común. Así que no es extraño que conteste “¡qué bueno,
me da mucho gusto!”, y no caiga en cuenta de lo dicho. Es el caso de los pésa-
mes, al no ser muy frecuentes, hay personas que llegan con los familiares del
difunto y les dicen “muchos días de estos”.
El caso extremo es el de los dos psicólogos que se encuentran en el elevador
y uno le dice al otro “buenos días”, y el otro se queda pensando “¿qué me habrá
querido decir con eso?”.
11
Cfr. Irving Copi, Introducción a la Lógica, Buenos Aires, EUDEBA, 1962, pp. 34-37.
Ejercicio:
Termina la siguiente poesía; cuando menos escribe de seis a ocho líneas más:
Estás ausente,
de nuevo estás ausente
en el cuerpo
y en la mente
en el cielo
y en la tierra
desde adentro
y desde afuera:
¡estás ausente!
B. Modalidades
Pero hay algo más: cada lenguaje tiene sus propias modalidades o estilos de
expresarse.
Así tenemos:
Un lenguaje vulgar
Un lenguaje coloquial
Un lenguaje formal
Lenguaje vulgar
Comenta Alfonso Reyes que el vulgo altera la lengua por los principios maes-
tros de la corrupción, el principio de uniformidad y el principio del menor es-
fuerzo; la teoría del “pah pah” o de las interjecciones “¡ay!, ¡yupi!, ¡yabadaba-
du!”, o bien porque gusta de adornar y alargar las cosas. La mala pronunciación
puede deberse a inferioridad biológica, a vivir en diferentes regiones geográficas,
a una atrofia de la articulación, o a mero adorno.
El vulgo modifica el lenguaje de los siguientes modos:
africano dinosourus
árabe روصانيد
chino 恐龍
francés dinosaure
alemán dinosaurier
griego δεινόσαυρος
hebreo רואזוניד
indonesio dinasarus
irlandés dineasár
italiano dinosauro
japonés 恐竜
kikuyu ninguna palabra*
malayo raksasa
polaco dinozaur
portugués dinossauro
ruso динозавр
thai ไดโนเสาร์
vietnamita Khung long
xhosa igongqongqo
zulu inunu
*
Un kikuyu dijo: cómo podemos tener una palabra para algo que no sabemos que existe.
El lenguaje vulgar puede ser exclusivo de una región o zona, como este argot
(en francés caló) tepiteño:
Cada oficio u actividad tiene su propia jerga. Algunos la combinan con ges-
tos o señas (hilanderos y beisbolistas), unos más con dibujos o grafitos, como
en las placas que pintan en las bardas los chavos banda.
Se vuelve jerga en el caso de las profesiones cuando se utiliza el lenguaje téc-
nico sin necesidad alguna para aplicarlo en la conversación cotidiana, dándole
significados diferentes o adaptándolo.
Los médicos suelen decir a su pareja: “me fracturas el miocardio”, lo cual no
puede ser cierto porque el miocardio es un músculo, no un hueso, pero en tér-
minos de jerga es el equivalente a “me rompes el corazón”.
De no existir este laboratorio seguiríamos hablando latín culto. Pero el lengua-
je vulgar empieza a permear las otras capas del lenguaje y, como consecuencia, lo
transforma, introduce algunas palabras que logramos entender porque las maneja-
mos al interior de las localidades en forma de regionalismos.
De esta manera, una segunda modalidad es el LENGUAJE COLOQUIAL,
que permite el uso de modismos y es el que usamos para comunicarnos con
nuestros amigos, familiares y conocidos.
El mismo poema del ejemplo anterior que mostraba el argot tepiteño, sona-
ría así en lenguaje coloquial:
quienes también les llegan a decir “mariposas” en Tamaulipas, San Luis Potosí,
Coahuila y Durango. Aún más, el Diccionario de la Real Academia de la Lengua
Española tiene a esta palabra con dos significados: güila como prostituta y huila
como tullida.
Si esto pasa en el interior del país, con mayor razón entre países; lo que para
nosotros serían groserías, en otros países son muletillas o parte de las expresio-
nes cotidianas.
Ejercicio:
Oye, sería bueno que salieras de safari, pero a cazar lenguajes; ¿qué tal si bus-
cas varios y los coleccionas escribiendo los diálogos en hojas que puedas agre-
gar al libro?
Aquí es donde necesitamos reflexionar acerca de cómo hemos aprendido a
manejar el lenguaje.
Redactar es ordenar
La redacción es el motor que pone en movimiento a la Lógica y la Gramática.
La Lógica
ordena ideas, sistematiza, aclara el pensamiento.
La Gramática
ordena la expresión escrita, por lo tanto,
Redactar es ordenar.
Ahora intenta hacer la carta de nuevo. Ya tienes las ideas que deseas destacar.
Empieza con un orden, tal vez el color del mar fundido en el horizonte con el
cielo, tal vez aquellos pelícanos posados sobre las barcas de los pescadores, tal
vez ese olor a sal del agua que cruza por tus labios después del chapuzón, tal vez
la espuma que baña tus pies mientras caminas por la orilla, tal vez la magnitud
de la naturaleza en la que te fundes como un ente más y en armonía. Imagina la
magia de poder describir, narrar, contar esa belleza, la magia que puede hacer la
redacción… Aunque también puede manejar la ironía y el humor.
Aquí un ejemplo:
ACAPULCO
En Acapulco no hay tiburones. Las autoridades mexicanas insisten formal-
mente en ello. Si algunos turistas extranjeros optan por no regresar a su
hogar después de las vacaciones, es cosa de ellos.
Más aún, las aguas servidas que los hoteles reciclan en la bahía no
atraen tiburones a las aguas de Acapulco. Las insinuaciones de este tipo
sólo demuestran ese sentimiento antimexicano típico de los intelectuales
extranjeros, que disfrazan sus prejuicios bajo principios interesados al su-
gerir, por ejemplo, que los periodistas mexicanos son regularmente asesi-
nados por expresar opiniones políticas poco halagüeñas. Estos individuos
no son periodistas. Cuando las autoridades judiciales responsables inician
una investigación, descubren que se trata de usureros u homosexuales que
han logrado obtener credenciales periodísticas con falsos pretextos, y que
fueron asesinados por viudas indigentes a quienes explotaban, o por pros-
titutos menores de edad.
(Saúl, Diccionario del que Duda, p. 20).
Ejercicio:
Redacta tu biografía pero sólo en 144 palabras exactamente, ni una más, ni una
menos. Te estarás preguntando ¿por qué 144 palabras? En el lenguaje oral es el
equivalente a un minuto de lectura y para ti será una gran ayuda para que te ejer-
cites en la síntesis y midas los tiempos de tus escritos.
Ejercicio:
El hombre sabe que hay en el alma tintes más desconcertantes, más innu-
merables y más anónimos que los colores de una selva otoñal… Cree, sin
embargo, que esos tintes, en todas sus funciones y conversiones, son repre-
sentables con precisión por un mecanismo arbitrario de gruñidos y chillidos.
Una noche,
una noche toda llena de murmullos, de perfumes y de música de alas;
una noche
en que ardían en la sombra nupcial y húmeda las luciérnagas fantásticas,
a mi lado lentamente, contra mí ceñida toda, muda y pálida,
como si un presentimiento de amarguras infinitas
hasta el más secreto fondo de las fibras te agitara,
por la senda florecida que atraviesa la llanura
caminabas,
y la luna llena
por los cielos azulosos, infinitos y profundos esparcía su luz blanca;
y tu sombra
fina y lánguida,
y mi sombra
por los rayos de la luna proyectadas,
sobre las arenas tristes
de la senda se juntaban,
y eran una,
y eran una,
y eran una sola sombra larga,
Esta noche
solo; el alma
llena de las infinitas amarguras y agonías de tu muerte,
separado de ti misma por el tiempo, por la tumba y la distancia,
por el infinito negro
donde nuestra voz no alcanza,
mudo y solo
por la senda caminaba…
Y mi sombra
por los rayos de la luna proyectada,
iba sola,
iba sola,
iba sola por la estepa solitaria;
y tu sombra esbelta y ágil,
fina y lánguida,
como en esa noche tibia de la muerta primavera,
como en esa noche llena de murmullos, de perfumes y de música de alas,
se acercó y marchó con ella,
se acercó y marchó con ella,
se acercó y marchó con ella… ¡oh las sombras enlazadas!
¡Oh, las sombras de los cuerpos que se juntan con las sombras de las almas!
¡Oh, las sombras que se buscan en las noches de tristezas y de lágrimas!
Ejercicio:
Elabora un dibujo que represente el mensaje de este poema. No importa si no
sabes dibujar, de lo que se trata es que logres interpretar la idea y puedas re-
presentarla en imágenes.
Pregunta: si estás parado sobre la banqueta, ¿cómo podrías dejar caer un huevo
crudo a un metro del suelo sin que se rompa el cascarón y sin usar nada para amor-
tiguar la caída?
Respuesta: déjalo caer de un metro y medio de altura y caerá un metro sin rom-
perse. (Burns, ¡Odio las matemáticas!, p. 31).
Pregunta: Algunos meses tienen 30 días, otros 31, ¿cuántos meses tienen 28?
Respuesta: Todos (ibídem, p. 45).
Ejercicio:
13
Esta es una frase de los Seabbes, un grupo de rescate. En México algunos talacheros la han
adaptado para anunciar sus negocios (changarros) y es frecuente que en ellos se pueda leer algún
letrero que diga: “Lo imposible lo hacemos ahora mismo, los milagros tardan un poco más”.
9. Podrán cortar las flores del mundo, pero nunca podrán detener a la primavera.
Nada es comparable al manejo del lenguaje, jugar con él, moldearlo como si
se tuviera plastilina. Los escritores de todos los tiempos lo saben y pueden darse
ese lujo, como lo hacía Julio Cortázar.
Código cortazariano
Después de leer el siguiente texto:
1.
Ejercicio:
La forma
“La Gramática… nos hace ver el maravillosos artificio de la lengua, enseñándonos de
qué partes consta, sus nombres, definiciones, y oficios, y como se juntan y enlazan
para formar el tejido de la oración”. (Primera Gramática Académica, 1771)
La corrección, la propiedad y la elegancia son los requisitos del lenguaje for-
mal o académico, y se refieren a:
Corrección – la ortografía
Propiedad – el bien decir
Elegancia – el estilo
Ejercicio:
Fueras un disco:
La corrección,
los fantasmas de la ortografía
La ortografía es un problema nacional. Está relacionada de manera directa con
nuestra personalidad, de ahí que algunos casos se constituyan en verdaderas pato-
logías, como aquel muchacho que le ponía acento a mamá en la “hache”. La orto-
grafía refleja nuestro estado de ánimo, nuestras condiciones de estrés y problemas
por los cuales atravesamos en ciertos momentos. Ello explica por qué a veces olvi-
damos cómo se escribe alguna palabra, que escribamos otra bien y dos renglones
después, la misma palabra la escribimos mal, que tengamos dudas en cuanto a las
letras de una palabra cuando más estresados nos encontramos, o que perdamos la
buena ortografía cuando no estamos muy lúcidos. Con todo ello, le trasmitimos
al escrito nuestros descuidos, preocupaciones y problemas.
Aunque en una buena parte de los casos, el problema es muy sencillo, basta
con recordar las reglas (Véase el Prontuario al final de este texto).
La ortografía tiene tres niveles:
1) El de la letra, que a su vez tiene que ver con los problemas de la acentua-
ción y de las letras dudosas.
2) El de la palabra, directamente relacionado con la división silábica.
3) El de la oración en cuanto a la manera de poner la puntuación.
a, A b, B c, C d, D e, E f, F g, G h, H i, I
a be ce de e efe ge hache i
j, J k, K l, L m, M n, N ñ, Ñ o, O p, P q, Q
jota ka ele eme ene eñe o pe cu
r, R s, S t, T u, U v, V w, W x, X y, Y z, Z
erre ese te u uve uve equis ye zeta
doble
a, A b, B c, C d, D e, E f, F g, G h, H i, I
j, J k, K l, L m, M n, N ñ, Ñ o, O p, P q, Q
r, R s, S t, T u, U v, V w, W x, X y, Y z, Z
Hace un tiempo circuló por Internet un bello mensaje sobre las letras cuan-
do se combinan, que ahora compartimos contigo:
Únicas ADN
Sobrias AA
Dar placer G
Ser un parámetro IQ
Alucinantes LSD
Profundas OM
Implacables RIP
Explosivas TNT
Ser un alivio WC
Ejercicio:
Elabora una oración simple con cada una de las palabras siguientes:
el, artículo
él, pronombre
mas, conjunción
Ejercicio:
Escribe el acento en aquellas palabras que deban llevarlo:
Respuestas: joven, Pérez, corazón, pájaro, caminaron, llevaron, comió, feroz, xilófono, quiso,
exámenes, través, contabilícelos, jóvenes, débil, camión, analícenselo, vándalo, comezón, llevó
(o llevo), pidió, pensión, cafés, cántaro, gráfico (o grafico o graficó), tesis, cuartel, autobús, fá-
brica, árbol, búfalo, patentícenselo, había, trabajo, examen, carácter, xenófobo, haciéndonos,
cano, oye, gallo, perro, torre, fue, voz, haz, hoy, posó (o poso), loza, vano.
Por lo que hace a las letras dudosas, hay constantes errores; los más frecuen-
tes se cometen con la g y la j, la h, la b y v, la s, c, x y z, particularmente los ter-
minados en xión, ción y sión.
Ejercicio:
Escribe las letras (b, v, ll, y, s, z) que hacen falta:
Respuestas: árabe, toser, quemazón, justeza, subyugar, herbívoro, atrevido, lisiado, niñez, rollo,
publicidad, forense, pedazo, maguey, convoy, construyen, verde, invitar, novísima, soluble, vivien-
te, villancico, votación, querella, trasgo, mayorazgo, bullicio, tómbola, zurcido, disyuntiva, terraza,
biblioteca, zipizape, retazo, huella, bolillo, estoy, bizcocho, envidia, volar, temblor, buitre, reforzar,
llama, cedazo, vayamos, fuerza, éxtasis, osezno, honradez, destello, lobezno, convención, zigzag,
camello, llave, lluvia, mordaza, brujo, hervir, volver, daba, obviar, carambola, biográfico, ley, ayu-
darán, bienestar, semblanza, rasgo, escasez, camilla, portazo, cambio, tortilla, yerno, terso, ayunar,
excusa, bisabuelo, escribir, buzo, blasón, subterráneo.
—Mirá, hombre, a que no adivináis de qué vengo vestido. Ve, todo de negro…
—No, no le doy.
—Ve, arza, sombrero negro, capa negra, antifaz negro.
—Pues no, todavía no le doy.
—A ver, mirá, —se abre la capa y en su camiseta aparece una enorme “Z”.
—¡Ah, claro, ya sé: Zuperman!
Ejercicio:
maya y malla
vaya y valla
yerro y hierro
caro y carro
agito y ajito
gravar y grabar
botar y votar
tuvo y tubo
ingerir e injerir
gira y jira
abrasa y abraza
Ejercicio:
Escribe j o g según el caso.
Respuestas: jeta, herejía, cónyuge, ojera, fingir, jilguero, higiene, paisaje, trajeron, regencia, ges-
tor, gentío, legitimar, geólogo, pasaje, mensajero, genocidio, frígido, elogio, montaje, gestación,
jerarquía, guajira, ingenio, sujeto, jerarca, prodigio, masaje, encaje, objeción, reduje, genealogía,
extranjero, gimotear, sobrecoger, auge, geopolítica, laringe, granuja, empuje, gesto, registro, equi-
paje, crujir, germen, distraje, bendijeran, encoger, gramaje, falange, salvaje, ginecología, gerencia,
plumaje, legible, geocéntrico, geología, cuadragésimo, espejismo, esfinge, relojero, recoger, viaje,
redujese, peaje, genocidio, afligir, ilegítimo, vejiga, ejecución, granjean, elegir, legislar, gitano, exa-
gerar, general, gente, protegido, refrigerar, relojería, cronometraje, agente, agitación, giro, cojee.
Ejercicio:
hidro (agua)
hiper (sobre, encima)
hipo (debajo)
hipo (caballo)
hosp (huésped)
hemi (mitad)
hema, hemato (sangre)
hepat (hígado)
hex, hexa (seis)
hepta (siete)
hetero (desigual)
homo (semejante)
hecto (ciento)
helio (sol)
host (extranjero, enemigo)
horr (erizado)
Y se escribe h antes de los diptongos: ia, ie, ue, ui cuando comienzan sílaba.
Lleva h la sílaba hu seguida de m con vocal.
Llevan h al final algunas interjecciones.
Ejercicio:
Escribe una palabra con cada uno de los prefijos con “h” arriba mencionados:
una buena división silábica. Las excepciones son aquellas mecanógrafas obsesio-
nadas en hacer coincidir el renglón final y que por ello son capaces de cortar la
palabra donde no deben; de esa manera puede verse papá dividido “pap” y la “á”
en el siguiente renglón. Recuérdese que esto es una falta de ortografía.
Probablemente los problemas de la división silábica pueden quedar desterra-
dos para siempre con el manejo de las computadoras, las cuales “justifican” los
escritos sin necesidad de divisiones silábicas. Aunque todavía quienes trabajan
en cuestiones editoriales se verán en la necesidad de dividir sílabas y, desde lue-
go, los que siguen escribiendo a mano, hoy llamados “cuadernícolas”.
Las reglas (Cfr. Prontuario) son pocas.
Ejemplos:
Artícu-lo también ar-tículo.
Vehícu-lo o también ve-hículo.
Ca-cahuate.
Titica-ca.
Un fenómeno interesante es que nuestro lenguaje oral nos plantea una for-
ma de puntuación en las pausas que hace nuestra respiración, y esta puntuación
es diferente a la que debiera llevar en el texto. Esto es comprensible en tanto
que hablamos con ciertos tonos y ritmos, nos detenemos en lugares donde no
va puntuación, sobre todo para enfatizar algo o para respirar. La consecuencia
es que ponemos mal la puntuación. Hay que recordar que la puntuación es la
respiración de la frase; no son los signos, sino lo que está contenido dentro de
ellos.
Si encontramos un punto (.), lo que nos indica es que la frase que lo antecede
es una idea completa; si encontramos coma (,) quiere decir que hay un fragmen-
to de idea; un punto y coma (;) indica que después de haber expresado una idea
completa, sigue un fragmento más; dos puntos (:) indican que después de haber
expresado una idea completa sigue otra idea completa muy relacionada.
Ejercicio:
En las siguientes frases inserta la puntuación necesaria:
Apúrale no queda tiempo pero recuerda aquello que decía Darwin haz a los
hombres lo que quieras que ellos te hagan tal es el principio sobre el que des-
cansa toda moral
Que puede ser ay si la palmera supiera que sus palmas algún día
Escucha te aconsejo que seas discreta resuelta determinante segura de ti misma
y sobre todo feliz
Lo crees así
Claro más sabe el diablo por viejo que por diablo ten fe y mucha suerte
Adiós
Respuestas:
¡Apúrale!, no queda tiempo, pero recuerda aquello que decía Darwin: “haz a los hombres lo que
quieras que ellos te hagan”, tal es el principio sobre el que descansa toda moral.
Que puede ser ¡ay! si la palmera supiera, que sus palmas algún día…
Escucha: te aconsejo que seas discreta, resuelta, determinante, segura de ti misma y, sobre todo,
feliz.
Claro, más sabe el diablo por viejo, que por diablo. Ten fe y mucha suerte.
¡Adiós!
Una sola coma puede ser causa de toda una tragedia o de una interpretación
completamente tergiversada de las intenciones del emisor. Se dice que algunas
actas levantadas por el Ministerio Público, por falta de comas y de una redac-
ción poco clara, la víctima resulta en victimario.
Ejercicio:
Inserta las comas donde sea necesario:
Respuestas:
Ejercicio:
Escribe el significado de las siguientes frases (Observa el lugar donde se inscri-
be la coma):
Si obedecer es razón
diré que amo a Soledad
no a Pura cuya bondad
persona humana no tiene
no inspira mi amor Irene
que no es poca su beldad.
Si obedecer es razón,
diré: que amo a Soledad;
no a Pura, cuya bondad
persona humana no tiene;
no inspira mi amor Irene,
que no es poca su beldad.
Si obedecer es razón,
diré: ¿Qué amo a Soledad?
¡No!... ¡A Pura!, cuya bondad
persona humana no tiene.
No inspira mi amor Irene,
que no es poca su beldad.
Pero Irene, refutando a las demás dijo: “yo soy la elegida” y leyó así el verso:
Si obedecer es razón,
diré: ¿Qué amo a Soledad?
¡No! ¿A Pura, cuya bondad
Si obedecer es razón,
diré: ¿Qué amo a Soledad?
¡No! ¿A Pura, cuya bondad
persona humana no tiene?
¡No!...¿Inspira mi amor Irene?,
¡que no!, ¡Es poca su beldad!
La propiedad
Dentro de la propiedad de las frases y palabras, de repente caemos en cuenta de
que no manejamos correctamente elementos básicos de nuestro idioma, como
es el caso de los plurales o los géneros. Elabora los siguientes ejercicios y guarda
los resultados. Si son reprobatorios será mejor que consultes tu diccionario y
gramática con más frecuencia.
Ejercicio:
Escribe el femenino o masculino que corresponda.
sacerdote conde
licenciada caballo
doctor actriz
institutora hombre
poeta jefe
profetisa intendenta
heroína jabalí
macho yerno
mecánica abad
carnero presidente
diputado cacique
zar dependiente
Respuestas: sacerdotisa, licenciado, doctora, institutor, poetisa, profeta, héroe, hembra, mecá-
nico, oveja, diputada, zarina, condesa, yegua, actor, mujer, jefa, intendente, jabalina, nuera, abade-
sa, presidenta, cacica, dependienta.
Ejercicio:
Los siguientes sustantivos aceptan plurales en es y en s; completa:
Ejemplo:
Ejercicio:
Escribe el singular o plural según sea el caso:
tímpano dosis
padrenuestro cruz
efemérides pata de gallo
enseres exequias
álbum sepia
crisis hazmerreír
champú carácter
tamiz oboes
dispensa caos
clip yanqui
examen buró
jóvenes cafés
Respuestas: tímpanos, padrenuestros, efemérides, enser, álbumes, crisis, dosis, cruces, patas de
gallo, exequias, sepias, hazmerreír, champúes, tamices, dispensas, clipes, exámenes, joven, caracte-
res, oboe, caos, yanquis, burós, café.
Ejercicio:
Escribe las frases con las preposiciones correctas:
de acuerdo a
al instante
a nombre de
me voy por siempre
paseo en el pasillo
para allá se fue
afición por las ciencias
esto es bueno para el dolor
gusto de encontrarlo
traducido en tres idiomas
en relación a
se sentó en la mesa
estudié en la noche
fui donde ella
trabaja en déficit
voy donde la abuela
el vaso de leche
en base a
bajo el régimen
contó con los dedos
Respuestas: de acuerdo con, en el instante, en nombre de, me voy para siempre, paseo por el
pasillo, por allá se fue, afición a las ciencias, esto es bueno contra el dolor, gusto en encontrarlo,
traducido a tres idiomas, en relación con, se sentó a la mesa, estudié por la noche, fui hacia ella,
trabaja con déficit, voy a ver a la abuela, el vaso con leche, con base en, durante el régimen, contó
por los dedos.
Vicios de dicción
El lenguaje es flexible, moldeable como plastilina, aunque para ser entendido
por todos los que hablan nuestra lengua debe seguir ciertos requisitos, entre
ellos el bien decir, esto es, el hablar con propiedad, que implica evitar una bue-
na cantidad de vicios que hacen desagradable el uso del lenguaje.
Ello implica que al hablar debamos reconocer los errores que cometemos,
algunos de ellos son fácilmente detectables, pero sólo podemos percatarnos de
otros con un conocimiento mayor del idioma y sus reglas. Esto es más compli-
cado cuando toda nuestra vida hemos hablado y escuchado hablar a los demás
con los mismos errores, sin identificarlos como tal. Está haciendo pininos, no:
son pinitos; cambiemos eso. O bien, pídale a la secretaria unos clipes; lo más
seguro es que lo corrija y le diga: “son clips, jefe”. Convénzala de que clipes es lo
correcto.
Veamos los vicios más frecuentes:
Barbarismo
Es de tres tipos:
1. El que se comete por problemas de pronunciación. Es frecuente y fácil-
mente detectable: haiga, cuidá, Aclante, Jelipe, Grabiel, Hetor.
Son frecuentes y difícilmente detectables: dentrífico, antidiluviano,
conyugue, pininos, requerimentos (se dice dentífrico, antediluviano, cónyu-
ge, pinitos, requerimientos).
Ejercicio:
Escribe el significado de las siguientes palabras:
ánimo
animo
animó
inválido
invalido
invalidó
prólogo
prologo
prologó
júbilo
jubilo
jubiló
número
numero
numeró
óxido
oxido
oxidó
término
termino
terminó
Cacofonía: es un vicio que sucede cuando juntamos las letras o sílabas de so-
nidos similares que son desagradables: la laguna, banco con, de desarrollo. Con
un poco de reflexión puedes evitarlas. Por ejemplo, puedes decir esa laguna o re-
gión lagunera, un banco que tiene ideas, países en desarrollo, así sucesivamente.
Es difícil deshacer las cacofonías, sobre todo cuando ya se encuentran arraigadas
y son parte de la cultura de una región o zona, como el caso de La Laguna, pero
indiscutiblemente que si algún día alcanzan el estatus de estado, le cambiarán el
nombre a Región lagunera o algo similar, pero ya no cacofónico.
Solecismo
Es de dos tipos. Uno es menos frecuente en México en vista de que tende-
mos a corregir las incorrecciones, por ejemplo, si escuchamos me se olvidó;
en cambio, en otros países es la forma coloquial de hablar, el solecismo del
primer tipo se comete cuando colocamos mal las palabras de una misma
frase: se me lengua la traba, voy donde el trabajo.
Queísmo
Un problema muy frecuente, en especial cuando la gente acostumbra narrar algo, es
el abuso del relativo que, (ver Prontuario), por lo general aumenta qués donde no
se debe y también cae en el error de omitirlos, cuando se deben colocar en la frase.
Ejercicio:
Sustituye el “que” por otra palabra o frase más precisa:
Respuestas: respetable, inolvidable, contagiosa, entonces lo vi, así lo quiero usar, por eso vino,
ventajoso, inservible, allí ocurrió, irrompible, por ahí llegaremos lejos, al mediodía sale su camión,
al parque voy contigo, por eso escribió su libro, pantalones de lana para niños, medias de lycra
para señoritas, dígame sus necesidades acerca de lo que debo hacer, el jefe me indicó que fuera,
¿cuál es tu opinión acerca de lo dicho?, ¿cómo convencerte de la necesidad de ir?
Gerundismo
El gerundio es muy difícil de utilizar y en español construye frases pasivas
en vez de activas. Recuérdese que en inglés es palabra de acción: walking,
talking, sleeping, reading. En español construye frases largas como: Mientras
caminaba iba mirando al mar.
El gerundio es culpable de que se alarguen las frases, sobre todo si uno
empieza con él frases largas; pueden inclusive caer en confusiones. Véase el
caso de las actas jurídicas.
El gerundio implica simultaneidad, así es que si alguien se golpea murien-
do instantáneamente, está bien usado el gerundio; pero si alguien se golpea
muriendo al otro día está mal usado el gerundio. Moraleja: para usar el gerun-
dio, el que se golpee debe morir instantáneamente.
Claro, se puede usar como adjetivo, agua hirviendo, horno ardiendo, o
como adverbio de modo: llegó caminando, iba corriendo. Pero si no tene-
mos claras las reglas de su uso, que por cierto son muchas (ver Prontua-
rio) será mejor que no lo usemos. Intenta escribir sin una sola palabra que
termine en ando, endo y iendo; tu estilo puede mejorar en agilidad, palabra
de acción y frase corta, lo cual es muy conveniente al lenguaje formal.
Ejercicio:
Sustituye el gerundio por la forma más adecuada:
Estando a su disposición…
Cosismo
El uso y abuso de la palabra cosa es muy frecuente en nuestro lenguaje,
sobre todo en el lenguaje coloquial para frases de doble sentido. Se inicia a
través del ejercicio oral y luego continúa en el lenguaje escrito.
Por ello, siempre debemos tener a la mano un buen diccionario que
nos permita consultar algunos vocablos que sustituyan a la palabra cosa.
Ejercicio:
Intentemos sustituirla:
Anfibología
La más cercana al pensamiento y al lenguaje escrito en tanto que lo que su-
cede en el segundo es reflejo del primero. Por ello es al mismo tiempo una
falacia y un vicio de expresión. La anfibología se comete cuando se colocan
las palabras de una frase de manera confusa o torpe. Se voló la tapa de los se-
sos después de haberse despedido de su familia con un revólver; pantalones para
niños de lana; medias para señoritas de lycra; tengo dulces para mis sobrinos que
están muy sabrosos.
Ejercicio:
Las siguientes frases tienen diversos vicios de dicción. Escríbelas con propiedad:
Respuestas posibles: había muchos en el vestíbulo, participó el jugador aficionado, fue en-
tonces cuando volví en mí, tiene muchos discos compactos almacenados, tomó prestada una caja,
tal vez no lo realice, di un enorme salto, veloces transitan los automóviles.
Ejercicio:
Corrige los siguientes barbarismos:
amarizar financía
antidiluviano fuerzudo
mallugar requerimento
calientito gripa
calosfrío homogenizar
dentrífico lapso de tiempo
exhorbitante jedor
express
Ejercicio:
La historia sin fin.
Ya estás listo para empezar tu primera novela. Te voy a dar ciertos parámetros.
Solo escribirás cuatro capítulos. Hoy redactarás el primero. Te daré el tema y
una idea general.
El primer capítulo será “El hecho que cambió mi vida”. Cuenta el hecho más
significativo que de una u otra forma ha trascendido, a grado tal de cambiar tu
vida. De una y media cuartillas mínimo a tres cuartillas máximo.
Ejercicio:
Escribe en el paréntesis el número que corresponda al significado de cada
palabra:
Las respuestas son: 12, 19, 18, 10, 20, 16, 14, 3, 17, 1, 8, 7, 15, 6, 5, 2, 4, 13, 9, 11.
Elegancia
El bien decir ha de acompañarse de una manera elegante de hablar y escribir;
estamos hablando del estilo o la manera personal de expresarnos.
A. Estilo
Decía Buffon que el estilo es el hombre y esta definición sigue siendo válida.
Todo estilo se va a identificar por la manera en que aplicamos las distintas
formas de expresión, como son: la narración, la descripción, la argumentación
y la exposición. Existen tantos estilos como seres humanos; sin embargo, hay
constantes que podríamos agrupar en algunos estilos frecuentes, como veremos
en los siguientes ejemplos:
Estilo romántico
Estilo florido
Estilo poético
Estilo sencillo
Estilo lacónico
Estilo telegráfico
1. Aquella casa
2. Sentada en el tiempo
3. Sobre las nubes
4. que alejaba el viento
5. Iba un pájaro muerto
6. Caen sus plumas sobre el otoño
7. Un niño sin alas
8. mira en la ventana
(Fragmento de “Poemas Árticos” de Vicente Huidobro).
Cada persona tiene su propia forma de ser, es decir, su propio estilo y éste
se refleja no sólo en su manera de actuar o vestir, sino también en su forma de
escribir. A veces parece que estamos escuchando a esas personas cuando leemos
una carta; es tan fiel su estilo a su forma de ser, que parece que oímos hasta sus
giros en el habla; casi hasta podemos imaginar sus gestos y los movimientos de
las manos y el cuerpo.
La contraparte son las personas con pensamientos tortuosos, difíciles de
comprender en una primera lectura. Son casos complejos que requieren trabajar
mucho con su estilo y seguir algunas recomendaciones muy sencillas:
1) Sea claro
2) Sea sencillo
3) Sea preciso
4) Sea conciso
La niña, aquella que era hija de los Pérez, vecina de los García, aquellos que
se cambiaron después por el Ajusco, por cierto tenían un perro negro que
algún día mordió al hijo de los Hernández; sí, el niño que tenía una bici
nueva, andaban después en el zócalo con la Asamblea de Barrios, esta or-
ganización que surgió después de los sismos del 85 y que finalmente acabó
en la política ingresando al PRD; tú sabes, PRD que por cierto ganó en el
D. F. y ahora el jefe de Gobierno tendrá un reto interesante con esto de
la seguridad, la basura y la contaminación, los servicios como el drenaje,
pues ya ves, el día que cayeron las cenizas del Popo se tapó mi drenaje y,
¡cómo pesan!, deberías de ver, jugaba en el parque.
Tan fácil que parece ordenar las ideas similares y escribir una por una…
Las frases explicativas son aquellas que se insertan dentro de una frase u ora-
ción para complementar los datos. Su abuso ocasiona párrafos y textos demasiado
largos. Las frases explicativas o incidentales pueden distinguirse dentro de un tex-
to por el uso de tres tipos de signos que nos indicarán la distancia de la informa-
ción en relación directa con lo que decimos: la coma, el guión y el paréntesis.
Los guiones para una relación menos directa con lo que hablamos:
La niña —hija de los Pérez— jugaba en el parque.
Los paréntesis para una relación más alejada del interés directo de nuestro texto:
Ejercicio:
Ordena la sintaxis de las siguientes oraciones (sujeto, verbo y complemento):
1.
2.
3.
Ejercicio:
Corrige las siguientes oraciones:
2. Estas obras póstumas son del autor para publicarlas después de su muerte.
4. Le envío un perro por ferrocarril. El perro tiene tres años. Espero que el ani-
mal llegue bien a su destino. Es un perro de raza pequinesa. Espero le agrade
este perro que hoy le envío. El perro está bien educado.
5. Parece que tienes dificultades para redactar. Tienes muchas faltas de ortogra-
fía en tu redacción. Tienes que mejorar tus problemas al redactar porque de
lo contrario te llamarán la atención cuando redactes.
Ejercicio:
Elabora una entrevista imaginaria a esa persona viva o muerta, cercana o leja-
na, con la que siempre has querido comunicarte:
Ejercicio:
Escribe los diferentes significados de las siguientes frases:
Salió de senador
Salió senador
Lo hizo de balde
Lo hizo en balde
Pintó a todos
Pintó para todos
Lo dijo de propósito
Lo dijo a propósito
Debe de venir
Debe venir
Se sentó a la mesa
Se sentó en la mesa
Mirar cerca
Mirar de cerca
Viaja en pie
Viaja a pie
Está con cuidado
Está de cuidado
Busco una persona
Busco a una persona
Lo mandó a castigar
Lo mandó castigar
Perder a un amigo
Perder un amigo
Paso 1. Lectura. Leer cuando menos diez líneas de obras de autores hispano-
americanos de todos los tiempos, lo que quiere decir que la selección no será
sobre aquellos que sólo surgen en modas o corrientes literarias efímeras.
Aquí está una selección; es fundamental respetar el orden:
a) Cuentos de Horacio Quiroga. Quiroga es al cuento hispanoamericano lo
que Edgar Allan Poe al cuento inglés.
b) Novela: Oficio de Tinieblas de Rosario Castellanos
c) Transición ficción-realidad: reportajes de Gabriel García Márquez, Cró-
nica de una muerte anunciada, “Relato de un náufrago”. Escoger sólo un
texto.
d) Ensayo, algo de Octavio Paz o de Alfonso Reyes.
e) Poesía de todos los tiempos, la que no pasa de moda.
La lectura de los cinco textos deberá hacerse entre uno y tres meses
Paso 2. Ampliación del vocabulario. Cada vez que se lee es conveniente subra-
yar las palabras cuyo significado sea poco conocido o desconocido (no selec-
cionar los regionalismos, que en el caso de Quiroga son muy frecuentes, sino
las palabras de uso común), buscar en el diccionario su significado y hacer tres
oraciones simples con cada una.
1. Narración
La narración es una forma de expresión que usamos de manera cotidiana; todos
de alguna manera contamos qué nos sucedió cuando veníamos para la casa, íba-
mos al trabajo, fuimos de vacaciones, etcétera.
Para contar tenemos mucho material, todo lo hallamos en nuestra vida co-
tidiana. De ahí que no sea difícil encontrar contenidos; sin embargo, cuando
contamos todo lo que nos pasa, en la forma está el asunto, en la manera de
decir un hecho, en el estilo que podemos manejar para expresarlo. Hay quienes
lo cuentan de manera sobria y cronológica. Hay quienes lo cuentan de manera
animada y de lo más importante a lo menos importante. Hay quienes lo cuen-
tan de manera novelada, le ponen emoción, mímica y una particular forma de
usar palabras y frases (estos nos encantan, siempre queremos oírlos); deberían
ser cuentistas o comediantes. Un buen cuentista —un perfecto cuentista, diría
Quiroga— maneja la narración de manera magistral.
He aquí las sugerencias de Quiroga para quien desee incursionar en la narración:
VI. Si quieres expresar con exactitud esta circunstancia: “desde el río sopla
un viento frío”, no hay en lengua humana más palabras que las pautadas
para expresarlas.
VII. No adjetives sin necesidad. Inútiles serán cuantas colas adhieras a un sus-
tantivo débil. Si hallas el que es preciso, él, solo, tendrá un color incom-
parable. Pero hay que hallarlo.
VIII. Toma los personajes de la mano y llévalos firmemente hasta el final, sin
ver otra cosa que el camino que les trazaste. No te distraigas viendo lo
que ellos no pueden o no les importa ver. No abuses del lector. Un cuen-
to es una novela depurada de ripios. Ten esto por una verdad absoluta;
aunque no lo sea.
IX. No escribas bajo el imperio de la emoción. Déjala morir y evócala luego.
Si eres capaz entonces de revivirla tal cual fue, has llegado en arte a la mi-
tad del camino.
X. No pienses en los amigos al escribir, ni en la impresión que hará tu histo-
ria. Cuenta como si el relato no tuviera interés más que para el pequeño
ambiente de tus personajes, de los que pudiste haber sido uno. No de
otro modo se obtiene la vida en el cuento. 14
14
El hogar, 10 de abril de 1925. Cit. post. Horacio Quiroga, Cuentos, México, Porrúa,
1992, p. XXXIV
Hay dos técnicas de organización a las cuales debemos atender cuando escri-
bimos: mantener el ritmo y la progresión o efecto acumulativo.
Mantener el ritmo significa no ser discordantes con nuestro estilo, evitar una
mezcla de estilos, caídas estrepitosas en el texto y cuidar los detalles. Analiza el
siguiente ejemplo:
Siempre que los nietos del tío Rabosa se encontraban con los hijos de la
viuda de Casporra en las sendas de la huerta o en las calles de Campanar,
todo el vecindario comentaba el suceso. ¡Se habían mirado!... ¡Se insulta-
ban con el gesto!... Aquello acabaría mal, y el día menos pensado el pue-
blo sufriría otro disgusto.
El alcalde, con los vecinos más notables, predicaba la paz a los moceto-
nes de las dos familias enemigas, y allá iba el cura, un vejete de Dios, de
una casa a otra recomendando el olvido de las ofensas.
Treinta años que los odios de los Rabosas y Casporras traían alborota-
do a Campanar. Casi en las puertas de Valencia, en el risueño pueblecito
que desde la orilla del río miraba a la ciudad con los redondos ventanales
de su agudo campanario, repetían aquellos bárbaros, con un rencor africa-
no, la historia de luchas y violencias de las grandes familias italianas en la
Edad Media. Habían sido grandes amigos en otro tiempo; sus casas, aunque
situadas en distinta calle, lindaban por los corrales, separados únicamente
por una tapia baja. Una noche, por cuestiones de riego, un Casporra tendió
en la huerta de un escopetazo a un hijo del tío Rabosa, y el hijo menor de
éste, porque no se dijera que en la familia no quedaban hombres, consiguió,
después de un mes de acecho, colocarle una bala entre las cejas al matador.
Desde entonces las dos familias vivieron para exterminarse, pensando más
en aprovechar los descuidos del vecino que el cultivo de las tierras
(Fragmento del cuento “La Pared” de V. Blasco Ibáñez)
La cogida y la muerte
Existe como recurso literario el llamado principio del énfasis que dice: la
parte enfática de una frase, oración o texto está al final, la segunda parte enfá-
tica está al principio. Por ello, las tesis o trabajos de investigación tienen como
sus partes principales a las conclusiones y la introducción.
El principio del énfasis es necesario tomarlo en cuenta para todo tipo de texto,
en especial cuando nos interesa resaltar todo un texto o una parte del mismo.
Ejercicio:
Completa la siguiente historia.
Ejercicio:
El siguiente es un cuento de Horacio Quiroga, analízalo y escribe:
El hombre muerto
Ejercicio:
Ahora escribe lo que se te pidió al inicio del cuento.
15
Horacio Quiroga, “El hombre muerto” en Cuentos, México, Porrúa, 1992, pp. 81-83.
Ejercicio:
Sustituye el verbo hacer por otro más preciso.
Respuestas posibles: recorrer, planear u organizar, tender, redactar, ganar, esculpir, elaborar,
realizar, cavar, conseguir u obtener.
Ejercicio:
Sustituye el verbo poner por otro más preciso o sustituye la frase por una sola
palabra:
Respuestas posibles: colocar, ordenar, escribir, resguardar, practicar, recluir, servir, guardar,
obstaculizar, meter.
Ejercicio:
Sustituye los verbos decir y ver por otros más precisos:
Ejercicio:
Cuento
Redacta un cuento en 300 palabras. Recuerda
Ejercicio:
Sustituya la palabra algo por otra más precisa. Recuerda que algo es algo; no
es mucho, ni es nada:
Ejercicio:
Sustituye la forma negativa por la positiva.
Ejemplo:
No quiero ignorar. Quiero saber.
No desconocemos.
No son leales.
No conociendo esto.
No estará presente.
Quisiera no olvidar.
Al no saber su opinión .
No está muy seguro.
No sean insinceros.
Su no concurrencia a la clase.
No dejarán de hacerlo.
Respuestas: conocemos, son desleales, desconociendo eso, estará ausente, quisiera recordar, al
ignorar, está inseguro, sean sinceros, su ausencia, lo harán.
Ejercicio:
Analiza el siguiente texto de Rosario Castellanos, es un fragmento de su nove-
la Oficio de Tinieblas. Escribe lo que entendiste, lo que te impresionó y si tu-
vieras que reescribirlo cómo lo enfocarías. Es más, intenta reescribirlo con tus
propias palabras y luego compara los resultados, o bien pídele a un maestro o
compañero que compare los dos textos.
Capítulo II
Marcela Gómez Oso fue una de las que lograron escapar. Con movimien-
tos furtivos y rápidos, como de animal avezado a la persecución y al peli-
gro, Marcela se deslizaba por las calles empedradas de la ciudad real. Iba
con su fardo a cuestas, en medio del arroyo, porque a las personas de su
raza no les está permitido transitar en las aceras. Turbada por el gentío;
aturdida por el lenguaje extraño que le golpeaba los oídos sin conmover
su inteligencia, maravillada y torpe, avanzaba Marcela. No quiso escoger
el rumbo del mercado sino que se desvió por caminos laterales. Barrios
—Espérame un rato.
Abrió la puerta posterior y desapareció.
Cinco, diez, quince minutos. Marcela sentía ascender por sus piernas,
paulatino, el entumecimiento. Cambió de postura. La sangre volvió a cir-
cular de nuevo, hormigueadora.
Sin hacer ruido había regresado Doña Mercedes.
—Está bien. Déjame aquí los cántaros y vení conmigo. Allá dentro te
van a pagar.
Doña Mercedes iba señalando el camino. Al llegar frente a una puerta se de-
tuvo. Tocó discretamente antes de traspasarla. Marcela se detuvo en el umbral.
—Ésta es —dijo, señalando, Doña Mercedes.
Un hombre de complexión robusta, de mediana edad, sacaba brillo al
cañón de una pistola con un retazo de gamuza. Vestía traje de dril, calzaba
botas de campo. Se reclinaba perezosamente en el respaldo de un sillón
giratorio. Al entrar las mujeres alzó levemente la cabeza. Un ojo rapaz y
certero valuó a la muchacha indígena. Hizo un imperceptible guiño de
consentimiento. Entonces Doña Mercedes aguijó a Marcela.
—Pasa. Te están esperando.
Pero como Marcela no obedecía con la rapidez necesaria, la empujó sin
contemplaciones.
—Se te está diciendo que pases.
Marcela se tambaleó y para sostenerse buscó apoyo en un mueble.
Doña Mercedes se dispuso a salir.
—Cierre usted la puerta —recomendó la voz del hombre.
Doña Mercedes se alejó refunfuñando.
—Este Leonardo… ¡como si no conociera bien mi oficio!
Volvió a su tienda, a sentarse en la silla baja. Empezó a liar otro cigarro.
El temperamento de Doña Mercedes era comunicativo y se avenía mal con
las prolongadas soledades a las que las circunstancias la sometían. Acabó por
adquirir la costumbre de hablar sola, imaginando un impreciso auditorio.
Hay cosas que no se creerían si no se palparan. Don Leonardo Cifuen-
tes, una de las varas altas de Ciudad Real, un señor tan bien visto y tan
aseado, al que le bastaría alzar un dedo para que se le rindieran las adoni-
sas más pretenciosas, es un codicioso de indias. Cierto que como dicen,
en la variedad está el gusto. Y que el que diario come faisán bien apetece
un plato de frijoles de la olla. Pero una india… eso es como ir a josear en
una batea de puerco. ¿No sos de mi misma opinión, compadre? Ya lo ves: yo
procuro, hasta donde está a mi alcance, que sean muchachas medio lima-
ditas, que siquiera estén limpias. Pero de todos modos no vayas a creer que
me he vuelto tan vaquetona que no me da remordimiento hacer estas co-
sas. En mis tiempos, ¡qué esperanzas que yo anduviera de correchepe, como
otras que conozco y que se pasan de sobradas! No, yo adentro de mi casa,
como una reina, que para eso tenía yo muchos que dieran la cara por mí. Ya
se podía desvivir la gente, murmurando. Era mi suerte la que las afrentaba.
Porque lo que es en la honra nadie me ha puesto nunca un pie adelante. Las
señoras bien se pueden mirar en mí, que soy un espejo de cuerpo entero.
—¿Te acordarás cómo en mi casa abundaba todo? ¡Qué iba yo a pedir que
no me lo dieron! ¿Quién me iba a ahuizotear que me iba yo a ver en estos
trances? Me pasó lo que a la cigarra del cuento. Me fui quedando íngrima, sin
apoyo, sin consuelo, aunque pecado sería que yo me quejara. Tengo mucho
que agradecer, primeramente a la Virgen Santísima de la Merced, mi patrona,
y después a Leonardo. Me acuerdo cuando lo conocí. Asinita era. Lo llevaron
a mi casa unos sus amigos, tamaños hombrones, el hombre patojo estaba tra-
sijado de miedo. Sentate en la orilla de mi cama, le dije. No sé qué me dio por
hablarle de vos, como si fuéramos de confianza. Acércate, no te voy a comer.
Sentí como que se iba amansando su corazón poco a poco. Te lo voy a pagar
cuando yo sea grande, me dijo. ¿Quién lo iba a creer? Palabras de muchacho.
Pero me las hizo buenas en la mejor ocasión. Aquí me tiene arrimada a su
casa, a la casa de los Cifuentes. Si no fuera por él, ¿a dónde hubiera yo ido a
parar? Estaría yo de atajadora, como tantas infelices que no tienen dónde les
haga maroma un piojo. O de custitalera, o de placera… A saber.
Y en vez de eso… la señora no me ve con buenos ojos. Según ella soy una
alcahueta que solapó las sinvergüenzadas de su marido. Pero ya quisiera yo verla
en mi lugar. A ver si a la hora de devolver el favor se iba a hacer la melindrosa.
Por la calle cruzaba, de cuando en cuando, algún transeúnte. Algún se-
ñor que saludaba a Doña Mercedes llevándose la mano al ala del sombrero
con gesto furtivo y después miraba en torno suyo y suspiraba con satisfac-
ción al notar que no había sido observado.
—Más te detenías antes conmigo, viejo hipócrita, mi compañero.
Doña Mercedes lo decía sin alterar el tono de su voz, sin amargura, sin resen-
timiento; como quien conoce bien a la veleidad del mundo y la mezquindad del
hombre. Sus dos manos, acostumbradas al ocio, descansaban sobre el regazo.
La puerta posterior se abrió. En el vano apareció Marcela. Venía des-
encajada. Su pelo negrísimo, en desorden, daba a su rostro un nimbo pa-
tético. Se cubría los hombros con las manos como si tuviera frío. Doña
Mercedes la contempló sin curiosidad.
2. Descripción
Es otra forma del discurso, donde los pequeños detalles hacen la gran diferen-
cia. Una descripción evoca la impresión que nos produce una persona, un he-
cho, un suceso.
Al evocar una impresión lo hacemos con nuestras fibras más sensibles, hay
emoción y subjetividad, hay énfasis en algunos detalles y dejamos de ver otros.
Cuando describimos a una persona hacemos lo que hace el caricaturista, nos
dedicamos sólo a sus rasgos prominentes y describimos, cuando mucho tres o
cuatro detalles de la persona tanto de su aspecto físico como en lo anímico;
estamos entonces haciendo un retrato de la persona. Desde luego hay sólo des-
cripciones físicas que se llaman prosopografías, y hay descripciones sólo espiri-
tuales llamadas etopeyas. La característica será siempre tomar sólo los elemen-
tos que nos impresionaron: sus manos, una mirada, la sonrisa, su forma de ser,
de saludar, de moverse, de contestar, etcétera.
En cambio, una descripción de un objeto o lugar requiere atender a otros
aspectos: en este caso debemos recordar que somos los ojos del lector; él verá lo
que nosotros le indiquemos, así que si hay desorden en nuestra descripción, el
lector no podrá “ver” cómo nosotros contemplamos la escena.
Una descripción de un lugar se llama topografía. Veamos un fragmento de
la descripción que Pablo Neruda hace del bosque chileno:
[…] Bajo los volcanes, junto a los ventisqueros, entre los grandes lagos,
el fragante, el silencioso, el enmarañado bosque chileno… Se hunden los
pies en el follaje muerto, crepitó una rama quebradiza, los gigantescos
raulíes levantan su encrespada estatura, un pájaro de la selva fría cru-
za, aletea, se detiene entre los sombríos ramajes. […] Al pasar cruzo un
bosque de helechos mucho más alto que mi persona: se me dejan caer en
la cara sesenta lágrimas desde sus verdes ojos fríos, y detrás de mí quedan
por mucho tiempo temblando sus abanicos… Un tronco podrido: ¡qué
tesoro!... hongos negros y azules le han dado orejas, rojas plantas perezosas
le han prestado sus barbas y brota, veloz, una culebra desde sus entrañas
podridas, como una emanación, como que al tronco muerto se le escapara
el alma […] Quien no conoce el bosque chileno, no conoce este planeta.
De aquellas tierras, de aquel barro, de aquel silencio he salido yo a andar,
a cantar por el mundo.
(Pablo Neruda, Confieso que he vivido. Memorias,
pp. 13-14)
Ejercicio:
Describe la forma en que te amarras las agujetas de los zapatos:
Ejercicio:
Todos sentimos una ausencia, alguien o algo que no está con nosotros en este
momento. ¿Quién o qué es tu ausente? Descríbelo.
Ejercicio:
En tanto que es el hígado y no el corazón el receptáculo de nuestras emocio-
nes, escribe un “Poema al hígado”.
Ejercicio:
Elabora el retrato escrito de esa persona que te impresionó:
Ejercicio:
Palabras multisensoriales:
Democracia
Paz
Neoliberalismo
Participación
Esperanza
Fe
Contingencia
Turbulencia
Solidaridad
Patria
Ejercicio:
La historia sin fin
Ejercicio:
En la siguiente oración hay una línea en la que pueden caber muchas pala-
bras sin quitarle el sentido a la frase, por ejemplo: hombre, paquete, alimen-
to, etcétera. Trata de enlistar el mayor número posible de palabras que se te
ocurran. Usa el diccionario, que te ayuden los amigos, familiares o conocidos:
El era bueno.
Renovar frases. Las siguientes frases se han gastado de tanto usarse. Busca nuevas
frases para decir lo mismo, pero que sean creativas y originales:
1. Cabellos de oro.
2. Labios de rubí.
3. Muerto de miedo.
5. El sexo débil.
3. Argumentación
Es una tercera forma de la expresión que se integra de modo muy afín con la
narración y la descripción, en tanto que utiliza técnicas similares del manejo de
las palabras. Aunque está dirigida a la razón, usa también las emociones para
conseguir su propósito de persuadir, convencer y seguir determinada corriente,
idea o curso de acción. La argumentación hace todo lo posible por convencer-
nos acerca de una tesis o idea central. Entonces es frecuente que su estructura se
dedique a plantear la tesis, los argumentos que la sustentan, acuda a las eviden-
cias para probar lo que se quiere y hasta se anticipe a posibles réplicas.
La argumentación tiene como constantes temas que involucran situaciones
éticas como los religiosos o sexuales, el aborto, la unión libre, el sida, la prosti-
tución, los fundamentalismos; en ellos la argumentación aparecerá siempre.
Nunca vamos a encontrar sola una forma de expresión, de alguna manera se in-
volucran las demás y las denominamos de una u otra forma dependiendo del objeti-
vo que persiguen. A mayor dosis de descripción se le llamará como tal, a mayor do-
sis de argumentación se le denominará argumentación y así sucesivamente. Habrá
textos que parezcan narraciones argumentativas, argumentaciones descriptivas o
exposiciones narrativo-descriptivas.
causa. Otra variante es la conocida como post ergo propter hoc, muy difícil de
traducir; sería algo así como “una vez que se suceden ciertos hechos, cada vez
que lleguen a presentarse después, siempre resultarán en similares condiciones”.
Por ejemplo, tomar como cierto que cuando hay un eclipse y se tocan los tam-
bores, el sol reaparece (si no lo creen hagan la prueba en el siguiente eclipse).
Claro, esa no es la causa real. Muchas supersticiones y mitos de nuestro pueblo
están basados en esta variante de la causa falsa.
La idea de que la tercera persona que enciende su cigarro con un cerillo se
muere tiene sus orígenes en la última guerra. Mientras los soldados esperaban
nerviosos en las barricadas el ataque del enemigo, un soldado encendía su cigarri-
llo y la luz era vista a lo lejos por el enemigo; cuando el segundo encendía su ciga-
rrillo, el enemigo apuntaba con su rifle; y cuando le tocaba al tercero encender el
cigarrillo, el enemigo disparaba, por ello al tercero le tocaba la bala.
Ejercicio:
Argumenta la siguiente frase: “La vida es un eterno dejar ir, solamente con las
manos vacías podrás agarrar algo nuevo”.
Ejercicio:
Lectura. Un fragmento del ensayo El hombre mediocre de José Ingenieros nos
dará cuenta de lo controvertido de las argumentaciones:
El hombre rutinario
Ejercicio:
No importa si eres o no creyente, escríbele una carta a Dios:
Ejercicio:
La historia sin fin. Capítulo tercero.
Momentos verdaderos
4. Exposición
La cuarta forma de expresión, cuyo objetivo está dirigido a la razón, primordial-
mente ordena hechos, situaciones, describe técnicamente, por ejemplo: los ejes
viales o las rutas del metro.
Formas de esta exposición:
Ejercicio:
¿Algún día cruzó por tu mente ser guionista de telenovelas o radionovelas?
¿Por qué no intentarlo? Los guionistas se basan siempre en situaciones simi-
lares, los dramas son parecidos y sólo cambian los personajes, los lugares o
algunos elementos, pero la historia base casi siempre es semejante. La razón
es que sólo hay 36 situaciones dramáticas que Gozzi y Polti descubrieron. A
continuación las exponemos. Selecciona alguna entre ellas y escribe tu guión.
1. Súplica. Elementos: uno que persigue; uno que suplica; una autoridad
de dudosas decisiones.
2. Rescate. Elementos: uno que amenaza; un desdichado; uno que rescata.
3. El crimen perseguido por venganza (no por la autoridad). Elementos: un
criminal y uno que toma venganza de él.
4. Venganza de parientes sobre parientes. Elementos: pariente culpable, pa-
riente vengador, recuerdo de la víctima, pariente de ambos.
5. Persecución. Elementos: el que huye y quien lo persigue para castigarlo.
6. Desastre. Elementos: un poderoso que conquista y un enemigo victorioso.
7. Víctimas de la crueldad o la desgracia. Elementos: un desdichado, un
amo, una desgracia.
8. Rebelión. Elementos: el tirano y el conspirador.
9. Empresas atrevidas. Elementos: un líder audaz y valiente; un objetivo; un
adversario.
10. Secuestro. Elementos: el raptor; el raptado o raptada; la autoridad o policía.
11. Enigma. Elementos: el problema que se resolverá, el investigador o inte-
rrogador y el policía o autoridad.
12. Logro o consecución. Elementos: uno que pide y su adversario que niega,
para que surja el conflicto; o bien, un árbitro más o menos impositivo
dado su poder y las partes oponentes a ese árbitro.
13. Enemistad de parientes. Elementos: un pariente malévolo, villano; un pa-
riente odiado por aquél.
14. Rivalidad entre parientes. Elementos: el pariente preferido, el pariente
querido; el pariente rechazado, eliminado; el objetivo que se conseguirá.
15. Adulterio homicida. Elementos: los dos adúlteros, el esposo o la esposa
traicionado.
16. Locura. Elementos: el loco o la loca y su víctima o víctimas.
17. Imprudencia fatal. Elementos: el imprudente; la víctima de la impruden-
cia o el objeto u objetivo perdido por esa imprudencia.
Ejercicio:
La historia sin fin. Capítulo cuarto.
El gran final
Como estás elaborando una historia que aún no tiene fin, el cierre de la mis-
ma debe ser sorpresivo, inesperado, inconsecuente. Tu creatividad se debe
agudizar mucho para encontrar ese final. Una y media cuartilla mínimo y tres
máximo.
Pero ahora hay que dar un paso más. Una vez terminados tus cuatro capí-
tulos, retoma tus capítulos anteriores, reescríbelos mejorándolos y dándoles
una integración coherente a todos juntos. Como resultado de eso, debes tener
de diez a doce cuartillas con carácter publicable, no importa si tienes treinta,
cincuenta o 300 cuartillas. Lo importante es que ya está ahí, tu primera nove-
la…
Epílogo
Antes de finalizar el texto quisiera compartir contigo una reflexión. En este ca-
mino andado del lenguaje, mientras más sean las incursiones, mayores serán las
sorpresas con las que te encuentres. Cuando piensas que ya estás usando correc-
tamente una palabra o frase, de repente te encuentras por ahí un libro o un autor
que te dice que no es cierto. En este camino puedes encontrar a muchos puristas
que no toleran incorrecciones en el lenguaje; algunos son españoles o argentinos
y tienen ciertas frases o palabras que no son usadas en nuestro país, en ocasiones
hasta puedes tener muchas dudas frente a una palabra que según el diccionario
estás usando correctamente.
Veamos las palabras “profesional” y “profesionista”. Si las buscas en la auto-
ridad que es el Diccionario de la Real Academia, te encontrarás que “profesio-
nal” se refiere a quien ha estudiado una profesión o desarrolla una actividad y el
“profesionista” es quien ejerce alguna profesión, y sólo se usa en nuestro país, es
decir, México es el único país de habla hispana donde al profesional se le da el
carácter de adjetivo, de competencia. El profesional puede ser quien ejerce todo
tipo de actividad o profesión, pero con calidad, y el profesionista simplemente
quien ejerce una actividad o profesión.
1. Olvide al lector.
2. Sea confuso, difuso y profuso.
3. No revise.
4. No lea.
Olvide al lector
Cuando se escribe hay que recordar que el mundo se divide en dos grandes blo-
ques: el escritor y los demás. No dejemos que se acerquen (pueden ver dema-
siado), así es que procure un escrito oscuro, con ideas tortuosas, difíciles de en-
tender. Redacte sin plan, como si escribiera un diario personal al que le cuenta
lo sucedido sin pensar que otro pudiera leerlo. Si toma en cuenta al lector, sería
una seria amenaza a la mala redacción y requeriría de un esfuerzo mental con-
siderable. Olvide al lector siempre que pueda; redactando mal tendrá tan pocos
lectores que no merecerán esfuerzo mental alguno. El título debe destantear al
lector, confundirlo de la misma forma que el texto; que las ideas se agolpen,
que no tengan mayor sistematización ni secuencia lógica. Use frases largas con
muchas frases incidentales que expresen ideas débilmente relacionadas entre sí,
el laberinto para el lector será tan complicado que deseará no haber empezado
la lectura. Use la conjunción “y” con frecuencia ya que integra una y otra idea
sin pensar en separarlas. No use punto y seguido, menos palabras o frases que
pudieran explicar algo como: porque, finalmente, sin embargo, además. Si quiere
escribir mal, sus frases de transición también deberán ser igual de confusas o va-
gas; por ejemplo: como quiera que sea.
cionar a ese potentado en los términos y plazos que fija la ley, todos aquellos
objetos y materiales de cualquier tipo o carácter en que pudiera comprobarse
que la fuente original es del dominio del citado.
Es lo mismo, pero se vuelve profuso, difuso y confuso.
Preste especial atención a la palabra cosa. El uso y abuso de ella es básico en la
mala redacción. Cosa se puede referir a un sinnúmero de objetos, situaciones, he-
chos y hasta puede servir para que el lector invente juegos de imaginación a través
de posibles significados con doble intención: trae las cosas para comer, lleva las cosas
a la terminal, falta cosa de dos kilómetros, parece cosa del diablo, administra la cosa
pública, se le puso la cosa dura, le creció una cosa, qué cosa linda tengo.
No revise
Escriba cuando esté cansado, entregue su original tal como lo acaba de termi-
nar, no tenga plan alguno, ni siquiera mental cuando escriba, ya que esto po-
dría causar una mejora en su texto. Mientras más espontáneo y pobre sea su
escrito estará peor redactado. No lo corrija, resista todas las sugerencias tanto
de compañeros como del corrector de estilo, alguna mala intención deberán te-
ner si quieren doblegarlo. Resista todo tipo de sugerencias de cualquier lugar
de donde lleguen. Hay altas probabilidades de mejorar el escrito, así que evite
correcciones que rara vez pueden empeorar su escrito.
Sugerencia final para una mala redacción. Ni se le ocurra. No lea
Presentación
A
Abreviaturas, elaboración. Las abreviaturas son fragmentos de una o varias
letras de las palabras que representan. Se usan para emplear menos espacio o
ganar tiempo al escribir. Hay abreviaturas de carácter universal, esto es, que se
han vuelto convenciones; sin embargo, en el caso del desconocimiento de la
abreviatura o que no exista una convención para ellas, el principio para cons-
truirlas es el siguiente: la primera sílaba, más la primera letra de la siguiente
sílaba: margarita: marg.; zapato, zap.; cadena, cad.
Al final de cualquier abreviatura siempre debe ponerse punto.
Aquí una lista de las abreviaturas más frecuentes:
centigramo cgo
miligramo mg
Acentuación. Todas las palabras que pronunciamos tienen una sílaba fuerte,
esto es, sobre la que recae el énfasis; se dice entonces que llevan acento pro-
sódico (que se escucha, pero no se escribe). Cuando la sílaba fuerte tiene que
enfatizarse, el acento se representa con un signo conocido como tilde y recibe la
denominación de acento ortográfico.
Las reglas del acento ortográfico son tres y desde 1959 se aplican tanto a letras
mayúsculas como a minúsculas.
Triptongos. Son las secuencias de una vocal abierta entre dos cerradas: confiáis,
actuáis, guau.
El cambio es que muchas de esas palabras se consideran monosílabas con-
forme a su pronunciación real. Los monosílabos no se acentúan gráficamente
con excepción de los que llevan acento diacrítico. Algunos ejemplos de palabras
afectadas son: cria, fio, flui, guio, hui, lio, pie, rio, guion, truhan, entre otras.
La edición de 1999 daba la opción de acentuarlas por su pronunciación como
bisílabas, pero en el 2010 ya no se admite este acento.
Los monosílabos con acento diacrítico son los siguientes (no se ponen qué,
cuál, cuán y quién porque forman serie con polisílabas):
tú pronombre personal
tu posesivo
él pronombre personal
el artículo
mí pronombre personal
mi posesivo
sí pronombre personal
si conjunción o nota musical
té infusión
te pronombre
dé forma del verbo dar
de preposición
sé forma del verbo ser
se pronombre
más cuantificador (adverbio, adjetivo o pronombre)
mas conjunción adversativa
qué que
cuál cual
quién quien
cómo como
cuán cuan
cuánto cuanto
cuándo cuando
dónde donde
adónde adonde
Elemento Significado
además Adverbio de afirmación que expresa la idea de agregar.
ahora bien Conjunción continuativa de valor adversativo, signi-
fica “esto supuesto”, “esto asentado”.
B
Barbarismo, vicios del lenguaje. Se comete barbarismo en tres situaciones:
2. Usar palabras con otro significado distinto al original como “lívido” por
“pálido” y “es amoratado”, “sendos” por “descomunales” y “es uno para
cada cual”; “alternativa” por “una opción” y “son dos opciones”.
No todos los barbarismos son tan obvios, hay algunos que se han pronun-
ciado mal todo el tiempo y nosotros no hemos caído en la cuenta de que los
pronunciamos mal. He aquí algunos ejemplos:
Be. Segunda letra del alfabeto. Su coincidencia con letras como la v y hasta la w
ocasionan dudas ortográficas.
Se escriben con b:
Los verbos: haber, deber, beber y todos los terminados en bir y buir (ex-
cepto: hervir, servir y vivir, así como sus derivados): distribuir, escribir,
recibir, subir, contribuir.
Las formas terminadas en aba, abas, ábamos, ábais, aban: lloraba, jugabas,
cantábamos, pensábais, trataban.
Las palabras terminadas en bilidad, bundo y bunda: habilidad, vagabundo
y moribunda.
Las palabras seguidas de cualquier consonante: bl, br, bs, bd, bj, bt: som-
brero, blasón, obstetricia, objeto, obtener.
Las palabras cuando las sílabas que las inician son bu, bur, bus: (excepto
vudú), bula, bursátil, buscador
Las palabras que empiezan por bea, abo, abu (menos vea, avocar, avoceta,
avucasta): Beatriz, abogado, abusado.
Las palabras con los prefijos bibli, biblio y bio: biblioteca, bibliografía,
bíblico, biodegradable, biofísica.
Los prefijos bien, bene y ben que significan bien: bienestar, benéfico, ben-
dición.
Los prefijos bi, bis, biz que significan dos o dos veces (excepto virrey,
vizconde, vice): bicicleta, bisabuela, bizcocho
C
Cacofonía, vicios del lenguaje. Combinación de letras o palabras que al pro-
nunciarse producen un sonido desagradable: la lámina, banco con, de desarrollo.
Claridad, estilo. Característica del buen estilo al redactar. Quien piensa claro,
escribirá claro. Se reconoce que un texto es claro cuando lo entendemos en la
primera lectura. Si requiere leerse dos o más veces, el estilo es denso y confuso.
Clisé, frase. (En francés es cliché, pero ya está españolizado como clisé). Indica
las frases que se han gastado por su constante utilización. Encasillan el estilo y
lo vuelven monótono: cabellos de oro, dientes de perla, labios de rubí.
Clímax. Punto culminante de una narración o relato según una gradación as-
cendente. Martín Vivaldi dice que es el lugar del texto donde se cumplen los
efectos expresivos más emocionantes.
Coma, uso de la. Es una pausa breve que se indica con el signo (,). Tiene tres
funciones: 1) Separar elementos: la vida se lleva: los segundos, los minutos, las
horas, los días. 2) Encerrar aclaraciones: Villahermosa, la capital, se ha vuelto una
ciudad cosmopolita. 3) Señalar omisiones: yo entrego los artículos; tú, las cabezas.
Comillas, uso de las. Se representan por los signos (“ “) y se usan: 1) Para des-
tacar una frase o cita textual: “Mi patria es primero”, dijo Guerrero. 2) Enfati-
zar una palabra o darle sentido irónico: “Ya Salinas de la crisis”. 3) Cuando se
escribe una palabra nueva o poco conocida: “jitanjafuria”. 4) Cuando se tiene
que transcribir alguna palabra con error ortográfico porque está tomada directa-
mente del texto original: muera la “reprecion”. 5) Cuando indican fragmento o
parte: dentro del ciclo “Jóvenes hacia la investigación” se presentó la conferencia
“La física hoy”.
Conque, con que, con qué. Conque es conjunción ilativa. Significa “en conse-
cuencia, así es que”: ¡conque fuiste tú quien llamó! Con que es conjunción con-
dicional, significa “con tal que”: me conformo con que lo terminen. Con qué es la
construcción con la preposición con y con el pronombre relativo enfático que.
Significa “instrumento empleado para” algo: diles con qué recursos cuentan.
D
Debe y debe de. “Debe” lleva siempre el sentido de obligatoriedad: debo ir a la
oficina (estoy obligado a ir), contrariamente a lo que muchos suponen. En cam-
bio “debe de” es una suposición: debe de llegar pronto (supongo que vendrá).
Demás y de más. “Demás” es adjetivo. Significa “los otros”, “los restantes”: los
demás profesores lo seguirán. “De más” es locución adverbial. Significa “de so-
bra”, “en demasía”: llevaron ropa de más.
Diéresis. Se pone diéresis (¨) sobre la u en las sílabas, gue, gui, para indicar que
debe pronunciarse la u: pingüino, paragüitas, vergüenza, bilingüe, cigüeña, un-
güento, pedigüeño, desagüe, güiro.
Dos puntos, uso de los. Se representan con el signo (:). Tienen tres usos: 1)
Cuando se indica que viene una enumeración: tenía libros de colores: verdes, ro-
jos, amarillos, azules. 2) Cuando dos frases se integran y la primera tiene su con-
secuencia en la segunda: no me culpes: la verdad no puede ser delito. 3) Cuando
sigue una cita: entonces dijo: “No hagas a otros lo que no quieras que te hagan”.
E
Editorial, géneros periodísticos. Género periodístico de opinión. Refleja el
punto de vista de la publicación que lo contenga. Por lo general lo elabora el
director o un equipo de editorialistas. No lleva firma porque representa la opi-
nión del diario o revista.
Elegancia, lenguaje. La elegancia del lenguaje tiene que ver con la manera de
expresar las ideas: el estilo, el tono, el dominio del conocimiento, del vocabula-
rio y del lenguaje.
Eufemismo. Vocablo con el que se busca sustituir algún otro, dada la carga
emotiva o de prejuicios que contiene este último. En vez de referirse al aposento
dotado de instalaciones para orinar o evacuar el vientre, en el lenguaje cotidia-
no es más frecuente escuchar: ir al tocador, al pips rum, a pipintarme y a popol-
vearme, a donde nadie puede ir por mí, estar en el trono, a pintarse una cana. En
los sitios públicos se usan las siglas en inglés WC o la palabra francesa toilette.
F
Fechas. Desde la Edad Media se recomiendan escribir los años sin artículo: Mé-
xico, 29 de agosto de 2011. Aunque no se considera incorrecto usarlo: México,
29 de agosto del 2011.
Días de los meses, semanas y estaciones del año. Los nombres de los días de
la semana, los meses y las estaciones del año se escriben con minúscula: martes,
noviembre, primavera. Sólo se usan con mayúscula:
1) Al empezar una oración: Martes negro fue esta jornada. Verano llegó lluvioso.
2) Cuando son nombres propios: Viernes Santo, Primavera de Praga.
G
Gaceta. Publicación especializada en información local de una institución u or-
ganización.
Ge. Letra del alfabeto cuya grafía se confunde con la j. Se escriben con g
Las palabras que empiezan con gest, gene, geni, (excepto jenízaro): gesto,
gestación, generoso, general, genio.
Las palabras que empiezan con leg, legendario, legítimo, menos lejía.
El prefijo geo: geometría, geográfico, apogeo.
Los derivados de logos: lógica, apología, analogía, cardiólogo, teología.
El grupo de letras ing: ingenio, ingeniero, esfinge, laringe (excepto injerto,
injerir y sus derivados).
Las terminaciones gen, gélico, gético, genario, génico, géneo, genio, gésimo,
gesimal, génito y sus femeninos (excepto jején y comején): virgen, imagen,
angélico, fotogénica.
Las terminaciones gente y gencia: inteligente, agencia.
Las terminaciones gia, gio, gión: magia, prodigio, religión.
Las terminaciones ígena, ígeno, ígero, ígera: indígena, oxígeno, alígera, fla-
mígero.
Géneros periodísticos. Son los diversos formatos a través de los cuales se puede
presentar la información para hacerla pública en los medios de comunicación.
Gerundismo, vicios del lenguaje. El gerundio español tiene dos formas: im-
perfecta o simple (caminando) y perfecta o compuesta (habiendo caminado). A
estas formas se les considera formas verbales auxiliares o no personales, o sea
que carecen de variación morfológica de persona. Reúnen a su significación ver-
bal de acción, una función modificadora, de tipo adverbial y en cierto modo
adjetiva. (Manuel Seco, Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española,
p. 206).
El gerundio denota idea del verbo en abstracto; modifica la significación del
verbo y expresa modo, condición, motivo o circunstancia.
Guiones, usos de los. Hay guiones menores (-) que indican la separación en
sílabas de las palabras o la unión de palabras compuestas. Hay guiones mayores
(—) o rayas que separan elementos intercalados dentro de una oración, como
las frases incidentales o explicativas. Sólo se usa guión entre palabras cuando el
prefijo se antepone a una sigla; a un nombre propio o a un número: pro-ALEA;
mini-USB; pos-Obama; super-8. Ya no se usa el guión en palabras que integran
una sola palabra: antitabaco, expresidente, posmoderno, supermodelo.
Dependiendo del grado de alejamiento de la frase con el texto, se usarán co-
mas para la separación menor: la niña, de vestido rosa, jugaba en el parque. Se
usarán guiones para una separación más distante en el texto: la niña —vecina de
los Pérez— jugaba en el parque. La separación más alejada irá entre paréntesis: la
niña (8 años) jugaba en el parque.
H
Habla. El uso peculiar que hace cada individuo para expresarse es el habla. En
un idioma hay un conjunto de sonidos, palabras y combinaciones posibles de
éstas, que pueden ser usadas por cualquier hablante. Veamos la definición que
nos da la Real Academia Española: “El habla es el sistema lingüístico de una co-
marca, localidad o colectividad, con rasgos propios dentro de otro sistema más
extenso llamado lengua”(Diccionario de la Real Academia Española, p. 716).
hecto: cien
helio: sol
hema: sangre
hemi: medio
hepat: hígado
hepta: siete
hetero: diferente
hexa: seis
hial: vidrio
hidro: agua
higro: humedad
-Las palabras que empiezan por los grupos humo, horma y hora seguidos de
vocal (excepto: una, muero, mí, ormesí, ore) y los grupos que empiezan por herí
y holga (excepto ermita y sus derivados): humano, hormigón, horroroso, hermoso,
hernia, holgazán.
Las palabras que empiezan por los sonidos hiato y hoz: histórico, hospi-
talizado.
Las interjecciones: ¡ah!, ¡eh!, ¡oh!, ¡hola!, ¡hala!
Las palabras que intercalan el diptongo ue precedido de una vocal: caca-
huate, alcahuete, ahuehuete.
Algunas palabras que suenan igual que otras para distinguirlas con un sig-
nificado diferente: azahar/azar; honda/onda; hojear/ojear; huso/uso; hora/
ora; hay/ay; haya/aya. (Cfr. Larousse, Ortografía: reglas y ejercicios, pp.
26-28).
Has y haz. Se pronuncian igual pero hay que distinguirlas en el texto. Has es
segunda persona del singular del verbo haber: ¿has llegado ya?, o bien, denota
obligación o necesidad: has de trabajar más duro. Haz como verbo es el impera-
tivo del verbo hacer: haz lo que te digo. Haz lo que debas.
Homófonos. Palabras que tienen el mismo sonido pero que se escriben y tie-
nen significados diferentes. Ejemplos:
I
Información, interrogantes de la. También conocida como fórmula mágica o
de calibración de la información. Las interrogantes que responden a todo cuan-
to se desea saber acerca de un hecho son: ¿qué?, ¿quién?, ¿cuándo?, ¿dónde?,
¿cómo? y ¿por qué o para qué?
A menudo cómo y porqué son confundidos con el instrumento o el proce-
dimiento y la causa primera, pero en realidad corresponden a los orígenes del
hecho y al contexto en el que está inmerso. Rudyard Kipling decía: “Tengo seis
servidores que me sirven bien y me enseñan lo que sé. Se llaman qué, quién,
cuándo, dónde, cómo y por qué”.
Información, obtención de la. Debe tomarse en cuenta que los datos han de
ser correctos y evitar inexactitudes por causa de la pereza, la ignorancia, el des-
cuido o la ingenuidad.
Algunas recomendaciones son:
J
Jota. Letra del alfabeto que se confunde al escribirse con la g. Se escriben con j:
Las palabras terminadas en aje, eje, jería y sus compuestos y derivados
(menos ambage y las formas derivadas en verbos con g como coger, coge-
ría): pasaje, fleje, hereje, herraje, conserjería, mensajería.
Las palabras que empiezan con aje y eje (excepto agenda, agencia, agente y
otras de similar familia): ajeno, ajenjo, ejemplo, ejecutar.
Las formas de verbos terminados en jar: despejar, despejé, despejaron; em-
pujar, empujé, empujaron.
Los verbos terminados en jear: ojear, homenajear, cojear.
Las formas verbales con sonidos je y ji cuyos infinitivos no lo tienen:
conduje, traje, bendije, sedujiste
Al final de palabra (excepto zigzag), nunca al final de sílaba que no sea
final de palabra: reloj, carcaj.
M
Mayúsculas. Llevan mayúsculas:
Mensaje, estructura. Cada vez que escribimos un texto debemos hacernos los
siguientes planteamientos que determinan su estructura:
Mismismo, vicios del lenguaje. El abuso del término “mismo” genera vicios. Es
adecuado su uso en los siguientes casos: identidad (Todos son del mismo actor);
intensidad (Esa mujer es la bondad misma); semejanza o repetición (Tiene los
mismos ojos de la madre); énfasis (Yo mismo lo comprobé ayer).
N
Narración. Forma del discurso no expositiva. Narrar es contar una o varias ac-
ciones tal como se sucedieron. Quien narra debe excitar el interés, mantener la
atención y despertar la curiosidad; de ahí que algunas historias alteren el relato
cronológico y empiecen en algún momento cronológico diferente al que suce-
dieron.
La unidad y el movimiento son las leyes de la narración (Hanlet). La pri-
mera se consigue con la búsqueda del punto de vista o centro de interés de la
historia: el personaje, la acción central, un problema moral, etcétera. Luego los
detalles a partir de la invención o búsqueda de ideas.
La narración es historia con movimiento: un buen comienzo, sin explicar
con exceso de detalles, y un final, sin terminar de manera rotunda. Martín Vi-
valdi dice que es más bello un final impreciso, vago. La vida es un conjunto de
eslabones sin final definitivo.
O
Opinión: Juicio subjetivo que se forma sobre un hecho o tema polémico.
austriaco o austríaco
antinomia o antinomía
mimesis o mímesis
aureola o auréola
conclave o cónclave
dinamo o dínamo
disentería o disenteria
dominó o dómino
elíxir o elixir
élite o elite
elegiaco o elegíaco
etíope o etiope
futbol o fútbol
hipocondriaco o hipocondríaco
metamorfosis o metamórfosis
parasito o parásito
periodo o período
reuma o reúma
robalo o róbalo
utopia 0 utopía
vaguido o váguido
varice o várice
P
Palabras. El lenguaje es un medio de comunicación con señales sonoras forma-
das por sonidos que se producen en la garganta, la boca y la nariz, aprovechan-
do el aire espirado por los pulmones.
Los sonidos por sí mismos no son significativos, sólo las combinaciones de
los mismos, llamadas palabras. Las palabras son las unidades separables más pe-
queñas dotadas de significado, es decir, son las unidades primarias del lenguaje;
los sonidos son las unidades secundarias. Este doble sistema de unidades o do-
ble articulación es una de las características del lenguaje (Manuel Seco, Gramá-
tica esencial del español, p. 5).
shampoo champú
sweater suéter
watio vatio
kermés quermés
bouquet buqué
graffiti grafito
yoghourt yogur
baseball béisbol
croissant cruasán
a bordo
a cuestas
a menudo
a pesar
a propósito
a través
de balde
de pronto
de repente
en balde
en derredor
en medio
no obstante
o sea
por tanto
sin embargo
adentro a dentro
alrededor al rededor
apenas a penas
aprisa a prisa
bocabajo boca abajo
cortocircuito corto circuito
deprisa de prisa
enfrente en frente
enseguida en seguida
malhumor mal humor
sobremanera sobre manera
Participios. Los únicos verbos que presentan dos participios son imprimir (im-
primido/impreso), freír (freído/frito) y proveer (proveído/provisto).
Plural
El plural se forma agregando una “s” cuando el adjetivo termina en vocal no
acentuada: bonito(s), alto(s), ala(s).
Cuando la palabra es aguda y termina en consonante se agrega “es”:
natural(es), fiel(es).
Cuando la consonante terminal es “z” cambia a “ces” el plural: pez(ces),
capaz(ces).
Todos los sustantivos terminados en vocal no acentuada o en é acentuada
se les agrega una “s” final: casa(s), topo(s), ojo(s), café(s).
Con vocal terminal débil y aguda se agrega “es”: menú(es), colibrí(es). sí(es).
Hay que tener cuidado en que algunos vocablos de más de una sílaba pue-
den manejar dos plurales y siempre uno es el más usual; es el caso de menú,
que se usa más menús, que menúes, o de bisturí, donde se prefiere bisturís
que bisturíes; o alelí, alelíes, que alelís. Las excepciones son mamá, papá y
pie, que siempre pluralizan mamás, papás y pies, y no admiten otra forma.
Los terminados en é, ó, ú con más de una sílaba, suelen añadir sólo “s”:
corsé, corsés, fricandó, fricandós, tisú, tisús (Cit. pos. Andrés Bello, Gramática
castellana, p. 29). Con esta regla se terminaría la polémica que un conocido
actor quiso introducir a la televisión sobre el plural de buró: no sería buróes,
sino burós.
Porque, porqué, por qué. Porque es conjunción causal. Significa “por causa
de” o “razón de que”: aprobó porque es inteligente. Porqué es sustantivo. Signifi-
ca “la causa, la razón, el motivo”. Quiere saber porqué no le contestas. Por qué es
frase conjuntiva enfática para interrogar o exclamar. Significa “por cuál causa,
motivo, razón”: ¿por qué no vinieron? ¡Por qué a mí me pasa esto!
Preposición bajo. Significa situación inferior: vive bajo el mismo techo. Sujeción
o dependencia: está bajo tutela.
Preposición con. Significa concurrencia y compañía: arroz con leche. Vino con
su pareja. Medio o instrumento: con la fe se alcanzan imposibles. Le pegó con ese
palo. Circunstancia con la que se ejecuta una cosa: estudia con empeño. El hura-
cán entró con furia.
Preposición en. Indica lugar: los niños están en el jardín. Tiempo: el viaje será en
septiembre. Modo o medio: se deslizó en patineta. Término de un movimiento:
se inscribió en el CCH. En lo que se ocupa o sobresale una persona: es Doctor
en Ciencias Físicas. Precediendo a adjetivos, origina locuciones adverbiales: te lo
digo en particular y en secreto.
Preposición por. Indica lugar aproximado: ese lugar está por Colima. Tiempo
aproximado: por aquellos días. Modo: por las buenas lo haré. Medio: llegó por
correo. Causa: me sacrifico por él. Sustitución o equivalencia: firma por mí. Con-
cepto u opinión: se le busca por ladrón. Cambio, trueque: lo tuyo por lo mío. En
busca de: va por sus apuntes. En favor de: abogó por su compañero. En lugar de:
asisto por mi padre. Forma locuciones concesivas: por grande que sea y por mucho
que digas, iré.
Punto, uso del. Es el signo (.) que indica el final de una frase u oración con
sentido completo. El punto separa oraciones cuando los pensamientos que con-
tienen no están relacionados entre sí de manera inmediata.
Cuando el pensamiento se ha desarrollado en varias oraciones formando un
párrafo con sentido completo, se pone punto final o punto y aparte.
Punto y coma, uso del. El punto y coma es el signo (;) que indica una pausa
más marcada que la coma y, en general, separa oraciones de mayor extensión
con algún cambio de sentido: La primera parte de la obra es interesante; la se-
gunda, insulsa; la tercera, francamente soporífera. Indica que después de una idea
completa (punto) sigue un fragmento (coma).
Puntos suspensivos, uso de los. Gramaticalmente sólo se usan tres (…). Son
una manera gráfica de indicar que se calla lo que se iba a decir. Se pueden uti-
lizar para provocar en el lector la impresión de duda o inseguridad. Por lo mis-
mo, debe evitarse su abuso. Cuando se está haciendo una cita textual y cor-
tamos una parte que no interesa, tenemos que señalarlo mediante el recurso
tipográfico de los cinco puntos (…..), en este caso ya no están ejerciendo una
función gramatical sino que se presentan como una convención tipográfica.
Hay editores que para este caso usan sólo tres puntos entre corchetes o parénte-
sis cuadrados […].
Q
Queísmo, vicios del lenguaje. Se comete el vicio del queísmo por cuatro razo-
nes principales:
1. Por mala traducción del c´est francés. Hay un empleo indebido del que
con el verbo ser. Use donde, como, cuando, por lo que, con la que.
Formas incorrectas: es por ahí que llegaremos lejos. Con la mano que
tomo la pluma. Es a mediodía que su avión sale. Es al cine que voy contigo.
Es por esta razón que ha escrito su libro.
Formas correctas: es por aquí como llegaremos lejos. La mano con la
que tomo la pluma. A mediodía sale su avión. Es al cine donde voy contigo.
Por esto escribió su libro.
2. Por su mala ubicación en la frase. Hay que colocarlo cerca de su antece-
dente, de lo contrario se comete anfibología. Sustitúyase por el cual, lo
cual, la cual, del cual, repítase el antecedente o dé otro giro a la frase.
Formas incorrectas: te enseñaré una biografía en este libro que te agra-
dará. Tengo unos caramelos para mis sobrinos que son muy sabrosos.
Formas correctas: te enseñaré en este libro una biografía, la cual te
agradará. Tengo para mis sobrinos unos caramelos que son muy sabrosos.
3. Por abuso de su empleo. Evítelos o úselos moderadamente con su co-
rrecta ubicación.
Formas incorrectas: le ruego que me dé sus instrucciones sobre lo que
quiere que haga para que nuestros huéspedes reconozcan que nuestro propó-
sito es proporcionarles las máximas comodidades.
Formas correctas: por favor envíeme sus instrucciones sobre el procedi-
miento por seguir para que los huéspedes reconozcan nuestros propósitos de
mejorar las instalaciones.
4. Por su indebida omisión cuando se requiere al introducir una oración
subordinada a otra principal.
Formas incorrectas: le rogamos nos remita el oficio correspondiente.
Me dijo iba a librarme de la promesa. Se les autoriza hablar libremente.
Formas correctas: le rogamos que nos remita el oficio correspondiente.
Me dijo que iba a librarme de la promesa. Se les autoriza que hablen libre-
mente.
R
Receptor. Uno de los elementos del proceso de la comunicación sobre quien
recae el mensaje.
S
S. La s se confunde muy frecuentemente con la c y z. En palabras acabadas
en sión, se escriben con s los nombres derivados de verbos terminados en sar:
confesar-confesión, expulsar-expulsión, revisar-revisión.
Se escriben con s los nombres derivados de verbos terminados en der, dir, ter
y tir, salvo cuando conservan la d o la t del verbo, entonces se escribirán con
c (medición de medir, repetición de repetir): pretender-pretensión, decidir-decisión,
cometer-comisión, invertir-inversión.
Sencillez, estilo. Cualidad del buen estilo. La sencillez es expresión fresca, na-
tural, original, auténtica. La sencillez no es vulgaridad.
Siglas. Son las letras iniciale de una palabra o palabras que se emplean como
abreviatura de las mismas. La primera vez que se usen las siglas deben anotar-
se las palabras completas y enseguida las siglas entre paréntesis. De la segunda
mención en adelante, dentro del mismo texto, sólo se usarán las siglas.
Es conveniente cuidar el uso de siglas muy conocidas localmente pero que
nacional o internacionalmente pudieran desconocerse, de ahí que sea importan-
te siempre tener presente lo arriba mencionado.
La costumbre ha suprimido el uso de los puntos en las abreviaturas, quedan-
do éstas como palabras: ONU, CIESPAL, UNAM. Es obligatorio escribir las si-
glas con mayúscula y sin combinar con minúsculas. Algunas siglas se han vuelto
palabras y a fuerza de utilizarlas aparecen como si fueran sustantivos comunes;
es el caso de láser (abreviatura de Light Activation by Stimulated Emission of Ra-
diations) o bien de la palabra sida (Síndrome de Inmunodeficiencia adquirida).
Como no son nombres propios, no es correcto usarlos como Láser o Sida; la
forma correcta de escribirlas es o LÁSER o láser y sida o SIDA.
Una sigla nunca se divide en sílabas.
Sufijos, principales raíces. Los sufijos son partículas que se presentan detrás de
la raíz de las palabras.
T
También y tan bien. También es adverbio de modo. Significa “igualmente,
además”. También pidió eso. Tan bien es frase con los adverbios modales tan y
bien. Resulta comparativa. Está tan bien planeado el viaje que será exitoso.
Tampoco y tan poco. Tampoco es adverbio que niega una cosa después de otra.
Eso tampoco le gustó para comer. Tan poco expresión con tan, adverbio (apócope
de tanto) y poco, adverbio de cantidad. Tan poco esfuerzo hizo que perdió.
V
Ve. Por las dificultades que tiene con otras letras cuesta trabajo su ortografía. Se
debe pronunciar “uve”.
Se escriben con v las formas verbales cuyo infinitivo no contenga la letra,
como ir (voy, vas, vaya, ve), andar (anduve), estar (estuve), tener (tuve).
Se escribe v después de las consonantes d, b y n: adverbio, obvio, envidioso. Se
escriben con v las palabras que empiezan por la sílaba di seguida del sonido B
(excepto dibujo y sus derivados): diván, diverso, división, divorcio.
Se escriben con v las palabras que empiezan por eva, evi, eve, evo (excepto
ébano, ebanista): evasión, evento, evita, evolución
Se escriben con v las palabras que llevan los prefijos: vice; vi significa en lu-
gar de: vicepresidente, vizconde, virrey.
Se escriben con v los adjetivos que acaban en ave, avo, eva, eve, evo, iva, ivo
(excepto los derivados de sílaba como bisílabo), bravo, leve, longevo, pensativa,
compasivo.
Se escriben con v las palabras llanas terminadas en viro, vira y las terminadas
en íbora, íboro (excepto víbora): triunvirato, carnívoro, omnívora.
Se escriben con v los verbos que terminan en ervar y olver (excepto desherbar,
exacerbar): reservar, envolver, conservar.
Llevan v todas las derivadas y compuestas de palabras que se escriban con v:
villa (villano, villorio, villancico), venir (sobrevenir, avenirse).
Verbos fáciles. Son verbos que usamos con una gran variedad de expresiones,
son amplios e imprecisos: hacer, poner, decir, ser, estar y ver.
Sustitúyanse por verbos que tengan un significado más preciso para el
contexto.
Vocabulario activo y pasivo. Cada individuo posee dos tipos de vocabulario: ac-
tivo y pasivo. El activo es el que se utiliza de manera cotidiana, generalmente es
reducido y está influido por el camino de los verbos fáciles y de palabras que están
de moda y expresan múltiples significados, como rollo, onda, oso, chido.
El vocabulario pasivo es aquel que entendemos pero no utilizamos, debido a que
los vocablos tienen para nosotros un significado desconocido o poco conocido.
X
Se escriben con x las palabras que contiene el grupo ks tanto entre vocales como
al final de sílaba (excepto facsímil): éxito, tórax, clímax.
Se escriben con x palabras de procedencia griega; algunas utilizan los prefijos
xeno, xero y xilo: xenófogo, xerografía, xilófono.
Se escriben con x las palabras que empiezan con el grupo de sonidos ex se-
guido de vocal o de h (excepto ese, esa, eso, esencia, esófago, esotérico y sus deriva-
dos): exacción, exhibición, exuberancia
Se escriben con x las palabras que empiezan con los prefijos ex, exo y extra:
exportar, exotérico, extraterrestre.
Se escriben con x las palabras que empiezan por la sílaba ex seguida de los
grupos pla, ple, pli, plo, pre, pri, pro (excepto esplendor, esplénico, espliego, esplín y
sus derivados): explanada, explicar, explorar, expropiar, expresión.
Se escriben con x los grupos de palabras terminadas en xión: reflexión, ane-
xión, desconexión.
Y
Ye. Se conocía antes como i griega, ahora se pronuncia ye. Cuando es conjun-
ción copulativa se encarga de unir palabras o cláusulas en sentido afirmativo.
Cuando la palabra que le sigue empieza por i o por hi se sustituye por e: María
e Inés, americanos e hispanos. Cuando las letras no tienen sonido no es necesario
sustituir la y por la e: refresco y hielo.
Es incorrecto usar el símbolo inglés &: Montes & Martínez. Debe ser Montes
y Martínez.
Z
Zeta. La última letra del alfabeto, tiene problemas cuando se le confunde con la s.
Se escribe z delante de las vocales a, o, u: zángano, zorro, zumo.
Se escriben con z delante del sonido k todas las formas verbales con infiniti-
vo terminado en acer, ecer, ocer y ucir: merezco, conduzco, nazca, conozca.
Se escribe con z el sufijo aumentativo azo: gallinazo, zarpazo, portazo.
Colofón