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Ventajas y desventajas de la escuela keynesiana

Ventajas:

 El principal argumento del pensamiento keynesiano es dotar a las instituciones con


el poder de regular los procesos económicos para evitar los fallos de mercado, las
crisis y las recesiones a las que caen las economías en épocas de vacas flacas, es
decir, cuando el crecimiento de la producción no es bueno.

 Dentro de la coyuntura histórica, económica y política, el keynesianismo y


sus proyectos consecuentes como el Estado de Bienestar y el desarrollismo dio a
los dirigentes mundiales la oportunidad de salvar la democracia, cuya existencia
llegó a verse amenazada debido al auge de las dictaduras producto de la
incapacidad del liberalismo clásico de resolver la crisis.

 la teoría keynesiana promueve más el endeudamiento fiscal para evitar las crisis, y
cuando se superan estas y tener en auge la economía poder pagar el
endeudamiento anteriormente adquirido, Generando incentivos a la
demanda agregada y efectiva.

 La propuesta que Keynes eventualmente produjo llamada socialista y siniestra por


los partidarios de la Escuela Austriaca es la eliminación del poder de la escasez del
dinero, situación usada y exacerbada, en su opinión, por la acción de los
"retires"(especuladores, financistas o capitalistas) a través de la acumulación que
les permite demandar altas tasas de interés por su uso, lo que lleva al
"poder progresivamente opresor de los capitalistas para explotar el valor de la
escasez del capital" . Esa eliminación se basa en dos medidas fundamentales: el
abandono definitivo del oro como moneda y su reemplazo con el sistema de divisa
moderna, que se podría llamar dinero fiduciario pero que puede ser vista como un
paso hacia la concepción del dinero como unidad de cuenta.

 Lo que si considera especial es la aclaración de las relaciones económicas que


sustentan el funcionamiento de la economía. Principal entre esas es el papel que el
dinero y las tasas de interés juegan. Para Keynes, tal aclaración y subsecuente
traspaso al poder del estado el control de ambos factores llevara a la desaparición
de los “rentiers” (o por lo menos de ese aspecto de la función empresarial) lo que a
su ves permitiría el uso completo de los factores de producción.
Desventajas:

 Si bien las repercusiones político-económicas de Keynes y varios de sus partidarios


son variadas, algunos creen que la idea del keynesianismo es salvar al capitalismo
o mantenerlo estable.

 Si aceptamos que las crisis son parte inherente del capitalismo, la eliminación de
ellas demanda medidas que vayan más allá que ese sistema. En sus palabras "solo
el Estado puede restaurar los equilibrios fundamentales", y la participación del
Estado implica movimiento hacia el socialismo. El problema por lo menos para
algunos es que por un lado el desea que esa transformación sea democrática
y por el otro, cree que para eso se necesita un nivel de comprensión y control
sobre la economía que, en su tiempo por lo menos, no existía.

 Es demasiado agregativo: el modelo debe contener más variables y más relaciones


de las que contiene.

 Resulta ser “demasiado estático”: por un lado, el modelo no puede tratar de la


dinámica a corto plazo del cambio en el ingreso; por el otro, no se adapta al análisis
de problema de crecimiento a largo plazo.

 El modelo Keynesiano está limitado por sus propias condiciones al corto plazo:
Keynes supuso una existencia de equipo de capital dada; hacer de la producción
una función sólo del empleo refleja este supuesto.

 Keynes se contradice a sí mismo – en su análisis- ya que trata de situaciones en


que la inversión neta puede ser positiva o negativa; se refiere a que la existencia de
capital está cambiando.

 La teoría de la determinación del salario es totalmente inadecuada: suponer que


los salarios son totalmente flexibles a los cambios en el empleo es sólo ligeramente
más absurdo que suponerlos rígidos.

 El análisis del dinero y el tipo de interés; en cuanto a lo que incluye y a su vez a lo


que omite. * Para el modelo Keynesiano la inflación es negativa y desestabilizante
(en ciertas circunstancias el gobierno puede encontrar ventajoso la inflación ya que
implica el traspaso de recursos económicos desde la población al estado).
EL KEYNESIANISMO EN LA ACTUALIDAD

Dos elementos del legado de Keynes parecen seguros. Primero, Keynes inventó la
macroeconomía, la teoría del producto en su conjunto. Llamó a su teoría "general"
para distinguirla de la teoría prekeynesiana, que asumía un nivel único de
producción: el pleno empleo.

Al mostrar cómo la economía podría permanecer estancada en un equilibrio de


"subempleo", Keynes desafió la idea central de la economía ortodoxa de su época:
que los mercados eliminan simultáneamente todos los productos, incluido el trabajo.
Y su desafío implicó una nueva dimensión en la formulación de políticas: los
gobiernos pueden necesitar déficit para mantener el pleno empleo.

Las ecuaciones agregadas que sustentan la "teoría general" de Keynes aún pueblan
los libros de texto de economía y dan forma a la política macroeconómica. Incluso
aquellos que insisten en que las economías de mercado gravitan hacia el pleno
empleo se ven obligados a argumentar su caso dentro del marco creado por Keynes.
Los bancos centrales ajustan las tasas de interés para asegurar un equilibrio entre
la demanda y la oferta totales, porque, gracias a Keynes, se sabe que el equilibrio
podría no ocurrir automáticamente.

El segundo legado importante de Keynes es la noción de que los gobiernos pueden


y deben prevenir las depresiones. La aceptación generalizada de este punto de vista
se puede ver en la diferencia entre la fuerte respuesta política al colapso de 2008-
2009 y la reacción pasiva a la Gran Depresión de 1929-1932. Como el premio Nobel
Robert Lucas, un oponente de Keynes, admitió en 2008: "Supongo que todos son
keynesianos en una trinchera".

Dicho esto, la teoría de Keynes del equilibrio del "subempleo" ya no es aceptada por
la mayoría de los economistas y formuladores de políticas. La crisis financiera
mundial de 2008 lo confirma. El colapso desacreditó la versión más extrema de la
economía óptimamente autoajustable; pero no restableció el prestigio del enfoque
keynesiano.

Sin duda, las medidas keynesianas detuvieron la caída de la economía global. Pero
también ensillaron a los gobiernos con grandes déficits, que pronto se consideraron
como un obstáculo para la recuperación, lo opuesto a lo que Keynes enseñó. Con
el desempleo aún alto, los gobiernos volvieron a la ortodoxia prekeynesiana,
redujeron el gasto para reducir sus déficits y debilitaron la recuperación económica
en el proceso.
Hay tres razones principales para esta regresión. Primero, la creencia en el poder
de los precios para limpiar el mercado laboral en una economía capitalista nunca
fue completamente revocada. Así que la mayoría de los economistas llegaron a ver
el desempleo persistente como una circunstancia extraordinaria que surge solo
cuando las cosas van terriblemente mal, ciertamente no es el estado normal de las
economías de mercado. El rechazo de la noción de incertidumbre radical de Keynes
estaba en el centro de esta reversión al pensamiento prekeynesiano.

En segundo lugar, las políticas keynesianas de "gestión de la demanda" de la


posguerra, a las que se atribuyó haber producido el largo auge posterior a 1945,
tuvieron problemas inflacionarios a fines de la década de 1960. Alertados ante un
empeoramiento entre la inflación y el desempleo, los formuladores de políticas
keynesianos trataron de mantener el auge a través de la política de ingresos,
controlando los costos salariales mediante la celebración de acuerdos nacionales
con sindicatos.

La política de ingresos se probó en muchos países desde la década de 1960 hasta


finales de la década de 1970. En el mejor de los casos, hubo éxitos temporales, pero
las políticas siempre fallaron. Milton Friedman proporcionó una razón que coincidió
con el creciente desencanto con los controles de salarios y precios, y que reafirmó
la visión prekeynesiana de cómo funcionan las economías de mercado. La inflación,
dijo Friedman, fue el resultado de los intentos de los gobiernos keynesianos de
reducir el desempleo por debajo de su tasa "natural". La clave para recuperar
precios estables fue abandonar el compromiso de pleno empleo, desmantelar los
sindicatos y desregular el sistema financiero.

Y así renació la vieja ortodoxia. El objetivo de pleno empleo fue reemplazado por un
objetivo de inflación, y se dejó que el desempleo encontrara su tasa "natural", fuera
lo que fuese. Fue con este equipo de navegación defectuoso que los políticos
navegaron a toda velocidad hacia los icebergs de 2008.

La razón final de la caída en desgracia del keynesianismo fue el cambio ideológico


hacia la derecha que comenzó con la primera ministra británica Margaret Thatcher
y el presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan. El cambio se debió menos
al rechazo de la política keynesiana que a la hostilidad hacia el estado ampliado que
surgió después de la Segunda Guerra Mundial. La política fiscal keynesiana quedó
atrapada en el fuego cruzado, y muchos de la derecha la condenaron como una
manifestación de intervención gubernamental "excesiva" en la economía.

Dos reflexiones finales sugieren un papel renovado, aunque más modesto, para la
economía keynesiana. Una sorpresa aún mayor para la ortodoxia anterior a 2008
que el colapso en sí mismo fue la revelación del poder corrupto del sistema
financiero y la medida en que los gobiernos posteriores al choque habían permitido
que los banqueros escribieran sus políticas.
Controlar los mercados financieros en aras del pleno empleo y la justicia social se
encuentra directamente en la tradición keynesiana.

En segundo lugar, para las nuevas generaciones de estudiantes, la relevancia de


Keynes puede radicar menos en sus remedios específicos para el desempleo que
en sus críticas a su profesión por modelar sobre la base de suposiciones irreales.
Los estudiantes de economía ansiosos por escapar del esquelético mundo de
agentes optimizadores en uno de los humanos completos, establecidos en sus
historias, culturas e instituciones, encontrarán que la economía de Keynes es
inherentemente comprensiva. Es por eso que espero que Keynes sea una presencia
viva dentro de 20 años, en el centenario de la Teoría General, y mucho más allá.

Fuentes:

http://es.scribd.com/doc/22117842/Keynesianismo

http://escuelasdelpensamiento.blogspot.com/p/escuela-keynesiano.html

http://www.fenadeco.org/pag_files/ESCUELA_KEYNESIANA.pdf

http://www.buenastareas.com/ensayos/Criticas-Al-Modelo-Keynesiano/1401081.html

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