Antes de comenzar debemos entender que el fundamento más importante de la
protección jurídica al consumidor es la consideración de que usualmente se encuentra en una situación de desigualdad frente a la contraparte. Que al final de cuentas es un comerciante con experiencia, conocimiento y sobre todo, con mayores recursos económicos; resultado de lo cual, el consumidor puede acabar siendo injustamente perjudicado en sus relaciones de consumo. Por ello, la jurisdicción costarricense, brinda una protección al consumidor para buscar ese balance adecuado entre el comerciante y el cliente. Es en este punto donde la ley 7472 (de orden público) establece que todo bien que se venda o servicio que se preste debe estar implícitamente garantizado en cuanto al cumplimiento de los estándares de calidad y requerimientos técnicos. Es decir, si el comerciante o el “cajero” le informa al consumidor, hasta con sonrisa de oreja a oreja, que no aplica garantía por la compra de X producto, esto estaría siendo incorrecto o injusto. Puesto que la ley indica la garantía mínima dentro de 30 días. Esto en relación con la garantía como tal. ¿Pero acaso la ley solo nos brinda información únicamente de la garantía? Al final de cuentas, la ley no solo indica la protección al consumidor y sus derechos como tal, sino que incluye en ella sus obligaciones dentro de la sociedad y de como responder en la negociación y cumplimiento de un acuerdo comercial. Pero, la jurisdicción se enfrenta a un dilema mas grande y es identificar quienes son consumidores. Y aunque se pensare en un término sencillo como decir que todo aquel que buscar el servicio de otra persona, la verdad es que para el ámbito jurídico tiende a ser mas complicado. Y como es fácil anticipar, la tarea de dar esa definición o concepto no es sencilla. Los esquemas jurídicos suelen ser muy formales y particularmente predispuestos a los fenómenos ya conocidos y regulados, pero no a los nuevos fenómenos y es igual con la forma de pensar de muchos operadores del derecho; aunque tal vez la dificultad mayor está en que, si “todos somos consumidores” la regulación perdería sentido por su amplitud y necesaria vaguedad. Y aunque las leyes iniciales no contemplaban la definición de estos términos (ley 5665), es hasta posterior de 1995 que aparece la ley 7472 que incluiría la definición como tal de consumidor (Articulo 2): “Consumidor: Toda persona física o entidad de hecho o de derecho, que, como destinatario final, adquiere, disfruta o utiliza los bienes o los servicios, o bien, recibe información o propuestas para ello. También se considera consumidor al pequeño industrial o al artesano –en los términos definidos en el Reglamento de esta Ley- que adquiera productos terminados o insumos para integrarlos en los procesos para producir, transformar, comercializar o prestar servicios a terceros.” Es de esta manera que a través de esta ley se brinda una conceptualización mas clara de quien es el consumidor y de quienes optarían por la ley. Pero no nos alejemos del punto esencial de la ley que busca la manera de tutelar la protección del consumidor, puesto que en esta ley, se revela un esfuerzo sistemático del legislador por equilibrar jurídicamente, la posición de desigualdad material en que se encuentra el consumidor en sus relaciones de consumo, dotándolo al efecto de derechos y mecanismos legales para protegerlo de la desigualdad. Es por ello por lo que dentro de la ley a partir del capitulo 5 se encuentra información en relación con la defensa del consumidor. En el caso de los derechos del consumidor, en el articulo 32 se mencionan aquellos derechos irrenunciables con que cuentan los consumidores. Por ejemplo: protección contra los riesgos que atenten a su salud, acceso a la información sobre bienes o servicios… y así varias líneas que muestran la protección del estado en relación con los derechos del consumidor. Su finalidad, es brindarle al consumidor herramientas ante la desigualdad existente entre el comerciante y el, tal y como se mencionaba en el punto anterior. Pero en este caso, y como hemos venido presentando no solamente cuentan con los derechos de los consumidores, sino, con obligaciones tanto para el estado como para el consumidor como tal. Es por ello por lo que en el Articulo 33, se expresa varias funciones que tiene el poder ejecutivo con relación a este tema. Un ejemplo de ello sería: velar porque los servicios o bienes cumplan con las normas de salud, formular programas de educación e información para el consumidor, garantizar el acceso a mecanismos judiciales o administrativos, estructurar canasta básica. Como se puede observar el objetivo como tal del estado es velar por proteger al consumidor y el interés del consumidor. Con ello, equiparía la igual entre ambos negociantes. De esta misma forma en relación con la canasta básica, es el estado el encargado de regularla con la finalidad de brindarle a la ciudadanía productos de calidad pero también saludables y al acceso de todos los ciudadanos. En el caso del articulo 34 se incluyen todas las obligaciones del comerciante. Ejemplo de ello podríamos mencionar: Respetar condiciones de contratación, proporcional información clara al consumidor del producto, promover, promocionar o publicitar los bienes y varios mas que amplían cada una de las obligaciones de este. El articulo 35 habla sobre las responsabilidades. En resumen, la responsabilidad recae sobre el proveedor, productor y el comerciante. Solo se libera quien demuestre que ha sido ajeno al daño. De esta misma manera el estado prohíbe todas aquellas acciones que restrinjan la oferta (Art. 36) y regula las promociones, ofertas y publicidad (Art. 37-38-41) en este punto es cuando escuchamos comúnmente el termino publicidad engañosa. Es importar aclarar que el articulo 41 exige al comerciante mostrar ciertos datos de la promoción, como el precio anterior y posterior a la rebaja. Una actividad común en Costa Rica es en relación con la venta de productos usados. Curiosamente también se encuentra regula en el articulo 39 de la misma ley. El principal punto en este articulo es indicarle al consumidor que el producto es usado y que como tal las condicione con la que cuentan. La garantía, que se expuso en el inicio y las ventas a plazo también se encuentran regulada en esta ley. Artículos 43 y 44 respectivamente. En cuanto a la garantía indica que debe cumplir con los estándares de calidad. El punto importante en general es que los productos tienden a tener una garantía de 30 días para reclamar ante la comisión o bien, en caso de que la garantía negociada sea mas extensible predominara esta. Como se puede observar la ley abarca bastantes puntos en relación con el consumidor y la actividad comerciante. Actualmente la sociedad costarricense piensa que la ley del consumidor habla únicamente sobre la garantía, y es que aunque es un tema mas común, la verdad es que el estado vela por todos los derechos que cuentan cada ciudadano que adquiere un bien o servicio. Así como velar por el cumplimiento de estándares de calidad, vías judiciales para negociaciones o en dado caso, brindar y educar a la sociedad con información sobre el área comercial. Cada una de estas actividades o datos expuestos en los artículos de la ley, nos brinda una mejor comprensión de los derechos y obligaciones que los consumidores cuentan. Como por ejemplo: las promociones pueden ser canceladas con cualquier forma de pago tal y como lo desee el cliente. Sin embargo, en la actualidad, los negocios limitan las promociones a ciertas formas de pago, que sin duda, ejemplifica una violación a los derechos que los consumidores cuentan. La ley como tal es simplemente un texto, es por ello por lo que es menester mostrarle a la sociedad para fundir en ellos conocimiento y educación en relación con este tema, y como lo indica la ley, es obligación del estado velar por el cumplimiento de esta y proporcionar información a los consumidores.