Sie sind auf Seite 1von 10

FUENTES DE LA MORALIDAD (33)

Disminuye también fácilmente el sentido del pecado también a ausade una ética que deriva de
un determinado relativismo historicista. Puede ser la ética que relativiza la norma moral
negando su valor absoluto e incondicioinal y negando, consiguientemente, que puedan existir
actos intrísnsecamente ilícitos, independientemente de las circunstancias enque son realizdos
pior el sujeto...Se trata de un verdadero vuelco o de una caída de valores morales y el
probelma no es sólo de ignorancia de la ética cristiana sino más bien del sentido de los
fundamentos y los criterios de la actitud moral» (RP 18)

I. NOCIONES PRELIMINARES

1.1. El acto humano:

· Por medio de actos humanos es que la persona humana marcha hacia su plenitud,
realización, felicidad.

a. Qué es

· Acto que emana de las dos fuentes de la resposabilidad:


· inteligencia
· voluntad libre.

· Cuando falta alguna, se trata de un acto del hombre, no un acto humano.

b. Acto moral:

· El que se ejecuta o decide libremente (por voluntad) advirtiendo su bondad o malicia (por la
intelgiencia)
· Sólo así hay responsabilidad.

c. Reflexión sobre el acto moral

· Entendimiento:
· Ignorancia: carencia de cienca debida para discernir la moralidad de los actos. Exige
informarse, cuestionar...
· Ignorancia invencible: subsistirá aunque se pongan medios para remediarlas. No es
culpable.
· Ignorancia vencible: superable per no se ponen medios paa remediarla. Es culpable.

· problema de la certeza libre en el campo moral: los criterios de discernimiento son


subjetivos y están determinados por el modo de vida. acabo pensando como vivo.
Se termina perdiendo el afan de buscar la verdad y el sentido del pecado.
· Defectos de la estimativa: se puede saber conceptualmente una norma moral no
valorarla.
· Voluntad:
· Libertad física: ausencia de trabas para moverse corporalmente.
· Libertad sicológica: para deicidir por sí mismo.
· Libertad moral: decisión libre motivada por un fin digno del ser humano.

· Tarea de hacerse libre: crecer en actos humanos, ganando espacio ae los determinismos y
solicitaciones internas y externas.
· Grados de libertad: hay una raíz inalienable de libertad, cuyo ejercicio efectivo puede
hacerse mayor o menor.

· Dignidad de la la verdad y de la libertad:

· «Tiene razón el hombre, partícpe de la luz de la mente divina, al creerse, por su


inteligencia, superior al universo de las cosas...
Finalmente, la naturaleza intelectual el hombre se peerfecciona y se debe perfeccionar
por la sabiduría, que atrae suavemente la mente huamna hacia la búsqueda y el amor
de la verdad y del bien. Guiado por ella, el hombre trasciende del visible a lo
invisible.» (GS 15)

· «El hombre no puede entregarse al bien si no dispone de su libertad: de una libetad que
nuestro contemporáneos ensalzan con entusiasmo, y no sin razón. Sin embargo, muchas
veces la fomentan en forma depravada, como si fuera una licencia para todo lo que
agrada, incvluso para el mal. La auténtica libertad es un espléndida sea de la divina
imagen en el hombre, ya que Dios quiso “dejar al hmbre en manos de su propia decisión”
(Eclo 15,149, de modo que espontáneamente sepa buscar sa su Creador y llegar
libremente a la plena y feliz perfección, por la adhesión a El. Por consigiente, la dignidad
del hombre requiere que obre según una libre y consciente elección, movido e inducido
pesonalmente, desde dentro, no bajo un imoulso ciego o una mera coacción externa... La
libertad del hombre,que ha quedado herida por el pecado, no puede hacer plenamente
activa esta ordenación a Dios sino con la ayuda de la gracia divina.» (GS 17)

· Funcionamiento ideal:
estímulo - reflexión- valoración- acción (consecuente u opuesta).

d. Norma de moralidad

· constituva:
· próxima: natuaraleza humana racional
· remora: naturaleza divina com prototipo

· Manifestativa:
· próxima: razón
· remota: inteligencia divina
· preceptiva:
· próxima y subjetiva: la conciencia
· remota y objetiva: la ley eterna de Dios (Plan de Dios).
II. DESARROLLO SISTEMÁTICO

2.1. La moralodad de los actos humanios depende de tres fuentes: el objeto elegido, el fin
que se busca (intención), las circunstancias de la acción (CU 1750ss).

a. Objeto (fnis operis):

· es el acto mismo:
· hay actos que en sí son malos moralmente, independientemente del fin o las
circusntancoas,
· Los hay que seindo buenos en sí, se convierten en malos por acción del fin o
circunstancias.

b. Fin(finis operanti):

· Lo que se prentede obtener mediante el acto (intención).

c. Circunstancias:

· Condiciones accidentales (quién, qué con queé, por queé, cómo, etc).
· Hay circunstnacias atenuantes o agravantes; estas no modifican la especie del acto
moral.
· hay otras circunstancias que sí modifican laepsecie del acto moral (p.e. en el caso de
adulterio de un sacerdote, no basta decir que se ha pecado contra la castidad, sino
además contra la caridad, la justicia la religión)

d. Discernimiento

· Para el discernimiento se debe contrastar con una norma moral: el objeto y el fin,
principalmente (elementos inseparables).

e. Actos internos y externos:

· A.internos:
· destacan la importancia del corazón = sede del discernimiento moral.
· Aquí se da el gozo o aprobación de un mal moral.
· El mensaje de Cristo, al corazón del que derivan los actos externos.
· División: gozo o aprobaión del mal moral presente, pasado o futuro.

· A. externos:
· reafirman con la ejecución, el acto interno.
· dejan mayor huella
· aquí se da el escándalo.
· Cristo no quiere quel el reino de Dios no quede solo en el interior.
f. Imputabiolidad de los efectos:

· El efecto malo de una acción será imputado a su agente en la medida en que:


· fue previsto por él
· pudo y debió evitarlo
· Ver aquí y el caso del «principio del doble efecto».

2.2. Principios de discernimiento

a. Doble efecto

· Es lícito realiar una acción (de efecto bueno) aunque de ella se derive indirectamente un
mal, con tal que:
· la acción que prdouce los dos efectos es buena o indiferente,
· los dos efectos (el bueno y el malo) se produzcan simultáneamente (y el bueno no
provenga el malo).
· No se pretenden ambos fines
· el bueno y el malo guardan proprción.

b. Totalidad

· Las partes están subordinadas a la persona en su totalidad: por ellos es lícita la mutilación
de un órgano para salvar a la persona.

· No es aplicable al todo social, en el que los miembros están antes que la soceidad.

ESTAS DOS LEYES SUPONEN QUESE MANTIENE UNA JERARQUÍA DE


VALORES BASADA EN LA CARIDAD, EN LA QUE SE FUNDAN LOS DERECHOS
Y DEBERES, SIN EMBARGO SE PUEDEN DAR CASOS EN LOS QUE SE LIMITAN
DERECHOS Y DEBERES SE DEBEN TENER EN CUENTA QUE:

LOS PRECEPTOS NEGATIVOS PREVALECEN SOBRE LOS POSITIVOS, LA


JUSTICIA SOBRE LA CARIDAD
LAS NORMAS QUE PROTERGEN BIENES MAYORES SOBRE LOS MENORES.

c. Gradualidad

· Considerada la norma moral, se reconoce que muchas veces para llegar a ella se debe
recirrer un camino de maduración, de crecimiento por el ejercicio de actos morales cada vez
más perfectos. Esto no implica una gradualidad de la ley: la gradualidad es subjetiva:
ayuda a la persona.
d. Admonición pastoral

· En algunas situaciones: puede y debe guardarse silencio sobre la obligatoriedad de una


norma:
· Si no es preguntado por la bondad o malicica de la acción.
· Si la información va a ser inútil pues se prevé que no será aceptada.
· Si la información sólo serviría en la prática para cambiar el pecado material en pecado
formal resposanble.
· Buena fe

e. Principios prácticos

· Las leyes invalidantes e irritantes lo mismo que las irregualridades son eficaces.
· La normas no se encontraran cuando se ignora su existencia.
· Reparar la injustica (daño injuto, eficaz, cierta, teológicamente culpable).
· Obligación de evitar el mal.
· Límite de la caridad la cardad misma.
· La obligación de cuidar la salud sólo presupone el uso de medios proporcionados, tras
efectaurse un balance total de valores en juegos.. La epiqueya no puede aplicarse a ley
natural y divina.
· Cooperación al mal: material es lícita con causa proporcionada (doble efecto), formal nunca
es lícita.

f. Principios reflejos o indirectos. Ver lo tratado en «La Conciencia».

g. Opción fundamental. Ver lo tratado en «la conciencia».

· Opción fundamental por Dios: compromiso de la persona toda, distinguir acto, actitud
opción, Es una opción al absoluto. Haciendo la voluntad de Dios nuestra propia voluntad
nos idrtifiamos con su querer

Posición sobre la opción final (hipótesis Schoenemberg, Boros, etc):

· Los que sostienen esta hipótesis argumentan que la opción fundamental que
compromerte de una forma absoluta y definita solo puede darse en el instante previo a
la eternidad.
· Esto conduce a esta división genérica de pecados de esta manera:
· mortal: opción última
· grave. ofensa a Dios en materia seí pero sin tomar unaactitud definitiva.
· leve: cotidianos, perdonables, periféricos
· Ejemplo en el matrimonio: leve es tibiea en el amor; grave es el adulterio: el mortal
el divorcio).

Respondemos así:

· Se reconoce la importancia del último momento y se apoya en una más intensa pastoral de
enfermos y moribundos.
· ¿Dónde constas la exisntencia de esta última oportunidad para decidicir?
· Rechazamos la explicación y división genérica del pecado.

III. EL ASUNTO DE LA MORAL TELEOLÓGICA

3.1. Variantes de este tipo de moral: proporcionalismo, consecuencialismo, moral del


compromiso, «nueva moral», etc.

3.1.1. Sus argumentos más comunes:

a) Existe un orden moral absoluto (sin excepciones y que siempre obliga) en los principios
generalísimos; hay también principios absolutos en la relacion con Dios; pero las
relaciones entre los seres humanos siempre son contingentes por su misma finitud: para
ellas sólo se pueden invocar «normas generales y relativas», que valen en la mayoría de
los casos, pero no en todos (p.e. en algún caso, el adulterio podráser moral si al hacerlo
hay matores avalores que al no hacerlo).

b) No hay, pues, actos que sean intrinsecamente malos (por su naturleza y fin); la moralidad de
toda situación dependrá del examen global de bienes y valores que hay en el acto, su
intención y circunstancias.

c) Los actos, antes de efectuarse este balance, tendrán un carácter pre-moral: sin calificativo
moral.

d) Esta misma confrontación de valores la ha venido haciendo la mora tradicional (p.e. en el


caso del principio del doble ecfeto).

e) Los mismos cambios ocurridos en la moral tradicional son fruto de nuevas circunstancias
(pena de muerte, esclavitud, cobro de intereses, etc).

f) Esta confrontación debe hacerse a nivel personal, en el marco de la relación de amor del
hombre con Dios, no ante principios morales universales y absolutos.

3.1.2. Examen de estas corrientes (se sigue la divisón anterior)

a) «Es un hecho que la Iglesia a lo largo de toda su historia ha atribuido costantemente a cierto
número de preceptos de ley natural valor absoluto e inmutable y que en la transversión
de los mismos ha visto un contradicción con la doctrina del Evangelio» (PH 4).
b) Si hay actos intrínsecamente malos, que nunca quedarán justificados no por el fin ni por las
circunstancias. A lo más darán a la situación matices propios de se especificidad, pero nunca
cambirían la valoración del acto en sí.

· «Es un debe añadir, comose ha hecho también en el Sínodo, que algunos pecados por razón
de su materia, son intrínsecamente graves y mortales. Es decir, existen actos que por sí y
en sí mismos, indepndientemnte de las circunstancias, son siempre gravemente ilícitos
por razón de su objeto» (RP 17)
· «Se trata de un verdaero vuelco o de una caída de valores morales y el probelma no es solo
de ignorancia de la ética cristiana, sino más bien del sentido de la fundamentos y criterios de
la actitud moral » (RP 18)

· «Ejemplo la paternidad responsble: La paternidad responsable comporta toda una


vinculación más profunda con el orden moral objetivo, establecido por Dios, cuyo fiel
intérprete es la recta conciencia....reconozcan plenamente sus propios deberes para con
Dios, para consigo mismo, para con la familia y la sociedad, en una justa jerarquía de
valores.» (HV 10)

c) Ver el apartado anterior

· Independientemente del fin y las circunstancias, el acto en sí tiene una valoración moral
definitiva (no hay actos «pre-morales»).

d) La confrontación es un proceso subjetivo necesario en el esclarecimiento moral pero


comporta un crecimiento en la captación de las normas y valores morales.

· En el caso del doble efecto, no es la proporción entre el efecto bueno y el malo el único
elemento para decidir la moralidad del acto, sino que ésta sea bueno o indiferente y porque
el efecto bueno no sea producido por una causa mala (el fin no justifica los medios).

e) Los cambios operados no tocan directamente la norma, que permanee objetiva y universal,
sino el la comprensión y aplicación de la misma. Ver «Ley de la gracia» (31)

f) La índole moral de conducta no depende solamente de la sincera intención y apreciación de


los motivos sino que debe determiarnse con criterios objetivos tomados de la naturaleza del
persona y de sus actos» (GS 51).

· Se debe promover el diálogo con Dios y la decisión tomada en conciencia (formada), lo que
incluye la mediación de la Iglesia, Maestra puesta por Dios para formar las ciencias.

(Apuntes del curso de Teología fundamental del P. I. Muguiro S.J.).

LA VERITATIS SPLENDOR

«No hay duda que la doctrina moral cristiana, en sus mismas raíces bíblicas, reconoce la
específica importancia de una elección fundmental que cualifica la vida moral y que
compromete la libertad a nivel radical ante Dios. Se trata de la elección de la fe, de la
obediencia de la fe (Rom 16,26), por la que el hombre se entrega entera y libremente a Dios, y
le ofrece el homenaje total de su entendimento y voluntad. Esta fe actua por la caridad (Gal
5,6, proviene de los más íntimo del hombre, de su corazón (Rom 10,10). y desde aquí viene
llamda a la fructificación de en las boras ( Mt 12,33-35; Lc 6,43-45; Rom 8.5-8, Gal 5,229.
La llamada de Jesús «ven y sígueme» marca la máxima exaltación posible de la libertad del
hombre y, al mismo tiempo, atestigua la verdad y la obligación de los actos de fe y decisiones
que se pueden calificar de opción fundamental» (66)
Por tanto dichas teorías son cotrarias a la misma enseñanza bíblica que conciben la opción
fundamental como una verdadera y propia elección de libertad y vincula profundamente esta
elección a los actos particuclares....Por tanto, se afirma que la llamada opción fundamental, en
la medida en que se diferencia de una intención genérica y, por ello, no determina todavía en
una forma vinculante de la libertad, se actúa siempre mediante elecciones conscientes y libres.
Precisamente por esto, la opción fundamental es revocada cuando el hombre compromete su
libertad en elecciones conscienites de sentido contrario, en materia moral grave.» (67)

Las consideraciones en torno a la opción fundamental, como hemos visto, han inducido a
algunos teólogos a someter también a una profunda revisión la distinción tradicional entre los
pecados mortales y veniales; ellos subrayan que la oposición a la ley de Dios, que causa la
perdida de la gracia santifcante-y, en el caso de muerte en tal estado de pecado, la condenación
eterna-, solamente puede ser fruto de un acto que compromete a la persona en su totalidad, es
decir, un acto de opción fundamental. Según, estos teólogos, el pecado mortal, que separa al
hombre de Dios, se verificaría solamente en el rechazo de Dios, que viene realizando a un nivel
del libertad no identifcable con un acto de elección no au nue se puede llegar con un
conocimiento sólo reflejo. En este sentido-añaden-es difícil, al menos psicológicamente,
aceptar el hecho de que un cristiano, que qiere permanecer unido a JC y a su Iglesia, pueda
cometer pecados mortales tan fácil y repetidamente, como parece indicar a veces la materia
misma de sus actos...Igualmente sería difícil aceptar que el hombre sea capaz, en un breve
período de tiempo, romper radicalmente el vínculo de comunión con Dios y de convertirse
sucesivamente a El mediante un penitencia sincera. Por tanto, es necesario,- se afirma- medir
las gravedad del pecado desde le grado de compromiso de libertad de la persona que realiza un
acto, y no desde la materia de dicho acto. (69)

«...sedeberá evitar reducir el pecado mortal a un acto de opción fundamental-como hoy se


suele decir- contra Dios, concebido ya sea como explícito y formal desprecio de Dios y del
prójimo, ya sea como implícito y no reflexivo rechazo del amor. Se comete, en efecto un
pecado mortal, también cuando el hombre, sabiéndolo y queriéndolo elige, por el motivo que
sea, algo gravemente desordenado. En efecto, en esta elcción está ya incluido un desprecio del
precepto divino, un rechazo del amor de Dios hacia la humanidad y hacia toda la creación: el
hombre se aleja de Dios y pierde la caridad. La orientación fundamental puede, pues, ser
radicalmente modificada por actos particulares» (70)

«La relación entre la libertad del hombre y la ley de Dios, que encuentra su ámbito vital y
profundo en la conciencia moral, se manifiesta y realiza en los actos humanos.
Los actos humanos son actos morales porque expresan y deciden la bondad o malicia del
hombre mismo que realiza esos actos. Estos no producen sólo un cambio en el estado de cosas
eternas al hombre, sino que, en cuanto decisiones deliberadas, califican moralmente a la
persona misma que los realiza y determinan su profunda fisonomía espiritual.» (71)

«La moralidad de los actos está definida por la relación de libertad del hmbre con el bien
auténtico. Dicho bien es estableciodo, como ley eterna, por la Sabiduría de Dios, que ordena
todo ser a su fin....Sólo el acto conforme al bien puede ser camino que conduce a la vida» (72).

El cristiano gracias a la Revelación de Dios y a la fe, conoce la novedad que marca la


moralidad de sus actos, éstos están llamados a expesar la mayor o menor coherencia con la
dignidad y vocación que han sido dadas por la gracia: en Jesucristo y en su espíritu, el cristiano
es «criatura nueva», hijo de Dios y mediante sus actos manifiesta su conformidad o divergencia
con la imagen del hijo, que es le primogénito entre muchos hermanos (rom 8,29)...
En este sentdo, la vida moral posee un carácter teleológico esencial, porque consiste en la
ordenación deliberada de los actos humanos a Dios, sumo bien y fin (telos) último el hombre.
Evidentemente debe ser una ordenación racional y libre, consciente y deliberada, en virtud de
la cual el hombre es resposanble desu sactos y está sometido al juicio de Dios» (73)

«Pero, ¿de qué depende la cualificación moral del obrar libre del hombre? ¿Cómo se asegura
esta ordenación de los actos humanos hacia Dios? ¿Solamente de la intención que sea
conforme al fin último, al bien supremo, o de las circunstancias -y, en particular, de la
consecuencias- que contradistinguen el obrar del hombre. o no de depende también-y sobre
todo- del objeto mismo de los actos humanos?
Algunas teorías éticas, denominadas teleológicas, dedican especial atención a la conformidad
de los actos humanos con los fines perseguidos por el agente con los valores que él percibe..
Los criterios para valorar la actitud moral de una acción se toman de la ponderación de los
bienes que hay que conseguir o de los valores que hay que respetar. Para algunos el
comportamiento concreto sería recto o equivoado según pueda o no producir un estado de
cosas mejores para todas las personas interesadas: sería recto el comportamiento capaz de
maximilizar los bienes y minimilizar los males.
Muchos moralistas católicos que siguen esta orientación, buscan distanciarse del utilitarismo y
del pragmatismo para lo cual la moralidad de los actos humanos sería juzgada sin hacer
referencia al verdadero fin último del hombre. Ellos, con razón se dan cuenta de la necesidad
de encontrar argumentos racionales cada vez más consistentes, para justificar las exigencias y
fundamentar las normas de la vida moral. Dicha búsqueda es legítima y necesaria por el hecho
de que el orden moral, establecido por la ley natural, es, en línea de principio, accesible a la
razón humna. Se trata, además, de una búsqueda quie sintoniza con las exigencias del diálogo y
la colabración con los no-atólicos y los no-creyentes, particularmente en las sociedades
pluralísticas.» (74)

«Pero, en el camino de esfuerzo de elaborar una semejante moral racional-a veces llamada por
esta moral de autonomía- existen fasdas soluciones, vinculadas particularmente a una
comprensión inadecuada del objeto de la moral. Algunos no considera suficientemente el hecho
que la voluntad está implicada en las elecciones concretas que ella realiza: esas son condiciones
de su bondad moral y de su ordenación al fin último de la persona... Otros se inspiran además
en una concepción de la libertad que presciende de las condiciones efectivas que de su
ejercicio, de su referencia objetiva a la verdad sobre el bien, de su determinación mediante
elecciones de comportamientos concretos. Y así , según esta teorías, la voluntad libre no
estaría ni moralmente sometida a obligaciones determinadas, ni vinculada por sus eleccciones,
a pesar de no dejar de ser responsable de los propios actos y de sus consecuencias. Este
teologismo, como método de reencuentro de la norma moral, puede, entonces, ser llamado-
según terminologías y aproches tomados de diferentes corrientes de penamiento
-consuencialismo o proporcionalismo. El primero pretende obtener los criterios de rectitud de
un obrar determinado sólo del calculo de las consecuencias qe se prevé pueden derivarse de la
ejecución de una decisión. El segundo, ponderando entre sí, los valores y los bienes que
persiguen, se centra más bien en la proporción reconocida entre los efectos buenos o malos, en
vista del bien más grande o del mal menor que sean efectvcamente posibles en una situación
determinada.
Las teorías éticas teleológicas..., aún reconociendo que los valores morales son señalados por
la razón y la revelación, no admiten que se pueda formular en prohibición absoluta de
comportamientos determinados que en cualquier circunstancia y cultura, contrasten con
aquellos valores. El sujeto que obra sería responsable de la consecusión de los valores que se
persiguen, pero segúun un doble aspecto, en efecto, los valores o bienes implicados en un acto
huamno, sería, desde un punto de vista, de orden moral (con relación a valores propiamente
morales, como el amor de Dios, la benevolencia hacia el prójimo, la justicia, etc) y ,de otro, de
orden pre-moral, llamado también no-moral, físico u óntico (con relación a las ventajas e
inconvenientes originados sea a aquel que actúa, como a toda persona implicada antes o
después ,como por ejemplo la salud, o su lesión, la integridad física, la vida, la muerte, la
perdida de bienes materiales, etc).
..,.la moralidad del acto se juzgaría de modo diferenciado, su bondad moral sobre la base de la
intención del sujeto, referida a los bieens morales, y su rectitud sobre la base de la
consideración de los efectos o concecuencias previsibles y su proporción. Por consiguiente, los
comportamientos concretos serían cualificados como rectos o equivocados sin que por esto sea
posible valorar la voluntad dela persona que los elige como moralmente buena o mala....Sobre
la especificidad moral de los actos, esto es, sobre su bondad o maldad, existirá exclusivamente
la fidelidad dela persona a los valores más altos de la caridad y del prudencia, sin que esta
fidelidad es incompatible necesariament con decisiones contrarias a ciertos preceptos morales
particulares. Incluso en materia grave, estos últimos deberán ser considerados como normas
imperativas siempre relativas y susceptibles de excepciones. (75)

IV. PREGUNTAS

¿Cómo se explican los cambios en el juicio moral de la poligamia, la escalvitud, la


libertad religiosa, el cobro de intereses)
Ver Ley de la gracia (31).

¿No son aceptables como «premorales» el matar, el apropiarse de lo ajeno, etc. en la


mutua agresión, guerra, pena capital, extrena necesidad, etc?
No. ver lo tratado anteriomente.

Das könnte Ihnen auch gefallen