1. ENSAYO.

Tradicionalmente y siguiendo las enseñanzas de nuestros antepasados, se incurre

en un dilema a veces de carácter tan crítico como la decisión de conservar una
vida o no. Se refiere en el ejemplo en particular de la eutanasia, donde los
conceptos y razones de la sociedad obviamente se verán divididos: los que
piensan que lo más lógico de la idea sería apoyarla y los que piensan que según
los regímenes de la ética, esto ni siquiera debería considerarse.

A raíz de esto, puedo ver dos puntos de vista, igualmente valiosos para una
sociedad (ya que en estos casos prefiero mantener un punto neutral). Por lo que
es evidente, las consecuencias de apoyar un punto u otro es definitivamente
radical y en algunos casos complejo, ya que muchas personas, sólo por dejarse
llevar de lo que opina el pueblo, simplemente dicen “SI” sin tener unos
fundamentos y unos soportes (al menos una base sólida) para defender su idea.
Pero éste no es el caso, a menos que deseemos extendernos en el campo de la
lógica.

Cuando una persona apoya una decisión o una idea, como lo es la ejecución de la
eutanasia en los seres humanos, puedo deducir que su punto de vista tiene un
enfoque más lógico que ético, pero no por ponerme de un lado u otro, insisto, sino
porque la lógica normalmente nos dictaría algo, como “es lo correcto, y es
mínimamente instintivo, el hecho de que si una persona no está en sus completas
capacidades para desarrollar sus actividades de una manera natural, por ende,
más bien sería una manera “antinatural” de llevar una vida “digna” y “justa”, donde
ya deja de ser su vida para convertirse casi que literalmente en la vida de alguien
más, que en estos caso, esa vida de alguien más, no es nada más y nada menos
que la persona que se encarga de sus cuidados y de que su sufrimiento no sea
tan insoportable”.

Por el contrario la ética nos dictaría algo como “la preservación de la vida por
instinto de supervivencia”, no importa cuán enfermo esté, ni los dolores tan
profundos que padezca el humano en relación con su existencia, es simplemente
una cuestión ética (y a estas alturas hasta de cuestión ideológica, ya que el mismo
cristianismo pronuncia como pecado el acto de terminar con una vida no
importando las condiciones de la misma), lo que defiende la moral y la ética en
cuanto a esto es simplemente el mismo derecho a la vida que hasta en la misma
constitución política es establecido como un derecho natural de los seres
humanos, ya que la vida debe ser “perpetua hasta que Dios designe lo contrario”,
y es aquí donde más que una cuestión ética se convierte en cuestión ideológica,
ya que en la sociedad católica o religiosa, jamás sería aceptable el hecho de que
el hombre tuviera en su poder la decisión de terminar con una vida por propia
decisión y no por un designio divino, ya que entraría entonces el conflicto de que
el hombre quiere retar a Dios y de alguna forma igualarse a él por el hecho de
manejar la vida y la muerte a su antojo.
Pr último me gustaría plantear una cuestión más bien de tipo personal y más a
modo de reflexión para cada uno: Si estuvieras en un punto crítico en tu vida, en el
cual no puedes ni siquiera alimentarte por tus propios medios, o si alguien de tu
familia se encontrara en un punto (suponiendo un coma), ¿qué decidirías con
respecto a la eutanasia?, Defiende los puntos tanto desde un punto de vista ético
como desde un punto de vista lógico, pero más que todo, con la vida en tus
manos, siendo responsable y consecuente con tu decisión.

2. ¿QUE NOS LLEVA O NOS IMPULSA A LA BUSQUEDA DEL PLACER?

Desde el punto de vista epícureista podemos ver que no hay nada fuera de lo real
y que la felicidad es el fin último de todo hombre, viéndolo desde lo sensual y lo
materialista. Además podemos decir que para ser feliz solo se necesita ser uno
mismo y disfrutar la vida tal y como es, donde cada uno es libre de hacer lo
necesario para complacer sus necesidades de tipo epícureista.

Con esto también se da a entender que la felicidad, la ausencia del dolor y la

muerte son la privación de los sonidos, así como la vida está en las cosas que me
hacen feliz y que gracias a ellas puedo ser una persona, que por muchos errores
que haya cometido tengo todo lo necesario para sobrevivir en este mundo de
gente que solo piensa en todo lo material y que creen que sin eso no son nadie y
no pueden hacer parte de esta sociedad.

Por otra parte, podemos decir que hoy en día vivimos en una sociedad de
consumismo donde cada uno pretende hacer y tener lo del otro o lo de
los demás solo porque creemos que son necesarios e indispensables para nuestra
vida cuando la verdad lo único que estamos haciendo es mantener una igualdad y
tener una imposición de moda que la verdad no nos lleva si no a ser igual que
los demás.