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OBSERVACIONES A LA PRUEBA

S. J. L. POLICIA LOCAL DE PROVIDENCIA (2°)

Luis Nicolás Rojas Bueno, apoderado, por el denunciante infraccional y


demandante civil, en los autos sobre daños en vulneración a los derechos del
Consumidor, caratulados “REINOSO CON INSTITUTO PROFESIONAL IPG
S.A.”, Rol N°26554-E-2014, a US respetuosamente digo:
Que atendido el mérito del proceso, vengo en solicitar a SS. tener presente
las siguientes consideraciones de hecho y de derecho al momento de fallar los
hechos controvertidos de la presente causa.

I.- EN CUANTO A LOS RELATOS DE LAS PARTES


Respecto de la contestación de la denuncia infraccional:
La denunciada, señala que este proceso se basa en un ”mal entendido”,
ya que el proceso académico del denunciante se encuentra vigente y que sólo
existe una mala comprensión entre las partes.
No ha existido confusión ni falta de entendimiento; el denunciante ha
entendido claramente la negativa del Instituto IPG a proseguir su proceso de
titulación y a cumplir con una de las obligaciones que emanan del contrato que
es la de entregarle el Titulo y grado profesional a que se comprometió.
Tal es así, que luego que su trabajo de titulación le fuera devuelto, en numerosas
ocasiones se dirigió a la autoridad académica correspondiente sin recibir
respuestas satisfactorias; y ya agotado de la falta de atención como alumno, es
que decide ejercer sus derechos como consumidor.
La denunciada señala, que el proceso académico del denunciante se
encuentra vigente; respuesta totalmente contradictoria con los hechos en autos;
toda vez que Don Juvenal Reinoso tiene en su poder el proyecto de Titulación
que presentó y entregó el año pasado al Jefe de carrera correspondiente; que le
fue devuelto precisamente por la Sra. Riveros a la sazón Jefa de la carrera
respectiva.
Con esta respuesta sólo pretende evadir la responsabilidad infraccional y
civil que le cabe en autos.
La denunciada ofrece la continuidad de su proceso de titulación en el
Instituto IPG, pero hay un dato trascendente dentro de toda esta situación, que
sirve para resolver la base de este conflicto; es imposible que mi representado
continúe su proceso de titulación en dicho establecimiento, ya que
ACTUALMENTE, EN EL INSTITUTO PROFESIONAL IPG NO SE IMPARTE
LA CARRERA DE INGENIERÍA EN EJECUCIÓN ELECTRÓNICA.
En consecuencia, la denunciada de autos, tratando de evadir la
responsabilidad que le compete, no puede pretender aminorar ni menos lograr
evadir su responsabilidad ofreciendo una especie de “reincorporación” al
establecimiento, pues ya NO imparte dicha carrera. De hecho, no aparece esta
carrera enlistada en la página web que dicho establecimiento mantiene en
Internet.
Es ilógico, que la contraparte arguya a que se produciría un

“enriquecimiento sin causa”, ya que en estos autos, hay una causa de pedir
objetiva, que el enriquecimiento que señala la contraparte no es tal; sino que
se trata en este caso de una INDEMNIZACIÓN COMPENSATORIA pues mi
representado tiene un daño efectivo causado, constituido por el daño emergente
y, el daño moral, que viene a resarcir las molestias causadas a mi representado
además de compensar en dinero su tiempo invertido en este esfuerzo
académico frustrado y además, le permiten cubrir con dicho perjuicio, el costo que
tendrá que soportar para estudiar en otra institución profesional de la misma
categoría que la denunciada.
Además, alude a que no proceden en autos los requisitos específicos de la
responsabilidad extracontractual, alegación totalmente incoherente ya que, en el
caso en comento, estamos frente al incumplimiento de un contrato de prestación
de servicios educacionales, del cual, la propia ley especial 19.496, establece el
régimen de responsabilidad en su artículo 3 letra e), el cual señala que es derecho

de todo consumidor, la adecuada y oportuna reparación de todos los daños


materiales y morales en caso de incumplimiento de
cualquiera de las obligaciones contraídas por el proveedor o
prestador de un servicio.

En cuanto a los requisitos de responsabilidad, solamente se establece que el


consumidor deberá probar el vínculo contractual que lo une con la denunciada
(infractora), la infracción cometida y el daño producido.
En consecuencia, las alegaciones referentes a la procedencia de los daños por parte
de la denunciada, son erradas y por sí, manifiestan un yerro jurídico, el que no
puede ser bajo ningún parámetro, aplicado al juicio que se está ventilando.
Todo esto SS., se desprende de la mera lectura del artículo 50 inciso final, el que
preceptúa: “ Para efectos de determinar las indemnizaciones o reparaciones que
procedan, de conformidad a las normas señaladas en el párrafo 2° de éste título,
será necesario acreditar el daño y el vínculo contractual que liga al infractor y a los
consumidores afectados”. En consecuencia, el legislador en la Ley 19.496, en sus
artículos 3 letra e) y 50 inciso final, estableció un régimen particular de
responsabilidad y los requisitos de procedencia de éste.

En cuanto a la supuesta toma de carga académica, la contraria trata de desvirtuar


la responsabilidad que le cabe en autos, ya que de la sola lectura de los correos
electrónicos, SS. notará que su proceso de convalidación se encontraba perfecto, es
más, el propio director nacional, con fecha 17 de Octubre del 2013, le envió la pauta
para el informe final de práctica, en consecuencia, al haberle enviado esta pauta,
lógicamente, mi representado tenía todas sus asignaturas cursadas y aprobadas, en
lo que respecta a la malla curricular que cursó.

En consecuencia SS. la demandada no puede pretender eximir la responsabilidad


infraccional, señalando que hubo una “mala interpretación por parte de mi
representado”, ya que ellos mismos SS. tienen registro del correo electrónico,
domicilio y número personal del Sr. Reinoso, con el cual, perfectamente se podrían
haber comunicado con él para que continuara con dicho proceso.

II.- EN CUANTO AL PERJUICIO MORAL Y PATRIMONIAL CAUSADO:


Hecho no controvertido, es el daño emergente que se le causó a mi representado,
quien desembolsó y se desprende de los documentos acompañados, los siguientes
montos:
$800.000 por las 5 cuotas establecidas en el pagaré y $14.400 por el cobro de
cobranza por estar en mora en el pago de su cuarta cuota, el que fue pagado y
cobrado en un solo comprobante que se acompañó en la oportunidad procesal
pertinente.

Actualmente, mi representado necesita terminar su ingeniería en ejecución en


electrónica, para lo cual, deberá desembolsar de su bolsillo a lo menos $2.000.000,
por ejemplo, en el instituto DUOC UC, el que se desglosa en $90.000 por
concepto de matrícula y $190.000 el que se paga en 5 mensualidades, por año.
Dicha carrera en el Instituto DuocUC, dura dos años, por lo que el gasto que
deberá soportar mi representado, será por lo menos de $2.000.000.
La compensación del daño moral, vendrá en reparar las molestias y, además SS. le
servirá a mi representado para contratar nuevamente un servicio educacional con
otro instituto profesional del mismo nivel que el de la denunciada. Mi
representado, tendrá que estudiar dos años para obtener su ingeniería en ejecución
electrónica y consecuentemente con ello, nuevamente desembolsar en gastos
económicos, materiales y lo más importante aún, su disponibilidad y tiempo.

Tal así, es el sentimiento de apego y vocación que mi representado sentía por su


ingeniería en ejecución en electrónica, que mientras estaba en el Instituto IPG, en
Octubre del 2013, entregó su informe final de práctica de Tesis, esto queda
demostrado en el documento que se acompañó en el comparendo de estilo.

III.- EN CUANTO AL DERECHO ADQUIRIDO DEL CUAL ES DUEÑO MI


REPRESENTADO.

Mi representado, según lo establecen las normas de la Ley 19.496, contrato un


servicio con un proveedor, que de acuerdo al giro de su naturaleza, presta servicios
educacionales.
El derecho que él tiene por sobre ese tipo de servicio, es un derecho absolutamente
adquirido, personalísimo, el derecho de propiedad, por el cual pagó un precio
($800.000 más la cuota de honorario de cobranza $14.400).
En consecuencia y, como lo establece la legislación nacional, no se le puede privar
arbitrariamente del uso y goce de dicha facultad inherente que él tiene; el derecho
a la educación, mediante un contrato entre privados, en el cual, quien presta el
servicio, está obligado a respetar y cumplir a cabalidad las condiciones ahí
estipuladas.

IV.- EN CUANTO A LA PUBLICIDAD ENGAÑOSA E INDUCIR A


CONTRATAR UN SERVICIO QUE NO EXISTE ACTUALMENTE, COMETIDA
POR LA DENUNCIADA Y LOS MEDIOS DE PRUEBAS INCORPORADOS.

En autos, quedó demostrado el vínculo que une a mi representado con el Instituto


Profesional IPG, el cual es, contrato prestación de servicio educacional, por la
carrera de Ingeniería en Electrónica.
Por otra parte acompañó un historial curricular sin ninguna autenticidad, el que
perfectamente puede ser alterado, para ser usado en desmedro de mi
representado, además acompañó copia del reglamento por el que se regía mi
representado. Ambas copias, carecen de toda autenticidad, en la cual, ni el rector ni
director institucional, firman ni timbran para dar fe, de los hechos que ahí se
describen.

La práctica que ejecuta la denunciada de autos, atenta y vulnera gravemente los


derechos no solamente establecidos en la Ley 19.496, sino que también en la
Constitución Política de la República y el Código Civil; ya que por una parte,
arbitrariamente se le suspende y paraliza las obligaciones que emanan del contrato
de prestación de servicio educacional, por otra, atenta contra su derecho de
dominio sobre el mismo, el cual es personalísimo y se encuentra adquirido de
pleno derecho.
Entonces, la denunciada, infringe las normas del artículo 24 inciso primero y
segundo, 25, 28 letra b y 50 de la Ley 19.496, en consecuencia, se le solicita a SS.,
aplicar el máximo de multas que establecen dichos preceptos legales, esto es, 50
U.T.M por la infracción del artículo 24, 750 U.T.M por la infracción al artículo 24
inciso segundo y 150 U.T.M. del artículo 25 por suspender y paralizar sin
justificación el servicio contratado.

POR TANTO, en mérito de lo expuesto;


SOLICITO A SS: Tener presente los hechos y circunstancias descritos
anteriormente al momento de sentenciar.

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