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E L PEREGRINO

Sobre los peligros que encierran las desiciones de abrir la caja de los
recuerdos, Alfredo solo supo sopesarlo cuando ya las cosas habían tomado
un rumbo que el nunca había calculado y los hechos habían escapado de su
control, era la hora del retorno, desandar la empolvada ruta que casi sin huellas,
un día iniciara sin mirar para atrás.
Alfredo provenía de una familia de clase media acomodada, su
padre,
dueño de tres almacenes, vivía imbuido en sus negocios y su madre alternaba
su
tiempo entre el centro de damas, peluquería, la agobiante tarea de gobernar la
casa,
mantener a raya a sus tres hijos y acompañar a su esposo an reuniones en la
sociedad viñamarina.
El muchacho terminó exitosamente sus estudios secundarios y se
trasladó a
Santiago a estudiar Arquitectura en la Universidad de Chile. Los tiempos que
corrían
por los años setenta, no eran los mas propicios para dedicarse a los estudios,
la
turbulencia y la movilización de los estudiantes que reclamaban los grandes
cambios
que transformarían al país y al mundo entero.
El joven estudiante, sin proponérselo fue haciéndose parte de esta
verdadera
fiebre de ser actor y responsable de esta maravillosa experiencia de atacar los
molinos
de viento de una vieja sociedad que se estaba quedando en el tiempo, los
jóvenes tomarían
en sus manos los destinos del mundo, prueba de eso eran los grandes
movimientos estudiantiles
de los años sesenta y ocho en Francia y los grandes movimientos contra la
guerra en los
Estados Unidos.
Esta nueva situación le permitió a Alfredo, ver un mundo que
jamás había conocido,
la pobreza dura de los campamentos de la periferia de la capital, la orfandad
en que Vivian miles
de jóvenes sin esperanza y tantas manos de obreros sin ocupación.
Sin darse cuenta, el tercer año de arquitectura lo encontró sumido
de lleno en la
lucha social, pero sin abandonar sus estudios, la constante practica de la
comunicación
lo habían transformado en un fogoso orador y líder en su centro de
alumnos .La elocuencia de
sus discursos ayudaba a sumar más y más jóvenes a la causa.
Su vida había dado un giro enorme y ahora veía a sus padres
como seres
lejanos que se aferraban a los viejos dogmas e impermeables a los cambios
que llegarían,
ahora las discusiones prolongaban la sobremesa cuando viajaba a su casa y
nunca terminaban en
acuerdos, el padre se levantaba de la mesa y la madre se desesperaba
tratando de calmar los
ánimos sin resultados prácticos, sus otros dos hermanos guardaban silencio,
con un poco
de sana envidia por Alfredo que veía tan clara la situación y que con tanta
fuerza defendía
y de laque ellos estaban tan lejanos ya que ellos estudiaban en Viña del
mar en colegios privados
y protegidos por sus padres.
A principios del año lectivo.del setenta y tres, las cosas se
presentaron duras,
las huelgas y tomas de facultades se sucedían una tras otra y las clases se
veían interrumpidas
por mítines y marchas en contra o a favor del gobierno, los militares
estaban inquietos y los
empresarios, con el pretexto de falta de materias primas , dejaban sin
trabajo a miles y miles
de trabajadores. Algo muy gordo se estaba incubando, esas cosas en vez
de aplacar a los
estudiantes, les daban mas argumentos para marchar, corrientes políticas
de extrema izquierda
lo contactaban permanentemente para ofrecerle un lugar en sus frentes de
lucha, pero Alfredo
se mostraba impermeable a estos ofrecimientos, pensaba que su
independencia política le
daba autoridad para criticar las cosas malas que por ambos lados se
producían, no le agradaba
la violencia, sus armas eran el convencimiento racional de las gentes,
respaldadas por la
responsabilidad en su accionar.
Compartía en Santiago un pequeño departamento en un edificio
en Providencia con
otros tres compañeros de facultad, dos provenían del sur y el otro venía
de Antofagasta
y todos ellos pertenecían a células clandestinas del MIR y se estaban
alejando progresivamente
de sus estudios para dedicarse totalmente a la política, entre todos
existía cierto respeto
y cohabitaban sin problemas dedicados cada uno a sus
actividades.Alfredo asistía
regularmente a clases y hacía trabajos voluntarios en poblaciones
marginales.
El odio entre chilenos estaba llegando al clímax con diarios
enfrentamientos a lo
largo de todo el país. La verdad es que se estaba sufriendo un grave
quebrantamiento
de la civilidad. Los atentados extremistas eran pan de cada día, ya de
extrema izquierda
ya de extrema derecha y el acaparamiento de los productos básicos
alentados por grandes
compañías, tenían como consecuencia, el desabastecimiento en las
poblacione. La lucha
de las autoridades por revertir estas anomalías, se estrellaba contra el
muy bien
organizado plan de la derecha financiado y dirigido por la CIA para
poner de rodillas al
país y hacer fracasar al gobierno. Enormes colas se veían en todas
partes para
adquirir algun producto alimenticio y el nefasto mercado negro sentó
sus reales
en el país.
Terribles crímenes políticos ponían la nota trágica en el
quehacer nacional y
en los barrios altos de Santiago en donde vivían altas autoridades
militares, las
mujeres pudientes arrojaban trigo a las casas de los oficiales ,
acusándolos de
gallinas.
El día 11 de Septiembre se produjo el golpe, Alfredo, ese día se
proponía
Visitar una población donde hacía trabajos voluntarios, pero al salir
del departamento
Vio extraños movimientos de camiones militares con tropas, esto lo
preocupó sobre manera
Y llamo a un compañero en la universidad, este le respondió en pocas
palabras que
Había tropas rodeando la Moneda y al Congreso, quiso inquirir mas
detalles pero
Ia comunicación se cortó. El muchacho optó por quedarse en el
departamento junto
A sus compañeros para esperar alguna llamada telefónica y ver
axiones a seguir
Mientras tanto tenían la oreja pegada a la radio.
A las ocho treinta minutos empezaron a difundir los bandos
militares de los
Golpistas, y una voz sin matices, exigía la rendición del presidente y
que todas las
Radioemisoras del país a colgarse de la cadena nacional. El
presidente de la república
Lanzó un último y dramático llamados a los ciudadanos a actuar con
tranquilidad y
Él se comprometía a cumplir con su deber. Esta arenga fue
transmitida por una radio
Adepta al gobierno y minutos mas tarde, un avión descargó sus misiles
contra la antena
De la emisora acallándola definitivamente.
E n el curso de la mañana, la balacera en la Moneda y sus
alrededores transformó
Las calles en un infierno, nadie en el interior del palacio pensaba en
la rendición, asta que
Llegó el caza de la fuerza aérea y lanzó misiles contra el histórico
edificio que al rato
Estaba abrazado en llamas.
Los trágicos hechos se sucedieron como una maldición. El
presidente pidió a sus
Colaboradores abandonar el edificio y posteriormente se suicidó.
Los objetivos militares se estaban cumpliendo y en los días
siguientes, miles
Y miles de politicos, estudiantes, trabajadores,dirigentes vecinales y
sindicales fueron
Apresados y encerrados en cuarteles y estadios a la espera de ser
interrogados bajo
Tortura para hacerlos declarar supuestos programas de aniquilación a
los opositores
Al regimen. A las unidades militares llegaron las tristes listas de las
personas requeridas
Por el ministerio del interior y ahí empezo la peor cacería humana
que Chile conociera.
Las radio emisoras difundían todo el día, bandos con largas listas de
personas que
Debían presentarse en el ministerio o unidades policiales, la tortura
y los ajusticiamientos
Sumarios cubrieron al territorio con un sudario de dolor.
Al quinto día del golpe. Alfredo se estaba bañando en el
departamento cuando
Un compañero golpeó desesperadamente la puerta del baño,
Alfredo, abrió y el compañero
Palido por los nervios, l informó que su nombre había sido
mensionado entre la personas
requeridas

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