Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
El grupo de los veinte países más industrializados del mundo concluyó este
domingo la cumbre que se llevó a cabo en Canadá. En el encuentro se acordó
que es necesario realizar políticas de ajuste sin dañar el crecimiento
económico.
La interrogante es saber si los miembros del G20 lograran este fin de semana
limar sus diferencias y llegar a acuerdos concretos o saldrá de su Cumbre con
más retórica, la que no ayuda a restablecer los equilibrios perdidos y restaurar
el crecimiento de la economía mundial. En realidad el panorama es
complicado, los miembros del G20 tienen temas de debate extremadamente
difíciles tanto en el plano macroeconómico, como el de la regulación y
supervisión financiera, si en verdad quieren poner fin a la crisis.
En el seno del G20 afloran las discrepancias sobre qué hacer frente a la crisis.
Pues si bien, en los Estados Unidos el presidente Obama, preocupado por el
crecimiento de su economía que apenas lo hizo en 2.7% en el primer trimestre
de 2010, producto de la reducción del consumo de los hogares y las empresas,
propone continuar estimulando el gasto para evitar dañar la recuperación
económica mundial y en su carta enviada a los mandatarios del G20, señala
que sería un error socavar la recuperación mundial con una política de
austeridad precipitada, calificando de constructiva la decisión del gobierno
chino al flexibilizar su política cambiaria y poner fin a la indexación del yuan
respecto al dólar; por otro lado los mandatarios europeos parecen tener su
propia estrategia y preocupaciones, pues prefieren seguir apostando por la
reducción del gasto público para disminuir el déficit y la deuda pública de los
gobiernos, lo que implica restringir el gasto público y el consumo.