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Argentina
Marta Lambertini
3 de diciembre de 2019
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Biografía 2
Estilo 2
La cita 3
Los espejos 4
El humor 5
Escritura en estratos 6
Uso de técnicas extendidas en la escritura instrumental 8
Escritura vocal: uso innovador del lenguaje 8
Óperas de cámara 9
Alice in Wonderland (1989) 9
Hildegard (2001) 10
¡Cenicientaaa..! (2006) 11
Bibilografía 13
Artículos y sitios web 13
Entrevistas 14
Partituras 14
Grabaciones 14
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Biografía
Marta Lambertini (13 de noviembre de 1937 - 25 de marzo de 2019) nació en San Isidro, Buenos
Aires. Estudió en la Universidad Católica Argentina con Roberto Caamaño, Luis Gianneo y
Gerardo Gandini, graduándose en 1972. Continuó sus estudios de música electroacústica
mediante una beca otorgada por el CICMAT (Centro de Investigaciones en comunicación
Masiva, Arte y Tecnología) con Francisco Kröpfl, Gerardo Gandini, José Maranzano y Gabriel
Brncic. Realizó estudios complementarios de Introducción a la Musicología, Organología, Canto
Gregoriano, Etnomusicología, Folklore y, asimismo, realizó investigaciones de campo de la
música de los Tobas y Mocovíes en la provincia de Chaco.
Como instrumentista, realizó estudios de flauta con Jorge Caryeski, Bruno Bragato y Patricia Da
Dalt.
Compuso obras en una gran diversidad de géneros: música sinfònica (Galileo descubre las
cuatro lunas de Júpiter, Antígona II, Ángel Apasionado II), de cámara (Reunión, Looking-glass
house, Una ofrenda musical) , para instrumento solista (Goofus bird, Humpty Dumpty) , coral
(Tres canciones de cuna, Nocturno) , y ópera de cámara (Alice in Wonderland, Hildegard,
¡Cenicientaaa...!, Alice through the looking-glass), género en el que se destacó especialmente.
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Estilo
La cita
Fue Gandini el que, con una fórmula particularmente ingeniosa, habló de los
compositores “del lenguaje” y los compositores “de la materia” para establecer una
divisoria en la música argentina de la segunda mitad del siglo XX. Dentro de esa lógica,
los primeros parten de la base de que la música no sólo es un lenguaje y por lo tanto un
hecho discursivo, sino también que ese lenguaje está hecho de otros lenguajes y que la
historia de la música forma parte de los materiales de la música, mientras que los
segundos (los de "la materia”) presuponen una percepción más fisicalista y directa del
sonido. Sin duda Marta Lambertini fue, junto con Gandini, una de las figuras más
eminentes entre los compositores “del lenguaje”.
Entre esos materiales provenientes de la historia de la música, las obras de Mozart tuvieron un
rol fundamental en la obra de Lambertini. Por ejemplo, utilizó fragmentos del cuarteto de
cuerdas K. 458 La Caza en varias de sus obras: Ángel Apasionado II (2006) para orquesta
sinfónica (2006) y Reunión (1994) para piano y cuarteto de cuerdas (en esta obra, además, las
citas se extienden más allá de la música, en tanto reelabora musicalmente el cuento “Reunión” de
Julio Cortázar). Más allá de las citas puntuales, Mozart sobrevoló varias de sus obras a modo de
inspiración: Così fan tutte era la ópera preferida de Lambertini, y el uso de los recitativos en
varias de sus óperas de cámara puede rastrearse en esa predilección.
Otras citas dignas de mención están relacionadas con el madrigal: en Galileo descubre las cuatro
lunas de Júpiter (1985), para orquesta sinfónica, el madrigal Moro, lasso, al mio duolo de Carlo
Gesualdo aparece citado y, también, da estructura a la obra; en la ópera de cámara Alice in
Wonderland (1989) se cita textualmente un fragmento del madrigal In un boschetto de Luca
Marenzio, aunque coloreado con comentarios instrumentales en otra tonalidad.
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umpty Dumpty (2009), para
Pero Lambertini también dialogaba con la historia reciente: en H
clarinete bajo, cita una serie incluida en Il canto sospeso (1956) de Luigi Nono, que
analizaremos en la sección siguiente.
Los espejos
Lambertini sintió siempre fascinación por los espejos. Su gusto por las novelas de Lewis Carroll
es una muestra de ello: la novela A través del espejo y lo que Alicia encontró allí le inspiró varias
obras, entre ellas la ópera de cámara Alice through the looking-glass (2015) y Looking-Glass
House (2007), para flauta, viola y arpa. En esta última obra plasma el concepto del espejo en la
escritura musical: a partir del compás 80, aproximadamente la mitad de la obra, se inicia una
retrogradación.
En Humpty Dumpty (2009), como mencionábamos antes, la compositora cita una serie de Luigi
Nono. Es la siguiente:
Esta serie posee una gran cantidad de características especulares. Inclusive se podría
decir que lo es en todos sus aspectos, como si fuera una “habitación llena de espejos”
[como señaló la propia compositora en un seminario en 2009] (...). Es una serie que, en
sus distintas versiones (retrógrada, invertida o retrógrada-invertida), conserva las mismas
propiedades. (p. 195)
También puede rastrearse su gusto por los espejos en Goofus bird (1999) para clarinete solo,
inspirada en El libro de los seres imaginarios de Jorge Luis Borges. Se trata de un ave
mitológica de los Estados Unidos que construye su nido al revés y vuela hacia atrás.
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El humor
Lambertini tenía un gran sentido del humor, tal como atestiguan sus alumnos -fue una docente
muy querida por varias generaciones de estudiantes- y como podía apreciarse en sus
publicaciones en redes sociales y en las entrevistas que brindaba. Así es que, por ejemplo,
consultada sobre la difícil relación del público con la música contemporánea, señalaba que
“siempre les digo que uno es lo que come, y si comen un poquito más de postre contemporáneo,
van a estar más gorditos y más lindos” (Baldini, 2018). Sobre su relación con el humor afirmaba:
Me considero una persona con sentido del humor. Es un rasgo que tenemos todos sin
excepción en mi familia: primos, tíos, sobrinos etc. (...) Creo que inevitablemente se
traslada a la música. Pero ojo, no es un humor que se ríe de cualquier cosa, a veces para
conservar el sentido del humor hay que poner la cara muy seria. Yo te lo definiría con
otra palabra más justa: absurdo. De ahí mi amor por Lewis Carroll, mis Alicias. El hecho
de poder mantener una seria discusión sobre lingüística con un huevo que parece saber
mucho del tema, o con una muy filosófica oruga, rebasa toda expectativa sobre el
absurdo. En ese lugar elijo vivir. (Baldini, 2018)
Este traslado del humor a la música constituía una de sus formas de dialogar con la historia
musical. Así, por ejemplo, en la escena de la entrada de la reina en Alice in Wonderland recurre a
una versión deformada de la marcha Pompa y circunstancia, de Edward Elgar, que incluye
también un guiño a los intérpretes: la indicación de carácter de la sección es Más bien
maestosito, pero con gracia:
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Alice in Wonderland (1989), cc.778-779
Escritura en estratos
Lambertini utiliza frecuentemente la escritura en estratos en sus óperas de cámara. Este recurso
le permite crear un universo sonoro de considerable complejidad aún contando con un orgánico
reducido.
Podemos citar como ejemplo la sección inicial de Alice in Wonderland, en la cual la compositora
utiliza una escritura en tres estratos: piano y trío de vientos (flauta, oboe y clarinete), utilizando
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el recurso de enmascaramiento; trío de sopranos (los personajes de Alice, Edith y Lorina); y
barítono (Carroll).
Es frecuente, además, que al menos uno de los estratos utilice un ostinato, recurso que contribuye
a “llenar” la textura. En Alice through the looking-glass (2015), obra en la que el conjunto
instrumental está reducido a una mínima expresión (flauta y guitarra), es frecuente que al menos
uno de los dos instrumentos esté tocando un ostinato.
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Uso de técnicas extendidas en la escritura instrumental
Lambertini suele mezclar varios idiomas en sus obras. Ya en Alice in Wonderland (1989),
comienza utilizando el inglés pero, a poco de transcurrida la obra, aparece el italiano en los
recitativos, y luego el español hablado con acento inglés, e incluyendo palabras inventadas. Este
último recurso es luego ampliado magistralmente en ¡Cenicientaaa...! (2006), donde la propia
compositora escribió el libreto en un idioma totalmente inventado por ella. Asimismo, recurre al
lenguaje de la historieta mediante el uso de onomatopeyas.
Dedicaremos la siguiente sección a analizar algunas de sus óperas de cámara, donde el uso de
este recurso aparece frecuentemente.
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Óperas de cámara
Con Alice quise hacer una ópera sobre la ópera, remitiendo al género y sobre todo a mi
ópera preferida, Così fan tutte de Mozart. Recurrí a mi museo musical imaginario, que
aparece llamado por el propio discurso. (...). El género no puede ser resucitado como
clásico, se puede aludir a él, pero eso no es parodia, es alusión, recreación. De allí que
uso el clavecín, el italiano o el dramatismo del recitativo. Aparte de la mirada tradicional
sobre la ópera, hay otra actualizada que evoca y alude. El género evoluciona como
representación dramática dentro de la música, a través de ella. Desde Monteverdi se vino
modificando. ¡Es el drama puesto en música! (Andreoli, 2013)
Alice in Wonderland constituye, además, un ejemplo notable de economía de recursos: los cinco
cantantes representan diferentes personajes a lo largo de la obra; “fue una solución novedosa
provocada por la escasez” (Andreoli, 2013).
En esta obra aparecen varios de los rasgos que característicos de la escritura de Lambertini:
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● Uso de onomatopeyas:
● Uso de citas: tal como mencionábamos antes, hay citas textuales a Pompa y
Circunstancia de Edward Elgar, al madrigal In un boschetto de Luca Marenzio, e incluso
una breve cita del ostinato de la Danza de las adolescentes de La consagración de la
primavera, de Igor Stravinsky.
Hildegard (2001)
Hildegard fue compuesta por encargo del Centro Experimental del Teatro Colón. Está escrita
para nueve voces (tres sopranos, dos mezzo sopranos, un tenor y tres barítonos), flauta, clarinete,
percusión, piano, vibráfono, violín, cello y contrabajo. El libreto es de Elena Vinelli.
La obra realiza una semblanza -muy personal- de Hildegard von Bingen (1098-1179), abadesa de
extraordinaria cultura e influencia en su época. Lambertini señala que Hildegard, en vida, "tuvo
un poder enorme. Fue abadesa de un convento creado por ella misma. Es la única mujer que
predica y también se cartea con los papas y los príncipes y se atreve a discutir y reprenderlos".
(La Nación, 2002).
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Hildegard, además, tenía otro rasgo excepcional: tenía visiones. La influencia borgeana aparece
aquí en un giro magistral del libreto: los monjes rivales, que la espían para descubrir el secreto de
su poder, en un momento se dan cuenta de que son parte de esas visiones. Es una sutil aparición
del humor en una ópera que, por lo demás, está entre las más “serias” de su producción.
Hay escenas en las que el decorado es la propia música: a este respecto la compositora señala
que “en la primera escena hay un coro que canta fuera de escena un texto latino de Hildegard,
pero no con su música, sino con la mía, en el que apliqué ciertas técnicas a más de una voz que
se utilizaban en esa época. Sobre eso transcurre la acción” (La Nación, 2002).
En esta obra las citas musicales no son textuales: tal como ejemplifica Lambertini, “hay un coro
que está basado en una melodía de Hildegard, pero que es presentado en canon, con lo cual se
producen colores curiosos y novedosos, pero con un cierto color de época” (La Nación, 2002).
La escritura vocal, que en muchos pasajes aparece casi a capella, es la protagonista aquí. El uso
de campanas tubulares contribuye a la creación de una sonoridad mística, irreal, acorde a la
temática abordada.
¡Cenicientaaa..! (2006)
Para el libreto, basado en el cuento de Charles Perrault, Lambertini se inspiró en Mistero buffo,
el espectáculo de Darío Fo, donde este se expresaba en varios idiomas al mismo tiempo. La
compositora señalaba, dando una vez más muestras de su humor:
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Así, las hermanastras -de nombre Difteria y Malaria- le dicen a Cenicienta que les ponga “cintilla
y centollas” en la ropa. En la escena inicial, Cenicienta se lamenta:
Puede apreciarse que la compositora también incorporó onomatopeyas propias de las historietas:
"Cuando la madrastra Matroshka le da una cachetada a una de las hermanastras dice ¡Paff!,
cuando cierran la puerta dicen ¡Slam! o cuando se desmayan dicen ¡Plop!” (La Nación, 2008).
También usa el francés (en realidad, un pseudo-francés) para las escenas cortesanas: los nombres
de los personajes toman nombres de vinos, platos y postres: 'Duc de Saint Remy', 'Madame Vitel
Thoné', le 'Compte de Valmont' et le 'Compte de Beltour', la 'Marquise au chocolat' y 'Dom
Perignon’.
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Bibilografía
Andreoli, O. (25 de enero de 2013). Las maravillas del país de Marta Lambertini [Entrada en
blog]. El gran otro. Recuperado de
https://elgranotro.com/las-maravillas-del-pais-de-marta-lambertini/
Gagliani, N. (1 de octubre de 2015). Alice Through the Looking-Glass [Entrada en blog]. Música
Clásica BA. Recuperado de
https://musicaclasicaba.com.ar/blog/ver/181/Alice_Through_the_Looking_Glass
Monjeau, F. (26 de marzo de 2019). Adiós a una gran compositora. Clarín. Recuperado de
https://www.clarin.com/espectaculos/musica/adios-gran-compositora_0_9DKUiyRSK.ht
ml
Monjeau, F. (30 de marzo de 2019). Marta en el País de las maravillas. Clarín. Recuperado de
https://www.clarin.com/espectaculos/musica/marta-pais-maravillas_0_nniHml2E2.html
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Entrevistas
Baldini, Ch. (21 de octubre de 2018). Christian Baldini in Conversation with Marta Lambertini
[Entrada en blog]. Christian Baldini. Recuperado de
https://christianbaldini.blogspot.com/2018/10/christian-baldini-in-conversation-with_21.h
tml
Partituras
Grabaciones
Tellado, S. [Sebastián Tellado]. (16 de enero de 2019). Marta Lambertini : Alice Through the
Looking-Glass (2015) [Archivo de video]. Recuperado de
https://www.youtube.com/watch?v=rfMcu3ceDk8
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Alberico [Alberico]. (10 de agosto de 2017). Ópera "Alice in Wonderland", de Marta Lambertini
[Archivo de video]. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=iwdQf4FOb3I
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