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El polen es un superalimento con valores nutricionales muy completos y provechosos para la salud.
Entre estos, se destacan su capacidad para mejorar el rendimiento físico e intelectual, subir las
defensas y combatir los déficits nutricionales.
En este artículo, te explicamos qué es el polen, cuáles son sus beneficios y cómo tomarlo para que
el organismo lo asimile bien. Además, se enumeran algunas fórmulas terapéuticas que te ayudarán
a superar varios trastornos de salud.
El polen es un alimento que se recoge de la colmena de las abejas, las cuales lo toman de las plantas
y lo transportan a su panal en forma de gránulos anaranjados que elaboran ellas mismas. Se destaca
por contener casi todos los nutrientes que necesita el ser humano; es el único alimento que contiene
los 22 aminoácidos esenciales.
Vitaminas A, D, E, B1, B2, B6, ácido nicotínico, ácido pantonénico, C, K, colina y rutina. Es uno de los
alimentos más ricos en vitaminas que existen.
Minerales como oligoelementos: sodio, potasio, magnesio, calcio, aluminio, hierro, cobre, zinc,
manganeso, plomo, sílice, fósforo, cloro y azufre.
Enzimas: diastasa, amilasa, catalasa, diaforasa, pectasa, dihidrogenasa láctica, fosfatasa y sacarosa.
Aminoácidos: alanina, arginina, cistina, glicina, histidina, isoleucina, lisina, fenilalanina, triptófano,
etc.
Por otra parte, el polen contiene, de manera aproximada, un 25% de proteína y un 4% de fibra.
Mejora el sistema digestivo y combate la falta de apetito; además, favorece y regenera la flora
bacteriana intestinal.
Es un excelente suplemento protector para pacientes con cáncer que están sometiéndose a
quimioterapia o radioterapia.
Detiene la caída del cabello en algunos casos, gracias a su contenido en cistina, un nutriente que
aumenta el sistema piloso.
El polen es un alimento que, de consumirlo entero, nuestro cuerpo no lo digiere ni asimila, por lo
que no obtendríamos ningún beneficio para la salud. Por eso, es muy importante ingerirlo siempre
en polvo o bien en extracto líquido.
Como el polen suele venderse en gránulos, podemos molerlo nosotros mismos para tomarlo
mezclado, por ejemplo, con uno de los alimentos del desayuno. Muchos naturópatas y nutricionistas
recomiendantomar el polende manera regular en las épocas de cambio de estación, en especial en
primavera y otoño.
Cantidades recomendadas
Podemos empezar a consumir el polen en cantidad reducida, para ver cómo lo tolera nuestro
organismo, e ir aumentando de manera progresiva. Estas son las dosis diarias recomendadas de
polen para adultos y niños según su edad:
Adultos: Dos cucharaditas (16 g) de polen en polvo como tratamiento y una cucharadita y media (12
gr) como mantenimiento.
Podemos tomar el polen durante 20 días seguidos y descansar los 10 siguientes, y repetir según las
necesidades de nuestro organismo. El mejor momento del día para consumirlo es por la mañana,
en ayunas.
Alzhéimer: Tintura de propóleo, ginkgo biloba y polen. Para tomar en temporadas alternadas con
períodos de descanso.
Para mejorar la irrigación cerebral: Si queremos mejorar la circulación sanguínea en el cerebro, para
combatir problemas de concentración o memoria o los efectos del estrés, podemos tomar polen
junto con propóleo, ginseng, romero y rusco.
Anemia: Para terminar con la anemia de la manera más natural podemos prepararnos cada día una
ensalada de hojas verdes con germinados de alfalfa y polen molido aliñada con aceite de oliva, jugo
de limón fresco y una pizca de sal marina.
Cáncer: Para prevenir el cáncer e incluso reforzar las defensas si ya se padece esta enfermedad,
podemos tomar polen, propóleo, cardo mariano, lapacho rosado, shiitake y uña de gato.
Hipotensión: Para subir la tensión ligeramente, sobre todo en épocas de calor en las que nos
sentimos mareados y sin energía, podemos consumir polen y romero, uno u otro, o bien
combinarlos si fuera necesario.
Falta de apetito: Para quienes sufren falta de apetito o incluso para niños a los que les cuesta comer,
el polen está muy indicado, junto con la milenrama, la canela y el jengibre, que estimulan los jugos
gástricos.
Cuenta un antiguo remedio que, si nuestro organismo no reacciona bien al polen primaveral,
podemos tomar gránulos de polen masticados de manera muy gradual, a modo de un gránulo por
día. Con esto, nuestro cuerpo se irá acostumbrando a la polinización de las plantas.
En este sentido, la miel pura, que contiene también polen en muy pequeñas cantidades, puede ser
también un alimento que nos ayude a minimizar la reacción alérgica si la consumimos de manera
habitual.
Los apicultores que consumen polen de manera diaria han demostrado ser más longevos.
Para recolectar 1 kg de polen, la abeja tiene que hacer más de 60 mil vuelos hasta la colmena.
Por medio de la recolección del polen, las abejas aseguran la polinización de la mayoría de las flores,
así como la maduración de sus frutos.