Sie sind auf Seite 1von 5

PARADOJAS DE LAVIDA CRISTANA

Ref. Bíblica : Gálatas 2:20 TÍTULO: Cuatro paradojas de la vida cristiana

PROPUESTA: En este sermón, estudiaremos Gálatas 2:20 y notaremos las cuatro paradojas que contiene
para la vida cristiana: 1) Perpetuación: los muertos están vivos; 2) Identificación: no soy yo mismo; 3)
Ubicación: estoy en dos lugares al mismo tiempo; 4) Distribución: la vida viene dada por la vida
quitada.

OBJETIVO: Enseñar los sacrificios involucrados en la vida cristiana.

INTRODUCCIÓN:

1. Lea: Gálatas 2: 17-20 17Y si buscando ser justificados en Cristo, también nosotros somos hallados pecadores,
¿es por eso Cristo ministro de pecado? En ninguna manera. 18Porque si las cosas que destruí, las mismas
vuelvo a edificar, transgresor me hago. 19Porque yo 1) por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para
Dios. 20Con Cristo estoy juntamente crucificado, y 2)ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y 3)lo que ahora
vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, 4)el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

2. Sobre el texto:

1) Pablo acababa de decirles a los gálatas sobre el pecado de Pedro.

2) Su pecado surgió de su deseo de obedecer la ley de Moisés sobre la ley de Cristo.

3) Por lo tanto, Pedro era un hipócrita, porque estaba tratando de ser dos cosas a la vez.

4) Esto es ilustrativo del punto que los gálatas necesitaban prestar atención.

5) No podían volver a la Ley Antigua, porque ahora vivían en Cristo.

6) La muerte a la ley es vida para Dios, ¿cómo es esto posible?

7) A través de una comprensión adecuada de estas cuatro paradojas.

3. Perpetuación, Identificación, Ubicación y Distribución.

4. Definir paradoja. Dicho o hecho que parece contrario a la lógica. Expresiones que aparentemente parecen
contradictorias.

DISCUSIÓN: ¿Cómo es posible vivir la vida cristiana? Debemos reconocer ...

I. LA PARADOJA DE LA PERPETUACIÓN: LOS MUERTOS CONTINÚAN VIVIENDO.

1. Muertos para lo físico, vivos para Cristo - Colosenses 3: 1-10 1Si, pues, habéis resucitado con Cristo,
buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.a [a a 3.1: Sal. 110.1.] 2Poned la mira
en las cosas de arriba, no en las de la tierra. 3Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo
en Dios. 4Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en
gloria. 5Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos
deseos y avaricia, que es idolatría; 6cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia,
7
en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. 8Pero ahora dejad también
vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. 9No mintáis
los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombreb [b b 3.9: Ef. 4.22.] con sus hechos, 10y revestido
del nuevo,c [c c 3.10: Ef. 4.24.] el cual conforme a la imagen del que lo creód [d d 3.10: Gn. 1.26.] se va
renovando hasta el conocimiento pleno

2. Muertos para la carne, vivos para Cristo - Colosenses 2: 11-15 1En él también fuisteis circuncidados con
circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo;
12
sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder
de Dios que le levantó de los muertos.a [a a 2.12: Ro. 6.4.] 13Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la
incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él,b [b b 2.13: Ef. 2.1–5.] perdonándoos todos los
pecados, 14anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de
en medio y clavándola en la cruz,c [c c 2.14: Ef. 2.15.] 15y despojando a los principados y a las potestades, los
exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz

3. Muertos para el pecado, vivos para Cristo - Romanos 6: 1-101¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos
en el pecado para que la gracia abunde? 2En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado,
¿cómo viviremos aún en él? 3¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos
sido bautizados en su muerte? 4Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a
fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida
nueva.a [a a 6.4: Col. 2.12.] 5Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así
también lo seremos en la de su resurrección; 6sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado
juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.
7
Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado. 8Y si morimos con Cristo, creemos que también
viviremos con él; 9sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se
enseñorea más de él. 10Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; mas en cuanto vive, para
Dios vive. 11Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor
nuestro.

4. Muertos a lo viejo, vivos a lo nuevo - 2 Corintios 5: 14-17 14Porque el amor de Cristo nos constriñe,
pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron; 15y por todos murió, para que los que viven,
ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. 16De manera que nosotros de aquí en
adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos
así. 17De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son
hechas nuevas

II LA PARADOJA DE LA IDENTIDAD: NO SOY YO MISMO.

1. Al elegir buscar al Señor, nos negamos a nosotros mismos– Mateo 16: 24-26 24Entonces Jesús dijo a
sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.j [j j 16.24:
Mt. 10.38; Lc. 14.27.] 25Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por
causa de mí, la hallará.k [k k 16.25: Mt. 10.39; Lc. 17.33; Jn. 12.25.] 26Porque ¿qué aprovechará al hombre, si
ganare todo el mundo, y perdiere su alma?

2. Nuestras acciones deben mostrar a Cristo en nosotros: 2 Corintios 4: 7-11 “7Pero tenemos este tesoro en
vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, 8que estamos atribulados en
todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; 9perseguidos, mas no desamparados;
derribados, pero no destruidos; 10llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que
también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. 11Porque nosotros que vivimos, siempre estamos
entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne
mortal. 12De manera que la muerte actúa en nosotros, y en vosotros la vida.

3. En cada momento de nuestra vida deberíamos estar viviendo con él– 1 Tesalonicenses 5: 9-10 9Porque no
nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, 10quien
murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él. 11Por lo cual,
animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis.

4. De hecho, para nosotros el vivir es para que Cristo viva - Filipenses 1: 18-21 18¿Qué, pues? Que no
obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado; y en esto me gozo, y me
gozaré aún. 19Porque sé que por vuestra oración y la suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará
en mi liberación, 20conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda
confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte.
21
Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia

III. LA PARADOJA DE LA UBICACIÓN: ESTOY EN DOS LUGARES AL MISMO TIEMPO.

1. El contraste de los dos reinos: 2 Corintios 4: 16-18 16Por tanto, no desmayamos; antes aunque este
nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. 17Porque esta
leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; 18no
mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales,
pero las que no se ven son eternas.

2. El anhelo por lo espiritual– 2 Corintios 5: 1-4 1Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este
tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos.
2
Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial; 3pues así
seremos hallados vestidos, y no desnudos. 4Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos
con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la
vida.

3. La confianza exhibida hacia el espíritu mientras estaba en la carne - 1 Corintios 5: 5-8 5Mas el que nos
hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu. 6Así que vivimos confiados siempre, y
sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor 7(porque por fe andamos, no
por vista); 8pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor.

4. Romanos 8: 1-14 Ley del Espíritu: “8y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. 9Mas
vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si
alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. 10Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está
muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia. 11Y si el Espíritu de aquel que levantó
de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también
vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros. 12Así que, hermanos, deudores somos, no a
la carne, para que vivamos conforme a la carne; 13porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el
Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. 14Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios,
éstos son hijos de Dios.

1) Ley de la carne: 5Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del
Espíritu, en las cosas del Espíritu. 6Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es
vida y paz. 7Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de
Dios, ni tampoco pueden; 8y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. 9Mas vosotros no vivís
según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros.

2) Vida de la carne. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. 10Pero si Cristo está en vosotros, el
cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia. 11Y si el Espíritu
de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús
vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.
3) Vida del espíritu: Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne;
13
porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne,
viviréis. 14Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios

IV. LA PARADOJA DE LA DISTRIBUCIÓN: LA VIDA VIENE POR QUITARLA.

1. Romanos 5: 5-8 5y la esperanza no averg:uenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros
corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado. 6Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo
murió por los impíos. 7Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara
morir por el bueno. 8Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió
por nosotros. 9

2. Juan 3:16 "Porque de tal amó Dios al mundo ..."

3. 1 Juan 3:16 16En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos
poner nuestras vidas por los hermanos

4. 1 Juan 4: 9-10 9En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al
mundo, para que vivamos por él. 10En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino
en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.

5. Efesios 2: 4-6 4Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5aun estando
nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristoa [a a 2.1–5: Col. 2.13.] (por gracia sois
salvos), 6y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo
Jesús

CONCLUSIÓN:

1. Recuerda las cuatro paradojas de Gálatas 2:20 para que podamos recordar lo esencial para vivir la vida
cristiana.

1) Perpetuación: Los muertos están vivos.

Hemos muerto a lo físico, a la carne, al pecado y a lo viejo, estamos vivos para Cristo, lo espiritual y lo
nuevo. He nacido de nuevo

2) Identidad: No soy yo mismo.

Ya no somos de nosotros, somos de Cristo, nuestras acciones no muestran quien somos, mas quien es
Cristo en nosotros, ya no vivimos para nosotros, sino para Cristo. Cristo vive en nosotros. Quien Soy?

3) Ubicación: Estoy en dos lugares al mismo tiempo.

Estamos en dos reinos, el temporal, esta tierra, y el eterno, la iglesia.

En el cuerpo mortal y en el espíritu eterno.

Vivimos en la carne y en el Espíritu. Para que estoy aquí?

4) Distribución: La vida es dada por quitarla.

Dios ha quitado la vida de Cristo para darla a nosotros.

Así también debemos estar dispuestos a dar nuestra vida por el y por nuestros hermanos.
Para recibir la vida hay que darla primero. A donde voy?

Estas son las paradojas de nuestra vida cristiana. Parecen contradictorias, pero no lo son. Estos
contrastes nos ayudan a entender que nuestra nueva realidad. No actuamos como cristianos porque
ignoramos estas verdades.

Das könnte Ihnen auch gefallen