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COMUNICACIÓN AL JUZGADO DE LA ASISTENCIA

SANITARIA POR LESIONES

Por el Dr. Antonio Hernández Jerez (*)

Como consecuencia de su ejercicio profesional, el médico asistencial puede conocer


determinados hechos que menoscaban la integridad corporal de una persona o su salud física o
psíquica y que pueden ser constitutivos de una infracción penal (falta o delito). Nos estamos
refiriendo concretamente a agresiones (incluida la violencia doméstica), accidentes (tráfico, laborales,
deportivos), atropellos, mordeduras de animales, etc. Estos hechos tendrán una u otra repercusión
jurídica y determinarán, en su caso, la adopción de las medidas procesales oportunas en función de
las características del hecho traumático que son recogidas por el facultativo que atiende a la persona
que sufre el daño. El médico se convierte así en un colaborador indispensable de la Justicia al
actuar como comunicador primario del hecho de que se trate, trasladando a los juzgados la
información relativa a la asistencia sanitaria prestada. Por ello, la Ley de Enjuiciamiento Criminal
obliga a poner esta información en conocimiento del Juez y la obligación se entiende cumplida con la
remisión del parte de lesiones.

Durante el pasado año 2010 los profesionales sanitarios andaluces emitieron más de 100.000
partes judiciales de asistencia, motivados principalmente por delitos violentos, accidentes de tráfico y
laborales, violencia de género y maltrato a menores. El pasado 27 de enero, se publicó en el BOJA el
Decreto 3/2011 de la Consejería de Salud por el que se crea y regula el nuevo modelo de parte de
lesiones, un documento homogéneo y normalizado que sustituye a todos los utilizados hasta ahora y
que entrará en vigor el próximo 28 de abril. El decreto establece asimismo las normas fundamentales
de protección de datos personales, confidencialidad y deber de secreto. El nuevo parte deberá
cumplimentarse y remitirse siempre que el médico preste asistencia sanitaria por lesiones que sean
consecuencia de cualquier situación digna de ser notificada a un juzgado de guardia.

Su finalidad es proporcionar a los órganos judiciales información suficiente, precisa y objetiva


para facilitar sus actuaciones (calificación legal de los hechos imputados que posibilite su correcto
enjuiciamiento y resolución legal) y, especialmente, identificar las situaciones de violencia de género y
desprotección de menores. Por otro lado, el nuevo modelo de parte de lesiones pretende también
obtener información más precisa acerca de la magnitud de la violencia y las características
epidemiológicas de las víctimas que la padecen. El parte responde también a las necesidades
planteadas en el Protocolo común para la actuación sanitaria ante la violencia de género en la
detección precoz, prevención e intervención y contribuye a su detección e identificación en los
momentos más cercanos a su comisión.

Entre sus principales novedades destacan, por un lado, la obligación de los centros sanitarios
de remitirlo al juzgado de guardia en 24 h como máximo, salvo en aquellos casos de violencia de
género, maltrato o agresiones a personas en que deberá remitirse de forma inmediata. Otra
novedad sustancial es que prevé un régimen sancionador a los médicos en caso de incumplimiento
de las obligaciones previstas, sin perjuicio del reproche penal del que también pueden ser objeto por
infracción del art. 408 del código penal (omisión del deber de funcionarios públicos de promover la
persecución de delitos de los que tengan conocimiento por el desempeño de su cargo).

En el proceso de atención sanitaria, y ante situaciones de violencia familiar, es importante


respetar la autonomía de la paciente y el compromiso de confidencialidad respecto a la
información conocida en virtud del ejercicio profesional. También lo es el velar por la vida y el
beneficio de la salud de las pacientes (principio de beneficencia) y evitar perjuicios para su salud
(principio de no maleficencia). En caso de identificar una situación de maltrato deberá comunicarse al
juzgado de violencia de género mediante el correspondiente parte. Al cumplimentarlo, el médico debe
limitarse a describir objetivamente las lesiones que observe, incluyendo el estado psíquico y
emocional de la víctima. La información del hecho a las autoridades judiciales permite poner en
marcha medidas legales dirigidas a la protección de la mujer y evitar que el delito quede impune.

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Bajo la perspectiva deontológica, el médico asistencial emite el parte judicial en virtud de
las obligaciones derivadas de su relación con el paciente. En este sentido hay que contemplar de
manera muy especial los límites del secreto profesional, por la repercusión que de su
mantenimiento se puede derivar para terceras personas y el interés de la colectividad. El código de
Ética y Deontología Médica de 1999 especifica que el secreto profesional sólo se puede revelar “en
los siguientes casos: a) por imperativo legal (sería el caso del parte de lesiones)… d) si con su
silencio diera lugar a un perjuicio al propio paciente o a otras personas; o a un peligro colectivo”.
Además, hay que hacerlo “con discreción, exclusivamente ante quien tenga que hacerlo, en sus
justos y restringidos límites y, si lo estimara necesario, solicitando el asesoramiento del Colegio”.

No obstante, el nuevo modelo de parte presenta algunos inconvenientes. Aproximadamente


tarda en cumplimentarse unos 10-15 minutos, lo que implica una disminución del tiempo disponible de
atención médica a los pacientes en los servicios de urgencias y contribuye a incrementar la presión
asistencial del médico. Por otro lado, en los casos de violencia de género, maltrato o agresiones el
parte exige recoger una serie de datos que exceden las competencias del médico y que son más
propias de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado o de los juzgados de violencia de género.
Nos referimos a si la víctima conoce a la persona agresora, su nombre, apellidos y número de
teléfono, si tienen relación de parentesco entre sí, si ha habido testigos de la agresión (nombre,
apellidos y relación de parentesco con el lesionado) y si han resultado más personas lesionadas en el
mismo episodio de violencia. También se exige cumplimentar si la víctima ha sufrido agresiones
anteriores, nombre y apellidos del agresor, su nº de teléfono, parentesco, qué lesiones se produjeron
y cómo evolucionaron. El médico no es la persona más adecuada para asumir tales funciones y
mucho menos en un servicio de urgencias, aunque probablemente la administración sanitaria recurre
a él dada su posición privilegiada para detectar precozmente determinados hechos violentos.
Afortunadamente, la mayoría de las lesiones que se atienden en urgencias son menores o de
carácter leve, por lo que numerosos apartados del parte quedarían sin rellenar, agilizando así su
cumplimentación.

(*) El Dr. Antonio Hernández Jerez es


presidente de la Comisión Deontológica
del COM Granada

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