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Universidad Rafael Landívar

Sociedad incluyente y economía.


Facultad de ciencias económicas y empresariales.
Licenciatura en Marketing

Ensayo ¿por qué los países son pobres?

Beverlin Yazmin Guzman Berganza


2299615

03 de septiembre del 2019 Guatemala


Introducción
La palabra pobreza se define de distintas maneras, cada persona tiene su
perspectiva de ella y a lo largo de la historia ésta se ha ido modificando junto al
desarrollo de la humanidad. Es importante diferenciar los problemas sociales,
económicos y ambientales que se presentan para la sostenibilidad en las ciudades
de países desarrollados, de los que presentan en las ciudades de los países en vía
de desarrollo, ya que no se dan en iguales condiciones ni dependen de los mismos
factores. Si bien, en ambos escenarios, el desarrollo, se ha dado al margen de la
sostenibilidad las expresiones en el espacio urbano son muy diferentes en unos y
otros.
Por qué los países son pobres
La pregunta de por qué unos países son más ricos y otros más pobres ha ocupado
a muchos intelectuales a lo largo de la historia, yo pienso que algunas de las
diferencias de riqueza entre países son las diferentes culturas, religiones, creencias
y valores de sus habitantes, y otros incluso a su raza, inteligencia o conocimientos.
Lo que hay que analizar para saber por qué fracasan los países no es otra cosa que
sus instituciones.
Las instituciones inclusivas son aquéllas que ofrecen seguridad de la propiedad
privada, un sistema jurídico imparcial y servicios públicos que proporcionen igualdad
de condiciones en los que las personas puedan realizar intercambios y firmar
contratos; además de permitir la entrada de nuevas empresas y dejar que cada
persona elija la profesión a la que se quiere dedicar.
Por contra, las instituciones extractivas son aquellas que tienen propiedades
opuestas a las instituciones inclusivas. Son extractivas porque tienen como objetivo
extraer rentas y riqueza de un subconjunto de la sociedad para beneficiar a un
subconjunto distinto. Los países pobres han tendido a padecer gobiernos tiránicos,
corruptos, extractivos. Una élite toma el poder político, por la fuerza o por el voto,
desde dentro o desde fuera, y lo emplea para extraer rentas y privilegios para ellos
mismos y sus amigos. Las instituciones extractivas tienden a perpetuarse, y,
además, dicen los autores, crean incentivos para las luchas internas por el control
del poder y sus beneficios, ya que quien controla el Estado se convierte en
beneficiario de este poder excesivo y de la riqueza que genera.
¿Qué rol juegan los hijos?

Para empezar, los hijos cumplen un rol social dependiendo del nivel socioeconómico
de la familia. En las familias, los hijos son objeto de procreación y satisfacción
personal. Los padres (de cualquier nivel económico) aman, por lo general, a sus
hijos y desean para ellos lo mejor. Pero lo que cambia entre diferentes niveles
socioeconómicos es la capacidad de satisfacer todas las necesidades de los hijos y
el bienestar de la familia en general.

Dado que los hijos menores de 18 años no tienen un costo de oportunidad palpable,
es decir que no renuncian a ninguna otra actividad visible al estar trabajando
(renunciar a los estudios no muestra un costo en el corto plazo), toman un rol de
trabajador que aporta a la familia según su capacidad. Los más pequeños pueden
ayudar en tareas que no requieren esfuerzo físico o mental como pastoreo,
agricultura de subsistencia o hasta pedir limosna. Conforme van creciendo y sus
capacidades físicas se van desarrollando, pueden apoyar en los trabajos de los
padres
como la agricultura de jornaleros, albañilería o hasta trabajar por cuenta propia en
negocios informales.
Queda claro entonces que las familias pobres ven a los hijos como un tipo de capital
humano. Dado que no pueden generar capital monetario, ni cuentan con medios de
producción como tierras, ni tienen acceso a la propiedad de estos medios (por su
incapacidad de un ahorro significativo), la única manera de aumentar sus ingresos
es con trabajo. Y a más hijos, más ingresos para la familia. Esto es algo que se
olvida en la mayoría de análisis, pues en una posición económica superior los hijos
no aportan a los ingresos familiares.
La capacidad de la mujer de desarrollar una carrera profesional es clave en la
disminución de la tasa de fertilidad. La razón de ello es económica: su costo de
oportunidad aumenta conforme aumenta la preparación profesional. El costo de
oportunidad es lo que uno sacrifica para poder tener algo más, y en el caso de la
mujer profesional, la disyuntiva está entre dedicarse de lleno a una vida profesional
o dedicar unos años a la crianza de los hijos.
¿cómo le hacen otros países para progresar y darle a sus ciudadanos prosperidad?
Sin duda, nada se puede lograr si un pueblo no es trabajador o dedicado; así nada
avanza.
Guatemala tiene un gran futuro solo si logramos, a partir de los esfuerzos de la
sociedad civil, cambiar el paradigma de nuestros gobernantes, para que actúen en
favor de la sociedad en general y abandonen la política de extracción de la renta
nacional por unos cuantos monopolios públicos y privados, por un sindicalismo
atrasado sin visión del futuro, pero muy duchos en hacerse ricos, o de un
empresariado voraz y carente de responsabilidad social. ¡Ya es tiempo de empezar!
La crisis del agua es, en los países pobres, un indicador más de las desigualdades
sociales y políticas. Los problemas derivados de la deficiente gestión hídrica:
ambientales, sanitarios, económicos etc. implican en muchos casos a un alto
porcentaje de la población en sus sectores más necesitados. La falta de
infraestructuras de captación y sobre todo de distribución del agua, contribuyen a
empeorar la situación pues encarecen el acceso agudizando el problema en los
sectores más pobres, que en ocasiones deben pagar más de 20 veces el precio del
agua que otras familias más pudientes. El cumplimiento de los Objetivos de
Desarrollo del Milenio es una oportunidad para mejorar a medio plazo y resolver a
largo plazo esta situación, minimizando así incluso balances económicos globales
negativos paralelamente, que ayudan a resolver una situación de injusticia que
conlleva a su vez problemas sociales, de seguridad, sanitarios y ecológicos. Una
mayor acción pública internacional con respecto a la actual, así como una regulación
estricta de la iniciativa privada, podrían ser herramientas importantes para la
solución que pasaría siempre y de principio por considerar el acceso al agua y al
saneamiento de la misma como un Derecho universal del ser humano.
Conclusión
La reducción de la pobreza es un proceso multidimensional y de largo plazo. No hay
una varita mágica que pueda solucionar el tema de la pobreza. Lo que se necesita
son más bien esfuerzos que ataquen el problema desde múltiples ángulos, entre
otros aquellos que promuevan las oportunidades, construyan activos, reduzcan la
vulnerabilidad, mejoren las instituciones y den poder a las comunidades. Aún más,
tampoco es posible reducir la pobreza de un día al otro, ya que la implementación
de las medidas necesarias para atacarla toma su tiempo y el efecto de estas
medidas a menudo tarda aún más (proyectándose hacia ciclos políticos posteriores
o incluso generaciones subsiguientes). Teniendo esto en mente, mientras más
pronto se emprendan las acciones, más rápido se podrá romper el ciclo
intergeneracional de la pobreza.

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