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Lección 10:

La Boda del Hijo


del Rey

Por Miguel A. Arizola


Parábola de la fiesta de bodas
Mateo 22:1–14

"En esta Parábola de la boda del Hijo del Rey, a veces llamada la Parábola de la Fiesta
de la Boda Real, Jesús, pone de manifiesto las siguientes verdades:
(1) Su propia calidad divina de Hijo;
(2) la inminente destrucción de Jerusalén;
(3) el rechazo del resto de los judíos de la raza del convenio;
(4) el llamado del evangelio dirigido a los gentiles; y
(5) que aquellos que respondan al llamado del evangelio no serán dignos de la
salvación a menos que se vistan de justicia. Compárese con Lucas 14:16-24.
"Dios mismo es el rey de la parábola; Jesucristo, su hijo y heredero, es el hijo del rey; y
los primeros invitados a 'la boda del Cordero' (D. y C. 58:11) son las huestes elegidas
Bruce Redd McConkie de Israel a quienes el evangelio había sido ofrecido en épocas anteriores. 'El resto’ que
(1915 - 1985) rechazó la invitación con violencia y asesinato, eran los descendientes judíos de Israel;
y fue su ciudad, Jerusalén, la que fue violentamente destruida“

(McConkie, DNTC, 1 : 597)

Por Miguel A. Arizola


El hombre “que no estaba vestido de boda”

“Era bien sabido que uno debía vestirse de forma apropiada para
presentarse ante el rey. El atavío del invitado era un reflejo del respeto de
éste para con su anfitrión. También se entendía, por lo general, que la
vestimenta apropiada para una ocasión como ésa era la ropa blanca. Por lo
visto, las personas a las que se invitó provenientes de las salidas de los
caminos de la tierra no tuvieron tiempo ni medios para conseguir la ropa de
boda apropiada, por lo que el rey proporcionó a sus invitados ropas de su
vestuario, lo cual era una costumbre común. Por consiguiente, todos habían
sido invitados a vestirse con las ropas de la realeza. El hombre al que
echaron había decidido usar su propia ropa en lugar de la que el rey le había
proporcionado”
Prof. Joseph Fielding McConkie
(1941 – 2013)
(Joseph F. McConkie, “Triumphal Entry and a Day of Debate”, de Studies in Scripture:
Volume 5, The Gospels, editores: Kent P. Jackson y Robert L. Millet, 1986, pág. 381).

Por Miguel A. Arizola


Siervos y ministros.—Según las mejores autoridades filológicas, "ministros" o
"ayudantes ministrantes" es una traducción más literal del original que la frase
"los que servían", que aparece en Mateo 22:13. En los versículos anteriores (3,
4, 6, 8, 10) del mismo capítulo, las palabras "siervos" o "sirvientes" expresan
con más exactitud el significado del original. La distinción es significativa, pues
da a entender una importante diferencia de categoría entre los siervos
enviados a invitar al pueblo a la fiesta, y los ministros que atienden
personalmente al rey. Los primeros representan a los siervos de Dios que
proclaman su palabra en el mundo; los segundos simbolizan a los ángeles que
ejecutarán sus juicios sobre los malvados, separando del reino de nuestro
James Edward Talmage Padre todas las cosas que ofenden. Compárese con Mateo 13:30, 39, 41; D. y C.
(1862 - 1933) 86:5.

(Talmage, Jesús el Cristo, Nota 5 del capítulo 30)

Por Miguel A. Arizola

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