De los motivos que llevan a personas mayores a 30 años a incurrir por primera vez a la universidad

y su deserción.

Mucho se ha hablado sobre de los motivos o factores de la deserción universitaria, Tinto (1993),
Bean (1990) y Cabrera et al. (1992), estudios que han apuntado a que dichos factores pasan por un
sin numero de variables que van desde el origen socio económico, composición familiar pasando
por sus antecedentes educativos como los conocimientos en sus estudios y experiencias en el
transcurso de sus estudios secundarios, hasta convertir la flexibilidad curricular junto con las formas
de enseñanza y los momentos de aprendizaje, que cambian en un mismo momento en el que el
estudiante ingresa al mundo universitario, en factores decisorios de permanencia o abandono.

Entonces surge la propuesta para tratar de aclarar el panorama y apuntar en la mayor cantidad de
factores posibles, es que el abandono o la permanencia educativa están fuertemente ligadas a un
efectivo y veraz acoplamiento estudiante-institución y viceversa el cual se da por mecanismos
propios de cada una de las partes de la adquisición de pertenencia institucional y reconocimiento
de la institución como propia, diferentes enfoques y dependiendo del mismo la dificultad mayor
puede tener origen en el estudiante o en la institución, para Tinto (1993), la integración del
estudiante es crucial, y ocurre cuando el estudiante se adapta a los valores, normas y prácticas
universitarias.

La gran mayoría de estos estudios están diseñados y realizados con poblaciones de estudiantes que
no presentan un rango de edad superior a los 25 años, los cuales en su mayoría obtuvieron su grado
de bachiller, seguido a esto realizaron el ingreso a una institución de educación superior donde
cursan o culminaron sus estudios superiores de una forma que podría decirse dentro de lo normal;
dichos estudiantes por la corta edad, su proceso de transición entre la educación secundaria y la
educación superior se ha demostrado que son vulnerables a los factores anteriormente
mencionados, pero muy poco se habla de estudiantes que ya superan los 30 años de edad que por
primera vez incursionan en el mundo de la educación superior, personas las cuales ya tienen
familias constituidas, en su mayoría se encuentran laborando dentro de sus posibilidades y los
cuales debido a su edad poseen mayores experiencias de vida, con lo cual al verlos en un aula de
clase y tratar de diagnosticar o analizar su rol no solo como estudiante sino como integrante activo
de una comunidad educativa es natural que surjan inquietudes como ¿Qué motiva a esta población
a intentar conseguir un titulo profesional? ¿Su permanencia en el (Programa de Educación Superior)
PES se ve permeada por los mismos factores que a la población menor de 20 años? ¿Se acentúan
más la presencia de unos u otros factores? ¿Existen otros factores?, Si existen otros factores ¿Son
propios de su rango de edad? ¿Son ajenos a su edad?, estas preguntas vale la pena tratarlas a
profundidad con sumo cuidado ya que como se dijo anteriormente poco de habla de esta población,
son miembros activos de la comunidad universitaria los cuales se supone requieren de una mayor
atención y esfuerzo para su permanencia por cuestiones temporales al dejar hace tiempo a un lado
la educación formal, también por el tiempo disponible exclusivo a la realización de sus estudios.

Me parece interesante poder estudiar y descubrir que mas se puede analizar de esta población
estudiantil debido a que la educación superior debe contar con un alto nivel académico, sin
descuidar la parte humana fundamental en el objetivo de formar profesionales productivos y útiles
a una sociedad.

Víctor A. Prías Alarcón