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MODELO ADLERIANO

El objetivo principal de la psicoterapia adleriana es la evaluación del estilo de vida


disfuncional del paciente, sus recursos y la modificación del estilo de vida disfuncional
hacia un mayor interés social.
Formando parte del anterior objetivo principal están los su objetivos deconfrontar y
cambiar la manera de abordar las tareas de vida disfuncionales: relaciones socio
familiares, trabajo, relaciones de pareja, auto aceptación y significado de la vida.

6.6. La Relación Terapéutica:

.El paciente pone en juego su Estilo de Vida en la relación terapéutica, a través


de resistencias al cambio usando una maniobra fundamental: la tendencia
despreciativa. Es decir trata de salvaguardar su autoestima, y hasta elevarla rebajando a
otras personas; incluyendo al propio terapeuta por supuesto. Para ello se vale de varias
maniobras y actitudes, o sea conductas que despliega en la consulta. Algunas de estas
maniobras son las siguientes; (1) Delegando la responsabilidad del cambio y trabajo
terapéutico solo al terapeuta (para después excusarse de no poder cambiar o de que la
terapia indicada no fue exitosa, o externalizar su malestar acusando a otros o las
circunstancias de la vida con imposibilidad de cambio), (2) Idealizando al terapeuta y
la terapia (el paciente compara al terapeuta o la terapia con un ideal extremo y se
produce la lógica frustración tras solicitarle su colaboración y participación),
(3) Acusando a otros o a las circunstancias (en la vida del paciente aparece un
oponente o circunstancias al que se le echa la culpa de sus fracasos, a veces este es el
terapeuta), (4) Culpándose a sí mismo, autoacusandose o expresando directamente o
indirectamente el deseo de suicidio ( suele conllevar hacer responsable a un tercero de
sus desgracias, o bien llamar la atención preocupándolo, poniéndolo en jaque y
agrediéndole directa o indirectamente; también pone pegas para poner distancia con una
situación que se siente difícil de manejar, etc.), (5) Angustiando a terceros (el paciente
adopta una conducta temerosa y aprehensiva ante el curso de los acontecimientos y
puede así llamar la atención, poner pegas, e incluso obligar a que otros atiendan a
cuidarse de los temores del mundo como si no pudieran valerse por sí mismos,
(6) Agrediendo a otros directa o indirectamente (la descalificación abierta de la terapia
o del terapeuta, las faltas, tardanzas a las citas, etc., incluso la evasión y pase de la
responsabilidad del cambio al clínico pueden ser formar de rebajar al terapeuta y a
terceros).
.El terapeuta cuenta con varias posibilidades de captar estas resistencias, incluyendo
sus propias reacciones emocionales ante las mismas. La llamada contratransferencia
psicoanalítica está incluida en esto, así como los esquemas interpersonales en la línea de
Sullivan y la psicoterapia cognitiva interpersonal (p.e Safran y Segal); pero aquí más
solo que reproducir relaciones vinculares anteriores derivadas de la relación primaria
con los progenitores, lo que se repite es el esquema aperceptivo del paciente derivado de
su Estilo de Vida, es decir su propio Estilo de Vida. El planteamiento de averiguar las
metas inconscientes del adleriano Dreikurs en los trastornos de conducta infantiles por
su efecto interpersonal es netamente aplicable a la relación terapéutica. De esta forma,
tenemos algunos casos:
(1) Si el terapeuta se siente tentado a defender con frecuencia sus argumentos, se siente
desafiado y entra con frecuencia discutir y debatir con el paciente y trata de
imponérsele, probablemente el paciente (o el terapeuta) busquen la superioridad o
llevar el control de la terapia.
(2) Si el terapeuta se siente herido por las acciones del paciente y le expresa esto con
frecuencia, es probable que el paciente busque la venganza.
(3) Si el terapeuta se siente irritado por las continuas llamadas de atención del
paciente con trivialidades es posible que el paciente busque la atención o afecto del
terapeuta.
(4) Si el terapeuta se siente impotente ante las demandas o situación del paciente,
puede que el mismo o el paciente traten de evadir una tarea por exceso de expectativas
elevadas u otros argumentos, o de demostrar incapacidad y rebaje del terapeuta.
.Evidentemente el terapeuta puede ser la fuente de la propia resistencia, y no solo el
paciente; para ello es conveniente que conozca su propio Estilo de Vida (para los
adlerianos clásicos se exige un análisis personal). Cuando la resistencia es del paciente
el terapeuta la confronta y señala debidamente cuando la observa en el aquí y ahora;
pero debe hacerlo de manera hipotética y no como una aseveración; además
paralelamente estimulando la colaboración y apoyando la autoestima del paciente en las
áreas donde este afronta e haya afrontado dificultades: Es decir la confrontación
temprana de la resistencia si haber trabajado y logrado una relación previa mínima
adecuada puede ser ineficaz. También hay que resaltar los aspectos positivos del
paciente, su sentimiento de comunidad conservado actual o pasado. Esto es común a
muchas psicoterapias dinámicas interpersonales y breves; pero aquí todo gira en torno al
Estilo de Vida.

6.7. La Terapia Adleriana Breve: Tres modelos

6.7.1. El modelo de Nicoll (1999, 2000)

Nicolls (1999, 2000) ha desarrollado un esquema de 4 fases para la terapia breve


adleriana, basándose en la psicología adleriana, la terapia breve estratégica, las
psicoterapias psicodinámicas breves, y la terapia interpersonal. Es un encuadre de
terapia bastante viable en contextos como la atención a la salud mental pública.

FASE 1: EVALUACION CONDUCTUAL. DESCRIPCION DE LAS QUEJA


PRESENTE

Es importante evaluar las quejas del cliente, y traducirlas a hechos concretos,


preguntando sobre las ocasiones más recientes, y haciendo que describa la situación, las
emociones y acciones implicadas. Preguntas frecuentes para esto son: (Nicoll, 1999)

1-“¿Qué hizo la última vez que ocurrió eso?”


2-“¿A quién afectó esto?”
3-“¿Cómo reaccionó él/ella a eso?
4-“¿Cómo respondiste a su reacción?”
Este tipo de preguntas orienta la terapia hacia la focalización de problemas y su
reorientación en un contexto relacional o interpersonal.

FASE 2: EVALUACION DE LAS REGLAS DE INTERACCION SUBYACENTES

El terapeuta ha recogido información sobre patrones repetitivos de interacción del


cliente con terceros, preguntándole por varios casos recientes de su queja (o con otros
métodos p.e autor registros, etc.). Ahora puede desarrollar hipótesis sobre la función y
finalidad de la conducta sintomática del paciente en un contexto relacional; sobre las
reglas subyacentes de esa conducta. El cliente no es consciente de las mismas, de cómo
determinadas reglas mantienen sus dificultades.
Para ayudar al paciente a reconocer esas reglas (p.e “Posiblemente, usted presenta estas
dificultades porque mantiene una serie de actitudes o reglas inconscientes que debemos
reconocer y modificar..¿Que opina al respecto de esto?”). Si el paciente está de acuerdo
en explorar esas reglas, el terapeuta puede proponer varios métodos, p.e “la recolección
de los primeros recuerdos”, “la historia familiar y el genograma familiar”, la “pregunta
por el milagro”, etc. El terapeuta después presenta al cliente los resultados como
hipótesis posibles de las reglas inconscientes subyacentes.

FASE 3: REORIENTACION DE LAS REGLAS DE INTERACCION DEL CLIENTE

En la fase anterior se ha ofrecido al cliente una explicación (del por qué) presenta
dificultades. Es un nivel de toma de conciencia cognitivo-perceptual (el insghit
intelectual tradicional), necesario, pero insuficiente. Se trabaja con el cliente para ir un
paso más allá (insghit emocional), para que este también se dé cuenta de cómo aplica
sus reglas en el presente y pueda modificarlas. Con ese propósito el terapeuta usa
varios procedimientos como el “rebelar los efectos relacionales en la terapia, de las
acciones del cliente sobre el terapeuta”, “humor”, “la confrontación y el
señalamiento”, “el uso de metáforas”, “el diálogo socrático”, “la externalización del
problema”, y otros procedimientos de las terapias breves centradas en las soluciones y
excepciones, de las terapias narrativas y otros enfoques. El terapeuta tiene un amplio
abanico de múltiples técnicas de muchas terapias, pero la usa con el propósito de
producir un cambio en las reglas subyacentes e inconscientes del cliente

FASE 4: PRESCRIPCION. NUEVOS RITUALES DE CONDUCTA

En la última fase de la terapia adleriana breve se proponen tareas o rituales de acciones


o conductas para llevar a cabo fuera d consulta que potencien alternativas a los patrones
de interacción y reglas subyacentes previas. Estas prescripciones conductuales deben
adaptarse a las necesidades del cliente. Por ejemplo : “el cambio del ritual de la
coreografía” donde se va introduciendo gradualmente nuevas secuencias repetitivas de
acción en la relación marital conflictiva, “el cambio del ritual del actor” donde el
cliente va adoptando distintos papeles en una interacción problemática, el “ritual de la
asertividad o la desensibilización, etc., prescribiendo procedimientos específicos, etc.
En esta fase se enfatiza el valor del cliente para aplicar estas nuevas acciones y su
capacidad de llevarlo a cabo, enfatizando siempre más el esfuerzo que el resultado en sí
mismo.

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