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ADMINISTRACIÓN PÚBLICA: Exigibilidad de caución al personal que ejerce

funciones de manejo y custodia de recursos públicos.

Tomando en consideración la interpretación amplia de


funcionario público, desempeña funciones que
impliquen el manejo, custodia y salvaguarda de
recursos públicos a las que se refiere el artículo 161 de
la Ley Orgánica de Administración Financiera del Sector
Público se considera que dicho personal está obligado
prestar caución ante la Oficina de Auditoría Interna
correspondiente.

La caución es una medida que acoge el legislador para asegurar o garantizar en


forma suficiente los resultados de la gestión del funcionario comprometido, para
con el Estado, a fin de garantizar los resultados de su gestión.

En ese sentido, la Ley Orgánica de Administración Financiera del Sector Público en


su artículo 161 señala:

“Artículo 161. Los funcionarios encargados de la administración y


liquidación de ingresos nacionales o de la recepción, custodia y
manejo de fondos o bienes públicos, prestarán caución antes de
entrar en ejercicio de sus funciones, en la cuantía y forma que
determine el reglamento de esta Ley. La caución se constituye para
responder de las cantidades y bienes que manejen dichos
funcionarios y de los perjuicios que causen al patrimonio público
por falta de cumplimiento de sus deberes o por negligencia o
impericia en el desempeño de sus funciones.” (Omissis)

Por su parte, los artículos 51 y 52 del Reglamento Nº 1 de la Ley Orgánica de la


Administración Financiera del Sector Público, sobre el Sistema Presupuestario,
establecen:

“Artículo 51. La designación de los funcionario responsables de


las unidades administradoras integrantes de la estructura para la
ejecución financiera del presupuesto de gastos, será efectuada por
la máxima autoridad del órgano correspondiente y publicada en la
Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela.

Artículo 52. Antes de entrar en ejercicio de sus funciones los


funcionarios a que se refiere el artículo anterior prestarán caución
ante la Auditoría Interna del respectivo órgano hasta por una suma
equivalente a ciento cincuenta unidades tributarias (150 U.T.),
mediante la constitución de garantías otorgadas por una institución
bancaria o compañía de seguros domiciliada en el país, de
reconocida solvencia”.

Como apreciamos, el transcrito artículo 161 de la Ley in commento, establece de


forma amplia y general la obligación que tienen los funcionarios encargados de la
administración y liquidación de ingresos nacionales o de la recepción, custodia y
manejo de fondos o bienes públicos, y complementariamente, los dispositivos 51 y
52 del referido Reglamento Nº 1 regulan, en forma específica y especial por una
parte, la designación de funcionarios responsables de las unidades administradoras
integrantes de la estructura para la ejecución financiera del presupuesto de gastos
por la máxima autoridad, y por la otra, la obligación de los responsables de estas
unidades administradoras integrantes de la estructura para la ejecución financiera
del presupuesto de gastos, de prestar la caución correspondiente ante la Unidad de
Auditoría Interna del órgano de que se trate.

Los dispositivos en comentario aluden al deber de los funcionarios que encuadran


en estos supuestos, de prestar caución suficiente para responder de las cantidades
y bienes que manejen y de los perjuicios que pudiesen causar al patrimonio público,
por falta de cumplimiento de sus deberes o por negligencia o impericia en el
desempeño de sus funciones.

No obstante esta situación, se observa que ni en la Ley Orgánica de Administración


Financiera del Sector Público ni en su Reglamento Nº 1 sobre el Sistema
Presupuestario se define lo que debe entenderse por funcionario público a los fines
de la constitución de la caución a que se refieren los artículos 161 y 52 de los
referidos instrumentos normativos, razón por la cual resulta indispensable, en
atención a lo dispuesto en el artículo 4 del Código Civil Venezolano, tener en
consideración las disposiciones que regulan casos semejantes o materias análogas,
así como la doctrina y la jurisprudencia emitida en la materia, sin perder de vista la
finalidad de protección del patrimonio público que manifiesta de manera diáfana el
artículo 161 ut supra transcrito.

En relación con la noción de funcionario, la Ley del Estatuto de la Función Pública


establece en su artículo 3 lo siguiente:

“Artículo 3. Funcionario o funcionaria público será toda persona


natural que, en virtud de nombramiento expedido por la autoridad
competente, se desempeñe en el ejercicio de una función pública
remunerada.”

Bajo esta óptica puede señalarse que funcionarios públicos son todos los que se
encuentran bajo el ámbito de aplicación de la Ley del Estatuto de la Función
Pública, al prestar servicio a los organismos que ella expresamente determina
(artículos 4 y 5: Vicepresidencia Ejecutiva, Ministerios, Gobernaciones, Alcaldías,
Institutos Autónomos). Sin embargo, salvo los obreros y obreras al servicio de la
Administración Pública, también son funcionarios públicos, aunque dicha ley los
excluya de su aplicación (Art. 1°, Parágrafo Único), aquellos funcionarios
pertenecientes a organismos que cuentan con estatutos de personal particulares,
pero que en todo caso llenan los extremos que caracterizan la noción de funcionario
público. Esto es “(…) los individuos que en razón de nombramiento de autoridad
competente o de otro medio de derecho público, participan en el oficio de funciones
públicas al servicio de entidades públicas estatales”; o en otras palabras “todos los
que ejerzan una función pública, a título gratuito u oneroso, voluntario u
obligatorio, por nombramiento, elección, designación o cualquier otro acto del
poder público en forma parcial, total, temporal o permanente.”

Igualmente, es preciso señalar que la Ley Contra la Corrupción, también contiene


una definición de funcionarios públicos, a los efectos de esa Ley, en el numeral 2
del artículo 3, en los términos siguientes:

“Artículo 3. Sin perjuicio de los que disponga la Ley que


establezca el Estatuto de la Función Pública, a los efectos de esta
Ley se consideran funcionarios o empleados públicos a:

1. Los que estén investidos de funciones públicas,


permanentes o transitorias, remuneradas o gratuitas,
originadas por elección, por nombramiento o contrato
otorgado por la autoridad competente, al servicio de la
República, de los estados, de los territorios y dependencias
federales, de los distritos, de los distritos metropolitanos o de los
municipios, de los Institutos Autónomos nacionales, estadales,
distritales y municipales, de las universidades públicas, del Banco
Central de Venezuela o de cualesquiera de los órganos o entes
que ejercen el poder público.” (omissis).

Como se observa, la Ley Contra la Corrupción determina que se consideran


funcionarios o empleados públicos, entre otros empleados, a los que estén
investidos de funciones públicas, permanentes o transitorias, remuneradas o
gratuitas, originadas por elección, por nombramiento o contrato otorgado por la
autoridad competente, al servicio de la República. Por lo que la noción de
funcionario público (a los efectos de la Ley Contra la Corrupción), incluye no
solamente a los empleados que reúnen las características citadas ut supra, sino
también a los que ejercen funciones públicas como contratados por la autoridad
competente al servicio de la República.

Las disposiciones de la Ley Contra la Corrupción evidencian la intención del


legislador de ampliar el ámbito o efecto de la noción de funcionario público, cuando
de la protección del patrimonio público se trata. Intención que subyace, igualmente,
en otras leyes como es el caso de la Ley Orgánica de la Contraloría General de la
República y del Sistema Nacional de Control Fiscal5, de lo cual constituyen pruebas,
por ejemplo, sus artículos 52 y 82, en donde se establece para los recursos
provenientes del sector público en forma de transferencias, aportes, contribuciones
o alguna otra modalidad similar, pero administrados por particulares, el régimen de
control interno, de resarcimiento y de sanción propio del sector público, y en donde
se equipara a dichos particulares con los funcionarios públicos.

Ahora bien, para determinar si esta noción contenida en el artículo 161 de la Ley
Orgánica de Administración Financiera del Sector Público, debe interpretarse en el
sentido amplio o extenso que se deriva de la Ley Contra la Corrupción y la Ley que
rige a este Organismo Contralor, entendemos que debe tenerse en cuenta que una
de las finalidades de la primera de estas dos leyes (artículo 1) es la de “(…)
garantizar el manejo adecuado y transparente de los recursos públicos, con
fundamento en los principios de honestidad, transparencia, participación, eficiencia,
eficacia, legalidad, rendición de cuentas y responsabilidad consagrados en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”. Finalidad enteramente
similar a la declarada expresamente por el artículo 161 de la Ley Orgánica de
Administración Financiera del Sector Público al establecer que el objeto de la
caución (garantía) allí prevista es que los respectivos funcionarios respondan de los
perjuicios causados al patrimonio público. Por consiguiente, consideramos que en
todo lo atinente al cumplimiento de esa finalidad de garantizar el manejo adecuado
y transparente de los recursos públicos, y por ende a los fines de la interpretación
del citado artículo 161, la noción de funcionario público debe entenderse que tiene
el alcance que consagra dicha ley contra la corrupción, salvo disposición expresa en
contrario.

Tal afirmación encuentra respaldo incluso en el contenido del citado artículo 52 del
Reglamento Nº 1 de la Ley Orgánica de Administración Financiera del Sector Público
Sobre el Sistema Presupuestario, al determinar que los funcionarios allí indicados
antes de entrar en ejercicio de sus funciones prestarán caución ante la Auditoría
Interna del respectivo órgano.

Con fundamento en lo señalado precedentemente, dada la interpretación amplia o


extensa de funcionario público, aunado a que el personal contratado ejerce una
función pública cuando desempeña funciones que impliquen el manejo, custodia y
salvaguarda de recursos públicos a las que se refiere el artículo 161 de la Ley
Orgánica de la Administración Financiera del Sector Público consideramos que
deben prestar caución ante la respectiva Unidad de Auditoría Interna.

A todo evento, es importante advertir la prohibición expresa de contratar para


ejercer funciones en los cargos previstos de la Ley del Estatuto de la Función
Pública, contenida el artículo 37 de la referida Ley cuando señala:
“Sólo podrá procederse por la vía del contrato en aquellos casos en que se requiera
personal altamente calificado para realizar tareas específicas y por tiempo
determinado. Se prohibirá la contratación de personal para realizar funciones
correspondientes a los cargos previstos en la presente Ley”

De la disposición transcrita se colige que la Administración Pública solamente podrá


efectuar aquellas contrataciones que se vinculen, única y exclusivamente, con la
prestación de servicios altamente calificados, específicos y a tiempo determinado y
no para la realización de actividades o funciones cotidianas propias del órgano o
ente descritas en los Manuales Descriptivos de Clases de Cargos para la
Administración Pública, más aún cuando se trata de funciones que se relacionan con
el manejo y custodia de recursos públicos, toda vez que ello implica una violación
de la precitada Ley. Memorando Nº 04-00-791 del 08 de noviembre de 2007.
CONTROL FISCAL: Obligación de prestar caución, de conformidad con lo
establecido en el artículo 161 de la Ley Orgánica de la Administración Financiera del
Sector Público, por parte del titular de la Unidad de Auditoría Interna de una
empresa del Estado.

Dentro de las funciones atribuidas a las Unidades de


Auditoría Interna no se encuentran asignadas actividades
relacionadas con la administración y liquidación de
ingresos nacionales o con la recepción, custodia y manejo
de fondos o bienes públicos, considerando a su vez, que
estas no integran la estructura para la ejecución del
presupuesto de gastos, aspectos que permiten afirmar que
los funcionarios adscritos a esos órganos de control fiscal
interno, no están obligados a prestar la caución
establecida en la Ley Orgánica de la Administración
Financiera del Sector Público, y su Reglamento Sobre el
Sistema Presupuestario.

Memorando 04-00-137 del 03 de marzo del año 2011.

Se solicita opinión de esta Dirección General, respecto al alcance del artículo 161 de
la Ley Orgánica de la Administración Financiera del Sector Público1, en cuanto a la
obligación que tendría el titular de la Unidad de Auditoría Interna de una empresa
del Estado, de prestar la caución prevista en la norma en comentario, antes de
entrar al ejercicio de su cargo, en la cuantía y forma que determine el Reglamento
del mencionado instrumento legal.

Sobre el asunto consultado, esta Dirección General tiene a bien ratificar el criterio
contenido en el memorándum Nº 04-02-169 de fecha 22 de agosto del año 2003,
oportunidad en la que se sostuvo entre otros puntos lo siguiente:

(…) se destaca que la naturaleza jurídica del ente consultante, es la


de ser una empresa pública de derecho privado por lo cual califica
legalmente dentro de la categoría de entes del sector público,
sometidos a un régimen jurídico mixto, es decir, se le aplica el
derecho privado por estar constituido bajo la figura de una sociedad
anónima, y el derecho público porque su configuración económica
debido a la participación del Estado, permite ubicarla dentro de la
estructura u organización general del Estado.

En este sentido, por ser una sociedad mercantil con las características referidas, se
encuentra sometida a las regulaciones establecidas en la Ley Orgánica de la
Administración Financiera del Sector Público, de acuerdo con lo establecido en el
artículo 6 eiusdem.
Partiendo de estas consideraciones, es preciso atender lo que establece la Ley
Orgánica de la Contraloría General de la República y del Sistema Nacional de
Control Fiscal, respecto a las atribuciones de las Unidades de Auditoría Interna.

Así se tiene que, el artículo 40 de la precitada Ley señala:

Artículo 40. (…) corresponde a las unidades de auditoría interna de


las entidades a que se refieren el artículo 9, numerales 1 al 11, de
esta Ley, evaluar el sistema de control interno, incluyendo el grado
de operatividad y eficacia de los sistemas de administración y de
información gerencial, así como el examen de los registros y estados
financieros, para determinar su pertinencia y confiabilidad, y la
evaluación de la eficiencia, eficacia y economía en el marco de las
operaciones realizadas.

En el mismo orden de argumentación el artículo 41 eiusdem prevé:

Artículo 41. Las unidades de auditoría interna en el ámbito de sus


competencias, podrán realizar auditorías, inspecciones,
fiscalizaciones, exámenes, estudios, análisis e investigaciones de
todo tipo y de cualquier naturaleza en el ente sujeto a su control,
para verificar la legalidad, exactitud, sinceridad y corrección de sus
operaciones, así como para evaluar el cumplimiento y los resultados
de los planes y las acciones administrativas, la eficacia, eficiencia,
economía, calidad e impacto de su gestión.

Las normas transcritas establecen claramente las funciones que deben desempeñar
las Unidades de Auditoría Interna, entre las que se destacan la evaluación de los
sistemas de control interno, examinar los registros y los sistemas financieros,
realizar inspecciones, auditorías, fiscalizaciones, exámenes, estudios etc.; situación
que evidencia que la misión de estas unidades es la de controlar, a los fines de
verificar la sinceridad, legalidad y corrección de las operaciones efectuadas por los
entes sujetos a su control.

Ahora bien, precisadas estas funciones es necesario especificar quienes son los
funcionarios que por ley, se encuentran en la obligación de prestar caución.

La caución es definida por Manuel Osorio en su obra “Diccionario de Ciencias


Jurídicas y Políticas”, como:

Prevención, precaución o cautela. Seguridad personal de que se


cumplirá lo pactado, prometido o mandado. Es una expresión
equivalente a fianza, ya que garantiza, con relación a uno mismo o a
otra persona, el cumplimiento de una obligación, por lo general
establecida judicialmente, ya sea de orden civil o de índole penal
(…).

En virtud de esta definición se puede inferir que la caución, aplicada


al ámbito público, es una medida que puede adoptar el legislador
para asegurar o garantizar en forma suficiente los resultados de la
gestión del funcionario (...).

Sobre el particular la Ley Orgánica de la Administración Financiera del Sector


Público, en su artículo 161 señala:

Artículo 161. Los funcionarios encargados de la administración y


liquidación de ingresos nacionales o de la recepción, custodia y
manejo de fondos o bienes públicos, prestarán caución antes de
entrar en ejercicio de sus funciones, en la cuantía y forma que
determine el reglamento de esta Ley. La caución se constituye para
responder de las cantidades y bienes que manejen dichos
funcionarios y de los perjuicios que causen al patrimonio público por
falta de cumplimiento de sus deberes o por negligencia o impericia
en el desempeño de sus funciones.

(Omissis)

Por su parte, los artículos 52 y 53 del Reglamento N° 1 de la Ley Orgánica de la


Administración Financiera del Sector Público, Sobre el Sistema Presupuestario6
establecen:

Artículo 52. La designación de los funcionarios responsables de las


unidades administradoras integrantes de la estructura para la
ejecución financiera del presupuesto de gastos, será efectuada por
la máxima autoridad del organismo correspondiente y publicada en
la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela.

Artículo 53. Los funcionarios a que se refiere el artículo anterior no


podrán tomar posesión de sus cargos hasta tanto presten caución
suficiente para el ejercicio de sus funciones, ante la Auditoría
Interna de la respectiva unidad administradora, de conformidad con
lo previsto en el artículo 161 de la Ley Orgánica de la Administración
Financiera del Sector Público.

Siendo entonces el transcrito artículo 161 de la Ley in commento, quien establece


de forma amplia y general la obligación que tienen los funcionarios encargados de
la administración y liquidación de ingresos nacionales o de la recepción, custodia y
manejo de fondos o bienes públicos, y complementariamente, los dispositivos 52 y
53 del referido Reglamento, que regulan en forma específica y especial, la
obligación de los responsables de las unidades administradoras integrantes de la
estructura para la ejecución financiera del presupuesto de gastos, de prestar la
caución correspondiente. Dichos dispositivos establecen, pues, la obligación que
tienen los funcionarios que encuadran en estos supuestos, de prestar caución
suficiente para responder por las cantidades y bienes que manejen y de los
perjuicios que pudiesen causar al patrimonio público, por falta de cumplimiento de
sus deberes o por negligencia o impericia en el desempeño de sus funciones.

De modo pues, que los artículos 52 y 53 del Reglamento antes identificado, están
referidos únicamente a la caución que deben prestar todos aquellos sujetos que
intervengan directa o indirectamente en la administración de los fondos o bienes
públicos, producto de la designación de los distintos créditos presupuestarios
girados a la unidad bajo su cargo o emitidos en favor de otra unidad.

Estos dispositivos solo están referidos a los funcionarios que tienen la


responsabilidad de gastos, debido a que el propio artículo 52 en referencia, lo
dispone de forma clara y precisa, cuando establece: “La designación de los
responsables de las Unidades Administradoras integrantes de la estructura para la
ejecución financiera del presupuesto de gastos ...”, lo cual permite concluir que
dentro de esta estructura, no están incluidos quienes ejercen las funciones de
Auditoría Interna; puesto que, el propio artículo 48 del Reglamento ya mencionado,
establece lo que debe entenderse por esa estructura al señalar que es: ‘el conjunto
conformado por la unidad administradora central y las unidades administradoras
desconcentradas que intervienen en el manejo de los créditos presupuestarios.

Así se tiene que el deber de prestar esta caución, es de carácter obligatorio para
todos aquellos funcionarios que se encuentren en los supuestos de hecho previstos
en las referidas normas y, por tanto, es condición indispensable prestarla, a los
fines de poder investir el cargo y como consecuencia ejercer las funciones que le
competen.

Ahora bien, visto los razonamientos que anteceden, y dado que dentro de las
funciones atribuidas a las Unidades de Auditoría Interna no se encuentran
asignadas actividades relacionadas con la administración y liquidación de ingresos
nacionales o con la recepción, custodia y manejo de fondos o bienes públicos,
aunado a que estas no integran la estructura para la ejecución del presupuesto de
gastos, aspectos que permiten afirmar que los funcionarios adscritos a esos
órganos de control fiscal interno, no están obligados prestar la caución a la que
hace referencia el citado artículo 161 de la Ley Orgánica de la Administración
Financiera del Sector Público, y 52 y 53 de su Reglamento Sobre el Sistema
Presupuestario.

Memorando 04-00-137 del 03 de marzo del año 2011.


Se constató que para los ejercicios económicos financieros 201_, los funcionarios
encargados de la recepción, custodia y manejo de fondos y bienes públicos de la
C.A Metro de Caracas, no presentaron la respectiva caución de ley, antes de entrar
en ejercicio de sus funciones. Sobre el particular, la Ley Orgánica de Administración
Financiera del Sector Público en su artículo 161 señala:

Artículo 161. Los funcionarios o funcionarias encargados de la


administración y liquidación de ingresos nacionales o de la
recepción, custodia y manejo de fondos o bienes públicos,
prestarán caución antes de entrar en ejercicio de sus funciones, en
la cuantía y forma que determine el Reglamento de este Decreto
con Rango, Valor y Fuerza de Ley.

La caución se constituye para responder de las cantidades y bienes


que manejen dichos funcionarios y de los perjuicios que causen al
patrimonio público por falta de cumplimiento de sus deberes o por
negligencia, imprudencia, impericia o dolo en el desempeño de sus
funciones.

En ningún caso podrá oponerse al ente público perjudicado la


excusión de los bienes del funcionario responsable.

Por su parte, los artículos 51 y 52 del Reglamento Nº 1 de la Ley Orgánica de la


Administración Financiera del Sector Público, sobre el Sistema Presupuestario,
establecen:

“Artículo 51. La designación de los funcionario responsables de


las unidades administradoras integrantes de la estructura para la
ejecución financiera del presupuesto de gastos, será efectuada por
la máxima autoridad del órgano correspondiente y publicada en la
Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela.

Artículo 52. Antes de entrar en ejercicio de sus funciones los


funcionarios a que se refiere el artículo anterior prestarán caución
ante la Auditoría Interna del respectivo órgano hasta por una suma
equivalente a ciento cincuenta unidades tributarias (150 U.T.),
mediante la constitución de garantías otorgadas por una institución
bancaria o compañía de seguros domiciliada en el país, de
reconocida solvencia”.
Siendo entonces el transcrito artículo 161 de la Ley in commento, quien establece
de forma amplia y general la obligación que tienen los funcionarios encargados de
la administración y liquidación de ingresos nacionales o de la recepción, custodia y
manejo de fondos o bienes públicos, y complementariamente, los dispositivos 52 y
53 del referido Reglamento, que regulan en forma específica y especial, la
obligación de los responsables de las unidades administradoras integrantes de la
estructura para la ejecución financiera del presupuesto de gastos, de prestar la
caución correspondiente. Dichos dispositivos establecen, pues, la obligación que
tienen los funcionarios que encuadran en estos supuestos, de prestar caución
suficiente para responder por las cantidades y bienes que manejen y de los
perjuicios que pudiesen causar al patrimonio público, por falta de cumplimiento de
sus deberes o por negligencia o impericia en el desempeño de sus funciones.

De modo pues, que los artículos 52 y 53 del Reglamento antes identificado, están
referidos únicamente a la caución que deben prestar todos aquellos sujetos que
intervengan directa o indirectamente en la administración de los fondos o bienes
públicos, producto de la designación de los distintos créditos presupuestarios
girados a la unidad bajo su cargo o emitidos en favor de otra unidad.

Estos dispositivos solo están referidos a los funcionarios que tienen la


responsabilidad de gastos, debido a que el propio artículo 52 en referencia, lo
dispone de forma clara y precisa, cuando establece: “La designación de los
responsables de las Unidades Administradoras integrantes de la estructura para la
ejecución financiera del presupuesto de gastos ...”, lo cual permite concluir que
dentro de esta estructura, no están incluidos quienes ejercen las funciones de
Auditoría Interna; puesto que, el propio artículo 48 del Reglamento ya mencionado,
establece lo que debe entenderse por esa estructura al señalar que es: ‘el conjunto
conformado por la unidad administradora central y las unidades administradoras
desconcentradas que intervienen en el manejo de los créditos presupuestarios.

Así se tiene que el deber de prestar esta caución, es de carácter obligatorio para
todos aquellos funcionarios que se encuentren en los supuestos de hecho previstos
en las referidas normas y, por tanto, es condición indispensable prestarla, a los
fines de poder investir el cargo y como consecuencia ejercer las funciones que le
competen.

Los funcionarios encargados de la recepción, custodia y manejo de fondos y bienes


públicos de la C.A Metro de Caracas, no presentaron la respectiva caución de ley, se
debe a debilidades de control interno, en relación a las condiciones y requisitos
previos que deben cumplir los funcionarios que administren, manejen y custodian
fondos y bienes públicos; lo cual podría traer como consecuencia que no se cuente
con las garantías previstas que respalden la reposición de los recursos manejados
ante cualquier eventualidad.
Por lo que esta Auditoria Interna, en ejercicio de sus funciones recomienda La Junta
Directiva de la C.A Metro de Caracas, debe velar porque los funcionarios
responsables de la administración, manejo y custodia de los recursos del ente,
presenten la caución necesaria antes de entrar en el ejercicio de sus funciones y los
que ya se encuentren realizando la función de administración y custodia de fondos
y bienes públicos, deberán realizar las acciones necesarias para constituir la
caución, con el objeto de garantizar las cantidades y bienes que manejen ante un
eventual incumplimiento.

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